II Sesión Plataforma Regional de Reducción del Riesgo de Desastres en las

Américas

Nuevo Vallarta, Nayarit, México

15 de Marzo de 2011.

Saludo inicial

Buenos días, en representación del Gobierno de Chile, tengo el honor de

dirigirme a ustedes a fin de exponer a cerca de la situación actual de la Reducción
del Riesgo de Desastres de mi país.

Antes de comenzar, quisiera agradecer a la Oficina Regional para la

Reducción del Riesgo de Desastres de Naciones Unidas por organizar esta
instancia, ya que nos da la oportunidad de implementar correctamente el Marco
de Acción de Hyogo a través del fortalecimiento de la gestión del riesgo, la
cooperación internacional y el intercambio de conocimientos y experiencias.

Discurso

Las características propias de Chile y sus diferencias geográficas y

climáticas, han generado particularidades regionales y locales que provocan que
cada una de sus regiones queden expuestas a una gran variedad de riesgos, tanto
de origen natural como generados por la actividad humana.

En el mencionado contexto, la gestión del riesgo de desastres en Chile se

ha desarrollado de manera progresiva, lo que ha llevado a generar políticas,
estrategias, instrumentos y mecanismos de intervención, cuyo propósito consiste
en controlar de la mejor manera posible los factores de riesgo a fin de reducir los
daños ocasionados por estos en las personas, los bienes y el medio ambiente.

Sin ir más lejos el pasado viernes 10 de marzo, con ocasión del terremoto
9.1 en la escala de Richter que afectó a Japón, Chile decreto alerta de tsunami en
todo el borde costero nacional, lo cual provocó que se activara el Comité de
Operaciones de Emergencia y se evacuaran a más de 600.000 personas a zonas
seguras.

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 La gestión de la emergencia mencionada resultó un éxito ya que no hubo
grandes daños materiales ni tampoco hubo personas afectadas. Consideramos
que lo anterior responde a que luego del terremoto y tsunami que vivimos el
pasado 27 de febrero de 2010, en Chile se ha trabajado arduamente en fortalecer
el Sistema Nacional de Protección Civil y el Sistema de Alerta Temprana a través
de las siguientes medidas:

La primera medida tomada a nivel nacional ha sido trabajar en la

elaboración de un nuevo marco legal que ingresará al Congreso en los próximos
días y que creará la nueva Agencia Nacional de Protección Civil, que tiene como
objetivo fortalecer el Sistema Nacional de Emergencia y Protección Civil y de
acuerdo a las prioridades del Marco de Acción de Hyogo “Velar por que la
Reducción del Riesgo de Desastres constituya una prioridad nacional y local con
sólida base institucional de aplicación”. Esta Agencia impulsará las políticas,
programas y acciones que permitan lograr el mencionado objetivo.

Mientras esta nueva estructura esté en discusión, nuestros esfuerzos se

han focalizado en dos ejes fundamentales:

En primer lugar se ha fortalecido el sistema de emergencia y alerta

temprana a todo nivel, a través del reforzamiento de las telecomunicaciones, de
los comités operativos de emergencias en los distintos niveles administrativos y
del desarrollo de protocolos claros y operativos entre los organismos técnicos
especializados.

En segundo lugar y a fin de educar a la población se ha desarrollado un

programa de simulacros y simulaciones durante el año 2010, que pretende para el
año 2012 haber realizado ejercicios que involucren a la totalidad de la población
nacional. Además, se han realizado campañas permanentes de sensibilización
ciudadana ante eventos masivos y campañas de sensibilización a los turistas en
inglés y castellano.

Nuestro objetivo principal radica en que las comunidades vulnerables de

Chile no sean consideradas como víctimas de los desastres si no que más bien
como actores en la gestión del riesgo.

En temas de reconstrucción post terremoto, se han incorporado medidas

asociadas al Marco de Acción de Hyogo y se ha buscado aprovechar la instancia
para recuperar al país con una mirada hacia el futuro, generando políticas de
desarrollo sustentable y de ordenamiento territorial que incorporen criterios de
Reducción del Riesgo de Desastres. Así, los diversos sectores están tomando en
consideración la importancia de generar modelos que eviten repetir errores previos
a la catástrofe y que mitiguen el efecto de futuros desastres.

En términos operativos, se ha fortalecido la capacidad de respuesta del

Sistema Nacional de Protección Civil y se están revisando los protocolos de

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reacción frente a emergencias. Por ejemplo, en el caso de los mineros atrapados
en Atacama se trabajó bajo una estructura de comando de incidentes y no bajo el
antiguo sistema de comité ampliado. Esta estructura permitió para este caso una
correcta solución de la dificultad. Además, se ha iniciado un proceso de
capacitación de las autoridades a través del fortalecimiento de la Academia de
Protección Civil que depende de la Oficina Nacional de Emergencias.

Por otro lado, se están fortaleciendo los procesos de respuesta frente a

Emergencias, en particular el rol de las fuerzas armadas, de orden y seguridad
pública para generar mecanismos de rápida ayuda frente a emergencias que
pueden devenir en desastre.

Pese a lo anterior, la vulnerabilidad reflejada en el terremoto del 2010 nos

ha llevado a una profunda reflexión sobre el real estado de avance frente al
compromiso adquirido en Hyogo el 2005. Al respecto, podemos señalar que si
bien hemos avanzado en la reducción de riesgos de desastres, aún nos queda un
largo camino por recorrer:

Debemos incorporar la Reducción de Riesgo de Desastres en los

programas de desarrollo de los distintos sectores, y a nivel local. De la misma
manera, tenemos que instaurar esta temática en el currículo formal de las diversas
instancias educativas.

Asimismo, debemos transformar el enfoque reactivo ante las emergencias

por uno que promueva la cultura preventiva, que incorpore en todos los niveles,
planes de desarrollo a corto, mediano y largo plazo, con un análisis de costos y
beneficios de implementación y participación a nivel comunitario.

Adicionalmente, a través de la nueva institucionalidad debemos lograr que

existan fondos específicos en el Presupuesto Nacional para desarrollar políticas
de prevención y acciones de mitigación, como también formalizar la creación de
una Plataforma Multisectorial de Reducción de Riesgo de Desastres.

Para lograr tales objetivos hemos tomado conciencia de la importancia que

tiene la gestión del riesgo y en Octubre de 2010 el Gobierno de Chile solicitó a la
Estrategia Internacional para la Reducción del Riesgo de Desastres de Naciones
Unidas que nos apoyará en una evaluación transversal de la reducción del riesgo
de desastres.

La mencionada evaluación significó un punto de partida para conocer

nuestras principales debilidades y para comenzar a abordarlas dentro de nuestras
capacidades técnicas, políticas, sociales y económicas.

De acuerdo a las prioridades del Marco de Acción de Hyogo, nuestros

principales propósitos como país para el periodo 2011-2013 son los siguientes:

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1) El fortalecimiento legal de la institucionalidad a través del nuevo
marco normativo y la creación de la nueva Agencia Nacional de
Protección Civil y Emergencia. (Prioridad 1 MAH)

2) El fortalecimiento de los sistemas de alertamiento y desarrollo de

información científico técnica, a través del desarrollo de protocolos
claros y concisos con los organismos técnicos como son el Shoa,
Sernageomin, Servicio Sismológico, etc. (Prioridad 2 MAH)

3) Establecimiento de una cultura de seguridad y resiliencia a través

de ejercicios masivos de simulacros y simulaciones, de la
incorporación de la Reducción de Desastres en los currículos
educativos a todo nivel, de la capacitación de autoridades y
público en general a través de la Academia de Protección Civil y
de la sensibilización constante de la población a través de
campañas de información. (Prioridad 3 MAH)

4) El establecimiento de alianzas y equipos de trabajo con otros

sectores y mundo privado para la reducción del riesgo
subyacente, en especial con el recién creado Ministerio de Medio
Ambiente. (Prioridad 4 MAH)

5) Por último, el fortalecimiento constante de los procesos de

respuesta a través de la creación de protocolos claros de
respuesta y roles intersectoriales, de fortalecimiento de los
Centros de Alerta Temprana y de los Comités de Emergencia
Regionales y Nacional. (Prioridad 5 MAH)