You are on page 1of 3

LA TIPOGRAFIA DE REDES:

a empresa estipuló que las fuentes se liberaban para toda la comunidad Web y todas las
plataformas, lo que explica por qué los usuarios de Windows, MacOSX y Linux comparten
la misma tipografía. El proyecto, sin embargo, se dió por terminado en agosto del 2002,
cuando esas fuentes ya se habían convertido en las más populares de la Red. Aunque siguen
siendo gratuitas, todas esas fuentes están protegidas por Copyright, lo que permite su uso
pero impide su modificación.

Según expertos como Hakon Wium Lie (CEO de Opera y creador de las hojas de estilo
CSS), "esta situación atenta contra las libertades básicas de la Red" y ha empezado una
guerra para acabar con el monopolio de Microsoft.

Miles de tipografías libres en la Red


"Es más fácil de lo que suena", explica, "hay miles de tipografías en la Red que están a
disposición de cualquiera que quiera usarlas". Wium Lie quiere desafiar el poder de
Microsoft a la vieja usanza y con la ayuda de los usuarios de la Red; dejar de utilizar sus
tipografías y utilizar cualquiera de las fuentes libres existentes, según él mucho más
variadas.

El navegador podría en el futuro buscar las fuentes 'TrueType' en la misma Red en lugar de
en el ordenador del usuario

Para poder usar esas tipografías nuevas, sin embargo, los ordenadores tendrían que
instalarlas todas, una tarea imposible que se comería el disco duro sin completar la misión.
La solución que propone Wium Lie es hacer que el navegador busque las fuentes
'TrueType' en la misma Red en lugar de en el ordenador del usuario, igual que hace, entre
otras cosas, con las imágenes. Las nuevas hojas de estilo (CSS2) ya se han implementado
para leer tipografías desde la Red. No hace falta levantar cañerías ni cambiar ninguna ley.

Aunque la discusión entre los tipos de letra propietarios (protegidos por licencias) y los tipo
de letra libres lleva años sobre la mesa, Wium Lie no ha elegido al azar el momento de
empezar la guerra. Aquellos que han visto la beta de MSOffice 2007 dicen que Microsoft
ha abandonado Times New Roman como fuente principal en favor de una nueva llamada
'Calibri'. Es un dato importante.

De seguir adelante, la 'reina roja' de las fuentes se retiraría después de diez años. Las
fuentes libres no han podido competir con un tipo de letra que se usa por defecto en
prácticamente todos los editores de texto y, por tanto, en los impresos, libros, formularios,
etc, porque al usuario no le gustan los cambios. Pero, si hay que cambiar, el usuario querrá
poder hacerlo en sus propios términos.
DejaVu
La comunidad de software libre tiene su propia tipografía estrella: DejaVu. Se trata de un
derivado de Bitstream Vera, una familia de letras creada por la compañía Bitstream en
colaboración con la fundación GNOME (creada para apoyar un proyecto de entorno de
escritorio completamente libre y abierto). Su licencia no sólo permitía el uso gratuito e
indiscriminado de Vera, sino también la creación de nuevas fuentes a partir de la original, a
condición de que llevaran un nombre distinto.

Vera no llegó a empapar la comunidad internacional porque no incluía caracteres


internacionales. DejaVu, su descendiente más popular, se ha convertido en la fuente
insignia de Ubuntu gracias a que reúne la calidad de Vera y la flexibilidad de todos sus
derivados; incluye chino, cirílico, vietnamita, braile, griego, árabe y muchas otras lenguas.
Probablemente sea también adoptada como fuente por defecto en Fedora Red Hat Linux.

El 'boom' de la tipografía digital, enmudecido en Internet


Gracias a la Web, en los últimos años la tipografía ha experimentado un inesperado
renacimiento. En la Red se puede encontrar de todo, desde viejas glorias tipográficas: del
deconstructivismo ruso o la Bauhaus hasta los tipos más populares en los anuncios
americanos de los años 50. Hay cientos de festivales cada año dedicados exclusivamente a
la tipografía y todos los estudios de diseño gráfico prueban a crear nuevos tipos al menos
una vez. Todo este genuino entusiasmo no está dirigido al papel, para quien se creó la
tipografía en primer lugar, sino a la pantalla.
Según Jonathan Hoefler, presidente de la prestigiosa Hoefler & Frere-Jones, la nueva
generación de tipógrafos están más interesados en el arte que en el diseño, y la Web es el
medio perfecto para poner a prueba sus habilidades. El papel es exigente, incluye gasto,
espacio, tinta y, por lo general, clientes comerciales con poca gana de innovar.

El formato digital ofrece todas las libertades y ningún inconveniente. Salvo que carece de la
libertad final, la más importante: por mucho que se esfuerce un diseñador en crear una
tipografía exquisita, el producto final se verá diferente con diferentes navegadores, o será
sustituido por una de las fuentes oficiales. En lo que a tipos de letra se refiere, la Red está
diez años por detrás de sus propios artesanos.

Al menos una parte de esa revolución ha llegado al papel: basta comparar las portadas de
los libros de los últimos veinte años para darse cuenta de que la industria editorial se ha
beneficiado intensamente de la nueva ola. También se aprecia en el diseño industrial, la
industria cosmética y hasta en los anuncios.

El 'renacimiento' tipográfico ha mejorado el aspecto del mensaje y, con él, el mensaje


mismo. Irónicamente, la Red se está perdiendo su propia fiesta. Si la fuerza acompaña a
Hakon Wium Lie, la Red hará su transición de medio mudo a sonoro. Eso, si la dejan.

You might also like