La lucha antinarcóticos ha sido un tema de gran relevancia en el último sexenio en México, debido a los

tratados y la ayuda que se han pactado con Estados Unidos. En el 2007 México pidió apoyo a Estados Unidos

en la lucha contra el narcotráfico, con el objetivo de mejorar la transparencia y rendición de cuentas por parte de

los organismos de seguridad nacional mexicanos, así como los tres niveles de gobierno (Ateísmo Brillante).

Todo esto, a través de una serie de recomendaciones formuladas tanto por el derecho mexicano como por el

derecho internacional, buscando siempre la soberanía mexicana y el progreso en la lucha contra las drogas. Una

de las decisiones más destacadas en relación a América del Norte fue la creación del Plan Mérida que refiere a

un intercambio de información y herramientas para continuar con esta lucha (Un Abecedario del Plan México).

Sin embrago, la iniciativa contiene defectos estratégicos fatales debido a su enfoque militar (Ateísmo Brillante).

Actualmente el Plan no ha sido del todo funcional debido a la falta de atención que ha sufrido

colateralmente. Sin embargo, el presidente Barack Obama señala que “Con la creciente violencia en nuestra

frontera sur y tantos sufriendo aquí la enfermedad de la adicción, nunca ha sido más importante tener una

estrategia de control de drogas guiada por principios sensatos de seguridad y salud pública” (Iniciativa Mérida

de un Vistazo). Es importante destacar que el 10 por ciento de la población norteamericana es consumidor

casual de algún tipo de narcótico, lo que equivale a más de 30 millones de personas.(El Sol de México). A pesar

de los intentos fallidos de la lucha en contra del narcotráfico, este no puede ser erradicado sin una regulación de

los consumidores. A partir de esto se ha generado una ola de violencia que ha afectado a Estados Unidos y a

México, por lo que ha afectado la seguridad nacional de Estados Unidos (The Wall Street Journal).

A partir del Plan Mérida se genero una propuesta presupuestaria para el periodo comprendido entre

2010 y 2012. Lo anterior señala un decremento en el presupuesto del 2011 a 2012 para no aportar recursos que

puedan ser utilizados para la compra de helicópteros y aviones. Actualmente la relación entre Estados Unidos y

México ha ingresado a una fase de deterioro y conflicto, debido a la creciente violencia en la frontera norte y el

país por la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado (El Sol de México). Algunos políticos mexicanos

están en desacuerdo con el Plan Mérida, tal es el caso del senador Francisco Labastida Ochoa quien

afirma:"Estoy convencido que lo mejor que podemos hacer como país es renunciar a la Iniciativa Mérida para

transformarla en un acuerdo de obligaciones y responsabilidades compartidas” (La Jornada). Al lograr un

México estable proporcionaría crecimiento y seguridad a Estados Unidos.