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El sistema Internacional y los organismos Internacionales de crédito.

Autor:Alejandra Corbalán

Para entender la incidencia de los organismos multilaterales de crédito –


Banco Mundial, Fondo Monetario Internacional y bancos regionales como el
BID – en las políticas macro económicas es preciso remontarse a unas décadas
atrás.

A mediados de la década de los 60 la pérdida de hegemonía norteamericana


incentiva a sectores políticos, financieros y productivos de ese país a una
recuperación del liderazgo perdido tanto en el terreno comercial como
monetario. Uno de los caminos que se promueve es el de incentivar procesos
de cooperación e interdependencia. Tales procesos deberían encaminarse al
menos hacia tres planos.

Un primero incentivaría la cooperación y la interdependencia entre países


altamente desarrollados.

Un segundo debería encaminar dichos procesos a lograr la cooperación entre


los países desarrollados y los subdesarrollados

El tercer plano tendería a establecer dicha cooperación entre países capitalistas


y países socialistas desarrollados a pesar de la existencia de la guerra fria.

Es decir que las empresas transnacionales y el capital financiero promovían un


sistema de coincidencias y consensos que pudieran permitirles desarrollar y
administrar una política de conjunto para reordenar el plano de las relaciones
internacionales.

Tanto para las relaciones entre el mundo desarrollado respecto a los países
subdesarrollados y socialistas se potencia el carácter instrumental de los
Organismos Internacionales de Crédito con el objetivo de ejercer el
disciplinamiento, el monitoreo y el control de las políticas económicas que
pudieran gestarse e implementarse.

De modo que en esta exposición me referiré a las siguientes cuestiones:

En primer término cómo se procedió para instalar un marco de coincidencias


entre los países desarrollados y la importancia de establecer un importante
consenso entre los mismos, el eje de análisis principal será el papel de los
organismos internacionales de crédito.

En segundo término que argumentos y que estrategias se delinearon para


generar el proceso de control y disciplinamiento por parte de los sectores
hegemónicos del capitalismo hacia los países subdesarrollados. El análisis
reiterará la perspectiva acerca del papel de los Organismos multilaterales de
crédito.

Argumentos y estrategias de los sectores hegemónicos del capitalismo.

En relación al marco de coincidencias y consensos entre los países


industrializados, gran parte de ese programa puede advertirse que se gesta en
la Comisión Trilateral que nace a la luz pública en el año 1973.
Esta Comisión, promovida en sus inicios por David Rockefeller, fue
incluyendo a los más destacados sectores del stablisment norteamericano,
japonés y de algunos países europeos como Alemania y Francia, al que se
suman otros como Canadá y Reino Unido. En realidad es la expresión de las
elites del capital financiero y transnacional, al que se suman aportes
importantes de sectores del mundo académico de Universidades y centros de
Investigación de dichos países. También dueños y directivos de medios de
comunicación sobre todo de la gran prensa.

Uno de los elementos dinámicos de la propuesta trilateral es el de sustentar


de manera sistemática y en un plano global, la expansión del capital
financiero y de las empresas transnacionales. Para ello se requería adecuar las
estructuras del Estado – especialmente la de los países subdesarrollados y
socialistas – a los intereses corporativos privados, de modo que dichas
estructuras deberían tender a abandonar la tradicional concepción de soberanía
estatal y de razón de estado, y someterse a nuevos presupuestos.

Esta Comisión que tiene un carácter privado se fija como propósito la


definición de políticas para la gestación de un nuevo orden internacional.

Entre los lineamientos de su propuesta cabria distinguir, en primer término la


noción de interdependencia la cual se transformará en uno de los slogan
sustentadores de la globalización.

La noción de interdependencia está sustentada en algunas ideas centrales. Por


un lado una concepción sistémica respecto a las relaciones económico,
financieras y políticas en el plano internacional, la cual entre otras cosas
proponía sustituir la noción de “suma cero” por la noción de “suma positiva”.
Lo que traducido a nuevas acciones equivalía a transformar las formas
vinculatorias, ya no se perseguiría la eliminación del adversario sino por el
contrario establecer con éste acciones concertativas y cooperativas.

Otra idea que aparece en sus documentos es el de gobernabilidad, la cual


partía de un diagnóstico que señalaba un desajuste entre bienes que tenderían
a ser escasos, frente a demandas que tenderían a incrementarse, entre otras
cuestiones por efecto de una mayor participación política en parte devenida de
un incremento en los niveles educativos gracias a una tendencia a la
masificación de los sistemas educativos. Este desajuste es atribuido y se
sustentó en un visión malthusiana que argumenta la escasez y agotamiento de
recursos tales como petroleo, agua, medio ambiente descontaminado, y que
enmascara problemas de otra naturaleza, pues mas que nada se trata de un
inadecuado e inequitativo sistema de distribución por efecto de una tendencia
hacia procesos de alta concentración.

Pero además la noción de interdependencia presuponía poner a los diversos


actores, en este caso a los Estado en calidad de socios, más alla de que luego
se pudiera advertir la distinción entre socios mayores o menores, o bien entre
socios principales y secundarios en virtud del asunto o cuestión que estuviera
en juego. La noción de interdependencia fue admitiendo la posibilidad de
que, dependiendo del asunto, pudieran aparecer como socios nuevos agentes
tales como Transnacionales, bancos, ONG, organizaciones representativas de
los mismos, de modo que los nuevos socios no quedarían reducidos al ámbito
del Estado.
De esto deviene la recomendación de ordenamientos que tendieran a promover
acciones impulsadas por “gobiernos colectivos”, en este terreno va
justificándose y explicándose la importancia que luego asumirán los
organismos internacionales de crédito.

Como correlato de esta visión se impulsan modalidades de intervención que


van desacelerando relaciones de carácter bilateral a la par que se
incentivan relaciones entre agentes con una fuerte mediación por parte de
los organismos colectivos en los que sus miembros son socios, con lo cual en
apariencia se diluye la dominación directa de un país hacia otro.

Ello hace que también se modifiquen las estrategias vinculatorias y sus


mecanismos y se ponga un fuerte acento en la generación de consenso, pues
la finalidad es la concertación y la cooperación para la creación de un nuevo
ordenamiento internacional.

En este marco tal consenso se logrará bajo estrategias diversas. Dependiendo


se trate de países desarrollados o subdesarrollados, de países socialistas o
capitalistas. Entre los países capitalistas desarrollados, la existencia de
consensos previos, facilitó que éstos fueran más facilmente alcanzados.
Mientras que, para alcanzar el consenso con los países subdesarrollados, se
trazaron al menos tres estrategias: procesos de disciplinamiento;
procesos de cooptación, represalias.
Búsqueda de consenso entre países desarrollados y subdesarrollados

En los finales de la década de 1960, las relaciones entre los países


desarrollados pusieron de manifiesto que las mismas se habían modificado
pasando de ser relaciones hasta entonces claramente asimétricas y
dependientes - de países tales como Alemania y Japón respecto a EE:UU. -
hacia relaciones en las que la fragmentación de la hegemonía norteamericana
ponía en tela de juicio tales asimetrías, al menos en el plano comercial y
monetario y hasta se admitía una cierta declinación en el poderío militar.

De allí que fueran especialmente las elites norteamericanas las primeras


interesadas en establecer un nuevo reordenamiento internacional y en
promover consensos con las elites de los otros países industrializados. Pues si
bien la asimetría entre los mismos se había ahondado también desde la óptica
de estas elites se advertían indicios de otros posicionamientos por parte de
ciertos países subdesarrollados. Entre los países subdesarrollados sobresalían,
por un lado la actitud asumida por los países exportadores de petróleo y en
otro terreno intentos de procesos políticos que atentaban contra la clásica
relación de dependencia de estos países respecto a EE.UU como su zona de
influencia. Este es especialmente el caso de varios países latinoamericanos.

En el marco de esta situación la evaluación de las elites internacionales


respecto al bloque socialista ponía en un plano de mayor simetría la relación.
Así en este sentido uno de los ideólogos de la Comisión Trilateral que fuera
Brezezinsky señalaba que
“ la escena internacional de ese momento estaba más dominada por el
conflicto entre el mundo avanzado y el mundo en desarrollo que por el
conflicto entre los estados trilateralistas y los estados comunistas y que la
aspiración del Tercer y Cuarto Mundo representan una amenaza mayor a la
naturaleza del sistema internacional (...) y la amenaza es que se nieguen a
cooperar.( Brezezinsky, Trialogue, 1975.pag. 12).

Estos análisis se sustentaban en la teoría de los juegos y en la visión sistémica,


de ellas se destacaba el postulado de que los beneficios pueden ser
aumentados en la medida que se incentivara la cooperación.

En este contexto aparece un nuevo rol y nuevas estrategias para los


organismos internacionales con el objetivo de promover procesos
cooperativos y concertativos entre estos distintos actores. En esta exposición
me detendré en algunas estrategias más que en otras. Sobre todo me referiré a
aquellas que se sustentaron en la persuación, la cual se manifestó tanto a
través de proceso de disciplinamiento como de cooptación.
Pues creo que el carácter persuasivo, socializador, instaurador de creencias y
prácticas individuales e institucionales, que los organismos internacionales
ejercieron, adquirió rasgos similares al ejercido por la educación como
práctica social pero también por el grado de efectividad que las mismas
tuvieron en varios países y de manera particular en el caso Argentino.

Por ello comenzaré por describir parte de la propuesta que se trazaron los
trilateralistas, la cual en gran medida fue ejecutada a través de los organismos
multilaterales de Crédito. De estos organismos destacaré especialmente el
papel asignado al Banco Mundial (BM).

Pero retornemos a la Comisión Trilateral y la década de los 70, en la cual ésta


diseñó un conjunto de “reglas empíricas” con el objeto de disciplinar a los
Estados, especialmente a los subdesarrollados para que garantizaran la ansiada
cooperación para el reordenamiento del sistema internacional.

En un documento denominado “Hacia un sistema Internacional renovado”1,


que fuera elaborado por un grupo constituido por Richard Cooper Profesor de
la Universidad de Yale y Consejero Económico del Departamento de Estado
Norteamericano durante los gobiernos de Johnson y Kennedy, por Karl Kaiser
en ese entonces director del Instituto de Investigaciones de la Sociedad
Alemana para la política exterior y docente en la Universidad de Harvard y en
la Johns Hopkins de Bolonia Italia, y por el profesor Kosaka de la Universidad
de Kyoto y profesor visitante en la Universidad de Harvard, recomendaban las
siguientes acciones:

1 En Cuadernos del CIDE 2-3 – México, 1978


“Ejercer un disciplinamiento de las burocracias estatales, el cual deberá ir
acompañado de una importante voluntad política por parte de los gobiernos
de dichos estados, elaborar un diseño para instrumentar tal disciplinamiento,
crear mecanismos para controlar su implemnetación e instrumentar
represalias sobre aquellos países que no se ajustaran a los procesos de
concertación”.

A la vez, en otro documento también elaborado en el seno de la Comisión


Trilateral denominado “La Reforma de las Instituciones Internacionales”2
analizan la importancia de crear nuevas instituciones internacionales o bien la
de reformar las existentes para normar y equilibrar las dos tendencias que se
manifestaban en el ámbito internacional. Por un lado los procesos de
interdependencia internacional en la que destacaban especialmente las
cuestiones económicas y la oposición nacionalista a los enfoques
internacionales.

El tiempo ha demostrado que se inclinaron por la segunda opción, es decir


reforzar las instituciones ya existentes, especialmente las creadas en Bretons
Woods (BM y FMI). Un camino era la inclusión de nuevos países como
socios de los organismos existentes. Entre los que se destacaba un mayor
empeño por incluir de los países subdesarrollados, a los paises productores de
petróleo (OPEP) y a otros considerados estratégicos tales como Brasil y
México. Pero también se instala la recomendación de incluir a los que se
habían retirado luego del acuerdo de Breton Woods, en este caso se estaban
refiriendo sobre todo a la URSS.

2 Ver Cuadernos CIDE 2-3. Op cit.


Tales propósitos fueron puestos en marcha por el Banco Mundial y el FMI y
varios hechos confirmarían que dicho proyecto fue concretado.

Un dato es la inclusión de nuevos miembros así de 44 países miembros


iniciales el número fue ampliado a 181 en un lapso de escaso años.

La pertenencia como socio los obligaba a atenerse a las nuevas reglas de


juego, de éstas destacan en primer lugar los llamados Programas de
Estabilización Monetaria y en los finales de 1980 la instauración de los
Programas de Reforma Estructural del Estado cuyos lineamientos fueron
formulados de manera expresa en el Consenso de Washington.
Para ello cabe recordar que lo que actualmente se denomina BM es un
conjunto de cinco instituciones que se van creando a posteriori de 1945. Tres
de ellas son de crédito: Banco Internacional de Reconstrucción y
Fomento(BIRF); la Asociación Internacional de Desarrollo (AIF) creada en
1960 y la Corporación Financiera Internacional(IFC). Una cuarta institución,
el Centro Internacional para la Resolución de disputas sobre
Inversiones(ICSID), y una quinta la Agencia de Garantia de Inversiones
Multilaterales (MIGA). Y en 1992 asume la administración del Fondo
Mundial para el Medio Ambiente(GEF). Además en este marco hay que
recordar la creación de los Bancos Regionales en las décadas de los 40 y 50
período en el cual nace el Banco Interamericano de Desarrollo(BID) para la
región de América Latina y los bancos regionales para Asia, Africa y Europa.

La MIGA creada en 1988, es de garantía y aval para los inversionistas


privados contra riesgos no comerciales, de estos riesgos destacan aquellos
emergentes de conflictos armados y agitación civil, riesgos resultantes de
medidas legislativas o administrativas u omisiones del país receptor de
inversiones que puedan atentar contra la propiedad o el control de las
inversiones o de sus beneficios; también protege las inversiones contra
restricciones gubernamentales sobre conversión y transferencia de divisas.

Esta breve descripción de las instituciones que integran el BM da cuenta de


la amplitud de funciones atribuidas al mismo.

Otro indicador lo constituye el hecho de que estos organismos ya no sólo


desempeñarán el rol de organo prestatario sino que el BM se constituye en el
encargado de propulsar el desarrollo y de actuar como intermediario, por
un lado entre los países deudores y los bancos acredores y la vez - a través de
la reformas estructurales - facilitar la configuración de nichos, en este caso
Estados, con condiciones adecuadas para la inversión extranjera.

El proceso disciplinador, con mayor carga de elementos coactivos, fue


facilitado por la importante deuda externa de los países latinoamericanos -
contraída en la década de 1970 de manera prioritaria con los bancos privados
y no con los organismos de crédito. Es en este contexto que se impone a estos
organismos la misión del cobro de la deuda. Una manera de cobrar era generar
un mayor endeudamiento por vía de la adquisición de préstamos de estos
organismos, para cumplir con parte de los compromisos y con la devolución
de la deuda contraída.

Sin embargo estos préstamos serían otorgados bajo claúsulas que


comprometían al país a iniciar procesos de reformas estructurales de largo
plazo y de amplio alcance, tal amplitud se expresaba en la medida que ellas
afectaran a un mayor número de áreas del Estado.

Estos créditos son los denominados “créditos de base política”, los cuales
además de exigir una contraparte a cargo del estado beneficiario tenían la
particularidad de que para ser otorgados debían ser utilizados para producir
cambios estructurales y gran parte de ellos se caracterizaron por ser de
cumplimiento previo, es decir que las condiciones que se exigen deben ser
satisfechas por los Estados antes de recibir dinero fresco. Por ello menciono
este carácter fuertemente coercitivo y hasta perverso. Pues muchas veces
dinero fresco presupuso la votación de leyes claramente atentatorias de la
soberanía de un Estado, la privatización de bienes públicos, ajuste de salarios,
leyes de flexibilización laboral; reformas que garantizaran la liberación de
controles por parte del país hacia el capital financiero y productivo
internacional y una serie de otros cambios.

Pero simultáneamente con estos procesos coactivos ejercidos mediante el


otorgamiento de créditos, que transformaban la relación entre el Estado y los
Organismos en un tome y daca, se fueron concretando otros procesos a través
de mecanismos en apariencia menos coactivos pues se concretaron por vía de
la asistencia técnica. En este caso el BM fue promoviendo un conjunto de
programas en el que aparecía con una función de orientación y asesoría para
la reforma de distintos sectores del aparato estatal.

Este es el clásico ejemplo de los tantos programas que han proliferado para el
sector educativo que incluyeron asistencia técnica para evaluar la calidad de
los sistemas educativos; para la capacitación docentes; para la reforma de
contenidos mínimos y de las curriculas; para el cambio de planes de estudio;
para la reforma de los sistemas educativos y tantas otras acciones. Programas
de esta naturaleza también fueron concretados en otras áreas: Salud, Previsión
Social, sistema financiero, procesos de descentralización del aparato estatal,
privatizaciones etc.

Ahora bien, ¿porqué esta asistencia técnica puede considerarse un proceso de


disciplinamiento ejercido bajo procesos persuasivos con claro contenido
educativo?.

En primer lugar, porque entre los presupuestos trilateralistas a los que


adscribe el nuevo reordenamiento internacional, se asumía una concepción
que estaba sustentada en el funcionalismo por partes, el cual recomendaba
desagregar los asuntos con el objetivo de que los mismos fueran atendidos por
especialistas. Pero por sobre todo porque dichos expertos se concebían como
elementos importantes, pues más allá de constituirse en nuevos sujetos de
enseñanzas contribuirían, por su especialización, a mitigar el nacionalismo y
a borrar los particularismos propios de cada Estado y en definitiva de cada
cultura y sociedad.

Un párrafo de otro documento producido por los trilateralistas ilustra esta


concepción y esta estrategia, en este decían:

“ La especialización crea cuerpos de conocimientos y marcos intelectuales


comunes entre los expertos de muchas naciones. A través de ellos se pueden
construir coaliciones de especialistas a través de las fronteras nacionales, en
áreas funcionales específicas, mitigando el nacionalismo que puede
obstaculizar los acuerdos internacionales” 3.

3 El problema de las Consultas Internacionales”. . Cuadernos del CIDE 2-3, México. 1978. Pag. 428.
Por tanto estos nuevos enseñantes, ejerciendo su acción formadora en
distintos sectores del Estado fueron contribuyendo y desempeñando un
importante papel para la transformación de las prácticas de los agentes del
aparato del Estado. Pero a la vez facilitaron procesos de homologación tanto
de prácticas, como de reglas de juego, de principios que favorecieron la tan
mentada interdependencia exacerbando el proceso globalizador.

Otro elemento a destacar, es que este accionar no queda limitado a los


funcionarios estatales, pues el Estado que expone una gran debilidad frente a
la práctica coactiva de los organismos y de los intereses por ellos
representados, fue lo suficientemente fuerte para disciplinar a la masa de
trabajadores estatales y a otros sectores de la sociedad. En algunos países más
que en otros.

En el caso Argentino, ello fue especialmente notorio, pues la tasa de


desempleo como producto de estas reformas estructurales, se incrementó y los
sujetos excluidos como también los trabajadores del sector privado quedaron
sometidos a las reglas de juego. Los desocupados a los programas focalizados
que paliaban los efectos de la exclusión y la pobreza. Los trabajadores del
sector privado y estatal sufrieron la precarización de las condiciones laborales.
De modo que podemos decir que esas reglas prácticas que fueran elaboradas
por los Trilateralistas, contribuyeron a disciplinar a las burocracias de los
Estados, pero a su vez generaron un Estado fuerte en términos de su capacidad
disciplinadora sobre el conjunto de la ciudadanía por efecto de las reglas de
juego que se fueron instituyendo casi de manera perversa pues se asentaron en
la condición de necesitado que crea la marginalidad, la exclusión y en el
descenso en la calidad de vida, en este último caso por un deterioro del salario
real.

Entre las estrategias pedagógicas ejercidas por los expertos sobresale “el
aprender haciendo”, es decir un aprendizaje de fuerte signo pragmático, que se
fue instituyendo en las distintas misiones de estos organismos a los diferentes
países prestatarios. Pues el acompañamiento de los técnicos de estos
organismos hacia los funcionarios del gobierno de cada Estado afectado a
dichos programas era permanente y atravesaba todos los ciclos de un proyecto
o programa. Es decir desde la detección de necesidades a que dieran lugar a un
futuro programa pasando por el diseño del mismo, su puesta en marcha, su
ejecución; sobretodo porque cada instancia del tramo de un proyecto o
programa estaba permanentemente sometido a procesos de evaluación que
monitoreaban lo cumplido y garantizaban o retenían el financiamiento para los
tramos subsiguientes del mismo.

Este proceso facilitó la existencia de una importante tecnocracia tanto en los


organismos internacionales como en ciertos estamentos de distintos sectores
de los Estados prestatarios, efectivizando aquella meta de construir
coaliciones de especialistas más allá de las fronteras nacionales. Pues este
técnico a través del “saber adquirido”, quedó habilitado para ejercer procesos
multiplicadores no sólo dentro de un mismo Estado, sino además quedaba
habilitado para ingresar a otros organismos de este carácter. La experiencia
adquirida los habilitaba para ejercer nuevas funciones en otros proyectos o
programas, pues es un requisito de los organismos haber ejercido funciones de
esta naturaleza.

A su vez este aprender haciendo se fue complementando con cursos


impartidos por los Organismos de crédito, sobretodo en los inicios de los
Programas de Reforma Estructural, los cuales reproducían de algún modo la
misma estrategia pedagógica: visitas in situ que contribuían a familiarizarlos
con las formas de operar, con sus procedimientos y a establecer lazos entre
sus miembros.

Cooptación como otra estrategia persuasiva

Bajo la denominación de procesos persuasivos incluiyo a los procesos de


cooptación de agentes, pues la cooptación requiere de una cierta
disponibilidad del sujeto que puede ser cooptado. Sin embargo esta
disponibilidad se asienta en dos planos.

Por un lado en un acto libre y realizado con plena consciencia y por el otro en
lo que Bourdieu denomina un acto prereflexivo.

Esta segunda dimensión es la que me interesa destacar de manera prioritaria


pues esa práctica pre-reflexiva, que es en cierto modo inconsciente se
configura en los espacios de pertenencia de los sujetos y en ellos tiene una
fuerte gravitación los procesos de socialización que cada ámbito de
pertenencia facilita u obstruye.

Un espacio destacado de pertenencia de los sujetos es la escuela y la


universidad. Sabemos de los años de permanencia de un alumno en estos
espacios de socialización. Por tanto podemos inferir que la escuela y la
universidad y las capacidades que en ellas se configuran serán también
elementos que intervienen en los procesos cooptativos de diversa índole.

Gran parte de la disponibilidad consciente como inconsciente tiene que ver


con la formación ciudadana que se le ofrezca a los alumnos, con el tipo de
sujeto que se promueva, con las capacidades que se privilegian desarrollar.

Ahora bien Uds. se preguntarán que tiene que ver este señalamiento con esta
exposición. Creo que tiene que ver con otra de las dimensiones que
presuponían los Trilateralista como un requisito necesario para concretar los
procesos concertativos y cooperativos. Ese ingrediente era la voluntad
política. Y el ejercio de la voluntad política tendrá un fuerte correlato con el
ejercicio y el tipo de democracia que se implemente.

Si es una democracia muy delegativa, con escasa participación, con un


predominio de las decisiones centralizadas en ciertas esferas de los órganos de
gobierno, se facilita la instauración de un consenso que queda relegado a unas
minorias o a determinados espacios de poder.

En este sentido el proyecto trilateralista, si bien se sustentaba en la promoción


de la interdependencia, preveía sólo algunas formas de participación y
acotaba y restringía los niveles de decisión.
Muchos son los elementos que figuran en sus documentos que permiten
aseverar las estrategias que montaron para la toma de decisiones.

Pero sólo destacaré un elemento que me parece central no sólo para remarcar
la práctica cooptativa para efectivizar concertaciones y acuerdos sino también
respecto a la toma de decisiones.

En otro de sus documentos titulado “El problema de las consultas


internacionales”,4 los trilateralistas valorizan el papel otorgado a ciertos
líderes de países subdesarrollados, al respecto decían:

“Uno de los medios más eficaces en la consulta norte-sur puede ser el


contacto informal con estos individuos clave en Africa, Oriente Medio, Asia y
América Latina. Esto puede generar el entendimiento y ser un instrumento
útil antes de la negociación”.

Este mecanismo intentaría lograr de los países subdesarrollados un


consentimiento más que un consenso, pues el consenso significa “acuerdo
entre”, especialmente entre la sociedad civil y el gobierno, mientras que
consentimiento implica “acuerdo con”. Ello pone de manifiesto las relaciones
de asimetría que se producen cuando se trata de conseguir consentimiento o
cuando se trata de construir consenso.

Si tomo como ejemplo el proceso de Reforma Estructural del Estado


argentino, - el cual creo representa una de las maneras mas ortodoxas de

4 Ver Cuadernos CIDE 2-3. Op. Cit.


implantación del mismo, sobre todo durante los 10 años del gobierno de
Menen y hasta fechas recientes - el mismo se efectivizó a través de una alta
concentración en la toma de decisiones y una importante voluntad política en
los actores gubernamentales y en una escasa participación del conjunto de las
instituciones políticas, gremiales y sociales. Pero también gracias a un
importante proceso de cooptación de agentes que constituyeron los cuadros
de esa tecnocracia que llevó adelante la reestructuración del Estado.

Creo que en este proceso intervinieron distintas circunstancias en las que


pueden reconocerse componentes sicológicos o subjetivos - a veces racionales
y conscientes y otros prereflexivos.

Un comportamiento del primer tipo puede encontrarse en los inicios de los


procesos de reforma del Estado Argentino, pues este proceso coincidió con el
retorno a un gobierno democrático y con el deseo contenido de transformar las
prácticas del estado dictatorial, ello produjo una suerte de mimetización del
discurso de Reforma del Estado.

Sin embargo los procesos preflexivos explicados por estas circunstancias


pierden fuerza a medida que el modelo se va profundizando y evidencia las
consecuencias del mismo: desocupación, exclusión, pobreza extrema y las
prácticas de los actores hegemónicos tales como corrupción y abuso de la
función pública.

Sin embargo la voluntad política pone de manifiesto actos conscientes y


reflexivos los cuales requerian de individuos que ocuparan posiciones de
poder en la estructura del Estado, volviendo al caso Argentino, la figura de
Menen y de Cavallo, su ministro de Economía, representan esta amalgama
entre procesos cooptativos y decisión política.

Algunas reflexiones finales.

La politica exterior y de defensa de EEUU a pesar de que adquiera como una


suerte de mayor transparencia a partir de los atentados del 11 de septiembre,
sin embargo debe ser analizada considerando algunos episodios anteriores con
el objeto de poder identificar las estrategias que se van complementando y que
definirán la política exterior y de defensa norteamericana, luego de haber
logrado recuperar en ciertos planos la hegemonía perdida en los 60, tal
recuperación es producto de los procesos realizados en las décadas de los 80 y
90.

En principio se advierte una recuperación de lo que había prevalecido hasta la


década de los 70, en la que los mecanismos de control se asentaban en la
posesión de territorios, en un acceso privilegiado a los recursos considerados
estratégicos. Por el contrario durante las décadas de los 80 y en parte de los
90, los mecanismos de control se orientaban más hacia la monopolización de
funciones, hacia el control de mecanismos que facilitaran establecer ciertas
reglas de juego en la gestión de las políticas. Esto se pone de manifiesto en el
énfasis a la aplicación de estrategias orientadas a la generación de consenso y
en acciones concertativas y cooperativas. Por tanto destacaban aquellas
prácticas ligadas a los mecanismos de comunicación para facilitar procesos de
persuación y cooptación, que promovieran la construcción de creencias que
mitificaran ciertas situaciones elaboradamente construidas bajo improntas de
miedos, imprescindibilidad de atenerse a determinados condicionantes para
evitar o lograr condiciones de vidas perjudiciales o más aterradoras.

El BM tanto como el FMI son colocados como imprescindibles.


No ceder a sus exigencias traería aparejado aislamiento, dificultad de acceso
al crédito, etc.

Por tanto creo que estamos en condiciones de afirmar que si bien la


intervención directa por vía de la utilización de la fuerza militar ha mostrado
su cruel reactualización tal como lo evidencian la guerra de Afganistan e Irak,
persiste la estrategia persuasiva.

Puesta de manifiesto en las argumentaciones que se utilizan pero que van


siendo remozadas. Por ello resulta importante descubrir y analizar que nuevas
argumentaciones se van amalgamando, (a veces ridículas, maliciosamente
ingenuas) y otras más embozadas. Y que operan tanto al interior del Estado
norteamericano para lograr la adhesión de los ciudadanos a las políticas
militares, como también son construídas más allá de sus fronteras y con una
importante colaboración de comunicadores tanto del medio académico como
de la prensa escrita y televisiva.

Es esta última estrategia sobre la que debemos pensar de manera prioritaria


como agentes educativos. Pues esta estrategia de dominación deberá
deconstruirse y creo que nosotros como educadores, como intelectuales,
tenemos que pensar como implementar tanto desde la educación formal y
desde otros espacios de educación permanente acciones que apelen a los
mismos medios por los cuales ellos operan, pues sabemos de su efectividad.
De allí la necesidad de gestar instancias paralelas, alternativas y en algunos
casos complementarias que deconstruyan las argumentaciones y creencias
sobre las que se construyeron y se construyen procesos de disciplinamiento.

Si bien desde el plano de la escuela la acción pedagógica pueda quedar diluida


por el intento de dar respuesta a la satisfacción de las necesidades básicas de
nuestros alumnos, sometidos en su mayoría a situaciones de pobreza extrema,
no podemos pese a ello descuidar nuestra labor pedagógica, pues es nuestra
función esencial, la cual al no realizarla dejamos más expuestos e indefensos a
nuestros alumnos, en la medida que será ejercida por los medios de
comunicación que producirán procesos de cooptación de creencias o bien
quedarán excluidos definitivamente en situación de extrema marginalidad en
términos de acceso al conocimiento y la información.

La estrategia persuasiva es una estrategia muy poderosa y muy actual pues


construye creencias que garantizan prácticas de sometimiento, en virtud de los
miedos que promueven, de las inseguridades que generan.

Si bien mi intención fue mostrar como los Organismos Multilaterales de


Crédito, se han constituido en importantes instrumentos de regulación de las
economías de los Estados, ellos también tienen la capacidad de estructura
estructurante como la que ejerce el Estado, es decir que estos organismos se
han convertido en artífices e instrumentos para la imposición de principios, de
creencias, de prácticas individuales e institucionales y por tanto en instancias
reguladoras de los Estados.

Pues la explicación e interpretación de determinados problemas como las


posibles recetas para resolverlos, devienen especialmente del BM y
configuran verdaderos sistemas simbólicos altamente eficaces en el logro de
la legitimación y reconocimiento de estas creencias.

Parte de ello es producto de la relación entre las estructuras incorporadas,


inconscientes o pre-reflexivas y las estructuras objetivas que cada sujeto y
país afronta.

No obstante ciertos agentes ocupan una posición más privilegiada que otras
para “crear” ciertas formas de mirar e interpretar el mundo y ello depende de
la posición que ocupan, del papel que desempeñan y de las formas con las que
operan en la realidad. De esto dependerá su capacidad para imponer
principios y creencias, formas de mirar y por tanto de actuar.

Por ello quiero destacar que una posición privilegiada en este sentido lo tiene
la escuela y la Universidad, como los centros de investigación.y donde se
realice educación permanente. Pues estas instituciones también tienen a su
disposición dispositivos culturales y psíquicos, que se despliegan bajo la
forma de una violencia simbólica que es embozada, enmascarada, no directa y
que resulta muy eficaz. De alli mi insistencia en el aprovechamiento de este
dispositivo para generar procesos de deconstrucción de visiones hegemónicas
y pensamiento crítico.

Cualquier proceso social devela la simultaneidad con proceso psíquicos y es


también un proceso cultural.

Freud decia que la psicología individual es simultaneamente psicología social.


En este sentido las relaciones que un individuo mantiene, es decir sus
vínculos, son fenómenos sociales, de allí que cualquier fenómeno social tiene
una dimensión síquica.

Desde que el hombre se constituye en la intersección de la naturaleza y la


cultura toda socialización implica una desnaturalización que da origen a
sentimientos de displacer, malestar, sufrimientos, es casi una condición
inmanente de la culturización, que puede ser agravada o bien mitigada por
acciones individuales o colectivas. Gran parte de lo colectivo se relaciona con
la estructura político-económica de una sociedad, con los espacios de
pertenencia que pueden transformase en elementos más hostiles o más
contenedores.

De modo que esto plantea la necesidad de contemplar tales aspectos para los
espacios de socialización y de educación.

Un camino planteado por la psicología social (Le Bon, 1912)prestaba atención


a la sugestión como un mecanismo, que a la par que operaba como estrategia
de dominación sobre el sujeto servía para explicar esta suerte de sumisión y la
consecuente actuación de los individuos en los procesos sociales. Ellos
planteaban una suerte de “tiranía de la sugestión”.5

Freud revisando los planteos de la Psicología social de su época consideraba


que los vínculos de amor o simplemente lazos sentimentales constituyen la
esencia del “alma de las masas”. Y sostenía que se producen procesos de
cohesión en virtud de algún poder que restaba libertad al individuo en los
procesos grupales o de masa. Mencionaba situaciones de pánico sobretodo

5 Freud, S. Obras completas. Tomo XVIII y XXI . Bs.As.,. Amorrortu editores. 1999
cuando los lazos recíprocos cesan o disminuyen. El peligro decía es sentido
con mayor fuerza cuando cesan las ligazones afectivas.

En los proceso de construcción colectiva actuales, construidos bajo los


lineamientos de esa asimétrica interdependencia entre los países, entre
distintos agentes y sujetos se facilita una suerte de aceptación y sumisión por
parte de los individuos.

De allí que un camino para entender el ejercicio de la violencia simbólica, o


sea de procesos más consustanciados con la persuación, deba ser considerado
a partir de los recursos que son utilizados para ejercer procesos de sugestión
que atemperarían la angustia pánica. Tales recursos podrían operar como
procesos disciplinadores, entendidos como la transformación y sustitución de
prácticas y creencias y que en definitiva intentarían garantizar procesos de
gobernabilidad y control.

Estas formas de conducir a interpretaciones y actuaciones constituyen


verdaderos sistemas simbólicos que gozan de ese doble componente de
consentimiento: consciente a un cierto ordenamiento y a determinados
intereses y consentimiento y adhesión no consciente ni intencional. De allí la
importante tarea de seguir reflexionando sobre el papel de la escuela y la
educación en este proceso de pensamiento y acción alternativo.

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