Professional Documents
Culture Documents
Lima-Diciembre 2010
LA CURADURÍA Y SUS
REVERBERACIONES
EN AMÉRICA LATINA
“Entrevista a curador”: Miguel López. (p. 16)
TAS: Sobre Monumentos Vandalizables. (p.13)
Gustavo Buntinx: El Empoderamiento De Lo Local. (p.5)
Justo pastor mellado“atención crítica” sobre la exposición de
Gordon Matta Clark (p.7)
1984)
se convirtió en una plataforma colaborativa de arte peruano y latinoamericano, comen-
tario y crítica de arte desde Lima, Perú.
Correciones:
La edición física de un periódico de artes visuales busca llenar un vacío y poner en
Curadora independiente. Estudió Historia del Arte en
evidencia, y en cuestión, un punto de vista y una línea de trabajo crítica y nada complaciente.
la Facultad de Artes y Letras de la Universidad de La Habana
Es de esta manera que asumimos lo políticamente incorrecto como dinámica y como forma
y cursó estudios en la Cátedra de Arte Conducta del Instituto
de supervivencia.
Superior de Artes de La Habana. Es docente de Historia del
Arte V (Nuevos Medios) y Gestión de Proyectos, y directora
Esta primera edición tiene como tema central la curaduría, y sus reverberaciones, en
del Dpto. de Vínculo con la Comunidad en el Instituto Supe-
América Latina. A través de un cuestionario se pone es discusión la postura de cuatro jóvenes
rior Tecnológico de Artes del Ecuador “ITAE” (Guayaquil).
curadores: Soledad Novoa de Chile, María del Carmen Carrión de Ecuador, Gabriela Ger
Colabora con el blog de arte contemporáneo Río Revuelto.
maná y Juan Peralta ambos del Perú.
Coordina, junto con Juan Carlos León, el Medialab Gye. Re-
cientemente participó en el lablatino en Arte Actual FLACSO,
Además, una serie de textos analizarán las artes visuales, y su dimensión política en
en Quito (Ecuador).
Latinoamérica. Fernanda Nogueira de Brasil, Ana rosa Valdez y Rosa Jijon de Ecuador, Justo
Pastor Mellado de Chile, Gustavo Buntinx y TAS (Christian Alarcón Ismodes + Daniel Ramirez
Corzo) del Perú son las colaboraciones de esta edición. También, se ha preparado y editado
una entrevista al joven curador e investigador peruano Miguel López
Cada tres meses este periódico aparecerá en escena, en la “esfera pública”, y man-
tendrá el formato propuesto. Es así que el periódico Escuela de mArte es una plataforma de
artículos, portafolios, entrevistas, debates y conversaciones punzo cortantes, en alta fidelidad
y con extremada crudeza.
David Flores-Hora
Diciembre de 2010
Escuela de mArte
Dirección y Edición: David Flores-Hora
Producción y coordinación: Sonia Pérez Unzueta
Dirección gráfica: Carlos Risco
Ilustración de “El Hongo
Hecho en Depósito Legal en la Bibliotéca Atómico”, de la artista
Sandra González.
E
l título del presente artículo refiere el proyecto curato-
rial homónimo que fue desarrollado en febrero, mar-
zo y julio del presente año (2010), desde el espacio
académico del Instituto Superior Tecnológico de Artes
del Ecuador “ITAE” . Un intento por aglutinar procesos y prác-
Página 3 Escuela de mArte 01
Lima-Diciembre 2010
Fernanda
dad del dispositivo espacial (y temporal) se encuentra la distinción del documento frente al
acontecimiento que registra. Por esto, se concibieron diseños de montaje específicos para
ciertas obras. Los documentos fueron efectivamente presentados, no sólo como conjuntos de
archivos, sino más bien como formas de conexión entre diferentes registros.
DEL DESEO.
y contrasentido.
L
esta muestra asumían el “cubo blanco” como un espacio de conflicto, para reflexionar y a muestra tenía como eje central la poesía concreta y
discursar sobre las posibilidades de los géneros tradicionales. La pintura, la escultura y, fun- fue pensada como complemento a la exposición Cildo
damentalmente, el dibujo fueron comprendidos y desarrollados desde conceptos ampliados, Meireles que ocupaba uno de los espacios centrales del
que trascienden la especificidad del medio para lograr nuevas comprensiones que deslimitan museo. Se ofrecía allí una mirada panorámica del con-
y desafían las ideas convencionales, afincadas en las coyunturas menos provechosas de la texto artístico brasileño por medio de algunas publicaciones:
tradición. monografías de poetas y artistas visuales, libros de teoría de
la literatura y del arte, catálogos de bienales y ferias, carpe-
En su calidad de clausura, se pretendió mostrar propuestas que aún atraviesan por tas con artículos divididos temáticamente en ‘Arte Contempo-
procesos inestables. Prácticas que en su mayoría adquieren un carácter de “experimento” que ráneo, ‘Poesía Concreta’ y ‘Cildo Meireles’, disponibles en
por la trayectoria de sus autores se presentan como cuestiones muy puntuales, como ejercicios catalán, castellano e inglés. Algunas computadoras ofrecían
específicos, y sólo en ciertos casos han abierto posibilidades para una continuidad. grabaciones de programas televisivos, videos, produccio-
nes en audio de poetas y artistas, reproducidas de forma
intermitente. Una de las paredes llevaba copias ampliadas
de carteles, portadas de libros, fotografías de obras etc.
Página 4 Escuela de mArte 01
Lima-Diciembre 2010
En la pared opuesta había Ver Cordeiro, Waldemar, “Ruptura”, artículo publicado originalmente en el Correio
algunos poemas concretos Paulistano, 11 ene. 1953. En: Bandeira, João (coord.).
reproducidos en grandes di-
mensiones. Delante de ellos, Arte concreta paulista: documentos. São Paulo: Cosac & Naify / Centro Universitário
las viejas conocidas vitrinas Maria Antônia, 2002, pp. 48 y 49.
con revistas históricas, libros Revista AD, n. 22, São Paulo, marzo/abril 1957. En: Bandeira, João (coord.) op. cit.,
de artista, ejemplares raros,
y un libro inaugural para la p. 56.
poesía concreta brasileña: Diário de São Paulo, 3 junio 1955. En: Bandeira, João (coord.) op. cit., p. 70.
poetamenos (1953/73).
La dimensión
revolucionaria
Es imprescindible re-
cordar que el concretismo
brasileño surge en un corto
período de democracia –en-
tre la dictadura de Getúlio
Vargas, que tiene fin des-
pués de 15 años, en 1945,
y la dictadura militar, que
se iniciaría en 1964, para
solo terminar en 1985– en
el cual se gesta la posibili-
dad de una revolución so-
cial en el país, animada
posteriormente por el triunfo
de la Revolución Cubana
(1959), una influencia fuerte
y clara que el gobierno de
Estados Unidos intenta com-
batir creando apoyos econó-
micos-ideológicos, como la
Alianza para el Progreso. En
Brasil, la popularidad de las
izquierdas, la desestabiliza-
ción económica y las varias
huelgas estratégicamente
forjadas, sumadas a deter-
minada clase social irritada
por las reformas sociales im-
plementadas por el gobierno
del presidente João Goulart,
acaban resultando en cier-
tos discursos y posiciones
favorables a la instalación
de un gobierno militar para
Espacio de Lectura 1: Brasil (vista de la exposi-
“restablecer el orden”. En ción), Centre d’Estudis i Documentación del MACBA,
plena Guerra Fría, aquella 11.02.2009 – 10.06.2009. Foto: Tony Col
efervescencia política y so-
cial se revela una amenaza
para el discurso de derecha creación de museos de arte Poetamenos de Au- fragmentado, al acaso. El li- dada del mundo, la vitrina
y es inmediatamente fractu- modernos y bienales–, con gusto de Campos, presente bro estimula una acción que como parte de la afirmación
rada por la instalación de el abstraccionismo construc- en esa exposición en el Cen- no consiste solamente en de culto a lo intocable aca-
una dictadura que censura, tivo se pretendía rechazar tre d’Estudis y Documenta- leer, sino en sentir la mate- ba respondiendo a la misma
intimida y mata impunemen- la individualidad del artista ció, podría ser un ejemplo rialidad misma del objeto y lógica de construcción del
te durante 21 años. en la propia estructura de la de ello. El libro propone una actuar allí. No hay páginas fetiche. Encerrar determina-
En ese contexto, la obra. disposición violentamente fijas. Los “poemas-carteles”, dos trabajos, registros, do-
I Bienal de São Paulo en Muchas de las re- liberta de los versos de los planchas de papel cartón, cumentos y huellas, aunque
1951 desempeña un papel- flexiones desarrolladas den- poemas, descomponiendo desbloquean la sucesión cuando se pretenda exaltar
clave en la configuración tro del proyecto constructivo los órdenes de lectura y pro- evolutiva del conjunto de los su visibilidad, no hace sino
del programa constructivo de ese periodo evidencian pagando sus variadas articu- poemas permitiendo un ejer- reprimir su deseo activo y re-
en el país. Allí se presen- la capacidad que tienen las laciones. Al desorientar una cicio de libertad que desna- volucionario del cual poten-
tan fundamentalmente dos producciones artísticas de secuencia prevista y subvertir turaliza el hábito. Mientras cialmente están cargados,
estructuras fijas y acostum- sofocando así la posibilidad
bradas guían y conducen de que se produzca un efec
“Si los espacios expositivos insisten en simplemente ref lejar los comportamientos y las to re-activo.
acciones, la producción de
una visión acomodada del mundo, la vitrina como parte de intersecciones y fisuras en
la afirmación de culto a lo intocable acaba respondiendo a los procesos de experimenta- La poesía y el
la misma lógica de construcción del fetiche. Encerrar deter-
ción –o en el dispositivo libro
como tal– se revela profun- archivo
damente subversiva. Es significativo pensar
minados trabajos, registros, documentos y huellas, aunque ¿Pero cómo contestar que el lanzamiento oficial de
la poesía concreta fue pre-
cuando se pretenda exaltar su visibilidad, no hace sino repri- en los espacios expositivos
cisamente en la I Exposição
tales deseos disruptivos, sig-
mir su deseo activo y revolucionario del cual potencialmente nos claros de un despertar Nacional de Arte Concreta
contra los órdenes estableci- en el Museu de Arte Moder-
están cargados, sofocando así la posibilidad de que se pro- dos? ¿Cómo posibilitar aún na de São Paulo, en 1956.
duzca un efecto re-activo.” hoy que se mantenga activa Un escenario que ubicaba la
la potencialidad de las prác- poesía en un lugar radical-
ticas artísticas que disparan mente distinto de su recep-
afectarnos radicalmente, de radicalmente la forma discur- muchas más relaciones pre- táculo habitual y previsto: el
estéticas antagónicas: si el
perturbar los “esquemas per- siva a favor de una estructu- cisamente porque incitan al libro. ¿Pero una simple “des-
abstraccionismo expresivo
ceptivos”, desacomodar las ra compleja de composición espectador, receptor, partici- territorialización” del mismo
y “hedonista” se vincula a
certezas, contagiar, incitar a poética, convoca el lector pante o productor a involu- orden hoy día sería capaz
una política de supuesta li-
la participación y a la pro- a intervenir activamente en crarse directamente? de reavivar aquella latencia
bertad –cuya dimensión anti-
ducción, provocar re-accio- la elección del camino que Si los espacios expo- política y la memoria de una
marxista y despolitizada era
nes, ecos de las intenciones desea seguir: discontinuo o sitivos insisten en simplemen- experiencia que se pretende
paralelamente difundida en
de los trabajos. lineal, circular o conclusivo, te reflejar una visión acomo- corporal, sinuosa y variable?
América Latina a través de la
La exposición “Espacio de
Página 5 Escuela de mArte 01
Lima-Diciembre 2010
Lectura 1: Brasil” parecía desplegarse como si el acopio y la
Gustavo Buntinx
presentación de poemas y materiales garantizaran su “extra-
territorialidad” crítica. Si la muestra estaba bien ordenada, y
en ese sentido era útil, acababa evidenciando por otro lado
cierta despolitización que derivaba de la propia fragmenta-
ción disciplinaria que promovía. Las categorías pasan a fun-
cionar por sí mismas, dejando escapar cualquier articulación
contundente y provocadora. De ese modo, acababa operan-
do una marginalización de la especificidad de los contextos
EL EMPODERAMIEN-
que impedía identificar sus estéticas en conflicto contra un
estado ameno del arte en la época, de ningún modo genera-
lizables a partir de etiquetas descriptivas o monografías que
se suponía ofrecer bajo el rótulo artístico de un país.
TO DE LO LOCAL
(Ponencia leída en el foro de Circuitos latinoameri-
Si el interés era ofrecer un “espacio de lectura”, se
hace necesario pensar cómo posibilitar una confrontación
capaz de rescatar el componente poético-político de esas canos/Circuitos internacionales: interacción, roles y
prácticas, desatar la experiencia sensible, despertar el deseo
y sus resonancias. Sin embargo, cuando los espacios de ex-
perspectivas, organizado por la Feria de Arte de
posición se pretenden neutrales, los efectos son contraprodu-
centes. Si el clásico Karl Marx apuntaba que el fetichismo de
Buenos Aires [arteBA] en mayo de 2005)
la mercancía estaba estrechamente vinculado al ocultamiento
de los contextos y de los modos de producción –lo que le (Señalamiento previo: aunque redactado en su casi totalidad con anti-
adjudica un aura al objeto que lo aleja completamente de su cipación a este encuentro, el texto que voy a presentar puede ser leído
articulación histórica y procesual–, al no ofrecerse una lectura como un comentario al provocador intercambio de ayer en la primera de
de las luchas inscritas en esos escenarios, los materiales pre-
sentados acaban fetichizados y dan lugar equivocadamente las mesas que nos reúnen en este foro organizado por arteBA. La relación
–por lo menos en el caso de la poesía concreta– a lecturas se da en términos conceptuales con los sentidos importantes de las tres
tautológicas dentro de discursos formalistas o historicistas. intervenciones en aquel panel inaugural, pero de modo más puntual con la
Por otro lado, ¿qué tipo de lectura de un territorio se
estaría ofreciendo al público pasante que llegaba allí? No confrontación aparente entre las reivindicaciones utópicas de Llilian Llanes
sería impulsar nuevamente una visión ‘mitologizada’ de prác- y el escepticismo proclamado por Paulo Herkenhorf al invocarnos –correc-
ticas artísticas triunfantes de Brasil a favor de una suerte de tamente– a no ser ingenuos).
identidad artística que borra las contradicciones y exclusio-
N
nes reveladoras de determinadas políticas estéticas? ¿Dónde o seamos ingenuos. Y no nos hagamos ilusiones. América Latina terminó siendo
queda la diferencia, la disidencia, lo pequeño, lo olvidado una boutadefrancesa; Iberoamérica una hipérbole franquista; Panamérica una gro-
o el conflicto en ese tipo de presentación? Como justamente sería gringa. Y los intermitentes esfuerzos por establecer ejes o dinámicas norte-sur
evidencia Cildo Meireles en uno de los trabajos que estu- con frecuencia han respondido antes a intereses de los Estados Unidos que a
vieron en el MACBA en la misma época, la idea de país necesidades legítimas de intercambios simbólicos entre ese país y todo lo que por debajo de
homogéneo y sus fronteras son imposiciones excluyentes; las él se extiende (si es que aceptamos las convenciones cartográficas vigentes). E incluyo allí los
apariencias uniformes esconden los pesos, las delimitacio- reconocimientos surgidos de las políticas (en plural) del multiculturalismo. El riesgo –ya lo han
nes, las intersecciones posibles y otras infinitas tramas que señalado Nelly Richard y otros– es que la diferencia misma sea reconocida sólo para ser ha-
se pueden conectar imaginariamente, como se deduce de la blada desde el poder. Como la periferia suele ser incorporada al centro sólo para ser desde
serie Malhas da Libertade (1976/77). allí nombrada y reconfigurada. Como en los tristes apelativos que nos inventan, también en
No hay mejor manera de garantizar la invisibilidad el sentido de inventariarnos: Latinoamérica, Iberoamérica, Panamérica… Constructos ideoló-
que homogeneizar las prácticas y fundirlas bajo el envolto- gicos impuestos sobre la complejidad radical de una región donde las fronteras políticas ra-
rio de la identidad nacional. Ninguna nacionalidad permite ramente coincidieron con las culturales –y ambas se tornan crecientemente frágiles y porosas.
cuestiones de simple carácter ontológico, pero sólo se deja
conocer en el proceso mismo de sus prácticas y relaciones. Un precedente connotativo es el que se dio en 1942, cuando a pocos días de Pearl
No todo se resuelve con esta manera de mostrar y celebrar Harbor el Museo de Arte Moderno de Nueva York decide contribuir al esfuerzo de guerra
al “otro”. La idea de Estado allí podía peligrosamente funcio- literalmente comprando la buena voluntad de las escenas artísticas de América Latina, al
nar como realidad cerrada en lugar de proponer un ejerci- adquirir casi en un solo viaje transcontinental el grueso de las decenas de obras que un año
cio de lectura diverso, no ‘exotizante’, que pudiera integrar después exhibiría como la gran colección latinoamericana del MoMA. Ya en otras ocasiones
territorios alejados geográficamente por acciones radicales he tenido oportunidad de analizar algunos detalles de aquel peregrinaje de Lincoln Kirstein
concluyentes –sociales y artísticas– capaces de revelar las por las tierras del sur, caracterizable por momentos como la reprimida escena primaria del
descargas disruptivas contra determinado orden de cosas. postmoderno viaje curatorial al que estamos ahora todos demasiado habituados. El que aquel
Pues conviene preguntarnos: ¿Cuál es el efecto que puede te- recorrido inicial, iniciático casi, sirviera también para labores de espionaje –político y bélico–
ner seguir reafirmando tales unidades ficticias para constituir es tal vez demasiado síntomático.
identidades? ¿A qué cartografía responde y a qué tipo de
subjetividad da lugar? Como sin duda lo es también el rápido olvido en el que cayó todo, casi todo eso –in-
Si los museos y los archivos parecen pautarse por cluyendo la propia colección latinoamericana del MoMA– una vez agotadas las exigencias
la historia que cuentan los ‘objetos’, es necesario repensar de la guerra. Será interesante observar en el tiempo la recuperación sesgada que de aquella
aquello que se encuentra en los intersticios entre eso que se experiencia se procura hacer desde la exhumación y exposición temporal de esas y nuevas
ve y eso que se dice. Esos objetos, materiales, registros, índi- obras latinoamericanas realizada hace apenas un año [2004] en el Museo del Barrio. Tal
ces, no son hitos fijos, sino precisamente la huella contingente ubicación es de por sí reveladora, y sugiere una interesante postdata a la amarga polémica
del acontecimiento. Son huellas que permiten descubrir la generada por el viraje de esa última institución, al abandonar su definición originaria y fun-
potencialidad de lo menor para hacer emerger los disensos dante como museo neorriqueño, museo comunitario, museo del barrio (precisamente) para
silenciados. En ese sentido, ya se espera otra funcionalidad reconfigurarse como un trasnacional museo latinoamericano, en respuesta paradójica a las
para los espacios expositivos o cualquier tipo de centro de demandas globalizantes de la metrópoli. El tema es complejo y requiere de una reflexión
documentación: que pueda ser un lugar para intervención, imposible en el formato breve de esta ponencia: baste por el momento señalar el contraste
para incitar transformaciones que desborden una inscripción entre lo mucho indudablemente ganado por una institución que se consolida, y las otras con-
institucional prevista. Está ahí la potencialidad para revocar secuencias de una “gentrificación” (aprovechemos el anglicismo) que los detractores de ese
lo esperado, para perturbar y transformar subjetividades aho- proceso interpretan como la postergación de comunidades locales de origen caribeño por
ra. Tal como en los años 50 se logró imaginar maneras de nociones más abstractas e internacionalmente prestigiadas de lo que es latinoamericano. El
huir a lo convencional y esperado para la creación poética y otro remoto utilizado para camuflar y desvanecer al otro demasiado inmediato.
crítica, nos toca pensar otras posibilidades de proporcionar
acceso a tales prácticas, permitiendo conservar y reactivar, Debates como éste son también decisivos para quienes hablamos desde el sur-sur (hay
sí, todo su “riesgo” en el presente, sin caer, como señalaba también un sur en el norte, y viceversa) pues finalmente ponen de relieve que la única acti-
DécioPignatari, en la “mala voluntad imaginativa: inmovilis- vación perdurable y legítima de algo llamable las Américas es aquélla surgida por fuera de
mo” . las lógicas de la mirada metropolitana, esa mirada renovadamente imperial, esa mirada mal
En 1955, en su escrito “A obra de arte aberta”, Harol- llamada post-colonial. Y en
do de Campos alude a Mallarmé, Joyce, Pound y Cummings esa perspectiva crítica lo
para rescatar lo que en sus trabajos permite concebir el poe- determinante –a la larga, y “El riesgo –ya lo han señalado Nelly Ri-
ma como una estructura abierta que “invita a la aventura a la corta también– será el
creativa”. Al concluir, pone énfasis en que justamente esta empoderamiento de lo local. chard y otros– es que la diferencia mis-
característica atemoriza “a los espíritus indolentes, que aman
lo fijo de las soluciones convenidas”, pero aún así, contra Es decir, el empode- ma sea reconocida sólo para ser hablada
cualquier acomodamiento, resalta que esta constatación
debe ser un “estímulo en el sentido opuesto” . Desde esta
ramiento no tan sólo de los desde el poder. Como la periferia suele
artistas locales, ni siquiera
perspectiva, ¡reaccionemos! del arte propio, estrecha- ser incorporada al centro sólo para ser
mente entendido, sino tam-
bién del complejo tramado
desde allí nombrada y reconfigurada.”
de relaciones personales e
Página 6 Escuela de mArte 01
Lima-Diciembre 2010
La elaboración del
soporte necesario para todo
ello implica por lo menos tres
construcciones simultáneas.
La consolidación y diversifi-
cación de los mercados inci-
pientes para el arte contem-
poráneo. La cristalización de
una institucionalidad artística
propia. La articulación de
las comunidades artísticas
a proyectos críticos viables
pero profundamente com-
prometidos con la agenda
democrática que es hoy un
horizonte de emergencia
para el continente entero.
Esto último es de
importancia vital. Muchos
de los involucrados en las
discusiones suscitadas por
este foro han –hemos– par-
ticipado en distintas inicia-
tivas para el derrocamiento
cultural (a veces también el
derrocamiento fáctico) de
las dictaduras que durante
dos o tres décadas intenta-
ron redefinir –de la peor ma-
nera– el sentido mismo de
aquello que se quiso identi-
ficar como lo latinoamerica-
no. El momento actual, en
cambio, es para casi todos
nosotros el de laedificación
cultural de la democracia.
Y esto implica las duras ta-
reas de la construcción de
una institucionalidad nueva,
también en las repúblicas
de las artes. Hay, en ello,
varias aristas complejas. Por
un lado, la formalización y
consolidación de alternati-
vas surgidas en un principio
de gestos individuales y utó-
picos, como los de TEOR/
éTica en Costa Rica o El Mu-
seo del Barro en Paraguay,
para no mencionar con nom-
bre propio casos en que yo
mismo me veo involucrado.
Pero también, por otro lado,
la mucho más ardua e inelu-
dible misión de regenerar
la institucionalidad estatal y
pública del arte, penetrando
y transformando sus inope-
rantes museos y academias,
sus archivos devastados, sus
anacrónicas escuelas. Con-
tribuir desde allí a la refor-
ma radical y crítica de esos
Estados que son hoy, tantas
veces, un factor especial de
inequidades y subdesarrollos
en nuestras sociedades.
vincipiente de Buenos Aires es tal vez un ejemplo útil, por el carácter casi sistémico de inicia- evidencia el poder diferen-
En cada una de esas
tivas distintas, incluso opuestas pero finalmente complementarias, que en los últimos años han ciado de la inversión en lo
instancias el tema decisivo
revolucionado su institucionalidad artística –aunque por lo general desde el lado de la inicia- inmediato. Desde la oposi-
es el empoderamiento de lo
tiva privada. Las energías simultáneas de propuestas como arteBA, el MALBA, la Fundación ción o desde la oficialidad,
local, materializando estruc-
Espigas, los centros culturales renovados, las publicaciones nuevas, los espacios alternativos, es la operatividad crítica de
turas y relaciones que res-
el mutante espacio académico, instalaron a la escena local –incluso internacionalmente– de los mejores momentos de la
pondan a nuestras propias
modos extremadamente más efectivos que aquellas donaciones millonarias a entidades como Avanzada de Santiago y
necesidades simbólicas,
el Museo de Arte Metropolitano de Nueva York, con las que algunas fortunas porteñas bus- de la Bienal de la Habana
facilitando al mismo tiempo
caron ansiosamente hacerse un lugar aislado e individual en la vida social del norte-norte. la que insinúa al menos la
un intercambio con los cir-
fantasía de un poder propio
cuitos cosmopolitas que no
Hay aquí un tema de productividad que debe ser seriamente explorado. Experiencias que desestabilice las verti-
esté signado por la subordi-
tan enfrentadas como las de Chile bajo Pinochet y Cuba bajo Fidel ponen en reluciente calidades de las axiologías
nación. La experiencia aún
Página 7 Escuela de mArte 01
Lima-Diciembre 2010
ATENCIÓN
Demasiada ironía y no suficiente compromiso. Que toda
desconstrucción alimente el impulso reconstructivo. Un reto
para la imaginación radical, en los dos sentidos de ese tan
abusado término: pensar las cosas desde sus raíces implica
CRÍTICA.
llevarlas a sus extremos. (O al menos recorrerlos).
“La gran pregunta que rondaba la mesa era la de la fortuna crítica de Gordon. Es decir, ¿por qué se
justificaba una exposición como esta, en Santiago, en Sao Paulo, en Rio, en Lima, si ya habían tenido
lugar unas exhibiciones canónicas en los Estados Unidos y Europa?”
está en un argumento que
Lisette esgrimió para una ex-
posición brillante que acaba
de realizar en el Reina Sofía,
Desvíos de la deriva. Expe-
riencias, travesías y morfo-
logías: ¿cómo justificar una
oda al urbanismo funciona-
lista en ciudades latinoame-
ricanas que prosperan en la
informalidad?.
4 CURADORE(A)S | 4 PREGUNTAS
SOBRE LA CURADURÍA
1)¿Cómo te iniciaste en el oficio de curador(a)?/ 2)¿Qué implica la curaduría en tu
caso?/ 3) Situación, oficio y campo de trabajo de curador en tu país/ 4)¿Cuál sería la
premisa básica para que un curador tenga una carrera exitosa?
1 Escuela de mArte
. Estudié Historia del
Arte en la Universi-
dad Nacional Ma-
yor de San Marcos
3
toda institución que depende la revisión, revaloración y de ambos tipos de muestras . La curaduría en el bastante probabilidad dará
del estado peruano, cuenta cuestionamiento de una serie es evidentemente diferente, Perú se ejerce en su lugar a planteamientos bien
con un bajo presupuesto. Por planteamientos que con el las primeras requerirán un gran mayoría de ma- fundamentados y a un buen
ello, además de las labores tiempo había ido revisando período de extensa investi- nera independiente. desarrollo del trabajo curato-
específicas de mi cargo (cui- en torno al desarrollo, teoría gación bibliográfica y de Salvo excepciones como el rial.
4
dado del estado de conser- y categorías del arte popu- registro de obras en colec- Museo de Arte de Lima que .No creo que haya
vación e inventario de las lar en el Perú, planteé la ex- ciones de arte, mientras que cuenta con dos curadoras una premisa espe-
piezas de la colección), debí posición como una muestra las segundas, requerirán un de planta (para las áreas cial para los curado-
retrospectiva dedicada a un trabajo más dinámico en de arte contemporáneo y res. Como en cual-
artista peruano de trayec- base a conversaciones del arte precolombino), son muy quier campo, para que una
toria (y no una exposición curador con el o los artistas pocas las instituciones que persona sea exitosa, debe
de “retablos ayacuchanos” convocados para la expo- en la actualidad tengan un trabajar de manera seria y
del “maestro artesano” Je- sición. Siguiendo con este curador como personal esta- sostenida, tan simple y com-
sús Urbano Rojas). La inten- esquema, podríamos indi- ble. En la mayor parte de las plicado como eso.
ción fue claramente dejar car que un tipo de exposi- instituciones que cuentan con No considero, asi-
de hacer divisiones entre ción intermedia entre ambos galerías de arte, se recurre mismo, que la calidad del
el “arte” a secas y el “arte planteamientos, son aquellas a la labor de los curadores trabajo curatorial se mida
popular”, las que más que muestras dedicadas a mos- independientes para la rea- en función de otros aspectos
diferenciar procesos creati- trar el recorrido de un artista lización de exposiciones. más que el buen resultado
vos, han servido para se- de trayectoria, generalmente En el mejor de los casos las de la misma exposición. Un
ñalar –incorrectamente y planteadas como retrospecti- curadurías son remunera- buen resultado puede deri-
“En ciertas ocasiones se espera también del curador una labor de gestión que le
permita a los artistas conseguir buenos espacios expositivos, difusión y hasta la
posibilidad de exponer fuera del país…”
debido a una serie de inte- va, y que requerirán tanto de das –una de las instituciones var efectivamente –aunque
reses- una posición subor- la investigación bibliográfica ejemplares en este sentido es no necesariamente-, en as-
dinada del segundo frente y en colecciones como el tra- el ICPNA-, mientras que en pectos como una buena di-
al primero. Desde ese mo- bajo directo con el artista. otros se recurre a curadores fusión en prensa, referencias
mento, las curadurías que Mi específico desa- que por estar desarrollando en críticas especializadas,
he realizado se han enfo- rrollo profesional ha hecho un tema, les resulta interesan- y propuestas para realizar
cado principalmente en que mi trabajo se haya en- te tener un espacio donde otros proyectos en el futuro.
el arte popular, y siempre caminado más hacia a el realizar su propuesta, de Sin embargo, insisto que la
bajo la premisa de inte- desarrollo de exposiciones esta manera instituciones buena labor curatorial, se
grarlo como una propuesta que demandan un proceso que no disponen de un pre- encuentra en el propio desa-
participar en más de las artes contempo- de investigación. En este supuesto para este rubro, rrollo del trabajo.
la concepción, investi- ráneas peruanas. sentido he realizado la cura- pueden contar con el profe- En ciertas ocasiones
2
gación y realización de las .Para mí, la cura- duría de exposiciones como sional correspondiente. se espera también del cu-
exposiciones temporales del duría implica cla- “Recuperando el arte perua- También son muchos rador una labor de gestión
museo. Para ello fueron fun- ramente el trabajo no. Pioneras” (junto a María los casos en que los mismos que le permita a los artistas
damentales las enseñanzas de determinar un Eugenia Yllia, Museo Nacio- curadores deben buscar el conseguir buenos espacios
de Sara Acevedo, quien me tema y su enfoque particular; nal de la Cultura Peruana, espacio para materializar expositivos, difusión y hasta
dio los primeros y fundamen- bajo esta premisa, realizar 2006), “Jesús Urbano Rojas. sus proyectos (situación que la posibilidad de exponer
tales principios para todo el la selección de artistas y/o Exposición Retrospectiva se vuelve bastante difícil al fuera del país, pero consi-
proceso de realización de piezas, definir la disposición 1952-2007” (Museo de ser relativamente pocas las dero que esto está más re-
una exposición. de las mismas, y precisar el Arte de San Marcos, 2007), salas de exposición en nues- lacionado con las buenas
Asimismo, mi paso material gráfico y visual que “Grandes Maestros del Arte tro país). prácticas de la gestión cultu-
por este museo, marcó de- acompañará a las piezas. Es Peruano” (junto a Giuliana La especialización ral que con la curaduría en sí
finitivamente mi área de in- decir, definir un tema y desa- Borea, TGP, 2008) y “Mi- como curador en el Perú se –lo que no quiere decir que
terés y mi dedicación a la rrollar su puesta en escena radas alternas: Visiones y da con la práctica, no exis- un curador no pueda hacer
investigación sobre el arte en el espacio expositivo. discursos en la colección ten estudios conducentes ambas cosas, pero si queda
popular peruano. Posterior- Es cierto, sin embar- de Arte Popular del MASM” a una especialización de claro que aunque se trata de
mente trabajé por un breve go, que hay diversos tipos (junto a María Eugenia Yllia, este tipo. La mayor parte de ámbitos de trabajo bastante
período en el Museo-Galería de exposiciones y que po- Museo de Arte de San Mar- curadores provienen de es- relacionados, son dos cosas
“Arte Popular de Ayacucho” dría a grandes rasgos di- cos, 2008). Sin embargo, pecialidades ligadas a las diferentes-.
y luego en el Museo de Arte ferenciar –a riesgo de una también he desarrollado pro- ciencias humanas (historia
de San Marcos, a cargo del simplificación excesiva, pero yectos sobre la obra reciente del arte, literatura, filosofía,
Página 10
1 4
. Al hablar de la labor curatorial en nuestro medio es digamos que en ese mismo se producen con el paso del . No creo en fórmu-
hacer referencia a los inicios de las actividades cultu- contexto. tiempo. las. Me parece que
rales vinculadas a la Oficina de Artes Visuales de la Además de ello, se Y aquí estoy totalmen- uno al entrar al cam-
Municipalidad de Lima, la misma que manejó tanto suman otras cuestiones por te de acuerdo con una frase po del arte y la la-
los programas de la Galería Municipal Pancho Fierro como ejemplo la llegada de la que Jorge Villacorta manifes- bor curatorial debe hacerlo
el proyecto Bienal en sus versiones nacional e internacional, Internet que permitió tener tó en una entrevista para el con mucho respeto, dispues-
en el contexto de la gestión del alcalde Alberto Andrade más acceso a la informa- número 1 de la publicación to a realizar un trabajo serio,
Carmona (1997-2002). ción respecto a experiencias Vanalidades (2004): Mu- honesto consigo mismo y sin
Traigo a la memoria esto porque en el campo de las curatoriales en otros países chas veces es preferible un chantajes, y con la disposi-
artes visuales se puede hablar de un antes y un después de la (bienales, festivales y mues- fracaso interesante a un éxito ción al diálogo con otras
“para todas las edades”. ramas y profesionales de la
3
Bienal, fenómeno en el que se consolida la figura del curador tras internacionales), el des-
en el Perú, promovido por el crítico, presidente y creador de cubrimiento de una amplia . Cada día hay más cultura. Y lo que si me pare-
tal proyecto Luis Lama. Y esto lo menciono porque realmente literatura sobre el arte con- gente incursionando ce necesario, contar con una
pertenezco a esa generación que terminó formándose allí, temporáneo -escasa por cier- en el campo orga- línea de pensamiento y el co-
en mi caso desde adentro, como parte del equipo; de hecho to en nuestro medio- a partir nizativo de las artes nocimiento sobre la realidad
que hay otros colegas que se formaron desde afuera pero de revistas como Lápiz, Arte visuales. No quiero llamar social, política y cultural de
Nexux, Parket, etc. Para el curadores porque hay una nuestro medio, para ello la
equipo de la Bienal, estas serie de confusiones cuando investigación aporta mucho.
herramientas fueron poco a se emplea el término curador Considero que el tér-
poco ampliándonos los cri- y en muchas de ellas están mino “éxito” es un engaño
terios y las miradas a partir referidas al sentido estricto y muy relativo además. Y si
de referentes como Harald de organización y coordina- bien el curador es la parte
Szeemann, Dan Cameron, ción. Y es aquí donde las visible, aquí sí es necesario
Gerardo Mosquera, Achille mismas instituciones, sean reconocer que el curador no
Bonito Oliva, Ivo Mesquita, privadas o estatales, fallan, se mueve solo, tras él están
Paulo Herkenhoff, Catherine primero por el concepto mis- los artistas, las instituciones,
David, Octavio Zaya, Luis mo y por otro lado porque los medios, los colegas, los
Camnitzer, etc. De hecho consideran que la presencia amigos, etc. hay una suma
que la llegada de artistas de un curador asegura “el de engranajes que terminan
internacionales generaron éxito”. cumpliendo un rol y un apor-
un valioso aporte y porque Por otro lado, veo te.
no mencionar también, los en el medio una necesidad En cuanto a la inter-
trabajos en la línea de la mayor de contar con cura- nacionalización, no lo veo
investigación y curaduría dores/investigadores cada como cuestión de éxito. Pri-
de Alfonso Castrillón, Jorge vez más especializados y mero me parece necesario
Villacorta, Gustavo Buntinx, en ese sentido, se ha venido el papel del curador en fun-
entre otros. dando una serie de posibili- ción de su propio medio y
2
. Considero que el dades de encontrar espacios los aportes que pueda ofre-
tema de la curadu- donde se imparten charlas y cer para con ese medio so-
ría en el Perú es una seminarios vinculados a las cio cultural. El resto viene por
cuestión de proceso experiencias curatoriales, añadidura, lo cual significa-
formativo gestado en el mis- me refiero al Centro Cultural ría un reconocimiento a la la-
mo campo de batalla y de de España en Lima; más no bor, pero además, alcampo
manera individual a partir existen en nuestros centros de pensamiento.
de los años 90. Y a lo largo universitarios –lo cual es una
de dicho proceso que no es necesidad- cursos de gestión
más que el camino vinculado curatorial.
a las etapas de crecimiento, Además, existen vi-
desarrollo y madurez profe- siones erradas por falta de
sional y personal, empieza información. Por un lado con
uno a comprender de lo que el tema de las exposiciones,
trata la curaduría. Y aun así, se piensa que es un trabajo
por momentos a veces sien- muy fácil y que nada más im-
tes que se te desfigura. plica colocar objetos o col-
En tal sentido que la gar cuadritos. Y por otro, al
curaduría no solo implica la hablar del arte contemporá-
investigación, el diálogo y la neo resulta un tema compli-
interpretación. Es también la cado, desconocido o que se
posibilidad de descubrir pro- trata de un asunto que atañe
blemáticas y movimientos en a un sector limitado, y de allí
la el arte y el rescate de artistas el sentido excluyente que se
perciba respecto al arte.
c urad ur í a olvidados en el camino de la
Obviamente que exis-
historia, promover otras visio-
no solo implica la inves- nes, miradas y relecturas (de te de parte del estado y los
gobiernos una escasa inclu-
tigación, el diálogo y la interpretación. allí el rol del curador como
creador) a partir de temas no sión del arte contemporáneo
Es también la posibilidad de descubrir necesariamente vinculados en sus programas y planes,
más aún en los educativos.
al campo del arte y la estéti-
problemáticas y movimientos en el arte ca, pueden implicar cuestio- Por ese lado hay un gran va-
cío en el medio peruano que
y el rescate de artistas olvidados nes o fenómenos sociales,
cubrir y un reto para todo
políticos, geográficos, etc.
Lo necesariamente básico los que estamos inmersos en
de mArte 01 Página 11 Escuela de mArte 01
iembre 2010 Lima-Diciembre 2010
1
.Mi formación fue como Historiadora del Arte y lo
que me acercó a la práctica curatorial fue la po-
sibilidad de trabajar directamente con artistas, de Escuela de mArte
MARÍA DEL
poder por un lado entender su trabajo de manera
más profunda a partir de dialogar directamente con ellos,
y por otro de involucrarme activamente en la comisión y
producción de nuevas obras. Posteriormente realicé una
CARMEN CARRIÓN
maestría en Prácticas Curatoriales en el California College of
theArts en San Francisco. Al terminar la maestría fui invitada
a trabajar como curadora asociada en New Langton Arts,
uno de los espacios independientes más antiguos de Estados
(ECUADOR)
Unidos, esa experiencia fue un elemento de formación muy
importante.
Mi ejercicio curatorial apuesta por fortalecer el cono-
cimiento y la familiaridad del público con las prácticas del
arte contemporáneo, al mismo tiempo que me ha interesado
ampliar su interés y participación. En el pasado he probado
diferentes maneras de lograr este objetivo, entre otras: la
creación de enfoques alternativos a la presentación de obras “El modelo del curador institucional, ligado a una colección,
de arte; la organización de ciclos de cine y video; la imple- ya no es el único que existe, el campo se ha complejizado y
mentación de talleres, conferencias, foros y conciertos. Me
ha interesado conectar artistas de diferentes disciplinas y po- al momento existen un sin número de modelos y formas de
nerlos a dialogar, para problematizar y expandir el pensa-
miento en torno a sus prácticas. El resultado ha sido eventos ejercer la curaduría…”
participativos con públicos de diferentes edades y orígenes,
tanto en galerías como en la esfera pública.
2
producción, sino a partir del cuentan con algún acervo o
.Muchas cosas a la vez: diálogo, apreciación, ne- diálogo crítico) la produc- colección) no cuentan toda-
gociación, interés y respeto por la obra de un artis- ción de una nueva obra de vía con un curador entre su
ta. Implica también la escritura y el poder ayudar a un artista cuyo trabajo admi- planta de empleados. En las
contextualizar, difundir y comprender la obra ras. Sino porque la cercanía ocasiones en que éste apare-
de un artista a través de ésta, pero también con el artista en el proceso ce es bajo la figura de cura-
la escritura en sí misma, como una de gestación y producción dor invitado para un proyec-
posibilidad expresiva. Ade- de la pieza te permite enten- to específico o como jurado
más está el ejerci- der aspectos de su práctica de un concurso o salón.
4
cio con- que por lo general no son .El concepto de
muy visibles. La exposición éxito es en sí pro-
temática por su parte es una blemático. ¿Abría
suerte de ensayo visual, en que preguntarse qué
cierta forma similar al ejerci- entendemos como éxito? Si
cio autoral que uno encuen- estamos hablando de una
tra en otras disciplinas. categoría económica, de
3
.En el año 2003 visibilidad o de que exac-
cuando realicé una tamente. Creo que uno de
exposición llamada los giros interesantes que ha
Divas de la Tecno- tenido el campo es su diver-
cumbia en Quito, la prensa sificación. El modelo del cu-
escrita reemplazó el término rador institucional, ligado a
curador por el de curande- una colección, ya no es el
ro. Digamos que ese era el único que existe, el campo
estado de la cuestión por se ha complejizado y al mo-
ese entonces, un descono- mento existen un sin número
cimiento absoluto de la fun- de modelos y formas de ejer-
ción del curador, al menos cer la curaduría, y quizás
por la prensa no especiali- cada una tiene un criterio
zada o semi-especializada para medir su efectividad o
y por el público en general. “éxito”.
Al regresar a Ecuador en el La figura del curador
2009, después de un perío- nómada o transnacional,
do de estudios y trabajo en con el paralelo al del artista
San Francisco, puedo decir internacional, es solo uno de
que el paisaje cultural se ha los varios modelos. Quizás
transformado favorablemen- si reemplazamos el término
te. Hay muchas personas ha- éxito por pertinencia pode-
ciendo curaduría de diversos mos empezar a dilucidar un
tipos, muchos artistas que aspecto que de otro modo
cre- trabajan también como cura- es muy opaco por decirlo de
to, físico o dores, talleres de formación, alguna forma. Si pensamos
formal, de generar discusiones si aún incipientes en pertinencia las variables
una exposición en un espa- al menos existentes sobre el que aparecen son audien-
cio y navegar la manera como las ejercicio curatorial en los me- cia, contexto, momento histó-
obras interactúan y resuenan entre sí, como dios, etc. rico, influencia, creo que la
se contaminan y potencian con el contexto. Sin embargo, este forma como estas variables
Yo diría que tengo dos modelos que me interesan en florecimiento se vincula por confluyen es lo que resulta
cuanto a la realización de exhibiciones, por un lado la co- sobre todo al campo inde- interesante.
misión de obras y por otro las exposiciones colectivas temá- pendiente o autogestionado.
ticas. La primera implica un riesgo, una apuesta, no sabes Las instituciones públicas y
cual va a ser el resultado y el fracaso siempre está rondan- privadas (museos y centros
do. Pero cuando la comisión se concreta es extremadamente culturales que organizan
satisfactoria, no solo porque apoyas (económicamente, en exposiciones temporales o
Página 12 Escuela de mArte 01
Lima-Diciembre 2010
4 CURADORE(A)S | 4 PREGUNTAS
SOBRE LA CURADURÍA
1)¿Cómo te iniciaste en el oficio de curador(a)?/ 2)¿Qué implica la curaduría en tu
caso?/ 3) Situación, oficio y campo de trabajo de curador en tu país/ 4)¿Cuál sería la
premisa básica para que un curador tenga una carrera exitosa?
1
.Mi llegada al cam-
po de la práctica cu-
ratorial fue dándose
casi de manera natu-
ral y casual, aunque siempre
Escuela de mArte
pensé (desde que estaba en
la universidad) que parte de
mi trabajo como historiado-
ra del arte se reflejaría en la
SOLEDAD NOVOA (CHILE)
realización de exposiciones. te a mediados de los 80 pero sólo muy pocas personas se
adjudicaban esa denominación, transformándose verdadera-
Como decía, mi for- mente en figuras de poder un tanto coercitivas e intimidantes.
mación es de historiadora
del arte y en los años que Diría que esta situación comienza a cambiar a fines
estudié en la universidad ni de los 90 cuando las instituciones museales (principalmente
se mencionaba la palabra MAC y Museo Nacional de Bellas Artes) comienzan a adop-
“curatoría” o “curador/a”, y tar esta figura (y esta denominación); cuando se hace posible
en ese sentido tampoco reci- –vía fondos concursables- comenzar a disponer de recursos
bí una formación específica para realizar exposiciones independientes; cuando comien-
que apuntara hacia ese cam- zan a aparecer espacios expositivos trabajando operatorias
po profesional; sin embargo, distintas a la galería de arte comercial y al museo (Galería
siempre hubo una proximi- Gabriela Mistral, Galería Balmaceda 1215, Galería Me-
dad con obras y artistas ya tropolitana, Hoffmann’s House, galería h10 por mencionar
que nuestro departamento es algunos); cuando comienzan a aparecer artistas-curadores;
parte de la Escuela de Artes cuando emigran jóvenes a realizar estudios curatoriales fuera
de la Universidad de Chile, del país, etc.
y por otro lado, la Facultad En cuanto al campo de trabajo, este se caracteriza
posee dos museos: el MAC por la posibilidad de realizar curatorías como proyecto in-
(Museo de Arte Contemporá- dependiente (lo que implica que el curador/a amplía sus
neo) y el MAPA (Museo de funciones al ámbito de la gestión de recursos económicos
Arte Popular Americano). y a la producción), trabajar en algunos museos –pocos-, y
más recientemente a través del encargo de exposiciones por
Creo que gran parte parte de centros culturales.
de la formación que he reci-
En general nuestro sector se caracteriza por la falta
de recursos necesarios y por que falta aún instalar la figura
“El término “curador” comienza a aparecer tímidamente a de curador/a como un profesional que recibe remuneración
mediados de los 80 pero sólo muy pocas personas se adjudi- por su trabajo (en muchas ocasiones instituciones encargan
exposiciones sin considerar en sus presupuestos el ítem de
caban esa denominación, transformándose” verdaderamente honorarios, ni para los/as artistas ni para el curador/a).
4
en figuras de poder un tanto coercitivas e intimidantes. .Pienso que depende de cómo entendamos la noción
“éxito”.
Esa investigación va acompañada inseparablemente
bido ha sido visitando y mi- de un proceso de reflexión, que muchas veces lleva a la escri- Sin duda existe algo así como el “club de los
rando muchas exposiciones, tura de un texto crítico, pero también va acompañada de una curadores internacionales”, que trabajan en o para impor-
analizando sus catálogos, serie de toma de decisiones relativas al diseño de montaje y tantes instituciones en distintas zonas del planeta, manejan
guiones curatoriales, etc., su despliegue en el espacio expositivo, así como del diseño presupuestos envidiables, conforman extensos equipos de
tanto dentro como fuera de del catálogo y de las piezas gráficas que acompañarán o trabajo, realizan grandes exposiciones comentadas también
Chile. darán cuenta de la exposición. internacionalmente, y que por supuesto son exitosos/as. Pero
pienso que también es exitoso/a un curador/a que, aún sin
La primera vez que En ese sentido, todas las instancias descritas forman “proyección internacional”, realiza exposiciones que local-
asumí la denominación de parte para mí del trabajo curatorial y de la realización de mente instalan la discusión, que muestran nuevas perspec-
curadora en todo su signi- una exposición, aunque en sus distintas etapas intervengan tivas para entender determinados fenómenos artísticos, que
ficado fue al hacerme car- otras/os profesionales. Esto genera además ricas dinámicas sacan a la luz o aportan nuevos antecedentes respecto a
go de la colección de arte de trabajo y de intercambio de ideas –por ejemplo, al in- obras, artistas o períodos, etc.
contemporáneo de Galería terlocutar con diseñadoras/es para la elaboración de las
Gabriela Mistral (Consejo piezas gráficas, o con los equipos de montaje de diferentes Entonces nos podemos preguntar: ¿qué es “más exito-
Nacional de la Cultura y instituciones, etc. so”: una exposición bien hecha que logre algo en su medio
las Artes), denominación o la posibilidad de actuar en el contexto internacional?
empleada en un sentido Otro punto crucial –dependiendo del tipo de exposi-
tradicional (cuidar la colec- ción- es el diálogo con las/os artistas que forman parte de la Sin duda que el “contexto internacional” es más gla-
ción) pero que me permitió muestra, desde el momento de la selección de obras hasta el moroso pero pienso que, particularmente en nuestros países,
también realizar algunas momento de montarlas, montaje que en ocasiones debe ser necesitamos contar con curadores/as convencidos de que su
exposiciones a partir de esa realizado por ellas/os mismos. labor es fundamental para enriquecer, dinamizar, proyectar y
colección. sostener el campo de las artes visuales.
3
.Poco a poco el campo se ha ido ampliando y se ha
2
.Debo señalar que ido desmitificando la palabra, que en un momento
entiendo la curato- llegó a tener un peso aterrador.
ría en primer lugar En Chile tradicionalmente se usó la deno-
como un proceso minación española de “comisario”, y esta figura aparecía
de investigación que cobra fundamentalmente asociada exposiciones como los Salones
cuerpo y se materializa para Oficiales, o los envíos a eventos internacionales hasta los
su socialización a través de años 70 aproximadamente.
una exposición.
El término “curador” comienza a aparecer tímidamen-
Página 13 Escuela de mArte 01
Lima-Diciembre 2010
MONUMENTOS VANDALIZADOS:
CONTRAPODERES CONCRETOS
Una respuesta de TAS a
“Monumentos Vandalizables: La
Abstracción del Poder 3”
Estimado Jose Carlos,
Como nos comprometimos en los correos que hemos
intercambiado, la semana pasada visitamos instalación Mo-
numentos Vandalizables en el Museo de Arte de Lima. Nues-
tra intención era terminar de definir la intervención/acción
que realizaríamos en respuesta a tu invitación y como forma
de respuesta/debate a los planteamientos sobre institucio-
nalidad artística, política y espacio público que refiere tu
instalación.
Quito - Roma
Arte relacional, activismo, artivismo, arte participativo,
son todos términos que circulan desde hace más de una dé-
cada en los museos y centros de formación del arte en todo
el mundo, y que hablan de la urgencia de encontrar nuevos
gestores e interlocutores para la producción artística.
línea, se ha ido creando una serie de lecturas paralelas en otros lugares del globo, identifican- puede ampliarse siguiendo los pasos de la obra de arte
do temas que unen o separan “nortes de sures” y viceversa. Además, de exponer resultados como una fuerza de cambio social, poniendo en crisis las ins-
o respuestas Aequatorlab, crea condiciones para discutir mas allá del trabajo artístico y abrir tancias de producción cultural y enfrentando de forma critica
nuevas posibilidades de adaptar el proyecto a contextos diferentes y si un limite de tiempo. los retos de la sociedad global y transnacional.
http://ceroinspiracion-arte.blogspot.com/
El proyecto Migralab, producido por el espacio cultural Ceroinspiración de Quito, http://www.aequatorlab.net/
pone sobre la mesa el activismo social y el arte contemporáneo en un dialogo de pares que http://migralab.blogspot.com/
busca entrelazar actores y temas relacionados con las migraciones y la movilidad humana.
Para comenzar esta entrevista, y contextualizar la ex- exhibe, en una serie de diagramas caligrafiados, al propio crítico Juan Acha, desde sus ca-
posición que estás curando, habría que tener en cuenta el racterísticas personales hasta sus relaciones con el medio en un sentido social y político, entre
carácter casi exploratorio de la investigación, son muy pocas otros diagramas que paralelamente abordaban el desarrollo de la pintura peruana. Estos y
las fuentes posteriores que aluden a este momento del arte otros artistas se encontrarían en aquel momento decididos a desmitificar el espacio artístico,
peruano. ¿Cómo fue el manejo bibliográfico para esta inves- como respuesta al clima de cambio y convulsión acelerada producto del gobierno militar del
tigación? general Velasco, quien en octubre de 1968 tomaría el poder mediante un golpe de estado,
y la euforia internacional de Mayo del ‘68. Para Acha había una necesidad de confrontar
Efectivamente, hay tres o cuatro textos que refieren críticamente aquel momento de transformaciones políticas y sociales mediante una “revolución
al tema. Por ejemplo uno de Juan Acha titulado Despertar cultural”, por lo cual el poner entre paréntesis el arte –“denuncia” diría incluso Acha- era una
Revolucionario y publicado en Italia en 1971: allí lo más actitud que para él marcaba una diferencia significativa con todo lo producido anteriormente.
interesante es que tienes un texto de época que cataliza y
canaliza el ímpetu y el ánimo eruptivo del momento. Acha Es decir que aquel
debió escribirlo –estoy especulando- hacia fines de 1970, texto te señala también un
poco tiempo después de haber visto las experiencias más giro en su pensamiento que “Considero que en todo proyecto, y es-
críticas del arte conceptual en Lima. Es decir luego de ver a bien puede ser percibido
Emilio Hernández ‘exponer’ literalmente la galería Cultura y en sus escritos anteriores in-
pecialmente en toda curaduría, hay una
Libertad en un desmontaje y develamiento crítico del espa- mediatos. Acha enfatiza un toma de posición. Una situación que
cio –desde la definición del término, hasta fotografías del desplazamiento de lo que
personal que lo administra, del plano arquitectónico y distri- llama la vanguardia formal exige que seas muy conciente de dón-
tal, reproducciones de una invitación de la galería, una nota (el op-art, el pop-art, etc) de y frente a que te posicionas.”
de prensa, etc.-. O incluso pienso en Rafael Hasting quien hacia el activismo cultural
Página 17 Escuela de mArte 01
Lima-Diciembre 2010
(el arte conceptual, las acciones e intervenciones, etc). Un esos tempranos referentes, en alguna medida molestos y críticos, no han sido precisamente los
tránsito que convierte al arte en una herramienta capaz de que han prevalecido, y que acaso nuestra historia ha sido construida –como diría Francisco
incidir en las estructuras de la sociedad y poner en cuestión Mariotti-- desde lo que ha logrado tener cierto éxito en el mercado. Siento que algo de eso
lo establecido. Es claro que aquí el crítico le confiere al arte hay. Es tal vez por eso que cuando imaginamos nuestros años setenta nos viene a la mente
un compromiso mayor, asociando la noción de vanguardia casi de inmediato el surrealismo o el llamado ‘retorno a la figuración’, en vez de especular
de forma imperiosa con el concepto mismo de revolución. con estas experiencias tempranas de experimentalismo de los 70.
Otro texto que alude este periodo es uno de Alfonso El otro aspecto importante al hacer la exposición tiene que ver con poder inscribir
Castrillón de 1981, escrito para el I Coloquio de Arte No- estas obras en el imaginario de las más jóvenes generaciones. Dar visibilidad a propuestas
objetual y Arte Urbano que se celebra en la ciudad de Mede- que habían sido mencionadas, pero tal vez nunca o poco vistas, como por ejemplo Autorre-
llín (Colombia), titulado Reflexiones sobre el arte conceptual trato (1972) de la artista Teresa Burga, que ha sido mencionada más de una vez pero que
en el Perú y sus proyecciones. Aquí Castrillón intenta hilar muy pocos vieron realmente en su momento. Allí adviertes también la forma en la cual se ha
una serie de experiencias conceptuales que parten localmen- construido las referencias sobre esos años, como de oídas o intentando preservar las pocas
te de Hernández, Hastings, Teresa Burga, con otras que se especulaciones existentes. Treinta y cinco años después, ver finalmente exhibido Autorretrato
comenzaron a producir en ese momento en Lima. Se men- es, creo, una de las cosas más impactantes que puede tener esta exhibición.
ciona Lima en una árbol (1981), Acción furtiva (1981), etc.
Castrillón ensaya aquí un primer intento, aunque general, de Para nosotros estuvo claro desde un comienzo que la mayoría de estas imágenes u
sistematización de la experiencia del conceptualismo local. obras al permanecer totalmente obviadas por historia (salvo por las notas publicadas en dia-
De Castrillón cabe también señalar su texto de la exposición rios de esos años) no habían podido ejercer casi ningún tipo de inflexión sobre generaciones
La generación del 68, de la cual fue curador, y que atraviesa posteriores. Apostar por esta curaduría significaba volver a poner en escena estas experien-
también de manera amplia esta década. cias, consignarlas en la memoria, traerlas nuevamente a discusión. Y que eso te permita
pensar que tipo de tensiones se generaron entre lo que habitualmente conocemos de aquellos
Un tercer texto significativo, mucho más reciente, es el años y la condición más efímera de sus prácticas, que es justamente el no-objetualismo.
que presenta Gustavo Buntinx en un coloquio sobre ‘Cultura y Como curadores, todo ello nos parecía sumamente significativo y lo que intentábamos era la
Política en los años ‘60’ que organizan Ana Longoni, Andrea posibilidad de trastocar o modificar no únicamente la mirada del pasado, sino especialmente
Giunta y otros investigadores en Buenos Aires (Argentina) en la proyección ulterior que estos sentidos y significados nuevos podría desplazar al presente.
1997. Buntinx aborda aquel momento pero desplazando fi-
nalmente su atención a la experiencia de Jesús Ruiz Durand, Yo tengo además un interés muy particular por el llamado ‘arte conceptual’ y experi-
el “pop achorado” y los afiches producidos durante la Re-
forma Agraria del gobierno del general Velasco en los años
70’s. Mencionando así de forma rápida el experimentalismo
plástico anterior, al cual Buntinx ha también aludido de forma
sucinta en algunos otros textos.
hibición ya que señala una vía distinta de la llamada ‘desmaterialización’ del arte. Lo intere- finalmente representados o de tomar posición frente a las
sante es notar que para realizar el Contacta 72 Mariotti se vincula con Luis Arias Vera, quien instituciones oficiales. Todo eso es aún parte del gran vacío
fuera en los años sesenta una de las cabezas del grupo Arte Nuevo. Todo eso es antes que que existe sobre esa parte de la historia.
Mariotti fuera parte de E.P.S. Huayco en 1980. Ello ha sido también señalado previamente
por Buntinx. ¿Por que la investigación es de 1965 a 1975? ¿Qué
hechos, motivos o personas clausuran este ciclo?
Pero no pensaría únicamente en Mariotti, existen otros indicios sobre los cuales se-
guimos investigando y que nos exigen mirar con mayor atención aquellos años 70’s. Emilio La segmentación temporal o cronológica de 1965 a
Tarazona y yo estamos convencidos que existen un hilo, tal vez muy sutil, que nos debería 1975 es una señal introductoria, tal vez demasiado arbitra-
conducir a repensar las relaciones entre el experimentalismo de los años sesenta y los ochen- ria, pero que nos permitió ordenar provisionalmente estas
ta. Como si existiese una suerte de ‘puente cancelado’, para usar una frase que Ana Longoni propuestas, las cuales finalmente excedieron la marca tempo-
ensaya en uno de sus textos. ral que propusimos.
En el ensayo que haces junto con Emilio Tarazona, mencionas una serie de hitos que Como te dije, una de las interrogantes es precisamen-
marcaron el arte conceptual de la época: por ejemplo los grupos Arte Nuevo, Señal o la te qué hilos pueden establecerse entre los 60, los 70 y los
exposición ‘Mimuy’. Ellos justamente plantean un arte crítico, a diferencia de Marta Traba que 80. Espero que esta exhibición logre abrir nuevas preguntas
argumenta que el arte latinoamericano se deja llevar por lo que ocurre en Estados Unidos. sobre cómo ese experimentalismo es aún un espacio vivo de
discusión y debate. Muchas de esas obras tienen una actua-
En realidad esa pugna frente al discurso de Marta Traba es muy significativa. Ella lidad y fuerza impresionante.
atraviesa también el Perú y observa ciertas experiencias locales que cuestiona duramente en
1968. Escribe incluso sobre Juan Acha y el grupo Arte Nuevo en su libro Dos décadas vul- Cabe decir también que aún quedan muchas expe-
nerables de la plástica latinoamericana 1950-1970 (1973), en un tono bastante corrosivo, riencias por recuperar. Por ejemplo la exposición que Teresa
interpretando de forma sesgada sus acciones como parte de una oleada que intentaba adop- Burga presenta luego de Autorretrato, titulada Cuatro Men-
tar irreflexivamente las pautas de lo que se denominaba el ‘imperialismo’. Ella denunciaba sajes (1974) en el ICPNA, del cual no hay un solo registro
una suerte de ‘entreguismo’ artístico, y una ‘estética del deterioro’ en América Latina mirando en la historia del arte peruano. Es una obra fantasma, nunca
con sumo descrédito las experiencias que asumieron pautas de lo que entonces era entendido mencionada. Ocurre que Burga sigue produciendo durante
como ‘vanguardia’, y apoyando lo que llamó el ‘arte de la resistencia’ (donde ubicaba a los años setentas, lo cual pasa inadvertido por la ausencia de
Fernando de Szyszlo entre otros artistas latinoamericanos). Como nota adicional incluso te plataformas que acojan propuestas tan particulares como las
diría que me parece interesante observar las relaciones y fricciones que el discurso de Traba suyas. En 1981 ella realiza junto con Marie-France Cathelat
estableció con la perspectiva de Lauer frente al experimentalismo del momento. una obra conceptual muy significativa que se llama Perfil de
la Mujer Peruana, un proyecto que analiza las condiciones
Era evidente que Juan Acha no compartía el escepticismo de Traba, y yo quisiera de la mujer de clase media peruana, la cual se produce
pensar que se generó una tensión muy particular allí. Por ejemplo, Traba argumentaba que la de forma paralela a algunas de las experiencias de E.P.S.
‘vanguardia’ no podía existir en países como los nuestros, calificándolos incluso de “artistas Huayco, pero que no ha tenido una repercusión posterior y
sin contexto”. Acha, en cambio, en su ensayo Despertar Revolucionario (1971) enfatiza todo que es hoy aún prácticamente desconocida, pese a haber
lo contrario: que la ‘vanguardia’ en países subdesarrollados se hace más necesaria que sido presentada en el I Coloquio de Arte No-Objetual y Arte
nunca ya que ella debería contravenir los efectos más nocivos de la sociedad de consumo, Urbano en Medellín, y haber generado un valioso debate
los efectos de la banalización y del espectáculo, incidiendo en las estructuras mismas de la sobre ‘arte conceptual’ entre Acha, Lauer y Carlos Rodríguez
sociedad. Es muy interesante esta pugna por el hecho que ambos estaban hablando desde Saavedra. Incluso se publicó un libro de la experiencia que
el marxismo, y cada uno apuntaba a gramáticas distintas al momento de imaginar el rol o convierte también aquella obra conceptual en un documento
las posibilidades políticas del arte. Creo que en ese texto temprano de Acha se plantea una impreso de alto valor simbólico.
fricción significativa frente al enfoque de Traba, y resulta muy estimulante pensar la trayectoria
intelectual y política de ambos críticos durante los años siguientes. Las redes se han continuado tejiendo a través del
tiempo, pero pienso que muchas de ellas no son todavía
En el contexto de fines de los sesentas y comienzos de setentas ¿Qué tanta importancia perceptibles, y requieren de un trabajo más prolongado de
tuvo la galería Cultura y Libertad? investigación y reflexión. Estos diez años aludidos son como
lanzar una primera carta en un juego que, sabemos, tiene
La galería Cultura y Libertad fue muy importante para consolidar tanto la presencia del aún una baraja muy grande por explorar.
grupo Arte Nuevo (1966-67), como muchas de las prácticas experimentales de la época, lo
cual se hizo posible también por la proximidad simbólica que mantuvo este espacio con el Lima, Perú. 26 de marzo del 2007.
crítico Juan Acha, quien acompaña sus exhibiciones desde sus escritos en el diario El Comer-
cio. Resulta decisivo que inmediatamente luego de formado el grupo Arte Nuevo esta galería
les de la oportunidad de exponer individualmente a cada uno de ello. Lo cual afianza su pre- Foto: Teresa Burga. Ambientación, 1967.
sencia y aumenta el interés de la escena local por el experimentalismo plástico que seguían Galería Cultura y Libertad
siendo observados con des-
crédito por enfoques más
conservadores y por los de-
fensores del arte abstracto.
Incluso a comienzos
de 1970 la galería Cultura y
Libertad albergaría una serie
de experiencias nuevas de
artistas egresados de la Es-
cuela de Bellas Artes, como
por ejemplo Consuelo Raba-
nal que pinta una única línea
continua de pintura fosfores-
cente en una habitación que
luego ilumina con luz negra,
desplazando la reflexión so-
bre lo ‘pictórico’ a un ámbito
completamente diferente.