“VOLVEMOS A HACER EN LA CALLE LO QUE NO PODEMOS HACER EN NUESTROS

CENTROS”

Celebramos en 2011 el Año Internacional de la Química, proclamado por la

63 asamblea general de la ONU, bajo el lema: “Química: nuestra vida, nuestro
futuro”. Asimismo, se cumple el centenario del Premio Nobel de Química otorgado
a Marie Curie, por lo que no deja de ser una oportunidad de celebrar y resaltar las
contribuciones de las mujeres a la Ciencia

Desde los primeros tiempos con el uso y control del fuego, con la preparación
de la primera aleación de la historia, la Química ha estado presente en el desarrollo
y evolución de la Humanidad y basta con mirar a nuestro alrededor para observar
que está en todas partes: nuestro cuerpo, la ropa que llevamos, lo que comemos,
todo está hecho de materia formada por moléculas. En definitiva todo es:
“Química: nuestra vida, nuestro futuro”.

Sin embargo, la administración educativa sigue empeñada en mantener la

Ciencia alejada de la Educación Primaria y Secundaria. Han pasado cinco años
desde que la APCCC vio la luz y, aunque pueda parecer lo contrario contemplando
estas casetas, las enseñanzas científicas siguen acusando los mismos problemas
que denunciamos en 2006: No hay espacios ni material para desarrollar
actividades prácticas en Primaria. Los laboratorios permanecen cerrados en
Secundaria, por falta de tiempo y de profesorado para impartir desdobles, algo que
no sucede en otras Comunidades Autónomas. Por otra parte el alumnado andaluz
de 15 años obtiene las peores puntuaciones en las pruebas PISA, a nivel del
Estado; hay cada vez menos vocaciones científicas y nuestros alumnos/as
acceden a la Universidad con una formación científica deficiente. Finalmente, el
horario de las asignaturas científicas es insuficiente en la ESO e inferior al
resto de Europa, siendo opcionales en 4º, manteniendo una absurda separación
entre Ciencias y Letras que está generando un elevado analfabetismo científico.

Nuestro objetivo, como asociación, es mejorar la Cultura Científica de los

ciudadanos/as y para ello, reivindicamos una mayor presencia de la Ciencia en
nuestras escuelas e institutos. Para conseguirlo, hemos propuesto a la
Administración Educativa, en repetidas ocasiones las siguientes medidas, sin
obtener respuesta alguna:

 Dotar con recursos y espacios los centros de Primaria, para llevar a

cabo experiencias científicas.

 Reducir el número de alumnos/as en todas las áreas de la Enseñanza

Secundaria o bien, establecer desdobles de prácticas, como en
muchas Comunidades Autónomas.

 Aumentar a tres sesiones el horario semanal de las asignaturas de

Biología y Geología/ Física y Química de 3º de la ESO,
separándolas a efectos de su evaluación.

 Incluir las Ciencias como asignaturas obligatorias en 4º de la ESO,

con dos niveles de profundización, en función de las dificultades del
alumnado.

 Introducir como obligatorias en 1ª de Bachillerato de Ciencias e

Ingeniería, las asignaturas de Física y Química y Biología y
Geología, para conseguir una formación científica sólida de todo el
alumnado, con independencia de los estudios posteriores.

 Favorecer itinerarios en 2º de Bachillerato de Ciencias e Ingeniería

que permitan al alumnado acceder al primer curso de las Facultades y
Escuelas Universitarias con una formación básica en todas las
áreas científicas.
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