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LA FALLA DE BOCONÓ

Es una falla tectónica que se expande unos 500 km en la parte central de los
Andes venezolanos, entre la depresión del Táchira y el Mar Caribe. Tiene entre 1 y
5 km de ancho, y corre aproximadamente en dirección nordeste pasando bajo el
pueblo que le da nombre.

Esta se ramifica al este de Morón y a lo largo de la costa del Mar Caribe con
las fallas de Morón y El Pilar. Hacia el suroeste termina en una serie de
corrimientos y fallamientos inversos en la depresión del Táchira en el extremo
norte de la Cordillera Oriental de Colombia.

Es la mejor conocida de todas las fallas de Venezuela porque fue una de las
primeras en ser reconocida, y por poseer una fuerte expresión topográfica.
Además, está claramente expuesta a todo lo largo de su extensión. La mayoría de
los grandes terremotos ocurridos en tiempos históricos en el occidente de
Venezuela, han sido asociados con movimientos de este corredor de fallas.

Características

Teniendo al extremo sur del Mar Caribe como la frontera entre las Placas del
Caribe y la Sudamericana, el sistema de fallas Boconó-Morón-El Pilar y otras
sumergidas y expuestas, son la zona de choque en norte de Venezuela desde hace
aproximadamente 5 millones de años. Este sistema de fallas corta y desplaza las
montañas del extremo occidental del Mar Caribe, y los científicos sugieren que su
desplazamiento rumbo-deslizante comenzó en tiempos geológicos recientes,
posiblemente a partir del Terciario tardío.

Geomorfológicamente, la Falla de Boconó se manifiesta por una serie de


valles alineados, depresiones lineales y otros rasgos alineados en un corredor de 1
a 5 km de ancho, orientado, aproximadamente, en dirección N 45° E y a lo largo
de unos 500 km en la parte central de los Andes venezolanos, entre la depresión
del Táchira y el Mar Caribe.

La oblicuidad de la Falla de Boconó en relación al rumbo de los Andes


venezolanos y el hecho de que ella corta y desplaza provincias geológicas de
origen y edad diferentes (Cordillera de los Andes y del Mar Caribe) sugiere que es
una estructura externa a esos sistemas, que fue incorporada a la frontera entre las
placas del Caribe y América del Sur en un pasado geológico relativamente
reciente. El análisis de los mecanismos focales de terremotos recientes es
consistente con un desplazamiento predominantemente lateral-derecho,
profundidades focales generalmente menores de 35 km e indica una dirección
aproximada de compresión este-oeste.

Geomorfológicamente, la Falla de Boconó se manifiesta por una serie de


valles alineados, depresiones lineales y otros rasgos alineados en un corredor de 1
a 5 km de ancho, orientado, aproximadamente, en dirección N 45° E y a lo largo
de unos 500 km en la parte central de los Andes Venezolanos, entre la depresión
del Táchira y el Mar Caribe. Al este de Morón, a lo largo de la costa del Caribe, ella
se continúa en las fallas de Morón y El Pilar. Hacia el suroeste, termina en una
serie de corrimientos y fallamientos inversos en la depresión del Táchira, al
extremo norte de la Cordillera Oriental de Colombia. Es la mejor conocida de todas
las fallas de Venezuela porque fue una de las primeras en ser reconocida (Rod,
1956), posee una fuerte expresión topográfica y está claramente expuesta a todo
lo largo de su extensión. Su movimiento rumbo-deslizante se refleja,
principalmente, en el desplazamiento de estructuras pleistocenas. La mayoría de
los grandes terremotos ocurridos en tiempos históricos en el occidente de
Venezuela, han sido asociados con movimientos de este corredor de fallas. Aunque
algunos autores han postulado un desplazamiento principal en sentido normal a lo
largo de la Zona de Fallas de Boconó (Shagam, 1972, 1975; Giegengack et al.,
1976) y solo movimientos menores rumbo-deslizantes, más recientemente, un
detallado estudio de evidencias neotectónicas a lo largo de toda su extensión
(Schubert,1980a, 1982, 1984) ha revelado la existencia en esta zona de grandes
cuencas cenozóicas (cenozóico tardío) de tracción (pull-appart basins), en las
cuales, sin embargo, se pueden evidenciar grandes desplazamientos locales
verticales (normales), separados por estrechos segmentos de fallas, con un claro
desplazamiento de rumbo lateral-derecho.

El análisis y el modelaje sísmico sugieren que la Falla de Boconó puede ser


parte de una frontera de placas desde hace aproximadamente 5 millones de años
(Dewey, 1972). La oblicuidad de la Falla de Boconó en relación al rumbo de los
Andes Venezolanos y el hecho de que ella corta y desplaza provincias geológicas
de origen y edad diferentes (Cordillera de los Andes y del Caribe) sugiere que es
una estructura externa a esos sistemas, que fué incorporada a la frontera entre las
placas del Caribe y Suramérica en un pasado geológico relativamente reciente. El
análisis de los mecanismos focales de terremotos recientes es consistente con un
desplazamiento predominantemente lateral-derecho, profundidades focales
generalmente menores de 35 km e indica una dirección aproximada de compresión
este-oeste (Folinsbee, 1972; Dewey, 1972; Fernández et al., 1977).

FALLA DE ARBOL REDONDO Y TRUJILLO


La configuración estructural de los Andes septentrionales, región de
Barbacoas-Humocaro y Árbol Redondo se interpreta en este trabajo, como una
serie de estructuras que conforman un patrón estructural en anticlinorios y
sinclinorios desarrollado sobre un sistema de rampas (Fault-bend Folds) como
resultado de la reactivación compresiva y/o transpresiva ocurrida durante el
Néogeno que provocó la inversión positiva de estructuras distensivas pre-
existentes de edad Jurasico- Cretácico Temprano.
Los diferentes niveles de despegue (Detachement), durante la evolución
tectónica al curso de la deformación se sitúan en el seno de las formaciones
cretácicas superiores (Luna/colon) quienes sirvieron de estructuras de
compensación y reajuste para absorber el acortamiento horizontal causado por la
compresión. La inversión tectónica positiva se produce (Mitra, 1995) porque el
despegue en los plano horizontales no puede continuar compensando el empuje
complexional (Merle, 1996) y cambia su movimiento de despegue normal sobre el
plano preexistente, lo cual trae como consecuencia un cambio a inverso para
adaptarse a las nuevas condiciones estructurales. El desarrollo de pliegues de
arrastre en el interior de estas formaciones confirman esta interpretación.

1.- La región de Barbacoas-Humocaro:


Esta zona constituye una sucesión de accidentes sub-verticales y
subparalelos entre si. Del NW al SE, ellas forman un dispositivo estructural en
pilares y depresiones colocados escalonadamente que la cortan en varios bloques
levantados y hundidos separados por fallas. Estas fallas han tenido un juego
vertical importante antes del emplazamiento final provocado por la tectónica de
inversión como resultado de la compresión andina y en la actualidad conforman un
patrón estructural de anticlinorios y sinclinorios.
Las fallas regionales de Hato Viejo, Barbacoas y Humocaro Bajo, orientadas
NE-SW asociadas a una serie de estructuras anticlinales plurikilométricas (La Peña,
San Pedro, etc), así como sinclinales (Humocaro, Barbacoas, etc) corresponden a
la inversión positiva de los grabens y horst jurasicos. La existencia de estructuras
monoclinales asimétricos, de extensión decamétrica, con vergencia tanto NW como
SE asociados a estas estructuras mayores y desarrollados en los limites de las
formaciones cretácicas y terciarias evidencian el estilo estructural de pliegues en
rampas del tipo Fault Bend Folds propuesto para la región. La existencia de estas
estructuras tipo Fault bend fold sugieren igualmente la evolución a partir de
pliegues tipo "rollover" desarrollados en el flanco deprimido de las fallas normales
preexistentes que pudieron haber sido reactivadas durante la deformación.
2.- El Graben de San Lázaro: -La falla de Trujillo: El Cretáceo fosilizando la
estructura Jurásica.
Este graben representa una estructura jurasica orientada SW-NE reactivada
varias veces desde el Eoceno. Este graben se encuentra delimitado por dos
estructuras mayores: La falla de Trujillo con una orientación N15ºE que marca el
límite oeste y pone en contacto al Jurásico (Fm La Quinta) y al Paleozóico superior
(Asoc. Mucuchachí). Sobre este sector el cretácico inferior, representado por la
Fm. Peñas Altas, fosiliza la falla de Trujillo, ya que los sedimentos de esta
Formación no son afectados por la falla jurásica en las sucesivas reactivaciones
ocurridas a partir del Eocéno.
La inversión tectónica sobre el sector oeste, no presentó la magnitud
suficiente para invertir la estructura, lo que trajo como resultado que la falla siga
presentando un salto normal a pesar de la inversión tectónica producida a nivel
regional. Para producir esta compensación la falla de Santa Ana tuvo que haber
funcionado como falla normal durante la inversión a objeto de absorber la
deformación por compresión. Las características de las estructuras encontradas a
nivel del afloramiento confortan esta interpretación.
Por otro lado, la falla de Árbol Redondo al este representa el borde este del
graben y pone en contacto por corrimiento al Paleozóico superior (Asociación
Mucuchachí) sobre el Cretácico inferior (Fm. Peñas Altas). Aquí, se observa
asociado a esta falla la existencia de un pliegue de propagación cuyo eje presenta
una orientación N35°E y una vergencia de 60°NW. Este transporte tectónico es
compatible con el desplazamiento general de los Andes encontrado en el
compartimiento occidental situado al oeste de la falla de Valera y remarcado por el
corrimiento de las Virtudes. Esta estructura de corrimiento generada también por
inversión evidencia la tectónica que implica el basamento en la deformación. De
manera particular se observan despegues en el interior de la serie Cretácica (Fms
Peñas Altas, Luna/Colón).
Por otra parte es importante nombrar, la descripción Según la GUIA DE LA
EXCURSION No. 6: CORDILLERA DE LOS ANDES Y SURCO DE
BARQUISIMETO, tomado del V Congreso Geológico Venezolano, Memorias,
Tomo V, 1977, pp. 191-231., en la parada # 18, describe lo siguiente: Falla
de Árbol Redondo-El Gavilán; flanco oriental del Graben (Grupo Cogollo): pliegues
acostados y desarrollo de un clivaje de fracturación en los niveles calcáreos; plano
de pequeña falla transcurrente.

A Continuación se presentan gráficas, fotografías y demás ilustraciones


relacionadas a las Fallas de Boconó, Trujillo y Árbol Redondo
Figura 1: Cortes a lo largo del Graben de San Lázaro
Reconocimiento Geológico - Estructural del tramo Flor de Patria – Árbol
Redondo.

Figura 2. Imagen Landsat TM (Fuente: Mr. Sid, programa Geoviewer). Destacan


fuertemente los razgos estructurales como son las Fallas de Boconó, de Valera – Rio
Momboy, orientadas NW – SE; de Burbusay de orientación N – S y otras dentro del
recuadro en rojo que serán observadas en detalle en la figura siguiente.
Figura 3. Extracción de la Imagen Landsat Mr.Sid. En recuadro rojo, figura precedente, el
sector de Trujillo – Flor de Patria – Árbol Redondo – Falla de Burbusay. Esta porción de la
imagen permite observar con más detalle las fallas de Trujillo y Árbol Redondo,
verdaderos limites del Graben de San Lázaro.
Figura 4. Mapa geológico reconstruido de las actividades de campo durante el 2000 –
2004 (Tomado de L. González, 2004).

Figura 5. Corte geológico interpretativo para los años 1977 – 1980 del sector Flor de
Patria – Árbol Redondo. (Fuente: Stéphan, 1977. Modificado L. González, 2004).
Contacto por falla entre las formaciones Mucuchachí y La Quinta. La falla de Trujillo.

Figura 6. Falla de Trujillo la cual pone en contacto a las formaciones Mucuchachí (Pcm) y
La Quinta (Jq). [Tomado de L. González, 2004].
Contacto discordante entre las formaciones La Quinta y Peñas Altas.

Figura 7. Contacto discordante entre las formaciones La Quinta (Jq) y Peñas Altas (Kpa).
[Tomado de L. González, 2004].
Figura 8. Flanco oriental de un anticlinal (Fm. Peñas Altas). En esta figura se
observan cizallamientos subhorzontales y falla N20°E subvertical. (Tomado de
L. González, 2004).
Figura 9. Vista panorámica al sur de Santa Ana. Reconstrucción de las estructuras
presentes dentro de graben de San Lázaro. Pcm. Asociación Mucuchachí; Jq: Fm. La
Quinta;
Kpa: Fm. Peñas Altas; KL: Fm. La Luna; KC: Fm. Colón. [Tomado de L. González, 2004].
Figura 10. Vista panorámica del pliegue de Árbol Redondo y la falla del mismo
nombre en la parte oriental del Graben de San Lázaro. [Tomado de L. González,
2004].
Figura 11.
CONCLUSIONES

Los resultados de este estudio tienen importante implicaciones regionales.


En efecto, ellos han permitido proponer que la configuración estructural actual de
la región es el resultado de una sucesión de eventos tectónicos complejos, a partir
del Mioceno vinculados a la reactivación en transcurrencia de fallas como Boconó y
Valera que independizan un Sub-bloque Crustal (Bloque de Trujillo) como
resultado de la compresión asociada a una dirección de esfuerzos regionales
orientados E-W. Esta compresión actuante sobre un patrón estructural distensivo
jurasico pre-existente, provoca una inversión tectónica positiva que involucra el
basamento en la deformación. La deformación es compleja y se produce a lo largo
de fallas inversas de ángulo alto. Esta deformación es caracterizada por la
aparición de los cabalgamientos con vergencia NW, como el cabalgamiento de
Árbol redondo y por la formación de pliegues monoclínales asimétricos en el
interior de la serie sedimentaria característicos de una evolución de pliegues sobre
rampas.

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