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12. LA TEORIA ANARQUISTA DEL CONOCIMIENTO
DE FEYERABEND
I. TODO VALE
"rá- ffiff:":?
i,omú
1: y_á; ;;-"#;",tancias que fomentan
-
l":_?.:*:' i
-!et,desarr«:rllo.
can su pernicioso poiqre el intento de oecada
pas.aje de un artÍculo escrito por Fe¡,eruU.r¿/rnu
,r^Yl antes que Against -hecho
'está _es method ilustra
las leyes abocado á
ción profesional a expensas de increm"ni* l.l.u.rr" cualifica. «todo valeo no deberia ser interpretado el de. que
nuestra humanidad,. Además, en un sentido de-
masiado lato. En esre pasaje, Feyerabera
lij*::". f:i?!,^":?r- i.y-,t"i?i;-;;,q". pasa por arto ras l"t.ri"
entre el cientlfico razónabi" y át extravagante. ái.ij"e"i,
comprejas condicioner físicas e histáricá. qil"-i"riuy.i'u" .r
§f"9io.cientffico. ttz,c. que ú ;;;;" sea rnenos adaptable
r.iulq¡ dogmática.,.
ffimás (¡LrE,rIratlca.,. La distinción no r:eside. en el hecho de que los primeros
:I Los estudios como los citados en los capfturos gente.«respetabie»] sugieran cosas posibtes
y prom*run-.t c*t-
fla
anteriores... to, míentras que los segundos Ilos L"trauugirri".s]
Hllt,f ::f::,::, -ii*i,*1";r';1';tll"i?3.
'odás las metodoloeÍn,sp_:1i¡;;;-*ii"'"j; á"
"""rq,i". ?er^
sugieran co-
tienen s"r sers irrrposibles, absuroás y c,ncier¡arlas
ai-frac¿ii.. ño prrcde
l?" q,r. queda "r, iir, ", ru á"-[".;;;" vale,2. :::91..^.: e,srg
reorra tenclrá éxito.porque no sabemos nunca de a¡rremanó qué
y qué teoria fracasará. Lleva l:tucho tiempo
Ia§ metociologías rie ra cieniia se entienden decidir esta cuestión y cacla paso que ileva
que guíen ..as eleccio¡res y du"i.ior,".
en ¡érminos a una revisión... No, Ia distlnción enrre et apensaaái*trrur-
eiia está abierto
cos, entonces me parece que la po§tura a" á"'il-;i."-
fsl"_.
r"v"rru""¿
gante y el respetable reside en la investigaciOn qr.
," t r""
correc.ta. Dada la,.:omplejidad de cualq"i",,ii,.rJJ¿;;;;- una \¿ez que se ha adoptado un determina'clo punio ¿e
Fl extravagante se.contenta normalmente con dlfender elv;sta.
13 ciencia y la irnir.uiri¡iti-¿uilá.1^ f"i"i"^;;'ñ pun-
:-1" ,"r, to de vista en su forma original, metafÍsica, no desarrollada,
al des¿rrrollo-de üna cienciu, ho .i .árái"ut. y no está en modo alguno dispuesto a probar su utilidad en
l"".i-l-drre
tr.]?a.'una metodol.ogí4 que determine que, dada una -si- todos aquellos casos que parecen favorecer
a su contrario, o in.
Éfl?1zg i^".:lT:,flo1
r1ci.ón.ar
Ia teoría n, c preferir ta.¿eue a¿opiu., rr-t**l,
ári"-i;1"';";;;;.
clulo 3 ad.mitir que éxiste un proUtema. Es esra
posterior, los detalles de la miima, el conocimientoirr"iiigr.io"
¿e la-s airi
l,:,r,:r;-.X r".to,,r. q"é ie"iu* ;á; iJ_
lillti": ó;; cuitades, del estado general del conocimiento,
ro-de las objeciones,-lo. que át;,hg;;;I «pensador ei reconocirni €ri:- -
¡ductivo de los hecl:ros ,".p,áaorl y=;;;il;;UT':#I: del extravagante, y no el iontenidolriginai de su reoria.
,".r.rutli',
con i ;.' h;;l,'"s gen era rnen te acep- Si pien-
:.;."-.:^T::lpjl,blls
incompatible.s con aquellos eliso«lios
r sa que habrÍa que dar otra oportunidád a tistoürlr,
a"3áo..
,1oi1,,.9" ,l; l";;"- le que-.se la _dé y esperemos ios resultados. si se contenta con
consideraCos iomo constitutivos de sus esta áfirmación y no comienza a elaborar una
['..gd¡1fu*ente nueva dinámica,
ié,c rm{s
progresiva
:H:;
s. La acus^.ián, ¿""i"ffi*r:Ir"d
- si no está familiarizado con Ias dificultades iniciares de su pos-
¡t^U,:3:-
ño,proveedoras : 1, llirise,,
drr reglas para guía ¿1
;"r;r;;;;,
ron rra tr. muio Jol"grá ; tura, entonces la cosa no tiene mayor interés. Sin
no §e contenta con el aristotelismo en la forma en"múurgá,
Si
que áxiste
Lakatos ,, inurqlt..,t" ."Á. h "i."irril"r.Xl,
l*.:_:l no propor:iona " n;;[";; ;;-
,^,t"..;;'j""'"ffiH; llol",L
trata de adaptarlo a la situación actual de la asfonomÍa,
la rls¡ca y Ia microfísica, haciendo nuevas sugerencias,
ll{91": o una
,.[.?pl teoría. «La metodóiogía de los
1:
:¿ derando los viejos probremas desde un nuevo punto
consi-
l'".' :', '; t;;g;;*;; de vista,
Io l,.cepto y,
dr: los argumentos d,e tlgainst Io que es-más importante, ninguno 3Iffi',?,1"I'Jl;?:i;::*:,,:*.xi;ñ*ü;;"ltt;Ji""ii?":ffi:r."
surabilidad,,es Ag:tinst method,
method lo contradice. fi:
0 El realismo será
analizaciá "ü.
el ei'pró*inro capftulo,
AIan F. Chalmers Tearia anarquista de Feyerabend. 1g3
dos teorías son inconmensurables y no pueden ser com. La transición a unos criterios que no impliquen un conteni{o-
'das comparandc sus consecuenciás lógicas. citando ar lleva, pues, a la elección de teoría d,e una rutina.ru"idñii-
Feyerabend, «objetiva» y bastante unidimensional, a una compleja disóusión
que implique preferencias encontradas, y en ella Ia propaganda
des.empeñará un importante papel, como lo
nuevo sistema con{:eptual gue surge (dentro de Ia teorfa
de
hace en tá¿is tos
relatiúidad), no sólo ;iega li de los esractos de co
casós donde intervienen pretirenú;;.
s clásicos, sino que rri siquiera""iri"?r"i"
nos permite formular enincia-
,i3::,Tl1:=n-raler,'estados de cosás. No comparte ni tueae En opinión de Feyerabend, la inconmensurabiiidad, aun-
.r ningún enrrnciado con su predecesor, suponiendo que no elimina todos Jos medios de cornparar teorÍas
incon-
que no usem,)s las teorías corno esquemas mensurables rivales, lleva a un aspecto-de la ciencia nece-
de clasifi-
,f,1oj irechos neutrales... El eiquemu poiitirir. sariamente subjetivo.
I:r:- "rdenar
progreso, con r;us «gafas popperianasu, ie viená abajoz.
+qel
Lo que queda [después de haber eliminado la posibilidad de
¡, O§as parejas de teorias inconmensurables mencionadas comparar lógicamente- teorfas comparando con¡untos de con-
,r secuencias deductivasl son juicios estéticos, juicios de
.Fgyqraberrd incluyen Ia mecánica cuántica y Ia mecá- prejuricios metafísicos, anhelos religiosos; en re.sLlmen,
varor,
rr c-lásica, la teorÍ¡,r del imprriso y lo
la mecánica newtonia. qued.a san nuestros deseas sub jetilss $,
gue
y el materialisnr':r y el dualisml c,.r..oo-aima.
cuerpo-aima.
lDeJ hecho- de que una pareja de teoríás rivales sean in- Acepro la tesis de Feyerabend de que argunas teorías riva-
bles no r,e- dgspr,ende que.nc puedan ;;;;-
de ninguna formá. Una forma de comparar una Ies ¡lo pueden ser comparadas merlmente por medios.lógi
cos. Sin embargo, sugiero que hay que oponerse a su deci-
ontar
lCon una serie ,le situaciones observables y
;#-;;" ;; sión de sacar consecuenciis suu.¡eiivistás de este hecho.
registrar si nos centramos en la cuestión de la elección de teorÍa,
grado.es compatible cadi una de ta. t.oílas-;ü;;
ésás situaciones, interprctadas en sus propio. estoy dispuesto a admitir que habr;i nkún r:].:n..¿nto
- ^:¿--^ -! -
i¿;i;;r, jetivo impiícito cuando un CientÍfico .elija adopta*n¿'t*o-^ú1F'--..
de corrrparar las reorlas cii"a"'s po;r;;;"-
lll,lg"T"s rfa en lugar de otra trabajar en una teorÍa en lugar de
{ imnlicancoherentes.
-consiiláraciones acerca de si son rin.uí., o -o
otra, aunque estas elecciones estén infiuenciad^. pJr
-ru".
,.l,|rjeJ":, o
-incoherentes, si son ,rrr" tores «externos» tales- como las perspectivas pur, ,rt. carre-
aVénturada c, fiable, etc. t. "proxi ra. y la disponibilidad de fondos, además dei tipo de
nos
i§fentonces centramos en el-probrema de la erección de te.- sideraciones mencionadas por Feyerau""¿
c<¡n.
; surge un problema: ¿cuál de los Air"rsos cri- iul-"i,ur' u".
teriores. sin embargo, creo qu" necesario"¡decir que, aun
¡ios',de comparaci(rn se h, de pieferir €n aquelras situa- "i
cuando-los juicios y deseos individuales
el gue estos criterios están en conflicto? Segrin Feye- sean ci"^.to ,*r-
tido subjetivos y no puedan ser determinados ", por argu-
, lá eleccién r::ntre. criterios y, por consiguiente, Ia mentos Iógicamente obligatorios, esto no signific"'q,r* ,."n
entre teorÍa:; inconmensurables es en última ins- inmunes a un argumento racional. Las preierencias de
"subjetiva. los
individuos pueden ser criticadas, por ejemplo, ¿"*outruir-
do que son gravemente incoh"rrni., o qul tienen conse.
¡; t'r ;.i; ' '
t.
7 Ao¡ii¡ e lbid., p.
Against,methc.d,,
c pp, 275-76, subrayado en el original. 366.
rUhángirlg patterns of reconstructlonr, p. 365, n. 2. r0 Against nrctlnd, p.
2g5, subrayado en el original.
194 Alan F. Chalmerc
Teorla unarquista db Fe.yerabend
cuencias que los individuos que Ias manifiestan no de-
es subjetivista. IIay que adrnitir que en las condicioné
searían ". Soy consciente de que las preferencias de los
individuos no es;án determinadas rlnicamente por argu- pe.cificadas por el suplresto sociólógico del quq deÉ
mentos racionales y también de que están fuertemente mol- mi concepción objetivisia dej cambid de teorÍa hábrá
deadas e influenciadas por las condiciones materiales en siones y elecciones-subjetivas. Esta concepcién sup
que vive y actúa el individuo. (Un importante cambio en existencia de científicps con las habilidadei y los re
las perspectivas para su carrera será iusceptible de tener necesarios para aprovechar las oportunidades de desarró
un mayor efecto en las preferencias de un individuo que gue se les presenten. Cientfficos y grupos de cienifficos
un argumento rar:ional, por dar un ejemplo superficial.) ferentes podrán hacer "elecciones tiÍ.rá.,tr" .;"á;,;;;
Sin embargo, los .ir.ricios y deseos subjetivós de lós indivi- ilan a la misma situación, pero mi .orr..p.iOn d;l ¿;;
duos no son sacrc,santos ni inmutables-. Están abiertos a la de teorÍa no depende de lai preferenciar^ i"áiuiáuutes
crÍtica y al cambjo por la argumentacién y por Ia altera- guÍan tales elecciones.
ción de ias condir;:iones materiales, Feyerabend celebra su
conelusién de- gue la ciencia coatiene un elemento subje-
tivo porque ofrece al cientlfico un grado de libertad ausen- LA CIENCIA NO ES NECESé.RIAMENTE SUPERIOR
te de las «partes más pedestresn de .la ciencia ¡2. En una A O'I-ROS CAMPOS
sección posterior r:liré algo más acerca de la concepción de
libertad de Feyera.bend. Otro importante aspecro de Ia tesis de Feyerabend sobrd
_
Mi segunda rest)uesta a las observaciones de Feyerabend ciencia se refiere a la reiación entre la cíbncia y otras.f
sobre Ia inconmer.surabilidad nos aleja de la cuéstión de mas de conocimiento. Feyerabend señala que muchos r
la eiección de teoria. EI estud.io de Zahar sobre la rivalidad todólogo.s dan por supueito, sin argumentó alguno, que
entre las teorías <i.e Lorentz y Einstein, convenientemente ciencia.(o quizá la ffsica) constitu-ye el pu.uáigma
modificado a Ia luz de rni concepción objetivista del cam. racionalidad, Asl, Feyerabend dice áe l_akatos: -
bio de teorla, óxplica cómo y por gué la teorÍa de Einstein
reemplazó finalme rte a la de Lorentz. La explicación se Una vez acabada su <rreconstrucción, de Ia ciencia
basa en la medida en que la teoría de Einstein ofrecía más [Lakatos] se vuelve hacia otros (:ampos como si ya hubiera
oportunidades obj,:tivas de desamollo que la de Lorentz dad,o establecido que la ciencia modirna es superior a la n
y en la medida en que esas oportunidades dieron su fruto o a la ciencia aristotélica y que sus resultados no son ilusorió§
cuando fueron ap.r'ovechadas. Esta explicación es posible Sin embargo, no hay el -¡¡rénor argumento de este tipo. Las
«reconstrucciones racionales» dan por supuesta Ia usabidurfa
aunque las teorías sean al menos en parte inconmensura- cientlfica básicar, no demuestraft que es mejor que la «sabii
bles en el sentido rtlue da Feyerabend al término l¡, pero no durfa básica» de ias brujas y lo.s rnagos I
¡l Si un individuo r)uyas preferencias son asf crificadas responde
insistiendo en gue nc, le importa gue sus preferencias sean grave- Feyerabend se queja, con razón, de que loi defensores dt!,i
mente incoherentes y, además, no tiene ninguna rspuesta a las obje. Ia ciencia suelen juzgarla superior a oiras forrnas de cono:;,
clones habituales a l¿rs incoherencias, yo por lo menos no veo nin- cimiento sin investigar adecuadamente estas otras formas. ,
guna razón para tomar en serio las ideas de ese individuo. Aquí es
relevante la distincié¡r del propio Feyerabend entre pensadores ex-
travagantes y «respetirbles». plo de teorías inconmensurables, parece aceptar que Io son, dadoti|
t2 Agai*st method, p. que la teorfa de Lorentz incorpora la mecánica ólásica
285.
t! Aunque Feyerabe,od no cita'esta pareja de teorlas como ejem-
y la con-.t
cepción clásica de espacio, tiempo y masa, :1.
É Against method, p. 205, subrayado en el original,
;$i'+&1, ;i
uos conserven la iibertad de elección y no se Ies impon- tructura social, de modo que el análisis de Ia estructura
r una ideología co:rtra su voluntad
2r. social es un requisito previo para comPrender la libertad
iita nociOn de libertad ciel individuo que Feyerabend del individuo.'Hay al menos un pasaje en Agaittst m-ethod.
prestada de Jll.ill está expuesta a una objeción habi' en el que Feyerabend indica que es consciente de este tipo
Esta noción, qr,re considera la libertad como la libera- de cuestión. En una nota a una observación acerca de la
de toda obliga,::ión, pasa por algo el aspecto positivo libertad de investigación señala:
la cuestión, es decir, las posibilidades a las que los indi
tienen acces(r dentro de una estructura social. Por El científicó está además limitado por ias picpieciades de sus
mplo, si analizanros la libertad de expresió.n en nuestra instrumentos, la cantidad de dinero disponible, la inteligencia
de sus ayudantes, las actitudes de sus colegas, sus compañeros:
iedad únicamentt:, desde el punto de vista de ia libera- está limitado por innumerables imperativos físicos, fisiológicos,
de la censura, I:rasamos por alto cuestiones tales como sociológicos, históricosa.
I
ir¡iciacíone.s a t'o lísica: nuestros conbcjrnientos añade rcsrilta pcir io nlenos tan iniporta]-lie c.omü
úcos habrán s¿riid > dc la sensación, pero su progre- eilas en ia ciaboracirSn citacia,
j,coosiste precisar:nente en.liberarse de todo antro-
$rno y, por consiguiente, en alejarse lo rnás
ible del dato se.nsori:¡i. Alirmación de Ia que no- 1. PLniii'LrlriiEl{To iriil- PRünl-EhtA
conchlirfamos que el conocinriento nunca pro-
¡,¡de la sensació:r sola, sinc' de aquello que ia ac- Erripezaremos llam¡rndc: ia atención :;.::brr: una dis.
h-i.áñade a este dato. De tbdas fornlas, Plancl< tinción tcrnrinológica. I-a psicología clásica É**4
pt!',fiel a la o¡:iniq.ir.r rradicional y, en consecuencia, guia la.s ser:sacio¡res, r'ei.e.rid¿.s a ias c'.ralidadc§ (una
l,,l.lgg* a resolver s;u propia paradoja. n:agnitud, la blariclrra, etc.) y ias ¡rerce¡tciones, tre-
i:€io, que J. J. Anrpére decia ya a principios del si-
fcridas a io§ oi:jeto.s (csta ]roja áe ¡:epcl). Se consi-
Xr:r que la sens::.ción es ulr simple sÍmbolo y que delabn po¡.' i,anto quc la. sensaciórr cori'esponclÍa a
ne§, admite¡r s¡.l adecuat;ión a ios objetos son elemsntos prc',,,io.s y Ia pcrccpción a trila sÍntesis se-
o los campesinc,.s (yo dirÍa: corno los l:-iños) que cr:;:clalia. Iin la act.ualid¡rcl, ya no sr rr¿c cll tales
ti;Bn üna necesaria corresilondencia entre el nonr- seilsacio¡tes «clemcntales» 1' llr"cviirs (.:aivo ciesrie el
de Jas cosas y l.as cosas rrornbradas..En uno de punto cle vist¿r f;sicilógico; pcro nada pn:eba que la
rneJores Iitlros recic:ntes sobre Ia sensación,? scns¿lción tir] tantc-r quc l:ü,rcción llsi,-¡lógica corres.
lroncla & un estaclo psicciió¡¡ico clelinido): existen sin
0,.'§obre las opiniones c.e d.'AIerrrbert, r,cr ltf . Mülu¡r, La philt»sophía
"1!i
d'Atc»tbcrl, Payor, P;,rÍs. miis pcrce¡:ciones corno totnlidíid, 1o cr.ial quiere de.
.1,.'H.:l:Í,nox, Lo .fprrsolrlrt guídc dc t,ic, Gallinla rd. cir qu(:1 Iás sensacionc,s sc,n sólo Ios eleli're,ntos estiuc-
lu¡'aclo.s cle aquéllas A este respecto se pl¡edLr cit¿rr unif experie¡rlia
diferencja cre narura reza "y ),a no cstn¡cturantes (y sin
.no ;i';;;;tl,il"pu.,*r).
entre cial. Nos refe¡-imos a la realizeda por lr," ¡l"if+
Cuanclo pcrcibo un' aooo sujefos que, después cte atgunos áir, á" ii;;;'"#ü
dr un rcjado, ln *^rEnii;; ;; 'eo primero el cotor gafas con espejos que i:¡vierten ios oirjeio,
flnatmenre ra casl. .l;;-;";-d-¿: -r:na
chimenea, erc., ), iBo";;;§i
s¡¡l5qda pcrcibo ra de enderezarlos (hásta ur p,.ntó"á!ri
cass !CImo sCcsralrt *
.y ,:"i.r*9niü.fu¡n¡iS,i.rro",,r
-r'::-:""Y1'-: ::1:"^:a¡1cjc{aa
anciar en bicjclera por las cattcs de
qnáliqis dc sus áct¡ll,:s.. Y::i'.:": P: Ias gafas citadas sobre Ia nariz). E,rr^
Innsbruc* ;{jI
pucs, para .§er mÍrs exactos *"j"" OE"
".'J, prro_.,ri*i
mosrración cl* cómo, la percei:ci<in ri;;;i
, Itforigen habrfa que hablar
pcrccptivo y no sensorial -l; de los conoci_ inflüicla por el conjuntc, áe Ia acción, .or,
-dct
micn(os cienrfficc,s, F,ui:sro q"- ro'r"tiüüáii
retroactiva de Ia rnotriciciael sobre ia percc;;ü;:Íji
co.T'¡llucsfo clc r,e¡rsacic,ne_, o_r"_¡"¡jn"l,o .u
I*r:- sin,: Lna .o*por:.irm cle ras craves vjri.uares-l 'rr"iiñlrr*_,n
tnmccliata ¿ic ústas. ,:n1Íl:""tór:
.te§/.iloracu;lnlo
bicn, .ri lr¡.s s;c:,$;rcioncs no son indepenclien_ Pa¡'tiencio Ce estr¡s premisas r¡antos
a ciefencle. lru
,
89
ql obj,etq con propiedad.es o relaciónes nuevas ralización de las acciones ¡:ris¡na.s y no de su percalí*'-
cónien'an sus propierJ.ades o relacióires áirterio- ción; como tal, cl csquema no es perceptible en ai:_
pcro cómpletánciolas rneáiante sistemás áe clasi- soluto.
§.39i gr_r gs, o rde-nac io ne st coldespondeucias, enumera- Poclemos plantcarnos el 1:roi:lema en los siguieates
ióri"s o *ódidrs, ci,::.: son iás aációr:es quó'ttarirare- ténninos: la noción ¿es más i-ica <t mái pobre que ia
os lógico-matcm.fiti,:as.3 E,i origen de nuástros cono- percepcirin correspo¡rcliente? por ejemplo: la noción
cntos cientflicos re.sidc, por tanto, en estos dos de espacio ¿es r:rás rica o n:ás pobrc que ia percep
de acciones ], rio solamente en las peicepciones ción del espacio? En Ia medicla en que Ia noción
üe Ié3 sirven dc sefialización. procéciiera de le jlercepción sin más debeda ser más
*,Aun así, al defcniler quc el origen de los'conoci- pobre, pue§to que en e§e caso se construi¡-ia soiame¡r-
tos nunc:r está en la percepción sin más, sino te por abstracción a partir cie lo dacio y mcdlanl.e
deriva dc Ia totalidad de la acción cuyo esque' gcneralización; gencraiiz-ación quc, siempre en el mis-
tismo engloba la pcrcel:ción superándola, topare- r'¡:ro suiluesto, nada nrás consistina en retcner las par-
sin lugar a duila.s con la objeción siguiente: la tes cornunes de los datos y abstrar:rlas de los otros, lc¡
u misrna sólo nos es cclnocicla gracias a una cu;rl r":,:n(iucir.í;¡. a ir¿rcer del c¿r::cci)to un csi.lucrlir ciil-
varicd ad. clc p'.:rccpr:ion es denomi s propi o-¡'ra c1a
prrbrc.cicir: de lrr pcrcii:ido. Fcie, en reelicllrc.l, J.:t nociún
(mientras quc los resultados externos de la es mr{l; ric;i clue la pcrce¡tcirlu ¡, e¡r ei c¿iso tlel espacio
- serán registr;rdos por vÍa exteroceptiva). ?or
es incluso infi¡ritafiente rsás ricil que lo percibido;
Io, si clasifico u ordeno objetos con manipula- y cstr: por dos razones cornplcmeniarias. Le prinrera *-
efectiva sentirc: mis rnouimientos gracias a un e.s que la noción no consisle simplem"nt* t.uy'.r-
fiebo Ae percepciorles propíoeeptivas ), constataré cir el dato perceptivo, siilo tantbiúit (3r, co;:"r,frecue§*
iüs efCctos inatcrial:s por las vÍas visudl c¡ táctil ha: cia, clc rlanera csencial) en cor¡.egirlo, en sustitüir,
[ualss. por ejümplc, lil anisotropia del canlpo visual por una
,.Ello'no obsiantc, lo irnportante para el ionocimien- isotro¡rÍa perfccta, eJ corrlinuo apro.r:imaíivo de la
no es la serie de tales acci'cnes conside¡:adas ais- perce¡-rsi$n po¡'un continno prcciso (puesto que en el
te, sino eI *esquema» d.e dichas acciones, o primero, como han mostr-ado Henri p,iincarú y
Io que en ellas es gener¿il y puede tra.nsponerse \\¡. Kóhler, insistien¿io en 'eilo cada uno dr:sde su
una situeción a ctra (por ejemplo."un esquema de punto de rristá, tenemos qll,.] A* B, B: C, pero
n o un esquernir de reunión, etc.). Y el esquema A < C), los per:alelismos groseros de la pcrcepción {
sale de Ia perce¡::cióD, sea propioceptirra o de otrc:
; el esquema es; el .resultadc¡ directo de la gene- 4.- Decirnos.los paralclislr¡os, (cn ¡:lr-rr;:!) porquc, nr" *l
paralc-li.:rno perccptivti ordinario es inducablcmcnre cuclidiano, "uon¿o
es sal¡ido
Vi¡rsc L. AmsrEL. \f. lvl,r:"s, A. lvto¡u y J. flrcrr, .'Lcs liaisons ana- cl matcnrático y psicólogo Lu¡¡g¡unc ii¿ clescubicno una cstructura
qr..rc
ct slr¡théliqucs dans !cs coirrportcments du sujet,, É.tttdcs d'épis- Iobarschcvskiana cn el espacio c!c Ia vÍsión con convergencia, dcsaparición
c..génétique, r'ol. 11,¡, cap. III, PüF, Parfs, I95?. y tnovimicntos lit¡res dc la nrir¡da. El ¡rrufcscr A. Jóxcx¡;rap.c,'dc Lon-
clrcs, hn rccogido cstc prolrlcmr er¡ nircstro ccntro dc I:pisicrnologia
o1
por un par¿rlelisnlü ad ínfinítunt; etc, kr séguncla rar dicha forrir¿lc.ión. Existc, por cjcmplo, un nivel,i
rón (que explica Ja primcra) consiste en que Ia ne cual el nifio no adnrite que .,1
ción cs más rica i{racias a todo Io quc Ia acción ha y necesita Lrn control perceptivo =C,-si á .= B y'g
para adm'ítii:
añadiclo a la percc:pción: el espacio nocional es csen- transirividad. Lo r¡tismo ecurre con la propiédgd
cialrncnte operatorio, introcluce sistemas dc trans, mutati\.? y esencialntente ion cl hecho á. qre ta sü
formaciones nilí rl,lncle ta percepción se contenrta con de i.s elenrc,tos de una serie es inclepenciente deli
estrtr<;turEs cst/rtic:lts ¡:obres. Pues bien, estas tr¿rns- dc¡: de enumcración. AsÍ pues, al principio sóloi
iormacioncs ticncn su or-igen en las acciones (que coltc! \..u¡r
vv¡¡\/ur. con ¡.'
Ia ayuda
(¡yuLra «le ia gxll3flencta
oe !!1 ex1:criencia algO que (a
algo qUe (h p!
p
r:ngloban las ¡rcrc*psioncs señaliz¿doras) y no en di- tir del nivel operatorio de ios ? a ios B ános¡ ai
chas pcrcc¡rcionc.s como tales. Por eso Ia noción es recerá come evidente por nece.sidacl cleductiva:' .ifi
irreductit¡l* a sirr:ples abstracciones y generalizacic¡- Pnr consigiriente, se pocirÍa.ttegn, *;;i-I
ncs a Farti¡: ciel r:lato pr:rceptivo. Al contrario, pre- lembert y lir:riques que las prc,pias maternáticas :;, tuó
cecJe es*rrcial¡ncrit r de construcciones (mediante ge- salidr-r cle Ia percepción, si sc pi.nru que toda exp
ncrali;:¿rcio¡')es L:cr¡,:;tt'u,ctiyas y no sólo por abstracciórr riencia consiste en urxa lr:cl¡,rra .¡rc,,.cpti.,,,a de las pii
cic pllrtcr cr:n1un*r;) r,,inculad¡rs clcsde un'principio a piecierCc..; fÍsica¡; clel oi:jetc. $iii e¡i¡bargü, exisie¡¡
ln uccián ¡:'lis;nn, tipos dc er:pcricncias, tal vez r¡nidas sic:tpr-c de
Estc r:os }ieva :rl problerna clel carácter especÍfico cho, perc fíicilnente riisociarbJcs en ei anáiisis:i,,
dc ios corr(.|cimientos lógico-rnatenráticos en general. experiencia qlle llarnaremés físic¡r ]i la e:*perient
1ógico-n:atenL¿itica, ?n)
ra
La expcrie::rcia fÍsica rr:sponclc rr jü coflc-o"ió/¡1i{
Z. L.t FoR\{/,crdN rrE los CONOCIL{IEliT0S sica cle Ia e:ii>eriencia; colrsiste eil ir(:tLlut-. sobre obii
tr.rÍüI cr:-trr,rrr¡,r/.'¡ l cos to.1 para e)lt.r'aer rr¡t conocilrrir:r:ro 1>or a.bstracciónfá
partir clc es,tos mis¡*os objeto:;. Fcrr. eje,lplo, cuanát
Cornu sobre estl punto ya he h¿rblado bastante en eI niño i*i'alita sólictos aclr¡iel ti: por expcriencia fÍii
CItrrr$ ocnsienes,t ',¡oy a limitarme a resumir los re- ca la Civersiclaci de los peso.s, s;u r-elación con el vo
sult.aclos crsencialc s. Irrrnen u ig,iutt Censid;rd, lÍr ,,,ili:e.clad clc Ias densiáa
A lii hc'r¿t cle e:;tudiar I¿t gónesis
de Ias nociones cles, r:tc. ".,,.'
Iógicas y n:atem¿ticas eR el niño resulta obligaclo Por ei coli irario, la experiencia iógico-matemá
reconocer que }a experiencia es indi.spensable para consiste en ':iper'ar sobri: k:s cbjetos pero sacant
conc¡cimientüs a partir de Ia lcció¡r y r:o a partir dB:
GcnCtica clc Cínebra. Viirsc cl forcic,rlc V de los Étud¿s d'épis!únologie los objetos n:ismos. En este caso, la acción empie-'
girrit:rilrr, PUF. Peifs, I1;5?. IFi tltulo dcl rrabajo de .{. Joxcxxesnr cs
Géqatétrie tt pt.rccptien, (T.).1 za por co¡:ferir a los oLjetos cerr.írcteres quB no poseÍan
V{ase Corlp/es re '¡dus clu Cotgrés de Plútosopttic c!¿s scic¡rce¡
- IZuriclt,l95,l, por sÍ n:ismos (mantenie:ncio ad.elnás sus anteriores
de r,c¡l. I, .Jl"rrrosds gCnéraux,, J. puc¡z, 'Lcs grundcs ligr:cs
ttt l' 4pi st lutal{)§ic ténCtiQue. prr:piedacles) 1, la expc:¡.icnci¿r se ¡:efiere al Iigamen
ti2
93;
'entre los caractcres introclucidos por la acción.en er propia de un organisrno que for¡na parre rlcl universo
:.:!j.,9 (y no.a las arrreritt,rcs propiecfades dc éste).,Es
ricn cste sentido en er que er conocirr¡ientc §e extrae físico se compre¡rde tambiin por. qué csta.s conibi-
nacíones operatorias ilimitadas se anticipan .Lan a me-
, 1"-lu-acció¡:
:É:," .
__-
-__.*..
ev¡¿¡v tll
corno r.f,r y
J r:o u(j ras
rrL, clc las propir:dades físicas
l)ropl(:oaoes t¡s¡cas nucio a. Ia ex¡reriencia y por qui, arrunJo *,"fr*o
oet objcto. En ci ca:r;o de ias reraciánei e'tre ra suma
f". a encontrarlie, hay acuerclo *ntl-e las propiedacles dei
i¡:y !t orden de unos cantos en¡.rmc¡.ados por el nilio, re-
eviclenre que ,r:i o¡-cien ha sicl«¡ introducido por
objeto y.ias o¡:er¿rciones de) sujeto.
ili,illli
; la acción en Jos cantos (puestos cn ltilera o en círcu-
l?l: y Io n:ismo ocur.rc cr-.n Ia .suna (<tcbicla. a la acti-
" 3. Ln ron¡.1¡tclót.t uu Los coNoür[*]l]tr0l; r,fstcos
.;lvidaa de coaligar o de rcunir). ["o quc el sujeto cles- O fXPERi¡\fti|{TALES
,:cubre entonces no es una propiedad fÍsica de los
i, cantos, sino una rciación de inclependencia eutrc l¿rs
E,n car:nbio, el conocirnienl* fi.,;ico, c) r:i;iicrimental
;$i$os acc-iones dc rct:,¡rión y clc orcienació,. Cierto es en general (i;:cluicia en éi lu quc¡rlr(::tria clei rnurido
Quc ha hsbicio acl¡.'in¡i:; unñ expericr¡cia fÍsica que pro- real), prccecle ¡:ar. abstracció¡r a 1:artir cle jas propie-
li:ura los c*r¡oi:i¡¡ijr-'rit.r:; sigr.rienre.s: quc ca,.la uno clc clilde:r clel objelo coj]lo lal. Asi
i:rii.js, j:ii-v ri,,., ,,,}#i--.
iilOs Cantos s;¿: ]te (:i-¡.)1iril-r,.ido clurantt: I¿r opei-ación -y qr-rr: el papcl rici clairi pcrce¡:tiv. :i,_:1.;,i
quc §on orclcn;!bl,:5 v citl.tn:er¿iblcs, etc. pe..¡.-o la cx_ fiii.s.ii,,po;..Lairt,,l
en efi te segrrntlo canlilo. I:'(lr..l *.-ll cstr; e ri *.:,cnciiij-*
a.
riencia no sq h;i refcrii;lo a este asjpect() fÍsico: se t'
fi
queda el hechr; de q,c cll le i;r-lrctica i:L .1;e;:cepcióu
r§-¡.¡r{1u¡¡t L,i§
,r.lrataba clc 5..1(.},it;-
s¿bc;" sl si til
ia §ui¡ia
sui¡til. ee.-.. ciepcnclientc o no Cel §
nunori opera :;cla: únicarnentc ilirsiriu.ll;-inios l;l
r¡¡dcn seguiclo
§cu\uau(.} )"
3', urc
brc
sr..il:rc csle pl:ntü ¡:rcciso, la expe-
c:;le ¡:ro-
rii"-.,".-*¡¡ 5(.¡ c.s
I
I
E
picia.i ciel oi.lir:to cuando aliaCiint.s llgr_, a Ia »c:-cllr-
||Iiencia es autdnI ic¿rn:i:nt.r: Iógico-mirte¡nirtica
l en tantt: I ciirn, Y estc ...aigo» qrre añiitli¡.:1,:s c,.;, 1:it-e..'is;ilir,e,ts,
¡e.ficre a )as pr.opias a¿:cio¡rcs cie lcr:s sujetos y f
s
l1o
no al:uI.ru-l{1
c¡¡ ob_icto
¡; u;r coitjrrnto cit: trlar.co.s )ógicr:-r;ratcl_,i¡itic.s qur scrr
t(] er)
elt cuÍt,1to
ctlÍ] llto t¿Il.
t¿ri.
,..,if.!,y,
los_ qire h¿rce:¡ ¡:osibic Ja.s lec:tr¡r.e.s
$iti.1tta es Ia cause rie qqs, eri ull momento dado, las I
. En efecto, rs fundan:entai para itilcstl"üs ¡;rr.cr:;:ii,.,es.
!ó¡¡ico-matr:ur¿lric¿ls del sujcto p,.,e.i^n p"rr_
l propósi-
,:::i:"": ir dc.su
¡
l!
I fos recorciar elrre si bien e:ristr: ur¡. conocii:rienr-o rógi-
aplicar..i<in a *bjct.s firi.oi e interiori r
'i.
()(
marcos o de sus esi)oz.os más r: mcnos incli.fercncia-
dos. En el otro extrrtrno. ia física, en tanto que cien. laf<¡r¡-n;lcicrn clr: estas nociq'¡lss cn ei .¡rif¡o, t*outtien-ii:i
cia de la experienci¡,r nrás evoluciona<la, en *no p"r- do asÍ a urla espucic de e¡ntr¡:ir¡lc.rgÍa mental (quc pue-.:
"
pctua asimiiaciórr del dato cxp*rirnental a estructuras de prestar lo.s inismos servicios que los -1!
que el estú-,]i
Itigico-riaterná{,icas, l)ur:sto quc cl re6namiento ¡nisrnc.r dio cte la ontoúólresis or-gáni,.:a ha prestacio. a la ana-l ,
U/
7. *.L-¡¡sn¡,lo¡.olf ¡
.llr I
|iotal. de base), se ¡:ride al niño que reconst*rya las pues, ante le paradójica sitrracii¡n siguicntc: I;r r.¡o-
relaciones izquierda-Jcrecha y clelantcdetrás de acuer-
,;:do con Ios cuatro principalcs puntos de vísta posiblcs
ción cic espacio lrro¡,sg¡iyo sólo cmpicz¡r , orgunizar-
(puntos carclinales), se con:itate quc a los pcqucños se en el nivel en que la pcrcepción clc ias rrragnitr.r-
des ¡:ro1,er:tivas sc cleteriora, mientras qur: cn I<;s lri-
iiles cuesta un Sr?rt ,rtsfuer¿o ]ibcrarsc de su- pcrspec- veles el1 quc ista alcanza su situación mejor (por
.iiva cgocénirica rv r;uc el prr:blcrna sólo sc resuelve. clesgracia üo se la puccle elevsrr rnilcho clebicio a ias
;Cntre lo.s 9 i.. lc¡s l0 a¡ios. En una palabra: la noción dificultadcs cle comprc¡¡l;ión vc¡'bal de la c()nsig¡.1¿r j
como tal no h:rce $u: apar.ición hasta los 7 u I años y !a noci<ilr no exi-stc. AJrr¡ra bie¡r, si la nr:citin fuer¡r
;gta.1cr1c alcanz;r :;rr punro rJc equilibrio hacia los
b l0 arios.
abstraícla de Ia percepciór¡ sin rnás, clebería conlri---
¿'
tuirse jrtstamente en el ¡rrr¡nrento ci1 c¡ue la pcr/"p-
4;§i clc uhf pesanror; al ür,arztcn dc la perce¡:ción del ción proyec[ii,a es r¡rcjor y, por consigiricnte, deliqríar
,P§lracio proycct.ivo, {:lllc hcmos cstudi!¡do juntamentc ser :'¡:lucho rnás prücoz d¿: lo quü cs en rcaliciaci. De
tor¡ Larnlxrr:i*r,? hu:icndo coroparar las n:.a6p'ritudes hechr.l, Ia noción de espacio prcil'ectivo ii-r:plica rnu-
gparc¡¡tcs <le r:na c¿'.ii;.r elc 10 cm a 1nr clel sujeto y cho ii:ás que una ai';str;rcción a pariir rle la.s percep-
Á+! '+
.l in clel slrjeto (r1ue. i:)oi tantc)
.
"clc utra c:;:íia i.arilrirL:: a ciol;csl ileva rol::;iilo una cc,o:'djnacion rj¡; jos pi"itlrus
{gbel.i icnr:r .iü c:iir }}}r;l scr ¿:stirnacla proycctlvarnen- de vista y, er: conscclr::Lcj¿r, rill nltr-'.anismr; i:pcratoric;
irif¡ual a la prinrc:.'a), r:r:s (lncontr21reilto.s rinte un cle tt'¡:lg[or¡n::r.'ión t;il,icho l;i;i:; cr.i¡l'i,!:1r.jrr rirrr Ia:; p:c;"-
¡i
Sqdto srttli' rlifcrcl:c. Lo:; niÍios pccueños ironen Ce v
¡l cepciones qu{: cort'cspo¡:¿1e¡: il cacia uno cie estü.s
iesto iln¡! grau ¿lificuliad a Ia hora C* compren- Ii
í. punios cle t,jsta considcr¿rdos ¿lisIlrlíri.rtcn1il. ,¿isí pui.'s,
lo quc se lcr piiir: (y se precisa uua injciación cori t,
la nocjón cilaia ¡rrocedc de un rnarco ici¡lico-nrati:-
tura sobre un c¡:jl;ral plano par¿r que se den cuen- ¡náticr"; impur.sto a lar; perr'.*¡r*ioilL.s i: :ro sirr:plcil-tcr:r-
de que sr: trata sólo dr: {a rnagnitud apar-ente J¡ te rie las 1:*rcr.p*ioilcri inislnas.
rnrr¡Inítucl reai), p".o c.rárrdr¡ lo han com- Ex;.:.,rTrini:¡no:i aho¡'í.1 ei s;r:¿:lrndo r:.ie::lp!r-.'. (ir.re rie iii-
'de,'Ia.
i<Io d¿in estim.:rcioncs pcrc:eptivas mucho nrejo- fiere a la cc,nS,*r',,aciún d.e las Jr:ngitirde¡-. AcaF:anrt:s
que los niños rn.lyores e incluso que los adultos,
. cl':: cr¡nslatal qus exi¡;teil «';oI)sl.ai1üias l:)ui"cüDtiva.S»
t excepci<ii1 de lc'rl'; rlii:ujantcs. Dicho con otras pa- t¿rles conir.r l¿t qi.¡c c¿,.:'í¡r:te ri?.ü Ia pcrci'1:ción rlc l;r:,
¡aq: micnirúls clu( c<.,n el clesarrollcr rnei:tal )a rn;rg- n:a'-lnilucles r¿iilc:i {}, ¡ic¡ t}i'(.¡_l,i:cti.,,a§), }, qilc: sori bíi§-
real («constarcia pcrceptiva de Ia rnagnituclr¡ talrte prccoc{:.§. Fcll oti'a paif.e, i::.tis[c;¡ «i"rücione.s {ic"..
lomina cacla vez ri:ás sr_¡bre Ia magnitucl a¡rar.ente, F conservAciono que sol': ntuciro r:r.ás t;r:'¿ií¿rs (a ¡:aitir
¡iinos pequefios son rnás apt;; que ios aclultos de los 7 u I ai1<,;si. Un r-:;eilririo f/rcii de esi.ririiar cs ei
$
evaluar esta irlr.inra. de la coilscrl.'ació¡r de In Iun¡litr-lr! cie u.l'l mór,i1 cil
i;
§l caso del p: imer ejenrplo nos ericonlramos, r:atio dc des¡-riiz¿rn:iei'rto, Sc
":oloc¿r
anl(, rl njííc¡ cios
:J. :'I¡ra¡r .r, I.f . LAr.lliril;:,'ri,ri, r L;: compartr:son dcs gr-airduu:s piojcc. rcglas SUprlrpriü"stas cie i5 clrt i, :rr-t ies hi.ri,:',: i.otlstat,r.i'
.cfi,qz .l'cnfant ct cher. I'aciulrc,, Arch. de ?sycho!., Rectr. XI l. su i¡:;uraldad r:1.; lr¡ngitucl ¡:u,r' co¡rgr-r:crrcil. )-,trcgo sr:
desplaza una dc ellas 7 u 8 centírnetros dejando un tervicne en la pr(rscntnción dc Ias iinees ,,'.orrtprt{
cspacio entre ar¡rbas y .sr.: prcglrnta.al niño li lo lor¡-, dificultn r.:¿rclu vcz. ¡:rás al niñr¡ cuanto r)1ir¡,Jr ci, lti
qitu-d de la regla dr:splazada si6re siendo igual a Ia peclrreños tr)el'fltanecen indiferc¡:tcs ante esto'al
dc Ia otra. ¡1 los i aiios solan¡ente el 15 % cle los tener t¡na r.:slnrcturación espacial suñcicntc,.y cli'áll
suje tos admitc Ia cr:,nsen'aciún, porque a esa edad el su rnc.io' c.stin:ac;ión cle Ias longitucles, Ta¡nbién e:
rti¡1o csrima la longitud por cl punto a que llega cste ejenrplr: vcntos quc no liiri¡, relación entre.,Ii
cl oi:jeto: la r.c6gla clcsplazacla e.s consiclerada como noción.(conscn'nción de Ia lr:rrgitr"rcl cr¡ caso de deii
rnás larga ooporf¡ue reL¡Í¡sa» a la otra, sin que el srr- l¡laz¿:r,¡icnto) y.);r pcrccpcii:n corl e§lli;nclici: te (estifa&
t'
icto tenga er) cuenta ct rct¡a.:arnicnto rccÍproco _-v :
ción de las Iongitudps corr rc:biirsirnrient<-r por lbi
con(r;¡rio* q¡"¡* s(: Ilroduce por el otro extrerno. A lo.s ¡
F trerr:ns): en el ca.so c1e Ia ¡rc.¡cióti, loi; pequeños 3.uz!
{J ;liir¡s s:} ?ü g6 d* lg,ri sujctr:l; acli:rite¡: la consetl,a- P
¡: (por abstracción 1' cn virtud cic,l prc<Ionrinio cie
r,
cirln .1' r los il lo ;:¿trnitc$ ya cl 100 %: el raz_ona- l:
co¡rsideracioilcs topológicas sol:rr: lers 1:reocr,pacione'§
¡f iic¡ito tr:'p<;lri¡.:icr¡ f rr¡"¡clrreio cn el orden de los pur-jtos r::étrica.s) ítlicail'lcnte en fu:¡:c;ión cle un soio rebasd
tlc ile¡.larJ; l¡.: "lir.tri¡ $ustituid() por una evaluacirin ntietrto, lniciitrÍl.s que en cl ca:;<¡ cie la ;;cr-r.:epción ldi
rllI'ttti!-:i
r-¡\.rF.vÉ.
nusrilüs l:iiicr; r,cll ios cios rcb;is¿r¡.ilic.i-ltos sin que pri
i:rt,i:;t.'nl{}ri:I,1.¡tt{),;c iLiantea ia prcgunta de si ia e.s- ellcrs c¡¡n::tiiu¡.ir otrstácrrlo ;rlr,L.:lro i;l in«:j;nación qúó
tir::::,"ciúi: ¡-¡:etr-ic¡, c)n co¡tsert,ació¡r cic Ia lon¡¡itucl, <lifici.rltr r:.1 .ji-itcio dr: jcs lrjíii,c,i-c-,; '::;
tst;i vi¡:cr.¡!acla o n,,) ít consideraciones pcrqep¿ivas lJrr terce:: e3eilplc )tos.ntostl.ar.;i. cir c,irntbio, unai
{¡li:rei:¡'r*irir: cic! inttt'i,lio e.ntl'e Ioi; extrenros, por opo* clara cenr,rcliqeilciir e¡:tre iir lrr;e irilr *,, ii:. i:ei.cepción,
sic:tin clc ústos:, eic,). Para rcsponder a ella he r¡re- pclo en c:l s;nticlr¡ c!e i:na nr:cirj¡i rccín¡-i.,ca y no cié
'ciicio c¿:rr: S, T'aponi:r s Ia estimación percepti\¡a cie
dirección ririi¿e.. I{c,s; ¡-cf,c¡-inrr..:; a los sist.:¡rras de
sli.iirtü:i r.lc 5, E ]' l L ariros, asi. oorno cle adultos situa- cOorcien¿iC.as lratu¡-ale:s (ho¡-i;ir'::ir.rl .,.'.,r.il-tir::il) o siS.,1
dc":§ tüa}o.§ ellc¡s entc dos trazos; irorizontales cle 6 cm
tern¿i:i cle t'eic¡.cnci;t cu\'Íi nr.:gi¡1,, itc:li-,;:rn.l(-,s Ciu entfe- l
se¡:nrados 1)0r un .ntcrvalo vatÍo y con despiaza- ltel'¿ pitl¡:ósiio rJe i¡r e.':l;,¡rici.ici;t ¿:.¡1,[.r:i.ior. En lo,t;
t
micrlco recíproco igual a Ia mitad cle IÍ refercntc a l¡ nr::c.iór'I, sc: peclir.:i, cotilo hg:¡ros hecho
i;r l,:rngitucl (cf. los dos trazos ¿rl mar_ I B. Inh,:1clr.r ',r 5;g ntis;n:c,e j)ro\:*]- .l¡i t¡li.;:¡-riación de la
n
cuanto a la percepción se les maunda¡á comparar las presentau más que una débil estructuración percgp-
Iongitudes de una vertical (constante) y de u¡ra obli- tiva de actierdo con los ejes de coordenad¿s e§
cua (var-iable) en diferentes inclinacionqs.¡o Se cons. les, esto se rlebe simplement.e a clLle se quedan en'ce'-:. ,
tata ahora, igual que antcríorrnente, quc los niños rrados en las fronteras de ia figura y no establece¡r
t pequcÍios dc c:incq a¡los da¡r las mejorcs esti- relaciones entre Ios elementos de ésta y unas refe- ,
I macioncs ds Ia longitucl de los trazos y que, rqutias exieriores cadavez rnás alejadas. Ahor-a Üie¡i,,:.
cn cambio. c','alúan muy mal la inclinación un sistema de coordenaclas supone precisamente'eI'
,I (Por cogrparar:ión de las ñguras entre ellas); citado establecimiento de relaciones entre la figqr¿ y ;
por cl c\*Etrerio, los lnayores csf iÍurn cada.vez con Ios objetos lejanos de refcrencia (el soporte ¿"¡ 1¿¡¡e:'Í:
más di$cu¡ftrd las lorrgiiudes debido a Ia dificultad o del dibujo, Ia superñcie de Ia rnesa, el suelo y las,,,;
de tá ÍncllnÍ¡ción. Fcrc,-cvalúar¡ ceda vez mejor Iá in- paredes de la habitaciórr, etc.). Los progresc¡.§ en Ia'
tlinaciún rnisrna a pa:.rir cle un umbral que.l:ay que ,5
estructureción ¡.Iel espacro poneri clu rna¡:ificsto,- .por .:;
§ituar dc nuevo en lc¡s 9 o I0 aiios" Etr otras palabras: t tanto, una liberación con l'especto al factor de pro;<i.:,.;
I
lcs ¡iños pequeños nc¡ tic¡ren en cuenta las coorde- Í. midad; de ahÍ qr.re dichos progrcsor; sean ta¡díos; r:r
I
n§des p..:¡'É:€pthÉrs rniei:tr'as que ]os mayores son sen- r: Resulta, pues, evidente, en estc caso particular, guc",
slbles e ellas. ilT la percepción esi,á influicJ.a rnás o rnenos directa o in- '
Asl pues, er] este último ejemplo se da una estre- L
directarnente (e.s decir, pof nrediirción de la motr,ici. .,:
fi,¡
clrs cürretación enire la percepción y la noción, pero dad) por el estairlecimiento cie relaciones. a Cistancia
T
propio de la intr:ligencia, y que si l:av cc,nvergencia
':i
¿en qud scntido? ¿Es r:1 sisiema de coordánadas per- i.
ccptivas, por así deci:'k:, el que determina unÍr,oca- entre l¿i evolució¡r de jas coorcienadas perceptivas y
rrlctltc el sistema de r:lerencias nocional, o hay que la de ]as coorcienad.as re¡:resenti¡tivas o nocionales es/<'
hqcer iutervenir una ¡rcción cie Ia inteligencia ioure e¡r función d,el desarroiio sensorrlotor e inteiectual ,
""+,1
en juego la perc<:'pción, sino que se añade a ella, como
otro origcn nece.sariei, Ia acción y sus coordinaciones, Todo 1o que actualmcnte sabcmos itabla cn favbr
lo sual equivalc a decir Ia inteligencia, pues bájo csta segunda solución, pero tociavía no es posible t
'esa palabra *-1.¡:1 tanto vaga y bastánte peligrosa- nrostrar su gcnerali¿lacl completa. De lo quc_Ua es
mos süglrros cs de quc las perccpcitrnes ddl espac
.debcmos comprrnder prccisamcnte el ft¡ncio¡ramien- clel tiempo, cie Ia velocidad, dr: la causalidad (mo
'to dc I<¡.s sistcmars opcratorios salidos Ce Ia acción (y
:que son, princi¡:rlrrrrntil, los sistümts cle agruposr,, miento transitivo), efc., consistcn cn pctividades tr
de «¡sdcso o a¡'c'ticrrlc¡sp y otras importuntc§ e§truc' cho más compleias q'ue sirnlrlus icctüras'y dan tes
,tr¡ras l{rfiico.ml:1r:rn¡lticas). Ahora bicn, si rccfproca' ¡nonio cic. r¡na ,":rganizacidl pre-lógica o ple-infcrr
imcnlc Ia acción la inteligencia transforman Ia cial, cie tal n:*:rera que est¿rs ¡¡cl.iviclacie.s prcfigur
'perccpci6n, y rf$'i:;1,!'f,$ luglsr ele scr autónoma, es es- el1 cierto sentido las dc Ia pi'o¡:i;r intcligencia.
ttructuracln clrda vca de fomna nrás estrecha por el Los tres ejem.1:los que valnos a r.i¿rr ahora nos
:esqúumctisrno y o¡:eratorio, la hipóte- trotraen e los problcnras cle 1as rc:laciones entre
F!'fic¡psratr:ria ¡:ercepción y la nocirln (al igual filr¿ en ei apar
sis tlt:l *riglln .,;,r:n'.qoital d* Ios conocimientos debe
cons,iclcrar§e fic Í,ilílrnentc coÍrrc) i}rcr:mpleta (tal como
ciil li), i:cro d.esci¿r un ;;unto Ce v;:j1{i nue..,t-:. Aitc
hnbf¡¡n:cs i:ists¡ ¿ri; ic¡s apartarS'ós ? y 3)' sir:o incluso ",,a flo se traia dc rieinostra:' qr-ie la l:oción nü pro
Ce, sin r:iá.s, Ce la pei'cr:pcióri cr.,¡'it,spcndier:tr:, si
c*Ilio f¡t[:;a cn ,l'l rrtisrno campo perceptivo; y esto en
la ¡ntlrlirJa *ft {it,:Í:Ia perc-c¡:ción como tal no se re- cle i:acei ver que la pcrccpcil.rn ¡:iisn:h se orga'
rli::tc a r.ln;r ll'ri'tt:";:r rlc los rlatos sensorialcrs, sino qtfe r.a de urlil fo¡';ue que bos<luei;l lil cirgaiiiz¿rción rle
i':r¡ciúi:. "i'nü sc: i'¡üs ctiqa r¡i.i;-l sc tl'r.ii"a cie un r*.toi'
ccrrr.rii;tr s¡) {,}nl¡r¡'filniz;¡c'.it5n que prefi¡pra la i¡teli-
gtncia )" q1¡rj clid:. t't.:z est¡i ¡nás inflr-ricia por los pro- ciisimulaelo a lrnn iiii¡ciún cie l;¡ ril,- i(.)j) fi i)a1'1ir cie
Sr*sss de csta rilti¡no ¡ierc:c¡rcióit: t-'Jt lr ¡¡rcilicl:r en (:iLre ,":)rl:;tc filiación és
se cia ellí:re la l'roción .1, *1 esqr.tcr¡:;rÍ-j..:rno sel1;-alllot
, I')icho ri$to, cl ¡r:'oblema f-in¿rl ]' funcian:cntal que
'n*s {ucrla IJCIl' rliscutir puecle enunciarse como sigue. cn gcnc:l'el, y io que se traia clc cicn:ostr;/r es-Q
este mis:lno esqui:n"raLi.rrn,: juegia ','J uri papcl en
¿Conriistc l* percepción en una sintple lectura de los
datos scnsorialcs. o en acti'"'ídad¿.s qr¡e prefiguran las organizaciór: clc las ¡:i:i'cr:pcio¡rcs ai nñadir§e ,je e¡
rt:odo a.! cle.t'o scns<.¡l'i¡1 c1t.ic cL r:ilado esqucmirtisr
.:opetaciones i¡rlc.lectr-rales v que en cacl;,r nivel siguen
Cstando vinculacl:ls a eilas? Iv'Iás ¡:recisarncnte: ¿exis- ¡:ermite i,¡simjlar 1, elabfll"ar cir:scie r:1 misrno irrom(
.t ie'' prinrer"o un estaCio r1e simpie reqist¡'o sen.soriai
tr: de Ia perce¡:ción.
.,,(más o mencs pi,.sivr:) 1, solanierrtc en segundo lugar iruos*,lu irrimcr ej.crr.r'il1o scr¿i cl ile Ia .,'eir:cid¿
t¡n nivci de c:oorclinaciones légico-nratemáticas, o bien Ilri¡riero trataretnos de caiacterizal slt flaturaieza r
'Ínterviengn ria.si:/rr cl ¡trincipio .t,, cor:jr:nto ¿1e coor- cional ¡rara erbr:i-clirr lucgrJ sus ÍisJlücLos irerceptil,r
dinaciones Iósico.nratenráticas en ei seno mismo de Ia Es sabiclci quc. cn la rrccÍrnica ulfr¡;ice. la velocid:
es prescr.llada corilo ulta reiai:irin ei:tre cl espa{
..P..9¡cePció¡r?
,','I . '' recorrjclo *,' la dul'aciórr, lo cual c,illiga a pcnsar q'
]r
i'éstbs corresponcien a intuiciones si¡nplcs y dircctas. tados psicológicos para construir una noción f ,sica t
la r,élocidad a partir del rebasamiento o adelan¡áiilie
,,Por el contrario, er:. Ia mecánica relativista, la 'velo to.¡, Obtuvieron agí un teorema de adición cle I
gidad, aunque conscrva su forma dc rclación, es rnás
elernental que el tiernpo. puesto quc cornporta un vclociclades asc¡ciancio el aclelantamicnto orciinal
'1tnaxímum y el ticuirpo cs relativo a clla. A. Einstein una ley logaritmica y a un grupo abeiianc¡ y extr
yendo de ello a la vez el grupo de Lorentz, Ia iev
;1iuvo a bien cn cicrr:a oc»sión aconscjarnos que cia-
,
1{
tl
'a l,:.
,: tociavra más. La expJícación que parecc imponerse e6 bio la impresión cie un odisparor. Si se
qi:e el movimiento por cl quc la mi¡ada un^a inmovilización bastante larga ¿e losi:¡r
sigue al
mór'il se halla consranternente obstaculizacro cn Ia después ,del impacto, c.l rnovimienro utr.eiiéii
I,.rt{.! . entrccortada lror fijaciones' mornenláneas cn
jil:: parece indepeudiente y no causal¡nente süü'¿
bArras, Io eual implica un arlelantamiento del al de .,{, etc. De estas cliversas impresiones,'áü
con respecto í:r los movinrientob dc la rnirada
r---------------nirvil
cutiblemente son percei:tivas, N{ichoit* ruco,
y t,ll impresión rle rnryor vetocids,d. Désde,Juego el ch:sión de que la «noción¡ de causa es itabs
trrfirblcma c$ ¡¡ú$ ceinnplejo cusndo Ia mirá¿a cstá de tale.s pcrcepciol:es. pero, alln riudiendo,:d
innróvil y l* velocld,ad localizri¿a en el inrcrior de a ]as experiencias de Jr,Iichotte, uilo ha dbl
un cnmpo visual ewil rlo oc clcsplaza con el móvil; sorprendido por el hecho de que ias inil:
pcrü cn cste qaso qu,lda por cstablecer una relació¡r cle «choque», de «e.gpuje» q.ue tenen or eo prü
cnt¡"c la velocl.dad árl rndvil exterior y el de Ia exci- de estos cuadr.os visuales seari de origeii táEtílc
taciC:n o cxtincÍón dr: las pcrsisteneias retiirianas en tésico y havan sido trasplzrntaci.as a las claves,
cl propio c&rDFü vÍsru¡I- Ies por lrna especie de Lsimilaciór: pe.i:ceptiv§
t;'!1 §€Sundo ejcrnpi:o ser/r eI dc Ia «percepción cle procamente puede rnostrarse la existencia de E
de causalidadr. §i6Ujendg a los «gestaitistasa Dunc- siciones Ce lo l,isuai a lo táctilo-cinestúsico,erii
"ker ¡' il{eEagcr, Ioi c,raies sostenÍan que experirrren- minadas impresiones cle causaliclad tácti.l: cf.il
tamüs una irnpresló» causal de naturalez¿ percep- nera corno, bajo la influencia de j¡r visión, se Ii
itil'g e¡r ¡lrescncia de dcterminaclas secuencias, tales
'cslnü e.l rnovirnlenlo l:ransitivo, A. Michotte replanteó
al final clcl .bastón y Llo en la m¿rno la imfl
táctil del. contacto entre el b¿rstón y la aceri
el problen'la por mr:clio de interesantísimas cxpe- 'esta prin:era obsen,ación r.esulla que Ia imf
ri*¡rcias, qub pronto se hicieron clásicas. Cuancio causal percept.iva tiene ind.uclablcrrente .sus pi
'un rectángulo negro .¿i se desplaza en cjirecció¡r a un en toda ia acciór: y no sólo cn urrá <rGestalti,,i
-rcstán$ulo rojo B, inrnóvil, y, después del impac- Pero aclemás es fácii probur que esta .iaü
to,. los dos continúi:rn moviéndose uaidos uno al perceptiva llcva ya consigo una cieita forma dó
ttroque a la velocidad jnicial de A, se tiene Ia impresión posición por compensación que prefigura Ia ,r
de estamos ante dos sóiicros, er primero de ros'
cualcs «arrastra» ¡l e).npuja aI otro, Si á se para des- lidad operatoria: si el movimient¿: dcl agentcj
rece producir causaimente el ciei pacie::te A, éa
'p,1ér clel ímpacto y Ji' se pone en movimiento a uüa hay compensación aproxirnacja eutre, cle unaiit
velocidad igual q infe::ior a la que tenía A, tenemos
impresié¡i de que se .:rata de un ulanzamiento» de B
ra el movimiento perdido por .,{, asf conro el cho
po-r "4 como consecu:ncia cle un choque. etc. empuje atribuidos a A ),, Ce otra pa_rte, el movi
vclociclarJ de. B desp.-ris del inrpacto es súperior
Si Ia to ganaclo por B, asf colno su resistencia'apa:
Ia que tenía ,4 antei del impacte, tenernos en cam-a Por ejeropio, presentado el dis¡rositivo cie Iúi
verticalmente y no horizontalmcnte, i"remos
IOB
do con l-ambcrcier una apreciable modificación jora en dicha percepción, cuafido sc da, obeuece
_l:1.f:"ros apar(:ntes, pues[o qtre de est¿ rnanera.
'fa ta imprc.sión qlc
p¡¿ cprÉ'inferenciao y no a u* sirnprc efecto inm
"resistcn"ior.
medida en que ¿::xiste
R;Á;;;;;;" diato quc se apoye cn el significaclo de los trazos c
una caus¿lidacl p*r".pii.r., correspondencia.
ta misma sc halla cn función de lrr'"rt"ior." Así pues, de los resultad.os precedcntcs poclemr
s,dcl sujctc, y prcscr¡tá ya un modo dc'com- sacar dos conclusiones. por u¡ra partc, los cono(
,l !r" pnetigr,rra cr_rn ls forrn+ de un grosero rnientos rlo proceden nunc* exciusir.amente de
fo la r:Ompó$;ición opcrat<¡ris. .". sensación o de la percepciór:, sino tarnbién de lr
rinal¡acntc .*y
dstc ser¡á Duesuo tcrcer ejcmpló- esquemaS de. acciones o cle ios esquemas operat
tPla dc mostr¡¡r c¡ue an el campo perceptivo in- rios, que son, tanto unos colTro etros, irred.uctibl
¡lcncsl tarubldn ,ul6o ¿rsí corno aprc.inferencias> r. lo p":cepción sin más. por otra parte, la
i tt" alca'rts¡' !a, neccsid¿rcl decuitiva propia de
, Infcrenclas opcri:r(ori&s o !ógicas, rlan iguaimente
ción rnisn:a uo consiste en urla simple lectura ¡:erce
c
uosqucjo dc t:§Í..u,s rlltl¡tras. En'e.xperimentos rea-
los datos sensoriales, sino qr-re im¡:Iicei u¡:a
cién activa en )a que inter-vienen rleci:;ic;rrc.s "t#lU
y llre-i
Itrss §ü¡r¡ .§. &{mr[ prctsünla]nos a niños db. diferen- ferencias y que se debe a la jnlluclicil sobre Ia pe
lgdadc-s sru@§ ds: cuar¡.o Íichas o rn4s pidiéndoles cepción corno tai der esquematisnro rie ras ácr1i6¡¡
i.eu cI tr¿rr¡"scursn de una breve preJ"otación per- o de las operacio¡res.
sly!, S€r¿ su opinión sobre si d,iclios conjunto.iorr.
¡E$ o no. l-uego ]:)i:escrrtarrros nuevamente las mis-
No es exageraclo, por tanto,. tt.atai. de rnrítica
con)o lo ira.ce un tanto ir¡everentenlc'te cr tÍ,tLilo d
[;f{!urs§ (por ejr:mplo, una fila de cuatro fichas este estudio, la opinión clásica y cier.tamente simpli:
,iultas- y_otra con l¿rs fichas r^:rás espaciadas), ta según la cual todc¡s nucstros coltocir¡ientos,
u¡ricndo biu,r.l,r¡carnente los eleme.rtá= a" l,rrr"
conlo mÍnimo nuestros conocinricittc):; cxpcrin:cntt
tos, Ae
,ls otra por mr:d.io de ,rr;á.- "."ri;;.:': les, tendrÍan un origen sensorial. El
ts{p dichos tra;ros de diverr", Áu".*r.^t" .U- tal de una tal interpretaciórr ernpir-isra'icio
tundai-ne¡
e¡itonces, natu ralmente, r-rna notable mejoau es oivjciar 1
ccpci'ón de ras igualdades mantenienclo actividad del sujeto. y esto cuancio tr:da ia histori
"n
Ia mis-
d3 ra p,"".",u;:o";;;;;:;"il",1j',i"; , de Ia fisica, la más a'anzad¿r, cre ras iisciprinas fur
lyá:ig" reside en que iepenaer, áli u*r
dadas en la expcriencia, estli ahÍ pai.a clemostr.erno
i¡riodificaciones
esquemas que Ia experiencia nunca basta por sÍ sola que e
É{os de: acciones o de operaciones ¡r
Dicho del progreso rie los conocimientos es obr.a cie u-na
- __ __._con- rras pclrduras:
o L^qJ palabras: para percibir inaiso
11"_:
espondencias ha',, que saber construirias de
las lubie unión' entre Ia éxpcriencia y ia deciucción
otro, O, dicho de otro moc.lo, obra de Ia nccesaria c,g]airs
."Iii: ys,.en ca io ccnfário los trazos que
unen ración entre los ciato.s ofrecidos por. el objerd y iá3
¡.!riu1-""
de.la
tienÁ significació"-;i [:i::#;H:
iguaid;rcl de ios aós con¡unros. La acciones u opct-aciones clel sujeto; acciones u opet?.
;iO" me- ciones, estas últi:uas, que collstitlrr¡e, el maico ió.
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