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CIRUGÍA ENDOSCÓPICA AVANZADA DE BASE DE CRÁNEO Y ESPACIOS


PARANASALES

El riesgo de meningitis bacteriana ascendente


en los defectos de la base anterior de cráneo
y su manejo quirúrgico
Manuel Bernal-Sprekelsen, Cristina Molina, José-María Guilemany, Miguel Caballero e Isam Alobid
Servicio de Otorrinolaringología. Hospital Clínic. Barcelona. España.

El abordaje endoscópico de las fístulas de líquido cefalorra- Risk of Ascending Bacterial Meningitis in Anterior
quídeo (FLCR) ha quedado acreditado en numerosas pu- Skull Base Defects and Their Surgical Management
blicaciones. Pero a pesar del riesgo de una FLCR de de- The endoscopic approach in cerebrospinal fluid (CSF) fistu-
sarrollar meningitis bacteriana a corto y a largo plazo, las has been validated in numerous papers. However, the
sigue la controversia acerca de si hay que intervenir o no need to correct CSF leaks or repair defects of the anterior
para sellar la FLCR o reconstruir el defecto de la base ante- skull base remains controversial, even though there is an
rior del cráneo. evident short- and long-term risk of ascending bacterial
Material y métodos: Revisión bibliográfica y de casuística meningitis.
propia que avale la cirugía endoscópica mínimamente in- Material and methods: We performed a systematic review
vasiva en todos los casos constatados de defectos de la base of the literature on the risks and/or rates of bacterial menin-
anterior del cráneo, con o sin FLCR, con la finalidad de evi- gitis after trauma or anterior skull base surgery. We also re-
tar una meningitis bacteriana ascendente. Se desarrolla la viewed the results in our series of patients with anterior
técnica quirúrgica de reconstrucción de defectos de la base skull base defects, with or without CSF leaks, to assess the
anterior del cráneo, y se explican los pormenores y algunos rate of preventable ascending bacterial meningitis. The sur-
trucos que la facilitan. gical technique for endoscopic skull base repair is de-
La tasa de meningitis bacteriana como consecuencia de scribed, including maneuvers that might help to improve
traumatismos craneoencefálicos es alta, entre un 18 y un outcomes.
30%, y no decrece con el tiempo. Si se incluyen los casos The rate of posttraumatic primary meningitis is high (be-
que repiten meningitis, la tasa puede alcanzar hasta un tween 18% and 30%) and does not decrease with time.
85%. En nuestra casuística, 9 de 27 pacientes desarrollan Moreover, if cases of recurrent bacterial meningitis are in-
una meningitis postraumática, 5 de ellos, repetida. En el cluded, this rate increases to 85%. In our series, nine out of
grupo de defectos de la base anterior del cráneo de diver- 27 patients developed ascending bacterial meningitis after
sos orígenes, 15 de 39 pacientes tuvieron meningitis antes trauma, five of which were recurrent.
del cierre quirúrgico. Después de la reparación endoscópi- In a series of 39 patients who underwent surgery for anteri-
ca y con una media de 56 meses de seguimiento (rango, 16- or skull base defects of different origin, 15 had previously
120), ninguno de ellos vuelve a tener meningitis bacteriana, suffered from bacterial meningitis. After endoscopic skull
así como tampoco ninguno de los pacientes que no la habí- base repair, with a mean follow-up of 56 months (range 16-
an presentado. La tasa de cierre en pacientes operados por 120 months), none of these patients developed meningitis,
primera intención es del 97,5% y con repesca del 100%. Las nor did any of those who had not had meningitis before
complicaciones de la cirugía endoscópica son escasas. surgery. The overall rate of successful primary endoscopic
La reparación endoscópica de defectos de la base anterior skull base repair was 97.5% and was 100% after revision
del cráneo, con o sin FLCR, previene la meningitis bacteria- surgery.
na ascendente. Las posibles complicaciones de una cirugía The complications rate of endoscopic repair of anterior
endoscópica de la base anterior del cráneo son sustancial- skull base defects is very low. Endoscopic skull base repair
mente menores que las posibles complicaciones o secuelas of defects with or without CSF leak seems to prevent as-
de una meningitis bacterianas que, además, puede ser mor- cending bacterial meningitis. The potential complications of
endoscopic skull base surgery are much lower than those of
bacterial meningitis, which can be fatal.
Therefore, in patients with a history of CSF leak or bacterial
Correspondencia: Prof. M. Bernal-Sprekelsen.
Servicio de Otorrinolaringología. Hospital Clínic.
meningitis, even if the meningitis occurred many years ago
Villarroel, 170, Esc. 8, 2A. 08036 Barcelona. España. or the leaks resolved spontaneously, endoscopic skull base
Correo electrónico: mbernal@clinic.ub.es repair is recommended.

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tal. Por ello, en los pacientes con antecedentes de FLCR o Key words: Cerebrospinal fistula. Craniofacial trauma. Bac-
de meningitis bacteriana, aunque date de hace muchos terial meningitis. Endoscopic sinonasal surgery. Menin-
años y/o la FLCR se haya sellado espontáneamente, se re- goencephalocele.
comienda la reparación endoscópica de la base anterior.

Palabras clave: Fístula de líquido cefalorraquídeo. Trauma-


tismo craneoencefálico. Meningitis bacteriana. Cirugía en-
doscópica nasosinusal. Meningoencefaloceles.

INTRODUCCIÓN papilomas invertidos, que pueden ser localmente


muy agresivos.
– El grupo más grande de FCLR tiene un origen trau-
La fístula de líquido cefalorraquídeo (FLCR) de la base mático, a pesar de la reducción de traumatismos cra-
anterior del cráneo puede tener diversos orígenes: neoencefálicos lograda desde la introducción obliga-
toria del cinturón y del casco. Dagi et al1 estudian la
– La malformación, que puede incluir desde la persis- incidencia de meningitis tras fracturas de la base del
tencia del agujero ciego (figs. 1C y D) hasta un defec- cráneo en 168 casos. Encuentran una incidencia del
to en la sinostosis a lo largo de la base ósea, pero es- 20,8% de FLCR.
pecialmente en la zona de lámina cribosa, que da
lugar a meningoceles y meningoencefaloceles (figs. En un estudio propio realizado sobre más de 1.000 trau-
1A y 2C), o en seno esfenoidal la persistencia del ca- matismos craneoencefálicos (TCE) se encontraron 27 fístu-
nal de Sternberg. las traumáticas de LCR; 10 de ellas con fracturas importan-
– Las infecciones que se acompañan de destrucciones tes se trataron mediante craneotomías y 17 con un
óseas, como por ejemplo una sinusitis micótica tipo tratamiento conservador, consistente en reposo con o sin
mucor, pueden acabar por exponer la duramadre y el drenaje lumbar; 9/27 (33,3%) desarrollaron meningitis una
cerebro. Un tumor maligno que destruya la base del media de 499 (rango, 2-3.285) días después del TCE. De
cráneo por infiltración, como por ejemplo los neuro- ellos, 4 pertenecían al grupo de las craneotomías y 5
blastomas olfatorios o los adenocarcinomas, por citar (18,5%) al grupo conservador. Además, 5 de los 9 casos tu-
los más frecuentes, o algún tumor benigno, como los vieron meningitis bacteriana recurrente2.

A B

C D

Figura 1. A: tomografía computarizada coronal de un meningoencefalocele en rima olfatoria


izquierda. B: imagen de una cisternografía en corte sagital con salida de contraste por fosa nasal
(flecha). C: corte sagital de una malformación de agujero ciego. D: el mismo caso con corte axial.

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A B

C D

Figura 2. A: gota de LCR teñido de fluoresceína tras inyección intratecal de fluoresceína sódica
al 5%. B: duramadre de un meningocele en rima olfatoria derecha embebido en fluoresceína.
C: meningoencefalocele de pared lateral de seno esfenoidal derecho que sale de la ampliación
del ostium esfenoidal. Se visualiza la cola del cornete medio. D: visión endoscópica de una
esfenoidotomía amplia derecha y tras exéresis de un meningoencefalocele. Se observa
la salida de LCR de pared posterolateral.

También Ljunggren3 observa que las FLCR no son nece- en estos casos se observa frecuentemente el síndrome de si-
sariamente inmediatas, sino que pueden aparecer poste- lla turca vacía8.
riormente. En más de los 66 casos postraumáticos con li- También la cirugía sobre la base anterior de cráneo, ex-
cuorrea, ésta se inició más de 1 mes después del accidente, terna o intranasal, puede dejar una FLCR. Así, Van Aken et
por lo que no había indicación de una profilaxis antibiótica al9 evalúan los riesgos de meningitis en 228 pacientes inter-
de entrada. venidos por vía transesfenoidal, con una profilaxis están-
Choi et al4 estudian retrospectivamente dos colectivos dar con amoxicilina. Encuentran 7 (3,1%) casos de menin-
postraumáticos con (n = 115) y sin (n = 170) FLCR y en- gitis; 6 de los 7 pacientes habían presentado una licuorrea
cuentran que las FLCR inmediatas o retardadas presenta- en el postoperatorio.
ban una mayor incidencia (χ2 = 8,642) de hematoma perior- Un cierre quirúrgico incompleto o la lesión de la base an-
bitario. También los pacientes con fracturas etmoidales y terior del cráneo en cualquier punto de su recorrido pue-
frontales tenían una tasa más alta de FLCR (χ2 = 5,46). Du- den constituir una fuente de FLCR.
rand et al5 calculan que aproximadamente un 20% de las La tasa de FLCR es especialmente alta en las cirugías
meningitis se deben a FLCR. avanzadas de base de cráneo, en las que se ha llegado a re-
Otra situación de riesgo es una fístula intermitente, más gistrar hasta un 40%10. Por ello, se han estudiado diversos
frecuente en los meningoceles pequeños y en las fístulas colgajos grandes que permitan cubrir defectos importantes
idiopáticas. Las fístulas idiopáticas se suelen localizar en la después de resecciones muy amplias en la zona clival, tal
lámina cribosa y se presentan especialmente en mujeres de como el colgajo septal11 o el colgajo temporoparietal12, en
mediana edad con sobrepeso. Se discute si son secundarias los que no se va a profundizar en este artículo.
a una hipertensión intracraneal benigna que conlleve una Independientemente del origen de la FLCR, su persis-
erosión de lámina cribosa. Clínicamente, los signos y sínto- tencia puede ocasionar una meningitis bacteriana ascen-
mas de hipertensión intracraneal pueden ser cefaleas dente. Si bien este razonamiento fisiopatológico está co-
(91%), acufenos pulsátiles (45%), hipertensión arterial múnmente aceptado, el presente trabajo pretende dirigir la
(45%), problemas de inestabilidad (27%) y alteraciones de atención hacia el hecho de que el riesgo de una meningitis
la visión (18%)6. Además, las mujeres afectadas presentan de este tipo no necesariamente está ligado a una fístula ac-
un índice de cuerpo-masa (BMI) superior a 24,9 o incluso tiva de LCR, sino que también puede acaecer con otros
mayor, pudiéndose considerar obesas (BMI > 30)7. Además, condicionantes:

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A B

Figura 3. A: duramadre embebida en fluoresceína


tras inyección intratecal de fluoresceína sódica al
5%. Obsérvese la cicatrización en monocapa de la
mucosa nasal con su neovascularización.
La punta de aspirador señala la raíz restante
del cornete medio.
Se trata de un defecto post-cirugía endoscópica
remitido por el servicio de enfermedades infecciosas tras una meningitis bacteriana que obligó a
un internamiento en cuidados intensivos. B: situación intraoperatoria
del mismo paciente bajo visión endoscópica. Se denota el despegamiento de la monocapa de
mucosa que había cicatrizado sobre duramadre, sin poder prevenir la meningitis. C: mismo caso
con licuorrea después de despegar la duramadre.

1. Un defecto de la base anterior del cráneo, aunque se recidivante, un posible TCE o centrofacial, que no necesa-
haya producido un cierre espontáneo de la fístula, su- riamente ha de haber sido fuerte. También es importante
pone una situación de riesgo. La cicatrización en la recabar información sobre una posible cirugía nasal previa,
zona solamente puede proceder de la aracnoides o de septoplastia inclusive, por cuanto la lámina perpendicular
la mucosa nasal, dado que la duramadre no tiene ca- del etmoides puede lesionarse en este tipo de cirugía.
pacidad de generar fibroblastos. De esa manera, la co- Finalmente, hay que comprobar si existe una rinolicuo-
bertura cicatricial de la duramadre se limita a una fina rrea activa o si ha existido en el pasado. Cualquier pérdida
capa de mucosa, que evidentemente no es suficiente de líquido acuoso y transparente debe llamar especialmen-
para prevenir una meningitis en casos de rinosinusi- te la atención cuando es unilateral. Hemos visto a varios
tis (fig. 3A). Alternativamente, la herniación cerebral pacientes tratados con antihistamínicos por rinitis alérgica,
puede sellar el defecto y producirse una cicatrización que evidentemente nunca puede ser unilateral.
por encima. De hecho, en la propuesta de manejo de La exploración clínica incluye la observación de la pérdi-
este tipo de pacientes, en los algoritmos se empieza a da de LCR, tanto en situación normal como en posición de
considerar el defecto de duramadre sin fístula como tórax y cabeza hacia abajo. Algunas fístulas se encuentran
una entidad aparte13. selladas de manera incompleta y pueden provocarse me-
2. También la colocación de un drenaje lumbar puede ser diante maniobras de Valsalva, que incrementa la presión
la causa de una meningitis, si bien en raras ocasiones. abdominal, o de Queckenstedt (compresión de ambas ve-
3. Finalmente, la profilaxis antibiótica en fístulas activas nas yugulares), que buscan el aumento de la presión intra-
parece estar ligada a una mayor tasa de meningitis craneal retrógradamente por éstasis retrógrado del retorno
(véase más adelante). venoso.
La endoscopia diagnóstica, preferentemente con endos-
copios angulados y de 2,7 mm para poder visualizar mejor
DIAGNÓSTICO DE LOS DEFECTOS DE LA BASE la rima olfatoria, intenta observar la salida de LCR. La apli-
ANTERIOR DEL CRÁNEO cación intratecal previa de fluoresceína sódica es una alter-
nativa más pero que apenas empleamos, por cuanto, o bien
En la historia clínica hay que indagar en los anteceden- tenemos la sospecha firme de defecto de la base anterior
tes sobre algún episodio de meningitis bacteriana, incluso del cráneo por la historia clínica (TCE con antecedentes de

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licuorrea, meningitis bacterianas previas), por la confirma- Hay otra variante de FLCR intraespinal que aparece ha-
ción de la proteína beta-trace o bien por los signos que nos cia la cuarta década de vida, asociada a una hipotensión se-
ofrecen los estudios de imagen. No obstante, cuando no cundaria a la pérdida de LCR. La hipotensión se manifies-
hay licuorrea y la tomografía computarizada (TC) no ofre- ta sobre todo por cefalea ortostática que exige un reposo a
ce información, en los defectos postraumáticos o posqui- largo plazo. En estos casos, la mielografía puede ayudar a
rúrgicos cicatrizados y en los meningoceles la fluoresceína buscar la fístula19. La TC de cráneo muestra un engrosa-
puede resaltar la duramadre y hacer visible el defecto (figs. miento de las meninges.
2B, 2C y 3A).
El diagnóstico bioquímico se basa en la rinolicuorrea. Si
no hay pérdida de LCR ni ésta se puede provocar colgan- CIRUGÍA DEL CIERRE DE FÍSTULAS DE LCR
do la cabeza hacia delante o con maniobras que aumenten Y DE DEFECTOS DE LA BASE ANTERIOR
la presión intracraneal en el momento de la visita, pero hay DEL CRÁNEO
una anamnesis clara de rinorrea acuosa, se le entrega al pa-
ciente un tubo transparente para la colección de liquido. La La intervención quirúrgica consta de cinco partes: la pre-
colección se remite para la determinación de beta-2-trans- paración, la identificación del defecto, la preparación del si-
ferrina o de beta-trace. Ambas son proteínas patognomóni- tus, la colocación del injerto y su fijación, así como el mane-
cas del LCR, pero también del humor acuoso y de los líqui- jo postoperatorio.
dos del oído interno. La primera necesita un montaje
complicado y caro (nosotros remitíamos las muestras al Dr. Preparación
Oberascher a Salzburgo). La beta-trace14,15, que es la prosta- Consideramos la inyección intratecal de fluoresceína só-
glandina D2 sintetasa, puede determinarse fácilmente con dica de máxima utilidad para todos los casos de cirugía de
un kit muy económico en el plazo de pocas horas la base anterior del cráneo. La concentración es del 5%, a
Ambas proteínas pueden dar falsos positivos en pacien- razón de 0,5 a 1 ml, como máximo, unos 45-60 min antes de
tes con insuficiencia renal. Las proteínas apenas sufren un la intervención.
proceso de degradación, ni siquiera mezclándose con se- La fluoresceína confiere una coloración amarilloverdosa
creciones nasales, por lo que el estudio de las muestras traí- al LCR que facilita su identificación (figs. 2A-D). Ocasional-
das en una siguiente visita son muy fiables. mente, cuando no hay pérdida de LCR o es muy escasa,
La determinación de la concentración de glucosa puede hay un dispositivo que se intercala entre el cable de luz fría
ser orientativa, pero en ningún caso asienta la indicación del endoscopio y el equipo de luz fría, con filtros naranja y
de una cirugía. azul. La luz naranja enriquece la fluorescencia y la luz azul
El hecho de ausencia de FLCR no la descarta de antema- de Wood es capaz de filtrar (negativamente) los demás co-
no, sobre todo si la anamnesis apoya nuestra sospecha y las lores y destacar la fluoresceína enriquecida. Únicamente lo
exploraciones complementarias nos dan indicios. hemos necesitado en una ocasión.
En el estudio por imagen destaca, por su necesidad diag- Dado que el peso específico de la fluoresceína es mayor
nóstica y por ofrecer excelentes puntos de orientación du- al del LCR, el paciente se ha de colocar en posición de Tren-
rante la cirugía, la TC de alta resolución y en cortes de 1-2 delenburg, es decir, con tórax y cabeza hacia abajo durante
mm16 (fig. 1A). Con este protocolo se obtiene la máxima in- unos 45 a 60 min antes de iniciar la cirugía.
formación. Stammberger et al17 recomiendan las TC coro-
nales, que lograron detectar las lesiones en un 83% de los Técnica quirúrgica20
casos, en comparación con las TC axiales, que únicamente En los defectos de techo etmoidal y lámina cribosa, los
lo hicieron en un 53%. más frecuentes, se realiza una etmoidectomía completa que
También Schick et al18 encuentran en 23 de 27 casos permita exponer tanto el defecto y sus límites óseos como
(85%) mediante la TC un defecto óseo de la base anterior la entrada de la arteria etmoidal anterior hacia el endocrá-
del cráneo. neo para evitar su lesión. De existir esquirlas óseas, se reco-
La resonancia magnética (RM) estaría indicada cuando mienda retirarlas, dado que a lo largo del proceso cicatri-
la TC muestre un proceso que afecte a partes blandas o cial podrían producir una osteítis circunscrita con fallo de
vasculares (inflamación, mucocele, aneurisma, tumores, la reconstrucción.
meningoencefaloceles). Es sumamente importante identificar el defecto comple-
El estudio del flujo de LCR mediante la RM funcional no to, palpando las áreas circundantes suavemente para iden-
está al alcance de todos y, en cualquier caso, sería útil sola- tificar posibles fragmentos sueltos de hueso, pero cubiertos
mente en los casos de fístula activa. de mucosa. Después se elimina la mucosa del hueso cir-
La cisternografía (fig. 1B), consistente en la inyección in- cundante, que servirá de lecho al injerto libre de mucosa. A
tratecal de un material radiactivo y la colocación de Mero- continuación se despega cuidadosamente la duramadre del
cel® en fosas nasales en las que luego se mide la concentra- techo etmoidal para poder colocar un injerto entre ésta y el
ción radiactiva, es una técnica invasiva y poco empleada en hueso del techo etmoidal (en el sentido de un underlay) que
otorrinolaringología. Pensamos que es obsoleta, dado que sirva de cierre de la FLCR y de soporte para evitar menin-
si hay flujo de LCR hacia fosas nasales, deberíamos ser ca- goceles o encefaloceles a largo plazo.
paces de coleccionar una muestra para su estudio bioquí- Preferimos la fascia lata liofilizada como material de re-
mico. construcción (figs. 5A, 5B y 6A). En defectos grandes los in-

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A B

Figura 4. A: gran defecto de la base de cráneo a la altura de la lámina cribosa. Se observa una
rama variante procedente de la arteria cerebral anterior. La flecha señala la crista galli. Aquí, la
reconstrucción cuidadosa deberá ser en “L”, con apoyo lateral sobre hueso de etmoides y
medialmente hacia arriba paralelamente a la crista. B: otro defecto de lámina cribosa con
exposición del bulbo olfativo. Las flechas indican el recorrido de la arteria etmoidal anterior,
previamente identificada para prevenir su lesión.

jertos de fascia lata pueden ser dos o tres, preferentemente cola de fibrina22-24 o el bioglue (CryoLife, Inc, Atlanta, Ga)25.
colocados “en tejadillo”, para que sirvan de apoyo mutuo. Sin embargo, la Clínica Mayo tampoco encuentra ventajas
Es importante que esta fase de la reconstrucción sea la que en el uso de la fibrina26.
consiga cerrar la fístula de LCR, dado que el recubrimiento Para fijar la mucosa se emplea Surgicel® o Curatamp®
final con un injerto libre de mucosa (fig. 6B), de cornete (fig. 7A), material de celulosa que tiene la capacidad de
medio o inferior, no será capaz de hacerlo por sí solo. Esta embeberse de sangre y mantener el injerto in situ, además
mucosa se sitúa sobre el hueso denudado con anterioridad de fomentar la formación de tejido de granulación (fig. 7B),
para que quede adherido y facilite la reepitelización. lo cual favorece la adhesión de la mucosa. En defectos
Dado que para la exposición de las FLCR de etmoides y grandes fijamos toda la reconstrucción con un fragmento
de lámina cribosa será necesario resecar el cornete medio de Merocel o con mecha embebida en pomada de aureomi-
de forma parcial o subtotal, aprovechamos su mucosa (sin cina. Tanto el Merocel como la mecha de terramicina se re-
hueso) para recubrir la reconstrucción de fascia lata. Otros tiran a los 6 días. Si hubiera que colocar un taponamiento
autores prefieren el cornete inferior21. nasal por la cirugía concomitante (septum, cornetes, etc.),
Con esta técnica se busca una reconstrucción con dos ca- se retira tras el período habitual.
pas que sean capaces de proteger la duramadre de posibles
agresiones en un futuro. Situaciones especiales
Se emplea la sangre circulante para adaptar el injerto de En lámina cribosa puede llegar a ser difícil conseguir un
mucosa. Otros autores han recomendado para su fijación la sellado al no disponer el injerto de fascia lata de apoyo me-

A B

Figura 5. A: visión endoscópica (óptica de 45°) de la colocación de fascia lata liofilizada


recortada al doble del tamaño del defecto en lámina cribosa. B: fascia lata colocada onlay.
La presión intracraneal va empujando la fascia lentamente sobre la duramadre.

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A B

Figura 6. A: fascia colocada en un defecto de pared posterior de seno frontal ocasionado por la
fresa en el intento de resecar un osteoma frontal. Visión con óptica de 45°. B: injerto libre de
mucosa que recubre generosamente la fascia lata y se adapta al hueso previamente denudado
que rodea el defecto.

dial (hacia el septum). Eso y la fragilidad de la lámina ha- IV, VI); c) en casos de FLCR ésta suele ser importante debi-
cen recomendable la colocación del injerto sobre la dura- do a la cercanía de las cisternas basales que rodean el seno
madre (overlay) y apoyado en la crista galli (en “L”) (fig. esfenoidal, y d) en función de la neumatización puede ser
4A). La presión intracraneal acaba colocando, poco a poco, difícil visualizar el seno completamente28.
el injerto sobre el defecto. En los defectos de lámina cribosa Por ello, los defectos aquí localizados requieren una am-
podemos encontrar variantes de la arteria cerebral anterior, plia esfenoidotomía que permita no solamente visualizar,
el bulbo olfativo y la arteria etmoidal anterior (figs. 4A y B). sino también trabajar en el interior esfenoidal con comodi-
Los cierres de pared posterior de seno esfenoidal son fá- dad. Para ello hay que llevarse la pared anterior lateralmen-
ciles, dado que suelen ser pequeños (fig. 2D). Conviene te y, en ocasiones, resecar la apófisis pterigoides medial.
identificar lateralmente el relieve de la carótida interna Finalizada la reconstrucción, preferimos no realizar una
para evitar su lesión. obliteración del seno esfenoidal, dado que podría formarse
Los defectos de pared lateral, más frecuentes en la unión un mucocele a largo plazo. Alternativamente, se rellena el
de la porción anterior de la pared lateral y el suelo de la seno con material reabsorbible que da soporte a la recons-
fosa media27, son técnicamente más engorrosos por diver- trucción. A partir de la semana de la intervención el mate-
sas razones: a) la cercanía con la carótida interna; b) la pro- rial se va aspirando progresivamente, quedando el seno ai-
ximidad al seno cavernoso con sus pares craneales (II, III, reado. No obstante, Tosun et al29 sí emplean la técnica de la

A B

Figura 7. A: cobertura del injerto de mucosa mediante Surgicel® que queda embebido de la
sangre que lo rodea. B: a las 2 semanas aproximadamente de retirar el taponamiento el Surgicel®
ha generado una base de tejido de granulación que ayuda a adaptar el injerto de mucosa.

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A B

C D

Figura 8. A: las granulaciones se recubren con pomada de terramicina facilitando la


reepitelización. B: una vez resecada la terramicina (por la respiración nasal) se transforma en
costra que no se ha de extraer, se espera a que se desprenda espontáneamente. C: resultado
del caso de la figura 2 a las 4 semanas aproximadamente. D: resultado de reconstrucción de
base de cráneo en fosa nasal derecha.

obliteración de esfenoides con grasa abdominal en un 58% plantear, como mínimo abordaje adicional, una trepanación
de su serie. que ayude a visualizar o manipular en el interior del seno.
Los cierres de grandes defectos posquirúrgicos después
de cirugía del plano esfenoidal, de zona hipofisaria y seno Trucos que facilitan la cirugía
cavernoso, así como de clivus, son bastante más difíciles Habitualmente se logra reducir el sangrado al elevar el
técnicamente por el tamaño del defecto y la irregularidad tórax en aproximadamente 30°. Puede ocurrir entonces que
de la superficie. De hecho, la tasa de fístulas de LCR en este la fístula deje de perder LCR dificultando el reconocimien-
tipo de cirugía es alta y de difícil resolución. Con la crea- to del defecto. Por ello, durante la cirugía se alterna la posi-
ción de un colgajo pediculado neurovascular procedente ción corporal del paciente entre Trendelenburg y anti-Tren-
del mucopericondrio septal y nutrido por la arteria naso- delenburg en función de las necesidades: para trabajar
septal, procedente de la arteria nasal posterior (a su vez sobre el defecto se sube el tórax, para confirmar el sellado
rama de la esfenopalatina), parece que puede llegar a cu- de la FLCR se baja.
brirse grandes defectos, y se reduce la tasa de fístulas de El instrumental útil para defectos más anteriores es el de
manera importante11. oído medio (bisturí redondo, sonda abotonada, por ejem-
Los defectos localizados en la pared posterior del seno plo), que ayuda a despegar la duramadre sin lesionarla.
frontal se han de limitar a la zona central (receso frontal o Para acertar a recortar el tamaño apropiado de fascia
infundíbulo frontal). Hay poca casuística publicada al res- lata, o cualquier otro material, tomamos medida del defec-
pecto. Woodworth et al30 presentan 7 casos. to con unas pinzas de Blakesley-Weil de 45° y recortamos
Para acceder a la zona hay que realizar un Draf tipo II o la fascia por el doble de la apertura de la pinza. En los de-
III que permita visualizar y trabajar en la zona (fig. 6A). Si fectos de mayor tamaño es más fácil reconstruir el defecto
bien un Draf tipo III puede permitir una buena visión de como en la colocación de tejas, dado que refuerzan más y
defectos localizados centralmente, puede que el instrumen- evitan la formación de meningoceles o meningoencefaloce-
tal existente no permita alcanzar la zona. Por ello se ha de les a largo plazo.

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Tabla I. Complicaciones de la cirugía endoscópica de fístulas de LCR

Absceso intracerebral32 1
33
Infección muscular 1
Mucocele frontal34 2
35
Mucocele intracraneal 1
28
Alteraciones de la olfación 17%
36
Mucocele frontal 1
36
Irritaciones meníngeas 2

Recomendamos la inmovilización del paciente durante


las primeras 72 h y la elevación del tórax. Con esta manio-
bra ortostática se consigue una reducción de la presión in-
tracraneal. Durante el primer período de inmovilización es
aconsejable pautar heparina subcutánea como profilaxis de
trombosis venosas.
La dieta rica en fibras intenta evitar el estreñimiento que
supondría un riesgo del aumento de la presión abdominal
y, por ende, también de la presión intracraneal. Si se preci-
sara, incluso se pautan laxantes.
En conjunto, el paciente ha de guardar reposo un total
de 10 días. Los ejercicios físicos, como levantar objetos pe-
Figura 9. Resultado del cierre de una fístula de líquido
sados, han de evitarse en las primeras 4 semanas.
cefalorraquídeo en lámina cribosa izquierda (se trasluce la fascia
lata). Secundariamente a la lateralización del muñón del cornete Una vez retirado el taponamiento de la base del cráneo,
medio el ostium natural se cerró y se formó un mucocele frontal, que se recubre la zona mediante pomada de terramicina (Aure-
se logró marsupializar en dos intentos por vía endoscópica mediante omicina®), que tiene la ventaja de no derretirse, sino de aca-
un Draf tipo II. Se observa el neoostium abierto. bar formando una costra (fig. 9A, B).

Complicaciones de la cirugía endoscópica


Los injertos de mucosa de cornete medio o inferior han de las FLCR
de ser grandes, dado que se produce una retracción de has- La cirugía mínimamente invasiva tiene una tasa muy
ta un 25%. A los 6 días ya se ha producido su adhesión fir- baja de complicaciones. Ello se debe, sin duda, a que habi-
me31, lo que nos ha permitido reducir el taponamiento que tualmente es realizada por expertos. La tabla I muestra al-
fija la reconstrucción de 8 a 6 días, así como el tiempo de gunas de las escasas complicaciones publicadas. Teniendo
profilaxis antibiótica postoperatoria. en cuenta el gran número de casos intervenidos, el número
No realizamos la reconstrucción de ningún defecto o fís- es casi despreciable si se compara con las posibles compli-
tula mediante la colocación de material onlay, es decir, jus- caciones y secuelas de una meningitis bacteriana.
to encima del defecto. A corto plazo, la presión intracrane- Nuestra experiencia aquí se limita a un caso que fue una
al desplazaría ese tipo de reconstrucción, que se abriría de complicación de una resección de un osteoma frontal (fig.
manera similar a una puerta. 6), dos con irritación meníngea postoperatoria que se resol-
Tampoco colocamos un drenaje lumbar, sino que confia- vieron mediante un tratamiento antibiótico, así como un
mos en las maniobras ortostáticas. mucocele frontal (fig. 9).

Cuidados postoperatorios
RESULTADOS
En los defectos pequeños y cuando no hay infección de
senos paranasales la cobertura antibiótica puede limitarse Desde julio de 1993 hasta marzo de 2007 se ha interveni-
a la perioperatoria estrictamente, sobre todo cuando se pre- do a 85 pacientes con 87 fístulas o defectos de la base ante-
vea que el taponamiento nasal no quedará más de 48-72 h. rior del cráneo en 2 instituciones (Hospital Son Dureta, Pal-
En los demás casos preferimos mantener la profilaxis pos- ma de Mallorca, y Hospital Clínic de Barcelona a partir de
toperatoria durante el tiempo de taponamiento de 6 días. febrero de 1998).
Las medidas colaterales nos parecen una ayuda adicio- En aproximadamente el primer tercio de los casos se
nal para apoyar la cicatrización del situs operatorio. En los empleó duramadre liofilizada, retirada desde el momento
primeros 10 días se indica al paciente que no debe sonarse en que su uso se relacionó con un riesgo potencial de
la nariz y que, en caso de estornudar, abra la boca para evi- transmisión de enfermedad por virus lentos. Desde enton-
tar el incremento de presión intranasal. Se evita así el neu- ces se ha estado empleando fascia lata liofilizada (TSF,
moencéfalo. Barcelona).

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Tabla II. Grupo I (marzo de 1993-enero de 2001) con fístulas o de Schick et al38. En la mayoría de los casos los pacientes ya
defectos de la base anterior del cráneo no presentaban licuorrea, únicamente constaban los antece-
Causas n dentes de algún tipo de traumatismo. Se asume que los
procesos de cicatrización de la mucosa nasal o de la arac-
Postraumáticas 14
noides o las herniaciones cerebrales habrán llevado a su
Tumores benignos 12 cierre. Sin embargo, ello no excluye o rebaja el riesgo de
Idiopáticas 11 meningitis bacteriana.
El riesgo total de desarrollar meningitis bacteriana tras
Quirúrgicas 4
una fístula traumática de LCR antes de su reparación ha lle-
Localización n gado a cifrarse en un 30%; el riesgo acumulado, es decir, in-
Lámina cribosa 19 cluidas las recidivadas de fístula de LCR, se ha cifrado por
encima del 85% a los 10 años, con una mortalidad del 4%48.
Techo etmoidal 14
En los pacientes no operados, Durand et al5 calculan que
Seno esfenoidal 8 la tasa de mortalidad de las meningitis se mantiene estable
Pared posterior 3 con un 25%, y son factores pronósticos negativos la edad
superior a 60, el estado de conciencia alterado al ingreso y
Pared lateral 5
las convulsiones en las primeras 24 h. La tasa de meningitis
recidivantes se cifra en un 9%.
El grupo de Kallel39 encuentra una incidencia de casi un
A los primeros 39 pacientes, con un total de 41 fístulas o 1% de meningitis en los primeros 14 días después del trau-
defectos (una paciente tenía 3 fístulas idiopáticas), se les in- ma, e identifica la antibioticoterapia profiláctica como fac-
tervino entre julio de 1993 y julio de 2001 y se les estudió tor de riesgo.
retrospectivamente (tabla II). Este primer grupo fue selec- Según Stankiewicz40, el manejo conservador de los defec-
cionado en función del tiempo de seguimiento para poder tos de duramadre alcanza solamente un 50% de éxitos. En
realizar una evaluación a larga vista; 15 de los 39 pacientes nuestra serie, el riesgo de meningitis bacteriana después de
habían presentado previamente meningitis bacteriana. A un tratamiento conservador (consistente en reposo con o
los 56 meses de seguimiento medio (rango, 16-120 meses) sin drenaje lumbar) fue de hasta un 18,5%2.
ninguno de los 15 había vuelto a tener meningitis y tampo- ¿Se puede cuantificar la probabilidad del riesgo de
co ninguno de los 24 pacientes restantes, sin meningitis meningitis bacteriana ascendente si se intenta prevenir
previa, desarrolló una meningitis después36. mediante un cierre quirúrgico de la fístula? Eljamel et
Los resultados del segundo grupo son, por el momento, al41 realizan un seguimiento a largo plazo de 160 pacien-
superponibles a los del primero y confirman estos hallaz- tes con una FLCR de origen traumático para evaluar la
gos. En éste, un paciente tuvo como cuadro de inicio una utilidad de la cirugía a la hora de prevenir la meningitis.
meningitis asociada a fístula de LCR 3 años después de la El riesgo de meningitis después de la reparación de la
resección de un meningoencefalocele de pared lateral de duramadre fue del 4%. La mortalidad perioperatoria fue
seno esfenoidal. Se revisó el situs, se volvió a sellar la fístu- del 1,3% (2/151). Concluyen que la morbilidad y la mor-
la y ahora lleva 4 años de seguimiento sin incidencias. talidad de la cirugía están por debajo de la postura del
Nuestra serie únicamente contempla los casos interveni- wait and see.
dos en primera intención. En otros dos casos intervenidos En nuestra serie, ninguno de los pacientes con meningi-
previamente por abordaje neuroquirúrgico, con reconstruc- tis previa volvió a presentar la infección después de la re-
ción de la base de cráneo mediante una lámina de hueso paración de la base del cráneo. Además, aquellos operados
autóloga, no fue posible el cierre endoscópico por el cam- sin meningitis previa tampoco desarrollaron una infección
bio de las estructuras anatómicas, que no permitían traba- durante el seguimiento.
jar desde fosa nasal.
En nuestra serie completa, el cierre por primera inten- Profilaxis antibiótica en fístulas de LCR activas
ción quirúrgica es del 97,5%, con la repesca, del 100% (figs. En los TCE se suele pautar antibióticos profilácticamen-
8C y D). te. Muchos pacientes derivados por una FLCR llevaban un
tratamiento preventivo. Consideramos que la prevención
antibiótica es una práctica de riesgo que, contraria a lo que
pretende, consigue incrementar la tasa de meningitis bac-
DISCUSIÓN teriana. Ello es debido a que, en ausencia de infección, los
antibióticos apenas atraviesan la barrera hematoencefálica,
Defectos de la base del cráneo y meningitis por lo que sus concentraciones en LCR son subinhibito-
bacterianas ascendentes rias. Así se logra controlar los neumococos, pero no
Se han publicado casuísticas aisladas de meningitis bac- Staphylococcus aureus, gérmenes gramnegativos y hongos,
teriana ascendente hasta 40 años después de un traumatis- que pueden acabar originando la meningitis. Solamente el
mo37,38. cloranfenicol, ya fuera de uso, y el cotrimoxazol tienen
El intervalo hallado entre el traumatismo y el diagnósti- una excelente penetración en LCR en condiciones norma-
co de la FLCR variaba entre 1 y 48 años, según un estudio les.

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Tabla III. Utilidad de la fluoresceína intratecal mente por este riesgo; entonces se coloca un shunt ventri-
Schick et al, 1998 47
50%
culoperitoneal.
48
Wax et al, 1997 57% Materiales para duraplastia
Lanza et al, 199649 68% En la literatura se puede encontrar todo tipo de materia-
Marshall et al, 199952 100%
les empleados en la reparación de la base del cráneo: fascia
liofilizada, grasa abdominal, músculo, pericardio, pericon-
36
Bernal Sprekelsen et al, 2005 100% drio, injertos de mucosa o de mucopericondrio, cartílago o
hueso o colgajos pediculados (del tabique). Los resultados
avalan que los materiales autólogos y los homólogos liofili-
zados obtienen un alto porcentaje de cierre. Por ello, la
En una revisión de 347 casos, Frazee et al42 concluyen elección que pueda hacer cada cirujano dependerá de las
que la profilaxis antibiótica no reduce la frecuencia de me- preferencias personales. En cualquier caso, nos parece pre-
ningitis. Rathore43 resume los resultados de un total de 10 ferible emplear materiales propios a materiales aloplásticos
artículos que abordaban la profilaxis antibiótica en FLCR. de comportamiento incierto a largo plazo.
En 803 casos en que consta la profilaxis la tasa de meningi- Consideramos que el manjeo intranasal de materiales
tis alcanzó el 8%, mientras que en los 389 casos sin profila- blandos es más sencillo. La colocación de un fragmento de
xis la tasa fue del 3% únicamente. cartílago o de hueso es técnicamente más engorrosa.
Según la recomendación de la Neurosurgery Working
Party British Society for Antimicrobial Chemotherapy44, no Utilidad de la fluoresceína intratecal
hay indicación de antibioticoterapia profiláctica en los si- Resulta interesante estudiar el grado de provecho que se
guientes casos: fístulas idiopáticas e iatrogénicas (sin infec- da a la fluoresceína sódica a la hora de identificar las FLCR
ción), malformación y tumores. Por el contrario, sí hay in- (tabla III). En nuestra serie la utilidad fue del 100%, no so-
dicación en las fístulas traumáticas o tras un traumatismo lamente a la hora de identificar la fístula activa, sino tam-
penetrante, en las lesiones quirúrgicas de la base del cráneo bién la tinción de la duramadre en los defectos mal cicatri-
con infección sinusal simultánea y cuando hay indicios clí- zados, los meningoceles o meningoencefaloceles, además
nicos de meningitis incipiente. de ser útil al final de la intervención para certificar el cierre
Por ello, habitualmente no se prescribe ninguna profila- del defecto.
xis antibiótica en los pacientes que son derivados a nuestro En las concentraciones recomendadas de fluoresceína
servicio con FLCR o sospecha de defecto de base anterior (5% o menos) prácticamente no se han observado compli-
de cráneo. caciones. Keerl et al51 llevaron a cabo una importante en-
cuesta internacional sobre el uso de fluoresceína intratecal
El drenaje lumbar preoperatorio o postoperatorio en 420 casos, y concluyeron que las posibles complicacio-
La colocación de un drenaje lumbar se considera un tra- nes son dependientes de las dosis. A concentraciones del
tamiento estándar para reducir la presión intracraneal y, 5% o menores (equivalentes a 2,5-50 mg), todos los posibles
así, ayudar al cierre “espontáneo” de las FLCR, de ahí que efectos secundarios son menores y pasajeros. Entre los efec-
algunos autores lo recomienden45,46. tos indeseados observados se citan las cefaleas, de apari-
Puede tener una indicación en las FLCR originadas por ción inmediata o retardada hasta el cuarto día después, de
el fenómeno de whiplash, donde la pérdida de LCR se pro- una duración nunca superior a las 4 semanas, y que tam-
duce por el arrancamiento de las filas olfatorias en la lámi- bién podrían estar ligadas a la punción lumbar, las náuse-
na cribosa. Esta situación es la única en la que considera- as y los vómitos, la elevación de la temperatura corporal,
mos el procedimento del wait and see como adecuado, dado los mareos y los dolores en nuca. Estos efectos secundarios
que en la mayoría de los casos se consigue el cierre cicatri- no tuvieron una frecuencia superior a la descrita por los
cial de estas fístulas. Dado que aquí no hay un defecto de efectos secundarios atribuibles a la punción lumbar misma.
la base del cráneo, con exposición de duramadre, tampoco Dos pacientes a los que se había administrado, además,
hay indicación de cirugía. otro contraste intratecalmente presentaron convulsiones.
En nuestra serie no hemos empleado en ningún caso un La fluoresceína ayuda a identificar el defecto o la fístula
drenaje lumbar. Consideramos que el cierre ha de produ- y a comprobar el sellado al finalizar la reconstrucción. Su
cirse con la reconstrucción y con la ayuda de las manio- aplicación intratecal está contraindicada cuando hay aler-
bras ortostáticas, no mediante una reducción del flujo de gia o sospecha de alergia, en TCE recientes, por el riesgo de
LCR a través del defecto, porque el sellado cicatricial no desencadenar convulsiones, así como en las enfermedades
reduce el riesgo de meningitis, sino su reconstrucción en convulsivas. Aun así, no hemos observado ninguna com-
varias capas. Además, el drenaje constituye una fuente po- plicación en pacientes con TCE de más de 4 semanas.
tencial de entrada de gérmenes que puede acabar en una Dadas las enormes ventajas y los reducidos efectos se-
meningitis bacteriana y en una pérdida de LCR. Si la pér- cundarios de la aplicación intratecal de fluoresceína, a pe-
dida es cuantiosa, podría conllevar incluso una herniación sar de que no hay una licencia admitida expresamente para
cerebral en el defecto reconstruido o, en situación extrema, este uso, puede considerarse aceptada en el marco de la “li-
incluso un enclavamiento. En los casos de hipertensión in- bertad de elección terapéutica”52. No obstante, es preciso
tracraneal el drenaje lumbar está contraindicado precisa- solicitar el consentimiento informado el paciente.

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Resultados del cierre endoscópico de defectos En otro artículo se describe que es más sencillo reparar
de la base anterior del cráneo defectos procedentes de una cirugía endoscópica que de
Resulta difícil comparar las distintas series publicadas, una cirugía extensa de base de cráneo, con una tasa de reci-
dado que los grupos son muy heterogéneos, las indicacio- divas del 8 y el 45%, respectivamente58.
nes, diversas y los materiales empleados para la recons- En nuestra experiencia, la tasa de fracasos es desechable,
trucción, diferentes. ya que se consigue un cierre del 97,5% en primera y del
Dodson et al32 logran resolver las FLCR endoscópica- 100% en segunda instancia.
mente en 22 de 29 pacientes (75,9%) con una intervención, Se puede resumir que los resultados de una cirugía mí-
y en 25 de 29 pacientes (86,2%) tras un segundo intento. En nimamente invasiva para la reparación de defectos de la
4 casos se requirió una cirugía por abordaje externo. base anterior del cráneo son lo suficientemente buenos
La escuela de Kennedy49 obtiene un cierre del 94,4% en como para considerarla el tratamiento estándar.
la cirugía primaria de 36 pacientes, con un seguimiento
medio de unos 25 meses.
La escuela de Draf28 consigue, con 5 años de seguimien- CONCLUSIONES
to, un cierre en el 90% de la lesiones de duramadre tras la
primera intervención y del 100% (dos revisiones) después Los defectos de la base anterior del cráneo, con o sin
de la repesca; más adelante publica el cierre primario en un FLCR, son un importante riesgo de meningitis ascendente
95,7% de sus casos postraumáticos38. que se mantiene durante décadas. La cirugía mínimamente
Stammberger et al34 tratan a 41 de 72 pacientes con FLCR invasiva y endoscópica de los defectos de la base anterior
en un período de 5,5 años por vía endoscópica exclusiva- del cráneo previenen la meningitis bacteriana ascendente
mente. Los defectos de techo etmoidal, lámina cribosa y en pacientes con y sin meningitis bacteriana previa.
seno esfenoidal se los aborda casi todos por vía endoscópi- El tratamiento conservador únicamente está indicado en
ca. Tras un seguimiento entre 19 y 65 meses, obtienen una las lesiones por arrancamiento de las filas olfatorias. La an-
tasa de cierre para los 72 casos de un 94,5%. tibioticoterapia preventiva de las FLCR puede conllevar un
Marshall et al52 logran el cierre de la FLCR en un 93% incremento de la tasa de meningitis.
con una sola intervención. Colocar un drenaje lumbar asociado a wait and see puede
En otro estudio inglés, en 72 casos intervenidos endoscó- conllevar un cierre cicatricial de la FLCR, pero no reduce el
picamente la tasa de cierre inicial fue del 90%, después de riesgo de meningitis bacteriana ascendente.
una cirugía de repesca, del 97% y tras una tercera, del La fluoresceína intratecal ayuda a identificar los defectos
99%53. Con ello se indica que la cirugía endoscópica es una y las FLCR y, además, permite constatar durante la misma
técnica repetible. cirugía el sellado completo.
En 24 casos, Silva et al54 logran el cierre en todos en el En nuestras manos, la fascia lata liofilizada ha demostra-
primer intento. do proporcionar excelentes resultados, si bien todo tipo de
No obstante, se han publicado fracasos en función del material empleado parece obtener idénticos resultados en
tipo de reconstrucciones empleadas. En una serie de la primera o en segunda instancia. Los resultados a largo pla-
Clínica Mayo55 de 95 casos consecutivos los colgajos loca- zo son excelentes y están por encima del 90%. El origen del
les de avance de mucosa presentaron una tasa de fracasos defecto de la base del cráneo no influye en el resultado qui-
muy alta, del 83,3%, en comparación con otro tipo de in- rúrgico.
jertos (p = 0,023). Es interesante destacar que el fracaso se Las posibles complicaciones de una cirugía mínimamen-
producía a largo plazo, con una media de 80 meses. Los te invasiva son menores que las potenciales de una menin-
colgajos locales osteomucoperiósticos o condromucoperi- gitis bacteriana. Por ello, la reparación endoscópica de los
cóndricos tuvieron una tasa de fracaso del 22,2%, mien- defectos de la base anterior del cráneo, tengan o no una
tras que los injertos libres, solamente del 15,6%. Con re- FLCR, debe considerarse el manejo estándar en la preven-
pescas, el resultado general conseguido de cierres fue del ción de meningitis.
91,6%.
Lee et al56 realizan una comparación de resultados en BIBLIOGRAFÍA
función del material utilizado y el tipo de colocación para
la reconstrucción, obteniendo para el overlay, el underlay y 1. Dagi TF, Meyer FB, Poletti CA. The incidence and prevention of meningitis
after basilar skull fracture. Am J Emerg Med. 1983;1:295-8.
la obliteración con grasa unas tasas del 91,3 (21/23), el 87,5 2. Bernal-Sprekelsen M, Bleda-Vázquez C, Carrau RL. Ascending meningitis
(7/8) y el 100% (8/8), respectivamente. Resulta interesante secondary to traumatic cerebrospinal fluid leaks. Am J Rhinol. 2000;14:257-
9.
que no hallan diferencias estadísticamente significativas 3. Ljunggren K. Liquorrhoea, a review of 66 cases. Acta Neurochir (Wien).
entre las técnicas underlay y overlay. El 92,3% (36 de 39) se 1980;51:173-86.
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logró sellar con una cirugía, el resto, en un segundo inten- the use of prophylactic antibiotics. Br J Neurosurg. 1996;10:571-5.
to. En un 46,2% se coloca drenaje lumbar. 5. Durand ML, Calderwood SB, Weber DJ, Miller SI, Southwick FS, Caviness
McMains et al57 revisan su casuística de 92 pacientes, con VS, et al. Acute bacterial meningitis in adults. A review of 493 episodes. N
Engl J Med. 1993;7:21-8.
un seguimiento medio de 25 (rango, 12-82) meses. En pri- 6. Schlosser RJ, Woodworth BA, Wilensky EM, Grady MS, Bolger WE. Spon-
mera instancia consiguen cerrar endoscópicamente 78 taneous cerebrospinal fluid leaks: a variant of benign intracranial hyperten-
sion. Ann Otol Rhinol Laryngol. 2006;115:495-500.
(85%) casos, 7 más con una cirugía de revisión, y logran un 7. Dunn CJ, Alaani A, Johnson AP. Study on spontaneous cerebrospinal fluid
92% (n = 85) de cierres a largo plazo. rhinorrhoea: its aetiology and management. J Laryngol Otol. 2005;119:12-5.

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