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RESPIRACION AEROBICA

La respiración aeróbica es un tipo de metabolismo energético en el que los seres


vivos extraen energía de moléculas orgá nicas, como la glucosa, por un proceso complejo en el que
el carbono es oxidado y en el que el oxígeno procedente del aire es el oxidante empleado. En otras variantes de la
respiració n, muy raras, el oxidante es distinto del oxígeno (respiració n anaeró bica).
La respiració n aeró bica es el proceso responsable de que la mayoría de los seres vivos, los llamados por ello
aerobios, requieran oxígeno. La respiració n aeró bica es propia de los organismos eucariontes en general y de
algunos tipos de bacterias.
El oxígeno que, como cualquier gas, atraviesa sin obstá culos las membranas bioló gicas, atraviesa primero
la membrana plasmá tica y luego las membranas mitocondriales, siendo en la matriz de la mitocondria donde se
une a electrones y protones (que sumados constituyen á tomos de hidró geno) formando agua. En esa oxidació n
final, que es compleja, y en procesos anteriores se obtiene la energía necesaria para lafosforilació n del ATP.
En presencia de oxígeno, el á cido pirú vico, obtenido durante la fase primera anaerobia o glucó lisis, es oxidado para
proporcionar energía, dió xido de carbono y agua. A esta serie de reacciones se le conoce con el nombre de
respiració n aeró bica.
La reacció n química global de la respiració n es la siguiente:
C6H12O6 + 6O2 → 6CO2 + 6H2O + 36 energía (ATP)

Etapas de la respiración aeróbica


Para facilitar su estudio, la respiració n aerobia se ha subdividido en las siguientes etapas:
Glucolisis

Artículo principal: Glucolisis

Esquema de la respiració n celular.


Durante la glucó lisis, una molécula de glucosa es oxidada y dividida en dos
moléculas de á cido pirú vico (piruvato). En esta ruta metabó lica se obtienen
dos moléculas netas deATP y se reducen dos moléculas de NAD+; el nú mero
de carbonos se mantiene constante (6 en la molécula inicial de glucosa, 3 en
cada una de las moléculas de ácido pirú vico). Todo el proceso se realiza en
el citosol de la célula.
La glicerina (glicerol) que se forma en la lipó lisis de los triglicéridos se
incorpora a la glucó lisis a nivel del gliceraldehído 3 fosfato.
La desaminació n oxidativa de algunos aminoácidos también rinde piruvato;
que tienen el mismo destino metabó lico que el obtenido por glucó lisis.

Descarboxilación oxidativa del ácido pirúvico


Artículo principal: Descarboxilació n oxidativa
El á cido pirú vico penetra en la matriz mitocondrial donde es procesado por el
complejo enzimá tico piruvato deshidrogenasa, el cual realiza
la descarboxilació n oxidativa del piruvato; descarboxilació n porque se
arranca uno de los tres carbonos del á cido pirú vico (que se desprende en
forma de CO2) y oxidativa porque, al mismo tiempo se le arrancan
dos á tomos de hidró geno (oxidació n por deshidrogenació n), que son captados por el NAD+, que se reduce a NADH.
Por tanto; el piruvato se transforma en un radical acetilo (-CO-CH3, ácido acético sin el grupo hidroxilo) que es
captado por el coenzima A (que pasa a acetil-CoA), que es el encargado de transportarlo al ciclo de Krebs.
Este proceso se repite dos veces, una para cada molécula de piruvato en que se escindió la glucosa.

Ciclo de Krebs
Artículo principal: Ciclo de Krebs
El ciclo de Krebs es una ruta metabó lica cíclica que se lleva a cabo en la matriz mitocondrial y en la cual se realiza la
oxidació n de los dos acetilos transportados por el acetil coenzima A, provenientes del piruvato, hasta producir dos
moléculas de CO2, liberando energía en forma utilizable, es decir poder reductor (NADH, FADH2) y GTP.
Para cada glucosa se producen dos vueltas completas del ciclo de Krebs, dado que se habían producido dos
moléculas de acetil coenzima A en el paso anterior; por tanto se ganan 2 GTPs y se liberan 4 moléculas de CO2.
Estas cuatro moléculas, sumadas a las dos de la descarboxilació n oxidativa del piruvato, hacen un total de seis, que
es el nú mero de moléculas de CO2 que se producen en respiració n aeró bica (ver ecuació n general).
Cadena respiratoria y fosforilación oxidativa
Artículos principales: Cadena respiratoria y Fosforilació n oxidativa
Son las ú ltimas etapas de la respiració n aeró bica y tienen dos finalidades básicas:
1. Reoxidar las coenzimas que se han reducido en las etapas anteriores (NADH y FADH2) con el fin de que
estén de nuevo libres para aceptar electrones y protones de nuevos substratos oxidables.
2. Producir energía utilizable en forma de ATP.
Estos dos fenó menos está n íntimamente relacionados y acoplados mutuamente. Se producen en una serie de
complejos enzimá ticos situados (en eucariotas) en la membrana interna de la mitocondria; cuatro complejos
realizan la oxidació n de los mencionados coenzimas transportando los electrones y aprovechando su energía para
bombear protones desde la matriz mitocondrial hasta el espacio intermembrana. Estos protones solo pueden
regresar a la matriz a través de la ATP sintasa, enzima que aprovecha el gradiente electroquímico creado
para fosforilar el ADP a ATP, proceso conocido como fosforilació n oxidativa.
Los electrones y los protones implicados en estos procesos son cedidos definitivamente al O2 que se reduce a agua.
Nó tese que el oxígeno atmosférico obtenido por ventilació n pulmonar tiene como ú nica finalidad actuar como
aceptor final de electrones y protones en la respiració n aerobia.

RESPIRACION AEROBICA
Respiració n celular
La respiración celular es el conjunto de reacciones bioquímicas por las cuales determinados compuestos
orgá nicos son degradados completamente, por oxidació n, hasta su conversió n en substancias inorgá nicas, proceso
que rinde energía aprovechable por la célula. Los substratos habitualmente usados en el proceso son la glucosa,
otros hidratos de carbono, á cidos grasos, incluso aminoá cidos, cuerpos cetó nicos u otros compuestos orgá nicos. En
los animales estos combustibles pueden provenir del alimento, de los que se extraen durante la digestió n, o de las
reservas corporales. En las plantas su origen pueden ser asimismo las reservas, pero también la glucosa obtenida
durante la fotosíntesis.
La respiració n celular, como componente del metabolismo, es un proceso catabó lico, en el cual la energía contenida
en los substratos usados como combustible es liberada de manera controlada. Durante la misma, buena parte de la
energía libre desprendida en estas reacciones exotérmicas es incorporada a la molécula de ATP (o
de nucleó tidos trifosfato equivalentes), que puede ser a continuació n utilizada en los procesos endotérmicos, como
son los de mantenimiento y desarrollo celular (anabolismo).
Etapas
La oxidació n de los diferentes compuestos utilizados sigue rutas metabó licas que suelen confluir en el Acetil-CoA,
para continuar degradá ndose en la mitocondria (en las células eucariotas) mediante los siguientes procesos clave:

1. Ciclo de los á cidos tricarboxílicos o ciclo de Krebs.


2. Cadena respiratoria y fosforilació n oxidativa del ADP a ATP.
Como consecuencia de los procesos mencionados, los electrones cedidos por los substratos oxidados son recibidos
por una substancia que actú a como aceptor de dichos electrones.
Tipos de respiració n
Segú n la substancia que intervenga como aceptor de los electrones cedidos, podemos distinguir dos clases de
respiració n celular:

 Respiración aeróbica: Hace uso del O2 como aceptor ú ltimo de los electrones desprendidos de las


sustancias orgá nicas oxidadas. Por ejemplo, a partir de la glucosa o de á cidos grasos, los productos resultantes
consiten, exclusivamente, en H2O, formada a expensas del O2 aceptor, y en CO2, ambos compuestos
inorgá nicos. Es la forma má s extendida, propia de una parte de las bacterias y de los organismos eucariontes,
cuyas mitocondrias derivan de aquéllas. Se llama aerobios a los organismos que, por este motivo, requieren
O2.
 Respiración anaeróbica: No interviene el oxígeno, sino que se emplean otros aceptores finales de
electrones, muy variados, generalmente minerales y, a menudo, subproductos del metabolismo de otros
organismos. Un ejemplo de aceptor es el SO42- (anió n sulfato), que en el proceso queda reducido a H2S:

La respiració n anaeró bica es propia de procariotas diversos, habitantes sobre todo de suelos y sedimentos, y


algunos de estos procesos son importantes en los ciclos biogeoquímicos de los elementos. No debe confundirse la
respiració n anaerobia con la fermentació n, que es una oxidació n-reducció n interna a la molécula procesada, en la
que los electrones que ceden energía quedan albergados, finalmente, en un compuesto todavía orgá nico, como
puede ser el caso del á cido lá ctico durante la fermentació n lá ctica.
RESPIRACION AEROBICA

La respiració n celular es el conjunto de reacciones químicas mediante las cuales se obtiene energía a partir de la
degradació n de sustancias orgá nicas, como los azucares y los ácidos, principalmente. Comprende dos faces: en la
primera se oxida la glucosa (azú car) y no depende del oxigeno, por lo que recibe el nombre de respiración
anaerobica o glucólisis, reacció n que se lleva a cabo en el citoplasma de la célula. La segunda fase se realiza con la
intervenció n del oxigeno y recibe el nombre de respiración aeróbica o ciclo de krebs y se realiza en estructuras
especiales de la célula llamadas mitocondrias.

CICLO DE KREBS o RESPIRACIÓN AEROBIA.

Sucesió n de reacciones químicas que ocurren dentro de la célula, mediante las cuales se realiza la descomposició n
final de las moléculas de los alimentos y en las que se producen dió xido de carbono, agua y energía. este proceso,
que se lleva a cabo por la acció n de siete enzimas, es conocido también por ciclo de los á cidos tricarboxílicos. El
ciclo de Krebs ocurre en todos los animales, plantas superiores y en la mayoría de las bacterias. En los organismos
que tienen células con nú cleo, el ciclo tiene lugar dentro de un orgá nulo membranoso que se llama mitocondria,
una estructura que se compara a menudo con la central de producció n de energía de la célula. El descubrimiento
del ciclo es obra de sir Hans Adolf Krebs, un bioquímico britá nico que presentó este importante avance científico
en 1937.

Los alimentos, antes de poder entrar en el ciclo del ácido cítrico, deben descomponerse en pequeñ as unidades
llamadas grupos acetilo. Cada grupo acetilo (CH3CO) contiene só lo dos á tomos de carbono, junto con hidró geno y
oxígeno. Al comienzo del ciclo, un grupo acetilo se combina con una molécula con cuatro á tomos de carbono
llamada oxalacetato, para producir un compuesto con seis á tomos de carbono: el ácido cítrico. En los restantes
pasos del ciclo, la molécula de ácido cítrico se transforma, y pierde dos de sus á tomos de carbono, que salen en
forma de dió xido de carbono. Así mismo, se liberan también cuatro electrones. Estos viajan dentro de la célula
gracias a una serie de mó leculas transportadoras, la cadena transportadora de electrones, en la que se produce
energía en forma de una molécula rica en energía llamada trifosfato de adenosina, o ATP, antes de reaccionar con el
oxígeno para formar agua. Un producto adicional del ciclo es otra molécula con gran contenido energético, llamada
trifosfato de guanosina, o GTP. La célula utiliza estas moléculas, el ATP y el GTP, como combustible en muchos
procesos. Otra molécula usada como combustible, el fosfato de creatina, puede servir también para proveer de
energía extra a las células del cerebro y de los mú sculos. La molécula original de oxalacetato se regenera al final del
ciclo. Esta molécula puede reaccionar entonces con otro grupo acetilo y comenzar el ciclo de nuevo. En cada giro
del ciclo se produce energía.

El ciclo de Krebs es una vía eficaz para convertir, dentro de la célula, los componentes de los alimentos en energía
utilizable. En el ciclo, só lo se destruyen los grupos acetilo; tanto las siete enzimas que llevan a cabo las diferentes
reacciones, como los compuestos intermedios sobre los que actú an, pueden volver a utilizarse una y otra vez.
Muchos de los compuestos intermedios que se producen en el ciclo se usan también como materiales de
construcció n para la síntesis de aminoácidos, hidratos de carbono y otros productos celulares.

Ciclo de Krebs

El ciclo de Krebs empieza y acaba con la combinació n de la acetil


coenzima A (acetil Co A) y el oxalacetato para formar á cido
cítrico. Este compuesto á cido tiene seis á tomos de carbono y
experimenta una serie de reacciones químicas catalizadas por
enzimas que separan dos de estos á tomos. Las enzimas también
modifican la estructura del compuesto, que se transforma en
oxalacetato al final del ciclo. É ste se combina a continuació n con
la acetil Co A para iniciar de nuevo la cadena de reacciones. Cada
ciclo genera una molécula de ATP rico en energía (que se forma
por liberació n de cuatro electrones) y otra de GTP.
GLUCOLISIS o RESPIRACION ANAEROBIA.

Ruta bioquímica principal para la descomposició n de la glucosa en sus componentes más simples dentro de las
células del organismo. Una ruta se refiere a una secuencia específica de reacciones catalizadas por enzimas que
transforman un compuesto en otro bioló gicamente importante. La glicolisis se caracteriza porque, si está
disponible, puede utilizar oxígeno (ruta aerobia) o, si es necesario, puede continuar en ausencia de éste (ruta
anaerobia), aunque a costa de producir menos energía.

Glucosa

La glucosa es un hidrato de carbono. Desde el punto de vista químico, estos compuestos se definen como derivados
aldehídos o cetonas de alcoholes polihidroxílicos o los compuestos que los producen cuando se hidrolizan. El
azú car glucosa es el más importante. La mayor parte de los hidratos de carbono de la dieta se descomponen en
glucosa y otros azú cares simples que son absorbidos por la mucosa intestinal. El hígado convierte estos otros
azú cares sencillos, como la fructosa, en glucosa. En el organismo, todos los hidratos de carbono pueden sintetizarse
a partir de glucosa.

La glucosa es un azú car sencillo que se denomina monosacá rido porque no puede descomponerse en otro má s
simple. Se llama hexosa porque contiene seis á tomos de carbono y es un azú car aldosa porque tiene un grupo
aldehído. Por tanto, es un monosacá rido aldohexosa. La fó rmula estructural de su cadena en línea recta puede
explicar algunas de sus propiedades; pero la estructura cíclica es termodiná micamente má s estable y explica todas
sus propiedades químicas.

Los niveles de glucosa en la sangre y en los tejidos está n estrictamente regulados. El exceso se almacena en el
hígado y los mú sculos en forma del hidrato de carbono polisacá rido llamado glucó geno.

La ruta de la glicolisis

Al estudiar los cambios bioquímicos que se producían durante la contracció n muscular se observó que cuando un
mú sculo se contrae en ausencia de oxígeno (de forma anaerobia), se utiliza el glucó geno y aparecen como
productos finales el piruvato y el lactato. Sin embargo, si la contracció n ocurre en presencia de oxígeno (de forma
aerobia), no se acumula lactato y el piruvato es oxidado completamente hasta dió xido de carbono y agua. En base a
estas observaciones, se adoptó la costumbre de distinguir las fases aerobia y anaerobia en el metabolismo de los
hidratos de carbono. Pero esta distinció n es arbitraria, puesto que las reacciones con o sin oxígeno son las mismas,
diferenciá ndose ú nicamente en el punto hasta el que se producen y, por tanto, en los productos finales.

La coenzima esencial NAD (dinucleó tido de adenina y nicotinamida) es necesaria para un paso de conversió n
enzimá tica en la formació n del piruvato. Cuando el oxígeno es deficiente, esta coenzima só lo puede regenerarse
por la reoxidació n del NADH durante la producció n de lactato a partir de piruvato. Esto es debido a que las
centrales eléctricas de las células, las mitocondrias, só lo pueden utilizar NADH en presencia de oxígeno,
produciendo NAD, energía (como moléculas de trifosfato de adenosina o ATP) y agua. La glicolisis puede continuar
en condiciones anaerobias con la formació n de lactato y la regeneració n de NAD, pero a cambio de producir menos
energía por molécula de glucosa metabolizada.

Secuencia de reacciones en la glicolisis

En conjunto, la ecuació n de la glicolisis para producir lactato es la siguiente:

Glucosa + 2 ADP (adenosina difosfato) + 2 Fosfato ð 2 Lactato + 2 ATP (adenosina trifosfato) + 2 H2O

Aunque las etapas intermedias implicadas son muchas y complejas, una visió n simplificada podría describir el
proceso como:

1. La incorporació n inicial de dos grupos fosfato dentro de la molécula de glucosa de seis á tomos de carbono. Los
grupos fosfato los proporcionan dos moléculas de ATP, mediante la utilizació n de energía.
2. El compuesto intermedio de seis á tomos de carbono que se forma, fructosa 1,6 bifosfato, se rompe en dos
compuestos má s simples, con tres á tomos de carbono cada uno.

3. Estos compuestos de tres á tomos de carbono, fosfato de dihidroxiacetona y gliceraldeído-3 fosfato, son cada uno
metabolizados para dar piruvato, en una vía con numerosos pasos intermedios. Durante este proceso, cada uno de
los compuestos de tres á tomos de carbono produce dos moléculas de ATP (cuatro en total), con lo que se genera
una ganancia neta de dos moléculas de ATP, ya que dos moléculas de ATP se utilizaron en la etapa 1. Ademá s, se
producen dos moléculas del cofactor intermediario NADH, las cuales pueden ser oxidadas bajo condiciones
aerobias, en una ruta separada que rinde seis moléculas de ATP. De esta forma, la glicolisis puede producir seis
moléculas de ATP por cada molécula de glucosa cuando hay oxígeno disponible, pero só lo dos moléculas de ATP
bajo condiciones deficitarias de oxígeno.

4. Las dos moléculas de piruvato resultantes pueden ser utilizadas por el ciclo mitocondrial del á cido cítrico
después de convertirse en acetil-CoA, produciendo otras 30 moléculas de ATP. En resumen, se pueden producir un
total de 36 moléculas de ATP mediante el metabolismo completo de una molécula de glucosa bajo condiciones
aerobias, pero só lo dos moléculas de ATP bajo condiciones anaerobias.

5. Por ú ltimo, una de las moléculas intermediarias de tres á tomos de carbono, el gliceraldeído-3 fosfato puede, en
una reacció n lateral, convertirse en 2,3 bifosfoglicerato, un compuesto que ayuda a la hemoglobina de los gló bulos
rojos sanguíneos a descargar el oxígeno en los tejidos.

Importancia biomédica

La glicolisis es la principal ruta para el metabolismo de la glucosa, y conduce a la producció n del compuesto
intermediario acetil-CoA. É ste se oxida en el ciclo del ácido cítrico, produciendo energía en forma de ATP. También
es la vía principal para el metabolismo de los otros azú cares simples de la dieta, fructosa y galactosa. La capacidad
de la ruta de la glicolisis para funcionar con ausencia de oxígeno es de crucial importancia fisioló gica, ya que
proporciona ATP y permite a los mú sculos esqueléticos contraerse con extrema rapidez aun cuando el aporte de
oxígeno resulte insuficiente. Ciertos tejidos, como el mú sculo esquelético, con una notable capacidad glucolítica,
pueden resistir la anoxia (falta de oxígeno). Al contrario, el mú sculo cardiaco, con sus numerosas mitocondrias y su
abundante aporte de sangre, está adaptado a una funció n aerobia. Tiene una capacidad glicolítica relativamente
pobre, por lo que resiste poco la anoxia.

Existen algunas enfermedades que hacen que las enzimas de la ruta glicolítica presenten una actividad deficiente.
Se manifiestan principalmente como anemias hemolíticas (causadas por la destrucció n de los gló bulos rojos de la
sangre), ya que los gló bulos rojos dependen principalmente de la energía que se produce en la glicolisis, para hacer
frente a las demandas de energía necesaria para el mantenimiento de la integridad estructural. En los cá nceres en
los que las células malignas se multiplican y crecen rá pidamente, la proporció n glicolítica es, a menudo, tan grande
como la que se requiere para la producció n de energía mediante el ciclo del ácido cítrico en la mitocondria. Como
consecuencia estas células producen piruvato, que se convierte en lactato. De esta forma, la zona donde se localiza
el tumor es relativamente ácida (el lactato es á cido), un hecho que puede tener importancia para el tratamiento del
cá ncer. Un exceso similar de lactato puede ser debido a otras circunstancias, tales como una deficiencia de la
enzima piruvato deshidrogenasa, que metaboliza el piruvato. Esta enzima también puede ser inhibida por los iones
del arsénico y del mercurio, y por una deficiencia de tiamina (vitamina B1). Esto tiene importancia clínica, como en
el caso de los alcohó licos con carencias nutricionales que a menudo presentan deficiencia de tiamina. Si reciben
grandes cantidades de glucosa (por ejemplo, mediante goteo intravenoso), pueden desarrollar una rá pida
acumulació n de piruvato que provocará una acidosis lá ctica, que con frecuencia resulta mortal.

ESTO ES APARTE, POR SI TE SIRVE

Respiración,

Proceso fisioló gico por el cual los organismos vivos toman oxígeno del medio circundante y desprenden dió xido de
carbono. El término respiració n se utiliza también para el proceso de liberació n de energía por parte de las células,
procedente de la combustió n de moléculas como los hidratos de carbono y las grasas. El dió xido de carbono y el
agua son los productos que rinde este proceso, llamado respiració n celular, para distinguirlo del proceso fisioló gico
global de la respiració n. La respiració n celular es similar en la mayoría de los organismos, desde los unicelulares,
como la ameba y el paramecio, hasta los organismos superiores (véase Metabolismo). Para má s informació n sobre
la respiració n en plantas, véase Fotosíntesis.

El proceso de la respiración

Los organismos de los reinos Protista y Monera no tienen mecanismos respiratorios especializados, sino que
realizan el intercambio de oxígeno y dió xido de carbono por difusió n, a través de la membrana celular. La
concentració n de oxígeno en el interior del organismo es menor que la del medio exterior (aéreo o acuá tico),
mientras que la concentració n de dió xido de carbono es mayor. Como resultado, el oxígeno penetra en el
organismo por difusió n y el dió xido de carbono sale por el mismo sistema. La respiració n de las plantas y las
esponjas se basa en un mecanismo muy parecido.

En los organismos acuá ticos inferiores (má s complejos que las esponjas), hay un fluido circulatorio, de
composició n similar a la del agua de mar, que transporta los gases respiratorios desde el exterior de los tejidos al
interior de las células. Este mecanismo es necesario ya que las células se encuentran alejadas del lugar donde se
realiza el intercambio gaseoso. En los animales superiores, los ó rganos se especializan, aumentan la superficie de
exposició n del fluido circulatorio al medio externo y el sistema circulatorio transporta este medio líquido por todo
el organismo. El fluido, llamado sangre, contiene pigmentos respiratorios que son moléculas orgá nicas de
estructura compleja, formadas por una proteína y un grupo prostético que contiene hierro.

El pigmento respiratorio má s comú n es la hemoglobina, que está presente en la sangre de casi todos los mamíferos.
Es una proteína globulina con un grupo hemo y un ion hierro. En algunos insectos, el pigmento respiratorio es la
hemocianina, un compuesto similar a la hemoglobina pero que lleva cobre en lugar de hierro. La propiedad má s
importante de los pigmentos respiratorios es la afinidad que poseen por el oxígeno. La hemoglobina forma una
combinació n química reversible con el oxígeno cuando está en contacto con un medio rico en este gas, como es la
atmó sfera. Este contacto tiene lugar en los capilares de los ó rganos respiratorios, las branquias y los pulmones. La
hemoglobina en combinació n con el oxígeno (la oxihemoglobina) es má s á cida y en consecuencia provoca la
disociació n de los iones bicarbonato y carbonato de sodio del plasma sanguíneo. Cuando la sangre oxigenada (rica
en oxihemoglobina) llega a los tejidos, el balance de oxígeno se invierte y la hemoglobina libera oxígeno. Al
volverse má s básica, provoca la liberació n de iones sodio que se combinan con el dió xido de carbono procedente de
los tejidos para formar bicarbonato de sodio. La respiració n externa es el intercambio de gases entre la sangre y el
exterior, y la respiració n interna es el intercambio de gases entre la sangre y los tejidos. Véase Aparato circulatorio.

La respiración en los organismos animales inferiores

La respiració n externa de los animales acuá ticos se lleva a cabo por medio de branquias que, gracias a mecanismos
auxiliares, mantienen un flujo constante de agua. Las branquias está n ramificadas en unas extensiones que parecen
plumas. En cada ramificació n, los pequeñ os vasos sanguíneos se subdividen de tal manera que la sangre está
separada del medio acuá tico por dos capas celulares, una es la que forma la pared del propio capilar y la otra es el
epitelio de la branquia. Los gases se difunden con facilidad a través del epitelio y gracias a la gran superficie de
contacto que se logra con la ramificació n, se puede oxigenar una cantidad considerable de sangre en poco tiempo.
En algunas formas de respiració n aérea, como en los gusanos de tierra, la respiració n tiene lugar a través de los
capilares de la piel; las formas anfibias, como las ranas, respiran por la piel y por los pulmones. Los insectos
respiran a través de trá queas que tienen una apertura al exterior y se ramifican en el interior del cuerpo entre los
tejidos, transportando aire a los ó rganos y a las estructuras internas. Los reptiles y los mamíferos respiran só lo por
los pulmones; no obstante, las aves tienen unos sacos aéreos en el interior del cuerpo y unos espacios de aire en el
interior de algunos huesos; y todas estas cavidades internas está n conectadas con los pulmones y son una ayuda a
la respiració n pulmonar.

Los sistemas circulatorio y respiratorio de los animales terrestres se modifican y se adaptan segú n sean las
condiciones ambientales del medio en que se encuentren. Por ejemplo, quienes viven en los Andes, a altitudes de
3.000 m o superiores, tienen los pulmones má s grandes, los capilares más ramificados y un ritmo cardiaco má s
elevado. Por otra parte, su sangre contiene un 30% más de gló bulos rojos que las personas que viven al nivel del
mar, y ademá s son capaces de vivir con un tercio menos de oxígeno.

Los mamíferos acuá ticos, en general, tienen los pulmones grandes y sistemas venosos complejos para el
almacenamiento de la sangre. El volumen sanguíneo de las ballenas y las focas es un 50% mayor por kilogramo de
peso, que el de los seres humanos; gracias a ello pueden mantener oxigenados los tejidos del cuerpo durante
mucho tiempo, sin respirar. Las ballenas pueden permanecer sumergidas desde 15 minutos hasta má s de una hora,
segú n las especies; el elefante marino puede permanecer bajo el agua 30 minutos; en el caso de las focas, cuando
una de ellas se sumerge su frecuencia cardiaca desciende de 150 a 10 latidos por minuto y el contenido de oxígeno
de la sangre arterial es del 20% en ese momento. Cuando la cantidad de oxígeno está pró xima al 2%, la foca sale a
la superficie a respirar.

Respiración humana

AGRANDA LAS IMÁ GENES SI QUIERES!!!!!!

En los seres humanos y en otros vertebrados, los pulmones se localizan en el interior del tó rax. Las costillas forman
la caja torá cica, que está delimitada en su base por el diafragma. Las costillas se inclinan hacia adelante y hacia
abajo cuando se elevan por la acció n del mú sculo intercostal, provocando un aumento del volumen de la cavidad
torá cica. El volumen del tó rax también aumenta por la contracció n hacia abajo de los mú sculos del diafragma. En el
interior del tó rax, los pulmones se mantienen pró ximos a las paredes de la caja torá cica sin colapsarse, debido a la
presió n que existe en su interior. Cuando el tó rax se expande, los pulmones comienzan a llenarse de aire durante la
inspiració n. La relajació n de los mú sculos tensados del tó rax permite que éstos vuelvan a su estado natural
contraído, forzando al aire a salir de los pulmones. Se inhalan y se exhalan má s de 500 cc de aire en cada
respiració n; a esta cantidad se denomina volumen de aire corriente o de ventilació n pulmonar. Aú n se pueden
inhalar 3.300 cc más de aire adicional con una inspiració n forzada, cantidad que se denomina volumen de reserva
inspiratoria. Una vez expulsado este mismo volumen, aú n se pueden exhalar 1.000 cc, con una espiració n forzada,
llamada volumen de reserva espiratoria. La suma de estas tres cantidades se llama capacidad vital. Aparte, en los
pulmones siempre quedan 1.200 cc de aire que no pueden salir, que se denomina volumen de aire residual o
alveolar.

Los pulmones de los humanos son rojizos y de forma piramidal, en consonancia con la forma de la cavidad del
tó rax. No son simétricos por completo, en el pulmó n derecho se distinguen tres ló bulos y en el izquierdo dos, el
cual presenta una cavidad donde se alberga el corazó n. En el medio de cada uno de ellos está la raíz del pulmó n,
que une el pulmó n al mediastino o porció n central del pecho. La raíz está constituida por las dos membranas de la
pleura, los bronquios, las venas y las arterias pulmonares. Los bronquios arrancan de los pulmones y se dividen y
subdividen hasta terminar en el lobulillo, la unidad anató mica y funcional de los pulmones. Las arterias y las venas
pulmonares acompañ an a los bronquios en su ramificació n progresiva hasta convertirse en finas arteriolas y
vénulas de los lobulillos, y éstas a su vez en una red de capilares que forman las paredes de los alveolos
pulmonares. Los nervios del plexo pulmonar y los vasos linfá ticos se distribuyen también de la misma manera. En
el lobulillo, los bronquiolos se dividen hasta formar los bronquiolos terminales, que se abren al atrio o conducto
alveolar. Cada atrio se divide a su vez en sacos alveolares, y éstos en alveolos.

Los principales centros nerviosos que controlan el ritmo y la intensidad de la respiració n está n en el bulbo
raquídeo (o médula oblongada) y en la protuberancia anular (o puente de Varolio) del tronco encefá lico. Las
células de este nú cleo son sensibles a la acidez de la sangre que depende de la concentració n de dió xido de carbono
en el plasma sanguíneo. Cuando la acidez de la sangre es alta se debe, en general, a un exceso de este gas en
disolució n; en este caso, el centro respiratorio estimula a los mú sculos respiratorios para que aumenten su
actividad. Cuando la concentració n de dió xido de carbono es baja, la respiració n se ralentiza.

Un fallo circulatorio puede provocar anoxia en los tejidos del cuerpo cuando el volumen circulatorio es inadecuado
o cuando la capacidad de transporte de oxígeno está alterada. Para consultar otras perturbaciones del sistema
respiratorio, ver los artículos sobre las enfermedades en particular, como por ejemplo, Asma bronquial; Síndrome
de descompresió n rá pida; Bronquitis; Resfriado comú n; Difteria; Gripe; Pleuresía; Neumonía; Tuberculosis.

Respiración artificial,

Acció n de introducir y extraer el aire de los pulmones de una persona por medios mecá nicos o por otra persona. La
situació n en la que con mayor frecuencia se debe recurrir a esta técnica es la interrupció n de la respiració n
espontá nea por enfermedades (como la poliomielitis, o el fallo cardiaco), por descarga eléctrica, por sobredosis de
fá rmacos que deprimen la respiració n como la morfina, los barbitú ricos o el alcohol, por asfixia producida por
ahogamiento, por la inhalació n de gases tó xicos, o por obstrucció n del tracto respiratorio. La falta de aporte de
oxígeno al cerebro durante un periodo de cinco minutos es suficiente para producir lesiones irreversibles; si la
falta de oxígeno persiste durante má s tiempo, se produce, por lo general, la muerte. Como excepció n, algunas
personas que han permanecido sumergidas en agua muy fría durante media hora han podido ser resucitadas,
debido a que la demanda orgá nica de oxígeno se reduce mucho a temperaturas muy bajas.
Actuación humana

La respiració n artificial debe iniciarse de inmediato debido a las lesiones que se pueden producir por la falta de
oxígeno incluso en periodos de tiempo muy cortos. El método de respiració n boca a boca ha demostrado su
superioridad frente a otras técnicas como la de presió n en la regió n dorsal y elevació n de los brazos, y es el método
recomendado por la Cruz Roja y otras organizaciones de primeros auxilios. Para realizar la respiració n boca a boca,
la víctima debe colocarse mirando hacia arriba y con la cabeza ladeada para evitar que la lengua obstruya la vía
aérea. La persona que realiza el boca a boca tapa con su mano la nariz de la víctima, y coloca su boca sobre la del
paciente, insuflando cuatro respiraciones rá pidas y profundas. Si no se reestablece la respiració n espontá nea, hay
que pasar a realizar una respiració n cada cinco segundos, permitiendo que se elimine el aire acumulado en los
pulmones de la víctima entre respiració n y respiració n. Se debe continuar hasta que la víctima recupere la
respiració n o hasta que llegue la ayuda especializada. Si la víctima es un bebé o un niñ o pequeñ o, la boca de la
persona que realiza el boca a boca debe cubrir tanto la boca como la nariz, y el aire debe ser insuflado en pequeñ as
cantidades y con una frecuencia de una respiració n cada tres segundos.

Para restablecer la respiració n de una persona que se ahoga debido a obstrucció n de la vía aérea, se deben dar
cuatro golpes rá pidos y secos con la palma de la mano en la regió n de la espalda situada entre las escá pulas. Si
persiste la obstrucció n, se debe empujar sobre el estó mago realizando la maniobra de Heimlich, cuyo nombre se
debe al médico americano que la difundió , Henry Jay Heimlich. Se sitú a la cara lateral del puñ o sobre el estó mago
de la víctima, por debajo de las costillas y justo encima del ombligo. Con la otra mano se empuja el puñ o para
realizar presió n sobre el estó mago, cuatro veces seguidas. Cuando se trata de niñ os pequeñ os, se deben coger de
los talones para colocarlos mirando hacia el suelo, y se dan palmadas en la regió n de la espalda. Si se realiza la
maniobra de Heimlich a un niñ o, só lo se debe utilizar una mano.

La reanimació n cardiopulmonar es una forma de primeros auxilios respiratorios que requiere un aprendizaje y
entrenamiento previos. Se realiza a pacientes con ataques cardiacos. La persona que la realiza suple la funció n
respiratoria realizando la respiració n artificial y la funció n cardiaca realizando un masaje cardiaco en la regió n
torá cica para permitir la circulació n normal de la sangre. Se realiza mejor entre dos personas entrenadas, ya que
cada una realiza una de las funciones.

Respiradores

Existen aparatos mecá nicos que permiten mantener la respiració n de forma artificial. Algunos son portá tiles, como
los que utiliza la policía o el cuerpo de bomberos. Los aparatos denominados respiradores artificiales se utilizan
para mantener la oxigenació n de la sangre en las intervenciones a corazó n abierto. Los pacientes con trastornos
respiratorios graves pueden necesitar un ventilador mecá nico: introduce el aire con cierta presió n en los pulmones
a través de un tubo que comunica la vía aérea con la nariz, la boca o incluso una abertura en la trá quea. Los
pacientes en coma cuya respiració n es dependiente del respirador durante má s de 30 días pueden no recobrar la
respiració n espontá nea. En el conocido y debatido caso de Karen Anne Quinlan, en 1976, el tribunal supremo de
Nueva Jersey, en Estados Unidos falló que se pudiera desconectar el respirador mecá nico bajo ciertas
circunstancias de modo que el paciente en coma pueda morir con dignidad. La paciente recobró la respiració n y
vivió ; sin embargo se estableció un precedente para la desconexió n de aparatos de soporte respiratorio cuando no
se registre ninguna actividad eléctrica en la corteza cerebral.
RESPIRACION AEROBICA

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