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ANTONIO GUZMAN BLANCO

Uno de los grandes caudillos y ejes de la política venezolana por espacio de casi veinte años, Antonio
Guzmán Blanco nació en Caracas un 28 de febrero de 1829. Estudió Derecho en la Universidad de Caracas y
sus viajes le dieron una gran experiencia en la política y en la administración pública. Estuvo en Estados Unidos
como Secretario de la Legación de Venezuela en Washington.
Pero la verdadera carrera política y militar de Guzmán Blanco la inicia en 1859, cuando se origina la
Guerra Federal y el futuro caudillo liberal se alinea al lado de Juan Crisóstomo Falcón y de Ezequiel Zamora. Al
triunfar la Revolución, en 1863, pasa Guzmán Blanco a formar Gobierno.
En 1870 el mismo encabeza una revolución y logra entronizarse a la manera de los dictadores; en 1873
es electo Presidente de la República y gobierna en forma progresista hasta 1877; este período se conoce con el
nombre de Septenio; luego asciende al poder Linares Alcántara, quien muere repentinamente y es Guzmán
Blanco quien se encarga de nuevo de la Presidencia, desde 1879 hasta 1884, es decir, el período llamado
Quinquenio; de 1884 a 1886 gobernó Joaquín Crespo, tornó a mandar Guzmán Blanco desde 1886 a 1888,
período conocido con el nombre de Bienio.
Durante estos tres períodos Guzmán fue un autócrata, hizo un gobierno personalista y acomodó la
Constitución a su conveniencia; sin embargo, la historia le reconoce el papel de civilizador, de modernizador de
la Venezuela que él vivió. Hizo caminos a través del país, fomentó la agricultura y la instrucción (a él se le debe
el decreto de instrucción pública y obligatoria, de 1870), estimuló el comercio; construyó el Panteón Nacional, El
Capitolio, teatros, iglesias, etc.
Hizo fastuosa la celebración del Centenario del Nacimiento del Libertador en 1883. En definitiva,
impulsó a Venezuela en los órdenes material y cultural, de acuerdo con la inteligencia y los grandes
conocimientos que él poseía. Recibió el título de Ilustre Americano. Su padre, Antonio Leocadio Guzmán,
también hombre público y fogoso periodista, no llegó a la posición del Caudillo.
Guzmán Blanco murió en París, el 28 de julio de 1899.

GOBIERNOS DE GUZMAN BLANCO


Antonio Guzmán Blanco, fue, sin dudas, el caudillo de mayor relieve surgido de la Guerra Federal.
Ejerció el gobierno, directa e indirectamente, por 22 años y su influencia se extendió por un período aún mayor.
Su obra de gobierno la realizó en tres etapas o períodos. El Primero, de siete años, 1870-77, recibe el nombre
de "Septenio", y es considerado como "uno de los períodos más fecundos y progresivos de la historia
venezolana."
Al terminar este período, Guzmán Blanco hizo elegir para que le sucediera en la Presidencia, a uno de
sus tenientes más adictos, el General Francisco Linares Alcántara, y se fue a Europa investido de un alto cargo
diplomático. Pero Linares Alcántara, que había prometido continuar la política de Guzmán Blanco, decidió
romper con su protector y propició desde el gobierno un movimiento anti-guzmanista. Fueron derogados los
decretos dictados por los Congresos sobre honores a Guzmán Blanco y demolidas las estatuas que esos
mismos congresos habían ordenado levantarle en Caracas. Este movimiento contra Guzmán Blanco, ausente
en Europa, provocó el alzamiento de uno de sus partidarios, el General Gregorio Cedeño, quien a la cabeza de
la llamada "Revolución Reivindicadora" entró en Caracas, en febrero de 1879. Pocos días después regresó
Guzmán Blanco y se encargó del mando como Supremo Director.
En mayo fue elegido Presidente Provisional y en noviembre del mismo año Presidente Constitucional
hasta 1884. Esta segunda etapa de gobierno de Guzmán Blanco se conoce con el nombre de "quinquenio", y
durante él continuó el progreso material iniciado en el septenio y se acentuó el carácter dictatorial del
guzmancismo. Al finalizar este período hizo elegir Presidente a otro de sus partidarios, el General Joaquín
Crespo, quien gobernó de 1884 a 1886.
La lucha contra la autocracia de Guzmán Blanco cobró impulso con la introducción de las ideas
positivistas y el movimiento político estudiantil que se inició durante la primera presidencia de Crespo. La
oposición estudiantil contra Guzmán Blanco tuvo su origen en ciertas medidas del gobierno que afectaban la
Universidad, sobre todo la supresión de la autonomía universitaria y la apropiación por Guzmán Blanco de la
hacienda Chuao propiedad de la Universidad. Pero Crespo, a diferencia de Linares Alcantara, reprimió el
movimiento anti-guzmancista con la cárcel y el destierro y cerró la Universidad. Bajo los auspicios de su
gobierno se preparó un movimiento nacional de "Aclamación" para el retorno de Guzmán Blanco, a quien el
Consejo Federal eligió Presidente Constitucional para el período 1886-88.
Guzmán Blanco ocupó de nuevo el mando hasta 1887. Este año se fue definitivamente a Europa,
dejando encargado del gobierno al General Hermógenes López, a quien hizo elegir para que terminara su
período.
Guzmán Blanco resultó ser un nuevo tipo de caudillo que sometió a los numerosos generales alzados
después de la caída de José Ruperto Monagas y a algunos de sus propios partidarios en armas contra su
gobierno. En los años que siguieron a su llegada al poder, el país se encontraba sacudido en todas partes por
conmociones y revueltas. Guzmán Blanco decía que "Venezuela es como un cuero seco, que se pisa por un
lado y se levanta por el otro".
Guzmán Blanco fue liquidando o sometiendo a sus enemigos mediante el ejercicio de una férrea
dictadura. Siempre ejerció el gobierno investido de facultades extraordinarias. Durante su gobierno no se
respetaron los derechos humanos ni las libertades fundamentales. Fue un período de presos y desterrados
políticos; de allanamientos, confiscaciones, contribuciones forzosas, vejámenes; torturas en las cárceles y
ejecuciones. Fue también una época de corrupción administrativa y peculado.
Pero al combatir y someter a los caudillos regionales, Guzmán Blanco frenó el proceso de
desintegración feudal de la república, contribuyó a forjar la unidad nacional y golpeó el regionalismo. No
obstante llamarse defensor de la Federación, Guzmán Blanco en la práctica acabó con toda autonomía
regional, provincial o municipal. Centralizó el poder y afianzó la autocracia.
Durante su gobierno mejoró la red de comunicaciones: carreteras, ferrocarriles, líneas de navegación,
correos y telégrafos. Estableció el sistema métrico de pesas y medidas y una moneda nacional, el bolívar, que
el mismo Guzmán Blanco creó en 1879. "Fundó un servicio nacional de estadísticas; hizo levantar mapas,
censos e inventarios de la nación; estableció una economía, si no floreciente y dinámica, al menos sana y
estable; estructuró una administración ordenada, un sistema fiscal que siquiera funcionaba, restauró el crédito
público interno y externo; trazó normas a la economía y aún a la geopolítica venezolana, algunas de las cuales
seguían vigentes sesenta años más tarde; le dio sentido y orientación a la política nacional, protegió la
agricultura y el comercio, y durante su gobierno se hicieron en Venezuela los primeros ensayos de industrias;
regularizó la administración de la justicia; completó y perfeccionó la legislación. En suma; le dio cohesión a la
nación.
Al lograr durante tanto tiempo la pacificación casi absoluta de Venezuela, consiguió que se perdiese un
poco el hábito de la guerra y que se desprestigiase la profesión de revolucionario. En 1892, cuando Crespo se
alzó y el país entró en un nuevo ciclo de conmociones armadas, el pueblo cantaba:

Ya Venezuela no quiere guerras porque esta tierra se va a acabar.


Generales, Coroneles, sinvergüenzas,
que no quieren trabajar...

Al mismo tiempo que sometía a los caudillos, Guzmán Blanco se ligaba con la naciente burguesía
mercantil, con las firmas comerciales que tenían en sus manos el comercio exterior y también la ejecución de
las obras públicas decretadas por el gobierno. El apoyo de estos sectores dio solidez a la política centralizadora
del autócrata.

EL CUADRO ECONOMICO DURANTE EL GOBIERNO DE GUZMAN BLANCO


El clima de paz que Guzmán Blanco logró en la República, le permitió llevar a cabo importantes
medidas en el orden económico y fiscal. Los derechos de importación y de exportación habían subido de un
30% en 1830, a más de 100% en 1863, del valor de las mercancías. Guzmán Blanco rebajó los impuestos de
importación en un 70% y eliminó prácticamente los de exportación.
Igualmente suprimió los peajes y derechos de cabotaje que se cobraba al comercio interior, por llevar
las mercancías de un sitio a otro de la República.
Los quince años de paz de la autocracia de Guzmán Blanco fueron de gran recuperación de la
ganadería y la producción agrícola, diezmadas como consecuencia de las continuas guerras civiles desde 1830.
El rebaño vacuno, calculado en 1858 en 12 millones de cabezas, se había reducido a 5.400.000.
Cuando terminó el gobierno de Guzmán, el número de cabezas de ganado había subido a más de
8.000.000. La producción agrícola, la pesca, las minas, el comercio interior y en general, todas las actividades
económicas, experimentaron un notable progreso en comparación con la precaria situación en que se
encontraban a raíz de la guerra federal.
Esta prosperidad fue la causa principal de la estabilidad del gobierno de Guzmán, y se debió en gran
medida a los precios altos que tuvieron en aquellos años, los principales frutos de exportación, café, cacao,
algodón. En aquel tiempo se comenzó a exportar caucho, dividive y plumas de garza. Hay que mencionar
también, en este balance del período de Guzmán, la reducción de la deuda interna y externa; el aumento
considerable del comercio exterior y el incremento del presupuesto de gastos del gobierno, que llegó a 50
millones.
Por último, Guzmán Blanco se ocupó de sanear y estabilizar la moneda. Por Ley del 11 de mayo de
1871 estableció el fuerte o "venezolano" como moneda nacional, incorporando por primera vez la efigie del
Libertador en nuestro signo monetario. Se mandó fundar una casa de moneda, "El Cuño", que funcionó entre
1886-89; y en 1879 se derogó la Ley de 1871 y se estableció como moneda nacional, el Bolívar, dividido en 100
céntimos, que se conserva hasta hoy.
GUZMAN BLANCO Y LAS RELACIONES INTERNACIONALES
Durante su gobierno Guzmán Blanco tuvo que enfrentar varios conflictos internacionales debido a
reclamaciones injustas y onerosas de gobiernos extranjeros contra la República. En todos estos casos la actitud
de Guzmán Blanco fue enérgica y patriótica.
1.-En 1869 el gobierno de Estados Unidos, hizo que el gobierno de Venezuela firmara un acuerdo en
que se comprometía a pagar un millón y medio de pesos en compensaciones por supuestos daños a
propiedades de ciudadanos norteamericanos en el país. Los daños en cuestión no llegaban a 5.000 pesos.
Guzmán Blanco impugnó el acuerdo y se negó a pagar el dinero, por considerarlo un "robo diplomático".
Declaró al respecto: "Traigan sus cañones y empiecen a dispararlos contra Venezuela, porque no quiere
dejarse robar más diplomáticamente". Esta actitud enérgica, mantenida durante muchos años, hizo que en 1886
el Senado Estadounidense aprobara un nuevo tratado menos oneroso.
2.-En 1875 rompió relaciones diplomáticas con Holanda, a causa de la hostilidad manifiesta de las
autoridades holandesas de Curazao y el apoyo que daban a los enemigos políticos de Guzmán Blanco,
refugiados en la isla.
Guzmán Blanco suspendió el pago de la deuda a Holanda y un buque de guerra holandés se presentó
en La Guaira e hizo salir del puerto por la fuerza un barco curazoleño detenido por las autoridades venezolanas.
Consecuencias de este conflicto fueron dos medidas propiciadas por el gobierno de Guzmán Blanco contra las
autoridades coloniales holandesas. La primera de ellas fue la creación del impuesto diferencial antillano, o sea
un recargo del 30% en los impuestos de aduana sobre las mercancías importadas de Las Antillas. Y la segunda
fue la idea expuesta ante el Congreso de 1877 de que Venezuela habría de comprar un día las islas de Curazao
y Trinidad como importante medida de "seguridad patria y de política sudamericana".
3.-En cuanto al problema fronterizo con Colombia, Guzmán Blanco mantuvo los derechos de Venezuela
sobre la región occidental del Orinoco, que siempre perteneció a la Provincia de Guayana. Sin embargo, en
1882 convino en someter el problema de la frontera con Colombia al arbitraje del Rey de España.
Los límites con la Guayana Inglesa fue causa de un problema más grave con Inglaterra. Los ingleses
ocupaban paulatinamente cada vez más territorio venezolano y la bandera inglesa fue plantada en el Amacuro y
el Barima. La protesta del gobierno venezolano no fue oída y en 1887 quedaron rotas las relaciones
diplomáticas. Por otra parte el gobierno inglés amenazó con un buque de guerra para obligar al gobierno
venezolano a pagar por daños a buques mercantes ingleses. El gobierno de Guzmán Blanco se mantuvo firme
también en este caso. Sin embargo, el problema de límites en esta frontera no quedó resuelto entonces, ni
siquiera en 1899 durante el gobierno de Cipriano Castro, pues Inglaterra valiéndose de su condición de gran
potencia, continuó ocupando y manteniendo territorios venezolanos dando origen a un complicado problema
territorial que aún subsiste. Por último, durante el gobierno de Guzmán Blanco, en 1879, fueron fijados los
límites con el Brasil.

GUZMAN BLANCO Y LA IGLESIA


Uno de los aspectos importantes de la política de Guzmán Blanco es el que se refiere a sus relaciones
con la Iglesia Católica y a la pugna que mantuvo como resultado de las medidas tomadas por su gobierno en
este terreno.
Los conflictos entre el Estado y la Iglesia comenzaron en Venezuela desde los días iniciales de la
Independencia cuando la República tuvo que deslindar su campo, frente a una institución como la Iglesia
Católica que, se había identificado con el absolutismo español y ocupaba un papel ductor en todos los órdenes
de la vida colonial. Los patriotas, como Miranda y Bolívar durante la guerra de independencia y posteriormente,
los conservadores y liberales, por igual, mantuvieron el carácter laico del Estado y se esforzaron por impedir la
ingerencia de la Iglesia en la política.
Guzmán Blanco mantuvo frente a la Iglesia una actitud de independencia. Orientó su política a
fortalecer el Estado como institución soberana frente a la Iglesia y a impedir la ingerencia del clero en los
asuntos civiles y políticos. Entre las medidas de mayor significación de su gobierno en este aspecto, debemos
mencionar las siguientes: Suprimió los Seminarios; puso en manos de la universidad la enseñanza de las
materias eclesiásticas; estableció el registro civil con lo cual se anulaban prácticamente los registros
parroquiales que llevaban los curas; se prohibió celebrar bautizos, matrimonios o entierros sin la constancia de
haberse cumplido antes la formalidad civil. Prohibió el pago de primicias que hacían los fieles a la Iglesia; cerró
los conventos de mujeres y otras comunidades religiosas. Decretó la secularización de los cementerios y se
estableció el primero de ellos en el sur de Caracas. "Estatuyó el matrimonio civil e inició él mismo la práctica de
esta reforma casándose ante las autoridades civiles. Restringió el derecho de la Iglesia y del clero de poseer
bienes raíces. Expulsó al arzobispo de Caracas, Silvestre Guevara y Lira, y al obispo de Mérida, Hilario Bosset.
Guzmán Blanco, en fin, alentó la idea de constituir una Iglesia venezolana, emancipada del Vaticano.
Algunas de estas medidas fueron derogadas o abandonadas durante los gobiernos de Rojas Paúl y
Juan Vicente Gómez.

GUZMAN BLANCO Y LA INSTRUCCION PUBLICA


El 27 de junio de 1870, Guzmán Blanco promulgó el Decreto de Instrucción Pública, gratuita y
obligatoria. Dada la importancia y la transcendencia que ha tenido esta medida en el desarrollo de nuestra
educación, conviene señalar sus postulados y objetivos de mayor relieve.
El Decreto dividió la instrucción pública en dos etapas: la primario o universal, que la Ley exige a todos
los venezolanos y que los Poderes Públicos están en el deber de dar gratuitamente; y la instrucción libre o
voluntaria que comprende los demás conocimientos que los venezolanos quieran adquirir en las demás ramas
del saber humano. La Nación, los Estados y los Municipios tienen la obligación de promover por todos los
medios a su alcance, la instrucción primaria, creando y protegiendo escuelas gratuitas en los poblados y en los
campos, de manera que los conocimientos obligatorios estén al alcance de todos. Establece como
conocimientos obligatorios: "Principios generales de moral, lectura y escritura del idioma patrio, aritmética
práctica, sistema métrico y el compendio de la Constitución Federal".
Para implementar el cumplimiento del decreto creó una estructura administrativa constituida por la
Dirección Nacional de Instrucción Primaria, adscrita al Ministerio de Fomento; y Juntas Superiores en las
capitales de Estado; Juntas Departamentales en las cabeceras de Departamento; Juntas Parroquiales en cada
parroquia; Juntas Vecinales en los pueblos y caseríos. Al margen de tales organismos y para colaborar con
ellos de modo directo y estrecho, funcionarían, además, Sociedades Cooperadoras constituidas por todas
aquellas personas que quisieran prestar protección a la instrucción primaria. El Decreto ordena montar una
imprenta para imprimir los textos de la enseñanza primara y adquirir los útiles necesarios para las Escuelas
Primarias, haciéndolos venir del extranjero, o tomándolos del país, del modo que fuera más económico.
El Decreto de Instrucción Pública, pone la responsabilidad de la educación popular en manos del
Estado, con lo cual se completa "la figura jurídico-educativa del estado docente, que comenzó a formarse desde
los comienzos mismos de nuestra república".
En diciembre de 1872 Guzmán Blanco dictó otro decreto, por medio del cual reglamentó y estableció las
condiciones para el funcionamiento de los colegios privados; e igualmente, clasificó los colegios nacionales,
dividiéndolos en Federales y Seccionales, según pudieran o no, otorgar títulos. Los Colegios Seccionales daban
títulos de maestros de instrucción primaria, agrimensor público y bachiller en ciencias filosóficas; los Colegios
Federales, además, los títulos de bachiller en Ciencias Políticas, Ciencias Médicas, Licenciado en ambas
Ciencias, en Ciencias Filosóficas e Ingeniero Civil.

LOS PROCERES AL PANTEON NACIONAL


El 11 de febrero de 1876 se ordena el traslado de los restos de los próceres y ciudadanos eminentes al
Panteón Nacional, en cumplimiento del Decreto de Guzmán Blanco.
Ya antes, sin embargo, habían sido trasladados a la antigua iglesia de la Santísima Trinidad, los restos
del Marqués del Toro, primer prócer en llegar a ese santuario de la Patria.
En realidad, para la fecha en que se inauguró el Panteón Nacional, ya muchos de los próceres estaban
reposando allí. Tal es el caso de José Gregorio Monagas, Manuel Ezequiel Bruzual, Ezequiel Zamora, Juan
Crisóstomo Falcón y Andrés Ibarra.

LOS RESTOS DE ANTONIO GUZMAN BLANCO SE ENCUENTRAN EN EL PANTEON NACIONAL


Los restos mortales de Antonio Guzmán Blanco, El Ilustre Americano, arribaron el día 7 de agosto de
1999 a Venezuela procedentes de Francia, tras cumplirse 100 años de su muerte el 28 de Julio.
El féretro viajó en vuelo comercial desde París y llegó al aeropuerto de Maiquetía a primera hora de la
tarde, donde se rindieron honores militares.
A continuación fue trasladado al salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo, al que acudieron los
ministros de Relaciones Exteriores, José Vicente Rangel; de Defensa, Raúl Salazar; de Educación, Hector
Navarro y el Gobernador del Distrito Federal, Hernán Grúber Odremán. El Historiador José Ramón Castellanos
tuvo a su cargo eleborar y efectuar el discurso de orden.
Los cadetes de las diferentes escuelas de formación de oficiales de las Fuerzas Armadas Nacionales
permanecieron en guardia de honor durante todo este día, mientras los restos de Antonio Guzmán Blanco se
mantuvieron en capilla ardiente.
El embajador de Venezuela en Francia, Hiram Gaviria, informó vía telefónica que una vez abierta la
tumba constataron que el cuerpo del Ilustre Americano se encontraba intacto y que lo más impresionante es
que aún conservaba la barba. En vista de ello, indicó que lo más seguro es que sea incinerado para que sus
restos puedan ser depositados en el Panteón.
El 31 de Julio de 1899, el presidente Ignacio Andrade emitió el decreto por el cual los restos del General
Antonio Guzmán Blanco, ex-presidente de Venezuela, debían ser trasladados a Caracas desde París, donde
pasó los últimos años de su vida, para que tuvieran eterno descanso en unas de las tantas obras que había
sembrado en el país: el Panteón Nacional. Cien años después, se dió cumplimiento al decreto el día 08 de
agosto de 1999.
La ceremonia oficial se inició con una ofrenda floral que el Jefe de Estado, Hugo Chávez Frías depositó
ante el sarcófago de El Libertador, Simón Bolívar, acompañado de los ministros de Relaciones Interiores,
Ignacio Arcaya; de Relaciones Exteriores, José Vicente Rangel; de Defensa, G/D Raúl Salazar Rodríguez, de
Educación Hector Navarro; de Secretaría de la Presidencia, G/D Lucas Rincón Romero y del Gobernador del
Distrito Federal, Hernán Gruber Odremán.
En los actos de inhumación, el primer mandatario nacional compartió el presidium con el Presidente de
la Asamblea Nacional Constituyente, Luis Miquilena; el de la Cámara de Diputados, Henrique Capriles
Radonsky, así como descendientes de Antonio Guzmán Blanco.
El Orador de orden fue el Doctor Federico Brito Figueroa Rector de la Universidad Experimental
Rómulo Gallegos. Y los restos del General Antonio Guzmán Blanco fueron inhumados a las 1:20 P.M.

El Septenio (1870-1877)
El comienzo de la hegemonía de Antonio Guzmán Blanco puede situarse en 1870, cuando se convierte
en jefe de la Revolución de Abril que habría de conducirlo al poder. Inauguró un lapso estable de administración
que modifica los rasgos del proceso precedente, a través de una férrea orientación hacia el centralismo político
y la modernización del país. El 7 de mayo dicta varios decretos importantes. En ellos se declaraba que el
Estado asumía las deudas de los trabajadores que habían abrazado la causa de la revolución; se redimían los
censos; se reorganizaba la Universidad Central de Venezuela; se creaba un Conservatorio de Bellas Artes y se
procedía a reestructurar la Alta Corte Federal. El 27 de junio de 1870, Guzmán Blanco dicta el decreto de
Instrucción Primaria Pública y Obligatoria; se estableció, para cumplir este cometido, la Dirección Nacional de
Instrucción Primaria. Guzmán Blanco abolió los peajes, que constituían tradición secular, e inició los trabajos de
las carreteras del este y del sur de Caracas. Simultáneamente, ordenaba el remozamiento de la plaza Bolívar
de la capital. Ell 3 de noviembre de 1870, dicta un decreto de especial significación: el de la fundación de una
Junta de Crédito Público, con el objeto de buscar fórmulas para la amortización de la deuda y la movilización de
capitales. Gracias a los oficios de esta junta, logra el ministro de Hacienda, Jacinto Gutiérrez, crear una
Compañía de Crédito destinada a proporcionar anticipos al Gobierno sobre las rentas públicas y ocupadas de
hacer más expeditas las demás operaciones fiscales.
De este modo, el régimen se alía con los comerciantes-financistas para la ejecución de un proyecto
común de saneamiento fiscal. Se involucra así al sector privado en los planes oficiales, como punto de partida
de un nexo necesario para desarrollar una gestión a largo plazo.
Una nueva disposición de trascendencia expide Guzmán Blanco el 11 de mayo de 1871: el decreto
sobre moneda nacional. Venezuela, en adelante, tendría monedas de oro, plata y cobre y la unidad monetaria
sería el venezolano. Este decreto fue esencial en el proceso de ordenación económica, pues la circulación de
las monedas extranjeras, hasta entonces totalmente libre y única, queda limitada y controlada. Años más tarde,
en 1879, el bolívar se convertirá en la unidad monetaria nacional.
El 27 de febrero de 1873, se reúne el Congreso presidido por Antonio Leocadio Guzmán y, ante él,
presenta su Mensaje Guzmán Blanco. Allí pide la reforma de la Constitución en el sentido de que el voto secreto
sea sustituido por uno público y firmado; que se establezca la responsabilidad de los empleados públicos y por
último, que se reduzca el período constitucional y de todos los cargos elegidos a 2 años en lugar de 4. El 15 de
abril, el Congreso escrutó los votos para presidente: Guzmán Blanco resultó electo.
Guzmán Blanco, entre 1873 y 1876, había proseguido su enfrentamiento con la Iglesia. Pasos en este
proceso son: la instauración del matrimonio civil; la secularización de los cementerios; la supresión de las
primicias que los fieles daban a la Iglesia; el destierro del obispo de Mérida, Juan Hilario Bosset, por haber
desconocido la ley de matrimonio civil; el establecimiento del registro de estado civil; la supresión de los
conventos de monjas; el destierro del arzobispo Silvestre Guevara y Lira por falta de residencia, de acuerdo con
el Concilio de Trento, y declara vacante el arzobispado y nulos los actos de Guevara y Lira. En 1874 logra que
el obispo de Guayana, José Manuel Arroyo, acepte la investidura episcopal, pero el Vaticano censura la
conducta de éste, quien se retracta. El papa Pío IX, deseoso de ponerle fin al conflicto, designó entonces como
vicario apostólico al delegado pontificio residente en Santo Domingo, fray Roque Cocchia, para que levantase
las suspensiones y entredichos impuestos por el arzobispo Guevara y Lira. Guzmán Blanco le niega a Cocchia
la entrada al país y amenaza con crear una Iglesia nacional venezolana, separada de la obediencia de Roma, lo
cual no pasa de ser una mera intención.
En mayo de 1875, Guzmán había inaugurado el debate electoral, pidiendo que surgiesen por lo menos
una docena de candidatos, pero que todos fueran servidores de la Revolución de Abril. Así, la discusión
eleccionaria se ramifica dentro de la familia liberal. Diversos periódicos lanzan sus candidatos. Todas las
candidaturas se van a reducir en síntesis a las de Zavarce y Linares Alcántara, éste último candidato de
Guzmán Blanco. Llevadas a cabo las elecciones, el Congreso procede a su escrutinio. Ninguno de los
candidatos obtuvo la mayoría legal, por lo que la votación se concretó entre Zavarce y Linares Alcántara. El
segundo fue electo presidente de la República por el voto de 14 estados.
La administración de Guzmán Blanco se distinguió por la realización de numerosas obras públicas y de
ornato. Caracas, sobre todo, empezó a tomar otro aspecto. El Capitolio Federal fue concluido en su primera
etapa en febrero de 1873, aun cuando la construcción total no se completó sino en 1877. El 7 de noviembre de
1874, fue inaugurada en la plaza Bolívar de Caracas la estatua ecuestre del Libertador, obra del escultor italiano
Adán Tadolini, En octubre de 1875 y enero de 1876, sendas estatuas de Guzmán Blanco fueron develadas en
Caracas. El antiguo templo de la Santísima Trinidad fue transformado en Panteón Nacional en 1875, y a él
fueron trasladados, el 28 de octubre de 1876, los restos mortales del Libertador que, desde 1842, reposaban en
la cripta de la familia Bolívar en la catedral de Caracas. Todos los historiadores coinciden en que el Septenio fue
la etapa más fructífera del régimen de Guzmán Blanco, aun cuando su política estuvo muy lejos de satisfacer a
todos. Entre los descontentos estaban los hacendados, quienes no lograron que el Gobierno llevase a cabo una
política agraria satisfactoria. El presidente se negó a promover el Instituto de Crédito el cual debía, según las
intenciones de los hacendados, facilitarles préstamos a bajo interés. Este rechazo provenía, en parte, de su
alianza con la élite comercial y financiera. Su actitud negativa hacia aquel instituto ilustraba también sus
preferencias por una ayuda indirecta del Gobierno al sector agropecuario más bien que mediante un subsidio
otorgado de los fondos públicos. El impuesto nacional de tránsito (en vez de los peajes), y la importancia
conferida por el Gobierno a la mejora de las vías de comunicación, brindaban beneficios indirectos a los
hacendados, puesto que mejores carreteras facilitaban el movimiento de los productos y reducían los costos de
transporte. En lo referente a los caudillos, la política de Guzmán Blanco consistió en dejar en manos de ellos el
mantenimiento de la paz en sus respectivos estados e intervenir tan sólo cuando todos los otros medios para
asegurarla hubiesen fallado. De esta manera terminó con la anarquía que reinaba en el país. En resumen,
durante el Septenio, estableció y saneó el crédito público, organizó la Hacienda; se ocupó de la administración y
las mejoras infraestructurales; garantizó el éxito del Partido Liberal que comenzó a llamarse el Gran Partido
Liberal Amarillo e hizo prevalecer la potestad temporal en su conflicto con la Iglesia.

El Quinquenio de Guzmán 1878-1884.


En este período de gobierno quiso poner en práctica el modelo europeo. Trajo de Francia el proyecto de
los ferrocarriles y también un estilo social en las costumbres y las modas. En su delirio de grandeza le pone su
nombre a las calles, parques, teatros, distritos, incluyendo un Estado.
Si deseas conocer el decreto de "Gloria al Bravo Pueblo" como Himno Nacional de Venezuela.
El 25 de mayo de 1881 se decreta el "Gloria al Bravo Pueblo" como Himno Nacional de Venezuela. A
finales de este gobierno, el país sufrió una gran crisis económica provocada nuevamente por la caída de los
precios del café.
En 1882, el Consejo Federal elige al General Guzmán Blanco Presidente para el período 1882-1884. En
dicho período continuó con su política cultural y con la construcción de obras públicas, pero acompañado de
endeudamiento, corrupción administrativa y persecución a sus opositores.
Hacia 1884, el Consejo Federal, presionado por Guzmán Blanco, eligió al General Joaquín Crespo
Presidente de la República para el lapso 1884-1886. Crespo tuvo que enfrentar la difícil situación económica del
país. Rebajó los sueldos de los empleados públicos en un 25%. En este período también se produjo la invasión
por Trinidad del General zuliano Venancio Pulgar, pero fracasó en su intento. Igualmente, en este gobierno se
instaló la línea telefónica entre Caracas y La Guaira, al mismo tiempo se extendió la red telegráfica hacia varios
lugares del país.

El Bienio de Guzmán 1886-1888.


El Consejo Federal eligió a Guzmán Blanco para el período constitucional 1886-1888, conocido como el
Bienio o Aclamación de Antonio Guzmán Blanco. Éste vuelve de Europa después de que le organizaron una
"Aclamación Nacional". Este período no fue igual a los dos anteriores, ya que debió enfrentar una nueva
generación de intelectuales y de jóvenes estudiantes, quienes organizaron una fuerte oposición a su gobierno
hasta el punto de obligarlo a retirarse antes de concluir su mandato. Sin embargo, su influencia prosiguió, hasta
el punto de proponer ante el Consejo Federal al Doctor Juan Pablo Rojas Paúl como presidente para el período
constitucional 1888-1890.

Durante este bienio, Venezuela rompió relaciones con Inglaterra debido a la invasión del Territorio
Esequibo por ciudadanos de la Guayana Británica.
Sin terminar su período, Guzmán Blanco se va a Europa dejando el poder provisionalmente en manos
del General Hermógenes López.

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