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DE LA
JUDICATURA
Seminario
“ Valoración de la Prueba”
“Plenitud de Jurisdicción”
P
Seminario “Valoración de la Prueba ”
Plenitud de Jurisdicción 2
resentamos a ustedes el último Seminario Jurisdiccional Nacional del año
2000, planificado por la Escuela Nacional de la Judicatura, dentro de su
Programa de Formación Continua. El tema de esta actividad de capacitación
es “La Valoración de la Prueba”.
Para la especificación del tema y sobre todo para fijarnos objetivos precisos se hicieron
encuestas entre magistrados de diferentes jurisdicciones y diferentes instancias de manera que
nos permitieran saber cuáles son las dificultades que se les presentan con mayor frecuencia en
cuanto a la valoración, apreciación y jerarquización de los diferentes medios de prueba.
Los resultados obtenidos permitieron que el Comité de Planificación pudiera hacer una
planilla en la que se fijó como objetivo fundamental dotar al juez de las conocimientos y
herramientas necesarias para identificar y valorar las pruebas. Para lograr ese objetivo es
necesario estudiar los diferentes medios de prueba, su jerarquía en las diferentes materias, así
como la jurisprudencia en materia de prueba. Con estos conocimientos se desarrollarán en los
magistrados una actitud de confianza cuando seleccionen y valoren las pruebas en las que
sustentan sus decisiones, a la vez que se generará una actitud de seguridad de que las
decisiones tomadas no serán revocadas por errores en la valoración y apreciación de los
medios de prueba.
BIBLIOGRAFÍA ___________________________________________________________66
El papel activo del juez está limitado al hecho de que el juez, procurando afinar su
juicio de valores, y en pro de una mejor sustanciación del proceso, pueda ordenar las medidas
de instrucción que estime oportunas a los fines de esclarecer los hechos, solicitar cuando fuere
pertinente informaciones que estén en poder de oficinas públicas o de funcionarios públicos.
En esta dirección va dirigido el presente seminario dedicado a los jueces con plenitud
de jurisdicción, tratando en cada caso de analizar según la materia de que esté apoderado el
juez, cómo llegar a conformar su criterio administrando las pruebas que las partes hayan
aportado.
Seminario “Valoración de la Prueba ”
Plenitud de Jurisdicción 7
LA PRUEBA
DEFINICIÓN :
Según Herrera Billini “La prueba es el procedimiento empleado para convencer al juez
de la verdad de un hecho. De donde se extrae la idea de conocimiento de donde se desprende
que la prueba debe ser seria, precisa, y evidente para poder influir en la convicción del juez de
manera positiva.
La prueba consiste en poner presente la verdad de los hechos, con su modo preciso de
ser o de haber sido e infundir una convicción hasta el límite que en cada caso exija la ley, que
según nuestro ordenamiento procesal debe ser pleno, perfecto y certero.
Entre estas limitaciones encontramos los procesos verbales, las actas de comprobación
de las infracciones, que son redactadas por los oficiales de la policía judicial encargados de
hacerlo, y que constituyen una prueba legal absoluta (las que hacen fe hasta inscripción en
falsedad), o relativa (las que hacen fe hasta prueba en contrario); de conformidad a las
disposiciones del artículo 154 del Código de Procedimiento Criminal.
Nuestro más alto tribunal de justicia ha establecido que el juez no puede basar su
íntima convicción en las afirmaciones puras y simples de culpabilidad presentadas por el
querellante, pero no ocurre lo mismo cuando la parte agraviada no se constituye en parte civil
y depone como testigo de la causa, bajo la fe del juramento.
La Libertad De Prueba
En materia penal reina el principio de la libertad de pruebas, según el cual los hechos y
circunstancias de la causa serán probados por cualquier medio de prueba señalado por la ley,
estando sometidos a la valoración constante del juez, fundamentado en su íntima convicción.
Este principio sufre importantes atenuaciones ante el juzgado de paz, por las múltiples
ocasiones en que se organiza, en legislaciones especiales, un sistema especial de prueba que
reconoce preponderancia a ciertos medios de prueba, y los cuales iremos señalando más
adelante.
La Legalidad De La Prueba
La Presunción De Inocencia
El Hecho.
El juez debe constatar la existencia material de los hechos que le han sido sometidos a
través de los medios de pruebas consagrados por la ley y regularmente aportados al tribunal.
Una vez comprobados los hechos materiales que originaron el proceso, el juez determinará si
ellos están tipificados como una infracción y procederá a calificarlos jurídicamente.
La Imputabilidad.
La culpabilidad.
El daño y el perjuicio.
La parte que alega haber sufrido un perjuicio por la comisión de una infracción, debe
probar en que consiste ese perjuicio, su calidad para reclamar su reparación, la magnitud del
perjuicio sufrido.
Para que una infracción comprometa la responsabilidad civil de su autor, esta debe ser
la causa inmediata y eficiente del daño. La prueba del vínculo causal pesa en principio sobre el
agraviado, salvo los casos del artículo 1384 del Código Civil que establece una presunción de
falta que conlleva una presunción tácita de causalidad.
El propietario se presume guardián de la cosa inanimada; razón por la cual puede ser
demandado en responsabilidad civil, salvo que no pruebe que el vehículo había sido perdido o
robado, que había sido alquilado, o había sido objeto de cualquier otro tipo de contrato.
La existencia de la Ley que tipifica los hechos como delito no tiene que ser probada, en
vista de que la ley se presume conocida por todos. El juez tomará en cuenta el principio de la
legalidad de las penas y los delitos.
El Testimonio
Desde el punto de vista jurídico, el testimonio es un acto procesal, por el cual una
persona informa a un juez sobre lo que sabe de ciertos hechos. Está siempre dirigido al juez y
forma parte del proceso de delegación procesal previa sin que presente inconveniente, el hecho
que provenga de personas que son parte en el juicio donde deben producirse sus efectos
probatorios, ya que como afirma CORNELUTTI, “También los terceros pueden ser sujetos de
relaciones jurídicas procesales”.
La Confesión
La doctrina suele distinguir las declaraciones procesales según el sujeto que las haga, y
los denomina confesiones cuando son de una de las partes del proceso.
También se la define como “la declaración por la cual una persona reconoce por
verdadero un hecho susceptible de producir contra ella consecuencias jurídicas.
El Peritaje
Un perito es una persona autorizada legalmente para dar su opinión acerca de una
materia, los peritos no se limitan a narrar, sino que afirman o conceptúan.
Estas son llamadas también presunciones de hechos simples, constituyen los verdaderos
medios de prueba y son los que resultan de los hechos mismos.
A diferencia de lo que resulta con las presunciones legales, cuyo valor y fuerza
probatoria está determinada por la ley, el de éstas es dejado a simple apreciación del juez, lo
que las identifica con el sistema Jurídico Penal Dominicano, en virtud del cual el Juez falla
según su intima convicción.
La prueba por indicios resulta de los accidentes del lugar modo y tiempo que rodean al
hecho, se trata de deducir de ellos los hechos que se discuten, establecer la incógnita del
problema y la culpabilidad del inculpado.
Las Presunciones
Son las consecuencias que la ley o el Magistrado deduce de un hecho conocido a otro
desconocido. (Artículo 1349 C. Civil).
Estas presunciones legales especiales del Derecho Penal son inatacables cuando
afirman la existencia o califiquen la naturaleza de un hecho ilícito, en vista de haberse
comprobado otro hecho ilícito importante. Así la presunción de culpabilidad de parte de la
persona que ha suministrado habitualmente y en conocimiento de causa alojamiento de reunión
de malhechores, referido en el artículo 61 del Código Penal, no puede ser combatida.
Ahora bien, estas presunciones deben ser vistas desde la óptica de la Constitución de la
República, la cual en su artículo 8 establece como una de las garantías fundamentales del
Estado, por ser un derecho inalienable del hombre, la presunción de inocencia, la cual debe
permear todo el proceso.
a) El de pruebas libres, que deja al juez en libertad para admitir u ordenar los que
considere aptos, para la formación de su conocimientos; y
b) El de pruebas legales que señala legislativamente cuales son. Puede existir también
un sistema mixto, en el cual se enumeran los medios que el juez no puede desconocer, pero se
le otorga la facultad de admitir u ordenar otros que estime útiles. El sistema de libre
1) La prueba testimonial.
2) La confesión.
3) El peritaje.
4) La prueba por escrito.
5) El descenso a los lugares o la inspección de ellos
Los indirectos o por vía de razonamiento se subdividen en: Los presunciones legales y
los indicios o pruebas circunstanciales.
El juez pudiera adquirir los conocimientos personales de los hechos del proceso fuera
del ejercicio de sus funciones o en el ejercicio de las mismas.
Su Utilidad
b) El perito es comisionado, sea para emitir una opinión personal y motivada o para
realizar una operación material a la cual no puede proceder el juez.
La Prueba Testimonial
Esta prueba que ya hemos definido en parte anterior de este material, es la prueba
ordinaria en materia penal en donde se trata casi siempre de hechos materiales que no se
pueden establecer si no es por testigo. La prueba testimonial es frágil y peligrosa, porque
reposa sobre las percepciones fugases de los sentidos, sobre la memoria del testigo y sobre una
presunción discutible de sinceridad.
Es importante conocer el valor de los testimonios desde diversos puntos de vista (la
capacidad, facultades mentales, físicas, grado de imaginación), sin embargo, la solución del
problema sólo agota la crítica del testimonio no es suficiente saber que el testigo es normal,
capaz, sincero, presencial o visual.
Revestido de todas estas cualidades se corre el riesgo e que el mismo haya podido
cometer errores importantes de los que se ubican dentro de las llamadas: ilusiones normales.
El valor del testimonio auditivo varía de acuerdo al tipo de sonido de que se trate, es
decir, ruidos o palabras. La percepción de los sonidos, por ejemplo, es mucho menos clara y
más subjetiva, un sonido o un ruido puede englobar una imagen de intensidad y de direcciones
y de naturaleza que hay que guardarse bien de considerar como el producto bruto de la
imaginación.
Clasificación de testigos
Desde el punto de vista de su grado de conocimiento, se clasifican:
Hay testigos que se oyen bajo la fe del juramento y otros que se oyen sin el juramento,
siendo los primeros los idóneos por excelencia y los segundos los llamados simples
informantes. Es importante acotar aquí que para la validez del testimonio el testigo deberá ser
siempre juramentado. Un testigo no juramentado produce un testimonio nulo, que no puede ser
retenido ni analizado por los jueces como medio de prueba.
Los testigos pueden ser oídos en las distintas etapas o procesos penales, aunque ellos
no son oídos de la misma manera y en las mismas condiciones.
Sin producir el sistema de las pruebas legales, el código separa a los testigos en dos
grandes categorías desde el punto de vista del grado de confianza que se le acuerda: Los que
son oídos bajo la fe del juramento y los que deben o pueden serlo sin prestación de juramento
(simples informantes).
El Dr. Edgar Hernández en su libro “El Juzgado de Instrucción”, habla de una primera
categoría que denomina testigos presénciales, son las personas que han visto u oído la
actividad criminal en cualquiera de sus fases, este tipo de declarante es de extremado interés
para el esclarecimiento de la verdad.
En la segunda categoría están los testigos referenciales: que son los que pueden
informar algo de utilidad e interés para el esclarecimiento del crimen que se investiga, pero que
no vio ni escuchó directamente el crimen.
Las personas que declaran como testigos en el juzgado de instrucción conservan esta
categoría a todo lo largo del proceso en la jurisdicción de juicio. Sin embargo, quienes no son
interrogados en instrucción sólo podrán declarar en juicio público como simples informantes, a
menos que se incorporen a la lista de testigos y se notifique al acusado y al fiscal, observando
el plazo de ley, todo ésto en virtud de los artículos 241,242,256 del Código de Procedimiento
Criminal.
En la fase definitiva del proceso y en la audición de testigos el artículo 250 del Código
de Procedimiento Criminal establece que no se podrá interrumpir al testigo en su exposición.
El artículo 252 del mismo Código regula lo concerniente al orden en que deben ser oídos los
testigos.
La confesión
EL juez como piedra angular en la administración de justicia debe estar exento de todo
prejuicio, delimitar su intima convicción y sujetarse al empleo técnico y científico de la prueba,
esto para que pueda juzgar con equidad de presunto infractor, de manera que la prueba sea el
mecanismo que complemente de forma real la parte legal, o más bien la culpabilidad o
inocencia del reo, no la voluntad de una parte en el tribunal.
En cuanto al parentesco estableció en el mismo año “El lazo de parentesco que pudiera
existir se puede establecer, por el resultado de debate oral”.
a) Los documentos;
1
Hay sin embargo toda una corriente doctrinaria que se pronuncia en el sentido inverso, argumentando que si
bien es verdad que las partes son dueñas del proceso antes de que éste principie, puesto que sólo a ellas asiste la
potestad de iniciarlo, no es menos cierto que desde que se le ha dado curso, éste se convierte en cuestión Estatal y
deviene entonces en un instrumento puesto al exclusivo servicio de la justicia.
a) El testimonio;
b) Las presunciones, tanto las del hombre como las legales;
c) El Juramento Supletorio;
La regla en cuestión aplica únicamente para la prueba de la existencia del acto, no para
establecer su validez, y sus restricciones sólo se imponen a los que hubieran sido partes en el
mismo, ya que los terceros podrán probar por todos los medios, aquellos actos a los que fueran
extraños.
En resumen, pues, la prueba del acto jurídico no es libre. El Art.1341 del Cód. Civil
exige la presentación de una prueba literal o pre-constituida, es decir, un documento firmado
por aquel a quien se opone. Sin embargo, pese a su poca importancia práctica, la confesión y el
juramento decisorio, en tanto que son junto al documento los mecanismos de prueba
considerados perfectos, podrían eventualmente reemplazar a la prueba escrita, principio éste
que conoce de ciertas excepciones:
d) Las transacciones propias del comercio por la informalidad y rapidez con que
tradicionalmente son efectuadas, se las puede probar por cualquier medio.
Cabe finalmente apuntar, que el Art.1341 se torna aún más estricto si se tratare de
probar “contra el contenido de los documentos o más allá de los mismos”, descartando
irremisiblemente la prueba por testigos. Se requiere, pues, de un documento.
Existe entre nosotros, al igual que en Francia, absoluta libertad de pruebas, si el objeto
de esa prueba lo constituye un hecho, entiéndase un acontecimiento generalmente súbito del
que no ha sido posible procurarse una prueba por escrito.
Constituyen hechos jurídicos, por ejemplo, los vicios del consentimiento, la posesión de
estado, el fraude a la Ley, etc. y como tales pueden ser establecidos por cualquier modo.
Los documentos que están llamados a servir como instrumentos de prueba, pertenecen a
cualquiera de las siguientes categorías: Auténticos o Públicos y Bajo Firma Privada.
El acto público hace plena fe de su contenido y su fecha entre quienes lo han suscrito y
sus herederos “hasta inscripción en falsedad”, como erradamente lo expresa el Art.1319 del
Código Civil, ya que mejor debiera decir, hasta probada la falsedad. Sin embargo, justo es
reconocer que se puede obtener la suspensión provisional de la fuerza ejecutoria del acto
auténtico hasta tanto se resuelva el aspecto incidental de la inscripción en falsedad. Por
prudencia, es conveniente que los jueces sobresean la continuación de la causa si en el decurso
de la misma se ha planteado la falsedad como incidente. Ahora bien, la “obligación prudencial”
de sobreseer es inoperante si en opinión de los jueces, el documento argüido de falsedad no
habría de tener incidencia en la solución del affaire (Art.250 del Cód. de Proc. Civil), ni
tampoco cuando se tratare de una falsedad que tuviera por objeto privar a un hijo de su estado
de hijo legítimo (Art.327 del Cód. Civil).
En el acto público hay que distinguir los hechos que el oficial público comprueba por sí
mismo, de los que relata según las declaraciones de las partes. Los primeros, realizados en su
presencia, hacen fe hasta la prueba de la falsedad; los segundos, en cambio, la hacen hasta
simple prueba en contrario.
Para que la fuerza probante de un acto les sea oponible a los terceros en cuanto a la
fecha, ha de estar transcrito, según la Ley de Transcripciones de 1890, si se trata de
transferencia de derechos inmobiliarios, o registrados, en materia mobiliaria, de acuerdo con el
Art.1328 del Cód. Civil, en la Conservaduría de Hipotecas y Dirección del Registro Civil
correspondiente.
Los contra-escritos no pueden surtir efecto sino entre las partes contratantes. No tienen
validez contra los terceros.
Todos los escritos que no tienen el carácter de auténticos, son actos bajo firma privada.
Por tanto, comprenden los que no son verdaderamente actos, ni están firmados. No es necesario
que en ellos figuren testigos, pero es recomendable, ya que en caso de verificación de escritura
su declaración podría ser útil.
El acto bajo firma privada puede ser escrito por otra persona que la parte, excepto
cuando se trata de un testamento ológrafo, el cual conforme a su naturaleza intrínseca, debe ser
escrito, fechado y firmado por la propia mano de quien lo otorga, a pena de nulidad.
El acto bajo firma privada puede pergeñarse llenando los espacios en blanco de un
formulario. Y puede ser escrito con lápiz en vez de tinta, solo que con esta ofrece mayor
seguridad; en cualquier idioma, siempre que para hacerlo valer por ante nuestros tribunales, se
le haya traducido a nuestra lengua vernácula por intérprete judicial autorizado.
La firma en los actos de este tipo, es necesaria, pero puede ser estampada por otro, si se
prueba que dio mandato para ello la persona a quien se opone, especialmente en materia
comercial. Puede ser firmado en momentos y lugares distintos de los que se emplearon par
hacer el acuerdo; si unas partes firman y otras no, el acto es totalmente nulo, a menos que los
jueces aprecien soberanamente que es susceptible de ejecución parcial, por ejemplo, cuando
dos personas son copropietarias de un inmueble y en su venta una firma y la otra no, la
enajenación es oponible a la persona que hubiera firmado.
En las convenciones sinalagmáticas, esto es, aquellas en las que hay obligaciones
recíprocas, se deben hacer tantos originales como partes haya con intereses contrarios, y
mencionar esta circunstancia en cada original. Así lo manda en Art.1325 del Código Civil. El
acto bajo firma privada que no está redactado en tantos originales como partes con intereses
contrarios haya, es nulo; pero la convención que encierra puede ser probada por todos los
medios de prueba, ya que al acto se le considera como un comienzo de prueba por escrito, que
satisface lo prescrito en el Art.1347 del Cód. Civil.
Para que sea válido el acto bajo firma privada en que se recoge una convención
unilateral, un pagaré, por ejemplo, debe hacerse preceder la firma de un manuscrito de
aprobación con todas sus letras, de la suma por la cual se obliga, si la obligación es de pagar
una cantidad de dinero, o valuable en dinero. El “bueno y válido o aprobado por”, que son las
palabras utilizadas frecuentemente, puede ser reemplazado por otras equivalentes. El Art.1326
del Código Civil exceptúa de esta regla del bueno o aprobado al acto que procede de
comerciantes, artesanos, labradores, jornaleros o criados. Los comerciantes por la rapidez y
sencillez de las que requiere su oficio; y los otros, porque son considerados generalmente
iletrados, siendo esta enumeración estrictamente limitativa. En todo caso, el acto nulo por falta
del bueno o aprobado, puede servir de comienzo de prueba por escrito.
Según el Art.1327 del Cód. Civil, cuando la suma expresada en el cuerpo del acto es
diferente de la expresada en el bueno o aprobado, la obligación se presume que es de la suma
La entrega voluntaria del título original bajo firma privada, hecha por el acreedor al
deudor, vale prueba de la liberación. Y la entrega a uno de los deudores solidarios, tiene el
mismo afecto en beneficio de sus co-deudores.
Cuando una misma cosa es objeto de varias convenciones con diferentes personas y los
actos han adquirido fecha cierta el mismo día, tratándose de un mueble, se otorga preferencia a
quien primero hubiera entrado en posesión o al menos la hubiese pedido. Si el objeto vendido
es inmueble, la hora del registro resuelve el impasse, en favor de quien lo hiciera primero.
En principio, los actos bajo firma privada, de acuerdo con su propia denominación, no
tienen fuerza de prueba sino por la firma de la parte de quien emanan, no pudiéndose sustituir
esa firma por una cruz o por las impresiones digitales. Excepcionalmente, las escrituras no
firmadas pueden hacer fe contra quien las ha hecho. Es el caso de los libros de comercio, los
registros y papeles domésticos, las escrituras puestas a seguidas, al margen o al dorso de un
acto suscrito...
La Doctrina está dividida con respecto a la fuerza probante menor o mayor que deba
reconocerse a las copias fotostáticas. Algunos entienden, haciendo especial énfasis en la
privacidad de los intereses envueltos en el proceso civil y en el principio dispositivo que
comporta la materia, que los jueces están en el deber de admitirlas sin mayores dificultades si
la parte a la que se opone no la objeta. Otros entienden que no, que si se trata de un documento
bajo firma privada siempre debe hacerse valer el original, y en la hipótesis contraria, esto es a
propósito de los actos públicos, habrá que procurarse una copia certificada de los mismos,
porque lo que debe primar una vez apoderada la autoridad judicial, es el sagrado imperio de la
verdad y la justicia
Para los documentos públicos, dada la delicadeza que revisten y por lo sacramental de
sus formas, el legislador ha instituido a fin de atacarlos, sin es que a juicio del demandante en
falsedad su contenido no se corresponde con la verdad, un procedimiento largo y engorroso
denominado “INSCRIPCION EN FALSEDAD”. Generalmente se admite que a pesar de que
nada se opone a que un acto bajo firma privada pueda ser impugnado por esta vía, lo cierto es
que se trata de un procedimiento dirigido de manera especial a establecer la falsedad o
mendacidad de los actos auténticos.
La prueba testifical
La prueba testifical es aquella que dimana de las declaraciones hechas bajo juramento,
por terceras personas que han conocido o han percibido con sus propios sentidos el hecho
controvertido. De la pasada definición se desprenden dos situaciones importantes, la primera es
que se trata de terceras personas, no de las partes en causa, quienes ofrecen testimonio, bajo
juramento solemne de decir la verdad; y la segunda, que importa fundamentalmente que el o la
deponente hayan presenciado con sus propios sentidos y tengan conocimiento directo de las
incidencias sobre las que deponen, ya que no es de desear que alguien ofrezca un testimonio en
base a rumores, a conjeturas o a lo que le hayan dicho.
El juez siempre es libre para apreciar la sinceridad del testimonio, toda vez que se le
considera un mecanismo de prueba que no lo liga ni lo compromete por ser imperfecto, más
Admisibilidad y oportunidad
El juez no estará nunca obligado a ordenar la prueba por testigos, si ello le parece inútil
y puede disponerla de oficio con respecto a aquellos hechos que pudieran parecerles
concluyentes, salvo prohibición legal expresa.
La prueba testimonial no se recibe nunca para probar los actos solemnes, como las
donaciones y los testamentos. La regla que prohibe la prueba de un interés que exceda de
RD$30.00, no se aplica sino a las partes entre sí; no es oponible a los terceros, quienes, no
siendo partes en la convención, no han podido procurarse una prueba pre-constituida; un
acreedor inscrito, por ejemplo, podrá probar por testigos que una deuda de su deudor,
garantizada por una hipoteca anterior a la suya, ha sido extinguida por un pago.
A pesar de que la Ley No.834 de 1978 establece todo un procedimiento para la audición
de los testigos, su observancia rigurosa no se prescribe a pena de nulidad, sólo con la condición
de que no se vulnere el derecho de defensa de ninguna de las partes. En la práctica se estila,
que después de haber sido ordenada la medida por los jueces, la parte interesada deposite el
listado contentivo de los nombres, cédulas y generales de ley de aquellos a quienes pretende
hacer oír y hace notificar acto seguido, con un tiempo prudente antes de la audiencia, ese
listado a su contraparte. El informativo puede ser incluso celebrado en cámara de consejo.
Por último cabe acotar, que la regla de principio es la de que todo mundo puede ser
oído en calidad de testigo, sin distingo por razones de sexo, religión o nacionalidad. La regla
sufre excepción si el testigo estuviera afectado por alguna incapacidad, como por ejemplo los
menores de edad y los enajenados. En cuanto a las tachas, prácticamente han desaparecido,
subsistiendo tan solo la prohibición que existe para que depongan los hijos de los esposos con
motivo del conocimiento de la demanda de divorcio.
De conformidad con el artículo 1315 del Código Civil, “El que reclama la ejecución de
una obligación, debe probarla. Recíprocamente, el que pretende estar libre, debe justificar el
pago o el hecho que ha producido la extinción de su obligación”.
Para el derecho civil, la prueba puede ser por medios literales, por testimonio, por
presunciones, por confesión y por medio del juramento.
Por cuanto hechos dicho anteriormente, la verdad sólo se demostrará por uno de los
medios anteriormente indicados.
El código del procedimiento civil no contiene una teoría ni principios generales que
regulen la prueba. Al contrario, el nuevo código de procedimiento civil francés, consagra todo
el título VII a la administración judicial de la prueba.
Pudimos mejorar el peritaje y adoptar otros medio de prueba, pero hasta ahora no lo
hemos hecho.
Fuera de los asuntos a los cuales se refiere la ley 834 del año 1978, la prueba está sujeta
a reglas cuyo origen se remonta a la ordenanza civil francesa del 1667. Este sistema arcaico
contiene un formalismo sencillamente desesperante y muchas veces ineficaz.
Cuando se acude a los tribunales a fin de obtener decisión favorable, los litigantes
deben probar pretensiones. En materia civil la prueba es fundamentalmente documental, pero a
fin de mantener el equilibrio y no lesionar el derecho de defensa de cada uno, es conveniente
que recíprocamente los documentos en los cuales se apoyan las pretensiones de las partes,
sean previamente conocidos y examinados por ellas.
Las piezas o documentos son de capital importancia en todo proceso civil, porque son
los medios de prueba, tal vez, mas eficaces. Es por ello que el legislador quiere que el
adversario conozca los documentos en los cuales se apoya cada litigante, lo cual se logra por
medio de la comunicación de las piezas o documentos.
A veces los documentos no están entre las manos de uno de los litigantes sino entre las
de un tercero. Por ello, ha sido necesario organizar un procedimiento especial para que los
documentos entre las manos de terceros, también puedan llegar al conocimiento de quien así lo
desea.
Generalmente, los documentos son auténticos o bajo firma privada. Mas adelante
veremos el valor probatorio de cada uno de ellos.
Conviene saber el valor respectivo de los documentos así como los procedimientos a
seguir para desvirtuar el contenido de un acto, cuando ello es procedente.
Todo litigante debe darle a conocer los documentos en los cuales apoya sus
pretensiones, a su adversario, para de este modo no solo asegurar una adecuada defensa, sino
además la contradicción de la instancia y un respeto recíproco a derecho de defensa.
Antes de las reformas introducidas por la ley 834 del 1978, cuando una parte no
comunicada a la otra los documentos, ésta podía proponer la excepción de no comunicación de
documentos. Actualmente la no comunicación de documentos no tiene que solicitarse como
excepción del procedimiento. Conviene notar la diferencia e interés entre el antiguo régimen
de la excepción de no comunicación de documentos y el establecidos por la ley 834 del 1978.
Por otra parte, la excepción debe presentarse antes de todo defensa al fondo o fin
inadmisión.
Corresponde a la parte que hace uso de un documento, comunicarlo a toda otra parte en
la parte que hace uso de un documento, comunicarlo a toda otra parte en la instancia.1
Las parte que no devuelve los documentos comunicados puede ser constreñida,
eventualmente bajo astreinte.
Conforme a lo que establece el articulo 54 de la ley 834, el astreinte debe liquidarse por
el mismo juez que ha ordenado la comunicación de los documentos.
Conforme a lo que establece el articulo 54 de la ley 834, el astreinte debe liquidarse por
el mismo juez que ha ordenado la comunicación de los documentos.
Esto quiere decir que el juez ordenará si la comunidad debe hacerse de abogado a
abogado o por deposito en secretaria.
Cuanto hemos dicho precedentemente es en relación a los documentos que las partes
tienen en su poder y piensan hacer valer en apoyo de sus pretensiones respectivas. Todos los
documentos deben comunicarse espontáneamente o frente a orden del juez.
El articulo 55 de la ley 834 del 1978 se refiere a documentos en poder de una de las
partes como a actos en poder de terceros y conviene examinar por separado estas dos
situaciones.
Ya hemos dicho que le articulo 59 de la ley 834 de 1978 no dice documentos ni piezas,
sino elementos de prueba. Evidentemente, los documentos son elementos de prueba pero no
todo elemento de prueba es un documento.
La situación que ahora debemos examinar es aquella en la cual uno de los litigantes
tiene un documento cuya presentación le es perjudicial por que le puede dar ganancia al
adversario. Este litigante que posee el documento no lo presenta, no solo porque le puede
resultar perjudicial, sino además por otras razones, como por ejemplo por discreción familiar,
asuntos de negocios o confidencias personales.
Lo cierto es que se le puede solicitar al juez apoderado que ordene la comunicación del
documento.
El juez, debe fijar las condiciones de la producción y las garantías que estime necesaria.
Se trata ahora de un acto, autentico o bajo firma privada, en el cual no se ha sido parte,
o de un documento en poder de un tercero.
De conformidad con el articulo 55 de la ley 834 de 1978, el juez puede ordenara, previa
petición de parte, la entrega de una copia certificada o la producción del acto o del
documentos. Pero ¿ qué ocurre si la parte se niega a hacer la entrega? Esta dificultad no ha sido
resuelta por el legislador dominicano.
El juez puede ordenar la producción del documento fijando las condiciones y garantías,
y si es necesario a pena de astreinte.
Estos dos procedimientos han sido revisados en el país de origen de nuestra legislación,
pero nada se ha hecho en el nuestro por lo que hasta ahora permanecen igual a como los adoptó
el código de procedimiento civil hace cien años.
La verificación de escritura
El código de procedimiento civil regula este procedimiento en los artículos 193 al 213.
El acto bajo firma privada sólo hace prueba de su contenido cuando es reconocido por
la parte a que a quien se le opone.
El acto abajo firma privada, reconocido por aquél a quien se le opone o tenido
legalmente por reconocido, tiene entre los que lo han suscrito y entre sus herederos y
causahabientes, la misma fe que el acto auténtico.
1 Enc. Jur. Dalloz, t. II, F-Z, No.3 p.1077, Vo. Verificación de escritura.
Una vez más recordamos que los jueces del fondo, haciendo uso del poder discrecional
que le pertenece, pueden verificar por sí mismos, la sinceridad de una firma denegada, sin
recurrir al examen de la misma por peritos. No tiene que explicar porque consideran igual las
firmas de unos y otros documentos.
Cotejo de documentos
Si llega a faltar alguno de los peritos, las partes le pueden solicitar al juez comisario,
que designe a otro en su reemplazo. La inasistencia de una de las partes no es obstáculo a las
operaciones indicadas.
1
Art. 202 del Código de procedimiento Civil.
Una vez que los peritos hayan prestado juramento procederán conjuntamente a la
verificación en la Secretaría, en presencia del secretario del juez, si así lo hubiere éste
ordenado; y si no pudiesen concluir en el mismo día, volverán a reunirse en el día y hora
indicados por el juez o el secretario.1
La sentencia
Inscripción en falsedad
La falsedad cometida por medios materiales o intelectuales o por una falsa firma puede
constituir una infracción penal, dando origen al ejercicio de la acción pública.
La falsedad es principal cuando surge sin estar ligada a un proceso civil; por ejemplo
una persona sabe que se ha falsificado un documento sin que todavía haya llegado el tiempo de
hacer valer en justicia.
Cuando se trate de asuntos que se conocen en la Corte de Apelación ésta siempre tiene
capacidad para conocer de la inscripción, sin necesidad de distinguir entre asuntos civiles y
comerciales. La razón de esto es que por ante la Corte de Apelación es imprescindible el
ministerio de abogado, lo cual no se exige por ante los juzgados de Primera Instancia que
conocen los asuntos comerciales.
El régimen de las pruebas en material laboral está regulado por varios principios, a
saber:
• La libertad de las pruebas.
• El poder soberano de apreciación de los jueces en el conocimiento de los modos de
prueba.
• El papel activo del juez laboral en la búsqueda de los elementos probatorios.
El articulo 541 enumera los modos de prueba que pueden utilizarse para establecer la
existencia de un hecho o de un derecho contestado.
Uno de los elementos más tipificantes de este derecho y sobre todo en lo referente a la
administración de la prueba, es el papel activo que en esta materia tiene el juez laboral, al cual
se le permite, no tan solo suplir de oficio cualquier medida de instrucción que entienda
pertinente y útil para la conformación de su criterio, sino la posibilidad de darle a los hechos
jurídicos que se le han sometido para su conocimiento y fallo, su verdadera calificación legal,
independientemente de lo que las partes hayan podido darle.
Los documentos que las partes quieren hacer valer a favor de sus pretensiones, deben
ser depositados por la parte demandante con su escrito inicial y por la parte demandada con su
escrito de defensa, según lo prescrito en los Arts. 508 y 513 respectivamente. En caso
contrario la parte que no deposita documentos con su escrito inicial, sólo podrá producirlos
posteriormente con la autorización del juez, si se encuentra en uno de los casos previstos en el
Art. 544.
La parte infine del artículo 16 del C.T. dispone que: “ se exime de la carga de la prueba
al trabajador sobre los hechos que establecen los documentos del empleador, de acuerdo con
este código y sus reglamentos, tiene la obligación de comunicar, registrar y conservar, tales
como planillas, carteles y el libro de sueldos y jornales.
Por su parte el Dr. Lupo Hernández Rueda (sostiene que: “El párrafo del Art. 16 del
C.T. no puede interpretarse de tal manera que implique el desconocimiento del artículo 8,
Párrafo 2, letra J) de la constitución que consagre el respeto al derecho de defensa, que es un
derecho del hombre universalmente reconocido. La sanción al incumplimiento de las
obligaciones legales ante las autoridades de trabajo de que trate el mencionado art. 16 está
revista en los Arts. 720 y 721 del Código de Trabajo, además de la inversión del fardo de la
prueba que dicho texto consagra, pero no entraña la privación del derecho del empleador de
defenderse, estableciendo la prueba en contrario... cuando el empleador o el trabajador no
cumple con las disposiciones legales que le obligan a llevar determinados libros, libretas,
registros u otros papeles o documentos, la prueba en contrario de los hechos establece tales
documentos, puede hacerse por cualquier medio legal de prueba, sujeta a las condiciones de
admisibilidad y al poder soberano de apreciación del tribunal de trabajo apoderada,
consagrados en el art. 542 del Código de Trabajo”.
El Art. 548 dispone que: “La audición de testigos debe efectuarse en la audiencia de
producción de pruebas. Solo pueden ser oídos los que figuren en lista depositada dos días
antes de la audiencia, por lo menos, en la Secretaría del Tribunal, donde podrá cada parte
solicitar la copia correspondiente”.
En el mismo tenor el art. 553 enumera la lista de las personas que no pueden ser oídas
como testigos. Dicha lista es enunciativa, no limitativa, lo cual se desprende del último párrafo
del referido art. el cual se lee: “ en todo caso el juez presidente puede admitir la tacha de
cualquier testigo siempre que haya graves sospechas de que tiene interés en disponer a favor o
en contra de una de las partes”.
“La doble regla contenida en el art. 1341 del Código Civil, que condiciona la
admisibilidad de la prueba testimonial en material civil, no es aplicable en materia laboral” 1
Sin embargo, como una limitación al principio de la libertad de prueba, el Art. 549
prohibe el testimonio contra el contenido de un acta escrita, cuya validez haya sido reconocida
o declarada.
1
Casación del 11 de diciembre de 1951, B.J. 497, pag. 1668-1673
La prueba escrita
El juez de trabajo no está atado por la prueba escrita, ni puede darle preeminencia
sobre la prueba testimonial. Pero tampoco la prueba testimonial sobre la prueba escrita.
Los notarios públicos, afirma Vílchez González” no tiene facultad para comprobar
hechos contenciosos y mucho menos para establecer con su actuación la existencia de tales
hechos, en desconocimiento del tribunal y de improcedimiento legal para que las declaraciones
o testimonios de personas puedan ser emitidos como un medio de prueba en justicia”1
La parte que desee valer como modo de prueba un acta auténtica o privada, actas o
registros de las autoridades administrativas de trabajo o libros, libretas, registros o papeles de
los señalados en el ordinal 3ero. del artículo 541, está obligada a depositarlos en la secretaría
del tribunal de trabajo correspondiente, con un escrito inicial, según lo prescrito en los artículos
508 y 513.
1
Luis Vílchez González. Comprobación notarial, Listín Diario 8 de Agosto de 1988, Santo Domingo, 1988.
1ero. Cuando la parte que los solicite no haya podido producirse en la fecha del de
deposito del escrito inicial, a pesar de haber hechos esfuerzos razonables para ello y siempre
que en dicho escrito, o en la declaración depositada con éste, se haya reservado la facultad de
solicitar su admisión en el curso de los procedimientos, especificando el documentos de que se
trate;
2do. Cuando la parte que los solicite demuestre satisfactoriamente que en la fecha del
depósito de sus escrito inicial desconocía la existencia del fenómeno cuya producción posterior
pretende hacer, o cuando la fecha de éste fuera posterior a la del depósito de su escrito inicial.
Art. 545.-La solicitud indicada en el artículo 544 debe hacerse por escrito que
depositará la parte interesada junto con el documento cuya producción pretenda hacer,
indicando el hecho o el derecho que se proponga probar de él.
El Secretario del tribunal remitirá inmediatamente copia del escrito y del documento a
la parte contraria, para que en las cuarenta y ocho horas subsiguientes comunique por secretaria
su asentamiento o sus observaciones a lo solicitado.
La ordenanza que autorice la producción señalará a cada una de las partes un término
no menor de tres días ni mayor de cinco para que exponga en secretaría, verbalmente o por
escrito sus respectivos medios en relación con la nueva producción.
Las partes podrán hacerse certificar por el Departamento de Trabajo o por la autoridad
local que ejerza sus funciones copias del contenido de sus respectivos libros, registros, libretas
o papeles que hayan de producir en una contestación, cuando al uso al cual están destinados
éstos o alguna disposición legal o reglamentaria no permitan depositarlos en la secretaría.
Prueba testimonial
“Es una prueba de excepción en materia civil”1, aunque la principal en materia penal.
Se trata de una prueba relativamente simple, que a menudo es difícil de apreciar, siendo fuente
de numerosos errores judiciales.2
Para que un informativo sea ordenado, es necesario que los hechos a establecer “sean
pertinentes, concluyentes, admisibles, que la prueba no esté prohibida por la ley y que sea
posible por testigos” 3
La preferencia que dan los jueces al testimonio sobre los demás medios de la prueba
tiende a desaparecer con el CT de 1992, con la fuerza probatoria que éste otorga a los
1
Gorphe, Francois. La Apreciación Jurídica de las Pruebas. Editorial la Ley, S.A. 1967, pag. 51
2
Gorphe, Francois. Ab. Citada pag. 637
3
Glasson, Tisser et Morel, Tratado teórico de Organización Judicial, de Competencia y de Procedimiento Civil,
3era. Edición, t.II, pág. 761.
Gorphe, al tratar de los procesos lógicos de los medios de prueba, dice que a los
testimonios “hasta una época reciente, se tendía a acordarles una especie de fe debida al
juramento. Se confiaba en la persona del testigo, siempre que pareciese desinteresado y de
buena reputación: esto daba a ese medio de prueba un carácter muy subjetivo. 1
Sólo pueden ser oídos los que figuran en la lista depositada dos días antes de la
audiencia, por lo menos, en la secretaría del tribunal, donde podrá cada parte solicitar la copia
correspondiente.
No pueden admitirse testimonio contra el contenido de una acta escrita cuya validez
haya sido reconocida o declarada.
El acta cuyas firmas o contenidos no hayan sido objeto de contestación se tendrá como
reconocida.
Antes de comenzar la audición de los testigos, el juez pedirá a las partes que precisen lo
que se propongan probar con ella.
No pueden declarar como testigos los menores de quince años, salvo cuando se trate de
trabajadores.
1
Gorphe, Francois, Obra citada. Pag. 367
Los testigos declararán por separado y no podrán hacer uso de escrito, diagrama o
dibujo alguno.
Antes de declarar, cada testigo dirá, a invitación del juez, su nombre, profesión,
domicilio y residencia, si es pariente o afín de una de las partes, en qué grado, y luego prestará
juramento o hará solemne promesa de decir la verdad.
a) El pariente o afín de una de las partes , en línea directa sea cual fuere el grado, y en
la colateral hasta el cuarto grado inclusive;
b) El cónyuge de unas de las partes o la persona que lo haya sido; a cualquier título
que sea;
c) La persona que viva bajo el mismo techo de una de las partes, a cualquier título que
sea.
d) La persona que sostenga o haya sostenido una litis con una de las partes en el curso
de los dos años anteriores al caso apara el cual se requiere su declaración;
e) La que mantenga una actitud notoriamente hostil o de manifiesta enemistad
respecto de una de las partes o de su mandatario;
f) La que haya estado ligada a una de las partes por algún contrato de trabajo
terminado por voluntad unilateral, con justa causa o sin ella, en el curso de los seis
meses anteriores al caso apara el cual se requiere su declaración;
g) La que haya sido condenada en virtud de una sentencia irrevocable por crimen, o
por robo, estafa, abuso de confianza o falso testimonio.
En todo caso, el juez presidente puede admitir la tacha de cualquier testigo siempre que
haya grave sospecha de que interés en deponer en favor o en contra de una de las partes.
La parte interesada en hacer excluir la audición de un testigo por una de las causadas
enumeradas en el artículo 553, debe proponer la tacha correspondiente antes de que el testigo
preste juramento o haga promesa de decir la verdad.
El juez interrogará al testigo tachado acerca de los hechos en los cuales se funde la
causa invocada y decidirá seguidamente.
El juez señalará al testigo que haya sido objeto de tacha cuya tacha no haya sido
admitida, los hechos sobre los cuales habrá de versar su declaración de acuerdo con la
indicación que conste en la lista depositada por la parte interesada y le pedirá que los relate.
Una vez terminada la relación de los hechos, el juez, los vocales y en último término las
partes, podrán interrogar al testigo o pedirle explicaciones acerca de los hechos comprendidos
El juez podrá intervenir en el interrogativo que hagan los vocales o las partes, sea para
concretar o explicar al testigo las preguntas, ya apara limitarlas, cuando sea procedente, ya en
fin, para excluirlas, en el caso de que, a juicio suyo, insinúen la contestación que desee obtener
quien las haya hecho.
El juez podrá, también limitar hasta tres el número de testigos que presente cada una de
las partes para deponer sobre el mismo hecho, el caso en el cual deberá escoger, para su
audición, los que señale la parte que lo haya requerido.
Las presunciones simples son las inducciones que el juez hace por los indicios que le
son señalados por las partes. (Sent. Del 28 de Febrero de 1951, B.J. 487, págs. 199 – 205).
La prueba directa
Este es un medio de prueba eficaz, que comprende: a) La inspección de lugares, o lo
que los franceses llaman “descenso sobre los lugares”, de uso frecuente en proceso penal,
particularmente en los casos de accidente de tránsito, lo que permite al juez recoger indicio
susceptible de formar se convicción mediante la comprobación de los hechos; y b) el peritaje,
comprobaciones de orden técnico que el tribunal pone a cargo de entendidos en la materia.
Cuando los hechos expuestos por las partes en sus respectivos escritos en el curso de la
audiencia de conciliación resulte útil a la sustanciación de la causa la inspección directa de
alguna fábrica, taller o cualquier lugar de trabajo, de pendencia o accesorio del mismo o que
tenga relación inmediata con la ejecución de contratos de trabajo, el juez podrá ordenar, a
En el caso previsto en la primera parte del artículo 558, el juez podrá disponer que la
audiencia de producción y discusión de pruebas, en su primera etapa o en ambas, tenga lugar
en la misma fábrica, taller o lugar objeto de la inspección.
Art. 561.- La inspección directa podrá ser ordenada en el curso de cualquier audiencia,
comprendida la de conciliación o mediante ordenanza.
En el primer caso, la indicación de lugar, día y hora por el juez, al ordenarla, valdrá
citación a las partes presentes o debidamente representadas.
Se procederá del mismo modo cuando la inspección haya sido ordenada en audiencia,
respecto de la parte no compareciente o no representada.
En los casos de inspección de lugar ordenada en audiencia, el juez podrán disponer que
el traslado se efectúe inmediatamente, y aunque la audiencia continúe en el lugar objeto de la
inspección, siempre que las partes se encuentren presentes o debidamente representadas.
En el caso de que las partes hagan uso de la facultad de escoger los peritos en
sustitución de los designados por el juez, la más diligente lo comunicará al secretariado, en el
escrito redactado y firmado por ellas, o por la declaración en secretaría, de la cual se redactará
acta, que firmarán dichas partes, si saben y pueden hacerlo, con el secretario.
Este enviará copia del escrito o del acta de declaración tanto a los demás peritos
sustitutos, en el término indicado en la primera parte del presente artículo.
Las partes que no usen de la facultad de escoger peritos por sí mismas, pueden recusar
los designados por el juez, antes de la fecha fijada para el juramento.
Los peritos elegidos por ellas sólo pueden ser recusados cuando la causa de recusación
o el conocimiento de su existencia sean posteriores a la elección.
Pueden actuar como peritos loa mayores de dieciséis años, en el caso de tratarse de
trabajadores.
En cualquier otro caso los peritos deben tener no menos de dieciocho años.
En los casos señalados por los párrafos que anteceden, las partes conservarán, en cuento
al sustituto, la facultad que les acuerda el ordinal 2°. Del artículo 565.
Cuando su actuación deba realizarse en un municipio distinto del asiento del Tribunal
pueden prestar juramento ante el juez de paz del mismo; y si funcionare en él más de uno, ante
el que señale el juez de todo lo cual dará conocimiento oportuno a las partes para que se
encuentren presentes si lo desean.
El acta de juramentación de los peritos indicará la fecha, hora y lugar en que se dará
comienzo a las operaciones.
La partes están obligadas a dar a los peritos todas las informaciones que éstos les
soliciten, en relación con la materia objeto de su examen.
Pueden darles, además las que consideren útiles, aun cuando no les sean solicitadas.
Los peritos redactarán y firmarán un solo informa que en el cual harán constar la
opinión de la mayoría y los motivos en que se funde.
Cuando hubiere opiniones distintas, las indicarán con sus motivos, pero sin dar a
conocer los nombres de sus respectivos sustentadores.
Este término puede ser aumentado por el juez en casos justificados a solicitud de los
peritos.
La confesión y el juramento
La solicitud personal de comparecencia personal hecha por una de las partes vale
promesa de comparecer personalmente.
El juez podrá negarse a transmitir a una de las partes las preguntas sugeridas por la otra:
Será redactada en la misma audiencia y leída allí mismo a las partes, quienes
manifestarán su conformidad o reparos y firmarán, si saben y quieren hacerlo, con el juez, los
vocales y el secretario.
Ello así porque entre los principios consagrados en la ley 14-94 se tiene como
prioritario en la formulación de las políticas sociales destinar los recursos públicos a programas
de protección en interés de los niños, niñas y adolescentes con el propósito de que éstos no
resulten perjudicados en derechos fundamentales por negligencia, discriminación o violencia. 1
• La entrevista.
• La evaluación socio-familiar.
• Testimonio.
• Estudio de personalidad, etc.
De conformidad con el Art. 287 del mencionado código “el diálogo del juez o de la
jueza con el o la menor de edad, con fines informativos y de investigación acerca de sus
condiciones personales, socio – familiar y de los hechos que originaron la investigación, debe
realizarse una vez se haya levantado la encuesta socio – familiar y personal del o la menor de
edad.
A dicha entrevista podrán asistir el defensor (a) de niños, niñas y adolescentes, los
padres o personas de quienes dependa el o la menor, el o la apoderado (a) si la hubiere y el
funcionario que realizó la encuesta de recepción.
En la diligencia de entrevista, o dentro de los tres días siguientes el juez (a) de niños,
niñas y adolescentes resolverá la situación del o de la menor de edad dictando las medidas
provisionales que el caso requiera.
CONSIGNAS DE TRABAJO
Consignas en Materia Penal
Consigna N° 1
Testimonio
Los abogados del procesado solicit an al Juez que ord ene l a citación de l a
menor, para ser cuestionada directamente en el tribunal. El Ministerio Públi co
dictamina pidiendo que se rechace l a soli citud de l a defensa, en virtud d e que
ello vio l enta el artícul o 236 del Código Para la Protección de Niñas, Niños y
Adolescentes.
Los abogados de l a def ensa repli can y s ostienen que deb e ordenarse la
comparecencia directa de l a menor al plenario en virtud de q ue el artí culo 23 6
del Código Para la Pro tección de Niños, Niñas y Adolescentes resulta contrari o
a los acuerdos intern acio nales y por ende inconstitucional toda vez que: 1)
violenta la contradi ctoriedad del debate y no permite al procesado que rebat a
directam ente a la t estigo com o forma de destr uir esa prueba. 2) No permit e al
Juez evaluar, por si mismo, la prueba que le es present ada, como sería l a
sinceridad del testimonio (los tiempos muertos, la espontanei dad, etc.) y de
esta forma violent a el principi o de inmediatividad que debe primar en la vist a
de los casos.
“ Las declaraciones informativas que menores de diez y ocho años deban prestar en
relación a causas penales, tendrán lugar exclusivamente ante los Tribunales de Niños, Niñas y
Adolescentes. Para estos fines, el o la juez competente librará rogatoria insertando sus
interrogatorios, si lo juzgare pertinente. Los niños, niñas y adolescentes no podrán participar en
reconstrucción de crímenes o delitos, ni asistirán a ellos”.
Artículo 14:
• Todas las personas son iguales ante los tribunales y cortes de justicia. Toda
persona tendrá el derecho a ser oída públicamente y con debidas garantías por un
tribunal competente, independiente e imparcial, establecido por la Ley, en la
substracción de carácter penal formulada contra ella o para la determinación de sus
derechos u obligaciones de carácter Civil, la prensa y el público podrán ser excluidos
de la totalidad o parte de los juicios por consideraciones de moral, orden público o
seguridad nacional en una sociedad democrática, o cuando exija el interés de la vida
privada a de las partes o, en las medidas estrictamente necesarias en opinión del
tribunal, cuando por circunstancias especiales del asunto la publicidad pudiera perjudicar
a los intereses de la justicia; pero toda sentencia en materia penal o contenciosa será
pública, excepto en los casos en que el interés de menores de edad exija lo contrario, o
en las actuaciones referentes a pleitos matrimoniales o a la tutela de menores.
Artículo 8:
1. Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de
un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial,
4- El inculpado absuelto por una sentencia firme no podrá ser sometido a nuevo
juicio por los mismos hechos.
5- El proceso penal debe ser público, salvo en lo que sea necesario para
preservar los intereses.
Consigna N° 2
Al ser detenido se comprobó que éste fumaba tabaco en piña, examinadas sus uñas,
bajo éstas mostró restos de picadura de tabaco y grasa, similar a la encontrada en el lienzo de
lanilla, en sus ropas, algunas huellas de sangre, en la parte inferior del pantalón, un cabello
similar a los de la víctima, manchas de barro idénticas a la tierra del lugar del crimen, y un
cuchillo manchado con grasa de la que se usa en el taller donde labora, con algunos coagulos
de sangre.
Trabajo:
Consigna N° 1
Esto motiva que la Sra. Z introduzca una demanda en nulidad del acto No.___ de fecha
____ de 1983 instrumentado por el Notario Público de Villa Trina Dr. F. V. alegando como
causa de dicho acto, en el cual constan las estipulaciones y convenciones de divorcio de los
esposos en litis, bajo el predicamento de que dicho funcionario no estaba autorizado a ejercer
tales funciones como notario en Villa Trina. La demandante alega asimismo que ella no
consintió ni firmó dicho acto.
Pruebas aportadas:
1) Compulsa Notarial;
2) Testimonio del Notario actuante;
3) Declaraciones de las partes;
4) Actos de procedimentales;
5) Sentencia por la cual se pronunció el divorcio por mutuo acuerdo;
6) Pronunciamiento del divorcio por ante el oficial de Estado Civil de Villa Trina.
Esposa: declara y afirma que ella nunca firmó dicho documento ni ante el Notario ni
ante nadie. Que ella continua viviendo con su esposo a la fecha, y que desea divorciarse porque
el marido la golpeó rudamente hace poco tiempo.
Otras Pruebas:
Pregunta:
• Con estos elementos de prueba aportados al proceso, dele una solución a la
demanda de que ha sido apoderado.
La señora Brian estuvo casada con el señor Smith desde el año 1975 hasta el año 1996
cuando intenta una acción en divorcio por incompatibilidad de caracteres, el señor Smith platea
al tribunal que le sea concedida la guarda y cuidado de los hijos menors procreados por ellos
durante el matrimonio, Mariela de 14 años, Elizabeth de 10 y Estanislao de 6.
Ante el pedimento del señor Smith la señora Brian demanda reconvencionalmente
planteando que el niño Estanislao no es hijo del señor Smith sino que el padre biológico de
dicha criatura es el señor Bissset de quien ella ha sido amante desde el año 1985 hasta la fecha,
y a su vez llama en intervención forzosa al señor Bisset para que éste a su vez le sea oponible
la sentencia que pudiese intervenir.
Que conforme el experticio genético y las pruebas de sangre realizadas tanto a ella
como al menor , al señor Bisset y al señor Smith, estas arrojan que las posibilidades de que el
padre biológico del menor sea el señor Bisset en un 99.99%, descartándose así la posibilidad de
que el padre biológico del menor sea el señor Smith.
Ante el conflicto que se plantea entre una presunción legal “jure et de jure”, la
confesión de partes los experticios médicos realizados: Es admisible el pedimento de la
señora Brian a la luz del artículo 312 del Código Civil? Falle este incidente.
Si el fallo fue favorable a la señora Brian, y el mismo fuese ordenado, tome en cuenta
los resultados del experticio genético que figura en el caso y en consecuencia dele una
solución a esta demanda reconvencional.
Consigna N° 1
Carlos Matías, trabajador de Servicios Profesionales C.x A., dimite de sus labores en
fecha 26 de Septiembre de 1999, bajo el fundamento de que la empresa le redujo
injustificadamente su salario. El trabajador demanda por ante el Juzgado correspondiente el
pago de sus prestaciones por dimisión justificada, a pesar de que por desconocimiento no
comunicó su dimisión al Departamento de Trabajo.
Consigna N° 2
Consigna N° 1
1. El señor Felix Cumbé solicitó en Primera Instancia la guarda de dos hijos, Luisa
María y Antonio José que fueron procreados con la señora Federica Santana.
2. En Primera Instancia le otorgaron la guarda de dos menores de edad (de 4 y 2
años) al padre, porque tenía un hogar más estable económicamente.
4. Ella se defiende aduciendo que él era desde hacía nueve años el dueño del
Cabaret y cuando iniciaron sus relaciones la llevó allí. Incluso, los niños nacieron viviendo
en el Cabaret.
7. Se observa que los hijos desean estar con la madre. En las evaluaciones
realizadas por la psicóloga los niños expresaron su deseo estar con su madre.
• ¿Cree usted que las pruebas aportadas le harían variar la sentencia de 1ra. Instancia?
• ¿En caso contrario de otorgar la guarda a la madre en cuales textos se basaría?
• ¿Qué dice la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño y el Código para
la Protección de Niños, Niñas y Adolescentes?
• ¿Cómo valoraría usted las pruebas aportadas por las partes?.
Consigna N° 2
PREGUNTAS
• Castillo, L., Pellerano, J., Herrera, H; Derecho Procesal Penal, Tomo II, 1era.
Edición Santo Domingo, Editora Capeldon 1971,
• Enciclopedia Jur. Dalloz, t. II, F-Z. No.3. P.1077, Vo. Verificación de escritura.
• Hernández Rueda, Lupo, Desarrollo Procesal del Trabajo, 3ra. Edición, Editora
Dalis, Moca, R.D.
• Pérez Méndez, Artagnan, Procedimiento Civil Tomo II, 2da Edición, Santo
Domingo, Editora Taller 1988.