Walter Benjamin

La obra en su época de reproductibilidad técnica.

Marx a través de un análisis afirma como el futuro de la producción capitalista terminará

probablemente en extinción. La obra de arte debido a su facilidad para ser reproducida;
comenzando con la xilografía, siendo está capaz de reproducir el dibujo, al igual que luego la
imprenta lo hace con la escritura, a través del tiempo se logro; mediante la litografía, hacer una
copia mucho más precisa y más masiva dentro del mercado, siguiendo de esta manera el paso de
la imprenta.
Luego aparece la fotografía, provocando está un nuevo modo de ver las artes plásticas; a través de
un ojo que mira por un objetivo, el que puede ir captando al paso del momento y de la palabra. A
pesar de esto, estas nuevas formas de reproducir carecían de “el aquí y ahora”, no poseían una
unicidad, ni un concepto de autenticidad, perdiendo de esta misma manera su plena autoridad.
Careciendo de estás cosas, perdiendo su autenticidad, pierden también el origen de su duración
material y su capacidad de ser una prueba histórica.
Todo esto recién resumido en pocas palabras lleva luego al concepto del aura y como está se
atrofia a través de la reproducción técnica, el texto señala “La técnica reproductiva desvincula lo
reproducido del ámbito de la tradición.” Los movimientos de grandes masas, como el cine,
provocan una perdida del valor en las tradiciones culturales, perdiendo así su manifestación
irrepetible. Esto se hace ver dentro del texto como una “trituración de su aura”, mostrando como el
mundo va perdiendo su propia esencia ya que lo igual va superando a fondo a lo que podría llegar
a ser irrepetible, sin siquiera darse cuenta de ello.
Las tradiciones van ligadas directamente con aquello que podría categorizarse como una obra de
arte única, a pesar de ser estas algo muy cambiante a través de su propia historia, mantienen sus
raíces, su ritual, de este modo, es vital que la obra no se separe de la función que sólo el primer y
original ritual puede darle.

Los diversos métodos de reproducciones técnicas van creciendo mediante va pasando el tiempo,
así mismo también se van ampliando las posibilidad de exhibir todo tipo de arte. La fotografía
posee un valor exhibitivo que reprime el valor cultural por completo, teniendo este un único rival:
“los rostros humanos”, captando estas el aura en la expresión fugaz de un rostro.
Otro ejemplo que se hace ver, es como en el cine el actor, renuncia a su aura, a pesar de
encontrarse en escena, vivo, este carece de un aura “aquí y ahora”, debido a la gran diferencia que
se produce con el teatro; donde los actores son capaces de crear el momento y el personaje en un
espacio único que no se volverá a dar con exactitud, ya que no está producido como en la escena
cinematográfica donde las maquinas y aparatos son lo primordial para un rodaje. Un ejemplo que
se da a conocer es el del mago y el cirujano, su distancia mantenida con el paciente se hace ver
como la distancia mantenida con el espectador; uno manteniendo distancia natural, mientras el otro
se adentra penetrando el límite de esta.
Así mismo como el teatro crea un enlace del espectador y el actor, el cine provoca una ruptura
dentro de este, ya que las imágenes al ir variando constantemente de escenario van provocando
un corte en el enlace mismo.

El fascismo está de esta manera provocando que la cantidad supere a la calidad o más
específicamente la cantidad se convierta en esta, siendo así más importante el fin de lucro que el
mismo motivo de la creación, por esto mismo el crecimiento de las masas ligado directamente al
crecimiento mismo de la proletarización causa que el pueblo no tenga la menor idea de sus propios
derechos, siendo así incapaces de hacerse valer por si mismos, buscando en una masa común la
capacidad de poder expresarse sin saber que el fascismo los limita, quitándoles la capacidad de
hacerse valer, imponiéndoles una cultura sin fundamentos y creando un mecanismo donde son
organizados por ellos sin siquiera darse cuenta.
Todo esto es la fachada que crea el fascismo, intentando dominar a través de la ignorancia y de
personas que no tengan la capacidad de pensar o exigir más allá, prohibiéndoles una libertad de
expresión, por lo mismo el comunismo les hace contra, politizando el arte y mostrando también que
la libertad de expresión sí existe, que el pueblo debe luchar, pensar por si mismo y exigir que los
derechos humanos sean cumplidos.