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EXPLORACIÓN OBSTÉTRICA

Dra. S. Santisteban

Consideramos que se deben precisar en primer lu- con las partes que se presente al estrecho superior,
gar los conceptos que se van a utilizar para referirnos serán las distintas variedades de la denominada pre-
a la exploración del feto a través de las cubiertas abdo- sentación pelviana que pueden ser:
minales de la madre y la relación que éste guarda en el
claustro materno. 1. Nalgas: nalgas simples.
CONCEPTOS
2. Nalgas y pie: completa (nalga y dos pies).
3. Pie:
Situación. Es la relación existente entre el eje
a) Incompleta (nalgas y un pie).
longitudinal del feto y el eje mayor de la madre, rela-
b) Completa (ambos pies).
ción entre continente y contenido. Puede ser:
c) Incompleta (un solo pie).
1. Longitudinal: ángulo de 0°.
Posición. Es la relación existente entre el dorso
2. Transversa: ángulo de 90°.
del feto y el flanco materno, y sus 2 variedades más
3. Oblícua: ángulo mayor que 0° y menor que 90°.
simples son: derecho e izquierdo.
Existen las variedades de posiciones (anterior,
Presentación. Es aquella parte del feto que se
transversa y posterior), que junto con los tipos de pre-
encuentra en contacto con el estrecho superior y es
sentación hacen más compleja la nomenclatura que se
capaz de desencadenar el mecanismo del parto.
utiliza, sobre todo durante el trabajo de parto. Por ejem-
Los tipos de presentación pueden ser:
plo: un feto en presentación cefálica, bien flexionada la
cabeza y con el dorso hacia el flanco izquierdo de la
1. Cefálica o de cabeza.
madre, y ese dorso algo hacia delante, hacia la línea
2. Podálica o de pies.
media del abdomen materno, se denominará: occipito-
3. Transversa o de hombros.
iliaca-izquierda-anterior (OIIA), que es por cierto la
variedad más frecuente en la presentación de cabeza.
La presentación cefálica puede tener 4 variedades
Este diagnóstico se presupone al realizar las ma-
de acuerdo con el grado de flexión, y se denominan por
niobras de palpación del abdomen y se confirma al rea-
la región anatómica que presente el punto declive al
lizar el tacto vaginal, si es que existe trabajo de parto y
estrecho superior:
dilatación del cuello uterino.
1. De vértice: vórtice o fontanela lambdoidea o me- EXAMEN FÍSICO
nor.
2. De sincipucio: sutura sagital.
PALPACIÓN
3. De frente: bregma o sutura metópica.
4. De cara: mentón o cara. Las características del feto en el útero, del líquido
amniótico y, a veces, hasta del sitio placentario, se van
La presentación podálica, por su denominación, a determinar por la palpación del abdomen.
parece que sólo se refiere a los pies, pero no es así, Una de las técnicas más comúnmente utilizadas es
también se refiere a las nalgas y por esto, de acuerdo la de las 4 maniobras de Leopold, aunque en pacientes

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muy obesas o primigrávidas con musculatura abdomi- SEGUNDA MANIOBRA
nal fuerte puede dificultarse el diagnóstico de la pre-
sentación, situación, etc., lo cual hará necesario en El explorador, en el mismo lugar, va descendiendo
ocasiones recurrir al tacto vaginal o a la ultrasonografía. con las palmas de sus manos a ambos lados del útero,
Consideramos que la palpación abdominal de la para precisar el dorso del feto, que lo deberá palpar
gestante debe realizarse del lado derecho, debe ser como una superficie firme, continua, sin porciones pe-
delicada e identificar al máximo las características del queñas, mientras del lado contrario la mano se le hun-
útero y de las cubiertas abdominales, así como de las dirá en una depresión, una concavidad en forma de C
partes fetales, lo que nos permitirá llegar con mayor que posee el feto vivo. En esa zona podemos palpar
precisión a la sospecha de gestaciones múltiples, pre- pequeñas partes fetales que corresponden a los pies y
sentaciones viciosas, fetos grandes, CIUR, alteracio- manos del feto; casi siempre de ese lado la madre re-
nes del volumen de líquido amniótico, fetos pequeños y fiere sentir con más intensidad los movimientos del feto.
toda una gama de posibilidades diagnósticas que debe- Con esta maniobra se hará el diagnóstico de dorso de-
mos valorar con cautela, con un mejor seguimiento de recho o izquierdo y se puede presumir la variedad de
la paciente y, sobre todo, sin alterar su psiquis ni reali- posición, según el dorso se encuentre con mayor incli-
zar diagnósticos tardíos que repercutan desfavorable- nación hacia la línea media de la madre o se aleje hacia
mente en ella o en su feto. la columna materna.
No necesariamente se debe tener un orden tan
estricto de cada maniobra, ya que en ocasiones lo que TERCERA MANIOBRA
deseamos buscar primero, por ejemplo, es el foco fetal
El examinador se mantiene en la misma posición, y
ante una urgencia y, entonces, iniciaremos nuestra ex-
con la mano abierta tratará de abarcar entre el pulgar
ploración de otra forma. No obstante, las maniobras de
Leopold les sirven a los alumnos que comienzan a rea- y el resto de los dedos la parte fetal que se presenta al
lizar este tipo de exploración como una guía para no estrecho superior (suprapúbico).
dejar de buscar todos los datos que necesitan para un Si logramos pelotear algo duro, regular, podemos
buen diagnóstico. plantear que se trata de una presentación cefálica. Si
no existe la sensación de peloteo, debemos buscarla en
PRIMERA MANIOBRA el resto del abdomen con nuestras 2 manos, como quien
El examinador se sitúa frente a la paciente, del lado busca un tumor abdominal; pero en este caso dentro
derecho de ésta, y con el borde cubital de las 2 manos del útero. En ocasiones no la encontramos porque se
deprime el abdomen hasta delimitar el fondo del útero; trata de una presentación muy encajada, y entonces
esto le sirve para realizar un cálculo aproximado del nos orientaremos buscando el hombro fetal anterior y
tiempo de gestación (fig. 7.1). En algunos países no se auscultando el foco fetal.
utiliza la cinta métrica para el cálculo de la edad
gestacional. CUARTA MANIOBRA
El examinador le da la espalda a la paciente, mi-
rando a sus pies y, extendiendo sus manos y profundi-
zando hacia la pelvis por encima del pubis, intentará
apreciar con las puntas de los dedos si se trata de la
cabeza o las nalgas, y si la presentación se encuentra
móvil o fija. Se puede corroborar, además, si el dorso
es derecho o izquierdo, ya que la parte más prominente
es la frente y la más remota es el occipucio. Además,
podemos plantear el grado de flexión en la presenta-
ción cefálica, porque si la frente está más alta que el
occipucio debe estar la cabeza flexionada; si están más
o menos al mismo nivel, debe ser un sincipucio, y si el
occipucio está más alto que la frente, debe tener algún
grado de deflexión.

AUSCULTACIÓN FETAL
Fig. 7.1. Esquema de la altura uterina durante la gestación. Tomado La auscultación del foco fetal se realiza casi siem-
de O Rigol, Ginecología y obstetricia, Tomo I, 1984. pre con el auxilio del estetoscopio de Pinard (fig. 7.2)

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y, actualmente, mediante fonocardiógrafo, electrocar- mero de semanas, y esa cifra es la normal, con una
diografía o ultrasonografía, se puede visualizar y re- desviación también de 2 cm. Ejemplo:
gistrar por el efecto Doppler.
EG de 32 semanas - 4 = 28 cm (± 2) 7 meses ´ 4 = 28

PELVIS ÓSEA
El médico deberá evaluar de manera cuidadosa las
variaciones en la arquitectura pélvica, porque el pro-
greso del parto está directamente determinado por la
secuencia de las actitudes y posiciones que el feto po-
drá asumir en su paso a través del canal del parto. Por
esta razón, la valoración de los diámetros pélvicos es
una parte importante durante el trabajo del parto.
Se debe conocer que existen 4 tipos básicos de
pelvis, identificados en 1930 por Caldwell y Moloy, y
que son los aceptados internacionalmente: ginecoide,
androide, antropoide y platipeloide. Basados en los diá-
metros del estrecho superior y algunos rasgos de la
verdadera pelvis o estrecho inferior, la mayoría de los
autores plantean que casi todas las pelvis son mixtas.
La pelvis femenina está constituida por la unión de
3 huesos: el sacro y los 2 iliacos o coxales, los cuales
se unen al sacro que recoge la presión de todo el tron-
co y lo trasmite a los huesos iliacos, y éstos lo pasan
luego a los fémures.
Fig. 7.2. Auscultación fetal. Foco máximo de auscultación de los La pelvis femenina es más amplia que la masculi-
latidos fetales en una presentación cefálica de vértice en posición na; el plano del estrecho superior (ES) tiene una incli-
izquierda y variedad anterior. Tomado de O Rigol, op. cit.
nación de 60 a 70° sobre la horizontal.
El foco máximo de auscultación se localizará en el ESTRECHO SUPERIOR
hombro fetal anterior, debido a que se propagan mejor
todos los sonidos a través de los sólidos que de los lí- La pelvis de entrada o ES está limitada por la rama
quidos. superior de la sínfisis del pubis en la porción anterior,
La frecuencia cardíaca fetal normal oscila entre lateralmente por la línea ileopectínea y posteriormente
120 y 160 latidos/min. Los latidos deben ser rítmicos y por la porción superior del sacro.
limpios. Técnicamente la distancia entre la porción supe-
A veces, se debe tomar el pulso materno de forma rior de la sínfisis del pubis y el promontorio del sacro
simultánea, mientras se ausculta el foco fetal, para evi- constituye el diámetro anteroposterior o conjugado
tar errores de interpretación en la auscultación. verdadero del ES que debe medir 11,5 cm (fig. 7.3);
pero éste no es el más corto de los diámetros de este
MEDICIÓN UTERINA estrecho. El punto crítico del paso del feto estará en el
conjugado obstétrico o diámetro promontorretropú-
La técnica de McDonald se realiza con un centí- bico, que en una pelvis ginecoide debe medir 11 cm.Y,
metro, y se mide la altura del útero desde la porción por último, se mide el conjugado diagonal (12,5 cm),
superior de la sínfisis del pubis hasta el fondo uterino. que es la distancia entre el promontorio y la parte infe-
La medición uterina se debe realizar en cada con- rior de la sínfisis del pubis (fig. 7.3), y nos sirve para
sulta y se iniciará la palpación suprapúbica del útero realizar la pelvimetría interna (fig. 7.4).
después de las 14 a 16 semanas; esto dependerá de la Los otros diámetros del ES son el transverso, que
posición que poseía el útero no grávido y de las cubier- se extiende de una a otra línea innominada y que es de
tas abdominales de la madre. Hasta las 28 semanas la unos 13 cm, y los diámetros oblicuos que miden 12 cm
altura uterina coincidirá con la EG con 2 cm de desvia- y se extienden desde la articulación sacroiliaca y los
ción. tubérculos iliopubianos de cada lado. Estos 2 diáme-
Después de este período, se plantea que la altura tros deben cortarse en el punto central del ES, en la
uterina normal para la EG se calcula restando 4 al nú- unión del tercio posterior y los dos tercios anteriores.

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El feto entrará en la pelvis, en la mayoría de los
partos, con el polo cefálico ligeramente flexionado, y
su encajamiento debe ocurrir en variedad de posición
transversa. Se dice que el polo cefálico está encajado
cuando el ecuador de la presentación está por debajo
del ES.
EXCAVACIÓN PÉLVICA
En este nivel nunca se detiene la presentación, pues
es su porción más ancha y está delimitada por la parte
inferior del pubis hasta la parte más excavada del sa-
cro (aproximadamente S III) y por los lados la cara
interna de los acetábulos. Sus diámetros anteroposte-
riores y transversos tienen igual medida (12,5 cm).
ESTRECHO MEDIO
Está delimitado por la parte inferior de la sínfisis
del pubis y las espinas ciáticas y sus diámetros. En una
pelvis ginecoide debe medir 11,5 cm.
ESTRECHO INFERIOR
Fig. 7.3. Medidas de los diámetros anteroposteriores de una pelvis
ósea normal: CA) conjugado anatómico (diámetro promon- Es el de mayor importancia después del estrecho
tosuprapubiano); CO) conjugado obstétrico (diámetro promon- superior, y en éste tienen un papel preponderante las
torretropubiano); CD) conjugado diagonal (diámetro partes blandas del canal del parto; a cada lado se ex-
promontosubpubiano); 2do. C) segundo conjugado (diámetro
sacrorretropubiano); E) excavación pelviana (diámetro tienden los poderosos ligamentos sacrociáticos junto
midsacrosubpubiano); SSSP) subsacrosubpubiano del estrecho in- con las ramas isquiopubianas por delante y el cóccix
ferior; SCSP) subcoccixsubpubiano que aumenta por la retropulsión por detrás, para formar el estrecho inferior.
del cóccix. Tomado de O Rigol, op. cit. El diámetro transverso está entre ambas tube-
rosidades del isquión (11 cm) y el anteroposterior, que
va desde el pubis hasta el cóccix y mide 9 cm; pero
como éste último retropulsa puede ser de 11 cm.
Por lo tanto, el feto entra por el ES con diámetros
de 11 ´ 13 cm, y en la salida los diámetros son de 11 ´
11 cm; pero lo logra vencer por la elasticidad y por eso
el polo cefálico ha de realizar una rotación de 90° y se
orienta en sentido transverso en el ES y en sentido sagital
en el EI.
PLANOS DE HODGE
El otro sistema de planos de la pelvis es el denomi-
nado de Hodge, que es un sistema de coordenadas
obstétricas, que nos permite situar la presentación du-
rante el trabajo de parto. Estos planos son 4:

I plano. Línea imaginaria entre el promontorio y el


borde superior de la sínfisis del pubis.
II plano. Línea paralela a la anterior y pasa por el
borde inferior del pubis.
III plano. Paralela a las 2 anteriores y pasa por las
Fig. 7.4. Pelvimetría interna. El diámetro promontosubpubiano o
conjugado diagonal (CD) es medido directamente para deducir en
espinas ciáticas.
forma indirecta la longitud del diámetro promontorretropubiano IV plano. Paralela a las 3 anteriores y pasa por la
mínimo o conjugado obstétrico (CO). Tomado de O Rigol, op. cit. punta del cóccix (fig. 7.5).

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La otra medición se realiza con un pelvímetro
(Baudelocque, Martin y Budin), y se extiende desde la
apófisis espinosa de la quinta vértebra lumbar a la cara
anterior del pubis. Esta medida nos da el denominado
conjugado externo de Baudelocque que puede medirse
con la paciente de pie, y a su valor normal (19 a 20 cm)
se le restan 8,5 a 9,5 cm de partes blandas y óseas. De
esta forma puede deducirse el valor del promontopúbico
mínimo (fig. 7.7).

Fig. 7.5. Planos de Hodge y su relación con los grandes espacios


pelvianos. El espacio de entrada a la pelvis rebasa algo por encima
el I plano de Hodge, y por debajo sus límites coinciden con el II
plano de Hodge. La excavación está comprendida entre el II y III
planos de Hodge, mientras que el espacio de salida de la pelvis
empieza en la línea tangencial del III plano y termina en la vulva. La
flecha indica el eje del canal del parto. Tomado de O Rigol, op. cit.

PELVIMETRÍA
Se entiende por pelvimetría la medición de los diá-
metros de la pelvis ósea, y puede ser externa e interna.
En la pelvimetría externa se debe analizar el rom-
bo de Michaelis, constituido por la apófisis de la quinta
vértebra lumbar, el punto más declive del sacro, el plie-
gue interglúteo y las espinas iliacas posterosuperiores,
cuyas características varían de acuerdo con la pelvis
(fig. 7.6 a) y son sus 4 lados y 4 ángulos iguales de 2 en
2 (fig. 7.6 b).

Fig. 7.7. Técnica para medir el diámetro sacropubiano o conjugado


externo de Baudelocque, con el pelvímetro de Martín. Tomado de
O Rigol, op. cit.

Las otras medidas serían la distancia del diámetro


biespinoso (24 cm) y la distancia entre ambas crestas
iliacas (28 cm) y el diámetro bitrocantéreo, cuyo valor
normal es de 32 cm.
A la pelvimetría interna le corresponde medir el
conjugado obstétrico calculando a través del tacto
vaginal el conjugado diagonal, al medir la distancia que
media entre el dedo explorador que se pone en contac-
to con el borde inferior de la sínfisis y la punta del dedo
que toca el promontorio.
El conjugado obstétrico es 1,5 cm menos que la
distancia del CD (ver fig. 7.4).
En el estrecho inferior debe evaluarse el diámetro
biisquiático (fig. 7.8). El diámetro anteroposterior de
Fig. 7.6. Cuadrilátero de Michaelis: a) embarazada vista por detrás,
en la que se indican los puntos de reparo para trazar el cuadrilátero este estrecho se mide tomando la distancia entre el
de Michaelis; b) cuadrilátero con sus lados y diagonales. Tomado cóccix y el punto inferior de la sínfisis del pubis (ver
de O Rigol, op. cit. fig. 7.2); y, por último, en este estrecho inferior se debe

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explorar el ángulo que forman entre sí las 2 ramas Este ángulo se evalúa colocando a la paciente en
isquiopubianas y el ángulo pubiano, que es muy agudo posición de talla, con las piernas flexionadas sobre el
en la pelvis masculina, obtuso en la pelvis plana, y tronco, y los dedos pulgares del explorador palpan di-
recto en la pelvis femenina. chas ramas isquiopubianas.

Fig. 7.8. Técnica para medir el diámetro biisquiático con el


pelvímetro. Tomado de O Rigol, op. cit.

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