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“Sanguina” y cretas.
1. Introducción
La sanguina se considera una técnica seca, más dibujística que pictórica. Aunque no es
monocromática, utiliza una gama de colores similares entre sí. La técnica comprende el uso de
barritas de sección cuadrada tipo “pastel duro” (barritas Comté y Faber-Castell), lápices y
minas de varios pigmentos minerales, los cuales, según su matiz, reciben el nombre de
sanguina, sepia y creta. A esta gama cromática se le añade el negro. Por extensión, al conjunto
de todos ellos, usados en un mismo equipo, se denomina “sanguinas” y también “cretas”.
2. Acercamiento histórico
No podríamos decir un inicio cierto de la técnica. Los pigmentos térreos han sido ampliamente
utilizados en la Antigüedad. En la edad Media, por su estabilidad, se empleaban en la pintura
mural al fresco.
En el siglo XIX y principios del XX, fue una técnica esencial en las Academias para el
aprendizaje del dibujo. Sus posibilidades para plasmar el claroscuro y el volumen de cuerpos
vivos es tal, que ha acabado identificándose plenamente con un realismo clasicista manido y
con los valores de aquella, por lo que en la mayor parte de las actuales escuelas de arte ha
caído en desuso.
Las “sanguinas”, están compuestas por pigmentos de óxido de hierro cuyo color varía desde
un rojo anaranjado a un rojo violáceo o incluso chocolate. La presentación más habitual es la
de barrita de sección cuadrada, comercializada como “pastel duro”. El primer fabricante fue la
marca francesa Comté y actualmente también existen las de Faber-Castell. Cada marca ofrece
su propia gama cromática.
Las “sepias” son barritas, lápices y minas de un pigmento térreo a base de óxido de hierro
cuyo matiz es un marrón más bien verdoso. Tomaron su nombre por similitud cromática a la
tinta sepia, empleada tradicionalmente en aguadas y plumillas (ver “Tutorial VIII – Plumilla”).
Las cretas son barritas, lápices y minas de un pigmento térreo procedente de roca caliza
formada durante el periodo cretácico. Sus colores oscilan entre el blanco y el gris. Actualmente
ya no se fabrican desde rocas calizas, sino a partir de pigmentos como óxido de titanio o de
zinc (blanco de titanio o de zinc) a los que se añade pequeñas cantidades de negro humo para
lograr los matices grises.
Los negros empleados en esta técnica están fabricados normalmente a partir de negro humo,
que da una tonalidad intensa y cálida.
A partir de estos colores básicos, se fabrican tonos intermedios de “sanguina + negro” (colores
chocolate), de “sepia + negro” (matices sepia oscuro) y de “blanco + negro” (grises en distintos
tonos). Así, cada artista puede disponer de un equipo de “cretas” personalizado, oscilando
entre la gama básica de 4 matices y una gama ampliada de 14 ó 16 matices.
La dificultad, por lo tanto, estriba en elegir una gama cromática adecuada a las propias
inquietudes y capacidad económica. A continuación aporto una propuesta para un aprendizaje
profundo de la técnica (siete matices):
Blanco + gris medio + sanguina anaranjado + sanguina rojizo + sepia + chocolate + negro.
Aún siendo relativamente baratas, el estudiante podría reducir la gama hasta la opción más
económica (cinco matices): blanco + sanguina intermedio + sepia + chocolate + negro.
Como materiales complementarios, podemos utilizar: goma de borrar, goma “de chicle”, pincel
de cerda dura para difuminar, difumino, trapo (para limpiarse las manos o para difuminar),
papel blanco para apoyarse y evitar manchar el dibujo…
5. Procedimientos
Las sanguinas se emplean para dibujar, para obtener bocetos y estudios del natural en los que
se hace una valoración enriquecida del claroscuro y del volumen.
Se pueden emplear a modo de lápiz, dejando la vibración del trazo, o bien al modo del pastel,
fundiendo los trazos con el fondo y entre sí, al frotarlos con el dedo o con un difumino / paño
suave.
Normalmente se emplea un papel coloreado, de color hueso u otros matices tostados… por lo
que los brillos se obtienen aplicando la creta, los tonos medios cálidos mediante la sanguina,
los medios fríos mediante la sepia, los oscuros y sombras mediante las sanguinas violáceas y
chocolates… los negros se emplean para marcar los claroscuros potenciando el dramatismo y
la expresividad.
6. Bibliografía
Canal, Mª Fernanda (Dir.) (2007): Materiales y Técnicas, guía completa, editorial Parramón,
Barcelona.
Rivera, J.; Avila, A.; Martín Ansón, M. L. (1997): Manual de Técnicas Artísticas, editado por
Historia 16 (Información e Historia S.L.), Madrid.
Fuga, Antonella (2006): Artists´ Techniques and Materials, Getty Publications, Los Angeles.