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CAPÍTULO II
I. LOS NOMBRES
Analizaremos aquí los nombres que se le dan al Señor en la Biblia, tanto los
nombres-títulos, como los que marcan designaciones referidas a su persona,
atributos y obra; veamos:
CRISTO
Este nombre fue el que Jesús usó más frecuentemente y tiene carácter
mesiánico, en el contexto de Daniel 7: 13-14: “…venía uno como hijo de
hombre…Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos,
naciones y lenguas le sirvieran; su dominio es dominio eterno, que nunca
pasará, y su reino uno que no será destruido”. Se destaca el reinado de Cristo
aquí que ocurrirá durante el Milenio; esta misma referencia se hace en Juan
5: 27 “El Padre…le dio también autoridad para juzgar, por cuanto es Hijo del
Hombre”; la referencia aquí es a los juicios que realizará el Señor en su
venida. Jesús usaba este título con mucha frecuencia; en Mateo 30 veces, en
Marcos, 14; en Lucas 25; y en Juan 12 veces.
para que tengas de él memoria, o el hijo del hombre que lo visites?”; esto
designa el alto destino del hombre como señor de todo lo creado, tal como
Dios dijo cuando lo creó: “hagamos al hombre a nuestra imagen…y tenga
dominio sobre peces…aves…bestias” (Gén. 1: 26). Este salmo lo cita el autor
de Hebreos para referirse a la pérdida del señorío del hombre y a la
recuperación que Cristo hizo quien está “coronado de gloria y de honra a
causa del padecimiento de la muerte” (Heb. 2: 8-10). (Trenchard, 1999: 141).
EL título Hijo del Hombre también es equivalente al Postrer Adán.
Pablo en 1ª de Corintios 15: 45-47) dice: “Fue hecho el primer hombre Adán
alma viviente; el postre Adán, espíritu vivificante”; luego hace una
comparación: el primer hombre es de la tierra, terrenal; el segundo hombre,
que es el Señor, es del cielo. Esta idea del Postrer Adán se puede ampliar en
Romanos 5: 12-21.
Una de las explicaciones de por qué Jesús usaba el titulo Hijo del
Hombre cuando hablaba de sus sufrimientos en la cruz que habría de
padecer (Mt. 17: 9, 22; 26:: 2; Jn 12: 31-34), es porque éstos serían la
consumación de su obra como el postre Adán; como el apóstol Pablo
describe en Romanos 5: 12-21, cuando reitera que a través de Jesús entró la
vida, mientras que por Adán, la muerte.
HIJO DE DIOS. EL HIJO AMADO (MATEO 12: 18). HIJO DEL ALTÍSIMO (LUCAS
1:32)
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obra de Cristo, Universidad del Atlántico, Barranquilla, 2011.
EL VERBO
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obra de Cristo, Universidad del Atlántico, Barranquilla, 2011.
sentido general, se define como uno que consuela y ayuda. También se usaba
en las cortes de justicia para denotar a un asistente legal, un defensor, un
abogado. Se entiende entonces, como el que aboga por la causa de otro, un
intercesor, un abogado.
Al aplicarse este nombre a Jesús en 1ª de Juan 2: 1-2, por el contexto,
se entiende este último sentido de abogado o asistente legal: “Hijitos míos,
estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado,
abogado tenemos para con el padre, a Jesucristo el justo. Él es la propiciación
por nuestros pecados; no solamente por los nuestros, sino también por los
de todo el mundo”. Juan les está hablando a creyentes; por lo tanto, Jesús es
abogado para aquél que ha pecado, pero que ha tenido un genuino
arrepentimiento, pide perdón a Dios y decide apartarse de ese pecado. Aquí,
Jesús actúa como abogado delante del Padre, para defender al creyente. Él
mismo usó el término consolador o “paracleto” cuando le habló a sus
discípulos de su partida y de la venida del Espíritu Santo: “Si me amáis,
guardad mis mandamiento. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador,
para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el
mundo no puede percibir, porque no le ve ni le conoce” (Jn. 14: 15-17). El
término que usa aquí Juan para “otro consolador” es “állon parakletón”
(ἄλλον παρἁκλητον).
Jesús también es abogado para el que lo recibe en su corazón, cree en Él y
nace de nuevo. Colosenses 2: 13-14 dice: “Y a vosotros, estando muertos en
pecados y en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con
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él, perdonándoos todos los pecados, anulando el acta de los decretos que
había en contra de nosotros, que nos era contraria, quitándola de en medio y
clavándola en la cruz”. Nosotros éramos declarados culpables y nuestro
veredicto era la muerte, porque la paga del pecado es muerte; pero Jesús,
mediante su sacrificio, nos declaró justos delante de Dios Padre, pues
satisfizo todas las demandas. Como abogado hizo que se anulara dicha acta
condenatoria.
Por Jesús somos salvos: “que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor
y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos serás salvo” (Ro.
10: 9). Sólo él pagó el precio por nuestros pecados, y por su sacrificio
tenemos salvación, no iremos al infierno por la eternidad.
Jesús es el bendito por los siglos de los siglos, que produce nuestro gozo,
nuestra bienaventuranza. Este nombre también apunta al atributo divino de
la soberanía, la cual indica la plena autoridad de Cristo sobre los cielos y la
tierra, su voluntad absoluta sobre el universo, el mundo, los seres humanos,
su autoridad sobre los ejércitos del cielo y los habitantes de la tierra. La
soberanía se relaciona con el hecho de que Dios sostiene todas las cosas con
su omnipotencia y ha determinado un plan para la humanidad que se
cumplirá. También apunta a que Dios gobierna como Rey en el sentido
absoluto de la palabra, todas las cosas dependen de Él y le sirven. Jesús es el
soberano Rey de reyes y Señor de señores.
YO SOY
Este término afirma la deidad de Cristo. Jesús usa esta expresión 23 veces en
el evangelio de Juan (gr. Ego eimi):
8: 18, “Yo soy el que doy testimonio de mí mismo”. Esta expresión reafirma la
autoridad de Jesús, quien no necesita nadie de testimonio de quién es, pues
Él mismo da testimonio y el Padre.
8: 24 “Por esto os dije que moriréis en vuestro pecados; porque a menos que
creáis que Yo Soy en vuestros pecados moriréis”. Jesús asevera que sólo en Él
hay perdón de pecados, y quien tiene esta potestad es Dios, por lo cual
afirma su divinidad.
8: 28 “Cuando hayáis levantado al Hijo del Hombre, entonces entenderéis
que Yo Soy”. Dos denominaciones divinas se hacen aquí: Hijo del Hombre,
que aparece por lo general en un contexto vinculado al sacrificio de Cristo; y
“Yo Soy”, el nombre YHWH, con el que Dios se reveló a Moisés y al pueblode
Israel.
8: 58 “De cierto, de cierto os digo que antes que Abraham fuese Yo Soy”. La
reacción de los judíos de arrojarle piedras a Jesús después de haber hecho
esta declaración, se explica porque entendieron que Él usó el nombre de Dios
para dirigirse a sí mismo. La referencia clara es a Éxodo 3: 13-14: “…Si ellos
me preguntan: ‘Cuál es su nombre? ¿qué les responderé?. Dios dijo a Moisés:
YO SOY EL QUE SOY. – Y añadió -: Así dirás a los hijos de Israel: YO SOY me ha
enviado a vosotros”. La versión de la Septuaginta de este pasaje dice:
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Jesús dice de sí mismo: “Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca
tendrá hambre” (Jn. 6: 35). La referencia clara es a la vida eterna. Esta
afirmación la hace Jesús después de la alimentación a los 5.000 que luego lo
buscan para que les dé nuevamente alimento; Jesús les dice que busquen el
pan que a vida eterna permanece que el Hijo del Hombre les dará (Jn. 6: 27).
En este texto, Jesús les habla de la necesidad de que crean en Él, lo cual
significa hacer las obras de Dios. La pregunta que le hacen los que lo buscan
es qué señal puede mostrar y le dicen “Nuestros padres comieron el maná en
el desierto, como está escrito: Pan del cielo le dio a comer” (Jn. 6: 31). Jesús
aprovecha para decirles que Moisés no les dio el pan del cielo, sino que el
Padre les da el verdadero pan del cielo, Jesús, la vida eterna.
Jesús como buen pastor (Jn. 10: 11) hace referencia al sacrificio de Cristo,
cuando dice “el buen pastor su vida da por las ovejas” (v. 11) y remite a
varios pasajes del antiguo Testamento como el salmo 79: 13, 80: 1; y Ezequiel
34: 15. También encontramos el salmo 23 que apunta a Jehová, sus atributos
y sus obras, las cuales se aplican a Cristo en el Nuevo Testamento; veamos la
relación:
1. “Jehová es mi pastor”:
Jehová Ra’ah o Ro’hi (Jehová es mi pastor) ¿Por qué le compara David con
un pastor? David tenía buen conocimiento de lo que encierra el ser pastor.
a. El pastor conoce a sus ovejas: “Yo soy el buen pastor, y conozco mis
ovejas, y las mías me conocen” (Juan 10:14).
b. El pastor se relaciona con sus ovejas. “…Las ovejas oyen su voz; y a sus
ovejas llama por nombre,… y las ovejas le siguen, porque conocen su voz”
(Juan 10:3,4).
e. El pastor se sacrifica por ellas. “el buen pastor su vida da por las ovejas”
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2. Jesús como pastor, a la luz del salmo 23 también es Jehová Yireh (Jehová
proveerá): “… nada me faltará…”
El Pastor alimenta y sacia la sed de sus ovejas. “Yo soy el Pan de Vida; el que
a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que a en mí cree, no tendrá sed
jamás.” (Juan 6:35).
Este nombre forma parte de una profecía de Isaías, sobre la primera venida
de Cristo, sobre su nacimiento: “Porque un niño nos es dado, y el principado
sobre su hombro; y se llamará su nombre Admirable, Consejero, Dios fuerte,
Padre Eterno, Príncipe de Paz” (Is. 9: 6). Cinco nombres menciona Isaías aquí
sobre Jesús, por revelación del Espíritu Santo, y todos apuntan a atributos y
obras del Señor. Él es Príncipe de paz porque por él tenemos paz para con
Dios, ya que nos reconcilió con el Padre a través de su sacrificio en la cruz del
calvario (Ro. 5: 10, 2 Cor. 5: 18, 19). También es nuestra paz, porque
reconcilió los dos pueblos, el judío y el gentil, en su cuerpo que es la iglesia
(Ef. 2: 14, 15). Jesús también es nuestra paz, porque Él dijo: “mi paz os dejo
mi paz os doy” (Jn. 14: 27), porque cuando oramos y le damos gracias, Él nos
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Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y si él nada de lo que ha sido
hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”
(Jn. 1: 1-3). Este versículo narra cómo Cristo es Dios y por Él fueron creadas
todas las cosas; pero también agrega que antes de la fundación del mundo,
de la creación de todas las cosas y en el tiempo de dicha creación, en Jesús
estaba la vida y ésta era la luz de los hombres. El versículo 4 indica que
desde ese tiempo ya se había previsto que el Cristo fuera el cordero sin
mancha que se sacrificaría por los pecados de la humanidad, que sería
revelado en el tiempo postrero, y a través de quien vendría la vida eterna, la
luz de los hombres. Nótese que en Génesis 1: 1 se narra la creación como en
Juan 1: “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. Es interesante ver
cómo este “en el principio coincide con el de Juan 1: 1; y justamente la
expresión en griego es en argé (εν αρχή), la misma que se usa en la versión
griega del Antiguo Testamento, de la Septuaginta:
evento creativo es el mismo que narra Juan: “Todas las cosas por él fueron
hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.
Jesús es la luz del mundo; por eso todo aquél que lo recibe y cree en Él, pasa
de las tinieblas a la luz: “…para que abras su ojos, para se conviertan de las
tinieblas a la luz, de la potestad de Satanás a Dios; para que reciban, por la fe
que es en mí, perdón de pecados y herencia entre los santificados” (Hechos
26: 18), “Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa,
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pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os
llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1ª P. 2: 9). Esta luz estaba
profetizada en el Antiguo Testamento: “El pueblo que andaba en tinieblas
vio gran luz; los que moraban en sombra de muerte, luz resplandeció sobre
ellos” (Is. 9: 2). Esta palabra fue dicha para la tierra de Neftalí y Zabulón,
Galilea de los gentiles, y se cumplió en Mateo 4: 14-16. Jesús es el Siervo de
Jehová, profetizado en Isaías 42: 1-7, es la luz de las naciones, el que abre los
ojos de los ciegos, saca de la cárcel a los presos y de casas de prisión a los
que moran en tinieblas.
Jesús usa esta metáfora para autodenominarse e indicar su labor como buen
pastor. En el Cercano Oriente el pastor solía dormir a la entrada del redil
para brindar protección a sus ovejas; con lo cual su propio cuerpo se
“convertía” en especie de una puerta. Jesús es la puerta porque Él nos
brinda protección y cuidado, nos guarda; también es la puerta porque sólo
por Él tenemos entrada al redil, a la vida eterna, sólo a través de Él tenemos
entrada al Padre, podemos ser sus hijos, y ser guardados.
temor de Jehová (Is. 11: 2). Isaías hace pares de términos asociados:
sabiduría-inteligencia, consejo-poder, conocimiento-temor de Jehová. En
cuanto al segundo par, consejo-poder, vemos que se puede aplicar a este
nombre admirable consejero pues Jesús es admirable por ser poderoso, es
consejero por su sabiduría, inteligencia, conocimiento.
DIOS (JUAN 1: 1, 18; 20:28; HEBREOS 1:8; ROMANOS 9:5; 2 PEDRO 1:1; 1
JUAN 5:20) LA IMAGEN DE DIOS (2 CORINTIOS 4:4). DIOS FUERTE (ISAÍAS 9:6)
NUESTRO GRAN DIOS Y SALVADOR (TITO 2:13) DIOS (JUAN 20: 28). DIOS
BENDITO (ROMANOS 9: 5). EMANUEL (ISAÍAS 7: 14). DIOS PODEROSO
(ISAÍAS 9: 5).
Jesús es la única esperanza para el ser humano, porque sólo Él puede darnos
salvación; en Él esperamos la gloria que ha de manifestarse, la vida eterna, el
cuerpo glorioso a la semejanza del suyo; la gloria de su segunda venida, la
gloria de su reinado en el Milenio, la gloria de su reino eterno.
Este término señala el dominio, poder y soberanía de Cristo sobre todo. Toda
potestad le ha sido dada en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra; todo
dominio le pertenece. Vemos aquí nuevamente referencia a su deidad.
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Rodríguez Cadena Yolanda, Ferrer Ruiz Gabriel. Cristología: Doctrina de la persona y
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Se sintetiza aquí el poder de Dios para salvación a todo aquel que crea;
también se resalta que la predicación de Jesús, es la que puede llevar al ser
humano a ser salvo y esto no es sabiduría de hombres, sino sabiduría de Dios.
los profetas de ese otro tiempo del que habla el autor del libro de Hebreos,
apuntaba a Cristo: “Los profetas que profetizaron de la gracia destinada a
vosotros, inquirieron y diligentemente indagaron acerca de esta salavación,
escudriñando qué persona y qué tiempo indica el Espíritu de Cristo que
estaba en ellos, el cual anunciaba de antemano los sufrimientos de Cristo, y
las glorias que vendrían tras ellos” (1 P. 1: 10-11).
Naturaleza humana
Jesús poseyó los tres elementos de la naturaleza humana, esto es: un cuerpo
material, un alma y un espíritu; tuvo gestación y un nacimiento humano; la
Biblia dice que Jesús fue manifestado en carne (Juan 1: 14; 1 Tim. 3: 16; 1
Juan 4: 2); Jesús poseía intelecto, sentimientos, emociones, razón y al morir
entregó el espíritu (Mat. 27: 50). Jesús tuvo necesidades humanas, tuvo sed,
hambre; sufrió penalidades, lloró, se entristeció, sufrió el dolor y la muerte.
Pero esta naturaleza humana de Cristo fue sin pecado, fue inmaculada,
Hebreos 4: 15, dice que en Cristo tenemos un sumo sacerdote que fue
tentado en todo, pero sin pecado; Lucas 1: 35, dice que nacerá un santo Ser
que será llamado Hijo de Dios; el mismo Jesús decía que nadie podía acusarlo
de pecado (Juan 8: 46); en 2 Corintios se afirma que Jesús no conoció pecado,
pero que Dios lo hizo pecado para que nosotros fuéramos justicia de Dios en
Él. Esto quiere decir que Jesús fue hecho pecado en el sentido judicial; Él
recibió en la cruz todo el pecado de la humanidad, para que fuese anulada el
acta de los decretos que estaba en contra del ser humano, y así poder hacer
justos a los pecadores que aceptaran su sacrificio. (Col. 2: 14). Por ello, era
necesaria la naturaleza humana de Jesús, porque como el hombre pecó, el
castigo debía recibirlo un hombre, en este caso Jesús, quien tomó nuestro
lugar en la cruz, para que nos reconciliáramos con Dios. La paga del castigo
implicaba el sufrimiento del cuerpo y del alma, y Jesús pagó ese precio por
nosotros.
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Naturaleza divina.
¿Qué dice la Biblia sobre la deidad de Cristo? En el apartado anterior
analizamos los nombres de Cristo y vimos que varios de ellos apuntan a su
deidad. En este punto estudiaremos los atributos del Señor asociados a este
tema y retomaremos los nombres.
Vamos a tomar como base varios aspectos que argumentan la deidad
de Cristo, citaremos las siguientes versiones bíblicas, según las necesidades
del estudio: Reina Valera 1960, 1995; Nueva versión internacional, NVI;
Nuevo Testamento interlineal griego-español, NTIGE; Biblia Cantera Iglesias,
BCI; y Biblia de las Américas, BA.
Los aspectos que la Biblia declara son los siguientes: 1) Cristo recibe la
adoración como Dios. 2) A Cristo se le denomina explícitamente DIOS. 3) A
Cristo se le aplican nombres de Dios. 4) Cristo es puesto como igual al Padre
cuando asume la voz como Dios. 5) A Cristo se le atribuyen hechos divinos.
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Cristo es adorado.
La Biblia nos enseña que solo Dios debe ser adorado (Ap 19: 10; 22: 8). En las
diferentes versiones bíblicas se corrobora esto; Veamos:
En Mateo 2: 2, 11, se expresa: “y venimos a adorarle”, “y postrándose,
lo adoraron..” (RV, 1960). En Apocalipsis 5: 8 (RV, 1960) se dice
explícitamente: “Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres viviente y
los veinticuatro ancianos se postraron delante del cordero”; se postraron en
señal de adoración; enseguida el versículo 9 dice que los ancianos cantaron
un cántico de alabanza: “digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos”; en
el versículo 11 y 12 se dice que los millones de millones de ángeles decían a
gran voz: “El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las
riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza”, y más
adelante en el versículo 13, dice: “Al que está sentado en el trono, y al
Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los
siglos”. (RV, 1960, 1995, NVI). Aquí se especifica que la alabanza es para el
Padre, el que está sentado en el trono y para Jesús, el Cordero. Veamos el
capítulo 5: 13, en las otras versiones:
BA: “AL que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra,
la gloria y el dominio por los siglos de los siglos”. Se cambia poder por
dominio.
BCI: “Al que está sentado en el trono, y al Cordero, la bendición, el honor, la
gloria y el poder por los siglos de los siglos”.
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NTIGE: la traducción del griego dice: “Al que está sentado en el trono y al
Cordero (sea) la bendición y el honor y la gloria y el dominio por los siglos de
los siglos”.
Lo interesante de este versículo es que le antecede lo siguiente: “Y a
todo lo creado que está en el cielo; y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y
en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir”. Todo lo creado alaba
al Padre y al Cordero, a Jesús. Compárese este versículo con el salmo 150:
“Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya” (RV, 1960), y el salmo 148 en el
que se describe que toda la creación alaba a Jehová: “Alabad a Jehová desde
los cielos; alabadle en las alturas. Alabadle en las alturas. Alabadle, vosotros
todos sus ángeles; alabadle, vosotros todos sus ejércitos...” El salmo continúa
con el sol, la luna, las estrellas, los cielos de los cielos, las aguas, desde la
tierra, los monstruos marinos, el fuego, el granizo, la nieve, el vapor, el
viento, los montes, los árboles, los animales, los reyes de la tierra. Después se
dice: “Alaben el nombre de Jehová, porque sólo su nombre es enaltecido.
(148: 13). Sólo el nombre de Jehová es enaltecido; y aquí vemos que el
nombre de Jesús también. Esto argumenta la deidad de Cristo. (Para otros
versículos donde se adora y alaba a Jesús, ver: 2 Pedro 3: 18).
Cristo es Dios.
1) Veamos Juan 1: 1.
RV, 1960: “En el principio era el Verbo, y el verbo era con Dios, y el verbo era
Dios”.
RV, 1995: “En el principio era el Verbo, el Verbo estaba con Dios y el Verbo
era Dios”.
VI: En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo
era Dios.
BA: En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era
Dios.
BCI: Al principio existía la Palabra, y la Palabra existía con Dios, y la Palabra
era Dios.
La versión del griego es: En principio era el Verbo, y el Verbo estaba cerca de
Dios, y Dios era el Verbo (kaí theos en jo logos).
2) Juan 1: 18.
Aquí se explicita más que Jesús es Dios: “A Dios nadie le vio jamás; el
unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer” (RV,
1960, 1995). Las versiones Reina Valera del 60 y 95 omiten una información
importantísima que sí incluyen las versiones, Versión internacional, Biblia de
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las Américas, Biblia Cantera Iglesias, las cuales corresponden con la versión
en griego:
BA: Nadie ha visto jamás a Dios; el unigénito Dios, que está en el seno del
Padre, El le ha dado a conocer.
VI: A Dios nadie lo ha visto nunca; el Hijo unigénito, que es Dios y que vive en
unión íntima con el Padre, nos lo ha dado a conocer.
BCI: A Dios nadie lo ha visto nunca; el Dios Hijo Unigénito, el que está en el
regazo del Padre, ése (lo) reveló.
La traducción del griego dice: A Dios nadie ha visto nunca; (el) unigénito Dios
el que está en el seno del Padre, él dio a conocer. (monogenos theos o on eis
ton kolpon tou patros, ekeinos eksegesato).
3) Romanos 9: 5.
RV 1960: de quienes son los patriarcas, y de los cuales, según la carne, vino
Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amen.
RV, 1995: A ellos también pertenecen los patriarcas, de los cuales, según la
carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos.
Amen.
VI: De ellos son los patriarcas, y de ellos, según la naturaleza humana, nació
Cristo, quien es Dios sobre todas las cosas. ¡Alabado sea por siempre! Amén.
BA: de quienes son los patriarcas, y de quienes, según la carne, procede el
Cristo, el cual está sobre todas las cosas, Dios bendito por los siglos.
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4) 1ª de Juan 5: 20.
RV, 1960, 1995: “Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado
entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero,
en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios, y la vida eterna.
VI: También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado
entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y estamos con el
Verdadero, con su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero. Y estamos con el
Verdadero, con su Hijo Jesucristo. Este es el Dios verdadero y la vida eterna.
BA: Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento a
fin de que conozcamos al que es verdadero; y nosotros estamos en aquel que
es verdadero, en su Hijo Jesucristo. Este es el verdadero Dios y la vida eterna.
BCI: pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado inteligencia
para que conozcamos al Verdadero; y estamos en el Verdadero, en su Hijo su
Hijo Jesucristo; éste es el verdadero Dios y vida eterna.
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5) Tito 2: 13.
1. Eternidad
Este atributo sólo le pertenece a Dios. Los ángeles fueron creados y han
presenciado múltiples edades, pero éstas no se equiparan a la eternidad que
sólo Dios posee. Jesús tiene este atributo, en los nombres de Cristo veíamos
que Isaías le denomina Padre eterno (Is. 9: 6); Miqueas, dice refiriéndose a
Jesús, que sus salidas son desde los días de la eternidad (Mi. 5: 2); Juan
afirma que en el principio era el Verbo, y este estaba con Dios y era Dios (Jn.
1: 1); Jesús mismo dice: “antes que Abraham fuese Yo Soy” (Jn. 8: 58),
reiterando el nombre revelado a Moisés.
2. Inmutabilidad.
3. Omnipotencia
4. Omnisciencia:
En Juan 6: 64 se afirma que Cristo sabía quiénes eran las personas que
habrían de creer en Él. También dice: “Ahora entendemos que sabes todas
las cosas” (Jn. 16: 30). Pedro dijo “Señor, tú lo sabes todo” (Jn. 2: 25).
5. Omnipresencia.
LA UNIPERSONALIDAD DE CRISTO
Al inicio de este apartado plateamos que Jesús tiene dos naturalezas; pero
esto no quiere decir que en Él haya dos personas; por lo tanto, es necesario
mencionar la unipersonalidad del Señor; esto quiere decir que en Jesús no
había dos personas diferentes o dos personalidades; sino que Cristo es UNA
persona, con dos naturalezas. El término ‘naturaleza’ se refiere a la suma
total de todas las cualidades esenciales; mientras que ‘persona’ se define
como una sustancia completa capacitada con la razón, un sujeto responsable
de sus propias acciones. Cristo es una persona que posee la suma de
cualidades humanas y la suma de cualidades divinas. Esto es importante
aclararlo, para poder entender que cuando Cristo se encarnó en hombre, no
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