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En esta recopilación de la clasificación del acto administrativo, tomado del libro del
doctor Luis enrique Berrocal Guerrero Manual Del Acto Administrativo,
sistematizan en las formas de mayor interés que puede adoptar el acto
administrativo, en forma útil para el manejo del mismo en lo que corresponde a su
expedición, aplicación, impugnación y control.
En esta obra, al autor en buena parte toma como referencia principal los
elementos del acto administrativo, por cuanto están implícitos en los criterios o
puntos de vista de las diferentes clasificaciones que se exponen.
Las principales son la clasificación material, que está ligada al contenido u objeto
del acto; según el número de órganos que intervienen, según el grado de
autonomía en su expedición, según el papel que cumple en el procedimiento
administrativo; según la forma de exteriorizarse, según la forma de su
instrumentación, según el orden territorial, según su inmediatez con el titular de la
competencia y según su relación con el contrato estatal.
1. CLASIFICACIÓN MATERIAL
También llamados actos regla, reglamentos o actos reglamentarios. Son los que
crean, modifican o extinguen una situación jurídica general, no relacionada
directamente con alguna persona o cosa determinada. Ejemplo, un decreto
reglamentario expedido por el Gobierno, o un acuerdo expedido por un concejo
municipal. Sus supuestos normativos o efectos jurídicos son abstractos, lo cual
viene a ser su característica sustancial, debido a que las consecuencias o
previsiones normativas que contemplan no están referidos a nadie individualmente
identificado, sino que les son aplicables indistintamente a cualquier persona o
cosa que llegare a encontrarse dentro de los supuestos descritos en el mismo. Por
esta razón, el acto administrativo general lo es independientemente del número de
personas potencialmente susceptibles de resultar encuadradas en sus supuestos
fácticos, de suerte que lo es el que está dirigido a quienes lleguen a desempeñar
un determinado cargo, por ejemplo, como el acto de delegación que el jefe de la
entidad hace en el cargo de secretario general, o el que se dirige a todos los
empleados de la misma entidad, al igual que el dirigido a la población de un
municipio determinado o de toda la nación. Es, pues, la indeterminación individual
de las personas o cosas que pueden resultar cobijadas por el acto, lo que
caracteriza el acto administrativo general.
Por lo tanto, siempre que los afectados por él acto estén nominalmente
identificados, individualizados, el acto es particular, independientemente del
número de personas afectadas; de suerte que lo es el que comprende a un
empleado, o a un habitante de un determinado municipio, como el que cobija a
todos los empleados de la entidad o a un grupo de habitantes de una localidad, si
aparecen determinados por su respectiva identificación como afectados por el
acto. V.gr. en relación con los empleados, lo es tanto el que contiene la remoción
de uno de ellos, como el acto mediante el cual se les reubica a todos en la planta
de personal debido a una reestructuración de la misma; y el acto que establece el
monto de la contribución por efectos de una obra construida por valorización, para
los propietarios afectados por la contribución, cuando en el mismo acto se le
señala la suma a pagar por cada uno de ellos, de la misma manera como es
particular el acto que contiene la liquidación oficial del impuesto de renta de un
contribuyente.
"el carácter individual de un acto no está dado por la posibilidad de que los sujetos
a los cuales está dirigido sean fácil o difícilmente individualizables o identificables,
sino que ellos están efectivamente individualizados e identificados, de tal manera
que el contenido del acto sea aplicable exclusivamente a esas personas y no a
otras que puedan encontrase en la misma situación. De no entenderse así, todos
los actos podrían ser calificados de individuales o subjetivos en la medida en que,
por principio, los actos de las autoridades públicas tienen vocación de aplicación
individual a quienes se encuentren en la situación prevista por el acto”2
Es una categoría que surgió, al igual que las anteriores, en el seno de la escuela
del servicio público, pero que en los tratadistas actuales no cuenta como categoría
de especial mención, sino que tienden a encuadrarla o subsumirla en los actos
particulares.
1
Sección Prim era, sentencia de 18 de febrero de 1994, expediente 2322, consejero ponente
doctor Yesid Rojas Serrano.
2
Auto de S ala U nitaria, de 11 de m arzo de 1994, S ección P rim era, expediente núm ero 2756, consejero
ponente, doctor Libardo R odríguez Rodríguez.
Se consideran como tales los actos administrativos mediante los cuales a una
persona o cosa determinada, individualizada, se le ubica bajo un régimen jurídico
previamente establecido, se le da la calidad de sujeto sometido a dicho régimen,
de modo que si el acto condición no se expide, la persona no adquiere tal calidad
o situación, no es posible aplicarle el régimen jurídico de que se trata, ni para su
beneficio ni para su perjuicio.
Dicho de otra forma, pueda adquirir el status que supone tal régimen: Empleado,
estudiante de universidad pública, militar, etc.; y respecto de las cosas, bien de
uso público, bien destinado al servicio público, bien fiscal, patrimonio histórico,
patrimonio arquitectónico, etc.
Respecto de inmuebles, la Sección Primera del Consejo de Estado estimó que los
actos administrativos que declaran un inmueble cualquiera como de conservación
arquitectónica o patrimonio histórico de una ciudad, viene a “constituir "una
disposición propia de un acto condición, o dicho de otro modo, legal y
reglamentario, en tanto coloca o inserta a cada uno de los inmuebles por ellos
relacionados en el régimen general contenido en los mencionados decretos, del
cual, por lo tanto, pueden ser excluidos en cualquier época"3
Esta clasificación aborda de una forma más analítica el alcance de los efectos
jurídicos del acto administrativo, como es la de tener en cuenta su incidencia en el
ámbito de la autonomía y de los derechos de los administrados. Ya no se trata de
mirar si el efecto es particular o general, sino en qué sentido afecta la autonomía y
los derechos de los destinatarios del acto y en qué condiciones.
3
Sentencia de 9 de mayo de 1996, expediente 3535, con ponencia del consejero, doctor Juan Alberto
Polo Figueroa.
1.4.2 Actos de aprobación
Son aquellos mediante los cuales una autoridad le da el visto bueno a un acto
jurídico de una persona particular, para hacer posible su aplicación o
cumplimiento. Mediante él, la autoridad que lo emite manifiesta su conformidad
con un acto privado sometido a su control, que para el caso, es un control
posterior, y como tal es también una expresión de la policía administrativa.
También se dan licencias que responden a la vigilancia y control del Estado sobre
bienes colectivos o de uso público, como la concesión de aguas, prevista en los
artículos 151 y 152 del Decreto 2811 de 1974 (Código de Recursos no
Renovables).
1.4.5 El permiso
Son aquellos en los cuales la autoridad que los expide hace constar a solicitud de
parte o de manera oficiosa, como requisito de autenticidad o certeza, la ocurrencia
de determinados hechos -como el nacimiento o la muerte de personas naturales-,
o actos, como el matrimonio, compraventa de inmuebles, hipoteca, etc., por lo
general a través de la anotación en un registro; o da fe o testimonio de la
existencia u ocurrencia de una situación jurídica, de un acto o de un hecho, lo cual
se surte a través de las certificaciones. Es decir, que contienen declaraciones de
ciencia. Los informes y dictámenes de autoridades públicas no cuentan para este
tipo de acto administrativo, no obstante contener declaraciones de ciencia, por la
sencilla razón de que son actos preparatorios.
Son los que imponen una pena administrativa a una persona, natural o jurídica,
por infracciones al ordenamiento jurídico, tipificadas bajo la forma de falta
disciplinaria, para el caso de los servidores del Estado, o de infracción o falta
administrativa, en relación con los particulares. Los sancionatorios de servidores
públicos son expresión de la potestad disciplinaria del Estado y procuran la
moralidad, eficacia y eficiencia en el desarrollo de sus actividades.
De acuerdo con este punto de vista, los actos administrativos se clasifican in actos
simples y en actos complejos. Por ello hay quienes ven en el mismo una
significación procedimental, esto es, atendiendo el trámite para conformar el acto
administrativo definitivo.
constitutivos, generalmente, aquellos actos mediante los cuales, y en virtud del poder legal de las
autoridades competentes, se establecen nuevas relaciones jurídicas, se modifican o se extinguen.
Mientras que por actos declarativos se entienden aquellos mediante los cuales se regulan
relaciones concretas de la vida subsumiéndolas, en forma obligatoria, a la manera judicial bajo una
norma jurídica determinada, fijándose así autoritariamente las relaciones jurídicas". De los
primeros da como ejemplo un acto mediante el cual se concede la nacionalidad a un extranjero, y
del segundo, el que declara que un trabajador se encuentra beneficiado por un seguro.
2.2.1. Acto administrativo complejo propio
Noción
"... cuando se trata de un acto complejo, es decir, formado por una serie de
actos con la ocurrencia de diversas voluntades, como el acto es único, debe
acusarse en su total complejidad, aunque el vicio sólo afecte a uno de los
actos que lo integran, porque habiendo unidad de contenido y unidad de fin
en las diversas voluntades que se unen para producirlo, la serie de actos que
lo integran no tienen existencia jurídica separada e independiente. El acto
que se forma es un acto único, es la voluntad declarada, por la fusión en una
sola voluntad de las voluntades de los órganos que concurren en el proceso
deformación del acto"6
Características
Cada declaración necesita de la otra o de las otras para poder nacer a la vida
jurídica como acto administrativo. Ninguna tiene la entidad de acto jurídico, debido
a que por sí solas no producen efectos jurídicos, o sea que mientras no se
5
Sección Segunda, sentencia de 16 de diciembre de 1994, expediente número 7322, consejero
ponente, doctor Joaquín Bárrelo Ruiz.
6
Sala Plena de lo Contencioso Administrativo, sentencia de 15 de octubre de 1964, consejero
ponente, doctor Alejandro Domínguez Molina.
produzcan todas no se puede hablar de acto y menos de acto administrativo. Por
ello no son demandables de manera separada ante la jurisdicción contencioso
administrativa, aunque los vicios de una se transmiten a todo el acto definitivo.
7
Ver entre otras, sentencia de la Sección Segunda, de 16 de diciembre de 1994, expediente
número 7322, consejero ponente, doctor Joaquín Barrete Ruiz.
8
Entre otras, ver auto de la Sección Primera, de 27 de junio de 1991, expediente número
1718, consejero ponente, doctor Miguel González Rodríguez. Concepto de la Sala de
Consulta, de 4 de septiembre de 1992, radicación número 423, consejero ponente, doctor
Jaime Betancur Cuartas; en el cual se dijo que "Las ordenanzas son actos administrativos
con carácter complejo, porque la sanción del gobernador es parte integrante de la
ordenanza, toda vez que por disposición legal, se requiere del concurso de voluntades de
la asamblea y del gobernador que se unen en una sola voluntad para producir un acto
único. Sin la sanción el proyecto de ordenanza no produciría efectos jurídicos, y, por lo
mismo, no será obligatorio porque no se ha completado su trámite y porque cada uno de
los actos que integran la ordenanza no tienen existencia jurídica en forma separada o
independiente".
9
Léase v.gr. la sentencia de la Sección Primera, de 26 de mayo de 1997, expediente número
3562, consejero ponente, doctor Libardo Rodríguez Rodríguez, referente al acto de creación del
municipio de Cantagallo, Bolívar.
10
Ver sentencia de 9 de agosto de 1999, de la Sección Primera, expediente número 5315,
consejero ponente, doctor Juan Alberto Polo Figueroa, referida a una resolución de la Dirección
Nacional de Estupefacientes a fin de reglamentar el trámite interno del derecho de petición.
11
Concepto de la Sala de consulta, de 3 de diciembre de 1993, radicación número 561, consejero
ponente, doctor Roberto Suárez Franco.
12
Ver sentencia de 26 de enero de 1996, expediente número 3416, consejero ponentef
2.2.2. Acto complejo impropio o interno
Son los que habiendo nacido como actos simples, devienen en actos complejos
por la ocurrencia de pronunciamientos posteriores sobre el mismo por el órgano
que lo profiere, lo cual se da usualmente en virtud del uso de los recursos de la
vía gubernativa, cuando se trata de actos que ponen fin a una actuación
administrativa, y en virtud del carácter unitario que el artículo 138 del C.C.A. le da
a la serie de pronunciamientos que se produzcan, incluyendo el del acto inicial o
principal, por virtud de los recursos que contra éste proceda, al estipular que "si el
acto definitivo fue objeto de recursos en la vía gubernativa, también deberán
demandarse las decisiones que lo modifiquen o confirmen ".
Por ello se ha dado por sentado que los actos que confirmen o modifiquen un acto
que ha sido objeto de tales recursos, se integran con éste, subsumiéndose en una
unidad, en un todo, resultando así una complejidad que es eventual,
circunstancial, por cuanto depende de la interposición de recursos y de la
circunstancia de que la decisión de éstos sea confirmatoria o modificatoria de
aquél, ya que si lo revoca, simplemente se sustituye por otro. Si hay confirmación
y modificación por declaraciones dadas en la vía gubernativa en virtud de los
recursos pertinentes, estas declaraciones vienen a conformar un todo con el acto
objeto de tales recursos. No se debe olvidar que el titular del derecho de recurrir,
doctor Ernesto Rafael Ariza, referida a un acto administrativo del Alcalde de Floridablanca,
que autorizaba unas rutas a determinada empresa de transporte, y que requería de la aprobación
del Alcalde Metropolitano de Bucaramanga, por disposición de parágrafo del artículo 4° del
Decreto 00263 de 1988.
bien puede hacer uso o no de los recursos que se prevean, de modo que en este
caso, para que el acto nazca a la vida jurídica no necesita de los actos que
deciden los recursos. Aún más, la jurisprudencia ha considerado reiterativamente
que el acto ya existe desde el momento en que se profiere poniendo fin a la
actuación administrativa, y que a partir de allí el problema ya no es de existencia o
validez del acto.
Se está pues ante una complejidad impropia porque comúnmente los recursos se
surten dentro del mismo órgano, aunque lo sean en instancias diferentes, por lo
tanto los distintos pronunciamientos que se integran al acto inicial son proferidos
por un solo órgano. Es circunstancial por cuanto los demás pronunciamientos no
son necesarios para que el acto nazca a la vida jurídica y resultan formando parte
del acto, si se dan en el sentido de confirmarlos o modificarlos.
"El art. 138 del C.C.A. tiene relación con el derecho de acción, siendo este
un derecho subjetivo, por lo que tal precepto de carácter legal es una norma
de carácter sustantivo y no simplemente procedimental. De allí que cuando
no se individualiza el acto acusado tal como es, el ejercicio del derecho de
acción carece de fundamento legal, motivo por el cual no se configura una
verdadera relación procesal. En virtud de esa circunstancia, el ejercicio
inadecuado de acción del derecho impide que el fallo sea verdaderamente
tal; en consecuencia, al no demandarse en el caso sub-júdice la totalidad de
los actos expedidos en la vía gubernativa, existe la imposibilidad de que la
sala se pronuncie sobre el fondo de la controversia jurídica planteada dentro
del presente proceso, por ineptitud de la demanda"13
"El accionante debe enjuiciar tanto el acto principal como los actos proferidos
en vía administrativa aunque, estos sean confirmatorios del primero,
teniendo en cuenta que tales actos son los que deciden si el primero
continúa o no vigente. La ley exige que el acto administrativo se individualice
con toda precisión, requisito que se cumple cuando se enjuicia tanto el acto
principal como lOS confirmatorios o modificatorios dictados en la vía gubernativa”17
Debería ser según el grado de limitación, por lo que anotamos con anterioridad,
que en el Estado de Derecho todas las autoridades estatales son limitadas en el
poder de que están investidos, el cual les es permitido ejercer en los términos que
señale la Constitución, la Ley o el Reglamento (artículos 4° y 6" de la
Constitución). Por lo tanto, el problema que entraña esta clasificación es el de
grados en la limitación, y si se mira desde el punto de vista de la autonomía, es
preciso asumirla como una autonomía relativa. Hecha esta aclaración sucinta, se
tiene que las clases de actos que suelen indicarse en esta categorización son las
de actos reglados y actos discrecionales, para cuya distinción se atiende lo relativo
a la oportunidad, a los motivos, al mérito y al objeto. Veamos cada una de las
clases de actos mencionados.
Son los que resultan de atribuciones en cuyo ejercicio su titular es libre de escoger
la oportunidad para su expedición, y/o determinar el contenido o sentido de la
decisión, y/o valorar la conveniencia o el mérito para el mismo efecto, así, como el
destinatario del acto.
15
Sentencia de 3 de marzo de 1993, Sección Segunda, expediente número 4130, consejero
ponente, doctor Diego Younes Moreno.
16
Sentencia de 12 de julio de 1991, Sección Tercera, radicación 5372, consejero ponente Dr.
Carlos Betancur Jaramillo.
17
Sentencia de 20 de septiembre de 1995, radicación 11104, Sección Segunda, ponente Dr.
Joaquín Bárrelo Ruiz.
situación. El Alcalde que quiere convocar al Concejo a sesiones extraordinarias
tiene libertad para determinar la oportunidad (que se entiende circunscrita al
tiempo de receso de dicha corporación), la conveniencia y los asuntos que han de
señalarse en dicho decreto como temas a decidir en tales sesiones. Es decir, tiene
autonomía respecto de la oportunidad (aunque limitada en el tiempo), la
conveniencia y el contenido.
Al contrario del anterior, es una ficción creada por la ley, consistente en que al
cabo de cierto tiempo se presume que hubo decisión sobre un determinado
asunto planteado por parte interesada, en virtud del silencio que durante ese
tiempo y respecto de dicho asunto mantuvo la administración o el funcionario
encargado de resolverlo.
El acto tácito puede ser negativo, cuando se presume que el asunto (petición o
recurso) fue resuelto negativamente. Se conoce también como silencio
administrativo negativo. Esta es la regla general. Y positivo, cuando por el
contrario la ley dispone que el asunto se tenga como resuelto de manera favorable
al interesado, esto es, que se entiende concedido lo pedido o que se accedió al
recurso. Corresponde al silencio administrativo positivo. Esto es excepcional,
puesto que sólo opera en los casos taxativamente señalados en la ley.
5. CLASIFICACIÓN SEGÚN EL ORDEN TERRITORIAL
Como quiera que el titular es quien expide el acto, lo usual es que de su nivel
territorial se tienda a deducir la clase de acto desde el punto de vista territorial, de
suerte que si aquél es nacional, departamental o municipal, el acto se toma como
nacional, departamental o municipal, respectivamente.
Como su nombre lo indica, son aquellos que se profieren dentro de la vigencia del
contrato y con ocasión de la ejecución del mismo. Se producen así dentro de la
llamada etapa contractual. Por lo tanto, su existencia está determinada por la
existencia del contrato, dependen directamente de éste. Es el caso de los actos
mediante los cuales la entidad contratante impone una multa al contratista, o
19
Así se dejó sentado en la sentencia de 6 de febrero de 1992, expediente número 6030;
consejero ponente, doctor Julio César Uribe, en reiteración de la jurisprudencia del Consejo le
Estado.
20
Sentencia de la Sección tercera, de 24 de agosto de 1990, expediente número 5712, consejero
ponente doctor Gustavo de Greiff Restrepo.
interpreta unilateralmente el contrato, declara la caducidad del mismo, etc. Por
consiguiente, su control jurisdiccional sólo es posible a través de la acción
contractual, toda vez que éste tiene como fundamento necesario el respectivo
contrato. En la jurisprudencia se comenta que hay que entender por actos
contractuales propiamente dichos, los expedidos por la entidad pública contratante
luego de la celebración del contrato, con incidencia en la relación negocial misma,
y que no pueden entenderse sin la existencia misma del contrato".
Vienen a ser todos los actos administrativos que expida un funcionario delegatario
en ejercicio de la competencia que le ha sido delegada, o sea, los que profiera en
uso de su condición de delegatario de otra autoridad administrativa. Por lo tanto,
sus características son las siguientes:
iv) Tienen contenido y fin diferentes del acto de delegación, aunque están
limitados por éste,-ya que no pueden salirse del ámbito de la delegación.
v) Por consiguiente son distintos del acto de delegación. Tanto los unos
como el otro tienen existencia propia e independiente, de donde son susceptibles
de control jurisdiccional individualmente considerados.
7.2 ACTOS ADMINISTRATIVOS DESCONCENTRADOS
Se trata de la tipificación que se hace del acto administrativo según el papel que
cumple dentro del procedimiento administrativo, la cual ha dado lugar a las
categorías denominadas actos preparatorios, actos de trámite, actos
definitivos y actos de ejecución (artículo 49 del C.C.A.), de las cuales,
constituyen acto administrativo en estricto sentido sólo los definitivos, toda vez
que son los que contienen la decisión ejecutoria, o los que ponen fin a la
actuación administrativa, decidiendo el fondo del asunto (artículo 50 inciso final
C.C.A.). Los demás, o contribuyen a la formación e impulso del acto definitivo, o a
su cumplimiento, respectivamente.
Aquí cabe hablar de las innumerables formas de estructurar o denominar los actos
administrativos, que van desde las tradicionalmente conocidas, como decretos,
resoluciones, órdenes administrativas, hasta los acuerdos, ordenanzas,
certificaciones, anotaciones o registros. Sin embargo, es menester poner de
presente que pueden darse situaciones en las que el acto administrativo esté
plasmado en formas cuya función o contenido natural es otro, como son los
oficios, los conceptos, las actas, circulares, entre otros, o sea, que éstas
excepcionalmente pueden también constituir o contener un acto administrativo.
"si bien es cierto que las actas contienen lo acaecido en las reuniones
administrativas, y como tal cumplen un papel probatorio o instrumental, ello no
significa que en ellas no obren verdaderos actos administrativos. Al respecto,
21
Sentencia de 8 de septiembre de 1995, expediente número 11120, consejera ponente doctora
Dolly Pedraza de Arenas.
no se puede perder de vista, de una parte, que acto administrativo es toda
decisión ejecutoria de cualquier ente estatal, o de un particular, en ejercicio de
la función administrativa, y que, por lo mismo, es una declaración de voluntad
que crea, modifica o extingue una situación jurídica, que en el ordenamiento
jurídico y la doctrina colombianos, puede ser particular y concreta o general; y
por la otra, que su existencia no siempre está sujeta a una determinada forma
de expedición y presentación, y si se quiere, de instrumentalización, tanto que
doctrina ha dado cabida a la posibilidad de que el acto administrativo pueda
manifestarse aun de manera verbal.
"Lo dicho significa que no es cierto que las actas no puedan contener
decisiones ejecutorias o declaraciones de voluntad con los efectos
jurídicos anotados, sino que por el contrario, ello está dentro de las
posibilidades, tratándose de actas de órganos administrativos colegiados. Otra
cosa es que en muchos casos, dichas declaraciones queden sujetas a
determinada formalización posterior, caso en el cual, ciertamente, vienen a ser
actuaciones de trámite. Pero también puede ocurrir que no lo requieran, o que
se entren a ejecutar o a darles cumplimiento de inmediato. Es decir, se tomen
con carácter de decisión ejecutoria, situación en la cual, no hay lugar a duda
de que se está frente a un acto administrativo"22
En las condiciones anotadas, entiende la Corte que los conceptos que emite la
Subdirección Jurídica de la Administración de la Dirección de Impuestos y
Aduanas Nacionales, constituyen la expresión de manifestaciones, juicios,
opiniones o dictámenes sobre la interpretación de las normas jurídicas
22
Auto de veintinueve de enero de mil novecientos noventa y ocho, -expediente Núm.4767,
consejero ponente doctor Juan Alberto Polo Figueroa.
tributarias, en materia aduanera, de comercio exterior o de control de cambios,
bien hayan sido producidos a instancia de los administrados, en ejercicio del
derecho de petición (art. 25 C.C.A.), o para satisfacer las necesidades o
requerimientos de las autoridades tributarias correspondientes. No se les
puede considerar, en consecuencia, en principio, como actos administrativos,
porque carecen de un poder decisorio, no obstante que, como lo ha sostenido
jurisprudencia constante del Consejo de Estado, pueden tener tal carácter
cuando poseen un alcance normativo que se revela por la obligatoriedad de su
aplicación por la Administración y por la posibilidad o exigencia de sujeción a
ellos de los administrados, con lo cual adquieren la categoría propia de los
actos reglamentarios, aunque en un rango inferior a los que expide el
Presidente de la República en ejercicio de las facultades del art. 189-11 de la
Constitución"23
Esta clase de actos estatales, que tienen mención desde los orígenes del derecho
administrativo, cuya característica destacada para justificar su inmunidad ante los
tribunales de justicia es su alto grado de discrecionalidad, y a los que se refieren
García de Enterría y Tomás-Ramón Fernández, como "vieja teoría de los llamados
'actos políticos'", ha perdido interés práctico en Colombia desde la sentencia de la
Corte Suprema de Justicia, de 15 de noviembre de 1984, en la cual fue declarado
inexequible el inciso segundo del artículo 82 del C.C.A. en su versión original del
Decreto 01 de 1984, en cuanto restringía el control jurisdiccional de los mismo en
el sentido de que la jurisdicción contencioso administrativa podía juzgar "loi actos
políticos o de gobierno, pero sólo por vicios de forma".
23
Sentencia C -487 de 1996.
"... los actos jurídicos internacionales de la Administración Pública no
son más que modalidades teóricas de los actos políticos o de
gobierno y que la misma ley colombiana los acepta como sujetos al
control jurisdiccional contencioso administrativo, lo que conduce a
deducir que entre los actos administrativos puedan existir algunos
que merezcan el calificativo de actos de gobierno, circunstancia que
no excluye su calidad de actos administrativos con todas las
consecuencias que se derivan, una de ellas, la posibilidad de ser
impugnados mediante recursos administrativos o jurisdiccionales".
24
Sentencia de 5 de agosto de 1993, S ección S egunda, Exp. num . 5991, consejera
doctora
ponente
D olly
P edraza de A renas.
En resumen, cabe decir que las directivas presidenciales son instrucciones y
orientaciones de carácter interno que imparte el Presidente de la República
funcionarios de la Rama Ejecutiva, en su condición de suprema auto
administrativa, sobre aspectos determinados de la administración pública, las
cuales si bien deben acatarse por sus destinatarios, no enervan las faculta des y
competencias que la ley o el reglamento les asignan, y por tanto no tienen virtud
de causar la nulidad de los actos que expidan conforme tales facultades.
Diferentes clasificaciones.
• Los actos de poder o autoridad son aquellos mediante los cuales la admi-
nistración actúa con poder de mando, es decir, por medio de órdenes, prohibicio-
nes, sanciones, etc. Por ejemplo, el acto mediante el cual la administración
prohíbe la realización de una manifestación
Como también debemos recordar, la noción de poder público fue reemplazada por
la de "servicio público" como noción clave del derecho administrativo. Ese
reemplazo trajo como consecuencia la diferenciación entre dos clases de actos de
la administración: los actos de servicio público y los actos ajenos al servicio
público.
Partiendo del concepto clásico de servicio público, según el cual era "toda
actividad de una persona u organismo públicos, tendiente a satisfacer una nece-
sidad de interés general", los actos de servicio público son aquellos que se re-
lacionan directamente con esa actividad. Por ejemplo, el acto mediante el cual se
establece las tarifas de cualquier servicio.
Por su parte, los actos ajenos al servicio público son aquellos que no tienen
relación directa con las actividades de servicio. Por ejemplo, la contratación de un
pintor para la realización de un cuadro que adornará algún despacho público.
A este respecto, ya sabemos que la noción de servicio público tuvo gran auge a
finales del siglo pasado y comienzos del presente, época en la cual todo el de-
recho administrativo giraba alrededor de ella. Así, durante esa época los actos
administrativos eran únicamente los relacionados con el servicio público, mientras
que los actos ajenos a ese servicio se consideraban actos de derecho privado de
la administración.
De la aplicación del criterio material para calificar las funciones y los actos del
Estado, resulta que los actos de la administración pueden ser generales o
individuales.
Según algunos autores, son los que requieren el consentimiento de más de dos
personas, como los expedidos por cuerpos colegiados como las asambleas y los
concejos. Sin embargo, en estricto sentido, según el punto de vista que estamos
aplicando, estos actos son unilaterales porque a pesar de que intervienen varias
voluntades, en definitiva expresan una sola voluntad que es la voluntad del Estado
o de la administración, de acuerdo con el régimen de mayorías aplicable para
tomar la decisión.
Esta clasificación es tal vez la más importante, porque los actos unilaterales son
considerados como los actos típicos de la administración y del derecho ad-
ministrativo. Es así como existe un régimen jurídico para los actos unilaterales y
una reglamentación especial para los contratos de la administración.
por el contrario, son los que expide la autoridad en aquellos casos en que la ley le
otorga opciones frente a la decisión que puede tomar. Por ejemplo, el artículo 213
de la Constitución Política le confiere al presidente de la república la facultadas
decretar el estado de conmoción interior; pero ello no quiere decir que reunidos los
presupuestos previstos en la norma el presidente tenga necesariamente que
decretarlo, sino que él puede hacerlo o no hacerlo.
Son los que requieren varias actuaciones jurídicas para su expedición, como aquellos
que están sujetos a autorización previa, aprobación posterior, concepto de otros
organismos o autoridades, o que requieren varias aprobaciones. Por ejemplo, una
ordenanza de una asamblea, la cual requiere aprobación en varios debates y la
sanción del gobernador.
G) Desde el punto de vista del ámbito de aplicación. Los actos pueden ser
nacionales o locales.
Frente a los anteriores, los actos definitivos o principales son los que contienen la
decisión propiamente dicha o, como dice el inciso final del artículo 50 del Código
Contencioso Administrativo, "los que deciden directa o indirectamente el fondo del
asunto". Por ejemplo, la resolución por la cual se concede una pensión de jubilación.