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2. Sostenemos la lucha del pueblo libio para acabar con Gadafi. El actual dictador nada tiene
que ver con el antiimperialismo que practicó en los años 70 y 80. Desde hace tiempo se había
convertido en un aliado fiel de los gobernantes del mundo. Es fácil recordar sus reuniones y
acuerdos con Sarkozy, con Aznar y Zapatero, con Bush… Gadafi era un fiel defensor de los
intereses de las compañías petrolíferas, enriqueciéndose con las comisiones y sojuzgando y
oprimiendo a su pueblo. Durante semanas el levantamiento popular del pueblo libio lo tuvo
acorralado y solo su mayor fuerza militar y la utilización de mercenarios le salvo de una caída
inmediata como los dictadores de Túnez y Egipto.
5. Denunciamos la participación del gobierno Zapatero en esta operación militar. Desde el giro
neoliberal que le ha lanzado a toda una serie de ataques contra los derechos de la clase
trabajadora, Zapatero y su gobierno se ha unido también a los gobernantes imperialistas
partidarios de la intervención militar. A este gobierno le interesa más defender los intereses de
Repsol en Libia que a su población.
19 de marzo