You are on page 1of 7

El estarcido, también llamado esténcil (del inglés stencil) es una técnica artística de decoración en que una plantilla con

un dibujo
recortado es usada para aplicar pintura, lanzándola a través de dicho recorte, obteniéndose un dibujo con esa forma.

Estarcidos callejeros en Barcelona (España).

Estarcido en idioma español, sobre el Muro de Berlín.

Stencil anticonsumista en Orense , España.

Manos estarcidas con una especie de aerógrafo de hueso, en la Cueva de las Manos, río Pinturas (provincia de Santa Cruz,
Argentina), aproximadamente del 7350 a. C.

Los normógrafos (reglas perforadas que permiten reproducir las letras del alfabeto normalizadas) se basan en la técnica del
estarcido.Una de las formas más usuales de hacerlo es recortando la imagen deseada sobre una hoja de papel duro; el dibujo
aparece como un espacio abierto con zonas sólidas alrededor. La plantilla así obtenida se sitúa sobre una nueva hoja de papel y se
aplica la pintura sobre toda la superficie. Las zonas de pintura que llegan a la hoja inferior quedan limitadas a la forma de los huecos
de la plantilla, creando así la imagen deseada.Si bien el proceso de estarcido se utilizaba ya en la antigua Roma, alcanzó el mayor
grado de popularidad en Estados Unidos durante los años sesenta, cuando muchos artistas utilizaban como medio de expresión los
colores puros y las imágenes de contornos marcados.

El estarcido más antiguo que se conoce se encuentra en la Cueva de las Manos (situada en el profundo cañadón del río Pinturas, al
oeste de la provincia de Santa Cruz (Argentina)) . El estarcido se ha venido usando desde la antigüedad para duplicar los diseños
decorativos en paredes, techos y tejidos. Era muy corriente en China y Japón para marcar los embalajes con sellos y caligrafía. Este
sistema se ha empleado también para colorear grabado a fibra, grabado al aguafuerte o grabados, utilizando diferentes plantillas
para los distintos colores. La serigrafía es un
sistema de impresión milenario. Si bien no hay datos exactos, se cree que se remonta a la antigua China, en la que según una
leyenda utilizaban cabellos de mujer entrelazados a los que les pegaban papeles, formando dibujos que luego se laqueaban para que
quedaran impermeables. Posteriormente se cambió el material por la seda, de ahí proviene su nombre: sericum (seda, en latín)
graphe (escribir, en griego).En la antigüedad se fabricaban unas calcomanías que se aplicaban en los artículos de uso diario, platos,
vasos, etc.[cita  requerida] En Europa se utilizó para imprimir telas, en lo que se llamó "impresión a la lionesa", por ser el lugar en donde se
aplicaba este sistema.Las primeras serigrafías sobre papel (carteles publicitarios) aparecen en Estados Unidos sobre 1916 con una
nota pendiente de concesión. La primera patente concedida es para Selectasine en 1918.Guy Maccoy fue el primero en utilizar la
técnica de la serigrafía con fines artísticos. Realizó sus dos primeras serigrafías en 1932; ambas eran alrededor de 9 x 11 pulgadas y
tiró aproximadamente 40 copias de cada diseño. En 1938 tuvo su primera exposición individual, la primera de serigrafías en una
galería.Es en Estados Unidos, y con el auge de la fotografía y los productos químicos, donde toma un impulso espectacular; por ser
un método muy versátil para poder imprimir en muchos materiales, hoy en día pueden distinguirse miles de artículos procesados
con serigrafía.

serigrafías de Beatriz gonzales


Los reveses de la realeza, 1974 La actualidad ilustrada, 1974
Beatriz González
Serigrafía sobre papel
65 x 70 cm
Colección Banco de la República
Beatriz González
Serigrafía sobre papel
65 x 70 cm
Colección Banco de la República

Beatriz González nos ofrece dos serigrafías, convertidas en estampillas, donde presenta a una distinguida pareja de
la corte inglesa en su visita a Colombia. Ambos trabajos retoman imágenes que circularon en la prensa local y
motivaron celebración y orgullo nacional.
Biografía: 

 Pintora, historiadora y crítica de arte santandereana (Bucaramanga, 1938). Beatriz González Aranda estudió Bellas
Artes con Juan Antonio Roda en la Universidad de los Andes e hizo un curso de grabado en la Academia Van Beeldende
Kunsten de Rotterdam. Como historiadora ha publicado: Ramón Torres Méndez, entre lo pintoresco y la picaresca
(1985), Roberto Páramo, pintor de la sabana (1986), José Gabriel Tatis, un pintor comprometido (1987), Fídolo Alfonso
González Camargo (1987) y "Las artes plásticas en el siglo XIX", en la Gran Enciclopedia de Colombia (1993). Beatriz
González tiene una amplia producción que se remonta a los primeros años sesenta. En 1964 se presentó por primera
vez en Bogotá con una exposición sobre La encajera del pintor holandés del siglo XVII Jan Vermeer. Inspirada en este
cuadro, Beatriz González realizó una serie de variaciones de indiscutible buen gusto. Su obra se caracterizó por los
colores vivos y planos y las composiciones armónicas. Posteriormente vinieron, en 1965, las variaciones sobre La niña-
montaje, en las que reafirmó su refinamiento cromático. Este mismo año realizó las dos versiones de Los suicidas del
Sisga (segundo premio especial en Pintura del XVII Salón de Artistas Nacionales, 1965), trabajadas a partir de una
fotografía de prensa, con las que se inicia su obra más característica, siempre relacionada con el país y lo colombiano y
plenamente consciente de que sólo desde lo provinciano se puede alcanzar lo universal: Yo creo que el arte es universal
y que eso de la pintura colombiana son tonterías. Creo que lo que más daño le ha hecho al arte colombiano fue tratar de
ser colombianista. Uno debe tratar de ser universal, lo demás viene por añadidura. A Los suicidas del Sisga [ver tomo 6,
p. 131] siguieron, según inventario de Marta Traba, los próceres de la historia extensa de Colombia, los retratos de
familias "decentes" que se publicaban en los periódicos, los episodios de las páginas sociales y la crónica roja, las
escenas ingenuas pintadas en los buses, las estampas populares y los cromos de venta en el pasaje Rivas y en la
populosa carrera décima de Bogotá, recorrida por el servicio doméstico atraído a la capital. En toda su obra, Beatriz
González alude no sólo a una manera de ser, a una idiosincrasia peculiar, sino también al gusto de la gente, que la
artista trata como socióloga, aunque sin dejar de incluir una dosis de ironía: Mi pintura no es la búsqueda de un fin por
intermedio de temas irónicos, sino una pintura con temperatura. No hago objetos cursis con la misma especie de
morbosidad que mueve a ciertas personas a coleccionar objetos del llamado mal gusto. No creo que la sociedad en que
trabajo sea cursi sino desmedida, en todas las proporciones y sentidos [...]. A mí lo que me interesa es el gusto. Me
interesa el porqué una persona coloca estas cosas y no otras en su casa. Si hubiera sino una artista conceptual, desde el
70 habría puesto una tarjeta diciendo: vayan y vean la casa de zutano. Y otra: vayan y vean la casa de fulano. Pero como
soy una artista a la antigua, necesito pintar y pinto.

Yo me pregunto porqué diablos me llamó la atención la foto de los suicidas en el periódico. Fue el gris de la cara, igual a
unos trabajos que estaba realizando, o fue la cosa popular de dos personas que entran en un pacto suicida y que unen
sus manos para una foto que envían a sus familiares? Pero no, porque el tema lo leí después. Era la foto, el sombrero
que él llevaba, en fin [...] En mí hay una predisposición a mirar el gusto de la gente. Paralelamente a estas obras
realizadas a partir de fotografías de prensa y cromos populares, Beatriz González ha trabajado numerosas versiones de
obras de grandes maestros. Desde La encajera de Vermeer hasta el Guernica de Pablo Picasso, titulado Mural para
fábrica socialista, la artista ha hecho variaciones de Leonardo da Vinci, Rafael, Sandro Botticelli, Jean-AugustDominique
Ingres, Jean-Francois Millet, Paul Cézanne, Paul Gauguin, Edgar Degas, Pierre-August Renoir, Georges Braque, etc.
Dos razones han llevado a Beatriz González a trabajar con obras famosas de la historia de la pintura: su inhabilidad para
componer y su admiración por las obras artísticas. La pintora confiesa tener una visión prejuiciada de la historia del arte.
A toda hora, en todas partes, asocia experiencias visuales con cuadros famosos. A partir de un objeto cualquiera, a partir
de la textura de una madera o de la forma de un mueble, surge la asociación estética. Así, por ejemplo, de unos toalleros
en forma de concha surgió la imagen de la obra de Botricelli El nacimiento de Venus; de una lámina de madeflex
estriado, un bodegón de Braque; de un peinador con espejo circular un tondo de Rafael.

Otras veces, el procedimiento es a la inversa: a partir de un cuadro surge la idea del objeto donde debería estar su
composición. Así surgieron los telones inspirados en Edouard Manet, Claude Monet y Paul Gauguin. Como la artista
trabaja sobre superficies de diversos materiales y texturas (láminas de metal, maderas varias, toallas, hules, cubrelechos,
etc.) debe inventar constantemente nuevas facturas. Con óleos, esmaltes o acrílicos, Beatriz González no sólo domina
cada una de las técnicas, sino que trabaja con una gama muy variada de colores. Desde sus óleos sobre lienzo de
comienzos de su carrera, hasta los telones pintados en acrílico y el Guernica (1981), realizado en esmalte sintético sobre
tablex, pasando por sus numerosos esmaltes sobre lata (muchos instalados en muebles como "marcos"), Beatriz
González se ha dado el lujo de dominar los medios y procedimientos y, sobre todo, de transvasar con talento las pinturas
en que se inspira. Porque si es cierto que Beatriz González copia la composición de las obras del pasado, no hay duda
de que siempre inventa una nueva relación cromática y muchas veces también un nuevo procedimiento. Desde
comienzos de los ochenta, su producción se ha centrado, siempre con el apoyo de las fotografías de prensa, en la
realidad colombiana. Desde sus numerosos trabajos relacionados con la figura del presidente Julio César Turbay (dibujos
al grafito, la serigrafía Decoración de interiores) hasta sus dramáticas versiones de la muerte del narcotraficante Gonzalo
Rodríguez Gacha (Retratos mudos), pasando por Las Ibáñez, las viñetas de la tragedia (Un uxoricidio) y la comedia
(Turbay condecorando a un personaje), los temas relacionados con los presidentes de la República (Plumario
colombiano, Los papagayos, Sr. Presidente qué honor estar con Ud. en este momento histórico, alusivo a los
acontecimientos relacionados con la toma del Palacio de Justicia en 1985), el ciclista Martín Emilio Rodríguez "Cochise",
el ciclista Lucho Herrera y su apoteosis con el presidente Virgilio Barco, el futbolista René Higuita, los soldados vestidos
en traje de campaña, los hombres asesinados etc., hay ahora un exclusivo y profundo interés por todo lo nacional, tanto
desde el punto de vista histórico como desde el de la actualidad. Pero el cambio no es solamente temático, también es
formal y de contenido. El manejo de los elementos formales (planos, colores, composiciones) es ahora más complejo y
descarnado y la intención de decir, a través de aquellos elementos, cuán caótica y dramática es la situación, es más
escueta y aladina. La artista no hace concesiones a nada, su tono se ha vuelto severo. Esto no significa que sus cuadros
hayan perdido la calidad artística que los ha caracterizado: muy lejos de cualquier noción de belleza, sus
representaciones siguen atrayendo por las convincentes relaciones de las formas y de éstas con sus contenidos. Como
acertadamente lo ha señalado Luis Caballero, el color de sus cuadros sigue siendo refinado, aun en las armonías más
absurdas, y la línea de sus dibujos sigue siendo acertada dentro de las torpezas más sofisticadas. Con ocasión del
Quinto Centenario del descubrimiento de América en 1992, Beatriz González realizó una serie de serigrafías con el tema
de un indígena en una barca. Aparte de sus pinturas y dibujos, González tiene una extensa producción de grabados [Ver
tomo 6, Arte, pp. 130 y 131].

GERMÁN RUBIANO CABALLERO www.banrepcultural.org

Uno de los aspectos esenciales (a considerar) en el desarrollo compositivo es la "Percepción" , el acto de darse cuenta,
de comprender los objetos externos (e internos), sus cualidades y relaciones, que sigue directamente a los procesos
sensoriales. La percepción es una compleja integración de mecanismos psíquicos que tiene como núcleo central a las
experiencias sensoriales, es el la relación con los "objetos" , relación que suministra los datos para su comprensión,
aprehensión, interpretación y "significado".
Theodor Adorno

Theodor Adorno, 1965, Heidelberg.

Theodor Ludwig Wiesengrund Adorno (11 de septiembre de 1903, Fráncfort, (Alemania) - 6 de agosto de
1969, Viège, Suiza), fue un filósofo alemán que también escribió sobre sociología, psicología y musicología. Se
le considera uno de los máximos representantes de la Escuela de Fráncfort y de la teoría crítica de inspiración
marxista.

Biografía

Adorno nació en una familia burguesa acomodada de Fráncfort del Meno (estado de Hesse). Su padre, Oscar
Alexander Wiesengrund, era comerciante de vinos y su madre, Maria Calvelli-Adorno, era soprano lírica. Su
madre y su hermana Agatha (una pianista de talento) se hicieron cargo de la formación musical de Adorno
durante su infancia.

Estudios

Asistió al Kaiser Wilhelm Gymnasium, donde destacó como excelente estudiante. Durante su juventud conoció
a Siegfried Kracauer, con quien mantuvo una estrecha amistad, a pesar de que éste era catorce años mayor.
Juntos leyeron la Crítica de la razón pura de Kant, experiencia que marcó a Adorno en su formación
intelectual.

Hacia 1920 compuso sus primeras obras musicales. Se trata de música de cámara vanguardista, atonal. Después
de graduarse con méritos en el Gymnasium, Adorno entró a la Universidad Johann Wolfgang Goethe de
Fráncfort del Meno, donde estudió filosofía, sociología, psicología y música. En 1924 obtuvo su título con una
disertación sobre Edmund Husserl. Entre tanto, escribió varios ensayos de crítica musical. Por un tiempo, el
joven Adorno consideró la posibilidad de dedicarse a la música como compositor y crítico. En 1925 viajó a
Viena, donde estudió composición con Alban Berg, y frecuentó a otros dos compositores clave de la Segunda
Escuela de Viena: Anton Webern y Arnold Schönberg. Las teorías de este último sobre la tonalidad libre fueron
fundamentales en la formulación de la idea de la Nueva Música, que Adorno desarrolló en muchos de sus
ensayos. En los ensayos sobre música, Adorno ligaba la forma musical con complejos conceptos filosóficos.
Son obras de difícil lectura, muy exigentes en términos intelectuales. Las implicaciones conceptuales de la
nueva música no eran compartidas por los protagonistas de la Escuela de Viena, razón por la cual Adorno
decidió regresar a Fráncfort y abandonar su carrera musical.

En Viena, Adorno también conoció a otros intelectuales cuyos intereses no estaban necesariamente ligados a los
círculos musicales. Asistió a las charlas de Karl Kraus, el famoso satirista vienés, y conoció a Georg Lukács,
cuya Teoría de la novela había impactado a Adorno en la universidad. De vuelta en Fráncfort, trabajó en su
tesis doctoral bajo la dirección de Hans Cornelius. Finalmente, en 1931 obtuvo su venia legendi (el diploma que
lo acreditaba como profesor) con su trabajo Kierkegaard: Konstruktion des Ästhetischen'.

Exilio

En 1933 se incorporó al Institut für Sozialforschung (Instituto para la Investigación Social), adscrito a la
Universidad de Fráncfort, de inspiración marxista, aunque pronto el régimen nacionalsocialista le retiró su
venia legendi y tuvo que abandonar el país, huyendo del nazismo. Tras unos años en Oxford, en 1938 se decide
a cruzar el Atlántico para instalarse en Nueva York, donde tenía su sede el Instituto de Investigación Social en
el exilio. En 1941 se traslada a California para continuar trabajando en colaboración con otro miembro del
Instituto, Max Horkheimer. Dialéctica de la ilustración. Fragmentos filosóficos (1944-1947), será uno de los
múltiples resultados de esta colaboración.
Regreso y restablecimiento de la Escuela de Fráncfort

Max Horkheimer (a la izquierda al frente), Theodor Adorno (a la derecha), y Jürgen Habermas (al fondo a la derecha,
rascándose la cabeza) en 1965 en Heidelberg.

A finales de 1949, finalizada la segunda guerra mundial, vuelve a Fráncfort con su colega Max Horkheimer. En
ese año asumió el cargo de director del Instituto para la Investigación Social, que reconstruyó con Horkheimer.
Revivieron la Escuela de Fráncfort de la Teoría crítica. Su filosofía continuó en la línea de un análisis del
racionalismo como instrumento a la vez de libertad y de dominio, y de una crítica de la sociedad capitalista
como restricción de las formas de pensamiento y acción. En este período trabajará en la obra que verá la luz en
1966. Dialéctica negativa.

Últimos Años

La última década de su vida, la de 1960, la dedica a la dirección del Instituto, a sus clases en la Universidad de
Fráncfort, a la publicación de sus obras y a una intensa relación con los artistas más vanguardistas del momento:
en literatura, Samuel Beckett; en música, John Cage, en cine, Antonioni (Adorno está presente, aunque no
físicamente, en La notte). Al morir, Adorno trabajaba en su Teoría estética. Había realizado ya dos versiones e
iba a realizar la última revisión del texto. Esta obra póstuma se publicará en 1970.

En estos años Adorno fue a la vez inspirador y crítico de los movimientos juveniles de protesta, que muchas
veces encontraron inspiración en su particular visión del marxismo y del rechazo a la razón como fin último.
Cuando tras los sucesos del Mayo de 1968 en Francia Adorno criticó el "accionismo" (el privilegio de la acción
de protesta por sobre la argumentación crítica), fue objeto de distintas protestas estudiantiles, incluyendo la
toma de su aula. Durante el verano de 1969 Adorno decidió tomarse unas vacaciones haciendo alpinismo en
Suiza, donde padeció ataques de arritmia y palpitaciones. Ignorando el consejo de sus médicos, partió a una
excursión de la que no se recuperó, y falleció a los pocos días, el 6 de agosto, debido a un infarto agudo de
miocardio.

Pensamiento
Dialéctica de la ilustración

Fue escrita juntamente con Max Horkheimer durante el exilio en Los Angeles (EE.UU.), en 1944, y se publicó
en 1947 en una pequeña editorial de Ámsterdam, Querido Verlag. Hasta 1968 no apareció una reedición
alemana que hiciera asequible una obra que había ganado fama y era objeto de discusión y debates. El objetivo
teórico de la obra queda reflejado en su prólogo: "Lo que nos habíamos propuesto era nada menos que
comprender por qué la humanidad, en lugar de entrar en un estado verdaderamente humano, se hunde en un
nuevo género de barbarie" (pág. 51). Para responder a la cuestión, en el primer capítulo de la obra (titulado
Concepto de ilustración) realizan un análisis del concepto de razón tal como se ha fraguado y convertido en
hegemónico en la civilización occidental, llegando a la conclusión de que en él participan por igual las ideas de
"liberación" y de "dominación".

Dialéctica Negativa

Dialéctica negativa (Negative Dialektik) fue publicada en 1966 por la editorial Suhrkamp de Fráncfort. En la
primera frase de la obra queda clara su relación filosófica con la historia de la filosofía: "La formulación
Dialéctica Negativa es un atentado contra la tradición" (Prólogo). Pretende proseguir el tipo de filosofía
inaugurado por Hegel en una situación diferente: el movimiento dialéctico del pensamiento no termina en una
síntesis superior de los opuestos, sino que deja las contradicciones con toda su crudeza como muestra de las
contradicciones reales existentes en la realidad.

Indisolubilidad del “Algo”

La filosofía de Adorno toma el camino del análisis de la razón. Para el filósofo alemán esta es una cuestión
importante que tiene que plantearse la filosofía en su reflexión. Si bien la ontología occidental es tendente a
concebir la totalidad, a pensarla, Adorno expone que todo pensar, incluido el ser, tiene que estar basado en
alguna cosa, en “algo”. Esto es importante ya que no podemos eliminar el pensamiento abstracto que se crea a
partir de algo y que es totalmente diferente a la realidad, esto es, producimos abstracción. De un objeto en el
pensamiento podemos suponer todo un corpus abstracto que parte desde el mismo objeto y lo hace infinito en el
pensamiento. En esta línea critica al Idealismo desde Fichte, por “creer que el proceso de la abstracción libera
de aquello de lo que abstrae, y es que, aunque lo elimine del pensamiento, lo destierra de su país natal, no lo
aniquila en sí mismo”. El pensamiento no puede de ninguna de las maneras separarse de lo pensado, y esto, en
muchos casos, entra en contradicción con el mundo, siendo la dialéctica la forma de comprender esa
contradicción. El punto de partida de la dialéctica reside precisamente en aquella crítica que hacemos de la
propia razón cuando nos sobrevienen las contradicciones.

Obras

Entre sus contribuciones más destacadas a la filosofía, puede señalarse la ya mencionada Dialéctica de la
Ilustración, en colaboración con Horkheimer, obra cuyo núcleo fundamental es la crítica al proyecto ilustrado
concebido como dominio de la naturaleza. De acuerdo con dicha tesis, los excesos de la razón dominadora han
acabado dado una prioridad absoluta a la razón instrumental, es decir, a una razón que se aplica a los medios (la
tecnología, el entramado industrial, la sociedad administrada -verwaltete Welt-, etc), pero que ha perdido
completamente de vista los fines esenciales que ha de perseguir el ser humano y a los cuales debería estar
subordinada la tan ensalzada razón. En esta obra introducen el concepto de "industria cultural" con el que
definen la progresiva valorización y mercantilización de la cultura. Cuando la razón instrumental se aplica a la
producción en serie de la cultura, ésta se banaliza y torna un instrumento que perpetúa la ideología del modelo
de producción dominante.

Otra de las obras fundamentales de Adorno es Dialéctica negativa, que puede considerarse el buque insignia de
todo su proyecto filosófico. Lo que él propone como dialéctica negativa es una forma de dialéctica que trata de
salirse del esquema hegeliano clásico, el esquema de diálogo entre opuestos que acaba en una síntesis
reconciliadora, para hacer hincapié en aquellos aspectos negativos, en los flecos sueltos de la historia, en lo que
no tiene nombre, en el desfavorecido... Con ello ya no estamos ante una dialéctica tradicional y hasta cierto
punto neutra, sino que se apunta claramente hacia un lado determinado de la balanza; sobre todo, pretende
desmarcarse de los planteamientos cerrados de la tesis y su antítesis, con lo cual, muy en la vía ya marcada por
su colega Walter Benjamin se apela a un cierto nivel de trascendencia, que se sitúa en el margen de la cadena
lógica de la dialéctica tradicionalmente considerada.

Obras en castellano

 Consignas (Amorrortu, 2003). ISBN: 978-950-518-316-6


 Notas sobre literatura (Ediciones Akal, 2003). ISBN: 978-84-460-1671-7
 Filosofía de la nueva música (Ediciones Akal, 2003). ISBN: 978-84-460-1676-2
 Beethoven. Filosofía de la música (Ediciones Akal, 2003). ISBN: 978-84-460-1537-6
 Minima moralia. Reflexiones desde la vida dañada (Ediciones Akal, 2004). ISBN: 978-84-460-1669-4
 Escritos sociológicos I (Ediciones Akal, 2005). ISBN: 978-84-460-1675-5
 Teoría estética (Ediciones Akal, 2005). ISBN: 978-84-460-1670-0
 Dialéctica negativa. La jerga de la autenticidad (Ediciones Akal, 2005). ISBN: 978-84-460-1673-1
 Kierkegaard. La construcción de lo estético (Ediciones Akal, 2006). ISBN: 978-84-460-1678-6
 Dialéctica de la Ilustración (Ediciones Akal, 2007). ISBN: 978-84-460-1677-9
 Composición para el cine. El fiel correpetidor (Ediciones Akal, 2007). ISBN: 978-84-460-1685-4
 Escritos musicales I-III (Ediciones Akal, 2006). ISBN: 978-84-460-1680-9
 Escritos musicales IV (Ediciones Akal, 2008). ISBN: 978-84-460-1684-7
 Sueños (Ediciones Akal, 2008). ISBN: 978-84-460-2518-4

Obras musicales

 Six estudies for String Quartet (1920)


 String Quartet 1921 (1921)
 Two pieces for String Quartet (1924/25)
http://es.scribd.com/doc/23387275/Kandinsky-Punto-y-linea-sobre-el-plano

You might also like