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EL MALTRATO INFANTIL

EN LA HISTORIA
JOSÉ A, OíAZ HUERTAS

Introducción infancia «no se ha escrito nunca y es dudoso


que puedil ser escrita alglll1 día» 15).
Los datos C)ue conocemos hilcen referencia,
Los 111illos triltos a la infilnciil son una cons- en milyor medida, a la discríminilción, milltrato
tante histórica, que en 111il)'or o 111enor mediela y no reconocimiento del niño como objeto de
se present·a en todos los tiempos; incluso dife- derecho. Seglln DcMause 1"1, <da historia de ]<1
rentes culturils los promueven, como es el Sil- infilnciil es unil pesadilla de la que hemos em-
crj(ido a los dioses, el infanticiclio de niñas pezado a despertar hilce poco; cuanto m,1s se
«por no ser rentilbles» (lndia ...), o de niños }lilra reLrocede en el Pilsado l11iis expuestos están los
regular el crecimiento cle un pueblo (israelilils niños il la muerte violenta, el ilhanclono, ¡os
en Egipto), por presentar problen1élS de sillucl, golpes, el terror, y los ilbusos s.exuales, y más
clcficienciils físicils, psíquicas o según sus crite- b'ljO es el nivel de [il puericultura».
rios consiclerilclos niiios débiles (Espartil ... ), el El concepto de binfilnciil como un periodo
milltrilto como forma de eel ucaciÓn, el derecho de [a vidil distinto CLlillit<1tÍvilmente es conse-
del padre·sobre los hijos y sobre lil hija en el in- cuencia de una evoluciÓn progresiva a lo lurgo
cesto, culturilS precolombinils (aztecils y silcri(i- de los siglos respecto a los valores acerca de lo,
cios ill dios Tl,i/oc ill que sacrifiG1ban niños, b que es )' debe ser el niño, sus carilcterísticils y
milyor parte Vilrones que, por lo gcnerill, com- necesidades.
pr,lbiln illos padres miis pobres) 11.2). El nii"'¡o, hastil hilce tres siglos, eril considera-'··;'
Lil violenciil hilciil los nií'íos se ha milnifes- do como un adulto en mi:liatura sin necesida-
tilclo de fOflnilS muy diferentes, siendo el l1lill- des específicils, por lo que nos referimos il lil il/-
tr,lLo físico, el infilnLicidio, sello unil de elbs, como un il/vcnlo moderno 1"'.
jilllcil/
puede que no la miis frecuenLc, junLo con el El ideill esLtlblecido proviene cle valores bur-
maltrato emocional, ncgligencia, ilbandono, gueses, modelo reliltivo y pilrtiCulilr, que no es
explotilción lilboral, ilbuso sexual, de. (11, reco- siempre aplicilble él otros momentos históricos,
nociéndose los derechos de los niños y dcsilrro- otras sociedades, etnias, clases sociales, etc., y
lIándose leyes de infanciil fundilmenL,llmcnLe t<1l11bién consiclcriln quc la evoluciÓn del niíio
c1urilnte esLe siglo 11). en lél sociecl'lcl supone unil pérdida de libcrl<ld
L,lS referencias hislúriG1S clc' la infanci,l, ec!u- y e[ c.nclsillalllicllLo de los nillOS en rígidos
GH'i('J1I,rol soci¡¡j, (orma de vid;l, y sus derecllUs moldes de cncuadr<1micllto social con un illtl'-
en la ;lnligiÚ.'dlld son C'SCilS;lS:Es!a CSC<lsez de rés l'1l1ogr'lr 1;¡ uniforJllid,ld e i/lLu]er,lllcia frelle
daLos h,l Ilevildo a afirmar que la historí,] de la le il la diversidtld /?).
2 NIr\JOS MALTRATADOS

La importancia de la bmilii1 en el proceso de y, especialmente, de las niñlls, quc se justifica-


socialización del niño y el pi1pel de 1,1Sllli1drcs ban por ri1Zones rcligiosils o cconÓnlicas.
cn la educélci6n y del peldrc corno jefe de fami- El infanticidio se rcflejll a trllvésde diferentes
lia, las c1ifcrenles tipologías familiilrcs, tradicio- hechos en J¡) l1iblii1: sacrificio de Tsaac (Cénesis
nes sociales y leyes, cntorno social o urbi1no, 22), Moisés es sillvlldo de la mucrte por le) hija
han condicionado el dcsilfrollo de 1" infllrlCia, del Far,IÓn que lo ilcoge y ,ldopla ((~xod()), 1ll,1-
11llsivllllu l1ilsl,¡ "1 seglllld¡¡ Illil,lll del siglo XIX l<1I1Zilde los IlÍ¡'\OS menores de dos años (ino-
cuando la familia adquiere 1,1S G1félcterÍsticas centes) ordenlldll por Herodes (Mateo, 26), Yi1-
segÚn nuestra concepciÓn i1ctu,,1 de los lazos veh reprueba el sacrificio de nii'\os a los dioses
f,lI11iliares y del papel de los niños en elli1l~¡. (lll dios Molek cn el valle de Ben-Hinnón en Je-
Adcm;)s hlln influido otros faclores en el de- rusCllén) (Levítico, 18), cÓnlO la denuncia de cs-
sarrollo de! concepto llctual dc in(ancii1 como cl ta situllciÓn, la defensa de los niños, supuso ,11
conocimiento científico de las condiciones bio- profctll Jeremí,ls ser Clzotilclo y encarcelado (Je-
lÓgicas de los nii10s o el estudio de lllS elevad,ls remÍi1s, 20).
t,lSélS de mortalidad inf,lntil hi1sti1 bien entri1do Existen preceptos bíblicos que protegen al
este siglo (".10). huérfllno, leyes como en Crecill (Salón, uno de
los Siete Sabios de Crecia, prohíbe la venta de
niños, 640 a.c.), pero imperan las iclei1s del De-
recho Romano y del Pnlcr Fnlllilinc en que ]¡¡ pa-
Evol ud ón histórica ternidad er,l unll elección en la que los lazos
de la infancia si1nguíneos eran menos importllntes que los
vínculos afeclivos, lo que dio lugi1r tllnto al
Podemos consiclerilr, a los efectos de siste- abllndono como il lil adopciÓn de niños que te-
méllizaciÓn sin asumir toclos sus postullldos, los nía por objetivo aseguri1r el culto il los ,lllces-
pcriodos en L]IIC DeMilllse I"J divide III historia tros y 111trilnsmisiÓn dcl patrimonio clevando
dc la infilncia según las rebciones paternofilia- III <idopli1do a un nivel civil superior de palricio
Ics y los hechos Cllrilcteríslicos en rclilciÓn con o ciud<id<ino, sicndo person<ijes <idOptlldos de
el mallrato infanlil de las époci1s. ilquellCl épOCll Nerón, Tiberio y OctClvio, el futu-
ro Augusto, llcloptlld o por Jul io Césilr.
La ilparición del cristi,l11ismo supone un
Infanticidio (antigiicclacl, s. 11l) cambio fundamental que influirá en toda la !lis-
tori,. de III infllncia y reconocimiento de sus de-
Los problemlls de relaciÓn entre los i1dultos y rcchos, así como en 1,) disminución del infanti-
los niños determinaban li1 muerte de los nií'\os ciclio.

IlllSlrctdón
.
PREHISTORIA : Rcnacimienlo:
----- EDAD ----~-- EDAD -------~: ..•- EDAD ~ •..:..•~ EDAD--
AN JlGlIA MfóDIA : MODEflNA: CpNTEMPOnÁNEA
: AYtJda

Socinlizaéión

Inlrusjó!'~/ •

!\1I1IJiv;thJfHlin :

.---
InfanllC1<lIo
-~~~-
--
AIJ¿111cloflO .:-------~._.
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_,-==-==_~·~_~~1 __ ~':::.~
__.._~ _ Fi9ura 1.1. Infancia e his-
il_ de C_ O el. dn C. 500 1.000 1.500 toria. Elapas '.'.
EL MALTRATO INFANTIL EN LA HISTORIA

ed ucación y manuales de instrucción inf antiJ


con la idea de que el niño debe ser «moldea-
do» C0l110 cera o arcilla a la que hi1Y que dar
forl11i¡.
Lil influencia de hUI11ilnistas (Juan LlJis Vi-
ves, JlIiln Iluarte de San JlIiln) y religiosos (Siln-
tos José de Co]z¡sonz, Vicente de Poú[, Ignocio
de Loyola ... ) impldsó lo institucionalizadón de
1<1escuela C0l110 (;strllcturo eclucalivil scpi~rilda
de la filmiliz¡ porz¡ lo fonnociÓn de la infancio,
desarroll,lI1do la Iglesia una importonte activi-
dilcl educotiva y en lo ptenciÓn sobre los morgi-
!1odos que todavía perdura.
Bajo el reinado de Pedro IV de AragÓn (1337)
se crea la instilución del Padre de Huérfanos,
antecesor del Defensor del Pueblo de Menores,
que recoge él los nii\os huérfanos yabandona-
dos a yudáncloles él su sustento y eel ucación,
procuránclolcs colocación en servicios manua-
les O domésticos y hastil juzgando sus delitos si
fupra necesario. En 1407, Mortín El HUl/ltlJlO la
rduer7.a y se convierte en Padre y Protector de
r'vlenores. Esto institución actuorío en Volcncia
hosta 1794.
Existen referencias en esto época dc'I empore-
dollliento de niilos ei\ los cimientos de los edifi-
cios por la creencio de que les proporcionoban
Figura 1:2. Si quebró el cántaro. Grabado de Gaya.
eslobi[idad y dur'lciÓn11l1• Esto práctico e,,'+de
origen muy antiguo y se recoge también en la
Biblia por Josué (J200 a.c.), referente o la re-
Abandono (ss. IV-XIII) construcción de lo ciudod de Jericó (Josué, 6) y
concretamente en [a conslrllcci(m de un edificio
La expansiÓn del cristianismo en e¡Imperio durante el rein,ldo de Ajab (874-853 a.e.) (I'ri-
ROI11<1l1o,que se produce con la conversión del mer Libro de los Reyes, [(¡l.
emperador Consl<lnlino (<lila 323), provoca que A través de la literaturil, en lo novela picorcs-
el inf<lnticidio disminuya durante esta época no ca conocemos la situoción de la infancia y el
tanto por la cÓnsideración del niño como por el mallroto en esta época: El Lazarillo de TOrJllcs
temor de los adultos al castigo. (onónimo), RÍllcol1ele y Corladillo (Cervanles),
Durante este periodo se reconoce que el niño La vida del l3llscón don ]Jaulas (Quevedo), y la
tiene alma, es humano, pero las dificultades pintura: El lI/el1digo (Murillo, Louvre), La l/lalal1-
para la crianza determinaban su abandono, zo dc los illocelltes (Van VaJckenborch, Thyssen-
entrega a un ama de cría, envío a casa de no- Bornernisza), en que aporecen unos niños abon-
bles, cesión a otldS familias, intern<lmiento en donodos en lo nieve, El trillllJo dc la I1l1lcrlc
un lilonasterio, cte., fundando el Fapa Inocen- (Ilrllevhcl
:J El Viejo, Pro do), en que , un niilo aban-
cio IIlla primera institución para recoger a ni- donado es comido por un perro, etc.
110S de padres desconocidos.

InlrusÍún (s. XVIII)


Ambivalcncia (ss. XIV-XVII)
Aparece lil «el1lpo!ía» C0ll10 IlHldclo rl,J¡lcio-
Elnillo entra el1l,1 vid,¡ afccliva de los Pildres 1l<11con la infancia dirigielldo b voluntad del
y ilparecen las instituciones p,ll'a su protección, niño mcdiante accioncs no violentoS.
NI~~IOSMAI:rnATADOS

teresi1rse por el niño nO sÓlo de formn OCélsio-


nil!, e incluso uyucli1 il lil l1lilclre en [are¡í::; de
cri'1l1%a.
Lul<.cvolución lndustriill, el incremenlo de la
sociedadurban<l y ellrelbiljo de los nii"íos condi-
cion,l IrlS primcri1s I('yes de prolccci<'lIl il b in- .
rancia rderid,ls ul lrilhajll de los niños.
I I.(ecnrdemos el Clsn, ddect,ldo por Elta
WheL:ll:r (Nllev,l York, 1B7'1), de f'VI,HY Ellen
Wilson, de llueve ai'íos de edéld, ilt¡¡dil il la ca-
mil, golpeéldil, heridil con tijerils, con desnutri-
ciÓn severu, problema que j¡¡ legislilción no
conlemplilbu, por lo que no pudieron interve-
nir ni ]il polid'l, el ilbogílclo del Distrito, ni el
Depilrlilmento de f3encficenci¡¡ del Estildo. El
proceso judiciéll fue gi1nildo basándose en la
legislación existente Pilril b prolecciÓn cle los
ilnilllilles y el ilPOYO de lil Sociedad Americana
I Pilril la PrevenciÓn de lu Cruelclild hacia los
i\nil1lilles y Sll presidente, Henry 13erg, ill consi-
derilrla con los mismos derechos que los ilni-
'males. A rilÍz de ello se fundó lu Asociilción
Amcricilna para lil Prevención de la Cruelclild
con los Nií'los 11',"1./
FIgura 1.3. OUG viene el coco. Grabado de Gaya.
La obril litcrilriíl, entre otros, del escritor in-o ,
glés Chilrles Dickens (Oliva T((Iis!) y del médi-
co espui"íol Pío Barojel (Lnli/1scn) recoge la situa-
Lil influencia de ]u Iluslrilción, ]u abril de J. J. ciÓn de la in f,lIlCiil y su ma rgini1ción en eSil
Rousseull (El/lilio y I.n JI/l('7H) EloÍsa) y li1 ]<evolu- (~POCil, y en b pinluril podemos clcstilcilr los
ción frilncesil Véln a tener uni1 importi1nte reper- grilb,lcJOS y dibujos de Francisco de GOYil (Si
cusión en la consideración del hombre y del que/m) el clÍlI/n/"O, Que viene el coco, La Duquesa de
niño, finalizilndo este siglo con la primeru Dc- Al/In y lv[arÍa de}a Luz, la nii'íCl de rClZéInegra que
c!n!"nciÓJI UJliversnl de los Derechos del HOllllm: y habíil adoplildo, cte.).
lid Cil/llnd(lIlO(rr'lI1cia, ] 789). En la segunda mitilcl del siglo XIXse dcsilrro-
En esta época el Papa Clemente XIV (1769- IIe1l1leyes de educilción (Ley TvloYilno de 1857),
1774) prohibió un hecho ilceptildo hilstil enton- los primeros hospitilles pediMricos (Hospital
ces como era la castrilción de nii'ios puril conser- del «Nii'io JesÚs» en ¡'vlild rid, inuugurado el 14
var le¡ voz infilntil y Gmtar en las iglesielS 121. Estil de enero de 1(77), influenciilndo la obril y pen-
. lIlutilación con fines «artblicos» lllVO su origen silmjl~nto de personils como c1oi'ia ConcepciÓn
en 1Llprohibición de lil presencia de mujeres en Arenill.
los coros de lus iglesiílS (ss. XVI-XVII)1121, Y existe LéI primeril Ley de Protección a la Infancia en
en olrllS culturas, C0l110 en Oriente los «eunu- ESpd~il se prolllulgil en 1904 debida en gr~n
cos» destinados a los hurl~nes (2). pilrtc al médico MClnuel Tolosa Liltour (Ley To-
losíl), cillificaclil como muy progresista pilra su
épOCil y pionera internilcionillmcnte, que creá el
Consejo Superior de Protección a la lnfilnciil,
SocializaciÓn (ss. XIX-primerél que estilblccíil en su artículo 1." la protección il
mi lile! s. xx) los nií'los menores de Hl ili'íos.
Lil l GucrrilMundial, por sus efectos sobre la
Lil criunza del nii'io consistía en formurle y poblilción civil y lil infancia, tiene unil repercu-
guiarle por el "buen cilmino» pi1rZl ilcli1pt;lrle il sión decisiva. Eglentine Jehb funda en Ginebra
lel vid.} en lil sociecleld. El peldre comienzil a in- en 1920 ],1 UniÓn Intcrnacioni11 de Socorro il los
El MAlTHATO INFANTil EN lA HISTORIA 5

• I~econocimiento de los Derechos de los Ni-


I\OS.
o Caídas de las lilSilS de Ililtillidad.
o Progresivil pmlicipilción de las inslitucio-
nes en el cuidado y educación de los nií10s.
• Incorporación soci¡¡f de Ii1l1lujer.
• Rcclcfinición de las relaciones pmlres-hijos.
Influencia de los medios de comunicación
y las nUCYilS tecnologías.

Se reconoce que el nil\o tiene necesidades


CJuc puede cxpresill" y CJue (,Ieben ser escuchél-
das y il tene! idas,. e irnpl ica li1 plena participil-
ción de los padres en el desarrollo de la "idil
del niño.
I El siglo xx ha significildo un<1 lrilnsformación
de la sociedad y un av¡mce en los derechos del
\ ",,"
hombre y, especialmente, de los niños, junto
" '1

"
con otros avances corno la mejora de la élsislen-
ciil sanilariil, disminución de la morlalid<1d in-
fantil, educativos, ete., que suponen que se le
considere como el «Siglo de lil Infanci<1».'
La J\silmbleil General de lils Nilciones Uni-
das, celebrada el 20 de noviembre de ] 959,
Figura 1.4. La duquesa de Alba y la niña María Luz aprueba la Declaración de los Derechos del Nil1o,
. que había adoptado. Dibujo. Francisco de Gaya. Mu- Deci1logo que recoge los derechos de la inf'lJ\ciil .
seo del Prado.
L<1Declaración eril un aVilnce muy significa-
livo que tuvo Únil ampliil difusión, pero no de-
j¿lbil de ser «simplemenle» la expresión de un
Nill0S y la dota de una Carla con cinco princi-
deseo que no obligaba il los EStilclos, por lo que
pios que aprobó la 5:' As'ambJea de la Sociedad
. de Naciones (Ginebra, 1924), conociéndose co- se plilnteaba la necesidad de elaborélr olro ins-
mo la ]¡¡lJla de los DcrecllOs de los Nii10s o Decla/'{/- trumento que vincular<1 il los Estados.
Lil COllvención de los OcrecllOs de los NiJ10s de
CÚín de Cinebm.
las Nacionrs U l/idas, a probada en la J\samb lea
. Diferentes países recogen en sus legislacio-
Gener<11 celebréle!<1 el 20 de noviembre de 19B9,
nes la DeclaraciÓn de Ginebra, como la Consti-
es un hilo histórico que implica reconocer a los
tución de la tI I\epÚblica Espaí10la de 193 t en
su artículo 43. nií10s como objeto de derechos y segÚn sus ríe-
cesidades, forma pilrle del derecho positivo de
De nuevo, lamentablemente, una guerra, la
los países que 1<1rillifican, y está incluidil plena-
11Guerra Mundial, impulsa los Derechos de los
mente en nuestro ordenamiento jurídico y pue-
Niños, ~urge la idea del estado del bienestar
de ser invocilda ilnle lil socicclild y los tribul1il-
y organismos como la UNICE¡~ (Fondo Inler-
les (Boletín Oficial del Estado de 31 de diciembre
nacional del Socorro de lél [nfélncia, 1947), y se
de 1990).
aprueba lil Decla/'{/ciÓn Universal de los OcrecllOs
UlIlIUlnos (10 de diciembre de 1948). Lél Declaración y la Convención de los Dere-
chos del Nií1o, incluso durilnle su fase de el'1-
borilción, hiln inspirado unil nueva filosofí<1 del
Ayuda (2." mité!d del siglo xx hasté! nií10 que, junto con las recomendaciones de
liJ iJctu<lliclacl) asociaciones, profesionales y expertos en el
(,,11 11 po de la infancia y del C~illldi(J de la rpali-
LIS socícdildes occidentales en [¿lS lillimas dad social, han d<1do lugar il distintas acciolles
d(~ca(bs han experimentado importantes Cilm- COI11O:Paelo InlcrI1ilciollill sobre los Derechos
bias que afcct<1n <1li1 inf<1ncia: Ci vi les Y Políticos (mil rzo dc 1973), l\eglils mí-
6 NIÑOS MIILTIlIITIIDOS

pimas de las Naciones Unidrls para lil éldminis- En el mismo ai'io; 1\thol ]ohnson, dclllospi-
lrélción de l<ljusticia de Menores (Regléls de Iki- líll par<1 Niños Enfermos de Londres, l!élmÓ I<l
jing, noviembre de 1985), l\i10 Inlernacion<lJ del illenciÓn sobre IClfrecuenciCl de fmctu rClSmIli ti-
. Nií\o (1979) y Cumbre Mundiéll en [¡1\'or de la - ples en los niiios (lHI.
Los profesionillcs SClllitílrios no conskler<1b<1n
(1 Infancia (Nueva York, 29-30 de septiembre de
J 99 J). que les concernía el maltrato infanlil sillvo para
El Parlamenlo Europeo ílprobÓ en el íliio lil atenciÓn a ICls lesiones. LCl misión era tr(lt~lr
1992 l<l C<lrl<l Europeíl de Derechos del NillO exclusi V<1men le IClen fcrmcclé1d, si n fllender los
(1\ 1-0172/92), que ildcmiÍs de eslilhleccr los de- problelllils sociClles. El dCS¡lrrol!o de lil pecli<1-
rechos de los niiíos en los países europeos pide IríCl, lc1 pllericllllura, y de cClmpaiias mediCúso-
a los Estados miembros, en su punto 6.", que ciales de protección a Jil infancia en la segundCl
nombren un defensor de los derechos del niiio, mitCld del siglo XIXsuponen el comienzo del re-
figura que en Espéli1a es un Adjunto del De- conocimiento del maltrato infélnlil CúJllO una'
fensor del Pueblo (Ley OrgiÍnic<l 1/1996, de 15 entidad clínica (1.19.2111.
de enero, de Protección Jurídic<1 del Menor,
a rt. 10.2c).
La Convención de los Derechos del Niño ha Descripción sÍndromcs sin identificar
alcanzado un<1 <1mplísim<1 acept<1ción en lél (1946-1961)
comunidad interJ1élcional y 11<1sido ralificílclíl
por lél priíctic<1 totéllidild de los países delmun- I\eprcsen tClel com ienzo de ICletClpa cien tí(ica
do, aunque resulte sorprendente que Estndos en que los profesionales del campo de la medi-
Unidos de Norleamérica <1Únno lél hílYél ratifi- cinCl publican artículos sobre diferentes lesione$
cado. Pero en la realidad comprobamos los pro- sin iclenlific<1r su etiología.
blemas para su apliGlCiÓn: no sólo las dificulta- El desarrollo de 1<1radiologíCl supone un PCl-
des «lÓgicas» por las grilndes diferenciCls que so importnnte iJI. ]ohn C<1ffey, en 1946 (21), descri-
existen entre los dist,intos países (1'1; ademiÍs bió en seis pClcientes con hemCltomCl subdural ;,;,'"
afluyen nuevos problel1lCls: el turismo y la ex- un totCll de 23 fmcluríls de huesos l<1rgos sin
plotaciÓti sexuCll, ¡IIV /SIDA, violClciones y nCl- que en ningún CilSO exislierCln otros problem(1~
cimiento de niños en 1<1guerrCl de ICl <1ntigua de salud que predispusieran a l(1s frClctllrilS.
Yugoslilvia, guerrils tribales y refugiados en Siete ai1.os después, en 1953, su discípll'io. Sil-
RUilnda, adopción inletT1Clcional de niños, ete. verm<1n (22) Cltribuye estas lesiones a traumatis-
JllOS no <1ccidentalcs por negligencia o Clgt:esio-
nes deliberac!Cls de los p<1dres.
En 1955, Wooley y Evans publicilron un trCl-
l'vlaItrato infantil desde
bajo en el que insinllan que J(1 etiología de <11-
la perspectiva sanitaria gunils lesiones trilulniÍlicas en nií10s sea 1<1vio- •
Icnci¡¡ de los p<1drcs o person<1s al cuidado del
En 1,1 historia de la medicina referente <1mill- niño (VI.
trato infélntil podemos reconocer diferentes pe-
riodos (1,,).
Identificación (1962 hasta mediados
c1éc<1d<1 de 1970)
Desconocimiento (llélStLl 1946)
El síndrollle delllÍ110 apaleado es definiclo por
El m<1ltrato infantil eril desconocido para los J-Icnry Kempe en J962 (21) pClra describir c1ínicCl-
profesionales. Los primeros indicios son l<1spu- mente lesiones que presentabéln nii'i.os que ha-
blicaciones del catedriÍlico de McclicinCl Legal bían sufrido agresiones de tipo físico, general-
frélncés, 1\lllbrosio Tarclieu, en '186.0 (17', basildéls mente efectuadas por sus pCldres o CllídilClores.
en sus experiencias t<1nillolÓgicils y méclico- A pélrtir de este momento comienzan Cl pu-
legales, que recogen los hallazgos de las ilutop- blicClrsc numerosos trabajos contribuyendo al
SiClSde 32 niilos que prescnlilbClfl golpes y q~lC- conocimiento del ilbnndono y mnltrato infantil,
I1lClduras. ampli<Índosc el concepto de los mfllos tratos fí-
EL MALTRATO INfANrIL EH l/\ IIISTOnlA 7

sicos hacia otros ¿¡speclos (1;): nií'1o zarancleél- 9. Fernándcz V, Lorenzo L. El niílO y el joven en Es-
do (l(,), síndrome de MÚnc!1¿¡usen por pode- piliiél (siglos XVIII-XX). Antlnopos, 1989: 31 -65.
res 127I,ma!lrélto eI11ocion,,112RI, cte. 10. Cohcn A. Lil morl,llidild de los niiios. En: 130rrás
1M. (cel.). Historil/ de la infallcía ('n la [sl,ana COII-
/I'III/mr¡ílll'a (18.3<1-1936). Madrid. Minislerio
de
H.ecoJ1oCÍmicnlu (desde mediados de la Trabajo y Asunlos Sociales, 1996: 109-1'18.
década de los 70-mediados décuc\a 1980) 11. Smilh SM. TlIe Imllerte! clIile! s!flldrollJe. London:
Butterworls, 1995: 3-20.
Se reconoce la gravedad del problema del 12. Luján N. Hisloria de los caslrali. JANO, 1993; ",'
XLIV: 2237-22'10: .
maltrato infélntíl por su frecuencia y conseCl1en-
13. Lilzoritz S. Whéltcvcr happclwd lo Milry Ellcn?
ciélS y se incorpora en Jél atenciÓn éll nilio el
CJ¡ild 1IIIIIse Ncgl,1990; 14: 143-149.
diélgnÓslico del sí/ldro/lle del /lilIO IJlllliratndu, dc-
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