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Fisiología de la olfacción
Se han realizado muchos intentos para distinguir y clasificar las
sensaciones olfatorias “primarias”. En la actualidad, hay datos
genéricos que indican la existencia de cientos de esencias primarias. La
capacidad del ser humano para reconocer casi unos 10000 aromas
distintos depende de la actividad encefálica que provoca la activación
de muchas combinaciones diferentes de receptores olfatorios.
Los receptores olfatorios reaccionan a moléculas aromáticas del mismo
modo en que lo hacen muchos otros receptores sensoriales al percibir
sus estímulos específicos. Se activa un potencial generador
(despolarización) que desencadena uno o más impulsos nerviosos. En
algunos casos, se sabe cómo surgen estos potenciales. Algunos
compuestos olorosos se enlazan a los receptores, que a su vez están
unidos a las proteínas G de la membrana plasmática y activan la
adenilato ciclasa. El resultado es la sucesión de fenómenos siguientes:
apertura de los canales del ión sodio, flujo de entrada de sodio,
potencial generador despolarizante e impulsos nerviosos.
Tres son las condiciones que necesita una sustancia química para
estimular a los cilios de las células olfatorias: volatilidad, solubilidad
en agua y solubilidad en lípidos.
Vía olfatoria
Los axones de las células olfatorias atraviesan la lámina cribosa del
hueso etmoides y llegan al bulbo olfatorio, donde hacen sinapsis con la
segunda neurona (células mitrales) cuyos axones forman la cintilla
olfatoria, para terminar finalmente en la corteza olfatoria del lóbulo
temporal.
Adaptación
Es de conocimiento común que cuando una persona está expuesta
continuamente aun olor más desagradable, la precepción de este
decrece hasta desaparecer. Este fenómeno, que a veces resulta
benéfico, se debe a la adaptación relativamente rápida que presenta el
sistema olfatorio. Esto es específico para el olor particular que se está
sintiendo, ya que el umbral para los otros olores no cambia.
Fisiología gustativa
Las células gustativas poseen, en su porción apical, una serie de micro
vellosidades que sobresalen hacia el poro gustativo y al ponerse en
contacto con la sustancia química disuelta en la saliva, generan
impulsos nerviosos que se transmiten a las terminaciones nerviosas a
ellas adosadas.
Existen 4 sabores básicos o primarios: dulce, salado, ácido y amargo. El
sabor dulce es captado principalmente en la punta de la lengua, el
sabor ácido y salado a los lados, y el sabor amargo en la base de la
lengua respectivamente.
Cualquier sabor que percibimos resulta de la combinación de los
sabores primarios. El sabor amargo es el de mayor sensibilidad sobre
los demás, lo que sería de esperar, porque esta sensación cumple una
misión protectora importante.
Los receptores gustativos tienen un periodo de adaptación rápida
correspondiente a los primeros dos o tres segundos después de
iniciado el contacto con el alimento, pero su adaptación subsecuente
es lenta. Al igual que en la adaptación olfatoria, la gustativa implica un
componente psicológico en el sistema central
Fisiología visual
Para que se conforme una imagen en la retina se requiere de los
siguientes eventos:
- Refracción de los rayos de luz
- Acomodación del cristalino
- Constricción de la pupila
- Convergencia
- Imagen invertida
. Excitación de los conos: los conos son receptores para luz brillante, el
color y agudeza visual. Al igual que los bastones, la descomposición del
foto pigmento produce potencial de acción. Las fotos pigmentos de los
conos son semejantes al de los bastones, pero requieren luz brillante
para su degradación y se pueden formar nuevamente con rapidez.
Vía visual
Oído externo
Oído medio
Oído interno
Oído externo
Comprende el pabellón auricular o auditivo - la "oreja"- (lóbulo externo
del oído) y el conducto auditivo externo, que mide tres centímetros de
longitud. El conducto auditivo medio posee pelos y glándulas
secretoras de cera.
Su función es canalizar y dirigir las ondas sonoras hacia el oído medio.
Oído medio
Oído interno
Equilibrio
Los canales semicirculares y el vestíbulo están relacionados con el
sentido del equilibrio. En estos canales hay pelos similares a los del
órgano de Corti, y detectan los cambios de posición de la cabeza.
Los tres canales semicirculares se extienden desde el vestíbulo
formando ángulos más o menos rectos entre sí, lo cual permite que los
órganos sensoriales registren los movimientos que la cabeza realiza en
cada uno de los tres planos del espacio: arriba y abajo, hacia adelante y
hacia atrás, y hacia la izquierda o hacia la derecha. Sobre las células
pilosas del vestíbulo se encuentran unos cristales de carbonato de
calcio, conocidos en lenguaje técnico como otolitos y en lenguaje
coloquial como arenilla del oído. Cuando la cabeza está inclinada, los
otolitos cambian de posición y los pelos que se encuentran debajo
responden al cambio de presión. Los ojos y ciertas células sensoriales
de la piel y de tejidos internos, también ayudan a mantener el
equilibrio; pero cuando el laberinto del oído está dañado, o destruido,
se producen problemas de equilibrio. Es posible que quien padezca
una enfermedad o un problema en el oído interno no pueda
mantenerse de pie con los ojos cerrados sin tambalearse o sin caerse.
El Globo Ocular
Túnicas de la vista
Las tres capas son, de afuera hacia adentro: Túnica fibrosa o
esclerótica, túnica vascular o coroides y túnica nerviosa o retina.
Medios transparentes
Estos medios refringentes constituyen el sistema dióptrico del ojo, y
están formados por el cristalino, el humor acuoso, el humor vítreo y la
córnea.
APARATO LAGRIMAL
Este aparato consta de una glándula lagrimal, de conductos lagrimales
y de un órgano reservorio de lágrimas llamado saco lagrimal.
La glándula lagrimal está ubicada en la parte superior y externa del ojo
Las lágrimas que segrega constantemente se deslizan hasta el ángulo
interno del ojo, donde existe un espacio llamado largo lagrimal.
Las lágrimas están formadas principalmente por agua y sales, y
contienen una sustancia bactericida llamada lisozima, que impide el
desarrollo de los gérmenes.
El saco lagrimal es un pequeño órgano reservorio de lágrimas que se
aloja en la fosita lagrimal del hueso unguis.
Las lágrimas que inundan el lago lagrimal pasan a través de pequeños
orificios, que se encuentran por delante de la carúncula lagrimal, a un
conducto que las transporta hacia el saco lagrimal. De allí son vertidas
en las fosas nasales por el conducto nasal lagrimal. De allí son vertidas
en las fosas nasales por el conducto nasal, donde normalmente se
evaporan.
Músculos
Los músculos del ojo son siete, 4 rectos: superior, inferior, externo e
interno; 2 oblicuos: mayor y menor, y un elevador del párpado
superior. (Fig. 5)
La contracción de los músculos rectos hace girar el ojo hacia el lado
correspondiente (superior, inferior, interno o externo).
La concentración de los oblicuos le hace girar hacia abajo o arriba, y
hacia fuera.
El elevador del párpado superior, como su nombre lo indica, lleva el
párpado superior hacia arriba.
Cápsula de Tenón
Es una membrana resistente, de naturaleza fibrosa, que recubre
parcialmente a la esclerótica, y que forma la vaina de los músculos del
ojo. Cumple la función de sostener al globo ocular, al mismo tiempo
que lo separa de la parte posterior de la cavidad orbitaria.