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UNIVERSIDAD LATINA DE PANAMA

SEDE DE DAVID
FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS
CURSO DE INFORMÁTICA JURÍDICA

ANÁLISIS
“DIOS VUELVE EN UNA HARLEY”

DE JOAN BRADY

POR:
FATIMA I. ARAUZ
(C.I.P. 4-294-676)
EMILY HENRÍQUEZ
(C.I.P. 4-718-2026)

A CONSIDERACIÓN DEL PROFESOR:


SMITH DE JESÚS ROBLES

David, Provincia de Chiriquí. República de Panamá


2011

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ANÁLISIS

TEMA:

“DIOS VUELVE EN UNA HARLEY”

Este corto y sencillo libro escrito por Joan Brady, en el que nos relata una historia

con un marco de ficción, para regalarnos un mensaje inspirador y de autoayuda.

Christine, la protagonista, delata en primera persona toda su vida, de la cual se sentía

descontenta, insatisfecha y pesimista. También relata cómo de las situaciones que le

hacían sentir incómoda, y cómo había abrigado sentimientos de rencor y resentimiento,

especialmente en contra de su ex pareja, Michael Stein, con el cual tuvo un encuentro

muy doloroso y emotivo, al saber que se había casado con una compañera de trabajo

después de negarse a hacerlo con ella. El hecho de verlo feliz en su matrimonio fue

motivo de desdicha y enojo para Christine.

Las primeras páginas son un relato triste y oscuro, de la vida de una mujer de

mediana edad que se encuentra sola, que se queja de todo lo que le rodea y que no ha

podido reunir las fuerzas necesarias para perdonar a quienes le hirieron y a sí misma.

Cuando Christine siente la necesidad de de desahogar estos sentimientos se

acerca a un bar a tomar unas copas y allí tiene un encuentro fantástico, con un hombre

de apariencia ruda a primera vista, vestido de motociclista, pero que puede leer los

pensamientos y conoce cada detalle de la vida de cada uno. La escritora intenta hacer

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de Joe, el hombre en la motocicleta Harley Davidson, una semejanza de Dios, con

algunas ideas un tanto liberales, pero nos enfocaremos en el mensaje de fondo más

que en la forma de la narración y sus personajes.

Leyendo entre las líneas podemos abstraer verdades innegables que son

aplicables a la vida del ser humano:

 No existen las coincidencias. Dios tiene el control de todo lo que sucede.

Dice un pasaje bíblico que no cae un cabello de nuestra cabeza sin que

sea su voluntad. De modo que para quien tiene fe y ama a Dios, todo

viene de su mano con un propósito especial, y así como se reciben las

bendiciones, también debemos tener la entereza de enfrentar las

dificultades confiando que en medio de cualquier situación Dios está a

nuestro lado. Hay ocasiones en que los problemas por los que

atravesamos no son más que bendiciones disfrazadas. Son

oportunidades para probar de lo que estamos hechos y vencer los

obstáculos que llegan a nosotros. Se aprende más de los momentos

duros que de los de regocijo.

 Las apariencias, aún engañan . La apariencia de Joe, que según la

escritora es la personificación de Dios, presenta un gran contraste con la

imagen divina que nos han inculcado desde pequeños. Dios puede

hablarnos de formas inesperadas y acercarse a través de otros, para

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hacernos llegar su mensaje, siempre que nuestro corazón esté abierto a

escucharlo.

 Los muros que creamos para protegernos de que alguien nos dañe

también nos aislan. Tal como lo hizo la protagonista, una vez que

pasamos por el desengaño, la traición, la desilusión, tratamos de

autoprotegernos, al crear barreras que otros no puedan atravesar, para

evitar sentir el mismo color nuevamente. Sin embargo, fuimos creados

como seres sociales, nuestra naturaleza incluye la interacción constante

con nuestros semejantes, la cual nos da vida y nos enriquece.

 Perdonar a Dios. Tal como señala Joyce Meyer, en su libro “Controlando

sus Emociones”, “…es sentir enemistad contra Dios porque a Él se le

acusa de defraudarnos de algo importante en nuestra vida”. Cuando las

cosas no salen como las planeamos, a pesar de haberle pedido a Dios

que tomara el control de ellas, nos sentimos abandonados por Él y hasta

sentimos resentimiento pues por ser Todopoderoso y no hacer como le

hemos pedido, hay un sentimiento de engaño. Meyer destaca que Dios

no necesita que lo perdonemos, ni en Su sabiduría requiere de dar

explicaciones por sus actos, es un Ser mucho más sublime y digno que el

personaje de Joe. Para perdonar a Dios hay que realizar la idea de dejar

de vivir en el pasado, y abandonar la idea de la autocompasión para

aceptar que el mundo no gira alrededor nuestro.

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 Ha llegado la hora de empezar una nueva vida . El término bíblico para

esto es nacer de nuevo. Al tener un encuentro personal con Cristo, rendir

nuestra vida completa a Él para que nos muestre qué hacer, inicia una

reingeniería interior. Desde el interior de la persona comienzan los

cambios que le llevan a la plenitud y al gozo. A diferencia de la alegría,

que trata de momentos momentáneos, de realización y de regocijo, el

gozo es un estado permanente en el cual el ser humano siente paz y

satisfacción de su vida, y la confianza de que el futuro está en manos de

Dios. La Biblia no promete que nuestra fe hará que los problemas se

alejen, pero sí que tendremos “paz en medio de la tormenta”. Es mejor

una vida plena, aunque cada día tengamos que enfrentar retos, que una

vida cómoda con insatisfacción.

 Las verdades inmutables no pueden ser adaptadas a cada individuo .

Aunque las necesidades de cada individuo son distintas, los principios

sobre los cuales se desarrolla la moral y la vida espiritual, no pueden ser

flexibilizados para cada uno. Lo que sí afirmamos sin duda es que Dios

tiene un propósito especial para cada vida, un plan maravilloso que toca a

cada cual descubrirlo, para qué estamos aquí y cómo realizar ese

proyecto de vida. Como menciona Dante Gebel, en su libro “Destinado al

Éxito”, el que descubre su don, nunca más vuelve a trabajar. Es la

realización misma, que casi siempre se encuentra unido a nuestra labor

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diaria. Además Gebel expresa: Hoy soy un hombre libre en el amplio

sentido de la palabra. Vivo de lo que me gusta hacer, me pagan muy bien

por ello, y dispongo de mi tiempo para invertirlo en el reino de Dios.

Disfruto al llegar temprano a la cama como resultado de hacer lo que nací

para hacer. Aquello para lo que fui creado.

 Dios ha dispuesto cosas espléndidas para nuestro disfrute . La creación

completa contiene detalles que diariamente nos pasan desapercibidos. El

canto de los pájaros en la mañana, el frío agradable con que inicia el día,

y en fin un millón de bendiciones que el stress diario nos obliga a ignorar.

Para sentirse agradecido sólo hay que dar una mirada a estas pequeñas

maravillas que Dios nos regala.

 Cuida de ti mismo ante todo y sobre todo . Hemos sido creados conforme

a la imagen de Dios, y nuestro cuerpo es un templo, por lo tanto es

nuestro deber y dignidad cuidar de él, su salud espiritual, física y

emocional. Estas áreas de interconectan de modo que de enfrentar

problemas en una, es posible que los síntomas se reflejen en la otra.

 Ir tras las pasiones es la peor esclavitud. La sociedad actual se

caracteriza por calificar lo que se desea como bueno, sólo por el deseo

mismo de obtenerlo. La Biblia señala “todo me es lícito, más no todo me

conviene”. Hemos sido creados con un discernimiento y capacidad de

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razonamiento más allá de lo que llegaremos nunca a aprovechar. No será

nunca saludable que mande en nosotros el instinto y el apetito por encima

de la inteligencia. Son los principios espirituales y morales los que deben

llevar el rumbo del hombre, la carencia de los mismos son las principales

razones de la crisis social que enfrentamos.

Finalmente Christine haciendo los cambios que Joe le sugirió encontró una vida plena y

gozo para con ella misma, y sin por poner todas sus expectativas en un hombre. Y por

consecuencia, ella encontró una persona con la que probablemente compartiría el resto

de su vida. Al enriquecer su vida interior, se volvió una mujer más atractiva como mujer

y más abierta a recibir las bendiciones que Dios tenía preparadas para ella.

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REFERENCIAS

 Brady, J. (2003). “Dios vuelve en una Harley”. Argentina: Eleven.

 Gebel, D. (2009). “Destinado al Éxito”. Estados Unidos: Editorial Vida.

 Meyer, J. (2001). “Controlando tus Emociones”. Estados Unidos: Casa Creación.

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