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En segundo término, la forma fractal puede ser beneficiosa incluso para antenas
aisladas. Nathan Cohen y un equipo de ingenieros de la Universidad Politécnica
de Cataluña, han experimentado, de forma independiente, con hilos doblados
siguiendo la forma de las curvas de Koch, o de los triángulos de Sierpinski. Al
replegar así la antena se consigue no sólo alojar la misma longitud en un espacio
seis veces menor, sino que su forma dentada genera capacitancia e inductancia
adicionales, haciendo innecesarios elementos externos para su sintonización o
para aumentar la anchura de la banda de frecuencias que pueda recibir.
Cohen, que fundó Fractal Antena Systems en 1995, trabaja en la actualidad con
T&M Antenas, fabricante de antenas para los teléfonos móviles de Motorola. Uno
de los ingenieros de T&M afirma que el rendimiento de las antenas fractales es
un 25 por ciento mayor que el de las habituales antenas romas, revestidas de
goma, con que van equipadas muchos teléfonos móviles o inalámbricos. Amén
de ser más baratas de fabricar, operan en múltiples bandas, lo que permite
incorporar un receptor GPS al teléfono, al tiempo que la antena puede quedar
oculta en el interior del aparato.
Una distribución bidimensional de antenas permite una mayor flexibilidad y
variedad. Existen dos formas estándar de distribuir las antenas: ordenándolas
regularmente formando una matriz o esparciéndolas al azar sobre una cierta
área. Aunque ambos métodos dan lugar a formación de lóbulos laterales
indeseados, presentan ciertas ventajas.
Bucles pequeños
Se sabe que las antenas pequeñas en forma de bucle tienen una resistencia de
entrada pequeña, por lo que conectar a una línea de alimentación de 50 Ohmios
puede crear cierta dificultad. Una isla de Koch encajada en una pequeño bucle
circular aumenta de forma notable la resistencia de entrada.
Análisis de la Antena
Para utilizar un fractal como antena parece obvio que debemos trabajar con una
aproximación. Un verdadero fractal, con un perímetro infinito, es imposible de
fabricar. Esto no debe preocuparnos porque ya con unas pocas iteraciones se
aprecian las buenas propiedades de esta geometría.
Para mostrar estas mejoras, comparemos la cuarta iteración de una isla de Koch
con una antena circular. El tamaño relativo de ambas antenas se muestra en la
figura 2.1 . Obsérvese cómo la antena circular circunscribe al fractal. El área
ocupada por la antena circular es bastante mayor.
Áreacurva Koch = (1 * 3/9 * 12/81 * 48/729 * 192/6561) * 3/2 * Ö 3/2 * r2 = 2.05 r2
Resultados
La resistencia de entrada de ambas
antenas frente al perímetro de la
antena circular –en longitudes de
onda- se compara en la figura 2.2.
Una antena circular con un
perímetro de 0.05l tiene una
resistencia de entrada de 0.000004
W , incrementándose a sólo 1.17W
cuando el perímetro es de 0.26l .
Por el contrario, aun cuando la
resistencia de entrada es de sólo
0.000015W para el valor más bajo
de frecuencia en la antena fractal,
éste alcanza el valor de 26.65W en
el extremo de las frecuencias altas.
Este valor mejora notablemente la
conexión a una línea de transmisión
de 50W.
En el apartado anterior, cada segmento del generador (la curva de Koch) tenía la
misma longitud, un tercio de la longitud original. En esta sección, la longitud del
segmento es variable. Los dos segmentos extremos, así como el central miden
un tercio de la longitud inicial. Los otros dos segmentos son variables, con el fin
de ajustar el perímetro total. Esta longitud variable recibe el nombre de "ancho
de mella" (indentation width). La variación en el ancho de mella afecta a la
dimensión del fractal. Cuanto mayor es este ancho, mayor es la dimensión.
Análisis de la antena
Resultados
En la figura 2.5 se
muestra el tamaño
relativo de dos
antenas con igual
ancho de mella y
frecuencia de
resonancia. Obsérvese
cómo la segunda
iteración es mucho
más pequeña que el
cuadrado original. Es
más, aunque la
directividad de las
antenas decrece a
medida que aumenta el número de iteraciones o el ancho de mella, la eficiencia
en la apertura del campo radiado aumenta espectacularmente. El área física
ocupada por un fractal con un alto número de iteraciones y un profundo ancho
de mella es mucho más pequeña que en una antena cuadrada. Así, mientras el
coeficiente de apertura en el cuadrado es de sólo 2.254, para la segunda
iteración del fractal con un ancho de mella de 0.9, resulta ser de 11.59. Una
pérdida en la directividad de 1.28 dB se compensa con un decremento del 38%
en el área ocupada, lo que se traduce en una antena 7 veces más pequeña.
La sección anterior mostraba los buenas propiedades de las antenas fractales en
bucle. Los dipolos pueden también beneficiarse de esta geometría, consiguiendo
una miniaturización en la longitud total de la antena cuando ésta se encuentra
en resonancia.
Monopolo de Koch
Escala de Iteración
Otro tipo de fractal que puede ser utilizado como dipolo lo constituyen las
estructuras arborescentes. Una posible configuración se muestra en la imagen. De
nuevo, el objetivo que se pretende es la reducción del tamaño de la antena
resonante.
Si definimos la longitud eléctrica total como la mínima distancia que debe recorrer
un electrón desde la base del fractal hasta el extremo de cualquiera de sus ramas
terminales, se observa que en los árboles fractales esta longitud permanece
constante a lo largo del proceso iterativo.
Análisis de la Antena
Patrón de campo lejano para una típica antena fractal de árbol. Corresponde a un árbol fractal de cuatro
iteraciones con una separación de 60º entre ramas. a) Plano de corte de E paralelo a las ramas
b) Plano de corte de E perpendicular a las ramas.
Una antena fractal tridimensional en árbol presenta una geometría similar a las del
apartado anterior. Sin embargo, el crecimiento, en vez de producirse en un mismo
plano, tiene lugar en las tres dimensiones. La antena resultante ofrece beneficios,
similares a su homóloga bidimensional, pero en mayor grado. La geometría de
estas antenas se muestra en la figura 3.10.
Generación de una árbol fractal tridimensional. En cada iteración las ramas
se dividen en cuatro segmentos situados en dos planos ortogonales
Análisis de la Antena
Es posible realizar una comparativa entre las características de los distintos tipos de
geometrías presentadas. Tomemos para ello un dipolo de cada clase, con la
condición de que todos ellos tengan inicialmente el mismo tamaño. La geometría de
partida será un dipolo recto (iteración 0) de 7,5 cm de longitud, resonante a una
frecuencia de 1900 MHz. Los tamaños relativos se muestran en la figura.
Las buenas propiedades de la geometría fractal dependen en gran medida del tipo
de fractal elegido. En la figura siguiente se aprecian las diferencias en la
miniaturización de las antenas al incrementar el número de iteraciones. El
comportamiento de los dos dispositivos bidimensionales es muy parecido. Los
beneficios obtenidos con la antena tridimensional son visiblemente más
pronunciados.
Sin embargo, aunque la estructura tridimensional miniaturiza la antena está en
resonancia en mayor grado que los otros fractales, la resistencia de entrada se ve
también fuertemente disminuida. Se puede observar en la imagen cómo esta
resistencia se mueve cerca de los 30W en la quinta iteración de las antenas
bidimensionales en resonancia, mientras que para una antena tridimensional cae
hasta los 20W debido a la gran cantidad de ramas conductoras. En este sentido, al
elegir un tipo u otro de fractal para cada aplicación deberemos llegar a una solución
de compromiso entre mayor miniaturización frente a menor resistencia de entrada.
Hasta ahora, solo nos hemos preocupado de las posibilidades que ofrece la
geometría fractal a la hora de miniaturizar las antenas. Sin embargo, existe otra
característica en los fractales que produce efectos muy beneficiosos: la
autosemejanza.
Las antenas son esencialmente
dispositivos de banda estrecha. Este
comportamiento es altamente
dependiente del tamaño de la antena y
de la longitud de onda en la que opere.
Esto significa que, para un tamaño fijo,
los parámetros principales de una antena
(ganancia, impedancia de entrada, forma
del campo radiado y distribución de
lóbulos secundarios) sufren grandes
variaciones al modificar la frecuencia de
trabajo. Por ejemplo, en esta figura se
muestra la evolución en los patrones de
radiación de una antena clásica -un
dipolo lineal-. Cada vez que se dobla la
frecuencia aparecen más lóbulos afilados,
deformando la emisión ideal de potencia
en el espacio.
Existen dos razones por las que el diseño fractal de antenas aparece tan atractivo.
Primero: se espera que una antena autosemejante opere de forma similar en varias
longitudes de onda, es decir, la antena debería mantener sus parámetros de
radiación similares en diversas bandas. Segundo: debido a las buenas propiedades
que poseen algunos fractales para rellenar el espacio, es previsible, como ya hemos
visto en los capítulos anteriores, disponer de antenas (multibanda) más pequeñas.
La Antena de Sierpinski
Para estudiar este dispositivo tomaremos un ejemplo
concreto, desarrollado por un equipo de investigación
de la Universidad Politécnica de Cataluña. Se trata de
la quinta iteración de un triángulo de Sierpinski, de 8.9
cm de altura, impreso sobre una placa de material
dieléctrico. Esta configuración del monopolo fue
elegida por lo simple que resultaba. La antena fue
montada ortogonal a un cuadrado de 80x80 cm y
alimentada a través de un cable coaxial. Atendiendo a
la geometría tan particular de esta antena, uno espera
observar la corriente fluyendo desde el vértice de
alimentación hacia las puntas, donde se radia la
potencia, dando lugar a una longitud de onda concreta.
Lo curioso del asunto es que estas puntas no se
encuentran únicamente
en los vértices del
triángulo inicial. Como la
antena contiene cinco
iteraciones (cinco escalas diferentes) con un factor de
escala de 2 entre ellas, parece razonable esperar que
la antena trabaje de la misma forma en cinco
longitudes de onda (cinco bandas) diferentes,
espaciadas entre ellas en un factor de dos.
Los parámetros de entrada (pérdidas de retorno, resistencia y reactancia) frente a
la frecuencia se muestran en la figura 4.1. El eje de frecuencias se representa en
escala logarítmica para enfatizar el comportamiento log-periódico de la antena. La
figura representa claramente 5 bandas equiespaciadas en esta escala logarítmica.
Este espaciado conserva, como se esperaba, el factor de dos, es decir, se mantiene
el mismo factor de escala con el que se define el fractal. Las diferencias en la
posición de la primera banda son debidas al efecto de truncado (al carecer la
estructura de un mayor número de iteraciones, se pierde la simetría con respecto a
las otras bandas).
Waclaw Sierpinski (1882-1969)
El matemático polaco Waclaw Sierpinski introdujo este fractal en 1919. Partamos
(iteración n=0) de la superficie de un triángulo equilátero de lado unidad.
Seguidamente (iteración n=1) tomemos los puntos medios de cada lado y
construyamos a partir de ellos un triángulo equilátero invertido de lado 1/2. Lo
recortamos. Ahora (iteración n=2) repetimos el proceso con cada uno de los tres
triángulos de lado 1/2 que nos quedan. Así que recortamos, esta vez, tres
triángulos invertidos de lado 1/4. En la figura animada observamos hasta cinco
iteraciones sucesivas. Si repetimos infinitamente el proceso obtendremos una
figura fractal denominada triángulo de Sierpinski.
Sierpinski diseñó este monstruo para demostrar, entre otras cosas, que era
posible construir una curva que se "cruzaba" consigo misma en todos sus puntos
...
Curva de Hilbert
David Hilbert (1862-1943)
La curva tiene la curiosa propiedad de ser una curva continua que pasa por
todos los puntos del cuadrado unidad. Pero, si una curva es unidimensional,
¿cómo es posible que llene un espacio bidimensional? ¿Podemos decir entonces
que esta curva es también bidimensional?
Karl Menger (1902-1985)
He aquí la alfombra de Sierpinski (Sierpinski's Carpet)
Nn = 8n ,
Ln = (1/3)n .
Hasta ahora hemos visto fractales generados artificialmente. ¿Existen en la
naturaleza? Según palabras del pintor Paul Cezanne: "Todo en la Naturaleza
puede verse en términos de conos, cilindros y esferas". Se trata de una
sentencia programática en referencia a su estilo pictórico y nos viene al pelo
como descripción de una visión euclidiana de la Naturaleza. La réplica fractal la
pondría Mandelbrot al contestar: "Las nubes no son esferas, las montañas no
son conos, las costas no son círculos, las cortezas de los árboles no son suaves y
nada, excepto la luz, viaja en línea recta". Si el mensaje de Mandelbrot es que la
Naturaleza responde mejor a una descripción fractal, sería conveniente que
pudiésemos comprobarlo más allá de la simple intuición.
Obviamente no es estrictamente fractal. Su autosimilaridad es por una parte
estadística (no determinista) y además posee límites superiores (el broccoli
estaba dentro de la nevera) e inferiores (seguro que no es fractal mucho antes
de llegar al nivel atómico).
Veremos en este capítulo muchas estructuras naturales que muestran este tipo
de autosimilaridad estadística. Para convencernos de ello, necesitamos un
método que determine cuándo una estructura muestra fractalidad,
autosimilaridad, y cuando no. El método más popular es el contaje por cajas
(box-counting en inglés). Veamos como funciona:
Observa que los puntos se sitúan a lo largo de una línea recta de pendiente
positiva. Es decir ajustan a una función del tipo:
Ln N(r) = D * Ln (1/r) + C
Despejando N(r), tenemos:
N(r) = Cte* r-D
una ley potencial de exponente - D. El valor D = 1.593 coincide bastante bien
con el valor que habíamos encontrado anteriormente, de forma analítica, para la
dimensión fractal del triángulo de Sierpinski. Recordemos: podemos recubrir
exactamente el triángulo de Sierpinski con copias reducidas a 1/3 del original.
Cada uno de los tres triángulos idénticos debería tener lado R=1/2 ... Y en
general necesitaremos 3n triángulos de lado 1/2n:
(1/2n)-D = 3n
Despejando D obteníamos:
Veamos otro ejemplo. Aquí tienes una imagen de ríos en Noruega (el blanco es
nieve) tomada desde satélite
El método de Box-counting es sin duda el más extendido en la literatura
científica. Puede aplicarse con más o menos éxito a cualquier distribución de
puntos, curvas, superficies, volúmenes,... En la práctica, y resumiendo, se
utiliza una rejilla de celdas de lado r cubriendo el objeto a explorar. Se
contabilizan las celdas N ocupadas por la imagen y se repite la operación para
otro tamaño de celda de lado r. El ajuste a la ley de potencias:
N(r) = cte*r-D
A medida que nuestra regla se hace más y más pequeña, añadimos más
detalles, y nuestra longitud de costa crece y crece. Esto es debido a que el
perímetro de la costa muestra autosimilaridad estadística. Si miramos el el
detalle del borde de una piedra recogida de la costa, observaremos que sigue
presentado cierta similaridad con una imagen de satélite de cientos de
kilómetros. De modo que la pregunta "¿cuánto mide la costa?" no tiene un
sentido definido si no es en referencia a una escala de medida. Si aún así
queremos caracterizar una costa, podemos calcular su dimensión fractal. Para
estimar la dimensión fractal D determinamos la ley de potencias:
L(d) = cte. * d1-D
Intentemos "rectificar" el cuadrado de lado L=1 de la figura. Para ello, probamos
a recubrirlo con una línea. No hay duda de que es un recubrimiento inicial
bastante burdo, pero así podremos hacer el procedimiento sistemático. Nuestro
valor inicial de "longitud de un cuadrado" es L1 = 1. Dividamos el cuadrado en
cuatro cuadrados idénticos y tracemos 4 líneas que intenten recubrir cada uno
de estos cuatro cuadrados. Cada una de estas líneas medirá 1/2. La nueva
medida L2 será L2 = 4·(1/2) = 2. Una vez hemos definido el procedimiento,
iteremos: ahora tenemos 16 cuadrados y 16 líneas de longitud 1/4, en total L3 =
16·(1/4) = 4. En el paso cuatro tendremos L4 = 64·(1/8) = 8. Y así
sucesivamente.
Observemos la figura:
Nuestra primera aproximación será de nuevo un recubrimiento burdo: una sola
caja cúbica que contiene al cuadrado como sección transversal. Así, V1 = 1·1·1 =
1. De nuevo, dividamos el cuadrado en cuatro pedazos idénticos y sobre cada
uno repitamos el proceso anterior: recubrámoslos con cubos de arista
correspondiente. Ahora tenemos 4 cubos de volumen 1/2·1/2·1/2 = 1/8. La
nueva aproximación será V2 = 4·(1/2)3 = 1/2. Si volvemos a dividir cada
cuadrado en 4 trozos necesitaremos 16 cubos de tamaño (1/4)3 , cada uno para
recubrir totalmente al cuadrado inicial. Así V3 = 16·(1/4)3 = 1/4. Repetimos y
conseguimos: V4 = 64·(1/8)3 = 1/8. Si iteramos el proceso infinitamente, como
hicimos antes, conseguiremos el volumen del cuadrado:
Intuitivamente vemos que el resultado tiene sentido: nos hacen falta infinitas
líneas de longitud finita para recubrir un objeto plano, así que podemos decir
que su longitud, en cierto sentido, es infinita. Además, el espesor de un objeto
plano es nulo, de modo que su volumen también debería serlo. En realidad, este
resultado obtenido es general: para cualquier objeto geométrico, medidas que
usen dimensiones más bajas que su propia dimensión resultan infinitas y más
altas, cero. Pero, ¿qué podemos decir de medidas sobre objetos fractales?
¿Seguirá funcionando este resultado general?
Calculemos el área. Emplearemos cuadrados para recubrir al triángulo.
Nuestra primera aproximación emplea un cuadrado de lado 1 como muestra
la figura. De modo que tenemos S1=1. El siguiente paso afina un poco más el
cálculo utilizando tres cuadrados de lado 1/2. Eso nos da: S2 = 3 (1/2)2 =
0.75. Seguidamente utilizamos 9 cuadrados de lado 1/4, esto es, S3 =
9·(1/4)2 = 0,5625. Ahora 27 cuadrados de lado un 1/8 con área estimada de
S4 = 27·(1/8)2 = 0,421875... Al llevar el proceso al límite conseguimos el área
del triángulo de Sierpinski:
Para la línea:
Para un cuadrado:
Para un cubo:
P(a r) = k P(r)
P(r) = c rµ .
Demostrarlo es fácil:
P(a r) = c aµ rµ
P(a r) = k rµ
Existe una condición más general denominada forma completa (full
form), que incluye como caso particular la ley de potencias:
P(r) = c rµ f (Ln r / Ln b)
N(r) = r-D
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