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Los Yaquis

Es el grupo indígena más representativo de Sonora. Distribuidos en ocho pueblos con sus
propios gobernadores, su población se estima en 33,000 habitantes. Guardan celosamente
el uso de su lengua, sus tradiciones y su arraigo a la tierra. La historia de los yaquis está
cubierta con actos de heroica resistencia por la defensa de su territorio y su cultura.

Los yaquis se identifican a sí mismos y a los mayos como yoremes, palabra que significa
hombre o persona. La noción de yoris, hombres blancos, los distingue, a su vez, de los
demás grupos indígenas.

Forman parte del dialecto cahita que se compone de tres lenguas: mayo, yaqui y tehueco,
éste último desaparecido. El cahita pertenece al grupo lingüístico yuto-azteca.

El grupo yaqui ocupaba, tradicionalmente, una larga franja costera y de valle al sureste
del actual estado de Sonora, que abarcaba desde la ribera sur del río Yaqui hasta el cerro
Tetakawi, al norte de la actual ciudad de Guaymas. El conjunto del territorio comprende
tres zonas diferenciadas: el área serrana del Bacatete; una zona costera, que abarca los
poblados vecinos de Guásimas y Bahía de Lobos; y el valle, en donde se localizan las
tierras irrigadas.

La unidad básica de residencia es la vecindad, esto es, una agrupación de parientes que
cohabitan en un conjunto delimitado de una o dos casas. Predomina el tipo de vivienda
tradicional, que se compone de una o dos piezas que varían su función de acuerdo con la
temporada del año. En verano los cuartos permanecen como bodegas y se duerme en
catres bajo la enramada (cobertizo hecho de ramas); ahí se ubica la cocina que cuenta
con el fogón, la mesa y estufa de gas; durante el invierno se convierten en dormitorios.

La principal actividad artesanal es la manufactura de la parafernalia ceremonial, sin fines


comerciales. Los danzantes hacen máscaras talladas en madera, collares de conchas y
piedras marinas y cinturones con pezuñas de venado. Los músicos fabrican sus tambores
y flautas. Algunas familias manufacturan petates, canastas y coronas de carrizo; platos y
tazas de barro que utilizan para las fiestas y después destruyen. También confeccionan
faldillas, blusas, manteles, servilletas y mantos. El único producto artesanal que se
comercializa son las muñecas de trapo, que hacen las mujeres.

Los yaquis poseen un alto sentido de religiosidad que está presente en gran parte de sus
actividades. Con una cultura ancestral enriquecida con ritos y tradiciones en las que
sobresale la Danza del Venado, ejecución simbólica de la caza de este animal y cuya
riqueza estética ha despertado interés en todo el mundo.

Llamada en lengua yaqui maaso yiihua, describe la vida y muerte del animal sagrado de
los yaqui. El danzante narra momentos del ciclo vital del venado con una mímica libre que
representa las actitudes de sorpresa, alerta, atisbo, venteo del venado ante la naturaleza
que lo rodea y su contacto con las criaturas con las que establece contacto, representadas
por las figuras de los pascola (que pueden representar un pájaro, una serpiente, una flor,
un coyote, el agua). Tanto los pascola como el maaso se despojan de su personalidad
durante el baile para adoptar la del animal, la planta o del ser que introducen en la danza.
Por lo general son 4 pascola y bailan de uno en uno, danzando primero el último en
jerarquía, el llamado “el lobito” que representa animales menos estimados en la valoración
del yaqui: burro, perro, zorro, etc., después bailan los otros dos pascola y por último el
pascola yoowe (anciano) o jefe del grupo.

El ciclo ritual yaqui sigue por lo general el calendario litúrgico católico, pero distingue
claramente dos periodos, el primero sacrificial, en Cuaresma y el resto del año todos los
ritos de paso que están prohibidos en esa fecha. Los rituales tienen carácter de
marcadores estacionales, que señalan las distintas etapas del ciclo agrícola.

Los funerales son especiales porque ellos consideran al alma inmortal y celebran con
danzas, banquetes y música. Su patrona es la Virgen del Camino.

Los Mayos
Los actuales yoreme son los descendientes de los antiguos pobladores de la cultura de
Huatabampo, perteneciente a una de las tradiciones culturales de Sonora.

Es el grupo más numeroso del Estado, con una población aproximada de 75,000
habitantes. Mantienen viva la lengua.

Se autodenominan yoreme “el que respeta la tradición” contrapuesto al yori “el que no la
respeta”. Según una antigua leyenda de su tradición oral, la palabra mayo significa “la
gente de la rivera”.

La región mayo se localiza en la parte sur de Sonora. Habitan los municipios de Álamos,
Quiriego, Navojoa, Etchojoa y Huatabampo.

Se dice que los mayos tienen un tronco común con los yaquis, porque su lengua es parte
de la familia taracahita del tronco Yuto Nahua, con semejanzas dialectales notables con la
lengua yaqui y la lengua guarijío.

La historia narra que los mayos fueron receptores dócilmente de las enseñanzas
evangelizadoras españolas, adquiriendo al mismo tiempo conocimientos respecto de la
agricultura y la crianza de animales domésticos. Con esta aceptación los pobladores de la
antigua zona mayo fueron rápidamente asimilados a las costumbres de la época, con una
paulatina pérdida de su organización social tradicional.

Su vivienda actual la construyen con adobe, block y/o ladrillo, ya que estos materiales son
más resistentes a las torrenciales lluvias y ciclones que se presentan regularmente en la
región y consiste en dos o más habitaciones dormitorio, un cobertizo de carrizo y una
cocina con estufa a base de leña al lado de éste. En casi todas las casas mayo es
constante ver una cruz hecha del corazón del árbol de palo fierro, la cual se coloca en el
patio o al frente de la casa para protegerla de cualquier mal.

Esta cultura tiene para ofrecer al turista grandes atractivos culturales, naturales, históricos
y tradiciones indígenas (yoremes), debido a su ubicación dentro del Mar de Cortés y las
Barrancas del Cobre y  El Fuerte.

El trabajo artesanal no es una actividad fundamental en la economía mayo. Se producen


cobijas, fajas de lana teñida tejidas en telar de cintura, ollas para agua, petates de carrizo
o jipetas, canastas diversas, arpas y violines.

En sus ritos, cantos y danzas, el papel de la naturaleza es el del proveedor de su mundo,


esto se expresa en el carácter que desempeñan sus danzantes como el venado y el
pascola. Entres sus mitos de origen se encuentra aquel que relata como “Dios creo el oro
para los yoris y los objetos de trabajo para los yoremes”.

En la época actual los mayos se distinguen de los mestizos en las comunidades, por el uso
de la lengua materna y la celebración de sus fiestas religiosas, ya que el vestuario
tradicional se ha perdido.

La religión de los mayos se organiza en torno a los centros ceremoniales o pueblos


tradicionales, formados por comunidades pequeñas congregadas en torno a su santo. Sus
danzas representan leyendas propias del mayo, pues sus movimientos hacen una historia
viva, representan a los animales del monte, sacrificios de éstos a manos del ser humano, y
representan también al hombre libre con la naturaleza.

Los mayos son depositarios de una rica cultura de medicina tradicional que es practicada
por los curanderos y curanderas de todas sus poblaciones. Además del uso de plantas,
elaboran amuletos y en sus curaciones se mezclan la fe y la magia. Como un medio de
preservar esta costumbre, las autoridades sonorenses de culturas populares han
organizado encuentros de médicos tradicionales y se ha apoyado con recursos a algunos
jardines botánicos exclusivos para la conservación de plantas medicinales en peligro de
extinción. También cuentan con una farmacia de herbolaria donde los curanderos y
pacientes pueden encontrar las plantas medicinales.

La vida ceremonial de los yoremes es de suma importancia, prácticamente todas las


fiestas tienen vínculos con la Iglesia católica y su calendario litúrgico. En estas fiestas se
expresan diversos elementos en espacios rituales delimitados según la ocasión y tipo de
festividad: danzas, procesiones, orquestas, imágenes de santos, etcétera. Entre las fiestas
más importantes se encuentran: Semana Santa, Santísima Trinidad, San José, San Ignacio
de Loyola, la Santa Cruz, Virgen de Guadalupe, Día de Muertos y la Cuaresma.

Los Seris
Los Seris se llaman a si mismos conca’ac, lo cual quiere decir en su lengua “La gente”. El
término seri significa “el que de veras corre aprisa” en lengua opata y “hombres de la
arena” en yaqui.

La lengua de los conca’ac forma parte de la familia o estirpe hokano al que también
pertenece el coahuilteco (noroeste México) y el tlapaneco. Según otros especialistas el seri
pertenece al grupo yumano de la familia sioux-hokana.

Los seri o conca´ac ocupan desde tiempos arcaicos la costa central de Sonora, la isla del
Tiburón y otras islas como San Esteban. Actualmente habitan dos lugares de la costa
desértica del estado de Sonora: Desemboque y Punta Chueca. La primera corresponde al
municipio de Pitiquito y la segunda al municipio de Hermosillo. Ambas frente a la isla del
Tiburón. Periódicamente y, de acuerdo con los ciclos de pesca, radican también en
diversos campamentos pesqueros distribuidos a lo largo de su territorio de
aproximadamente 100 kilómetros de litoral. Algunos de estos campos son El Sargento,
Egipto, Paredones, La Ona, Las Víboras y El Tecomate, que se encuentra en la Isla del
Tiburón. El territorio conca’ac comprende un área aproximada de 210,000 hectáreas.

Durante su vida nómada, el grupo conca'ac construía sus viviendas en forma provisoria.
Sus chozas se agrupaban en pequeños núcleos, constituyendo el centro de sus actividades
la pesca y caza; cuando se agotaban los recursos naturales del área cambiaban su lugar
de residencia. Las viviendas eran construidas informalmente y de manera colectiva,
armaban un esqueleto de tres o cuatro arcos de ocotillo sin espinas, el cual cubrían con
ramas y caparazones de tortuga. Otra forma de construirlas era a partir del centro de la
pitahaya; cada palo se rajaba en dos partes y se acomodaba encontrado uno con otro,
enjarrándose posteriormente con lodo. Estas viviendas sólo servían al grupo para
protegerlo temporalmente de las inclemencias climáticas. Actualmente comienzan a
habitar en casas de materiales modernos (madera, block de cemento, lámina, entre
otros).

La elaboración de artesanías, para el mercado turístico es una actividad económica


importante en la actualidad. Los hombres seris han aprendido el tallado en madera.
Confeccionan esculturas estilizadas que representan animales marinos y terrestres hechas
con corazón de mezquite y palo-fierro con alta demanda en el mercado.

También elaboran coritas (canastas), una actividad que se practica desde la época
prehispánica. Sus formas tradicionales son globulares o extendidas; su producción es muy
laboriosa, ya que exige una gran inversión de tiempo que varía entre un mes, si es
pequeña, hasta uno o dos años si es muy grande. Cuando se termina una de estas piezas
se hace una ceremonia especial. Debido al elevado costo de las coritas son compradas
principalmente por extranjeros.

Los collares son de variados e innovadores diseños, se elaboran con caracoles, conchas,
vértebras de víbora de cascabel y de pescado, semillas y, últimamente, también con
chaquira.

Según la filosofía seri, si ellos tocan un objeto, su esencia se les transmite, convirtiéndose
en su pertenencia, por lo cual no lo desecha como basura.
Los seris no desarrollaron un sistema de gobierno religioso-festivo muy complejo. Su
interpretación del mundo, sus ritos, sus fiestas y demás manifestaciones culturales tienen
un carácter estrechamente relacionado con la naturaleza y con los aspectos biológicos y
sociales de la reproducción del grupo.

Así, sus principales ritos están vinculados con el nacimiento, con el inicio de la pubertad y
con la muerte; sus canciones y relatos giran en torno al mar, los tiburones, las zorras y las
antiguas hazañas de héroes y guerreros. También tienen un maquillaje para diferentes
momentos dentro de sus fiestas que duran cuatro días con sus noches. La pintura facial
Conca´ac es un exquisito diseño de líneas delgadas, rematadas por puntitos en el rostro
humano. El dibujo cruza la cara sobre las mejillas y la nariz, pasando por debajo de los
ojos. Los colores son rojo (que significa la muerte), el blanco (la suerte) y el azul (el mar).

Al no haber sido evangelizados formalmente, carecen de los elementos católicos que se


encuentran en otros grupos indígenas.

Los Pápagos
Son comúnmente conocidos como “pápagos”, aun cuando se autodenominan tohono
o’otham, “gente del desierto”. El término frecuentemente en español para referirse a este
pueblo deriva de papawi o’otham, modo utilizado por sus vecinos los ópatas para
describirlos de manera despectiva, ya que su traducción es “gente del frijol” o “frijoleros”.
Esta etnia está emparentada con los hia’ched o’otham (también conocidos como areneños
o pinacateños, por su entorno natural), y con los akimel o’otham, a quienes se les conoce
como pimas gileños, por su residencia junto al río Gila.

La etnia se localiza en el desierto de los estados de Sonora y Arizona. Se distribuye en


Caborca, Puerto Peñasco, Sáric, Altar y Plutarco Elías Calles, es un grupo binacional, cuya
mayoría habita en Arizona.

La lengua O’odham está estrechamente relacionada con el pima y ambos constituyen la


rama pimana del yoto-nahua.

Las rancherías de los tohono o'otham se componen de unas cuantas casas agrupadas sin
un orden preestablecido; los poblados más grandes tienen un templo y una capilla.

La vivienda tradicional es de planta cuadrangular, tiene muros de adobe, bajareque o


piedras amalgamadas con barro; techos de paja o de carrizo y argamasa, que son planos
con un cierto declive; los pisos son de tierra apisonada. Algunas habitaciones tienen
ventanas, en ellas hay cajones y roperos de madera, camas de madera o de metal o
tapexcos (catres).

Los pápagos elaboran artesanalmente figuras de madera tallada, piezas de alfarería y


cestas. Su alfarería es rústica; la hechura de los recipientes incluye la recolección de la
materia prima en los bancos de barro, el cual filtran y mezclan con arena muy fina y
estiércol de vaca seco, cuecen las piezas en un horno con palos de choya.

Sus mejores y más finas piezas artesanales son las de cestería. Las "coritas", cestas y
bandejas, de palmillo y torote (plantas del desierto que las mujeres colectan, preparan y
tejen).

Los pápagos se dicen católicos, tienen iglesias, y requieren en ocasiones de sacerdotes


católicos. Celebran algunas fiestas cristianas y tienen un santo titular para cada pueblo;
pero en realidad, su religión gira en torno al culto del “hermano mayor”, deidad que
controla los elementos de la naturaleza.

Creen en las prácticas de brujería y magia; es usual que la gente tenga conocimientos
médicos basados en la herbolaria y confían en los curanderos que la utilizan.

Tienen muchos lugares sagrados y algunos ancianos conocen canciones ceremoniales muy
antiguas que los jóvenes y adultos dicen no entender por estar dichas en pápago antiguo.

Las festividades más importantes son la ceremonia denominada Vikita y la fiesta de San
Francisco. La primera se realiza en el plenilunio de julio, con la finalidad de pedir las
lluvias. El ritual se divide en varias partes: una procesión por el pueblo de Quitovac, para
que los personajes ritualistas reciban ofrendas de las familias, y en el terreno ceremonial,
una danza que se desarrolla durante toda la noche; finalmente una especie de
representación mítico-teatral.

Por otra parte, se lleva a cabo también la fiesta de San Francisco, que tiene lugar en San
Francisquito, Sonoyta, Quitovac y Magdalena. El personaje festejado por la etnia es en
realidad San Francisco Javier, devoción promovida por los jesuitas, sólo que se le
conmemora en la fecha impuesta por la orden franciscana.

Los Pimas
El término pima designa al grupo étnico y lingüístico que habita en la Sierra Madre
Occidental donde colindan el sureste de Sonora y el suroeste de Chihuahua. La frase pi'ma
significa "no hay, "no existe", "no tengo", o probablemente "no entiendo", vocablo con el
que los indígenas respondían a los españoles cuando les preguntaban algo. Fueron éstos
quienes los llamaron con la forma castellanizada de ese término que implica negación.

La lengua pima pertenece al tronco yuto-azteca, compuesto por los subgrupos Taracahíta
(cora-huichol), nahua y la rama pima o pimana.

Los pimas se nombran a sí mismos o'ob, que significa "la gente", "el pueblo". Con el
término pima se designa a un conjunto muy variado de sociedades indígenas, como los
pimas del desierto, los pimas de la sierra, o los pimas gileños.
Los o’ob ocupaban un amplio territorio de la Sierra Madre Occidental, antes del arribo de
los primeros españoles. Cuando éstos llegaron a la zona serrana, encontraron a varios
grupos que hablaban lenguas muy parecidas, aun cuando presentaban diferencias
considerables en su cultura material. Se llamó la Pimería a todo el vasto territorio en el
que residían estos grupos y posteriormente, considerando las diferencias geográficas,
ecológicas y culturales de la región, la distinguieron como Pimería Alta y Pimería Baja.

Los o’ob, antes de la conquista, se dividían en 3 grupos: los ures, los nebomes y los
yécoras. Los dos primeros ya han desaparecido como grupos étnicos, y los yécoras, que
aún conservan algún rasgo cultural propio, habitan de manera dispersa en la Sierra Madre
Occidental, al sureste de Sonora en un territorio abrupto y elevado al este de la cabecera
municipal de Yécora. Su asentamiento principal es Maycoba, el cual comparten con la
población mestiza.

Los pimas habitan en rancherías en forma de familias extendidas. Antiguamente eran


casas de madera, hoy predominan las construidas con adobe. Son cuadrangulares o
rectangulares, con una o dos piezas, techo de dos aguas, antiguamente de tabla y hoy de
lámina galvanizada, con pequeñas ventanas, por lo que su interior es oscuro. En el centro
del hogar cuentan con una estufa de metal, alimentado con leña, donde cocinan y se
calientan en los fríos días del largo invierno.

Antiguamente las mujeres pimas hacían ollas, productos de palma y prendas tejidas con
lana, actividad que siguen realizando y que han logrado perfeccionar. Los pimas elaboran
productos de fibras vegetales como sombreros, petates, “petacas”, o cestos rectangulares
con tapadera para guardar todo tipo de cosas.

El cristianismo enseñado por los misioneros tuvo que adaptarse a la lengua y a la


mentalidad nativa. Además, los diversos grupos indígenas agregaron a los ritos y
ceremonias de los misioneros partes substanciales de sus propias estructuras religiosas y
rituales, proceso en que los pimas terminaron por aceptar a San Francisco como su Santo
Patrón. Los conflictos entre indígenas y no indígenas, además de otras manifestaciones
mucho menos simbólicas, aparecen dramatizados en las celebraciones y fiestas del lugar. 

El Yúmare es la fiesta prehispánica para garantizar la cosecha de maíz y se celebraba a


principios de año, actualmente la fecha de su celebración es variable. Son cuatro noches
de rezos, bailes, cantos de pascola, donde la bebida del tesgüino o maíz fermentado
ocupa un lugar importante. Durante toda la noche los músicos tocan y los pascolas y
mujeres danzan alrededor del fuego.

Los Guarijíos
Se autodenominan macurawe o macoragüi, término que significa "los que agarran la
tierra" o "los que andan por la tierra". El término guarijío designa a los integrantes de este
pueblo indígena que habita en el Estado de Sonora, y se encuentran relacionados con los
yoreme.
Lingüísticamente pertenecen al grupo nahua-huitlalteco, tronco yuto-nahua, familia pima
cora.

No existen muchas referencias sobre la historia de este grupo. Su presencia en


documentos históricos es escasa y poco conocida. En términos generales, su historia
queda entreverada y sujeta a referencias a través de los traumaras o de los mayos.

Los guarijíos viven en el sureste del Estado de Sonora en las faldas de la Sierra Madre
Oriental, donde colindan los estados de Sonora y Chihuahua. El terreno es escabroso y
con escasas planicies; por él cruzan varios arroyos y ríos, afluentes del río Mayo.

Las casas están hechas de adobe, con postes de madera y techos de tierra o de palma;
constan de una o dos habitaciones y tienen una enramada anexa de varas, ramas y
palma, ahí pasan la mayor parte de su tiempo pues el clima es cálido. Su asentamiento es
disperso; las viviendas se encuentran en grupos de dos o tres casas en lo alto de los
cerros, cerca de los arroyos o pozos de agua.

Dentro de los grupos de Sonora, los guarijíos son, seguramente, los que tienen en la
actualidad mayor variedad artesanal. Sus artesanías son formadas con materiales
naturales como palma, barro, ramas y fibras con las que hacen cestos, petates,
sombreros, angarías o angarillas que son cestos hechos con tres aros de ramas trenzadas
y una red de fibra natural que sirven para portar objetos colgados a la espalda. En San
Bernardo se hacen máscaras de pascola y de algunos personajes relacionados con la fiesta
de la cava-pizca; también hacen pájaros y otros animales silvestres con bellas
combinaciones de colores, tallados en madera de torote. Fabrican y reparan instrumentos
de cuerda como arpas, violines y guitarras, entre otros. La producción artesanal es de
carácter familiar y recae en la mujer. Estos objetos son para uso doméstico o para su
venta en tiendas de la región.

Poseen una gran religiosidad que combina elementos prehispánicos con católicos. No
tienen espacios de cultos formales ni los visitan ministros religiosos.

Sus principales fiestas son:

Las tuguardas es la fiesta con mayor presencia a lo largo del año; un hombre guarijío
debe realizar en su vida tres de estas fiestas y una mujer cuatro, por que se considera que
ella es más propensa al pecado y debe pagar más por él.

Esta fiesta se hace por diversos motivos comunitarios además de fechas del calendario
católico. En ellas el maynate o cantor entona los cantos; esta ceremonia inicia al caer el
sol y termina hasta la madrugada del día siguiente; mientras él canta los participantes
danzan.

La cava-pizca es la más importante en la vida religiosa de los guarijíos. En ella se


reproduce su mundo natural y simbólico a través de la música, la danza, el teatro y la
religión. Es una ceremonia en la que se celebra el ciclo agrícola anterior y se pide uno
bueno para el año que inicia. De diciembre a mayo se realizan tres cava-pizcas,
generalmente se hacen el día de san Isidro Labrador.
Los Cucapá
Es el grupo indígena más pequeño, situada al noroeste del Estado, en el municipio de San
Luís Río Colorado, en la frontera con los Estados Unidos. Actualmente es una etnia
binacional casi extinta en Sonora, con una población de poco más de 171, de los cuales
sólo 47 hablan su lengua.

Son una etnia emparentada lingüísticamente con los grupos pai pai, kiliwa y kumiai,
habitantes de Baja California, y con los javasupai, hualapai, yavapai, mojave y maricopa,
de Estados Unidos. En conjunto conforman la familia yumana, que arribó al noroeste de
Sonora y norte de la península de Baja California hace alrededor de 6,000 años.

Se puede considerar que la antigua auto denominación del grupo era kuapak, que se
traduce como "que viene" o "que llega", pues debido a la constante variación del curso del
Río Colorado, las familias poseían dos o más casas, ya que practicaban la agricultura en
terrenos cercanos o desalojados por el río.

El establecimiento de la frontera nacional en 1848 y posteriormente el Tratado de La


Mesilla, dividieron tanto al Río Colorado como a la etnia. Otro factor importante en la
transformación cultural fue le explotación comercial y agrícola del valle del Colorado; los
originarios se convirtieron en empleados de las compañías navieras y en jornaleros
agrícolas, y así conocieron el trabajo asalariado, los juegos de azar, el uso de vestimenta
occidental, entre otras actividades propias de otras culturas.

La vivienda tradicional consiste en un cono de varas en cuyo extremo superior se amarran


las puntas de las mismas; o un pequeño cuarto de paredes y techo redondeado. Estas
viviendas provisionales eran usadas en tiempos remotos cuando el grupo era nómada,
ahora sólo se hacen en ocasiones especiales. Actualmente, las viviendas están hechas de
material de construcción y consisten en dos o tres cuartos. Algunos usan estufas de gas
aunque es frecuente ver la estufa de leña por fuera de las casas para elaborar tortillas de
harina de trigo.

En la antigüedad los hombres usaban tocados con plumas y collares de hueso, pendientes
en orejas y nariz, así como coloridos cinturones de los que pendían manojos de plumas en
la parte trasera; las mujeres vestían faldas de plumas pintadas; además, ambos usaban
pinturas faciales y corporales, así como pectorales (amplios collares protectores de pecho,
hombros y espalda), elaborados con un tejido de chaquira, misma que hacían con madera,
hueso y barro, y con ella los accesorios personales que tenían fines cotidianos y rituales.

La artesanía de los cucapá consiste en ollas de barro, así como la elaborada con chaquira
que poco a poco han dejado de producir. Las razones que dan para este paulatino
abandono son variadas, algunos manifiestan que no tienen un mercado donde poder
ofrecerla, otros dicen que sólo la elaboran con fines rituales o manifiestan desinterés en
proseguir con esta costumbre argumentando que es más fácil comprar lo necesario en las
tiendas.

Las ceremonias luctuosas siguen siendo un ritual importante, es quizá una de las
principales causas de reunión del grupo cucapá. Los muertos deben ser cremados porque
si la carne del difunto está cruda, éste no encuentra sosiego en la otra vida. Las mujeres y
los hombres deben ir tatuados para poder encontrar felicidad y no recibir picadura de
ningún animal.
Todavía en algunas familias cucapá se acostumbra hacer fiesta en el nacimiento de sus
hijos, es decir, ofrecer comida, hacer juegos y bailes de parejas.

Los Kikapú
Los actuales asentamientos kikapú son el resultado de un arduo peregrinaje desde la
región de los grandes lagos de Michigan y de Eire, en Norteamérica, hasta el norte de
México.

Actualmente, los kikapú viven en reservaciones en Kansas y Oklahoma, Estados Unidos, y


en las comunidades de El Nacimiento, Coahuila y en Tamichopa, municipio de Bacerac, en
la zona serrana de Sonora. Durante la década de 1980, algunos habitantes de Tamichopa
llevaron a cabo una campaña entre los kikapú desperdigados, para una refundación del
pueblo. La comunidad actual es de alrededor de 80 personas.

La lengua kikapú forma parte de la familia lingüística norteamericana algonkiniana. El


grupo de Sonora no practica su lengua ancestral, ya que ésta fue destituida por el
castellano; su último hablante murió en 1996.

Poseen dos tipos de vivienda: casas indias y casas mexicanas. La vivienda india tiene dos
variantes, casa de invierno: elíptica, con una estructura de troncos delgados cubiertos de
tule, con el fuego sagrado en el centro. Aquí es donde se ofrecen los sacrificios a su
divinidad (Kitzihaiata) y se reciben a los nuevos miembros de la tribu. Y casa de verano:
rectangular, con paredes de carrizo y techo elíptico de tule. En el interior se encuentran
varias camas sostenidas por troncos, y al centro el fuego sagrado. La vivienda mexicana
es de concreto y lozas, con los servicios eléctricos e hidráulicos de la vida moderna.

Actualmente su artesanía consiste en la fabricación de tehuas o mocasines con piel de


venado curtida y  que es bordada con chaquira.

Dentro de su religión ser buen kikapú significa cumplir siempre con los ritos de cacería,
purificación, año nuevo, fuegos sagrados y bautizos por medio de oraciones, sacrificios y
ayunos. Las celebraciones van siempre acompañadas de carne de venado. El fuego
constantemente encendido en el centro de la casa recuerda la oración constante a
Kitzihaiata, quien escogió a los kikapúes para poblar la tierra.

El grupo kikapú en Sonora, se encuentra en un inminente peligro de pérdida de su


identidad como grupo indígena. Las celebraciones y ritos tradicionales se han perdido, han
asumido la religión católica y celebran alguna fiesta de sus Santos, o participan en las
fiestas que se celebran en los municipios cercanos.

Los Ópatas
Al igual que sus vecinos, los jovas y los eudeves, los ópatas ya han desaparecido como
unidad étnica diferenciada.

El idioma ópata, es clasificado dentro de la familia yuto-azteca del grupo taracahitiano de


la subfamilia sonorense, es ahora una lengua muerta. De 1950 en adelante no se han
registrado hablantes y únicamente se conservan frases y palabras aisladas.

La palabra ópata significa “gente hostil” en lengua pima y era el término usado por éstos
cuando se referían a los ópatas.

El hábitat tradicional de los ópatas se localiza en el centro y noroeste de Sonora, sobre las
cuencas altas de los ríos y Sonora.

Los ópatas no tuvieron artesanías propiamente dichas, exceptuando la cestería. Si hacían


cerámica era principalmente para uso propio. Además fabricaban bateas y cucharas de
madera.

Los centros para las actividades religiosas del grupo ópata son los templos católicos. El
santo más común entre los opatas es San Isidro Labrador, muy venerado en toda el área
y patrón de varias aldeas.
AMUZGOS (PUEBLO INDIGENA DE OAXACA)

Del nombre

Los amuzgos habitan en los estados de Oaxaca y Guerrero y se denominan con el mismo nombre
de su idioma, el amuzgo. Cada pueblo amuzgo tiene su nombre específico, por ejemplo en San
Pedro Amuzgos se autonombran como Tzjon Non que significa "pueblo de hilados, hilo suave o
mecha"; en Santa María Ipalapa se autonombran Tzo'tyio que significa "Río Camarón".

Según algunos estudios, amuzgos o amochcos significa "lugar donde hay librerías o bibliotecas".
De acuerdo con Fernández Gatica, amuzgo significa entre cerros, nombre que se asignó a un
pueblo y después se generalizó para nombrar a un grupo étnico.

Los mixtecos, vecinos de San Pedro Amuzgos, reconocen a este pueblo como ñuu ñama que
significa "pueblo de totomoxtle", en náhuatl se conoce como amuchitl que significa "en el estaño o
donde hay estaño". Según el almanaque de Oaxaca el nombre correcto es amochco.

Localización

El territorio amuzgo se encuentra en los estados de Guerrero y de Oaxaca. En el estado de


Guerrero se sitúan en la región sureste en los pueblos de Xochistlahuaca, Tlacoachistlahuaca,
Cosuyoapan, Zacoalpa, Chochoapan, Huehuetono, El Pájaro, Las Minas, Cerro Bronco, Guadalupe
Victoria, Guajentepec y Pueblo Nuevo. Al oeste de Oaxaca se encuentran en los municipios de San
Pedro Amuzgos y Santa María Ipalapa. En todas estas comunidades los amuzgos conviven con
mestizos que generalmente son la mayoría de la población.

Lengua
La lengua amuzga pertenece al grupo otomangue y es de la subfamilia lingüística mixtecana a la
que pertenecen también el triqui, el cuicateco, el chochopopoloca, el mazateco, el ixcateco y el
mixteco.

Antecedentes históricos
Algunos autores señalan que para el siglo XIV, en lo que hoy es Guerrero se encontraban ya
asentados en la Costa Chica los yopis, mixtecos y amuzgos.

Andrés Fernández Gatica señala que los amuzgos vivieron en libertad hasta el siglo XI, y a partir
del año 1100 fueron sometidos por los mixtecos. Durante 300 años pagaron tributo (algodón, telas,
plumas, pieles de animales, oro, maíz, frijol y chile), primero a los mixtecos y después a los
aztecas. Hacia el año 1350 los aztecas ejercieron pleno dominio sobre el territorio amuzgo.

Durante la época colonial y hasta 1818 Igualapa fue la capital de la región; posteriormente, los
poderes civiles y religiosos se trasladaron a Ometepec. En este periodo, la Iglesia emprendió la
evangelización de los pueblos indígenas; una muestra de la implantación del catolicismo es la
existencia de danzas de origen europeo como: el Diablo, los Chareos, los Tlamaques y los
Apaches; así como la danza del Tigre, el Toro, la Tortuga, los Gachupines, los Moros, la Conquista,
los Doce Pares de Francia y los Tecuanes.

Los grandes latifundios que se formaron durante el Virreinato en el territorio amuzgo se convirtieron
en haciendas hasta el periodo de la Revolución mexicana

Artesanías
Los amuzgos elaboran objetos de barro como ollas, comales, jarros y cántaros; hamacas y
morrales de ixtle, cestería de bambú y de palma. En Xochistlahuaca fabrican machetes con
inscripciones propias de la región. Muchas mujeres elaboran artesanía textil hecha en telar de
cintura, que es vendida a intermediarios. Casi toda la familia participa en el aprendizaje artesanal.
Las mujeres enseñan a las niñas a tejer en el telar mientras que los varones enseñan a los niños el
tejido de redes y hamacas.

Fiestas

Las principales fiestas se organizan en torno a los santos católicos. En San Pedro Amuzgos la
fiesta patronal es el 29 de junio; en Xochistlahuaca se festeja a san Miguel el 29 de septiembre, a
santa Ana, a la virgen del Rosario, a las Ánimas, a san José, a la virgen de Dolores, a la santa
Cruz, a el Divino Rostro, y a la Preciosa Sangre; a santa María en Ipalapa y a san Sebastián en
Cozoyapan. Además, en estas comunidades celebran el Carnaval, Semana Santa, Todos los
Santos y Navidad.

Los mayordomos encargados de la fiesta sufragan los gastos de la comida que se invitará a todos
los asistentes. Esto otorga prestigio y la posibilidad de ocupar en el futuro algún otro cargo.
Relaciones con otros pueblos

Los amuzgos son vecinos de los mixtecos, los tlapanecos y los nahuas. Las relaciones con ellos no
han sido cordiales, sobre todo con los mixtecos, a quienes se han subordinado desde la época
prehispánica.

El comercio ha propiciado mayor interacción entre estos grupos, sobre todo en las ferias regionales
que concentran a toda su población.

TARAHUMARAS O RARÁMURIS (PUEBLO INDIGENA DE


CHIHUAHUA)

Localización
Viven en el estado de Chihuahua, en el suroeste del estado, en la Sierra Tarahumara
con 50 000 km cuadrados. Habitan en los municipios de Madera, Gómez Farías,
Temósachic, Matachi, Moris, Ocampo, Guerrero, Uruachi, Maguarichi, Bocoyna,
Carichic, Chinipas, Guazapares, Urique, Guachochi, Nonoava, Batopilas, Morelos,
Balleza y Guadalupe y Calvo.
Hay algunos en Durango.

Número de habitantes

En el censo de 1990 se contabilizó que hay 70, 000 individuos tarahumaras; 10, 000
monolingües, en 17 municipios.
Tradicionalmente los tarahumaras son temporalmente nómadas, cultivando sus
cosechas en las tierras altas durante el verano y mudándose a las partes bajas del
cañón durante los meses fríos. La mayoría vive en pequeñas granjas dispersas y,
debido a la explotación a la que han sido sujetos, son generalmente desconfiados con
los extraños.

Lengua
La lengua Tarahumara es parte de la familia Yuto-Azteca.

Artesanías

Las mujeres hacen ollas de barro, cajetes, platos vasos, tazas y jarros; en algunos
lugares también usan la palma y palmilla para tejer canastas de diversos tamaños. Los
hombre fabrican violines, bolas, arcos y tambores, bateas, cucharas y tallan figuras
con madera. Unos tejen cobijas y fajas de lana con figuras geométricas.

Construyen cualquier tipo de vasijas u ollas de barro. La elaboración de las Artesanías


Tarahumaras, en su gran mayoría son ollas de barro. Los Tarahumaras las elaboran en
diferentes tamaños, diseños y colores (en caso que se quiera hacer colorida).

La elaboración de estas Ollas siguen las diferentes indicaciones:


1. Se prepara el barro.
2. Se le va dando la forma deseada.
3. Se mete en un horno para que el barro seque y así se endurezca. Luego, las
decoran.

Con las pieles hacen tambores y con las pezuñas hacen cascabeles. Fabrican
instrumentos musicales como los violines y los utilizan en sus fiestas religiosas.
Fabrican jarros de barro, hacen adornos para las casas con pedazos de madera y con
la cáscara de los pinos.

Dentro de sus artesanías, los Tarahumaras elaboran tazas, platos, vasos, jarros y
cajetes de barro; también elaboran barcos, violines, aviones, carros, guitarras y tallan
gran cantidad d figuras en madera. La mayoría de estos artículos se venden a los
turistas, y los demás los usan en casa o como juguetes de los niños.

Otros datos interesantes

El juego de la pelota se practica desde la conquista y sólo juegan los hombres como
medio de distracción aunque llegan a hacer apuestas donde incluso llegaban a apostar
a sus mujeres.

Son llamados indios rojos y ellos no tienen esperanzas de progreso aún viven en
cuevas y no se explica como sobreviven en tiempo de frío pues se podría decir que
invernan como los osos, debajo de la nieve. Habitan en la sierra Tarahumara, donde
antes habitaban los Tubosos, Wasaparas, Conchos entre otros. Es notorio que los
tarahumaras al emigrar a la ciudad no duran mucho tiempo. Se piensa que es porque
no se acostumbran a la vida rápida y complicada de la ciudad.

Los tarahumaras tienen una concepción animista del mundo en donde todo lo animado
e inanimado tiene vida espiritual. Adoran al sol y la luna, el sol o dios creador es
llamado Onorúame y la luna (Everuame).
¿Por qué se llama Sierra Tarahumara?

Dicen que Tarahumaras significa pies que vuelan al igual que los Rarámuris. Cuentan
que se les da ese nombre porque escalan las montañas con gran rapidez.

Las olimpiadas Tarahumaras se organizan entre varias aldeas es una competencia


deportiva. Los hombres hacen carreras con bolas de piedra, recorren hasta 200 km y
las mujeres participan con el lanzamiento de arco.

Lenguas Población indígena Hablan lengua Ubicación


total indígena geográfica

Tota 10,220,862 67.4%


l
VARIEDAD DE LENGUAS QUE SE HABLAN EN MÉXICO

Cochimí (Laymon o m´ti-pa) 226 42.5% Baja California

Kikapú (Kikapoa) 251 57.5% Coahuila

Kumiai (Kamia o ti´pai) 328 56.3% Baja California

Cucapá (Es-pei) 344 59.9% Baja California

y Sonora

Pápago (Tono ooh´tam) 363 42.1% Sonora

Paipai (Akwa´ala) 418 52.9% Baja California

Quiché 524 54.7 Campeche,Chiapas

y Quintana Roo

Cakchiquel (Cachiquero) 675 34.1% Chiapas

Motocintleco (Mochó o Qatok) 692 26.9% Chiapas

Seri (Konkaak) 716 72.4% Sonora

Ixcateco (Mero ikooa) 816 49.7% Oaxaca

Lacandón (Hach t´an o hach winik) 896 81.2% Chiapas

Kekchí (k´ekchí o queckchí o quetzchí) 987 84.6% Campeche


Jacalteco (Abxubal) 1,478 39.5% Chiapas

Pima (Otam u o´ob) 1,540 54.3% Sonora y


Chihuahua

Ocuilteco (Tlahuica) 1,759 29.7% México

Tacuate 2,379 86.9% Oaxaca

Chocho (Runixa ngiigua) 2,592 41.6% Oaxaca

Chuj 2,719 78.8% Chiapas

Guarijío (Varojío o macurawe) 2,844 67.0% Chihuahua y


Sonora

Matlatzinca (Botuná o matlame)3,005 47.9% México

Chichimeca jonaz (Uza) 3,169 62.7% Guanajuato

Lenguas Pames (Xigüe o Xi´ui) 12,572 77.7% San Luis


Potosí

Chontal de Oaxaca (Slijuala xanuk) 12,663 43.7% Oaxaca

Kanjobal (k´anjobal) 12,974 83.5% Chiapas

Tepehua (Hamasipini) 16,051 66.2% Veracruz

Huave (Mero ikooc) 20,528 78.6% Oaxaca

Cuicateco (Nduudu yu) 22,984 65.6% Oaxaca

Yaqui (Yoreme) 23,411 64.3% Sonora

Mame (Qyool) 23,812 36.7% Chiapas

Cora (Naayeri) 24,390 80.0% Nayarit

Popoloca 26,249 72.1% Puebla

Triqui (Driki) 29,018 84.4% Oaxaca


Tepehuano (O´dam) 37,548 80.8% Durango

Huichol (Wirrárika) 43,929 83.9% Jalisco y


Nayarit

Tojolabal (Tojolwinik otik) 54,505 81.7% Chiapas

Amuzgo (Tzañcue o tzjon noan) 57,666 84.7% Guerrero y


Oaxaca

Chatino (Cha´cña) 60,003 79.6% Oaxaca

Popoluca (Núntahá´yi o tuncapxe) 62,306 71.0% Veracruz

Chontal de Tabasco (Yokot´an) 79,438 55.2% Tabasco

Zoque (O´de püt) 86,589 69.4% Chiapas,


Oaxaca y Veracruz

Mayo (Yoreme) 91,261 38.1% Sinaloa y,


Sonora

Tarahumara (Rarámuri) 121,835 72.0% Chihuahua

Tlapaneco (Me´phaa) 140,254 85.2% Guerrero

Mixe (Ayook o ayuuk) 168,935 80.1% Oaxaca

Lenguas Chinantecas (Tsa jujmí) 201,201 75.9% Oaxaca y


Veracruz

Purépecha (P´urhépechas) 202,884 67.2% Michoacán

Chol (Winik) 220,978 85.8% Campeche,


Chiapas y Tabasco

Huasteco (Teenek) 226,447 76.5% San Luis Potosí


y Veracruz

Mazateco (Ha shuta enima) 305,836 80.5% Oaxaca y


Veracruz

Mazahua (Jñatjo) 326,660 46.5% México y


Michoacán

Tzeltal (K´op o winik atel) 384,074 87.6% Chiapas y


Tabasco
Tzotzil (Batzil K´op) 406,962 86.9% Chiapas

Totonaca (Tachihuiin) 411,266 66.1% Puebla y


Veracruz

Otomí (Ñahñú o hñä hñü) 646,875 50.6% México, Hidalgo,


Jalisco, Querétaro
y Veracruz

Mixtecas (Ñuu Savi) 726,601 70.3% Guerrero,


Oaxaca y Puebla

Zapotecas (Ben´zaa o binnizá o bene xon) 777,253 65.1% Oaxaca y


Veracruz

Maya 1,475,575 60.5% Campeche,


Quintana Roo y
Yucatán

Náhuatl 2,445,969 67.5% Distrito Federal, Guanajuato, Guerrero,


Hidalgo, Jalisco, México, Michoacán, Morelos, Oaxaca, Puebla, San Luis Potosí y
Veracruz

Otras lenguas indígenas de América 924 47.9%


Otras lenguas indígenas de México 728 46.3%
No especificada 202,597 48.6%
Idioma zapoteco
Diidzaj (Zapoteco)

Hablado en: México, (USA)

Región: Oaxaca, Puebla, Guerrero,


(California).

   Lenguas Zapotecanas

Estatus oficial
Oficial En México tiene reconocimiento
en: como lengua nacional [1]

El idioma zapoteco (diidzaj), hablado por 785.000 personas en Oaxaca y otros lugares,
hace parte con el idioma chatino de un grupo lingüístico que pertenece al tronco otomangue
de lenguas mesoamericanas, junto con la lengua mixteca, mazateca y popolaca, entre otras.
Sea cual sea su procedencia estuvo situada en el estado de Oaxaca y en la región de
Veracruz, al sur de México, durante 2.000 años y hoy se habla también en algunas
comunidades de Guerrero, Morelos y Puebla y entre migrantes en California.

Es una lengua tonal. El orden de la frase más frecuente es verbo, sujeto y objeto (VSO).

Variantes
Bajo el término zapoteco se comprende un gran número de dialectos no siempre
mutuamente inteligibles que se pueden clasificar así:

 Septentrional o Zapoteco de la Sierra Norte (Bene Ya'a)


o Variante de Ixtlán (Bene Lhes)
o Variante del Rincón (Bene Xhidza)
o Variante de Choapan (Bene Xaan)[1]
o Variante de los Cajonos (Bene Xhon)
 Zapoteco del Valle (Bene Lashe)
o Mitla
o Central
o Oriental
 Occidental o Zapoteco del Istmo (Bini Yeze'e)
 Meridional o Zapoteco del Sur (Bene Chhaa Nhisdao) [Este nombre no viene de
uno de las variantes de la Sierra Sur]
o Amatlán [zpo] (Xaa dizhze)
o Coatecas Altas [zca]
o Coatlán [zps]
o Lapaguía-Guivini [ztl]
o Loxicha [ztp]
o Miahuatlán [zam]
o Mixtepec [zpm]
o Ozolotepec [zao]
o S. Agustín Mixtepec [ztm]
o S. Baltazar Loxicha [zpx]
o S. Vicente Coatlán [zpt]
o Xanaguía/S. Francisco Ozolotepec [ztg]

Las variantes de la lengua del valle de Oaxaca muestran un mayor grado de inteligibilidad
que las de las estribaciones montañosas al norte y al sur. Sin embrago, hay una aguda
diferencia entre el zapoteco de Tlacolula y el de Mitla, separados por unos pocos
kilómetros y ambos en el valle de Oaxaca. La inteligibilidad es el 40% e incluso más baja,
salvo para Teotitlán del Valle. Esta baja inteligibilidad puede deberse al hecho de que Mitla
era también un centro urbano y después una ciudad estado.

En el oeste de la región zapoteca dos grupos muestran una marcada diferencia del resto,
siendo llamadas por diferentes nombres (papabuco y solteco).

La región septentrional se divide en dos grandes grupos que están separados por una barrera
geográfica norte-sur.

En el zona oriental los dialectos zapotecos tienen poca inteligibilidad con los del norte del
istmo y los de la costa del Pacífico a lo largo del istmo de Tehuantepec.

La región meridional tiene un grupo grande norte-sur en el centro flanqueado por un grupo
dialectal a cada lado, tal vez como resultado de migraciones sucesivas.

La diversidad linguistica en México


La diversidad lingüística en el mundo
En el mundo se hablan alrededor de 6 mil lenguas, pero solo el 1% de ellas son lenguas
oficiales en alguno de los cerca de 200 países que existen actualmente. Alrededor del 3%
son habladas por más de un millón de personas, mientras que cerca del 90% tienen menos
de 100 mil habitantes.
Estas cifras nos muestran que la coexistencia de Pmuchas lenguas minoritarias junto a una
mayoritaria, tal como ocurre en México, es lo común en casi todo el mundo.

La diversidad lingüística en México

México es uno de los países con mayor diversidad lingüística en el mundo, no solo por la
cantidad de lenguas originarias que aquí se hablan , sino por la variedad de sonidos,
estructuras gramaticales y formas de ver el mundo en ellas contenidas.
Además, esta gran cantidad de lenguas son habladas por más de 10 millones de mexicanos
el mayor contingente indígena del continente americano.

Las lenguas indígenas mexicanas

Las lenguas indígenas, como todas, forman un sistema lógico completo, resultado de años
de creación cultural colectiva, que permite a sus hablantes expresar y transmitir, por escrito
u oralmente, cualquier idea, sentimiento o percepción de una manera particular.
También son similares al resto en tanto tienen variación dialectal; es decir, diferencias de
una región a otra. En el caso de algunas lenguas (como el zapoteco, el chinanteco o el
mixteco), estas variaciones son tan amplias que sus habitantes pueden llegar a no
entenderse de una región a otra, por ello generalmente se les considera no como una sola
lengua sino como varias.

Los nombres de las lenguas indígenas

Los nombres con los que han sido conocidas las lenguas indígenas históricamente no son,
en su mayoría, las formas con las que sus habitantes las llaman ni con las que se identifican;
se trata más bien de nombres impuestos y a veces con significados despectivos.

Lenguas nacionales de México

Si bien no está establecido en la Constitución, el Español es la lengua oficial de México.


También es la lengua mayoritaria pues casi todos los mexicanos la hablan, incluido el 80%
de la población que habla alguna lengua indígena.

Las lenguas indígenas son minoritarias por el número de habitantes y también porque no
gozan de los mismos derechos que el Español aunque, desde marzo de 2003, son
reconocidas en la Ley General de Derechos Lingüísticos de los Pueblos Indígenas como
lenguas nacionales.
El multilingüismo en el México contemporáneo

Conocer una lengua distinta de la materna es una herramienta que amplía nuestras
posibilidades de comunicación y una ventana que permite asomarnos a formas distintas de
entender y expresar el mundo.
La mayoría de los indígenas tiene la riqueza de conocer al menos dos lenguas distintas, la
materna y el español, además de otras lenguas o variantes de su región y, en el caso de
algunos migrantes, el inglés.

La población indígena, eminentemente rural, ha estado inmersa en la dinámica de


migración que ha caracterizado al campo en las últimas décadas. Muchos de los idiomas
son hablados en diversas partes del territorio nacional y de los Estados Unidos de
Norteamérica.

LEY GENERAL DE DERECHOS LINGÜÍSTICOS DE LOS PUEBLOS


INDÍGENAS

Capítulo I
DISPOSICIONES GENERALES
ARTÍCULO 1. La presente Ley es de orden público e interés social, de observancia general en los
Estados Unidos Mexicanos y tiene por objeto regular el reconocimiento y protección de los
derechos lingüísticos, individuales y colectivos de los pueblos y comunidades indígenas, así como
la promoción del uso y desarrollo de las lenguas indígenas.
ARTÍCULO 2. Las lenguas indígenas son aquellas que proceden de los pueblos existentes en el
territorio nacional antes del establecimiento del Estado Mexicano, además de aquellas
provenientes de otros pueblos indoamericanos, igualmente preexistentes que se han arraigado en
el territorio nacional con posterioridad y que se reconocen por poseer un conjunto ordenado y
sistemático de formas orales funcionales y simbólicas de comunicación
ARTÍCULO 3. Las lenguas indígenas son parte integrante del patrimonio cultural y lingüístico
nacional. La pluralidad de lenguas indígenas es una de las principales expresiones de la
composición pluricultural de la Nación Mexicana.
ARTÍCULO 4. Las lenguas indígenas que se reconozcan en los términos de la presente Ley y el
español son lenguas nacionales por su origen histórico, y tienen la misma validez en su territorio,
localización y contexto en que se hablen.
ARTÍCULO 5. El Estado a través de sus tres órdenes de gobierno, -Federación, Entidades
Federativas y municipios-, en los ámbitos de sus respectivas competencias, reconocerá, protegerá
y promoverá la preservación, desarrollo y uso de las lenguas indígenas nacionales
ARTÍCULO 6. El Estado adoptará e instrumentará las medidas necesarias para asegurar que los
medios de comunicación masiva difundan la realidad y la diversidad lingüística y cultural de la
Nación Mexicana. Además, destinará un porcentaje del tiempo que dispone en los medios de
comunicación masiva concesionados, de acuerdo a la legislación aplicable, para la emisión de
programas en las diversas lenguas nacionales habladas en sus áreas de cobertura, y de
programas culturales en los que se promueva la literatura, tradiciones orales y el uso de las
lenguas indígenas nacionales de las diversas regiones del país.
ARTÍCULO 7. Las lenguas indígenas serán válidas, al igual que el español, para cualquier asunto
trámite de carácter público, así como para acceder plenamente a la gestión, servicios e información
pública. Al Estado corresponde garantizar el ejercicio de los derechos previstos en este artículo,
conforme a lo siguiente:
a).- En el Distrito Federal y las demás entidades federativas con municipios o comunidades que
hablen lenguas indígenas, los Gobiernos correspondientes, en consulta con las comunidades
indígenas originarias y migrantes, determinarán cuáles de sus dependencias administrativas
adoptarán e instrumentarán las medidas para que las instancias requeridas puedan atender y
resolver los asuntos que se les planteen en lenguas indígenas.
b).- En los municipios con comunidades que hablen lenguas indígenas, se adoptarán e
instrumentarán las medidas a que se refiere el párrafo anterior, en todas sus instancias.
La Federación y las entidades federativas tendrán disponibles y difundirán a través de textos,
medios audiovisuales e informáticos: leyes, reglamentos, así como los contenidos de los
programas, obras, servicios dirigidos a las comunidades indígenas, en la lengua de sus
correspondientes beneficiarios.

ARTÍCULO 8. Ninguna persona podrá ser sujeto a cualquier tipo de discriminación a causa o en
virtud de la lengua que hable.

Capítulo II
DE LOS DERECHOS DE LOS HABLANTES DE LENGUAS INDÍGENAS

ARTÍCULO 9. Es derecho de todo mexicano comunicarse en la lengua de la que sea hablante, sin
restricciones en el ámbito público o privado, en forma oral o escrita, en todas sus actividades
sociales, económicas, políticas, culturales, religiosas y cualesquiera otras.
ARTÍCULO 10. El Estado garantizará el derecho de los pueblos y comunidades indígenas el
acceso a la jurisdicción del Estado en la lengua indígena nacional de que sean hablantes.Para
garantizar ese derecho, en todos los juicios y procedimientos en que sean parte, individual
o colectivamente, se deberán tomar en cuenta sus costumbres y especificidades culturales
respetando los preceptos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Las autoridades federales responsables de la procuración y administración de justicia, incluyendo
las agrarias y laborales, proveerán lo necesario a efecto de que en los juicios que realicen, los
indígenas sean asistidos gratuitamente, en todo tiempo, por intérpretes y defensores que tengan
conocimiento de su lengua indígena y cultura.
En los términos del artículo 5o., en las entidades federativas y en los municipios con comunidades
que hablen lenguas indígenas, se adoptarán e instrumentarán las medidas a que se refiere el
párrafo anterior, en las instancias que se requieran.
ARTÍCULO 11. Las autoridades educativas federales y de las entidades federativas, garantizarán
que la población indígena tenga acceso a la educación obligatoria, bilingüe e intercultural, y
adoptarán las medidas necesarias para que en el sistema educativo se asegure el respeto a la
dignidad e identidad de las personas, independientemente de su lengua. Asimismo, en los niveles
medio y superior, se fomentará la interculturalidad, el multilingüismo y el respeto a la diversidad
y los derechos lingüísticos.
ARTÍCULO 12. La sociedad y en especial los habitantes y las instituciones de los pueblos y las
comunidades indígenas serán corresponsables en la realización de los objetivos de esta Ley, y
participantes activos en el uso y la enseñanza de las lenguas en el ámbito familiar, comunitario y
regional para la rehabilitación lingüística.

Capítulo III
DE LA DISTRIBUCIÓN, CONCURRENCIA Y COORDINACIÓN DE COMPETENCIAS

ARTÍCULO 13. Corresponde al Estado en sus distintos órdenes de gobierno la creación de


instituciones y la realización de actividades en sus respectivos ámbitos de competencia, para lograr
los objetivos generales de la presente Ley, y en particular las siguientes:
I. Incluir dentro de los planes y programas, nacionales, estatales y municipales en materia de
educación y cultura indígena las políticas y acciones tendientes a la protección, preservación,
promoción y desarrollo de las diversas lenguas indígenas nacionales, contando con la
participación de los pueblos y comunidades indígenas;
II. Difundir en las lenguas indígenas nacionales de los beneficiarios, el contenido de los programas,
obras y servicios dirigidos a las comunidades indígenas;
III. Difundir a través de los medios de comunicación las lenguas indígenas nacionales de la región
para promover su uso y desarrollo;
IV. Incluir en los programas de estudio de la educación básica y normal, el origen y evolución de
las lenguas indígenas nacionales, así como de sus aportaciones a la cultura nacional;
V. Supervisar que en la educación pública y privada se fomente o implemente la interculturalidad,
el multilingüismo y el respeto a la diversidad lingüística para contribuir a la preservación, estudio
Y desarrollo de las lenguas indígenas nacionales y su literatura;
VI. Garantizar que los profesores que atiendan la educación básica bilingüe en comunidades
indígenas hablen y escriban la lengua del lugar y conozcan la cultura del pueblo indígena de que
se trate;
VII. Impulsar políticas de investigación, difusión, estudios y documentación sobre las lenguas
indígenas nacionales y sus expresiones literarias;
VIII. Crear bibliotecas, hemerotecas, centros culturales u otras instituciones depositarias que
conserven los materiales lingüísticos en lenguas indígenas nacionales;
IX. Procurar que en las bibliotecas públicas se reserve un lugar para la conservación de la
información y documentación más representativa de la literatura y lenguas indígenas nacionales;
X. Apoyar a las instituciones públicas y privadas, así como a las organizaciones de la sociedad
civil, legalmente constituidas, que realicen investigaciones etnolingüísticas, en todo lo relacionado
al cumplimiento de los objetivos de esta Ley;
XI. Apoyar la formación y acreditación profesional de intérpretes y traductores en lenguas
indígenas nacionales y español;
XII. Garantizar que las instituciones, dependencias y oficinas públicas cuenten con personal que
tenga conocimientos de las lenguas indígenas nacionales requeridas en sus respectivos territorio;
XIII. Establecer políticas, acciones y vías para proteger y preservar el uso de las lenguas y culturas
nacionales de los migrantes indígenas en el territorio nacional y en el extranjero, y
XIV. Propiciar y fomentar que los hablantes de las lenguas indígenas nacionales participen en las
políticas que promuevan los estudios que se realicen en los diversos órdenes de gobierno,
espacios académicos y de investigación.

Capítulo IV
DEL INSTITUTO NACIONAL DE LENGUAS INDÍGENAS

ARTÍCULO 14. Se crea el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, como organismo


descentralizado de la Administración Pública Federal, de servicio público y social, con personalidad
jurídica y patrimonio propio, sectorizado en la Secretaría de Educación Pública, cuyo objeto es
promover el fortalecimiento, preservación y desarrollo de las lenguas indígenas que se hablan en el
territorio nacional, el conocimiento y disfrute de la riqueza cultural de la Nación, y asesorar a los
tres órdenes de gobierno para articular las políticas públicas necesarias en la materia. Para el
cumplimiento de este objeto, el Instituto tendrá las siguientes características y atribuciones:

a) Diseñar estrategias e instrumentos para el desarrollo de las lenguas indígenas nacionales, en


coordinación con los tres órdenes de gobierno y los pueblos y comunidades indígenas.
b) Promover programas, proyectos y acciones para vigorizar el conocimiento de las culturas y
lenguas indígenas nacionales.
c) Ampliar el ámbito social de uso de las lenguas indígenas nacionales y promover el acceso a su
conocimiento; estimular la preservación, conocimiento y aprecio de las lenguas indígenas en los
espacios públicos y los medios de comunicación, de acuerdo a la normatividad en la materia.
d) Establecer la normatividad y formular programas para certificar y acreditar a técnicos y
profesionales bilingües. Impulsar la formación de especialistas en la materia, que asimismo sean
conocedores de la cultura de que se trate, vinculando sus actividades y programas de licenciatura y
postgrado, así como a diplomados y cursos de especialización, actualización y capacitación.
e) Formular y realizar proyectos de desarrollo lingüístico, literario y educativo.
f) Elaborar y promover la producción de gramáticas, la estandarización de escrituras y la promoción
de la lectoescritura en lenguas indígenas nacionales.
g) Realizar y promover investigación básica y aplicada para mayor conocimiento de las lenguas
indígenas nacionales y promover su difusión.
h) Realizar investigaciones para conocer la diversidad de las lenguas indígenas nacionales, y
apoyar al Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática a diseñar la metodología para
la realización del censo sociolingüístico para conocer el número y distribución de sus hablantes.
i) Actuar como órgano de consulta y asesoría de las dependencias y entidades de la
Administración Pública Federal, así como de las instancias de los Poderes Legislativo y Judicial, de
los gobiernos de los estados y de los municipios, y de las instituciones y organizaciones sociales
y privadas en la materia.
j) Informar sobre la aplicación de lo que dispone la Constitución, los tratados internacionales
ratificados por México y esta Ley, en materia de lenguas indígenas, y expedir a los tres órdenes de
gobierno las recomendaciones y medidas pertinentes para garantizar su preservación y desarrollo.
k) Promover y apoyar la creación y funcionamiento de institutos en los estados y municipios,
conforme a las leyes aplicables de las entidades federativas, según la presencia de las lenguas
indígenas nacionales en los territorios respectivos.
l) Celebrar convenios, con apego a la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con
personas físicas o morales y con organismos públicos o privados, nacionales, internacionales o
extranjeros, con apego a las actividades propias del Instituto y a la normatividad aplicable.
ARTÍCULO 15. La administración del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas estará a cargo de un
Consejo Nacional, como órgano colectivo de gobierno, y un Director General responsable del
funcionamiento del propio Instituto. El domicilio legal del Instituto será la Ciudad de México, Distrito
Federal.
ARTÍCULO 16. El Consejo Nacional se integrará con: siete representantes de la administración
pública federal, tres representantes de escuelas, instituciones de educación superior y
universidades indígenas, y tres representantes de instituciones académicas y organismos civiles
que se hayan distinguido por la promoción, preservación y defensa del uso de las lenguas
indígenas. Los representantes de la Administración Pública Federal son los siguientes:
1).- El Secretario de Educación Pública, quien lo presidirá en su carácter de titular de la
coordinadora de sector, con fundamento en lo establecido en la Ley Federal de Entidades
Paraestatales.
2).- Un representante de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público con el nivel de Subsecretario.
3).- Un representante de la Secretaría de Desarrollo Social.
4).- Un representante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes.
5).- Un representante del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
6).- Un representante del Instituto Nacional Indigenista.
7).- Un representante de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
El Director General será designado por el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, a
propuesta de una terna presentada por el Consejo Nacional y podrá permanecer en el cargo por
por un periodo máximo de 6 años; preferentemente hablante nativo de alguna lengua indígena;
con experiencia relacionada con alguna de las actividades sustantivas del Instituto y gozar de
reconocido prestigio profesional y académico en la investigación, desarrollo, difusión y uso de las
lenguas indígenas.

ARTÍCULO 17. Las reglas de funcionamiento del órgano de gobierno, la estructura administrativa y
operativa, así como las facultades y reglas de ejecución del órgano de dirección del instituto, se
establecerán en el Reglamento Interno del organismo y que serán expedidas por el Consejo
Nacional.
El órgano de gobierno se reunirá cada seis meses de manera ordinaria, y de manera extraordinaria
cuando sea convocado por su Presidente; se integrará por la mayoría de sus integrantes, y sus
decisiones se adoptarán con la mayoría de los presentes.
ARTÍCULO 18. Para el cumplimiento de sus atribuciones el Director General tendrá las facultades
de dominio, de administración y para pleitos y cobranzas, incluyendo las que requieran de cláusula
especial, sin más limitaciones que las específicas que le llegue a imponer en forma general el
Estatuto o temporales por parte del Consejo Nacional.
ARTÍCULO 19. El órgano de vigilancia administrativa del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas
estará integrado por un Comisario Público Propietario y un Suplente, designados por la Secretaría
de la Contraloría y Desarrollo Administrativo.
ARTÍCULO 20. El Consejo Nacional del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas, previa consulta a
los estudios particulares de los Institutos Nacional de Antropología e Historia y Nacional de
Estadística, Geografía e Informática, a propuesta conjunta de los representantes de los pueblos
y comunidades indígenas, y de las instituciones académicas que formen parte del propio Consejo
hará el catálogo de las lenguas indígenas; el catálogo será publicado en el Diario Oficial de la
Federación
ARTÍCULO 21. El patrimonio del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas se integrará con los
bienes que enseguida se enumeran:

I. La cantidad que anualmente le fije como subsidio el Gobierno Federal, a través del Presupuesto
de Egresos;
II. Con los productos que adquiera por las obras que realice y por la venta de sus publicaciones, y
III. Los que adquiera por herencia, legados, donaciones o por cualquier otro título de personas o de
instituciones públicas o privadas.
ARTÍCULO 22. Para garantizar el cumplimiento de las obligaciones y atribuciones señaladas en
esta Ley y conforme a lo dispuesto en el penúltimo párrafo del Apartado B, del artículo 2o. de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en materia de derechos y cultura indígena,
la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, las Legislaturas de las Entidades Federativas y
los Ayuntamientos, en el ámbito de sus respectivas competencias, establecerán las partidas
específicas en los presupuestos de egresos que aprueben para proteger, promover, preservar,
usar y desarrollar las lenguas indígenas.
ARTÍCULO 23. Las relaciones laborales del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas y sus
trabajadores se regirán por la Ley Federal de los Trabajadores al Servicio del Estado,
reglamentaria del Apartado A del artículo 123 Constitucional
ARTÍCULO 24. El Instituto Nacional de Lenguas Indígenas y sus correlativos estatales en su caso,
promoverán que las autoridades correspondientes expidan las leyes que sancionen y penalicen la
comisión de cualquier tipo de discriminación, exclusión y explotación de las personas hablantes de
lenguas indígenas nacionales, o que transgredan las disposiciones que establecen derechos a
favor de los hablantes de lenguas indígenas nacionales, consagrados en esta ley.
ARTÍCULO 25. Las autoridades, instituciones, servidores y funcionarios públicos que contravengan
lo dispuesto en la presente ley serán sujetos de responsabilidad, de conformidad con lo previsto en
el Título Cuarto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos referente a la
responsabilidad de los servidores públicos y sus leyes reglamentarias.

ARTÍCULO SEGUNDO
TRANSITORIOS

Primero. El presente Decreto entrará en vigor al día siguiente de su publicación en el Diario


Oficial de la Federación.
Segundo. El Consejo Nacional del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas se constituirá dentro
de los seis meses siguientes a la publicación de este Decreto en el Diario Oficial de la
Federación. Para este efecto, el Secretario de Educación Pública convocará a los directores y
rectores de las escuelas, instituciones de educación superior y universidades indígenas,
instituciones académicas, incluyendoentre éstas específicamente al Centro de Investigación y
Estudios Superiores en Antropología Social, asícomo organismos civiles para que hagan la
propuesta de sus respectivos representantes para queintegren el Consejo Nacional del Instituto.
Recibidas dichas propuestas, el Secretario de EducaciónPública, los representantes de las
Secretarías de Hacienda y Crédito Público, de la Secretaría deDesarrollo Social, de la Secretaría
de Comunicaciones y Transportes, del Consejo Nacional para laCultura y las Artes, del Instituto
Nacional Indigenista, de la Secretaría de Relaciones Exteriores,resolverán sobre la integración del
primer Consejo Nacional del Instituto que fungirá por el periodo de unaño. Concluido este plazo
deberá integrarse el Consejo Nacional en los términos que determine elEstatuto que deberá
expedirse por el primer Consejo Nacional dentro del plazo de seis meses contado apartir de su
instalación.
Tercero. El catálogo a que hace referencia el artículo 20 de la Ley General de Derechos
Lingüísticosde los Pueblos Indígenas, deberá hacerse dentro del plazo de un año siguiente a la
fecha en que quedeconstituido el Consejo Nacional del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas,
conforme al artículotransitorio anterior.
Cuarto. El primer censo sociolingüístico deberá estar levantado y publicado dentro del plazo de
dosaños contado a partir de la entrada en vigor de este Decreto. Los subsecuentes se levantarán
junto conel Censo General de Población y Vivienda.
Quinto. La Cámara de Diputados del Congreso de la Unión establecerá dentro del Presupuesto de
Egresos de la Federación, la partida correspondiente al Instituto Nacional de Lenguas Indígenas,
paraque cumpla con los objetivos establecidos en la presente ley.
Sexto. Los congresos estatales analizarán, de acuerdo con sus especificidades etnolingüísticas, la
debida adecuación de las leyes correspondientes de conformidad con lo establecido en esta ley.
Séptimo. En relación con la fracción VI del artículo 13 de la presente Ley, en el caso de que las
autoridades educativas correspondientes no contaran con el personal capacitado de manera
inmediata,éstas dispondrán de un plazo de hasta dos años, a partir de la publicación de la presente
Ley, paraformar al personal necesario. Con el fin de cumplir cabalmente con dicha disposición, las
normalesincluirán la licenciatura en educación indígena.
Octavo. Se derogan todas las disposiciones que contravengan al presente Decreto.

La discriminación indígena en México

Ya se sabía de la discriminación que los mexicanos pertenecientes a algún pueblo indígena


sufren en su vida cotidiana, pero no por eso dejan de preocupar los resultados de la primera
Encuesta Nacional sobre Discriminación, presentada por la Secretaría de Desarrollo Social
y el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación. El hecho de que 66 por ciento de
los mexicanos piense que los miembros de los pueblos indígenas tienen pocas o nulas
posibilidades de mejorar sus condiciones de vida; que 43 por ciento asuma que siempre
habrá limitaciones sociales para éstos a causa de las características de su pensamiento, y
más de 30 por ciento suponga que la única manera en que los indígenas pueden mejorar su
situación socioeconómica es que dejen de serlo, es para quitar el sueño a cualquiera, más
cuando se sabe que alrededor de 40 por ciento de los encuestados estarían dispuestos a
organizarse para evitar que cerca de su lugar de residencia se establezca un grupo étnico y
20.1 por ciento no compartiría su casa con un indígena.

Si a estos datos se agregan los que aporta el reporte del Banco Mundial sobre Pueblos
indígenas, pobreza y desarrollo en América Latina: 1994-2004, el cuadro es desolador. La
pobreza no ha disminuido en 10 años entre la población indígena; los trabajadores de ese
sector poblacional reciben menos ingresos que quienes no lo son, aun cuando tengan el
mismo nivel profesional; la tasa de analfabetismo entre indígenas es de 24.6 por ciento,
mientras para los no indígenas es de 6.4 por ciento; la esperanza de vida es cuatro años
menor que entre el resto de la población, y el acceso a servicios sociales es de 65 por
ciento, mientras en el resto de la población alcanza 86 por ciento.

En una sociedad que reconoce formalmente la igualdad de todos sus miembros y prohíbe la
discriminación por razones étnicas, al tiempo que se proclama una nación de composición
pluricultural con sustento originario en sus pueblos indígenas, los datos resultan alarmantes.
La enorme brecha entre la realidad social y las disposiciones normativas indican que, tanto
el discurso gubernamental sobre el tema como las raquíticas políticas para combatir los
rezagos sociales han resultado insuficientes. ''Tenemos frente a nosotros la fotografía de
una sociedad que se mueve entre los rezagos del autoritarismo y la intolerancia'', reconoció
la Secretaría de Desarrollo Social en la presentación de los resultados de la encuesta, pero
omitió decir que ella forma parte de un gobierno que está obligado a combatir la
discriminación y no parte de quienes la sufren.

Los resultados de la encuesta y los del Banco Mundial demuestran la insuficiencia de las
reformas legales a medias realizadas en los últimos años para el reconocimiento de los
derechos de los pueblos indígenas y los programas diseñados desde la burocracia
gubernamental. En el primer caso se trata de una legislación que no va al centro del asunto
sino por sus orillas, y así no se reconocen derechos; contribuye a nulificar su efecto el
hecho de que no se establezcan las reformas institucionales necesarias para operarlas. Baste
un ejemplo para ello: desde 1885 varios códigos penales de los estados se han reformado
para reconocer el derecho a intérprete de los procesados, pero hasta la fecha no existe en
toda la República una institución oficial que proporcione ese servicio, como sí las hay en
lenguas extrajeras. En el segundo, las políticas dirigidas a indígenas han sido reducidas a
atender necesidades básicas de servicios con programas diseñados desde las esferas
gubernamentales y sin tomar en cuenta las especificidades culturales de los destinatarios.

Todo lo anterior desnuda el discurso multicultural elaborado desde el poder, que mientras
simula reconocer las diferencias, las somete y las integra a los designios del capital,
convirtiéndolo en una ideología de integración disfrazada y no en una política de
reconocimiento de las diferencias. Que desde el Estado y los organismos internacionales se
reconozca que la discriminación indígena es una realidad, muestra lo erróneo de las
políticas oficiales y confirma lo acertado del discurso del movimiento indígena de
transformar el Estado para que puedan ser parte de él. Demuestra también que más allá del
discurso, no se puede esperar más del actual gobierno, porque combatir la discriminación
sería ir contra sus propias políticas, y eso en su lógica no es posible. Por eso la lucha contra
la discriminación y por la igualdad de todos debe ser obra de los propios afectados, y su
esfuerzo debe venir desde abajo, abriendo espacios de participación y creando poderes
locales que les permitan impulsar sus demandas.

Poblaciones indígenas

Las poblaciones indígenas o aborígenes son aquellas que


estaban viviendo en sus tierras antes de que llegaran los
colonizadores de otros lugares, los cuales al convertirse
en el grupo dominante - mediante la conquista, la
ocupación, la colonización o por otros medios - segregan
o discriminan a los pobladores originarios. Cada vez que
los pueblos vecinos dominadores han ampliado sus
territorios o llegan colonizadores de tierras lejanas, las
culturas y el sustento de los indígenas han estado en
peligro. Estas amenazas han evolucionado a través de los
años, sin embargo no han desaparecido por lo que las poblaciones autóctonas son
consideradas como uno de los grupos más desfavorecidos en el mundo.

Debido a esto, las Naciones Unidas se ocupan de forma creciente en promover los
derechos de los indígenas. Más de 300 millones de personas forman alrededor de 5000
poblaciones indígenas en 70 países del mundo y han estado sometidas a la opresión,
exclusión de los procesos de toma de decisiones, marginación, explotación, asimilación
forzosa y represión cuando tratan de pugnar por sus derechos. También llegan a ser
perseguidos por lo que muchos se convierten en refugiados.

Actualmente los problemas, las quejas y los intereses de los pueblos indígenas suelen
ser muy semejantes, especialmente en lo relacionado con mantener su identidad y
patrimonio cultural.

Poblaciones indígenas en el marco de la ONU

La cuestión de las poblaciones indígenas ha sido estudiada desde 1920, cuando los
pobladores autóctonos americanos se pusieron en contacto con la Sociedad de las
Naciones. Sin embargo, en aquel acercamiento no hubo grandes resultados.
Posteriormente, ya en el seno de las Naciones Unidas, los pueblos indígenas hicieron
llamamientos esporádicos sin muchos resultados. También el Gobierno boliviano llamó
la atención sobre esta cuestión al hacer un llamamiento a la ONU con el fin de crear
una subcomisión que se encargara directamente del tema.

La ONU ha tratado algunas cuestiones que afectaban indirectamente a las poblaciones


indígenas tales como el estudio de la cuestión de las minorías, la esclavitud, la
servidumbre y el trabajo forzoso. Sin embargo, en 1970 la Subcomisión de Prevención
de Discriminaciones y Protección de las Minorías, del ECOSOC, recomendó el estudio
general y completo del problema de la discriminación contra las poblaciones indígenas.
Asimismo, en 1971 el Sr. José R. Martínez Cobo (Ecuador) fue nombrado "Relator
Especial de la Comisión de Derechos Humanos sobre la situación de los derechos
humanos y las libertades fundamentales de los indígenas".

El relator especial abordó una amplia gama de cuestiones de derechos humanos,


incluyendo las siguientes:

 Una definición de las poblaciones indígenas


 El papel de las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales
 Los principios básicos y la eliminación de la discriminación en materia de
derechos humanos
 Las áreas especiales de acción tales como la salud, la vivienda, la educación, la
lengua o idioma, la cultura, las instituciones sociales, culturales y jurídicas, el
empleo, la tierra, los derechos políticos, los derechos y práctica religiosos y la
igualdad en la administración de justicia

Las conclusiones a las que se llegó fueron presentadas a través de un informe final
presentado a la Subcomisión de de Prevención de Discriminaciones y Protección de las
Minorías de 1981 a 1984. Estas conclusiones marcaron un hito en el estudio de la
cuestión indígena por parte de las Naciones Unidas. Muchas de ellas se han
incorporado en resoluciones de la Subcomisión y otras se encuentran en estudio
actualmente.

El estudio del Sr. Martínez Cobo dio lugar a la creación del Grupo de Trabajo sobre
poblaciones Indígenas en 1982. Este es un órgano subsidiario de la Subcomisión,
establecido por la Subcomisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, para
promover los derechos de estas poblaciones. Está compuesto por cinco expertos
independientes, que son además miembros de la Subcomisión. Este Grupo de Trabajo
llegó a la redacción de la "Declaración sobre los Derechos de las Poblaciones
Indígenas", el cual se está revisando actualmente.

más información sobre el Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas

Con el fin de llevar a cabo la revisión de la Declaración, fue establecido por la Comisión
de Derechos Humanos el Grupo de Trabajo sobre el proyecto de Declaración sobre los
Derechos de las Poblaciones Indígenas en 1995.

Además, de esto, la Asamblea General de la ONU ha establecido el Fondo de


Contribuciones Voluntarias para las Poblaciones Indígenas, con el fin de prestar
asistencia financiera a los representantes de las comunidades y organizaciones
indígenas para que puedan asistir a los períodos de sesiones del Grupo de Trabajo
sobre Poblaciones Indígenas.

Asimismo, el Consejo Económico y Social estableció en el 2000 el Foro permanente


para las Poblaciones Indígenas formado por 16 expertos el cual funciona como órgano
subsidiario cuyo objetivo es ayudar al ECOSOC a coordinar las actividades de la ONU -
especialmente asesorando el Consejo Económico y Social - y discutir temas relativos a
las poblaciones indígenas tales como:

 El desarrollo
 La cultura
 El ambiente su desarrollo
 La promoción de sus derechos humanos
 El cuidado del medio ambiente
 La salud.

La Cumbre para la Tierra de 1992 marcó un momento histórico para las poblaciones
indígenas ya que veinte representantes indígenas elegidas por poblaciones autóctonas
de todo el mundo hablaron directamente desde el estrado de la Asamblea General. En
esa ocasión expresaron sus preocupaciones ante el deterioro de sus tierras y del medio
ambiente, así como las condiciones actuales de sus pueblos y los esfuerzos que serán
necesarios para captar la atención internacional y lograr una mejor vida para las
poblaciones indígenas de todo el mundo.

La Asamblea General proclamó 1993 el "Año Internacional de las Poblaciones


Indígenas del Mundo" y la década de 1995-2004 como el "Decenio Internacional de las
Poblaciones Indígenas del Mundo", para fortalecer la cooperación internacional para
resolver los problemas de las comunidades indígenas.

Por otro lado, varios organismos especializados del Sistema de las Naciones Unidas,
tales como el PNUD, el UNICEF, el FIDA, la UNESCO, el Banco Mundial, la OIT y la OMS
trabajan constantemente para dirigir programas destinados a mejorar la salud, los
derechos laborales y la alfabetización de los indígenas, así como para evitar el
deterioro ambiental de las tierras nativas de estos grupos.

Índice
Pueblos indígenas de sonora……………………………………………………….1

Pueblos indígenas de otros estados ………………………………………..12

VARIEDAD DE LENGUAS QUE SE HABLAN EN MÉXICO……………………….15

IDIOMA
ZAPOTECO…………………………………………………………………………..19

DIVERSIDAD lingüística EN MÉXICO……………………………………………….21

LEY GENERAL DE DERECHOS LINGÚSTÏCOS


DE LOS PUEBLOS
INDÍGENAS……………………………………………………………23

LA DISCRIMINACIÓN INDÍGENA EN
MÉXICO……………………………………….28

Esc. Sec. Gral. Francisco i. madero

ESPAÑOL 1

PROFESOR CARLOS BALDERRAMA A.


ALUMNO DIANA LAURA CORTES GARCIA

1 L
BLOQUE

PUEBLOS INDÍGENAS DE MÉXICO

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