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El Cor pulmonale es una alteración en la estructura o función del ventrículo derecho debida a
hipertensión pulmonar causada por diferentes enfermedades que afectan el pulmón, su
vasculatura, o por una alteración en la ventilación alveolar por múltiples entidades.
Enfermedades cardíacas del lado derecho que resultan de una enfermedad primaria del lado
izquierdo del corazón o por una cardiopatía congénita, no son consideradas dentro de esta
entidad.
Aunque la mayoría de las entidades que causan cor pulmonale son crónicas y lentamente
progresivas, también puede presentarse como una entidad aguda que puede atentar contra la
vida. Tal abrupta descompensación ocurre cuando el ventrículo derecho es incapaz de
compensar las demandas adicionales impuestas súbitamente, llevando a la progresión de la
enfermedad subyacente.
Etiología
Son múltiple las entidades que pueden causar cor pulmonale, pero es importante tener en
cuenta que los mecanismos fisiopatológicos son diferentes. Estos posibles mecanismos
incluyen:
La hipoxía crónica causa vasoconstricción pulmonar por una variedad de mecanismos sobre el
endotelio arterial pulmonar y sobre las células del músculo liso, que incluyen una alteración en
la regulación de la óxido-nítrico sintetasa y una producción reducida de la subunidad alfa de los
canales de potasio de voltaje dependientes.
Las pruebas de función pulmonar son usualmente requeridas para establecer el diagnóstico de
la EPOC, pero el grado de alteración funcional y de severidad de los síntomas no se
correlaciona con la presencia de hipertensión pulmonar secundaria. Los pacientes con enfisema
tienen las pruebas funcionales y la disnea mucho más manifiestas que los pacientes con
bronquitis crónica, los cuales típicamente tienen mayor desequilibrio ventilación perfusión e
hipoxemia inducida por la hipertensión arterial pulmonar. El análisis de los gases arteriales
permite identificar otro factor que influencia la hipertensión pulmonar secundaria en la EPOC.
Este factor es la acidosis respiratoria, la cual puede aumentar la respuesta hipertensora del
lecho vascular a la hipoxemia.
Aproximadamente el 20% de los pacientes con la EPOC con gases arteriales normales mientras
están despiertos, tienen desaturación de oxígeno, nocturna, significativa. Por ello, la
determinación de los gases arteriales durante el ejercicio y la nocturna deben ser efectuadas, si
un paciente con hipertensión arterial pulmonar secundaria, con oximetría normal en reposo se
piensa que puede tener una EPOC.
La presión en la arteria pulmonar en reposo aumenta únicamente cuando la pérdida de los vasos
pulmonares excede el 60% de la vasculatura pulmonar total. Sin embargo, muchos procesos
intersticiales muestran hipertensión arterial pulmonar sin un daño vascular tan extenso Así, los
pacientes con enfisema pueden tener importante hipertensión arterial pulmonar y signos de cor
pulmonale con compromiso de solo el 15% del pulmón y ello se explica por el gran
componente de vasoconstricción hipóxica.
Embolismo pulmonar crónico proximal: es una enfermedad rara que usualmente se asocia a
hipertensión arterial pulmonar secundaria severa. Característicamente cursa en una forma
silenciosa y puede ser difícil de distinguir de la hipertensión pulmonar primaria. Los niveles de
oxigeno arterial en reposo pueden ser normales, pero la mayoría de los pacientes presentan
desaturación de oxígeno con el ejercicio. La gamagrafía de perfusión es muy útil pues presenta
defectos segmentarios o lobares múltiples, mientras que, en la hipertensión pulmonar primaria,
la perfusión es normal o muestra únicamente defectos subsegmentarios. Desafortunadamente la
gamagrafía de perfusión subestima la extensión del embolismo proximal. Asi, si se ve un
defecto segmentario, la angiografia pulmonar es necesaria para definir la extensión de la
enfermedad
Pronóstico
Sin embargo, más que un efecto sustancial y directo sobre la mortalidad, el desarrollo de cor
pulmonale en EPOC puede reflejar la severidad de la enfermedad obstructiva subyacente y su
efecto sobre la mortalidad. Aun en EPOC severo, por ejemplo, es infrecuente observar una
presión en la arteria pulmonar por encima de 40mm de mercurio, y tales niveles están muy por
debajo de los encontrados en pacientes con hipertensión pulmonar primaria o con embolismo
pulmonar crónico no resuelto.
Manifestaciones clínicas. La detección clínica y la valoración del cor pulmonale son difíciles
debido a lo sutil y no específico de sus síntomas y signos, y porque muchas veces las
manifestaciones más importantes son las de la enfermedad de base. Por ejemplo, el desarrollo
de edema periférico en pacientes con EPOC no es necesariamente un marcador confiable de
hipertensión pulmonar.
Síntomas: los síntomas directamente atribuibles a hipertensión pulmonar incluyen letargía,
fatiga, disnea, dolor torácico y síncope con ejercicio. Los últimos tres síntomas son el reflejo de
la incapacidad para aumentar el gasto cardíaco durante el estrés debido a la obstrucción
vascular en las arteriolas pulmonares. Puede presentarse angina durante el ejercicio, pero su
mecanismo no es completamente entendido. Se han sugerido como mecanismos potenciales
de estiramiento de la arteria pulmonar y la isquemia ventricular derecha.
Síntomas menos frecuentes pero que pueden estar potencialmente relacionados con la
hipertensión arterial pulmonar incluyen tos, hemoptisis y disfonía (debido a compresión del
nervio laríngeo recurrente por una arteria pulmonar dilatada)
Severa falla ventricular derecha puede llevar a congestión pasiva del hígado, lo que explicaría
el dolor en el área hepática y la anorexia.
Examen físico
La hipertrofia del ventrículo derecho se evidencia por la presencia de una onda A prominente
en el pulso venoso yugular, asociada a un cuarto ruido derecho o en la región subxifoidea.
La falla ventricular derecha puede llevar a hipertensión venosa sistémica. Esto puede producir
una variedad de hallazgos, como una presión venosa yugular elevada con ondas V prominentes,
un tercer ruido ventricular derecho y un soplo de insuficiencia tricúspidea.
El soplo y galope del lado derecho se aumentan con la inspiración, pero estos hallazgos pueden
ser ocultados dependiendo de la etiología de la hipertensión pulmonar. Por ejemplo, en
enfisema severo, el aumento en el diámetro antero posterior del tórax hace difícil la
auscultación y los cambios de posición del impulso del ventrículo derecho
Aunque la ascitis es infrecuente, aun en cor pulmonale severo, cambios extra cardiacos que
pueden ser vistos incluyen hepatomegalia un hígado pulsátil (si la insuficiencia tricúspidea es
prominente), y edema periférico, el cual puede desarrollarse o exacerbarse durante el
tratamiento con corticosteroides. Aunque algunos pacientes con severo EPOC desarrollan
edema asociado a clara falla cardíaca derecha, otros pacientes con edema no tienen signos
hemodinámicos de falla ventricular derecha y la presión en la arteria pulmonar y los gases
arteriales son estables. La patogénesis del edema en tales pacientes no está bien entendida: el
gasto cardíaco y la filtración glomerular son normales o muy cerca de lo normal durante reposo
y ejercicio
El edema parece ocurrir principalmente en pacientes con hipercapnia, sugiriendo que la PaC02
alta, más que la alteración de la función cardíaca, puede ser la responsable de la retención de
sodio en hipertensión pulmonar. La hipercapnia se asocia a una reabsorción proximal de
bicarbonato, lo cual minimiza la caída del pH, pudiendo así contribuir a la formación del
edema, ya que se promueve la reabsorción pasiva de NaCI y H20
Otro factor que puede contribuir a la retención de sodio es la hipoxemia, la cual puede causar
vasoconstricción renal, y consecuentemente una reducción en la excreción urinaria de sodio.
Evaluación
La presencia de muchos signos y síntomas no específicos hace que las ayudas paraclinicas sean
un elemento importante en la evaluación del cor pulmonale
La falla ventricular derecha puede llevar a dilatación de la aurícula y del ventrículo derechos.
El aumento en el ventrículo derecho puede llevar a una disminución del espacio retroesternal,
hallazgos estos que pueden ser de difícil interpretación en cifoescoliosis, pulmones
hiperinflados. aumento ventricular izquierdo o enfermedad pulmonar intersticial.
Electrocardiograma
En cor pulmonale agudo, tal como ocurre en el embolismo pulmonar agudo, puede presentarse
el patrón clásico de una onda S en la derivación I, con una onda T invertida y la presencia de
onda Q en la derivación III.
Ecocardiografía bidimensional
La mayoría de los pacientes con hipertensión pulmonar tienen en la ecocardiografía
bidimensional signos de sobrecarga de presión ventricular derecha crónica. La elevación de la
presión lleva a un incremento en el espesor del ventrículo derecho con movimiento paradójico
del septum hacia en ventrículo izquierdo durante la sístole. En estados tardíos se presenta
dilatación del ventrículo derecho y aplanamiento diastólico anormal del septum.
El estrés sobre el ventrículo derecho produce inicialmente hipercinesia. Sin embargo, poco
tiempo después se convierte en hipocinesia ventricular derecha, asociada a dilatación de la
aurícula derecha, y a insuficiencia tricúspidea. La insuficiencia tricúspidea no se debe a una
anomalía intrínseca de la válvula sino a dilatación del anillo valvular y del ventrículo derecho
Ecocardiografía Doppler
Las pruebas de función pulmonar deben ser efectuadas en aquellos pacientes con historia
sugestiva de enfermedad pulmonar subyacente y en aquellos con función cardiaca normal. Es
importante anotar que sólo la enfermedad pulmonar intersticial severa (con volúmenes
pulmonares por debajo del 50% de lo normal) produce hipertensión pulmonar secundaria,
mientras que defectos restrictivos leves pueden ser producidos por si mismos por la
hipertensión arterial pulmonar. Así, este último hallazgo no indica que la causa de la
hipertensión pulmonar sea una enfermedad intersticial.
Biopsia pulmonar
TRATAMIENTO
El manejo médico de los pacientes con cor pulmonale se centra en mejorar la oxigenación, la
contractilidad ventricular derecha, y en reducir la vasoconstricción y la resistencia vascular
pulmonar Se discutirá el manejo del cor pulmonale enfocado principalmente en los pacientes
con EPOC.
Oxígeno
- el tratamiento con oxígeno mejora el contenido arterial de oxígeno aumentando así la entrega
del mismo al corazón, cerebro y otros órganos vitales.
Dos estudios han demostrado que el tratamiento con oxígeno a largo plazo mejora la
supervivencia en pacientes con EPOC. El "British Medica1 Research Council" el cual comparó
pacientes sin oxígeno y pacientes con oxígeno 15 horas al día incluyendo la noche,
encontrándose una reducción significativa en la mortalidad; y el "Nocturnal Oxigen Therapy
Trial"efectuado por el instituto nacional de corazón y pulmón de los Estados Unidos, que
comparó el tratamiento con oxigene continuo (promedio de 19 horas al día) contra 12 horas al
día incluyendo las horas nocturnas, y que demostró una reducción en la mortalidad usando
oxígeno continuo.
Diuréticos
Otra complicación potencialmente importante por el uso de diuréticos en pacientes con cor
pulmonale es el desarrollo de alcalosis metabólica. La alcalosis suprime la ventilación, lo cual
puede tener importantes implicaciones en pacientes con enfermedad pulmonar severa (Ej.
Retardar el destete de ventilación mecánica).
Tanto la teofilina como los agonistas B-adrenérgicos inducen mayor captación celular de
potasio, efecto que puede hacer a los pacientes más susceptibles a la hipopotasemia inducida
por los diuréticos de asa y por ello, se debe considerar en estos casos el uso de diuréticos
ahorradores de potasio, suplementos con potasio y la vigilancia de los niveles de electrolitos.
Digoxina
El uso de digital en pacientes con cor pulmonale no está indicado excepto en casos de
coexistencia con falla ventricular izquierda o arritmias.
La digoxina en pacientes con EPOC con función ventricular izquierda normal no mejora la
fracción de expulsión del ventrículo derecho en reposo o ejercicio
Vasodilatadores
Almitrine
La mejoría documentada con esta droga para aumentar la Pa02 en pacientes con EPOC llevó a
un gran entusiasmo inicial. Sin embargo, el Almitrine parece mejorar el intercambio de gases
por un aumento en la vasoconstricción pulmonar hipóxica lo cual empeora la hipertensión
pulmonar, especialmente durante el ejercicio. Esto explica porque algunos pacientes
experimentan aumento en la disnea a pesar de un aumento en la oxigenación arterial. Todo esto
hace que el Almitrine en el manejo del EPOC no sea recomendado en la actualidad.
Flebotomía
En pacientes con severa policitemia (hematocrito mayor de 55%) la flebotomía se asocia a una
disminución en la presión y en la resistencia de la arteria pulmonar, y con una mejoría en la
tolerancia al ejercicio Sin embargo, el uso de oxígeno continuo en pacientes bien
seleccionados, debe reducir el número de pacientes con EPOC que llegan a ser severamente
policitemicos. Por lo tanto el uso de flebotomía debe ser reservado como una terapia de ayuda
en el manejo agudo del paciente severamente policitémico que tenga una descompensación
aguda de su cor pulmonale, o para algunos raros casos que persisten severamente poliatómicos
a pesar del uso de oxígeno permanente.
Teofilina
El mecanismo sugerido inicialmente para el efecto de la teofilina fue su efecto inhibidor sobre
las fosfodiesterasas; lo cual causa acumulación del AMP cíclico y relajación del músculo liso.
Actualmente sabemos que existen múltiples receptores de fosfodiesterasa; sin embargo, un
efecto broncodilatador atribuible a la inhibición selectiva ocurre sólo con los receptores tipo III
y IV. Además los receptores tipo IV están presentes en las células inflamatorias y su inhibición
tiene un efecto inmunomodulatorio y anti-inflamatorio.
Las metilxantinas pueden alterar favorablemente los factores mayores que reflejan la alteración
funcional en el EPOC: disnea, capacidad de ejercicio, mecánica respiratoria y fuerza muscular
respiratoria. Aunque el efecto en pacientes individuales es variable, la evidencia actual permite
utilizar esta droga cuando no hay mejoría a pesar del tratamiento con cesación del tabaquismo,
oxigeno, y broncodilatadores inhalados. La Teofilina es considerada una droga de tercera línea
en EPOC y previamente se deben usar anticolinérgícos y agonistas Beta 2.
Agonistas B-adrenérgicos
Anticolinérgicos
Los agentes anticolinérgicos de uso en la actualidad son derivados del amonio cuaternario que
difícilmente pasan las barreras biológicas, lo que disminuye mucho los efectos secundarios
Estos medicamentos, en el uso agudo, tienen un efecto benéfico igual o mayor que el de los
beta 2 agonistas y, cuando se utilizan en su forma de larga acción, no se produce taquifilaxia.
Cuando se usan simultáneamente con beta 2 inhalados el efecto broncodilatador es sumatorio.
LECTURAS RECOMENDADAS
Bady. E. Achfar. A, Pascal S., et al. Pulmonary Arterial Hipertensión in Patients with sep
apnoea syndrome. Thorax 2000; 55: 934
Fishman AP. Pulmonary Hypertension and Cor pulmonale, 1261-1298 Fishman AP. (editor)
McGraw-Hill Book Company 1998.
Salvaterra, CG, Rubín, LJ. Investigaron and management of pulmonary hypertension in ehrenic
obstructive pulmonary disease. Am Rev Respir Dis 1993; 148. 1414