4.1 EL DERECHO A EDUCAR Y SER EDUCADO.

OBJETIVO: Concluir la importancia de educar y ser educado y conocer lo que dicta el

artículo tercero constitucional.

El artículo 3º constitucional dice que todo individuo tiene derecho a recibir

educación. El Estado, federación, estados, distrito federal y municipios
impartirán educación preescolar, primaria y secundaria. Los niveles: preescolar,
primaria y la secundaria conforman la educación básica obligatoria. (Reformado
mediante el decreto publicado en el Diario Oficial de la Federación el 12 de
Noviembre de 2002)1.

La educación que imparta el Estado tenderá a desarrollar armónicamente todas

las facultades del ser humano y fomentará en él, a la vez, el amor a la patria y
la conciencia de la solidaridad internacional, en la independencia y en la
justicia.

Facultades ideológicas, intelectuales que así mismo fueron contempladas

nuevamente por el Ilustre e idealista José Vasconcelos durante la creación de
la Secretaría de Educación Pública, en el que pretendía con su programa
universalizar al país y crear una sola raza por medio de la educación y cuando
esta raza estuviera educada, saliera por medio de las misiones culturales a
educar a otras y así lograr en el país una sociedad justa e igualitaria.

Desde la perspectiva de los derechos humanos para lograr una educación justa
e igualitaria, la educación es un medio para que las personas desarrollen todas
sus capacidades y potencialidades y tengan acceso a la herencia cultural de la
humanidad. Por lo tanto, la educación contribuye a que se puedan exigir y
ejercer otros derechos humanos. Mediante la educación, las personas
aprenden a relacionarse unas con otras en un ambiente de respeto y de
equidad.

1
Art. 3º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. (2002).
Cuando se educa, también se proporciona información y esa información
genera conocimientos necesarios para la inserción en sociedad, proveyendo de
una capacitación profesional que permita el desarrollo personal en el trabajo.
La educación conduce a la formación de un hombre más maduro, más
completo y más coherente. El hombre es maduro cuando alcanza un buen
equilibrio personal entre sus facultades intelectuales, su cuerpo y sus
relaciones sociales. Es completo cuando sabe integrar diversas vertientes
adecuadamente y es coherente cuando establece una armonía ante las ideas y
la conducta, entre la teoría y la práctica. El hombre formado es más humano y
más espiritual, más dueño de sí mismo. De igual manera cuando se nos
educan desarrollamos las mismas características, respetándose y
manteniéndose las individualidades.

En toda educación es importante la figura del educador (padre y profesor) y la

tarea de autoformación del propio educando. El poder del educador depende
menos de su palabra que de su ejemplo. El chico necesita un modelo de
identidad, una persona ejemplar a quien admirar y de quien aprender. Las
palabras mueven, pero el ejemplo arrastra.

Siendo que el agente principal de la educación es uno mismo, es la propia

persona quien formula y desarrolla su proyecto personal. Por lo tanto, los
medios para alcanzar los objetivos propuestos son dos: la motivación y el
esfuerzo. La motivación mueve a la acción o actuación y mediante el esfuerzo
se realizan pequeños vencimientos concretos, repetidos una y otra vez, hasta
conseguirse el control de la propia conducta.