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SECCION AÚREA

Introducción

Hagamos un experimento: dibujemos una recta de la dimensión que deseemos. Fijémonos


bien en ella , después, dividámosla en dos partes desiguales mediante un pequeño trazo, de
tal manera que los dos segmentos sean equilibrados y proporcionalmente agradables. Tras
esto midámoslas, podremos comprobar que la menor es aproximadamente un 62% de la
mayor y que ésta es un 62% de la recta completa. Fray Paciolo di Borgo, monje italiano,
enuncio en el 1509 una fórmula matemática cuya aplicación da una constante a la que
denominó Número de Oro o Divina Proporción. Ya utilizada en la antigüedad ésta Divina
Relación se encuentra cuando, realizando el ejercicio anterior, el segmento menor, es al
segmento mayor, como este es a la suma de ambos, es decir, a la totalidad de la recta. Este
número equivale al 62% y es exactamente 0.618.

Trabajo de la sección Áurea

A lo largo del tiempo todos los artistas han buscado una forma de división de las cosas
perfectas pero no había nada que indicase en que proporción debían estar las cosas(seres
vivos, objetos...).Ahora sabemos que existe una fórmula muy conocida en el mundo del
diseño, que permite dividir el espacio en partes iguales, para lograr un efecto estético
agradable y que puede llegar a ser muy eficaz. Esta teoría se denomina "La regla Áurea",
también conocida como "divina proporción" o “numero áureo”

En 1497, un fraile italiano llamado Lucca Pacioli escribió un libro donde se reveló, por fin, el
secreto de la belleza. Se titula De divina Proportione, y su tema central es lo que los
escolares de nuestros días conocen como "regla de tres". Pacioli se inspiraba en las ideas
de Piero della Francesca, un hombre que hoy conocemos a través de su obra pictórica, pero
que en su tiempo era más conocido por ser el autor de De Abaco, un manual de matemática
para comerciantes.

La regla de tres era una herramienta básica para los comerciantes del Quattrocento: servía
para determinar las proporciones de capital, tierras, volumen de grano o cualquier otra clase
de bienes que le correspondía a cada socio, heredero o copropietario ante un total
determinado. Se la conocía entonces como regla de oro o llave del comerciante.

Una regla de tres famosa es la llamada Escala Armónica Pitagórica, que al modo
renacentista se expresa: 6 8 9 12

Algunos arquitectos relacionaron la escala armónica pitagórica, utilizada para representar


una escala musical, con el diseño visual modular o proporcional. Andrea Palladio dejó
asentada una falacia de diseño según la cual los espacios pueden ser diseñados
"musicalmente" de acuerdo con esta escala: como el intervalo entre 6 y 12 es de una octava,
entre 6 y 9 y entre 8 y 12 es de una quinta, entre 6 y 8 y entre 9 y 12 de cuarta y entre 8 y 9 de
un tono, si se organizaban las dimensiones de las habitaciones de un edificio siguiendo esta
serie, entonces se estaría produciendo una armonía espacial de la misma clase que la que
relaciona las notas musicales. La regla Áurea parecía una fórmula perfecta que relacionaba
las artes de la música, la pintura y la arquitectura. Y además mantenía las buenas relaciones
comerciales.

Cuando Lucca Pacioli escribió La Divina Proporción, lo que hizo fue tomar otro tipo de regla
de tres, que, partiendo de una unidad arbitraria permitía la construcción de
proporcionalidades tanto de múltiplos como de submúltiplos (intervalos mayores y
menores). Los aficionados (en particular los fotógrafos, grandes entusiastas) conocen esta
relación como sección áurea. Su expresión matemática es

a:b=b:a+b

Vitruvio ideó un sistema de cálculo matemático de la división pictórica, para seccionar los
espacios en partes iguales y así conseguir una mejor composición. Se basa en el principio
general de contemplar un espacio rectangular dividido, a grandes rasgos, en terceras
partes, tanto vertical como horizontalmente. O, explicado de otra forma, bisecando un
cuadro y usando la diagonal de una de sus mitades como radio para ampliar las
dimensiones del cuadrado hasta convertirlo en "rectángulo áureo". Se llega a la proporción
a:b = c:a. Al situar los elementos primordiales de diseño en una de estas líneas, se cobra
conciencia del equilibrio creado entre estos elementos y el resto del diseño.

Rectángulo áureo

Un rectángulo especial es el llamado rectángulo áureo. Se trata de un rectángulo


armonioso en sus dimensiones.
Dibujamos un cuadrado y marcamos el
punto medio de uno de sus lados. Lo
unimos con uno de los vértices del lado
opuesto y llevamos esa distancia sobre el
lado inicial, de esta manera obtenemos el
lado mayor del rectángulo.

Si el lado del cuadrado vale 2 unidades,


es claro que el lado mayor del rectángulo
vale 1+ 5 por lo que la proporción entre
los dos lados es:

(1+ 5 ) /2

A este número se le llama número de oro, se representa por el símbolo Ø y su valor es


1,61803..., lo obtuvieron los griegos al hallar la relación entre la diagonal de un pentágono y
el lado. El nombre de "número de oro" se debe a Leonardo da Vinci.

En "el hombre ideal" de Leonardo, el


cociente entre el lado del cuadrado y el
radio de la circunferencia que tiene por
centro el ombligo, es el número de oro.
Otra propiedad de este rectángulo es que si se colocan
dos iguales como en la figura de la derecha, se forma
otro rectángulo áureo más grande.

Los egipcios ya conocían esta proporción y la usaron en la arquitectura de la pirámide de


Keops (2600 años a.C.). Los Egipcios descubrieron la proporción áurea por análisis y
observación, buscando medidas que les permitiera dividir la tierra de manera exacta., a
partir del hombre, utilizando la mano, el brazo, hasta encontrar que media lo mismo de alto
que de ancho con los brazos extendidos y encontraron que el ombligo establecía el punto
de división en su altura y esta misma ,se lograba de manera exacta, rebatiendo sobre las
bases de un cuadrado, una diagonal trazada de la mitad de la base a una de sus aristas. La
proporción áurea, paso de Egipto a Grecia y de allí a Roma. Las más bellas esculturas y
construcciones arquitectónicas están basadas en dichos cánones.

Aparece en pinturas de Dalí, en la Venus de Boticelli. Esta razón


también la usaron en sus producciones artistas del Renacimiento. En
España, en la Alambra, en edificios renacentistas como El Escorial ...
y en la propia Naturaleza en las espirales de las conchas de ciertos
moluscos.

Los griegos también la usaron en sus construcciones,


especialmente El Partenón, cuyas proporciones están
relacionadas entre sí por medio de la razón áurea.

El símbolo Ø para la relación áurea fue elegido por el matemático americano Mark Barr. La
letra fue elegida porque era la primera del nombre de Phidias que solía usar la relación
áurea en sus esculturas.

También se ha usado en el diseño del DNI, en la construcción de muebles, marcos para


ventanas, camas, etc.
La sucesión de Fibonacci

Consideremos la siguiente sucesión de números:

1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21, 34...

Cada número a partir del tercero, se obtiene sumando los dos que le preceden. Por ejemplo,
21 = 13 + 8; el siguiente a 34 será 34 + 21 = 55.

Esta sucesión es la llamada "sucesión de Fibonacci" (Leonardo de Pisa 1170-1240).

Los cocientes (razones) entre dos números de la sucesión, se aproximan más y más al
número áureo (1'61803...).

Esta sucesión de números aparece en la Naturaleza en


formas curiosas. Las escamas de una piña aparecen en
espiral alrededor del vértice. Si contamos el número de
espirales de una piña, encontraremos que siempre es igual
a uno de los números de la sucesión de Fibonacci.

Esta sucesión también aparece en el estudio de las


leyes mendelianas de la herencia, en la divergencia
foliar, en la formación de la concha de algunos
moluscos...

Una manera práctica de dibujar una espiral es mediante


la construcción rectangular en las espirales de
cuadrados; se trata de dibujar el cuadrante de un
círculo en cada nuevo cuadrado que se añada.

En la construcción anterior, se empieza con un cuadrado de 1 unidad de lado (el nº 1), se


añade uno igual para formar un rectángulo de 2 x 1, a continuación añadimos un cuadrado
de 2 x 2 (el nº 3) para formar un rectángulo de 3 x 2; después un cuadrado de 3 x 3 (el nº 4),
de manera que el siguiente rectángulo es 5 x 3, el siguiente cuadrado es 5 x 5 (el nº 5), y así
sucesivamente.

Sucesión de Fibonacci y la regla Áurea

Consideremos la siguiente sucesión de números: 1, 1, 2, 3, 5, 8, 13, 21...


Las razones entre ellos son:

Si cogemos dos números cualesquiera como números de partida y formamos una sucesión
de Fibonacci sumando siempre los dos últimos números, las razones serian:

Empezamos por 3 y 7; la sucesión sería: 3, 7, 10, 17, 27, 44, 71, 115...

Las razones son:

Independientemente de los números que encabecen la sucesión, las razones se aproximan


más y más al número 1'61803...

Este número fue estudiado por los griegos. Estamos ante el numero áureo, su valor

exacto es: y se representa con el símbolo Ø.

Los griegos obtuvieron este número al hallar la relación entre la


diagonal del pentágono regular y su lado. Esto hace posible construir
un pentágono regular usando regla y compás.

Al trazar las diagonales de un pentágono resulta la estrella


pentagonal o estrella de Italia, era el símbolo de la escuela
pitagórica y servía a los pitagóricos para reconocerse entre sí.
Índice

Portada............................................................................................................................... página 1

Índice............................................................................................................................... página 2

Introducción....................................................................................................................... Página 3

Trabajo............................................................................................................................... página 3-10

Bibliografía........................................................................................................................ página 11

Bibliografía

E recopilado la información de este trabajo buscando en la Enciclopedia Encarta 2000 y


buscando en www.google.com donde encontré información en bastantes paginas web,
algunas de estas web son las siguientes:

http://www.newsartesvisuales.com/funda/compo4.htm

http://www.geocities.com/ResearchTriangle/Thinktank/4492/noticias/la_proporcion_aurea.ht
m

http://www.cnice.mecd.es/recursos/bachillerato/arte/arte/pintura/fibonaci.htm

14.- El pentágono y el triángulo áureos.


El pentágono regular da origen al triángulo áureo que es un triángulo isósceles con dos
ángulos en la base que miden 72? y el ángulo opuesto 36?. A su vez, si la base del triángulo
mide 1, sus otros dos lados están en proporción áurea y miden 1,6180339.. (fig. 52)

Fig. 52 Triángulo áureo


Fig. 53 Trazos en proporción áurea en la estrella de cinco puntas.

Luego el pentágono da origen a la estrella de cinco puntas, la que es considerada una figura
de gran contenido simbólico. Con una punta hacia arriba se considera una protección contra
el mal y al contrario, cuando se ubica con dos puntas hacia arriba, un signo del mal,
considerado como la supremacía de la materia sobre el espíritu. Además todos sus trazos se
encuentran en la proporción áurea. Esto se ve en las relaciones de los trazos A, B, C y D
(fig. 53)

En seguida podemos observar la existencia de tres tamaños de triángulos áureos insertos en


la estrella de cinco puntas que se inscribe en el pentágono áureo. Cada uno mantiene la
misma relación áurea entre la base del triángulo y cada uno de sus otros dos lados (fig. 54).

Fig. 54 Tres tamaños de triángulos inscritos en el pentágono áureo.

15.- La serie Fibonacci y la proporción áurea.


Para comprender la serie Fibonacci debemos primero definir lo que se entiende por una
serie numérica. Esto no es otra cosa que una sucesión progresiva de números que sigue un
patrón definido en su evolución. Por ejemplo la sucesión de números naturales, de números
pares, de números impares, de números primos, etc.

No está muy claro cuál es el patrón de los primos: en realidad parece aleatorio, y la
sucesión de los primos contiene secuencias aritméticas arbitrariamente largas (teoremas
recientes de Terence Mao, premio Nobel en matemáticas, año 2006)
En el caso de la serie Fibonacci, se trata de una sucesión infinita de números naturales que
parten de 0 y luego el1, para continuar con la suma de los dos anteriores. Por lo
tanto0+1=1, en seguida se suman los dos últimos, es decir1+1=2, para seguir con1+2=3, a
continuación2+3=5, luego 3+5=8 y así hasta el infinito.

Si bien esta serie numérica primero fue descubierta por matemáticos de la India como
Gopala alrededor del año 1135 y luego Hemachandra en 1150, que investigaron los
patrones rítmicos que se formaban con notas o sílabas, su real dimensión nos ha llegado, en
occidente, desde que fuera descrita y explicada por Leonardo de Pisa, también llamado
Leonardo Fibonacci, un matemático italiano del siglo XIII.

Leonardo de Pisa la describió con el fin de resolver un problema que planteaba la cría de
conejos, tratando de encontrar el patrón rítmico de nacimiento de éstos.

Más adelante fue descrita también por el matemático alemán Johannes Kepler en el siglo
XVI. Y luego el matemático escocés Robert Simpson en 1753 descubrió la relación de dos
números sucesivos de la serie Fibonacci con la proporción áurea, detectando que mientras
más progresan éstos, más se aproxima su cociente al número de oro o divina proporción
(fig.55).

Fig. 55 Serie Fibonacci y la razón áurea


En la fig. 49 tomamos el número inicial 0+1 = al número siguiente que en este caso es 1 y
al sumar el 1 inicial con el 1 siguiente tenemos2, al sumar ambos tenemos3, luego al sumar
estos dos números, llegamos a5, enseguida a8, después a 13 y así sucesivamente hasta el
infinito.

A continuación, si dividimos el número siguiente por el número inicial de cada línea de la


serie de la fig. 49 partimos con1,0, luego 2,0 y así sucesivamente. Como los resultados de
estas divisiones nos dan un número con infinitos decimales, por razones prácticas los
limitaremos a siete decimales, y así encontramos que los resultados se van aproximando
paulatinamente al número que hemos descrito como número áureo con siete decimales Phi
Ø = 1,6180339, lo que se logra cuando se llega a la división6765 : 4181. De ahí en adelante
las divisiones que siguen tendrán siempre los mismos primeros 7 decimales hasta el
infinito. Si hacemos lo mismo con tres decimales, este número PhiØ = 1,618, se estabiliza
a partir de la división233 : 144.

En realidad, para cualquier número de decimales que nos demos de antemano, se observa
que la sucesión de los cocientes llega a coincidir en esos decimales con el número Phi.

Ahora bien, si hacemos las divisiones a la inversa, es decir el número inicial dividido por el
siguiente, es decir si en lugar de dividir10946 : 6765 = 1,6180338, dividimos6765 : 10946
= 0,6180339. Esto es la proporción áurea a la inversa, es decir si el tramo mayor mide 1
unidad, el tramo áureo menor medirá0,6180339.

Esta serie numérica la podemos encontrar en numerosas manifestaciones de la naturaleza:


La relación entre la cantidad de abejas macho y abejas hembra en un panal.
La relación entre la distancia entre las espirales del interior espiralado de cualquier caracol
(no sólo del nautilus)
La relación entre los lados de una estrella de cinco puntas o estrella de David.
La disposición de los pétalos de las flores (el papel del número áureo en la botánica recibe
el nombre de Ley de Ludwig).
La distancia entre las espirales de una piña.
La relación con el cociente entre el número de espirales horarias y antihorarias de una flor
de girasol o maravilla.
Las relaciones entre muchas partes corporales de los humanos y los animales:
La relación entre la altura de un ser humano y la altura de su ombligo.
La relación entre la distancia del hombro a los dedos y la distancia del codo a los dedos.
La relación entre la altura de la cadera y la altura de la rodilla.
La relación entre las divisiones vertebrales.
La relación entre las articulaciones de las manos y los pies.
Otro tanto ocurre con una gran cantidad de creaciones artísticas:
Relaciones arquitectónicas en las Pirámides de Egipto.
La relación entre las partes, el techo y las columnas del Partenón, en Atenas (s. V a. C.).
En los violines, la ubicación de las efes (los oídos, u orificios en la tapa) se relaciona con el
número áureo.
El número áureo aparece en las relaciones entre altura y ancho de los objetos y personas
que aparecen en las obras de Miguel Ángel, Durero y Da Vinci, entre otros.
Las relaciones entre articulaciones en el hombre de Vitrubio y en otras obras de Leonardo
da Vinci.*
En las estructuras formales de las sonatas de Mozart, en la Quinta Sinfonía de Beethoven,
en obras de Schubert y Débussy (estos compositores probablemente compusieron estas
relaciones de manera inconsciente).
Autores como Bártok, Messiaen, Stockhausen compusieron obras cuyas unidades formales
se relacionan (a propósito) con el número áureo.

16.- La espiral áurea y la espiral Fibonacci.


La espiral es una de las figuras geométricas con mayor carga simbólica que se expresa en la
geometría sagrada. Para comenzar estamos viviendo en una espiral, la galaxia. Esta figura
que en teoría no tiene ni principio ni fin está presente en todo nuestro entorno natural,
cultural y espiritual. Nuestro oído, con el que escuchamos, se desarrolla en forma de
espiral, y también lo encontramos en los conos de los pinos, en algunos cuernos animales,
en variadas plantas, en las conchas marinas, en el flujo natural del agua que se escurre por
un desagüe, en el flujo de aire de los tornados y huracanes, simbolizando los ciclos de
evolución de numerosos procesos, etc. Cada vuelta de la espiral representa un ciclo de
evolución, ofreciendo una perspectiva cada vez más amplia e inclusiva. Si imaginamos la
evolución como un patrón curvo, la espiral implica el concepto de crecimiento de esta
evolución. En caso contrario si la curva vuelve al comienzo, nos encontramos atrapados en
un proceso regresivo e involutivo.

Para los propósitos de configurar el tema de la geometría sagrada, distinguiremos dos tipos
de espirales. Por un lado la espiral logarítmica (fig. 56), que es la que encontramos
frecuentemente en la naturaleza y que se caracteriza por que sus brazos se incrementan en
progresión geométrica. Luego está la espiral de Arquímedes (fig. 57), cuyos brazos lo
hacen con distancias constantes.

Fig. 56 Espiral logarítmica


Fig. 57 Espiral de Arquímedes

Nos centraremos en la espiral logarítmica, cuya construcción se logra a partir del rectángulo
áureo, cuyo lado menor es 1 y el mayor es 1,6180339 (fig. 58). Otra manera de hacerlo es a
partir de la serie numérica Fibonacci aplicada a la diagonal de un cuadrado de lado 1 que
crece en la secuencia de la serie Fibonacci: 1,1,2,3,5,8,13. (fig. 59).

Fig. 58 Espiral áurea


Fig. 59 Espiral Fibonacci.

Ambas espirales, si bien al partir tienen un patrón de desarrollo diferente, a medida que van
gradualmente creciendo y alejándose de su centro, comienza a desaparecer la diferencia y
se igualan cada vez más. Es decir ocurre algo equivalente a lo que ocurre cuando crece la
serie Fibonacci, aproximándose cada vez más al número áureo.

Por otro lado las espirales se dividen en femeninas y masculinas, lo que dice relación con
los dos tipos de energías que las construyen. La espiral masculina se expresa a través de las
diagonales de los cuadrados que van girando en 90. Esto ocurre tanto en los cuadrados que
dan origen al rectángulo áureo para la espiral áurea (fig.60), como en la trama de cuadrados
que dan origen a la espiral Fibonacci (fig. 61).

Fig. 60 Espiral áurea masculina

Fig. 61 Espiral Fibonacci masculina

La espiral femenina se va construyendo con el arco que queda conformado entre los trazos
de estas diagonales y los círculos cuyos radios son el lado de los cuadrados que definen
dichas diagonales. (figs. 62 y 63).

Fig. 62 Espiral áureo femenina


Fig. 63 Espiral Fibonacci femenina

Uno de las manifestaciones más características y evidentes de la espiral áurea es la concha


del nautilus (fig. 64).

Fig. 64 Nautilus y la espiral áurea

17.- La espiral, el triángulo y el pentágono áureos.


Otra manera de trazar la espiral áurea es a partir del triángulo áureo, con dos ángulos de
72en la base y uno de 36en el extremo opuesto que se genera en el pentágono regular.
Utilizando líneas paralelas del trazado de dicho triángulo y del pentágono en el cual se
inscribe (fig. 65), se logra construir un secuencia de triángulos áureos que permiten trazar
los círculos con centros en los puntos A, B, C y D, y cuyos arcos conforman esta nueva
espiral áurea (fig 66).
Fig. 65 Trazado para construir sobre triángulos áureos

Fig. 66 Espiral triángulos áureos

18.- Consideraciones finales.


A pesar de la extensión de este texto, hay que aclarar que cada uno de los temas que se han
tocado son solamente el inicio. Se pueden profundizar y desarrollar mucho más allá de lo
expuesto aquí.

Lo sagrado puede considerarse como aquello que conecta al fenómeno individual con la
creación toda y con su origen. En el caso de la geometría sagrada, se trata de un sistema
simbólico específico que nos evidencia un universo (universo: una sola voz) construido con
patrones semejantes desde lo más inmenso hasta lo más pequeño, desde lo global hasta lo
más íntimo o personal, en una relación de completa correspondencia que nos llama a la
reflexión.

La Geometría es sagrada cuando expresa no sólo relaciones o proporciones físicas o


abstractas, sino cuando expresa valores eternos referidos a la belleza, la verdad, o la
incidencia de la luz sobre las formas (consciencia), en su danza de radio y arco.

Es importante comprender que todos estos temas no sólo deben comprenderse e


incrementar la información que tiene nuestro disco duro, sino que debe alcanzar la
dimensión de un trabajo práctico. Es decir que partiendo de la información expuesta, se
puede comenzar por armarse de un compás, una escuadra, lápiz y papel, e iniciar nuestra
propia investigación que nos llevará a transitar por caminos insospechados.

Todo lo que ha sido expuesto puede y debiera imaginarse en tres dimensiones, lo que lo
potencia aún más el significado esencial de lo que hasta ahora se ha visto.

La profundización de esta práctica en cuanto a trabajo de dibujo tiene el potencial de


aproximarse a lo que es un proceso de meditación. Un buen ejemplo es el dibujo de los
mandalas (fig. 67), que en algunas circunstancias y con una práctica apropiada son un buen
medio de introspección e incluso de sanación, al ser instrumentos de re-ligazón entre lo
general y lo particular.

Semilla de la vida…Tercer día del Génesis…Vesica Piscis

Flor de la vida…Cubo metatrón…Laberinto de Chartres

Rueda del desierto…Escudo amarillo…Montaña Sagrada


Fig. 67 Mandalas del artista Charles Gilchrist
Hernán Duval

Arquitecto y Pintor
hernanduval@gmail.com
www.duval.cl
19.- Bibliografía de referencia:
Estética de las proporciones en la naturaleza y en las artes.- Matila C. Ghyka. Ed. Poseidon.
1977
El número de oro I y II.- Matila C. Ghyka. Ed. Poseidon. 1968
La Divina Proporción.- Luca Pacioli. Ed. Akal S.A. 1991.
Geometría Sagrada, Descifrando el código.- Stephen Skinner. Ed. Gaia. 2007
Sacred Geometry.- Miranda Lundy. Ed. Walker & Compny, New York. 1998
El antiguo secreto de la Flor de la Vida.- Vol. 1 y 2, Drunvalo Melchizedek. Ed. Teohua,
Mexico
www.bibliotecapleyades.net/geometria-sagrada
www.charlesgilchrist.com
www.georgehart.com

Pentágonos regulares

Un pentágono regular es aquél que tiene todos sus lados iguales y sus ángulos internos
congruentes. Cada ángulo interno mide 108 grados ó 3π / 5 radianes. Así, por ejemplo
(véase la figura), el ángulo BCD mide 108°. La suma de los ángulos internos de un
pentágono regular es de 540° ó 3π radianes.

Como los segmentos DE, EA, y AB son iguales, los arcos que ellos determinan en la
circunferencia circunscrita son iguales. Esto implica que los tres ángulos DCE, ECA y
ACB son iguales. Como la suma de ellos es 108°, cada uno de ellos mide 36°.

Cada ángulo externo del pentágono regular mide 72º ó 2π / 5 rad.

[editar] Área

El área de un pentágono regular de lado a se puede obtener de la siguiente fórmula:


De forma general si tenemos que el radio de la circunferencia circunscrita es ru

o también:

[editar] Perímetro

Siempre que supongamos que el pentágono tiene lado a:

ó también:

Para obtener el perímetro P de un pentágono regular, multiplíquese la longitud t de uno de


sus lados por cinco (el número de lados n del polígono).

[editar] Fórmula para calcular los ángulos interiores

La suma de todos los ángulos interiores de un pentágono es 540°.

La fórmula general para calcular la suma de los ángulos interiores de cualquier polígono
regular (en el caso del pentágono n = 5) es:

El ángulo comprendido entre dos lados de un pentágono regular se puede calcular mediante
la siguiente fórmula (en el pentágono, n = 5):
[editar] Construcción de un pentágono regular

Podemos construir con regla y compás un pentágono regular, inscrito en una circunferencia
(véase la figura) de la siguiente manera:

Trazamos dos rectas perpendiculares por el centro O de la circunferencia (PD y OQ en la


figura). Determinamos el punto medio M del segmento OQ y trazamos la recta PM. Con
centro en M, trazamos la circunferencia de radio MO. Denotemos con R y S las
intersecciones de esta circunferencia con la recta PM. Las circunferencias de centro en P y
radios PR y PS determinan los vértices del pentágono regular.

Uniendo los vértices del pentágono, se obtiene un pentagrama (estrella de 5 puntas) inscrito
en él. En el centro quedará otro pentágono regular, con lo que el proceso de inscribir
pentagramas en los sucesivos pentágonos que se vayan generando, matemáticamente, no
tiene fin.

Al inscribir en un pentágono regular un pentagrama, se puede observar la razón áurea entre


las longitudes de los segmentos resultantes. Para calcular el área de un polígono se nesesita
A=B X A

[editar] Propiedades geométricas del pentágono regular


[editar] Relación con el número áureo

Veamos que la razón entre un segmento que una dos de sus vértices no consecutivos y uno
de los lados del pentágono es la razón aúrea o número áureo, por ejemplo que
Por simetría, los segmentos CE y CA son iguales. Observamos que los triángulos ANF y
CMF son semejantes. De la semejanza de sus lados tenemos que

Observemos que MC es la mitad de CE y que AN es la mitad de AB. Por otra parte, como
el triángulo FCD es isósceles, tenemos que FC = CD. Así podemos escribir AF = AC - FC
= CE - CD. Por tanto

Sustituyendo CE/CD por φ tenemos

en otras palabras φ − 1 = 1 / φ. Esta ecuación describe la razón dorada. φ es el único


número positivo que cuando le restamos la unidad, obtenemos su inverso.

De la discusión anterior se desprende: Si en un triángulo isósceles, el ángulo opuesto a la


base vale 108°, la razón de la base del triángulo y uno de los otros lados es la razón
dorada.

[editar] Algunas consideraciones sobre triángulos

Consideremos un pentágono (regular) y la circunferencia circunscrita a dicho pentágono.


Tracemos la perpendicular por el centro de la circunferencia al lado DA del pentágono y
sea M la intersección de esta perpendicular con la circunferencia El ángulo AOB mide
360°/5=72° y el ángulo AOM es su mitad, es decir 36°. El ángulo MOB, suma de estos dos
vale 108° y como el triángulo AOB es isósceles tenemos que

1. La razón entre el segmento MB y el radio OM de la circunferencia es la razón dorada


2.

Así, sea P la intersección de las rectas OA y MB. El triángulo PMO es isósceles, y la razón
entre el radio OM y el segmento PM es la razón dorada. Finalmente, el triángulo OBP
también es isósceles, con lo que PB = OB ( =OM). Tenemos

Lo anterior se puede interpretar como una demostración geométrica de la ecuacíon (1).

[editar] Algunas aplicaciones trigonométricas

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