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sostenible
Publicaciones virtuales
Rodrigo Arce
Ingeniero Forestal
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Presentación
Estimados colegas:
Nos complace de sobremanera conocer que nuevos aires circulan entre los
profesionales forestales peruanos que han decidido hacer un alto en el camino
para reflexionar sobre el sentido de la carrera, sus perspectivas y alcances con la
finalidad de mejorar su contribución al desarrollo forestal y el desarrollo nacional.
Como una contribución a este debate constructivo tenemos a bien compartir una
serie de documentos generados a partir de un proceso reflexivo personal,
institucional y de la interacción con los colegas en una diversidad de encuentros
forestales y de documentos compartidos básicamente por la lista Forestales
Molineros, Perú Forestal, BSD y DGLocal.
No es nuestro afán pretender la verdad que sabemos está dosificada en cada uno
de nosotros, el reto no es fragmentar sino todo lo contrario integrar los diferentes
puntos de vista para encontrar objetivos y caminos compartidos, viejo sueño de
nuestros profesores y líderes forestales que hoy retomamos en conjunto con
renovados bríos. Como tal soy responsable de mis sesgos, errores o vacíos, pero
que han sido motivados únicamente con el propósito de explorar diversos ángulos,
dimensiones y factores que normalmente no nos habíamos decidido hacerlo.
Ahora el contexto es otro y seguramente que estas líneas que compartimos serán
una base para todo el proceso de debates que se nos viene.
Es mi expectativa que este documento sea ampliamente superado con los aportes
de todos nosotros.
Cordialmente,
Rodrigo Arce
Facilitador forestal
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Contenido
Artículos:
1. El ciudadano forestal
2. La visión y el desarrollo forestal
3. El marco conceptual en la gestión y monitoreo de proyectos forestales
4. Los forestales y los Objetivos de Desarrollo del Milenio
5. Manejo Forestal Sostenible: ¿Gestión de Bosques o de Personas?
6. La gestión del ser en el manejo forestal sostenible
7. Los forestales y la gestión del ser (segunda parte)
8. ¿Y dónde está el trabajador forestal?
9. Trabajadores en zonas forestales, relaciones con comunidades y
relaciones confusas
10. Aportes al fortalecimiento gremial forestal desde la perspectiva de la cultura
organizacional
11. Gestión efectiva de reuniones forestales
12. Ciudadanía Empresarial en Forestales
13. Aportes para el diseño participativo de la institucionalidad forestal
14. ¡Forestales tiene su ritmo!
15. Alcances de la Certificación Forestal Voluntaria en el Perú
16. Concesiones forestales: ¿la carga se arregla en el camino?
17. Economía orientada al cliente y la gestión forestal
18. Ciencias naturales y ciencias sociales: ¿De qué territorialidad estamos
hablando?
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1. El forestal ciudadano o el ciudadano forestal
Lo primero que podría señalar es que encuentro muy frecuente en la literatura una
distinción entre los forestales y la ciudadanía que se refiere a los otros, a los no
forestales, a la sociedad civil, al pueblo o incluso otras denominaciones no tan
felices como “la masa”. Por ello se habla de informar, concienciar, sensibilizar a la
ciudadanía, - - por ejemplo - sobre la importancia del campo forestal en el
desarrollo nacional. Aunque estas afirmaciones no dejan de tener sentido en el
contexto, lo que nos llama la atención es que los esfuerzos de compromiso y de
acción están dirigidos hacia los otros y no necesariamente hacia nosotros mismos.
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Leonidas Suasnabar, Gilberto Alban, Luis Novoa, Roger Tarazona, José Dance, Nilda Vásquez,
Jorge Malleux, Rocío Bonifacio, Rodrigo Arce
4
El problema está que el modelo hace aguas porque hace rato que el concepto
Estado Nación está en crisis, aunque cada vez se cae en cuenta de la necesidad
de Estados sólidos, la democracia representativa ha mostrado hasta el hartazgo
sus límites y porque los ciudadanos ya no quieren aceptar un rol pasivo y exigen
participación. Es decir de una ciudadanía pasiva reclaman ejercer una ciudadanía
activa y reclaman participar no sólo con su voto o con la consulta esporádica y
manipulatoria sino con su voz y su propuesta.
2
Marshall, T. H. y Bottomore, T. Ciudadanía y clase social. Alianza editorial, Madrid, 1998.
3
PNUMA, 2005
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participación que deben marcar el pensar, el sentir, el obrar y el proceder del
forestal.
Significa entonces que trabajar por una ciudadanía forestal inclusiva es pensar en
un esquema de ejercicio de derechos humanos de todos los actores. Por ello es
que todo esquema ligado a la corrupción es muy ajeno a una ciudadanía forestal.
Trabajar en términos de equidad es uno de los grandes retos para fortalecer la
ciudadanía forestal. Por lo mismo es de crucial importancia fortalecer mecanismos
de genuina participación más allá de engañosas formas de consulta amañada.
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2. La visión y el desarrollo forestal
Para que este ensayo pueda cobrar real sentido le invito a escribir en el
recuadro literalmente la Visión de su institución forestal de memoria:
Visión:.........................................................................................................
...................................................................................................................
................................................................................................
.............................................................................................................
¿Qué tal, cómo le fue? ¿Fue fácil recordarlo? ¿Qué tal fiel es con relación
a la versión institucional aprobada?
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De repente, construir la visión institucional fue:
Para que la visión cumpla sus propósitos tiene que ser algo construido
conjuntamente o por los líderes de la organización, tiene que ser
comunicado y sobre todo tiene que ser vivido. Es decir debe formar
parte de nuestra cultura organizacional.
Bueno, pero alguien también podría hacer anotar que privilegiar la gente
como cliente podría ser una visión antropocéntrica mientras que otros
podrían decir que privilegiar la naturaleza podría ser natura-céntrica.
Nuestros hermanos indígenas de todo el mundo, han resuelto esto con
una cosmovisión que integra los humanos, la naturaleza y las deidades
en una única realidad interconectada e indivisible. Nosotros podríamos
hablar de considerar las estrechas interacciones entre bosques-
sociedad-cultura4
Pero alguien podría decir, “bueno yo decido finalmente con qué quiero
trabajar, para quién o quiénes trabajar”. De acuerdo, está en su
derecho, es legítimo e incluso legal en todos los casos. Pero tener
derecho y ser legítimo no quiere decir que en todos los casos sea
pertinente. La pertinencia alude a definir la medida en que coyuntural,
4
Precisamente Bosques Sociedad y Desarrollo (BSD) nace con esa pretensión.
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estructural y temporalmente nuestra visión institucional contribuye a la
visión forestal del país (en este caso tenemos la visión concordada en la
Estrategia Nacional Forestal), en que medida está contribuyendo con
equidad, participación e inclusión para que lo forestal sea parte
consustancial del Desarrollo Humano Sostenible.
Tal vez antes que pensar en “lentes bifocales” o “lentes fotogray” para
ver la realidad forestal lo que algunos necesitemos es un lente para ver
en tercera dimensión (3D). De repente así nos vemos tanto desde afuera
sino desde adentro celebrando juntos los éxitos o sufriendo en carne
propia la consecuencia de nuestros equívocos.
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Visión:.........................................................................................................
...................................................................................................................
................................................................................................
.............................................................................................................
También es recomendable que el marco conceptual pueda ser compartido con los
socios del proyecto incluyendo a las poblaciones locales involucradas. Para ello se
puede emplear los diferentes medios que nos ofrecen las estructuras de los
proyectos tales como Directorios, Comités Directivos; o mecanismos de consulta
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directa con las poblaciones locales. En este caso se deberá tener especial cuidado
del formato de la presentación, su pertinencia, oportunidad, dosificación y claridad
de contenidos. Este proceso de validación y legitimación social es muy importante
para fortalecer la transparencia y la confianza que debe existir entre los
involucrados.
No sólo tenemos que aclarar bien cada uno de estos aspectos del enfoque
estratégico sino que hay que ser absolutamente rigurosos en los conceptos que
se están empleando en estas formulaciones. A la consistencia semántica hay que
añadir correlación absoluta entre estos aspectos. Si no hacemos esto,
eventualmente podría suceder que no hay coherencia entre el propósito y las
medidas de éxito por ejemplo. O el resumen del proyecto podría no estar
considerando apropiadamente la naturaleza del proyecto y los factores clave del
proyecto. Se insiste en el hecho que obviar este ejercicio podría incidir
negativamente en la evaluación media del proyecto o la evaluación final del
proyecto. Debemos tener en cuenta que el documento del proyecto es la base del
contrato que firmamos con las instituciones cooperantes o financieras por lo que
debemos dar cuenta de los compromisos asumidos en el contrato. Por todas estas
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razones no basta entonces con el documento del proyecto o la matriz de
planificación (Marco Lógico). El marco conceptual nos ayuda entonces a sincerar
todos estos aspectos y tener mayor claridad en el desenvolvimiento del proyecto,
así mismo nos ayudaría a actualizar los términos del contrato con la institución
cooperante por lo que hay que saber comunicarlo.
Aunque no hay una receta absoluta sobre los contenidos de un marco conceptual
se podría considerar los siguientes tópicos:
El enfoque estratégico
Las medidas de éxito
La naturaleza del proyecto
Base conceptual que sustenta la implementación del proyecto como un todo
y por cada uno de los componentes
o Conocimientos y Experiencias propias de los integrantes del
proyecto
o Revisión de literatura pertinente sobre factores clave del proyecto
o Conocimientos y Experiencias de proyectos afines
Supuestos e hipótesis
Amenazas y riesgos
Estrategias
Estructura organizacional y cultura organizacional
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organización. Se invita a pensar, a actuar, a reflexionar, a escribir, a proponer a
construir marcos conceptuales en todo lo que hagamos o dejemos de hacer.
Literatura recomendada:
5
Chiavenato, I. 2002. Gestión del Talento Humano. Mc Graw Hill. Bogotá.
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ahora hay que dar pie a la creatividad e intuición y hay que tener tolerancia frente
a la ambigüedad.
Esto quiere decir que los paradigmas cambiaron, mientras antes era válida una
mirada y un tratamiento absolutamente especializado de la realidad o la gestión de
los proyectos, o en todo caso entendible, hoy esta realidad ha cambiado
dramáticamente6. Se requiere un conjunto diverso de miradas y de sentires de
distintas disciplinas y experiencias. El análisis de la realidad y las propuestas de
acción tiene que reconocer entonces que la realidad no es sólo compleja sino
además incierta. Aquí es cuando el ejercicio de la profesión se convierte en el arte
de gestionar la diversidad y la gestión de las emociones es una competencia
profesional fundamental.
Esta constatación tiene una implicancia fundamental pues tiene que ver con la
definición de la agenda del gremio forestal. Esto es definir aquello donde
efectivamente como profesionales del ramo debemos tener una competencia legal
para asumir derechos y responsabilidades, pero también implica tener la suficiente
apertura para convocar lo más abiertamente posible a disciplinas donde como
forestales, no hemos desarrollado las suficientes competencias. No es realista
pretender tener forestales sabelotodos, lo que sí es realista es tener forestales que
sepan gestionar la información, sepan construir comunidades de conocimiento y
con reales competencias de trabajos en equipos multifuncionales e
interdisciplinarios.
6
Me estoy refiriendo básicamente a la gestión de proyectos
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Quiere decir entonces que los intentos de delimitación se hacen difusos y no sé si
valga la pena de seguir en el esfuerzo. Bajo esta nueva realidad vemos
forestales que hacen economistas o sociólogos, economistas que se hacen
forestales, antropólogos que se hacen forestales, forestales que se hacen
antropólogos. Antes que gastar tiempo en discutir si esto es o no pertinente, lo
más sensato es discutir cómo favorecer canales para que estas competencias
bi-funcionales (o incluso en algunos tri-funcionales) puedan fortalecerse en
beneficio del bosque y de sus actores involucrados. La realización de
maestrías cruzadas, maestrías especializadas (Estudios Amazónicos en la
UNMSM) o doctorados que conjugan aspectos sociales y de gestión de
recursos naturales (como las que se encuentran en Doctorado en Ciencias
Sociales y Medio Ambiente de la Universidad Pablo de Olavide en España)
dan cuento de ello.
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Según la Comunidad Europea (1997) el Manejo Forestal Sostenible significa “la
gestión y utilización de los bosques y de los terrenos arbolados de un modo y con
una intensidad tales que conserven su diversidad biológica, su productividad, su
capacidad de regeneración, su vitalidad y su capacidad de cumplir, en el presente
y en el futuro, las funciones ecológicas, económicas y sociales pertinentes, a
escala local, nacional y mundial, sin causar perjuicio alguno a otros ecosistemas”
La palabra gestión hace alusión al arte de combinar factores que hagan más
eficiente un proceso de acuerdo a unos objetivos predefinidos. Quiere decir que la
gestión es una actividad estrictamente humana, es deliberada, tiene
intencionalidad. Así como se gestionan bosques, también se gestionan las aguas,
los suelos, las Áreas Protegidas. La gestión está orientada por tanto al recurso y a
las unidades territoriales pero son las personas las que determinan el carácter de
la gestión.
Consideramos por tanto que hasta ahora los forestales hemos prestado bastante
atención al componente técnico de la gestión pero aún no hemos prestado
suficiente atención a los otros componentes que hacen de la gestión un todo
integrado. Si bien es cierto existe una administración forestal, existen empresas
forestales, existen algunas experiencias sobre manejo forestal comunitario, se han
desarrollado metodologías participativas, se han conformado comités de gestión
de bosques y de Áreas Protegidas, funciona la Mesa Nacional de Concertación
Forestal y algunas Mesas Regionales, entre otras expresiones, aún no hemos
prestado suficiente atención a las personas y a los grupos humanos que en buena
cuenta son los que definen el carácter de la gestión forestal.
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de desconfianza generalizada, la pérdida de fe en la democracia, entre otros, son
factores que también afectan a los forestales.
Por ello, ya hace mucho tiempo, se viene insistiendo que los problemas forestales
no se resuelven única y estrictamente en el campo forestal. Tanto la gestión
ambiental como la gestión forestal en buena cuenta son procesos políticos
económicos y por tanto merecen ser tratados como tales.
Este enfoque nos obliga a explorar un poco más campos profesionales que hasta
ahora poco o nada conocemos los forestales. Si bien es cierto que muchos
colegas ya se han empezado a preocupar por profundizar en la sociología o la
antropología todavía muchas disciplinas aparecen como esotéricas. Por ejemplo
en el campo de la psicología existe una veta muy grande, citemos como ejemplos
la psicología social, la psicología comunitaria, la psicología organizacional, entre
otros. En el campo de la administración también existen una diversidad de
disciplinas a los que tendríamos que prestar mayor atención, mencionamos por
ejemplo el desarrollo organizacional, el comportamiento organizacional, el cambio
organizacional, entre otros. El menú es muy grande y no estamos pretendiendo
que los forestales se conviertan en sabelotodos, además porque ya no es posible
tener conocimientos enciclopédicos en esta era de la información. Lo que estamos
diciendo es que tenemos que tener mayor apertura por explorar nuevos enfoques,
aportes conceptuales y metodológicos de otras disciplinas, tener mayor apertura
para interactuar con especialistas de otras disciplinas y tener mayor predisposición
mental para escuchar y respetar nuevas ideas. La pretendida territorialidad
forestal, hace rato que dejó de ser.
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bosque, la sociedad y los actores. Consecuentemente estamos hablando de un
proceso de negociación. Esto es lo que se llama una solución de compromiso en
la que los impactos negativos tratan de ser reducidos al máximo y eventualmente
eliminados. Idealmente lo que buscamos son procesos de consenso pero hay que
reconocer que esto no siempre es posible y ahí nos corresponde administrar los
disensos.
Tenemos que tener presente que nuestras acciones en el fondo son producto de
nuestras creencias. Este es un círculo en el que se ponen en juego las creencias,
los pensamientos, los sentimientos y las acciones (Ventrella, 2004). Nosotros no
somos sino producto de nuestros paradigmas y creencias y todo nuestro accionar
están en función a ellas. El tema está en saber cuál es la consistencia témporo-
espacial y moral de nuestros paradigmas. ¿Qué pasaría si estuviéramos con los
paradigmas equivocados, fragmentados o distorsionados?
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ecología social. O también podríamos hablar de un paradigma de parques para los
parques a otro paradigma de parques para la gente y con la gente. Nos queda
claro que el paradigma en cuestión es el que define discursos, acciones y
metodologías de trabajo.
Afirma Covey (2003) que “la clave de los grandes avances no está sencillamente
en modificar el comportamiento.
No basta con modificar la actitud, sino que es necesario cambiar la manera
de ver el mundo, el paradigma, los supuestos.
Cuando se desea hacer cambios graduales y pequeños se debe trabajar con el
comportamiento o la actitud.
Sin embargo, si lo que se busca es lograr cambios o mejoras radicales, es
preciso trabajar con los paradigmas”.
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interesados en un proceso de co-construcción de una forma diferente de mirar la
situación de modo que puedan surgir: nuevos espacios,
nuevos significados,
nuevas configuraciones de relaciones y
nuevas articulaciones de acciones.
El objetivo de los diálogos generativos es crear una atmósfera de cambio positivo.
Para ello, es preciso:
destrabar la imaginación,
desencadenar el espíritu de comunidad, e
inspirar sentimientos de generosidad”
Para terminar, alcanzamos a ustedes los factores de éxito para una mesa de
concertación, desarrollados por Gamarra y Cruz (2001), que como podemos
apreciar, trata fundamentalmente de gestión humana. En nuestro caso dirigida al
bosque pero por la gente.
20
Literatura citada:
Abogabir, X. 2004
Diálogos Generativos: un instrumento para el cambio.
En: Revista Qué Pasa.
Covey, S. 2003.
En: Business Think. Principios para tomar decisiones acertadas en los negocios!
ahora y en cualquier situación. Marcum, D.; Smith, S. Y M. Khalsa. Grupo Editorial
Norma. Bogotá
Gamarra, Alba y Martha Cruz. 2001
Guía de orientación: Funcionamiento de Mesas de Coordinación. MITINCI-GTZ.
Lima.
Habría que hacer la salvedad que el manejo forestal sostenible no sólo es una
propuesta técnica sino sobre todo un acuerdo social con pretensión de atención de
las aspiraciones de todos y cada uno de los actores involucrados y de equidad
intra e intergeneracional. El arte en el proceso es cómo hacer para que la visión
forestal pueda capturar todas estas dimensiones de tal modo que todos y todas se
vean representados, convocados, motivados y comprometidos con esta apuesta.
De ahí que los enfoques participativos cumplen un rol fundamental en la definición
de una visión concertada.
7
Cuando hacemos referencia los forestales estamos pensando en hombres y mujeres
21
No obstante, no siempre se tiene claro sobre el papel que juega la participación en
todo este proceso. Muchas veces se ha enfatizado más su dimensión instrumental
antes que su alcance transformacional. Cuando la participación es usada sólo
como una estrategia para hacer sentir que todo el mundo es tomado en cuenta,
como algo que de todas maneras hay que hacer para alcanzar legitimación social,
como una tarea considerada en el plan operativo del proyecto, como un requisito
exigido por las financieras o la cooperación, como una manera de evitar conflictos
o de defenderse frente a eventuales acusaciones de imposición, entonces no
estamos entendiendo el verdadero significado de la participación cuyo sentido
profundo apunta a mejorar las capacidades de los actores para la gestión del
poder.
Esto pasa por entender de qué manera cada uno de los actores percibe al bosque.
Resulta que no existe una única manera de percibir al bosque: algunos pensarán
en madera, otros en los ecosistemas forestales, el patrimonio forestal, las
interacciones bosque-sociedad-cultura o simplemente el bosque como la vida
misma. No es lo mismo hablar de bosques de alta capacidad de regeneración que
bosques con lenta capacidad de recuperación. No es lo mismo hablar de negocios
forestales para exportación que bosques entendidos como la fuente vital para los
pobladores locales. Las dinámicas sociales, culturales y ecológicas pueden ser
muy cambiantes y hay que tener el tino de saber corresponder a la estructura y
funcionamiento de estas dinámicas.
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del MFS y la certificación forestal voluntaria (CFV). Es decir la participación es
consustancial al MFS. Las mejores intenciones chocan con esta realidad: no es
posible separa la participación del manejo forestal sostenible. Como ya se señaló
el MFS en sentido estricto debería formar parte de un arreglo o acuerdo social en
que todos convenimos poner el mejor de nuestros esfuerzos, talentos, recursos y
tiempo para que el bosque mantenga sus capacidades productivas de bienes y
servicios al mismo tiempo que satisfagan las expectativas de los diversos
usuarios.
Durante mucho tiempo se nos dijo que en las organizaciones las personas tenían
que dejar sus sentimientos en la puerta. Esto también es válido para el ámbito
forestal en el que privilegiamos el pensamiento racional. El nuevo paradigma de la
gestión afirma que dirigir personas equivale a dirigir sentimientos. La cuestión no
radica en tener emociones negativas sino en la forma cómo se las maneja y se las
reconvierte en un sentido superior (Duck, 2000). En tal sentido toda la cuestión de
la inteligencia emocional necesita ser comprendido e interiorizado en el campo
forestal.
Implica además que pasemos a hacer revista qué es lo que pasa en cada una de
nuestras instituciones (vinculadas directa o indirectamente al MFS). Las siguientes
son algunas de las preguntas a las que deberíamos dar respuesta:
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¿Estamos conformes dentro de nuestro trabajo?
¿Existe compatibilidad entre nuestros valores personales con los valores de la
institución?
¿Cómo reaccionamos frente a un conflicto de cumplimiento de una meta
institucional y el cumplimiento de un principio personal?
¿Se cultiva la pluralidad de las ideas?
¿Podemos decir lo que pensamos sin temor a las represalias?
¿Sentimos que hemos crecido o que hemos retrocedido como personas en el
ejercicio profesional en la institución?
¿La gestión del talento humano está orientada a tolerar y respetar pensamientos
discrepantes?
¿Cómo creemos que nos perciben otros actores?
¿Creemos que hay coincidencia entre la percepción y la realidad de lo que
somos?
Literatura citada:
El paradigma que está detrás de todo esto es que si instalamos los suficientes
conocimientos en los profesionales ellos sabrán desarrollarse competitivamente en
el mercado laboral o incluso en emprendimientos empresariales privados.
Observamos también que existe una profunda mirada hacia adentro, hacia lo que
necesitamos o hacia lo que sabemos y queremos hacer. Compete entonces
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evaluar críticamente cuál es el resultado de la implementación de estos
paradigmas.
El tema está en que hace rato ya nos dimos cuenta que la gestión forestal, y la
gestión en general, es cuestión de personas. Por lo tanto estamos hablando no de
personas que sólo se manejan con inteligencia mental (mente), sino de personas
íntegras que se manejan además con inteligencia física (cuerpo), inteligencia
emocional (corazón) e inteligencia espiritual (espíritu). Entonces caemos en
cuenta que sólo estamos privilegiando una dimensión pero que no es
absolutamente garantía para el éxito personal y para el éxito en su contribución a
la sociedad.
No es sólo que tengamos un éxito o un fracaso más sino, sobre todo, la pretensión
de hacer que lo forestal sea modelo para lograr una gestión que involucre
paradigmas-pensamientos-sentimientos y actitudes; que integre cuerpo-mente-
corazón-espíritu; que integre interrelaciones entre bosques-sociedad y cultura; que
integre naturaleza-humanos-deidades. Ahí podremos entender porque los
orientales han transitado miles de años delante de nosotros por la dimensión
espiritual. Ahí podremos entender que la conciencia llamada arcaica de muchos
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pueblos indígenas del mundo no es sino la culminación del pensamiento racional
que entiende que si no volvemos al origen entonces estaremos desperdiciando la
oportunidad de trabajar en una perspectiva de ciudadano (a) planetario (a).
Lo que comparto a continuación, debo reconocerlo, tiene las limitaciones del caso,
pues en el ejercicio de mi profesión como ingeniero forestal he tenido pocas
oportunidades de interactuar con trabajadores forestales pero las pocas veces que
se me ha presentado ha sido pródiga de elementos que nos pudieran ayudar a
abordar este tema. Tal vez puedo ofrecerme como voluntario para dar mi
testimonio que sin llegar a ser representativo puede arrojar algunas luces que nos
ayuden a hacer visible al trabajador forestal.
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Empezaré mencionando que mi primer encuentro con el tema del trabajo forestal
fue un trabajo encargado de tercer orden sobre las condiciones del trabajador
forestal en el aprovechamiento forestal. Es la única vez que leímos o tratamos el
tema del trabajo forestal en la Universidad en la que me formé.
En otra ocasión supe de trabajadores forestales en una zona remota del país que
no recibían pago alguno sino prendas de vestir. Los trabajadores de la empresa
aducían que en la zona tampoco había posibilidades de pagar en efectivo pues no
había forma de convertirlo así es que más práctico para todos era entregar las
ropas. Decían que los trabajadores forestales estaban conformes con eso.
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mano de obra barata y abundante. En otras ocasiones cuando se hacía alusión al
tema de trabajadores forestales sólo era para referirse al número de puestos que
se podían generar o se han generado por las concesiones forestales o
plantaciones. En otros casos era para referirse con añoranza la necesidad de
recuperar la experiencia formativa de peritos forestales en el reconocimiento de la
escasez de obreros calificados.
Muchas son las explicaciones sobre la situación del trabajador forestal. Pero
podemos ver que nítidamente se conjugan dos elementos fundamentales: una
cultura rentista que busca la maximización de utilidades de la empresa pero
también una baja autoestima de los trabajadores. Mencionan además que las
condiciones climáticas en la Amazonia no favorecen el uso de cascos y guantes.
Nos damos cuenta que este es un tema de ecología política.
Se mencionada que ley Forestal y de Fauna Silvestre D.L. 27308 (de 7 de julio
2000) no contiene disposiciones sobre derechos laborales de trabajadores
forestales (OIT, 2005)
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incluyendo los trabajadores forestales. Porque las modernas empresas no piensan
más en las personas como recursos humanos o mano de obra sino como talentos,
consecuentemente la mejor inversión estratégica es invertir en la gestión de
talentos. Porque queremos comunidades forestales de compromiso donde todos y
cada uno de los involucrados ponga lo mejor de si en beneficio de la empresa, de
la comunidad y de cada uno. Porque parte de la responsabilidad social corporativa
implica un adecuado trato al personal haciéndolos socios de desarrollo.
Testimonio:
13/10/2006
Explotación forestal
Sr. Director:
Atte.
Bach. Danny Vela García
DNI 44176330
www.proycontra.com.pe
29
Nota de redacción: Nombres de personas, lugares e instituciones han sido modificados a propósito pues lo
que se trata es de dar cuenta del fenómeno social. El nombre del autor del testimonio si es real.
Literatura recomendada:
Lo que vamos a tratar en este ensayo es un tema delicado, altamente sensible por
lo que antes que hacer afirmaciones queremos hacer preguntas, queremos ayudar
a que los interesados tengan mejores elementos para tomar decisiones sensatas.
Tenemos la esperanza que en base a nuestros planteamientos algunos
especialistas pudieran desarrollar una investigación de campo que nos ayuden a
todos y todas tomar las mejores decisiones al respecto. Este es un tema que debe
ser tratado desde la perspectiva de género10.
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grupos humanos de diferentes culturas que suelen ocurrir cuando por motivos
laborales se favorece la vinculación entre los trabajadores en los bosques y
mujeres de comunidades locales. Queremos referirnos básicamente a varones
porque constituyen el género predominante de los trabajadores en zonas
forestales, aunque reconocemos también que existe población femenina que
hacen las veces de trabajadoras en los bosques y para lo cual requiere una
mirada y tratamiento especial que escapa a los alcances de este ensayo. Aunque
está bien documentado el matrimonio entre investigadoras con hombres de los
pueblos originarios en todas partes del mundo no es el tipo de relación que
queremos analizar.
Otro hecho concreto es que este tipo de trabajadores pueden tener familias
conformadas en las ciudades y eventualmente deteriorar su situación matrimonial
producto del alejamiento durante largos periodos. Justamente para evitar esta
situación las fuerzas armadas permiten que oficiales y suboficiales lleven a sus
familias a las áreas donde han sido destacados.
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Cuadro 1: Situaciones hipotéticas bajo las cuales se podrían establecer
relaciones afectivas entre varones trabajadores en áreas boscosas y mujeres
de las comunidades
Condición Civil real o Condición que afirma para sustentar su relación con una mujer de la comunidad
Condición civil real de la Soltero Divorciado Casado
mujer o dice tener en función Viudo
a mayoría o minoría de edad Está Está Está Está en Es
Relación Relación Relación Relación bien mal separado vías de esposo
honesta por honesta por con su con su divorcio engañado
diversión diversión esposa esposa
Mayor de Acepta el
edad requerimient
Soltera o amoroso
Busca la
relación con
el varón
Mayor de Acepta el
edad requerimient
casada o amoroso
Busca la
relación con
el varón
Menor de Acepta el
edad requerimient
con o amoroso
compromiso Busca la
relación con
el varón
Menor de Acepta el
edad sin requerimient
compromiso o amoroso
Busca la
relación con
el varón
El tema se complica porque la relación puede ser con anuencia de los padres o
con rechazo de los padres de la chica. La anuencia de los padres se explica
porque es una forma de encontrar que alguien se haga cargo del mantenimiento
de la hija o lo consideran como un medio de movilización social. El rechazo de los
padres se podría explicar porque consideran que los agentes externos siempre
buscan de aprovecharse de las mujeres de la comunidad.
32
niños, niñas producto de estas relaciones. Niños y niñas que de pronto dejan de
tener padre porque el trabajador simplemente fue cambiado de locación por sus
empleadores.
Por su parte, para ellas la mente funciona de forma sistémica. Desde una
perspectiva femenina, para las mujeres, involucrarse en una relación de pareja,
involucra muchas cosas como: afecto, ilusiones, cariño, ternura, llenar un vacío.
Ella creerá lo que el hombre le diga, se ilusiona y piensa que tendrá una vida
mejor que la sacará de la pobreza en la que vive. Sin embargo, no tenemos la
certeza que las mujeres también actúen de manera similar a los varones.
Se nos ocurre pensar que bajo dos sistemas culturales distintos y con relaciones
asimétricas de poder se establecen condiciones favorables para que los varones
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puedan aprovecharse de la situación (minoría de edad, necesidades económicas
de las familias). Por lo tanto no habría equidad en la relación. Reconocemos
también que el propio país se ha formado bajo estas relaciones asimétricas y sin
embargo la vida continúa pese a que no terminamos de asimilar nuestro mestizaje.
El folklore afroperuano es muy rico en estas expresiones de amores clandestinos.
No hemos llegado a una respuesta definitiva. Pero esperamos que a partir de este
documento provoquemos reacciones que nos lleven a tomar la mejor posición
sobre el tema, a nosotros y a ellos y ellas mismas, los protagonistas de estas
relaciones interpersonales. En nombre de las mujeres, en nombre de los niños y
niñas que ya han nacido y padecen de la anomia en este tema es menester decir y
hacer algo. Creemos.
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conscientes de los valores y los modos de comportamiento que surgen a partir de
la implementación de la visión y la misión de la organización. Es implícita cuando
los integrantes de la organización no son conscientes de sus creencias, valores y
pautas de comportamiento que los caracterizan. La pregunta inmediata es: ¿es la
cultura organizacional de nuestras instituciones forestales implícita o explícita?
Pero también puede suceder que alguien no se haga mayor problema de asumir
los nuevos enfoques y discursos en un nuevo contexto institucional porque es la
manera más segura estar bien con todos y de paso mantener un puesto que en el
país, lo sabemos todos, es tan difícil de acceder y mantener. Sea que esta
situación se presente en un contexto institucional con una cultura organizacional
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sólida y visible o se presente en un contexto institucional que no toma en cuenta la
cultura organizacional esta forma de comportamiento laboral termina por matar la
creatividad y el estado de alerta necesario para hacer cosas sensatas. Esto va en
contra toda teoría de liderazgo que da mucho énfasis a la asertividad como
elemento fundamental de las competencias comunicacionales. ¿Sabemos
nosotros quiénes actúan así en nuestras instituciones y qué es lo que pierde la
institución al mediatizar el discurso y el pensamiento?
Otro tema relacionado tiene que ver con los símbolos y la identidad corporativa.
Eventualmente podrían presentarse las siguientes situaciones:
Profundicemos:
1. La identidad corporativa y la realidad institucional constituyen una misma
realidad (somos lo que decimos ser)
Esto sucede cuando somos coherentes entre lo que somos y decimos ser.
Tenemos visión y misión claras y lo que hacemos y decimos tiene coherencia.
Nuestras estrategias y acciones tienen correspondencia con la visión institucional.
Este es un contexto en el que los principios, valores y compromisos tienen mucha
fuerza y existe una preocupación porque sean elementos de gestión y son de
fundamental importancia en la toma de decisiones.
“En casa de herreros cuchillo de palo” sería el refrán que muy bien podría graficar
el hecho de que no somos lo que decimos ser. Aunque no siempre es posible que
la identidad corporativa y la realidad institucional sean perfectamente una única
realidad lo ideal es parecerse lo máximo posible. Caso contrario no tendríamos
coherencia entre lo que decimos y lo que hacemos en casa. Ello nos quita
autoridad moral porque pone en evidencia nuestra falta de compromiso donde las
reglas, las normas, procedimientos y exigencias de calidad se trasladan afuera
pero que en la casa “nos reservamos el derechos de cumplirlas”.
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estamos logrando un posicionamiento estratégico en el medio. Lo ideal, como ya
dijimos, es que identidad corporativa y realidad institucional vayan parejas.
Es interesante conocer que así como hay un comportamiento a nivel del individuo
también existe un comportamiento grupal. Se podría hablar entonces que un grupo
a la larga construye una personalidad (“grupalidad”). Si encontramos que el tono
frecuente de un líder es quejoso sobre la falta de recursos económicos entonces
no sólo imprimirá un tono quejoso en el personal sino que su gestión tendrá un
carácter quejoso. En otra situación si un líder tiene la costumbre de echar la culpa
a terceros sobre los problemas institucionales entonces tendremos el caso de una
institución que “terciariza” su gestión y encontrando buenos pretextos para explicar
su falta de capacidad de logro. Así también podremos encontrar en los casos
positivos gestiones que no se concentran en la clásica carencia de recursos que
caracteriza a nuestro país sino que marcan la diferencia con creatividad y hasta
con osadía sin que ello signifique aplastar principios. En otras áreas, el reciente
caso de la Biblioteca Nacional es un buen ejemplo de proactividad, ingenio y
compromiso con la cultura.
37
posicionamiento de nuestra profesión y su rol en la construcción de sociedades
equitativas y sustentables. Afirma Covey que si queremos cambios profundos
tenemos que trabajar sobre las actitudes pero si queremos cambios profundos
tenemos que trabajar sobre los paradigmas.
38
11. Aportes a la gestión efectiva de reuniones forestales
Nosotros hemos sido preparados más para los contenidos pero no tanto en
aspectos metodológicos de las reuniones. Si nosotros somos muy cuidadosos con
las reuniones que nos corresponde diseñar y desarrollar o tenemos la suerte que
nos inviten a reuniones muy bien diseñadas y ejecutadas entonces la calidad de
las reuniones no es algo ajena a nuestra realidad. De lo contrario, si nosotros no
tomamos las provisiones del caso o nos invitan a reuniones fatídicas entonces
caeremos en cuenta de la importancia de prestarle más atención al diseño de
reuniones efectivas.
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Después de la reunión viene la distribución de las minutas y el seguimiento a los
acuerdos. Todo eso de repente ya lo sabemos, lo que no significa que siempre lo
practicamos. Quisiera llamar la atención sobre algunos aspectos sustanciales de
las reuniones y se refiere a la calidad del diálogo.
En este contexto, la sistematización tiene que ser un proceso muy fino que sepa
diferenciar lo principal de lo accesorio pero a su vez identificar la potencialidad de
la comunicación no verbal, los gestos, las intenciones. Un buen proceso de
sistematización ayudará a que podamos identificar mejor nuestras pautas
mentales y actitudinales. La sistematización profunda no es sólo clasificar las
ideas por categorías sino que implica tratar de encontrar el sentido12. Son los
propios participantes los que dirán si efectivamente se llegó a captar el sentido. De
ahí el papel que debe cumplir una sistematización como herramienta que
12
David Medianero nos decía que el mayor error es seleccionar el problema equivocado y tratar de
solucionarlo con precisión.
40
contribuye al diálogo generativo. En este mismo sentido se entiende la importancia
de las minutas y del seguimiento de los acuerdos.
El otro tema fundamental es el respeto a los tiempos. Buenos son los tiempos
dedicados a encontrar las respuestas a los planteamientos de la vida. Pero
también es bueno encontrar el tiempo de equilibrio entre lo laboral y familiar.
Incluso hay que respetar el tiempo de uno. Por ello es que la programación horaria
debe respetarse. No es cuestión simplemente de duplicar el tiempo asignado,
significa que quitaste el tiempo a otro participante y afectaste el proceso. Aunque
esto no es absoluto, si es una pauta a seguir.
41
la sensatez para que el ordenamiento jurídico sea más coherente y armónico. Por
eso es que la ciudadanía empresarial recoge el reto de interpretar la realidad y
tratar de incidir para que las propuestas sensatas se conviertan en políticas
públicas. Esto nace del reconocimiento de los límites de la Ley que son productos
de correlaciones de fuerza entre vectores políticos y económicos. Por eso
hablamos de una ciudadanía empresarial reflexiva y propositiva.
Pero además pasa por reconocer que la sociedad civil ha cobrado fuerza y quiere
premiar a las empresas social y ambientalmente responsables. Los usuarios
responsables, los consumidores sostenibles disponen ahora de mayor información
(Chiavenato, 2002) y no desean ser parte de la cadena de actores y procesos que
afectan la base de recursos del planeta y menos exacerban los procesos de
exclusión y marginación social. Por ejemplo Faith Popcorn al estudiar las 10
tendencias de estilo de vida ha identificado la tendencia S.O.S (Salvemos el
Organismo Social) a través del cual una cantidad creciente de personas
promueven que nuestra sociedad sea más responsable con respecto a tres
factores críticos: medio ambiente, educación y ética (Kottler, 1999).
En otras palabras, coincidiendo con los tratadistas, hemos llegado a una época en
la que la ética no es sólo una concesión sino una exigencia de competitividad.
Entre una empresa que adopta una postura de integración social y contribución a
la sociedad y otra volcada hacia si misma y que ignora a los demás, la tendencia
del consumidor es quedarse con la primera (Chiavenato, 2002). Al público le gusta
comprar a compañías que sean cuidadosas, siempre que no haya grandes
diferencias en los productos, la calidad o el precio (Kottler, 2005).
42
La responsabilidad social corporativa, afirma Kottler (2005), se centra en las
contribuciones que la compañía puede hacer a causas sociales benéficas. En tal
sentido, el autor afirma que las preguntas que se deben hacer las compañías son:
i) ¿mi producto satisface al cliente?; ii) ¿mi producto es bueno para el cliente?: iii)
¿mi producto es bueno para la sociedad?. Se ha creado incluso el concepto y la
práctica del balance social que refleja no sólo la relaciones entre la organización y
sus miembros sino las relaciones entre la organización y la sociedad en su
conjunto (Chiavenato, 2002).
Según Bernardo Kliksberg (2006) hay cinco puntos que las empresas deben
respetar para ser responsables socialemente:
No se trata sólo ser éticos por funcionalidad al sistema económico, por marketing
o por captar fondos. La ética es una condición fundamental para la viabilidad de la
sociedad. Como todos sabemos la corrupción tiene un alto costo y termina por
afectar la propia viabilidad de la empresa. Así mismo la afectación extrema a la
base de recursos naturales termina por afectar la esencia de las actividades
productivas, la contaminación ambiental que eventualmente podría derivarse
también afecta a la actividad empresarial.
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corrientes de certificación forestal pueden ser vista como una amenaza para los
negocios forestales o más positivamente como una oportunidad para incorporar
responsabilidad social corporativa.
Literatura citada:
44
forestales a reconocer que uno de los temas clave que tenemos que
trabajar se refiere a la institucionalidad forestal.
45
de diálogo social e incluso la contribución económica de lo forestal a la
economía nacional. Una segunda percepción más negativa habla de la
corrupción, la ingobernabilidad, las mafias, las actividades ilegales, el
no-manejo forestal en nombre del manejo, entre otras perlas. Aquí no es
necesario enfadarse gastando tiempo si todo lo que se dice de nosotros
es cierto o no es cierto sino tomar en cuenta todos estos factores para
diseñar una institucionalidad forestal tal como la soñamos.
46
Pero no es sólo un factor de gestión. También tenemos que tener
presente el desarrollo de condiciones que permitan ese trabajo conjunto.
Un “pegamento afectivo” que favorezca que todos desarrollen
condiciones de confianza, solidaridad, reciprocidad. Nos estamos
refiriendo a la necesidad de avanzar en una propuesta de construcción
de capital social en lo forestal de tal manera que sea uno de los factores
clave de desarrollo de la institucionalidad.
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En la segunda dimensión, la dimensión institucional, tenemos que
trabajar para que haya instituciones con visiones, objetivos y estrategias
claras conjugadas con el documento forestal rector. Necesitamos que
exista liderazgo democrático y transformacional para que gestione de
manera más eficiente su talento humano. Es importante que
identifiquen bien cuál es su negocio y quiénes son sus clientes. A estas
alturas está claro que la gestión forestal sostenible no es gestión de
árboles sino de personas. Está claro por tanto que la razón de ser del
manejo forestal sostenible se refiere a la persona humana, pero no sólo
un tipo de personas, sino el colectivo nacional en sus diferentes escalas.
Si esto es así, necesitamos instituciones con apertura, no aislacionistas;
instituciones sensibles, no desconectadas de la realidad; instituciones
integradoras, no perfilistas; instituciones ágiles, no anquilosadas en el
pasado, con capacidad de respuesta y acción rápida; instituciones
transparentes, no coludidas con los grupos de poder político y
económico; instituciones que aprenden, no instituciones que se aferran
ciegamente a sus procedimientos y marcos legales; instituciones que se
recrean y se reinventan permanentemente, no estáticas; instituciones
que consideran a sus empleados y usuarios como socios, no como
beneficiarios.
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cohesión social. Felizmente hay algunas luces en el camino que nos
hacen ser optimistas. Sin embargo, no hay que bajar la guardia porque
en el país todavía existe una agenda pendiente de redistribución del
poder. De ahí que la democracia participativa sea un excelente
complemento en la agenda forestal nacional.
No, no, no, no estamos hablando de una marca comercial ni tampoco del nombre
de una canción, estamos diciendo que los diversos actores, procesos y sistemas
forestales tienen su ritmo, sus dinámicas, sus tiempos.
Los árboles tienen su ritmo, las comunidades nativas tienen su ritmo, las
empresas tienen su ritmo, la administración forestal tienen su ritmo. Esto no es
novedad, pero es importante reconocer en qué medida los diversos actores
forestales estamos abordando los diferentes ritmos tanto desde el punto de vista
ecológico, empresarial, económico, institucional, administrativo, político,
intelectual.
Los árboles tienen su ritmo, aunque nosotros mismos nos hemos encargado de
hacer creer a la gente que su ritmo no está al ritmo de la gente. Claro que con la
genética, con nuevas tecnologías o con nuevos usos el ritmo puede ser alterado.
Depende también qué estamos mirando, si pensamos en los productos los ritmos
serán distintos, pero si pensamos en los servicios entonces es un ritmo que está a
tono con las necesidades cotidianas de la gente.
El Estado tiene su ritmo. Pero a veces este ritmo debe ser alargado para justificar
tanta infraestructura, puestos de trabajo y una infinidad de cargos. También
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porque la realidad tiene que adecuarse a los formatos por que de lo contrario peor
para la realidad. Sólo que a veces o muchas veces, estos ritmos no están
sincronizados con las demandas para atender bionegocios que tienen su propio
ritmo, no están acordes con las necesidades de las empresas y las comunidades
nativas que desean hacer negocios sostenibles a partir de los recursos naturales
renovables. Una decisión estatal puede darse cuando no suena más la canción o
incluso cuando los invitados ya cambiaron de fiesta.
Las empresas tienen su ritmo, aunque estos ritmos son tan diversos desde un
adormilado vals hasta un frenético ritmo moderno tan moderno que ni sé cómo
escribirlo. Aunque todos sueñan bailar frenéticamente al influjo de la música lo
cierto es que se aprecian distintos pasos de baile. Algunos corren en la fiesta,
otros caminan y otros aún no se animan a entrar a la fiesta. Ellos invitan a otros
actores a la fiesta pero la respuesta es muy variada, algunos acuden a compartir
el mismo ritmo pero otros ni se dan por enterados que llegó la invitación.
Los exportadores tienen su ritmo. Aunque este ritmo no admite notas disonantes
porque de lo contrario los desafinados salen de la fiesta. Esta es la fiesta donde el
ritmo es acelerado, vertiginoso, implacable y los descansos y silencios son sólo
una preparación fugaz para ingresar de nuevo a la vorágine. Aun cuando todos
están invitados a la fiesta lo cierto es que muy pocos logran ingresar a la fiesta.
Las financieras tienen su ritmo. Ritmo que avanza a velocidad supersónica que no
siempre toma en cuenta los diferentes ritmos que están en juego. Ritmos
acompasados por complejos sistemas de monitoreo y evaluación que privilegian lo
cuantitativo y subestiman lo cualitativo. Sólo que este es el ritmo que suena más
fuerte y que termina opacando la música de las diferentes bandas de esta fiesta.
Me imagino entonces que esta es la gran fiesta, como la fiesta pueblerina donde
cada banda ubicada en esquinas estratégicas trata de congregar la mayor
cantidad de público para gozar de su música y sus ritmos. El tema está que la
fiesta está pachanguera y ruidosa pero los ritmos empiezan a mezclarse y ya no
sabemos ni qué estamos escuchando o qué estamos bailando. Seguramente que
si establecemos un programa ordenado todos podremos gozar de la música y del
ritmo en mejor forma. Los forestales tienen su ritmo y cada uno quiere gozar de su
ritmo preferido pero es mejor si todos compartimos el mismo ritmo, así hay ritmos
para todos y cantamos y bailamos en mejor ritmo.
50
legítimo, no explica todas las implicancias que se deriva del proceso de
certificación.
Un tercer aspecto tiene que ver con el reconocimiento que la CFV es una iniciativa
de sociedad civil que establece un acuerdo social entre los diferentes involucrados
para auto imponerse unas normas (estándares) que se consideran caracteriza una
operación forestal “sostenible”. Tal vez la palabra “sostenible” todavía sigue siendo
muy grande pero representa una aspiración, una guía para caminar. Esto hay que
valorarlo porque implica que la sociedad civil contribuye a la gobernanza del
bosque facilitando mecanismos de control social para respetar las leyes forestales
y relacionadas. La Ley Forestal peruana ha valorado este aspecto por lo que la
CFV genera incentivos a los operadores forestales. Lo interesante del caso es que
51
siendo iniciativa de la sociedad civil parte del respeto de la normatividad local,
regional y nacional. Una situación de suma antes que de resta.
Un sexto aspecto refiere a reconocer la CFV como una forma decidida de luchar
contra la tala ilegal. Por su propia naturaleza toda operación forestal está reñida
con la ilegalidad y a mayor cantidad de operaciones forestales certificadas los
ilegales tienen menos maniobra para operar.
Finalmente, hay que señalar que todo el proceso es adaptativo por lo que es la
propia experiencia de campo y la reflexión crítica permanente que permite ajustar
los estándares a las condiciones reales de un espacio geográfico determinado sin
llegar a sacrificar el espíritu básico de la herramienta que es favorecer la
rentabilidad de las empresas forestales respetando consideraciones de orden
ambiental y social.
Para cerrar esta nota quiero invitar a los involucrados a reflexionar sobre los
alcances de la CFV y señalar que el concepto de Responsabilidad Social y
Ambiental de las empresas forestales sí es posible y nos corresponde a todos y
todas contribuir para el proceso pueda avanzar en forma constructiva, ponderada
y participativa. Sobre todo, hay que hacer respetar su carácter voluntario, pues
que mejor que actores realmente comprometidos dedican sus esfuerzos, sus
recursos y sus talentos a respetar el gran acuerdo social por bosques manejados y
conservados con respeto y oportunidades a la gente.
Pucallpa, Marzo del 2006
Cuando se dieron las concesiones forestales tenemos que reconocer que no había
una opinión concertada entre los actores sobre la viabilidad de su implementación
52
exitosa. Cierto es que no fue producto de un acuerdo social sino el convencimiento
de que era lo “técnicamente correcto” para el momento. Para despejar las dudas y
los temores se acuñó una proverbial frase que “la carga se arregla en el camino”
como un mensaje que reemplazaba al: empecemos y después vemos cómo se
van arreglando las cosas”.
Ahora bien, si queremos darle un tono negativo tendríamos que decir que
corresponde a la improvisación, a la dejadez, cuando no hasta de
irresponsabilidad.
En defensa de la actitud tal vez se podría decir que el liderazgo implica visionar
aspectos que los demás no ven y que los objetivos superiores no pueden esperar
el consenso porque el ritmo de desaparición de los bosques tropicales es
extremadamente alarmante y que la explotación de bosques y de personas no
puede esperar los acuerdos sociales. Pero ahora no estamos seguros si
efectivamente los líderes de la propuesta “la vieron”, si estábamos hablando de
objetivos superiores y que si había real preocupación por el destino de los
bosques y de los bosquecinos. Aún con el membrete de “Manejo Forestal
Sostenible” podríamos estar privilegiando excesivamente la parte “técnica” y
descuidando de la parte social, económica, cultural, institucional y política de la
temática forestal. Por ello, decir que era “técnicamente correcto” también queda
relativizado por que lo técnico en el manejo de bosques no se reduce
exclusivamente a una mirada forestal convencional.
Aplicada la figura literaria al caso forestal tendríamos que decir que es importante
empezar pero que nos comprometemos a generar todas las condiciones sociales,
económicas, culturales, institucionales y políticas para que las concesiones
forestales puedan tener éxito. Ello se traduce en una política forestal clara,
53
explícita; una institucionalidad integrada y un marco legal coherente. Lo que
encontramos es que no hay tal voluntad política oficial para hacer que las
concesiones forestales sean exitosas y todavía se anidan resistencias al interior
del empresariado forestal cuando no de dudas entre los propios profesionales del
sector.
Ahora bien, tenemos que reconocer que la realidad forestal no se resuelve sólo
por el accionar forestal sino que existen condiciones estructurales mayores de las
13
Si un profesor de escuela encuentra que el 60 % de sus estudiantes se jalan entonces tendría que preguntarse
seriamente si él está fallando o están fallando los alumnos.
54
cuales tenemos poco control. Con mayor razón, entonces, para dar una mirada
mucho más completa de la que hasta ahora le hemos dado. El (sub) sector
forestal no es precisamente un jardín de rosas pero esa es la realidad con la que
partimos.
55
17. Economía orientada al cliente y la gestión forestal
14
Nosotros nos cambiamos de giro, de ámbito o de actores y asunto arreglado ¿Y los clientes?
56
Bueno, pero alguien podría decir, si pero nosotros tenemos clientes muy
especiales que no saben exactamente qué es lo que quieren, y cómo lo quieren.
¿Estamos seguros? ¿Ellos (as) están buscando bienes o servicios forestales o
están buscando mejorar sus condiciones de vida? La respuesta es clave para
revisar si es que tenemos un enfoque orientado al recurso o si es que tenemos un
enfoque orientado a objetivos superiores y trascendentes.
O desde el otro ángulo también podríamos decir que tenemos unos clientes que
saben muy bien lo que quieren, sólo los resultados del inventario o los
documentos del Plan de Manejo Forestal como requisitos administrativos,
independientemente de cómo se hayan hecho, total los clientes de la
administración pública no siempre se preguntan si los productos están o no bien
hechos, si no se contentan con que existan. Evidentemente, no compartimos la
idea y más bien propugnamos que las cosas se hagan bien hechas y
oportunamente. Una respuesta después de un año ya no es justicia ni va a tono
con el ritmo de los negocios forestales.
Los clientes no se refieren únicamente a los actores externos sino que también
podemos hablar de clientes internos dentro de una organización o empresa. Toda
la discusión anteriormente citada es válida al interior de la organización o empresa
forestal. Nosotros definimos el alcance de nuestros productos o servicios. Estamos
ofreciendo informes, reportes, logística, actividades o estamos ofreciendo
conocimientos, espíritu de equipo, resultados, contribuciones al propósito o la
57
finalidad. Nos preguntamos si estamos ofreciendo contribuciones o estamos
colocando obstáculos, si estamos ofreciendo nuestras frustraciones o estamos
ofreciendo fe, esperanza, optimismo, aliento, incentivos, motivaciones, objetivos
superiores compartidos.
58
18. Ciencias naturales y ciencias sociales: ¿De qué territorialidad estamos
hablando?
"Antes los Shpibos no querían tocar la lupuna porque decían que era la
madre de los bosques. Y para nosotros, que somos profesionales, ésas son
tonterías. Después de un arduo trabajo de extensión forestal hemos
logrado que ellos aprovechen la madera de lupuna y que reforesten. Ha
sido el producto de la entrega y el sacrificio de nuestros extensionistas
forestales.
...Aunque debo reconocer que ahora hay menos árboles de lupuna que
antes".
Un Ex Decano Forestal
59
Si pues, por más esfuerzos que hemos realizado por mantener nuestra
territorialidad en las ciencias naturales, en sus diversas especialidades, hace
tiempo que ya hubo “invasiones” de todo tipo. La pregunta es ¿cuál debe ser
nuestra actitud frente a tales “invasiones”?. Trataremos de contribuir a la reflexión
con algunas ideas básicas.
Lo primero que se nos ocurre es identificar cuáles serían las posibles razones que
explicarían la “invasión” de los científicos sociales en los predios de los
profesionales de las ciencias naturales:
Pero también podríamos hacer un esfuerzo por identificar algunas ideas por las
cuales no hemos incursionado en las ciencias sociales
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1. ¿Por qué razones tendría yo que preocuparme más en conocer de ciencias
sociales y aplicarlo en mi campo?
2. ¿Cuál es la razón fundamental de mi profesión? ¿Cuál es mi negocio?
Desde Tansley estuvo muy claro que el campo temático de la ecología incluye
tanto al ser humano como a las interacciones de éste con el ambiente,
consecuentemente la ecología de la conservación debe atender a cómo el ser
humano participa de los sistemas ecológicos (Gudynas, 2002). Y para los
excesivamente economicistas es bueno conocer y reconocer que aún Adam
Smith, el padre del liberalismo, no disociaba la economía de los valores morales.
61
Afirmaba Hawley (1996) que “no se puede decir, hoy, que la sociología es la
ciencia del ser humano en sociedad, con un mínima (o sin ninguna) referencia
referencia al mundo de la Biología; como tampoco la Biología, puede ignorar, y no
sólo respecto del hombre, que la sociedad es una realidad que se puede dar por
sabida o más, frecuentemente, pasada por alto”.
Bajo una concepción más amplia del (medio) ambiente es entendido como el
compendio de valores naturales, sociales, culturales que en un momento
determinado influyen en las características materiales, sicológicas y sociológicas
del hombre. Afirma Ingemar Hedström que hace rato que la ecología ha salido de
la jaula de definiciones académicas, y que jamás seremos capaces nuevamente
de volver a meter la definición científica de la ecología, dentro de su jaula original
(Gudynas, 2002).
De otro lado, hay que considerar que el universo físico es el mundo de lo simple y
el conjunto de sistemas adaptativos complejos, el mundo de los complejos.
Simplicidad y complejidad son las dos caras de la realidad que nos rodea (Fisher,
2000).
A medida que los estudios del caos cuestionan la idea de que el cambio
siempre era paulatino y pronosticable, la noción de la complejidad
cuestiona las ideas reduccionistas de que las cosas se comprenden mejor
dividiéndolas en componentes más pequeños. Con una urgencia creciente,
muchos científicos han llegado a creer que el enfoque reduccionista, y la
estructura cada vez más compertamentalizada de la ciencia moderna que
se produjo, se aproximaban a un callejón sin salida. Cuanto más aprendía
la ciencia, parecía que tanto menos tenía que decir acerca de muchos de
los problemas más complejos del mundo (Breslin, 2004)
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Las presentes notas pretenden contribuir a los procesos de reflexión sobre los
currículos universitarios, el rol de los gremios profesionales y el desenvolvimiento
profesional de los profesionales de las ciencias naturales y plantear nuevas,
originales y creativas formas de generar un diálogo intercultural entre cientistas
naturales y cientistas sociales ¿de qué territorio estábamos hablando?
Literatura citada:
Fisher, A. 2000
Evolución... El nuevo paradigma. Una nueva aproximación a las Ciencias Sociales.
Editorial Universitaria. Santiago de Chile.
Hewley, A. 1996
Teoría de la ecología humana. Tecnos. Madrid
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64