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Camila Comila era una niña golosa y comilona que apenas tenía
amigos y sólo encontraba diversión en los dulces y los pasteles.
Preocupados, sus papás escondían cualquier tipo de dulce que
caía en sus manos, y la niña comenzó una loca búsqueda de
golosinas por todas partes. En uno de sus paseos, acabó en una
pequeña choza desierta, llena de chacharros y vasos de todos los
tipos y colores. Entre todos ellos, se fijó en una brillante botellita
de crital dorado, rellena de lo que parecía chocolate, y no dudó en
bebérselo de un trago. Estaba delicioso, pero sintió un extraño
cosquilleo, y entonces reparó en el título de la etiqueta: "lágrimas
de cristal", decía, y con pequeñísimas letras explicaba: "conjuro para convertir en chocolate
cualquier tipo de lágrimas".
¡Camila estaba entusiasmada! Corrió por los alrededores buscando quien llorase, hasta
encontrar una pequeña niña que lloraba desconsolada. Nada más ver sus lágrimas, estas se
convirtieron en chocolate, endulzando los labios de la niñita, que al poco dejó de llorar.
Juntas pasaron un rato divertido probando las riquísimas lágrimas, y se despidieron como
amigas. Algo parecido ocurrió con una mujer que había dejado caer unos platos y un viejito
que no encontraba su bastón; la aparición de Camila y las lágrimas de chocolate animaron
sus caras y arrancaron alguna sonrisa.
Pronto Camila se dio cuenta de que mucho más que el chocolate de aquellas lágrimas, era
alegrar a personas con problemas lo que la hacía verdaderamente feliz, y sus locas
búsquedas de dulces se convirtieron en simpática ayuda para quienes encontraba entregados
a la tristeza. Y de aquellos dulces encuentros surgieron un montón de amigos que llenaron
de sentido y alegría la vida de Camila.
VALOR EDUCATIVO
Y entonces, comprobó la magia de la que habló su abuela. Al mirar alrededor pudo ver a
Jorge, Lucas y Diana, tres de sus mejores amigos, sujetándole para que no cayera, mientras
muchos otros de quienes había pensado que eran sus amigos no hacían sino burlarse de él y
disfrutar con cada una de sus caídas. Y ahí paró el numerito, y retirándose con sus tres
verdaderos amigos, les explicó cómo sus ingeniosos abuelos se las habían apañado para
enseñarle que los buenos amigos son aquellos que nos quieren y se preocupan por nosotros,
y no cualquiera que pasa a nuestro lado, y menos aún quienes disfrutan con las cosas malas
que nos pasan.
Aquella tarde, los cuatro fueron a ver al abuelo para pagar la apuesta, y lo pasaron genial
escuchando sus historias y tomando palomitas hasta reventar. Y desde entonces, muchas
veces usaron la prueba de la silla, y cuantos la superaban resultaron ser amigos para toda la
vida.
El Muñeco de Nieve
La Gata Encantada
Erase un principe muy admirado
en su reino. Todas las jovenes
casaderas deseaban tenerle por
esposo. Pero el no se fijaba en
ninguna y pasaba su tiempo
jugando con Zapaquilda, una
preciosa gatita, junto a las llamas
del hogar. Un dia, dijo en voz alta:
Eres tan cariñosa y adorable que,
si fueras mujer, me casaria
contigo.
En el mismo instante aparecio en
la estancia el Hada de los
Imposibles, que dijo:
Principe tus deseos se han cumplido.
El joven, deslumbrado, descubrio junto a el a Zapaquilda,
convertida en una bellisima muchacha.
Al día siguiente se celebraban las bodas y todos los nobles y
pobres del reino que acudieron al banquete se extasiaron
ante la hermosa y dulce novia. Pero, de pronto, vieron a la
joven lanzarse sobre un ratoncillo que zigzagueaba por el
salon y zamparselo en cuanto lo hubo atrapado. El principe
empezo entonces a llamar al Hada de los Imposibles para
que convirtiera a su esposa en la gatita que habia sido. Pero
el Hada no acudio, y nadie nos ha contado si tuvo que
pasarse la vida contemplando como su esposa daba cuenta
de todos los ratones de palacio
Fin.
El Honrado Leñador
premio. Fin.
El Principe y El Mendigo
El Viajero Extraviado
Fin
El Pirata malvado
Habia una vez un barco con un pirata malvado y su tripulación. Una isla con un mapa
escondido y un enorme cofre lleno de riqueza enterrado.Y el pirata mas malvado que los
demás quería el mapa y luego el cofre con su llave.
Un día los piratas fueron a buscar comida a la isla y cortaron una palmera llena de cocos y
de repente cayó el mapa.
Luego fueron al barco y le dijieron al capitan cruel y malvado: ha caido el mapa y responde
el capitan:¿como que ha caido? responden: de una palmera, y luego el capitan dice: da
igual, ja ja ja ja es nuestro.
Fueron a la isla y desenterraron el cofre y fueron los piratas mas ricos del mundo pirata.
Fin.
Caperucita Roja
Cuando ésta llegó, llamó a la puerta: "¿Quién es?", dijo el lobo vestido de abuelita. "Soy
yo", dijo Caperucita. "Pasa, pasa nietecita". "Abuelita, qué ojos más grandes tienes", dijo la
niña extrañada. "Son para verte mejor". "Abuelita, abuelita, qué orejas tan grandes tienes".
"Son para oírte mejor". "Y qué nariz tan grande tienes". "Es para olerte mejor". "Y qué
boca tan grande tienes". "¡Es para comerte mejor!".
Caperucita empezó a correr por toda la habitación y el lobo tras ella. Pasaban por allí unos
cazadores y al escuchar los gritos se acercaron con sus escopetas. Al ver al lobo le
dispararon y sacaron a la abuelita de la barriga del lobo. Así que Caperucita después de este
susto no volvió a desobedecer a su mamá. Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
FIN
Los Tres Cerditos
En el corazón del bosque vivían tres cerditos que
eran hermanos. El lobo siempre andaba
persiguiéndoles para comérselos. Para escapar del
lobo, los cerditos decidieron hacerse una casa.
El lobo se puso a dar vueltas a la casa, buscando algún sitio por el que entrar. Con una
escalera larguísima trepó hasta el tejado, para colarse por la chimenea. Pero el cerdito
mayor puso al fuego una olla con agua. El lobo comilón descendió por el interior de la
chimenea, pero cayó sobre el agua hirviendo y se escaldó. Escapó de allí dando unos
terribles aullidos que se oyeron en todo el bosque. Se cuenta que nunca jamás quiso comer
cerdito.
FIN
Cenicienta
El padre de Cenicienta, viudo, se casó con una mujer con dos hijas. Al morir él, llenas de
envidia por su dulzura y belleza, la tratan con gran desprecio y le obligan a hacer las tareas
más sucias; pero ella sigue manteniéndose dulce y serena. El príncipe organiza un baile
para buscar esposa pero a pesar de ser su mayor ilusión, la madrastra impide asistir a
Cenicienta. Mientras llora aparece su hada madrina, que la transforma en una princesa para
ir al baile, advirtiendo que el hechizo se deshará a medianoche. Cenicienta y el príncipe se
enamoran y bailan sin parar, pero al dar la medianoche Cenicienta sale corriendo,
perdiendo uno de sus zapato. El príncipe decide probárselo a todas las jóvenes y casarse
con aquella a quien le sirva. Y a pesar de los malvados intentos de la madrastra y sus hijas,
finalmente el zapato le sirve a Cenicienta, que se casa con el príncipe.
Patito Feo
En una hermosa mañana primaveral, una hermosa y fuerte pata empollaba sus huevos y
mientras lo hacía, pensaba en los hijitos fuertes y preciosos que pronto iba a tener. De
pronto, empezaron a abrirse los cascarones. A cada cabeza que asomaba, el corazón le latía
con fuerza. Los patitos empezaron a esponjarse mientras piaban a coro. La madre los
miraba eran todos tan hermosos, únicamente habrá uno, el último, que resultaba algo raro,
como más gordo y feo que los demás. Poco a poco, los patos fueron creciendo y
aprendiendo a buscar entre las hierbas los más gordos gusanos, y a nadar y bucear en el
agua. Cada día se les veía más bonitos. Únicamente aquel que nació el último iba cada día
más largo de cuello y más gordo de cuerpo.... La madre pata estaba preocupada y triste ya
que todo el mundo que pasaba por el lado del pato lo miraba con rareza. Poco a poco el
vecindario lo empezó a llamar el "patito feo" y hasta sus mismos hermanos lo despreciaban
porque lo veían diferente a ellos.
El patito se sentía muy desgraciado y muy sólo y decidió irse de allí. Cuando todos fueron a
dormir, él se escondió entre unos juncos, y así emprendió un largo camino hasta que, de
pronto, vio un molino y una hermosa joven echando trigo a las gallinas. Él se acercó con
recelo y al ver que todos callaban decidió quedarse allí a vivir. Pero al poco tiempo todos
empezaron a llamarle "patito feo", "pato gordo"..., e incluso el gallo lo maltrataba. Una
noche escuchó a los dueños del molino decir: "Ese pato está demasiado gordo; lo vamos a
tener que asar". El pato enmudeció de miedo y decidió que esa noche huiría de allí. Durante
todo el invierno estuvo deambulando de un sitio para otro sin encontrar donde vivir, ni con
quién. Cuando llegó por fin la primavera, el pato salió de su cobijo para pasear. De pronto,
vio a unos hermosos cisnes blancos, de cuello largo, y el patito decidió acercarse a ellos.
Los cisnes al verlo se alegraron y el pato se quedó un poco asombrado, ya que nadie nunca
se había alegrado de verlo. Todos los cisnes lo rodearon y lo aceptaron desde un primer
momento. Él no sabía que le estaba pasando: de pronto, miró al agua del lago y fue así
como al ver su sombra descubrió que era un precioso cisne más. Desde entonces vivió feliz
y muy querido con su nueva familia.
El Castigo del Avaro
Erase un hombre muy rico, pero también muy avaro. Un día acudió a la feria, donde le
ofrecieron un jamón muy barato.
-Se, lo compro! Después de todo, hago un negocio,
pues con ese dinero ni patatas hubiera adquirido.
Y se dio el gran atracón de jamón, manjar que nunca
probaba. Resultó que estaba podrido y al día
siguiente, aquejado de fuertes dolores, hubo de llamar
al médico.
-~Qué habéis comido? -le preguntó el galeno.
El avaro, entre suspiros, mencionó su compra barata.
-¡Buena la habéis hecho! -se burló
el médico-. Entre la factura de la botica y la mía, caro
va a saliros el jamón podrido.
Fin