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“El cine es el hijo de la fotografía y el ferrocarril. Una película no es sino un tren de fotogramas
propulsados a velocidad constante por un proyector”
Antonio Altarriba, “La imagen, la luz y el movimiento” en El cine antes del cine
.
Sí, vale, nos lo creemos, pero ¿quién es el padrino, y la abuela del cine, y los tatarabuelos?
Sombras, movimiento, espejos y Lotte Reiniger, como nombre propio, son los núcleos que dan
vida a este sencillo recorrido desde las cuevas prehistóricas a los primeros años del siglo XX,
con la ciencia y la tecnología haciéndonos soñar con los ojos abiertos, como canta Kevin
Johansen: “soñar no cuesta nada / soñar y nada más / con los ojos abiertos / que lindo que es
soñar”.
Organizan: Gobierno de Aragón. Departamento de Educación, Cultura y Deporte • Ciencia Viva - Un Día de Cine
Colaboran: CAI • Colección Francisco Boisset y Stella Ibáñez • Goethe Institut Madrid • Centro Buñuel Calanda
Textos: Francisco Boisset, Stella Ibáñez, Adolfo Ayuso, Jordi Artigas, Francisco Javier Frutos Esteban, José Luis
Cebollada y Ángel Gonzalvo
Realización de paneles: Sansueña Industrias Gráficas
EN BUSCA DEL CINE PERDIDO
El teólogo suizo Johann Kaspar Lavater (1741-1801) creía que el rostro refleja el alma, por eso
escribió: “la sombra de un hombre o de su rostro es la imagen más débil y más vacía que se
pueda dar de una persona, pero si la fuente de luz se coloca a una distancia adecuada… esta
sombra será también la imagen más verídica y fiel, una huella que ni el más hábil de los
dibujantes podría trazar jamás”.
EL TEATRO DE SOMBRAS
Se sabe que nació en Oriente, pero desconocemos su origen.
En China, documentos del siglo XI hablan de contadores de leyendas con sombras hechas con
papel de arroz. Después, las siluetas se construyen en cuero raspado hasta hacerlo traslúcido, y
se pintan de colores. Cuando la luz atraviesa el cuero los colores revolotean en la pantalla. Las
figuras se dividen en partes articuladas unidas por hilos y varillas.
Avanza el XIX y las sombras entran en casa como algo cotidiano: cromos, posta-
les, teatros de cartón con siluetas recortables y textos para que los niños y niñas
representasen las obras a sus familiares y amiguitos.
A finales del XIX y principios del XX se pone de moda la ombromanía: las sombras de mano, ya
conocidas anteriormente, pero que con la luz oxhídrica y eléctrica consiguen una nitidez ex-
traordinaria: animales, personajes a los que hay que reconocer, pantomimas a dos o cuatro
manos.
Les Ombres avec les Mains, W. X. París, 1875. Cromo de sombras español, 1910.
EN BUSCA DEL CINE PERDIDO
Con 17 años, espectadora y alumna de interpretación, recortaba siluetas de los actores con sus
gestos en cada personaje. En 1919 hizo su primera película de siluetas recortadas. Y en 1926
“Las aventuras del príncipe Achmed”, el primer largometraje de dibujos animados de la historia
del cine.
Para hacer una película como las de Lotte Reiniger, sólo
necesitas tijeras, cartulina, cámara de fotos, trípode,
luz, imaginación y paciencia para mover con cuidado las
figuras haciendo una foto cada vez. La norma son 24
imágenes por segundo de película. Por ejemplo, para
que una figura dé un paso lento se necesitan 12 imáge-
nes, para andar normal 8, y para correr 6, según los cál-
culos de esta pionera del cine que se miraba al espejo
para que los movimientos resultaran reales.
¿Le reconoces? ¿No! Antes de que te de un ataque de nervios, una pista: Pedro es uno de nues-
tros cineastas más internacionales…
LA CÁMARA OSCURA
Es conocida desde la antigüedad como una habitación cerrada cuya única fuente de luz era un
pequeño orificio en uno de los muros, por donde entraban los rayos luminosos reflejando los
objetos del exterior en la pared opuesta. El orificio funciona como una lente convergente y
proyecta la imagen del exterior invertida.
En la película La joven de la perla (Peter Webber, 2003) puedes ver como el pintor Vermeer
utiliza una portátil para dibujar a mediados del siglo XVII.
EN BUSCA DEL CINE PERDIDO
En las primeras décadas del siglo XX, por la aparición del cinematógrafo, este espectáculo
decae paulatinamente.
EN BUSCA DEL CINE PERDIDO
LA LINTERNA MÁGICA
“Machina catóptrico-dióptrica, dispuesta no sólo para la diversión de la gente, sino también
para mostrar la excelencia del arte”.
Diccionario de autoridades de la Real Academia Española, 1734
Se inventó en el siglo XVII usando el sistema de la cámara oscura pero a la inversa: una caja lu-
minosa proyecta una imagen pintada en un cristal hacia el exterior oscuro. Su invento se atribu-
ye al jesuita Athanasius Kircher, que ya la empleaba en sus clases en 1671.
“Le coffre diabolique”, placa de linterna mágica francesa de 1850, en la que dos vidrios al Grabado coloreado a mano de un
deslizarse el uno sobre el otro dan sensación de movimiento. linternista trashumante. Francia, 1770.
EN BUSCA DEL CINE PERDIDO
El famoso pintor
de aceras, Julian
Beever juega con
la perspectiva y
recrea imágenes
imposibles.
Tú puedes crear tus anamorfos con el programa gratuito Anamorphme. Deforma las imágenes
a voluntad y reconstrúyelas en el espejo adecuado.
EN BUSCA DEL CINE PERDIDO
DE LA FÍSICA RECREATIVA
A LA JUGUETERÍA
El Taumatropo y el Zoótropo son inventos que experimen-
tan en la primera mitad del siglo XIX con el fenómeno de
la persistencia retiniana: cuando el ojo deja de ver una
imagen todavía la mantiene en el cerebro una décima de
segundo. Hoy sabemos que no es una característica de
la retina sino un fenómeno cerebral y psíquico llamado
Efecto Phi.
Estos experimentos dan lugar a infinidad de aparatos que
triunfan como juguetes ópticos, aunque el movimiento
que ofrecían era breve y repetitivo.
Taumatropo recortable. París, 1929. Bandas de zoótropos coloreadas a mano. Francia, 1880.
En 1862 se inventa el folioscopio, un librillo que tiene en sus páginas imágenes consecutivas,
por lo que al hojearlo se ve cómo los dibujos o fotos se animan y cobran vida. También se le
llama Cine de mano, Cine de bolsillo, Flip-book…
EL PRAXINOSCOPIO
En 1877, Émile Reynaud, artesano, inventor y profesor de Artes y Oficios (¡para que luego
digan que los maestros no trabajan!), construyó el praxinoscopio, que no emplea ranuras como
el zoótropo para mirar las imágenes, sino un tambor central con tantos espejos como imágenes,
que es donde se reconstruye el movimiento.
Praxinoscopio Jouet.
J Francia, 1879.
Praxinoscopio a manivela Plank. Alemania, 1903. Bandas de praxinoscopio Plank. Alemania, 1903.
EN BUSCA DEL CINE PERDIDO
Ombro-Cinéma.
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París,
í 1920
1920. L
La b
banda
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i resorte
t que una caja
j dde música.
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