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“Tratado de los delitos y las penas”

Cesare Bonesana: Marqués de Beccaria

Informe de lectura
Por Iván Duarte Triana
ID. 1014218158
nice_ivancho@live.com
Introducción al Derecho Penal

Cesare Bonesana: Marqués de Beccaria, Italiano nacido en el año 1738 fue un


literato, filósofo, jurista, criminólogo y economista, hijo primogénito de una familia
acomodada, que disfrutaba de privilegios ya que estaba emparentada con
miembros del clero y dirigentes de Lombardía. Sus primeros estudios los realizó
en el Colegio de los Nobles de Parma, regentado por los Jesuitas cuyos rígidos
sistemas pedagógicos criticaría más tarde con dureza. En 1758 finaliza sus
estudios de jurisprudencia en la Universidad de Pavia y regresa a Milán, donde el
contacto con un grupo de amigos Academia dei Pugno le produce una crisis
profunda que lo llevaría a romper con las ideas de su familia y de su medio. El
hecho más destacado de su juventud fue su amistad con los hermanos Alessandro
y Piedro Verri en cuya casa se reunían varios jóvenes inquietos y ansiosos de
conocer las obras de enciclopedistas franceses, así como las noticias sobre
recientes ajusticiamientos arbitrarios. Otro hecho, que termina de alejarlo de su
familia, es su matrimonio con Teresa Blasco, hija del coronel español Domenico
Blasco. Después de un período lleno de dificultades termina reconciliándose con
su familia. Su principal obra, Tratado de los delitos y las penas (1764), critica la
severidad y abusos de la ley criminal, especialmente la pena capital y la tortura,
consiguió una gran popularidad y se tradujo a todas las lenguas europeas. Sus
escritos proporcionaron guías jurídicas para las reformas de los Códigos penales
de muchos países europeos, llegando su influencia también a los Estados Unidos.
Fue el primero en defender la educación como un medio para reducir el crimen. En
1768 es nombrado Profesor de Ciencias Fiscales en la Escuela Palatina de Milán
donde durante dos años explicó un curso de economía, publicado sólo después de
su muerte. Se retira de la enseñanza, y solicita un puesto en la administración y
como alto funcionario pasó sus últimos años. Muere en Milán el 28 de noviembre
de 1794, a los 56 años de edad.1

El tratado de los delitos y las penas es la segunda de un total de cuatro obras


elaboradas por el Marqués, publicada en primer lugar como una crítica al derecho
penal del Antiguo Régimen y en segundo lugar como un discurso articulado al
movimiento Ilustrado y humanista que tomaba auge por esa época.

Es menester exponer el marco socio-histórico para comprender la importancia y


trascendencia de la obra de Beccaria que se configuraría para nuestros tiempos
como uno de los próceres del derecho penal liberal en contraposición al derecho
penal del Antiguo régimen caracterizado por instituciones como la tortura, los
tratos crueles e inhumanos, la pena de muerte, la pérdida de miembros, la
analogía, la indeterminación de la pena, la aceptación del dolo y de la culpa como
formas de culpabilidad y la arbitrariedad del juez y del soberano, reconociendo la
tentativa y dando cabida amplia al principio de culpabilidad.

El tratado de Beccaria tiene por demás varias significaciones para el mundo con
relación al marco socio-histórico anteriormente expuesto; en tanto que se le
considera primeramente como el padre de la moderna ciencia del derecho penal 2
además de que su pretensión no fue construir un sistema de Derecho penal, sino
trazar lineamientos para una política criminal 3, todos estas nominaciones son
producto de la trascendencia del Tratado de Beccaria - Texto Base (TB) que nos
ocupa en el presente informe cuya estructura se podría describir como sigue:

El TB se compone de cuarenta y cinco capítulos donde se proponen


argumentativamente en el marco de una justicia humanista diversos principios que
1
En: http://buscabiografias.com/cgi-bin/verbio.cgi?id=5652, Marzo 25 de 2011, a las 23:15
2
VELASQUEZ, Fernando. Et al. Derecho penal parte general. Medellín: Editorial Librería Jurídica
COMLIBROS, 2009. p. 344.
3
En http://es.wikipedia.org/wiki/Derecho_penal, Marzo 29 de 2001, a las 18:01
tienen la vocación de reformular las instituciones penales vigentes del siglo XVIII,
dichos principios se justifican a través de una retórica que tiene como estructura
un análisis racional que contrasta además las situaciones de arbitrariedad que
generaba el sistema penal del Antiguo Régimen.

Los puntos importantes que componen la tesis de Beccaria son:

El contractualismo

Beccaria adhiere al contractualismo roussoniano por lo que define la pena como


esos motivos sensibles interpretados por el legislador en forma de ley a los
infractores de la misma. Por tanto Beccaria se aleja un poco del carácter expiatorio
de la pena y la concibe como consecuencia de la violación del contrato o delito.
Por tanto el derecho de castigar solo se deriva de la absoluta necesidad siendo las
demás fundamentaciones injustas y tiránicas; en resumen el derecho a castigar se
desprende de la suma de las pequeñas libertades de los individuos que asisten al
contrato social naciéndoles el derecho de castigar al que no cumpliere con las
leyes.

Principio de Legalidad

Beccaria sostiene que “solo las leyes pueden decretar las penas de los delitos; y
esta autoridad debe residir únicamente en el legislador, que representa toda la
sociedad unida por el contrato social” 4 idea que encuentra eco en el movimiento
de la Ilustración y más específicamente en Voltaire y Montesquieu, quienes
sostuvieron la idea de la codificación, presentación de la ley como garantía de la
libertad ciudadana y como protección contra la arbitrariedad judicial y estatal 5. El
principio de legalidad es justificado a través de otros principios como lo son la
imposibilidad de quien crea las leyes de juzgar, pero a la vez Beccaria limita esta
4
BECCARIA, Cesare. Et al. Tratado de los delitos y las penas. Buenos Aires: Editorial Heliasta
S.R.L , 1993. p. 61.
5
en VELASQUEZ, Op. Cit. ,p. 134
función judicial a un silogismo perfecto del juez, pues la interpretación de las leyes
las reputa solo al legislador; subsidiariamente al principio de legalidad está lo que
Velásquez denomina como la publicidad de la justicia penal, que constituye una
crítica a las que hasta entonces habían sido leyes oscuras, en la medida en que
por estar escritas en otro idioma eran incognoscibles para los miembros de la
sociedad, por esto señala Beccaria se “forma de un libro público y solemne uno
casi privado y doméstico”6; termina Beccaria con esta máxima:

“Yo no encuentro excepción alguna en este axioma general. Cada ciudadano debe
saber cuándo es reo y cuándo es inocente”7

Principio de Proporcionalidad

Dejando de lado como se señaló más arriba el carácter expiatorio de la pena;


Beccaria afirma que la verdadera medida de los delitos es el daño hecho a la
sociedad, es decir con la ofensa a los diferentes bienes públicos; de lo que se
desprende que debe existir una proporción entre los delitos y las penas, entonces
en palabras de Velásquez, cuanto mayor daño cause el delito, mayor deberá ser la
pena correspondiente, en armonía con ello, dirá que la pena no debe guiarse por
su crueldad, sino por su eficacia, pues más que el castigo del delincuente se debe
perseguir la prevención de futuros delitos.

Principio de separación entre pecado y delito

En mi concepto Beccaria realiza una brillante separación entre los conceptos de


pecado y delito para fines punitivos, no desde una mirada secularizadora como
podría pensarse a priori, sino como un reconocimiento de las limitaciones de los
juicios humanos en comparación a los juicios de Dios, es por esto que afirma, “La
gravedad del pecado depende de la impenetrable malicia del corazón. Esta no

6
en BECCARIA, Op. Cit. ,p. 67
7
en BECCARIA, Op. Cit. ,p. 79
puede sin revelación saberse por unos seres limitados: ¿cómo, pues, se la tomará
por norma para castigar los delitos? Podrán los hombres en este caso castigar
cuando Dios perdona, y perdonar cuando castiga. Si ellos son capaces de
contradecir al Omnipotente con la ofensa pueden también contradecirle con el
castigo”8

Beccaria y la pena de muerte

Beccaria logra la mayor expresión de Humanismo con su rechazo a la pena de


muerte, porque aunque bien es cierto, que teoriza sobre algunos casos en que es
admisible la pena de muerte, el trasfondo de su argumento es que la vida
constituye un bien superior y que trasciende incluso a los derechos de la sociedad
que son comunes a los miembros que participan del contrato social por medio de
la suma de cortas porciones de libertad; desde la formulación misma de la
cuestión ¿Qué derecho pueden atribuirse éstos para despedazar a sus
semejantes? se aprecia de antemano la que será su respuesta: “No es, pues, la
pena de muerte derecho, cuando tengo demostrado que no puede serlo: es sólo
una guerra de la Nación contra un ciudadano, porque juzga útil o necesaria la
destrucción de su ser. Pero si demostrase que la pena de muerte no es útil ni es
necesaria, habré vencido la causa en favor de la humanidad.

Otros postulados de Beccaria

Hasta este momento se ha informado los que, a juicio del redactor de este escrito,
constituyen los postulados trascendentales pero es de recalcar que el TB sin duda
ha permeado el derecho penal liberal de una manera muy amplia en tanto se ha
ocupado además de lo ya expuesto de temas que van desde el honor hasta el
revolucionario postulado de la educación como método más seguro para evitar la
comisión de delitos, sin lugar a dudas erigiéndose incluso, en medio de los
debates contemporáneos sobre filosofía penal. Entre otras cosas, Beccaria,

8
en BECCARIA, Op. Cit. ,p. 72
caracteriza a los testigos idóneos en los juicios introduciendo algunos criterios
como base para sospechar la parcialidad o mentira de un testigo usados
actualmente en buena medida; sostiene Beccaria que las pruebas y confesiones
obtenidas bajo tortura no son válidas y califica a la tortura como infame y ridícula
en tanto sentencia “Determinad la fuerza de los músculos y la sensibilidad de las
fibras de un inocente, es fácil encontrar el grado del dolor que lo hará confesar reo
de un delito supuesto” y agrega una frase que brilla por sí misma “Yo, juez, debía
encontraros reos de tal delito: tú, vigoroso, has sabido resistir al dolor, y por esto
te absuelvo: tú, débil, has cedido, y por esto te condeno. Conozco que la confesión
que te he arrancado entre la violencia de los tormentos no tendría fuerza alguna,
pero yo te atormentaré de nuevo si no confirmas lo que has confesado”. 9

El marqués además habla de la conveniencia de la prontitud de la pena, tomando


las banderas de aquellas personas que esperaban eternamente por justicia, habló
de lo irracional de someter al control punitivo el suicidio y por último quiero hablar
de la prisión donde a pesar del humanismo pretendido del autor, se busca de
todas maneras mantener el castigo, la cárcel y el control social.

Apreciación Personal

Llamando la atención primeramente de que mi apreciación personal ha permeado


todo el escrito por medio del estilo argumentativo empleado, sí quisiera destacar la
importancia del tratado del Marqués, en proporción a la influencia que tienen los
descritos principios en la legislación penal, pues si bien vivimos en una época
donde estamos reformulando muchos de esos presupuestos de corte liberal-
racional no se puede, ni desconocer la importante y muy altruista labor que
desempeño en el momento de su publicación El tratado de los delitos y de las
penas, momento coyuntural donde la soberanía es reclamada por el pueblo y
tienen un poco mas de sentido las palabras libertad, igualdad y democracia;
adicionalmente frente a las muy razonables revisiones de estos principios hechas

9
en BECCARIA, Op. Cit. ,p. 91 y 92.
y por hacerse, e incluso las más drásticas reformulaciones sobre los mismos
(comparables quizá con la revolución que el tratado de Beccaria significó para su
época, marcada por demás, por una supeditación de los valores inherentes a la
persona por la arbitrariedad); me atrevo a aseverar que las formulaciones
humanistas del Marqués serán una garantía contra toda fuerza retardataria que
considere erigir los principios del Antiguo Régimen, por demás, reformulados con
éxito por el Marqués de Beccaria.
BIBLIOGRAFIA DEL TB

BECCARIA, Cesare. Et al. Tratado de los delitos y las penas. Buenos Aires:
Editorial Heliasta S.R.L , 1993.

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