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UNIVERSIDAD DE ORIENTE

1.1 FACULTAD DE CIENCIAS NATURALES


CENTRO DE ESTUDIOS DE BIOTECNOLOGÍA INDUSTRIAL

2
BIOTECNOLOGIA
INDUSTRIAL

BIORREMEDIACIÓN DE
ECOSISTEMAS CONTAMINADOS
CON XENOBIÓTICOS

Autores:
MSc. Janet Nápoles Álvarez
Dra. Arelis Ábalos Rodríguez
ÍNDICE
1 INTRODUCCIÓN...................................................................................................................... 2
2 CONTAMINACIÓN DE SUELOS, AGUAS Y AIRE POR XENOBIÓTICOS.................. 3
2.1 PRINCIPALES CONTAMINANTES DEL SUELO ........................................................................... 3
2.2 PRINCIPALES CONTAMINANTES DE SISTEMAS ACUOSOS......................................................... 4
2.3 PRINCIPALES CONTAMINANTES DEL AIRE .............................................................................. 5
3 GENERALIDADES DE LA BIORREMEDIACIÓN............................................................. 6
3.1 ESTRATEGIAS DE BIORREMEDIACIÓN. BIORREMEDIACIÓN INTRÍNSECA Y BIORREMEDIACIÓN
DIRIGIDA ........................................................................................................................................... 7
3.2 MICROORGANISMOS UTILIZADOS EN BIORREMEDIACIÓN ....................................................... 8
4 FACTORES QUE AFECTAN LA BIODEGRADACIÓN DE LOS CONTAMINANTES
13
4.1 ESTRUCTURA QUÍMICA Y CONCENTRACIÓN DEL CONTAMINANTE ........................................ 13
4.2 BIODISPONIBILIDAD ............................................................................................................ 18
4.3 CONDICIONES AMBIENTALES: PH, HUMEDAD Y TEMPERATURA ........................................... 20
4.4 DISPONIBILIDAD DE OXÍGENO ............................................................................................. 21
4.5 CONCENTRACIÓN DE NUTRIENTES ....................................................................................... 22
4.6 POBLACIÓN MICROBIANA .................................................................................................... 24
4.7 COMETABOLISMO ................................................................................................................ 24
5 FITORREMEDIACIÓN DE ECOSISTEMAS ACUÁTICOS Y TERRESTRES............. 26
6 SISTEMAS DE BIORREMEDIACIÓN DE SUELOS......................................................... 29
6.1 BIORREMEDIACIÓN IN SITU DE SUELOS CONTAMINADOS ...................................................... 29
6.2 BIORREMEDIACIÓN EX SITU DE SUELOS CONTAMINADOS ..................................................... 30
6.2.1 Biolabranza .................................................................................................................... 30
6.2.2 Biopilas........................................................................................................................... 31
6.2.3 Compostaje..................................................................................................................... 33
6.2.4 Biorreactores.................................................................................................................. 35
7 SISTEMAS DE BIORREMEDIACIÓN DE AGUAS........................................................... 37
8 SISTEMAS DE BIORREMEDIACIÓN DE AIRE............................................................... 39
8.1 MICROORGANISMOS MÁS UTILIZADOS EN EL TRATAMIENTO DE GASES CONTAMINADOS ..... 39
8.2 TECNOLOGÍAS PARA EL TRATAMIENTO DE GASES ................................................................ 39
8.2.1 Biolavadores................................................................................................................... 40
8.2.2 Filtros percoladores....................................................................................................... 40
8.2.3 Biofiltración ................................................................................................................... 41
9 MECANISMOS LEGALES PARA LA PROTECCIÓN DEL MEDIO AMBIENTE ...... 44
10 BIBLIOGRAFÍA...................................................................................................................... 46

1
3 INTRODUCCIÓN

La contaminación ambiental no es más que un desequilibrio de los ecosistemas, provocado por la


presencia de determinadas sustancias en concentraciones tales que afectan su calidad y composición.
Un ecosistema es un conjunto formado por poblaciones de organismos y el complejo de factores
físicos que constituyen su ambiente. La matriz o sustrato abiótico donde viven y se desarrollan los
organismos se llama bisótopo y el colectivo de especies se denomina comunidad. Los factores
ambientales o ecológicos son todos los elementos del ecosistema susceptibles de actuar sobre alguna
fase del desarrollo de los organismos. Pueden ser directos e indirectos, abióticos y bióticos y se
caracterizan por su predicibilidad, intensidad y variabilidad. Entre organismos y factores ecológicos
se establecen interacciones energéticas no lineales (acciones, reacciones y coacciones) mediante
sutiles y múltiples circuitos de retroalimentación (negativa y positiva) que complican
extraordinariamente su dinámica. Los ecosistemas son las estructuras biológicas de mayor nivel de
integración y aunque su tamaño y complejidad varían mucho, presentan propiedades extensivas e
intensivas genuinas tales como biomasa, productividad, tiempo de renovación, diversidad y
estabilidad (consevación, sucesión, regresión, extinción) (Castillo y col, 2005). Entre los
ecosistemas más vulnerables a la contaminación ambiental pueden mencionarse el suelo, las aguas
subterráneas y superficiales y el aire.
Los problemas de contaminación surgen con la Revolución Industrial, donde de forma gradual se
fueron generando diferentes tipos de residuos. Al principio no se prestaba interés por la generación
de residuos porque se confiaba en la capacidad del medio para asimilarlos y se desconocía además
sus efectos devastadores. A partir de los años 60 se empezó a tener conciencia del problema de los
contaminantes ambientales (Castillo y col., 2005).
El precio de recuperar los ecosistemas contaminados es incalculable, y es por ello que los gobiernos,
las industrias y la sociedad han reconocido la necesidad de utilizar alternativas más económicas a los
métodos tradicionales físico – químicos. No es de extrañar que la biorremediación constituya una de
las metodologías en expansión, considerándose como una tecnología muy competitiva, entre otras
ventajas por su bajo costo (Viñas y col.; 2001).

2
4 CONTAMINACIÓN DE SUELOS, AGUAS Y AIRE POR XENOBIÓTICOS

Un compuesto xenobiótico (del griego xenos: extraño) es aquel que no se encuentra de forma
natural en los diferentes ecosistemas; se obtienen por síntesis química y llega a los ecosistemas por
la actividad antropogénica urbana o industrial. La contaminación con xenobióticos rompe el
equilibrio normal entre el medio físico, químico y biológico, compatible con la vida. Su toxicidad
radica en su persistencia en el medio donde impactan. Ejemplos de xenobióticos son los plásticos
(cloruro de polivinilo); explosivos (TNT); detergentes (dodecilbencenosulfonato de sodio);
plaguicidas (ácido 2,3,6 - triclorofenolacético; hexaclorociclohexano; ciclodienos (aldrin); 2,1,1 –
tricloro -2,2 – bis (p-clorofenil) etano (DDT)); colorantes (azocompuestos) y pinturas
(metilisobutilcetona). La literatura especializada también recoge a los hidrocarburos poliaromáticos
(naftaleno, fenantreno y benzopirenos) bajo esta denominación (Alexander, 1999; Abalos y col.,
2004; Orozco y col., 2004; Nápoles, 2005).

4.1 Principales contaminantes del suelo

El suelo es el componente del medio ambiente que ha sufrido un mayor deterioro en menor tiempo
si se compara con los factores: aire, agua y atmósfera, los cuales han tenido mayor atención tanto
desde el punto de vista legislativo como técnico (Nápoles, 2005).
Los contaminantes del suelo se pueden dividir en dos grandes grupos: orgánicos e inorgánicos. Entre
los contaminantes orgánicos se encuentran principalmente compuestos del grupo BTEX (benceno,
tolueno, etilbenceno y xileno), fenoles, policlorobifenilos (PCBs), hidrocarburos policíclicos
aromáticos (PAHs) y plaguicidas (Orozco y col., 2004).
Estos contaminantes orgánicos pueden encontrarse en el suelo de cuatro formas distintas: vapor,
disolución acuosa, líquido no acuoso y adsorbidos en los sólidos y coloides. La migración de un
compuesto orgánico en el suelo es muy difícil prever ya que intervienen una gran variedad de
factores, tanto del suelo (estructura, parámetros físicos, químicos y microbiológicos) como del
propio contaminante (solubilidad, adsorción, viscosidad, volatilidad, actividad biológica, reactividad
química) (Orozco y col., 2004; Nápoles, 2005).
Entre los contaminantes inorgánicos se destacan los metales pesados; las cuales se pueden clasificar
en dos grupos:

3
ƒ Tóxicos sólo a altas concentraciones: cobre, zinc, manganeso, hierro y cromo.
ƒ Tóxicos a bajas concentraciones: cadmio, mercurio, plomo, níquel, selenio, arsénico.
La concentración y movilidad de los iones metálicos en el suelo está determinada por los procesos
de oxidación, reducción, adsorción, precipitación y desorción.
Una de las principales fuentes de contaminación de los suelos es la actividad agrícola, cuando tiene
lugar la aplicación inadecuada, excesiva y prolongada de agroquímicos, los cuales pueden provocar
efectos adversos en las poblaciones de microorganismos que determinan el equilibrio biológico de
las áreas objeto de aplicación. Otras fuentes pueden ser las fugas o derrames accidentales de
depósitos que contiene sustancias peligrosas; las emisiones de los sistemas de tratamiento de
residuales así como los vertederos de residuos tóxicos (Serrano y col., 2006).

4.2 Principales contaminantes de sistemas acuosos

El agua está considerada como el mayor conflicto del siglo XXI ya que se espera que dentro de
pocos años la demanda de ésta sea más del 50 % superior que el suministro. A medida que la
población crece se incrementa la necesidad de agua, transformándose en un elemento esencial para
el desarrollo. El problema del agua depende de la mala gestión y distribución de los recursos
hídricos y sus métodos (http://www.ecojoven.com/tres/10/acuiferos.html, junio 2007;
http://waste.ideal.es/aguaguerra.htm, junio 2007).
Existen varios tipos de contaminantes de las aguas superficiales y subterráneas y por su naturaleza
se pueden clasificar en: químicos (sales inorgánicas, ácidos o álcalis, compuestos orgánicos,
radioactivos, hidrocarburos, plaguicidas y otros tóxicos), físicos (sólidos y líquidos flotantes,
materiales que producen espumas, aguas calientes, materiales suspendidos y sedimentados) y
biológico (bacterias patógenas, virus, algas, protozoos y parásitos) (Hill, 1997; García, 1989;
Serrano y col., 2006).
La contaminación biológica es muy frecuente en zonas de gran insalubridad, principalmente en los
países subdesarrollados, donde se puede desencadenar una epidemia en un período corto de tiempo.
Su control o prevención es relativamente fácil en comparación con la contaminación física o
química (Pérez, 2003).
La contaminación de las aguas da lugar a:
ƒ Aumento de la acidez por las lluvias ácidas.

4
ƒ Aumento de la concentración de Ca y Mg y Si en las aguas superficiales y subterráneas por
circulación de las lluvias ácidas.
ƒ Salinización y degradación de los suelos.
ƒ Incremento de la concentración de iones fósforo (>0,1 mg/L), nitritos y
amonio(eutrofización).
ƒ Incremento de la concentración de metales pesados Pb, Cd, Mg, As, Zn etc.
ƒ Reducción catastrófica del oxígeno disuelto.
ƒ Aumento del color y la turbiedad del agua, aparición de olores y sabores desagradables, por
la presencia de sustancias y organismos perjudiciales a la salud.
ƒ Desarrollo de una fauna y flora indeseable, que elimina a los peces y otras formas de vida
acuática.

4.3 Principales contaminantes del aire

Teóricamente se considera que el aire siempre ha estado sometido a la contaminación. Los


fenómenos naturales tales como: erupción de volcanes, tormentas de viento, descomposición de
plantas y animales e incluso los aerosoles emitidos por los océanos contaminan el aire. Sin embargo,
cuando se habla de la contaminación del aire, se mencionan aquellas sustancias generadas por la
actividad del hombre que producen un efecto perjudicial en la atmósfera, alterando la salud y el
bienestar humano, de animales y plantas, además de causar perjuicios económicos y deterioro del
entorno (Thalasso y Pineda, 2002; Serrano y col., 2006).
Los contaminantes atmosféricos se pueden clasificar en los siguientes grandes grupos de
compuestos:
ƒ Partículas: aerosoles, cenizas, sales.
ƒ Compuestos de azufre: SO2, SO3, SH2, mercaptanos.
ƒ Compuestos de nitrógeno: NO, NO2, NH3.
ƒ Compuestos inorgánicos de carbono: CO, CO2.
ƒ Compuestos orgánicos: hidrocarburos, aldehídos, peróxidos orgánicos COV
ƒ Compuestos de los halógenos: HF, HCl.
Los contaminantes emitidos continuamente por la actividad antropogénica tienen efectos locales,
regionales o globales. A nivel local, en las grandes ciudades y las zonas industriales, actúan como
principales contaminantes las partículas suspendidas totales, los compuestos orgánicos volátiles

5
(COV) y el ozono (O3) que afectan directamente la salud humana. A nivel regional destacan los
óxidos de nitrógeno (NOX) y de azufre (SOX) que provocan las lluvias ácidas y dañan seriamente los
ecosistemas y las edificaciones; mientras que, a nivel global participan numerosos contaminantes
que actúan sobre la capa de ozono y favorecen el efecto invernadero, destacándose los CFCs y el
dióxido de carbono, respectivamente (Thalasso y Pineda, 2002).
GENERALIDADES DE LA BIORREMEDIACIÓN
El término inglés “bioremediation”, que en español se traduce como biorrestauración, se refiere a los
tratamientos con sistemas biológicos para la restauración o limpieza de suelos, aguas subterráneas y
aire contaminados con xenobióticos. Técnicamente el anglicismo biorremediación es aceptado y más
utilizado. Puede definirse entonces la biorremediación como una tecnología de biorrestauración de
ambientes naturales previamente contaminados con xenobióticos, utilizando la capacidad
metabólica de los microorganismos (bacterias, hongos, levaduras y algas) y algunas plantas,
oxígeno y nutrientes para acelerar los procesos de biodegradación natural. Durante la
biodegradación se produce una transformación parcial o total de los contaminantes. La
transformación parcial es la obtención de un compuesto menos tóxico que el parental, mientras que
la mineralización o transformación total es la degradación hasta dióxido de carbono (procesos
aerobios), agua y metano (condiciones anaerobias). Es importante destacar que la biorremediación
es efectiva solo si el contaminante es biodegradable (Maier y col., 2000).
La diferencia entre biorremediación y tratamiento biológico de residuos está en el momento de
aplicación o actuación. La biorremediación se fundamenta en solucionar un problema ambiental
establecido en un medio natural, en el que previamente ha ocurrido un escape puntual o contínuo de
los contaminantes; sin embargo el tratamiento biológico de residuos implica la eliminación de los
contaminantes presentes en los residuos inmediatamente después de ser generados y antes de que
arriben a los cuerpos receptores. El punto de convergencia entre los dos procesos es la utilización de
microorganismos como agentes activos de los mismos. Por otra parte es válido señalar que en la
biorremediación de suelos y aire contaminados se utilizan técnicas de tratamiento biológico de
residuos como es el caso del compostaje y la biofiltración respectivamente; únicamente cambia el
momento de aplicación.
El uso de tecnologías de biorremediación presenta varias ventajas respecto a otras técnicas
alternativas para eliminar los compuestos contaminantes como son los tratamientos físico-químicos
tradicionales. Algunas de estas ventajas son: bajos costos de instalación y operación, tecnología de

6
fácil aplicación, los productos formados son generalmente inocuos, tratamiento seguro con un
mínimo riesgo a la salud y es tecnológicamente efectiva (Castillo y col., 2005).
Una de las limitaciones que presentan las técnicas biológicas respecto a las técnicas fisicoquímicas
es el tiempo necesario para alcanzar una biodegradación aceptable según las normativas. Durante el
proceso de biorremediación se produce una ralentización del proceso de biodegradación ya sea por
un enriquecimiento de los componentes más recalcitrantes o por una disminución de la
biodisponibilidad de los contaminantes. Sin embargo, las técnicas físicoquímicas, aún pudiendo ser
más rápidas y efectivas en la disminución de la concentración de contaminantes, alteran o eliminan
por completo la microbiota autóctona del ecosistema y modifican sus características físicoquímicas
(Viñas, 2005).

4.4 Estrategias de biorremediación. Biorremediación intrínseca y biorremediación dirigida

Las estrategias de biorremediación se agrupan en dos tipos: intrínseca o atenuación natural y


dirigida. La primera se basa en la capacidad de las poblaciones microbianas autóctonas para llevar a
cabo, de forma natural y, simultánea los procesos físico – químicos de transformación total o parcial
de los contaminantes. En este caso la participación del hombre es solo para el seguimiento y control
del proceso. La biorremediación dirigida consiste en provocar la bioestimulación o bioaumentación
de las poblaciones microbianas para acelerar el proceso de biodegradación natural (Viñas y col,
2001; Nápoles, 2005).
La biorremediación por bioestimulación se basa en estimular el crecimiento de los microorganismos
endógenos por la adición de nutrientes (NO3- y PO43- fundamentalmente) (Viñas y col, 2001; Núñez,
2003), oxígeno en forma de H2O2 o por agitación y agua (Trejo, 1997; Cabrerizo y col., 1999). Esta
estrategia se aplica cuando existe población endógena en la zona contaminada con capacidad
degradativa. La biorremediación por bioaumentación consiste en inocular microorganismos
exógenos con degradadores, ya sea por adaptación previa al contaminante (Bossert y Bartha, 1984;
Kerr y Capone, 1998) o manipulación genética (Hada y Sizemore, 1981; Leahy y Colwell., 1990;
Ford y col., 1999). Estos microorganismos degradadores se añaden para complementar la población
endógena existente en la zona afectada y en un número tal que se degrade una cantidad significativa
del contaminante antes de inactivarse. Se aplica cuando los nutrientes necesarios no están presentes
en la zona dañada y no pueden ser añadidos a ésta o cuando la microbiota indígena está muy
deprimida o no existe (Viñas y col, 2001). Los microorganismos pueden ser introducidos en

7
formulaciones liofilizadas mezcladas con nutrientes minerales (Kaushanskii y col, 1994), tal es el
caso del PUTIDOIL y el BIOTEMPOSCREEM, los cuales son productos comerciales que se
utilizan en los procesos de biorremediación. Los procesos mediante el empleo de enzimas y células
inmovilizadas son una de las principales tendencias en la biotecnología moderna. La inmovilización
de células se reporta en muchos casos como el más eficiente biocatalizador de enzimas
inmovilizadas (Núñez y col., 2004).
La bioaumentación ha sido utilizada comúnmente en la biorremediación de aguas contaminadas y
tiene la ventaja, en principio, de que no introduce nuevos compuestos al ecosistema; sin embargo el
crecimiento de los microorganismos provoca un aumento del consumo de nutrientes y oxígeno,
pudiendo ser necesario la utilización combinada de la bioaumentación y la bioestimulación (Núñez,
2003; Pérez, 2003).
Según el modo de aplicación de las técnicas, la biorremediación puede ser:
ƒ in situ: si se realiza el tratamiento en el lugar donde se encuentra la contaminación
ƒ ex situ: si se realiza el tratamiento en una instalación fuera del lugar donde se encuentra la
contaminación
ƒ on site: el tratamiento se realiza en la zona afectada con excavación del suelo (solamente
para el caso de suelos contaminados)
La biorremediación in situ no produce modificación de la estructura física del material a tratar. Es
aplicable tanto a suelos como a acuíferos (Blackburn y Hafker, 1993; Trejo, 1997; Atlas y Bartha,
2002). Tiene como ventaja su bajo costo, sin embargo el control de la actividad biodegradativa no es
fácil debido a la dificultad de liberación de O2 u otro aceptor alternativo de electrones y
microorganismos en la zona contaminada, además de que no es posible prevenir la migración de
contaminantes fuera de la zona de tratamiento (Castillo y col., 2005). La biorremediación ex situ
también se aplica en suelos y agua, sin embargo, como se necesitan plantas de tratamiento para
llevar a cabo la degradación, se encarece el proceso (LaGrega y col., 2001; Castillo y col., 2005)

4.5 Microorganismos utilizados en biorremediación

Muchos microorganismos poseen la capacidad de utilizar diferentes xenobióticos como única fuente
de carbono y se encuentran ampliamente distribuidos en la naturaleza. Estos se encuentran sin
embargo en bajas concentraciones en áreas no contaminadas y se incrementan en ambientes
sometidos a impactos crónicos del contaminante (Núñez, 2003; Madigan y col., 2004).

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De todos los organismos vivos que se utilizan en las tecnologías de biorremediación, son las
bacterias el grupo microbiano más importante debido a la gran variedad de géneros y especies y a la
versatilidad metabólica que poseen. Un gran número de bacterias son capaces de metabolizar
compuestos xenobióticos como fuente de carbono en cultivos puros (Abalos y col., 2004), sin
embargo no siempre una simple bacteria posee toda la capacidad enzimática necesaria para degradar
uno o varios compuestos orgánicos contaminantes del ecosistema. Las poblaciones mixtas o
consorcios microbianos tienen mayor poder biodegradativo porque la información genética que
codifica al sistema enzimático del consorcio o la población mixta es más completa y por tanto es
más probable la degradación de las mezclas complejas de xenobióticos presentes de un área dañada
(Schlegel, 1997; Nápoles, 2005; Viñas, 2005; Núñez y col., 2004).
Los géneros bacterianos degradadores de xenobióticos más comunes tanto en suelos como en aguas
son: Alcaligenes, Arthrobacter, Bacillus, Nocardia y Pseudomonas spp (Leahy y Colwell, 1990).
En la tabla 1 se recogen los principales microorganismos que se utilizan en sistemas de
biorremediación de suelos y aguas.

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Tabla 1: Microorganismos utilizados en sistemas de biorremediación de suelos y aguas

GRUPO GÉNERO REFERENCIA BIBIOGRÁFICA


Alcalígenes sp. Leahy y Colwell., 1990; Schlegel, 1997
Arthrobacter sp. Leahy y Colwell., 1990; Schlegel, 1997
Bacillus sp. Leahy y Colwell., 1990; Olivera y col., 2000;
(Figura 1a) Schlegel, 1997; Nuñez y col., 2004
Corynebacterium sp. Leahy y Colwell., 1990; Nuñez, 2003
Mycobacterium sp. Leahy y Colwell., 1990; Castillo y col, 2005
Nocardia sp.
Leahy y Colwell., 1990; Castillo y col, 2005
(Figura 1b)
Leahy y Colwell., 1990; Mueller y col., 1991; Cerniglia,
Pseudomonas sp. 1992; Stringfelow y Aitken, 1994; Dagher y col., 1997;
(Figura 1c) Schlegel, 1997; Noordman y col., 1998; Castillo y col,
2005
Aspergillus sp. Leahy y Colwell., 1990; Cerniglia, 1992; Fonseca, 1998;
Penicillium sp.
Leahy y Colwell., 1990; Cerniglia, 1992; Fonseca, 1998;
(Figura 2a)
Hongos Rhizopus sp. Leahy y Colwell., 1990; Cerniglia, 1992
Phanerochaete sp.
Zheng y Obbard, 2000; Castillo y col, 2005
(Figura 2b)
Pleurotus sp.
Bezalel y col, 1998; Eggen, 1999
(Figura 2c)
Saccharomyces sp.
Leahy y Colwell., 1990
Levaduras (Figura 3)
Candida sp. Fonseca, 1998; Nuñez, 2003
Chlorella sp.
Semple y col, 1999
(Figura 4a)
Algas Dunaliella sp.
Leahy y Colwell., 1990; Cerniglia, 1992
(Figura 4b)
Chlamydomonas sp. Semple y col, 1999

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a) Bacillus sp. b) Nocardia sp.

c) Pseudomonas sp.

Figura 1: Algunas bacterias utilizadas en biorremediación de ecosistemas acuíferos y terrestres.

a) Penicillium sp b) Phanerochaete sp

c) Pleurotus sp

Figura 2: Algunos hongos utilizados en biorremediación de ecosistemas acuíferos y terrestres.


11
Saccharomyces sp

Figura 3: Saccharomyces sp.: levadura utilizada en biorremediación de ecosistemas acuíferos y


terrestres.

a) Chlorella sp. b) Dunaliella sp.

Figura 4: Algas utilizadas en biorremediación de ecosistemas acuíferos y terrestres.

12
5 FACTORES Q UE AFECTAN LA BIODEGRADACIÓN DE LOS
CONTAMINANTES

Teniendo en cuenta que la biorremediación depende de la velocidad de biodegradación de los


contaminantes es necesario considerar los factores que afectan la biodegradación.
La biodegradación de contaminantes depende de factores abióticos y bióticos (Ercoli y col., 2002) y
es un proceso que puede durar horas, días, meses o años según las condiciones (Atlas, 1991). Los
factores abióticos o físico – químicos agrupan aquellos que se relacionan con el contaminante
(estructura química, concentración y biodisponibilidad) y las condiciones medioambientales (pH,
humedad, temperatura, disponibilidad de oxígeno y nutrientes); mientras que los bióticos dependen
de los microorganismos (población microbiana y cometabolismo).

5.1 Estructura química y concentración del contaminante

La biodegradabilidad de un compuesto orgánico se debe a que es utilizado por los microorganismos


como fuente de carbono (Viñas y col., 2001; Nápoles, 2005). Si el “sitio de acción o ataque” del
enzima degradativo se encuentra bloqueado (isoprenoides o moléculas sustituidas con grupos
voluminosos COOH, CH3), la reacción no tendrá lugar, disminuyendo entonces la actividad
biodegradativa. (Ercoli y col., 2002). Los compuestos alifáticos se degradan fácilmente por
oxidaciones sucesivas, pero cuando se incluyen como sustituyentes alcanos de cadena larga, se
forman estructuras ramificadas estéricamente inaccesibles a la degradación. De la misma forma, los
compuestos alifáticos insaturados se degradan más lentamente que los saturados. Los compuestos
aromáticos o cíclicos se degradan a partir de la ruptura del anillo (Figura 5). La incorporación de
halógenos disminuye la degradabilidad por estabilización del anillo aromático (Leahy y Colwell.,
1990; Viñas, 1999). La degradación de PCBs es más compleja ya que el orden decreciente de
biodegradación es, generalmente, n-alcanos > isoprenoides >aromáticos de bajo peso molecular >
cicloalcanos > poliaromáticos > moléculas polares (Leahy y Colwell, 1990).

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(a)
CH3-(CH2)n-CH3
monooxigenase

CH3-(CH2)n-CH2OH
alcohol-deshydrogenase

CH3-(CH2)n-CHO
aldehyde-deshydrogenase

CH3-(CH2)n-COOH

Beta-oxidation
(c)
(b) CH3

toluene-dioxigenase
naphtalene-dioxigenase

benzaldehyde-deshydrogenase
salicylaldehyde-deshydrogenase
COOH COOH

OH

salicilate-hydroxilase benzoate-hydrocylase
OH

OH
catechol-dioxigenase
meta orto

Piruvate Succinil-CoA
+ +
Acetaldehyde Acetil-CoA

TCA
Figura 5: Ruta metabólica de degradación de hidrocarburos por Pseudomonas aeruginosa. a) n-
alcanos, b) naftaleno y c) tolueno. El último paso en la degradación de n-alcanos involucra la Beta-
oxidación y la degradación de aromáticos y poliaromáticos finalizan en ciclo de TCA. En ambas
rutas el catecol es el intermediario.
14
Cuando la concentración de contaminante es alta puede ocurrir inhibición de la actividad microbiana
por toxicidad de la fuente de carbono (LaGrega y col., 2001; Nápoles, 2005). Se han registrado en
ensayos de campo procesos biológicos a concentraciones de contaminantes de hasta 30 %. Por
encima del 30 % la velocidad de degradación es muy baja aunque no nula. Utilizando la técnica de
bioaumentación se ha aumentado la velocidad (Ercoli y col, 2002).
Los compuestos xenobióticos, con el tiempo van modificando su composición por acción de los
agentes ambientales, la actividad microbiana y los diferentes procesos físicos químicos que tienen
lugar. Como resultado de ello el contaminante se enriquece en compuestos pesados, más difíciles de
degradar; por lo que la velocidad de transformación disminuye con el envejecimiento de la
contaminación (Young y Cerniglia, 1995; Fonseca, 1998; Nápoles, 2005). En la figura 6 se muestra
un diagrama ilustrativo del destino de estos compuestos que están presentes en el ambiente.

Xenobióticos

No volátiles Volátiles

no Posible si
Soluble en Insoluble en evaporación
agua agua

A B Acumulación
al sitio Químicamente Químicamente
inerte activo
1

no Condiciones si
favorables

Acumulación desaparece
en atmósfera

2
1 Solventes clorados en rellenos de tierra

2 Tetracloruro de carbono, CFCs

Figura 6: Ruta o destino de los compuestos xenobióticos presentes en el ambiente.


15
A

no Agua si
disponible

Acumulación
en el sitio
Químicamente Químicamente
3 inerte activo

no Condiciones si
favorables

desaparece

Se adsorbe No se adsorbe

si Matriz no
disponible

No Fácil degradación Fácil degradación No


degradable microbiana microbiana degradable

no Condiciones Condiciones no
favorables si favorables

desaparece
Acumulación en el Transporte en el suelo,
sitio o se transporta aguas subterráneas y
con la materia superficiales

3 Plaguicidas solubles en agua en climas áridos


4 5

4 Ácidos benzoicos clorados y algunos plaguicidas

5 Muchos plaguicidas y petroquímicos

Figura 6: Ruta o destino de los compuestos xenobióticos presentes en el ambiente (continuación).


16
B

En la No en
biomasa biomasa

Química y Química y Química y Química y


bioquímicamente bioquímicamente bioquímicamente bioquímicamente
inerte activa activa inerte

no Condiciones Condiciones no
favorables si favorables

desaparece
Acumulación en la Acumulación
cadena alimenticia en el sitio

6 7
6 DDT, PCBs

7 Alquitrán de hulla, PAHs

Figura 6: Ruta o destino de los compuestos xenobióticos presentes en el ambiente (continuación).

17
5.2 Biodisponibilidad

La metabolización de las diferentes moléculas y, por tanto, su biodegradación está condicionada a su


disponibilidad como sustrato por parte de la célula microbiana; es decir, que la molécula penetre
hacia el interior de las células; por tanto el término biodisponibilidad se refiere al contacto entre el
xenobiótico o contaminante y el sistema biológico para inducir cualquier efecto (Mahro, 2000). Un
requisito indispensable para que las moléculas estén más accesibles a las células microbianas en su
solubilización es el sistema acuoso de cultivo. La biodisponibilidad puede ser:
ƒ Limitada: si el contaminante tiene alguna barrera física o química que impide que el
microorganismo pueda introducir la molécula en su interior para metabolizarlo.
ƒ Positiva: si el contaminante penetra al interior de la célula microbiana para su
metabolización.
Un exceso de biodisponibilidad puede inducir toxicidad por exceso de concentración. Una estrategia
comúnmente utilizada para aumentar la solubilidad y biodisponibilidad de los contaminantes poco
solubles en el sistema de cultivo es la utilización de tensoactivos sintéticos (etoxilados,
bencenosulfonatos) y microbianos (ramnolípidos, lipopéptidos y emulsanos). Esta estrategia ha sido
frecuentemente utilizada en el caso de hidrocarburos (Abalos y col., 2004; Cubitto y col., 2004). La
molécula orgánica penetra al medio intracelular a través de las micelas del tensoactivo (Figura 7).

18
COO -

-
OOC
COO -

Micela CH3 H C
CH3 3
-
OOC CH3 M O H3 C COO -
CH3 H C H3C
3

-
OOC

COO -

MO COO -

COO -

Monómero
(ramnolípido)

Medio extracelular Medio extracelular


CH3
Medio intracelular Medio intracelular

Pared celular
Canal receptor
anfifílico

Bicapa fosfolipídica
(membrana)

Molécula orgánica

Oxidaciones sucesivas

β-oxidación

Figura 7: Mecanismo de penetración de las moléculas orgánicas (MO) al medio intracelular a través
de las micelas.

19
5.3 Condiciones ambientales: pH, humedad y temperatura

El pH del medio es importante para el desarrollo de los microorganismos degradadores, siendo los
más adecuados los comprendidos entre 6 y 8 unidades, aunque el óptimo es pH neutro. La variación
del pH afecta a la actividad microbiana y también la solubilización y adsorción / absorción del
contaminante e iones. Las formas catiónicas (NH4+, Mg2+, Ca2+) son más solubles a pH ácido
mientras que las formas aniónicas (NO3-, NO2-, PO43-, Cl-) son más solubles a pH alcalino. Para
suelos, cuando el pH excede de 8 unidades se debe disminuir el mismo mediante adición de azufre y
si es menor de 6 se puede incrementar mediante la incorporación de carbonato o hidróxido de calcio
(Ercoli y col., 2002).
En el caso de biorremediación de suelos, la humedad puede limitar de forma severa la
biodegradación, fundamentalmente en suelos superficiales afectados por oscilaciones importantes en
el contenido de agua. No obstante, el nivel óptimo de humedad depende de las propiedades de cada
suelo, el tipo de contaminación y si la biodegradación es aerobia o anaerobia. El agua, al formar
parte del protoplasma bacteriano, actúa como medio de transporte a través del cual los nutrientes y
el oxígeno son movilizados hasta el interior de las células (Schlegel, 1997). Es conveniente
mantener una humedad alrededor del 70 % de la capacidad de campo ya que un exceso de la misma
reduce la concentración de oxígeno en el suelo e impide el desarrollo adecuado de los
microorganismos (Viñas, 1999; Ercoli y col., 2002).
La temperatura influye en la velocidad de degradación, dependiendo del tipo de microorganismo.
Comúnmente las temperaturas más adecuadas se encuentran entre 15 ºC y 45 ºC, (microorganismos
mesófilos), aunque se han descrito algunos trabajos de biorremediación con microorganismos
termofílicos extremos y psicrófilos (Feitkenhauer y col., 2003). La velocidad de degradación
aumenta con la temperatura, por lo que un incremento de la misma es útil. Sin embargo cuando
supera los 40 ºC ocurre una disminución de la actividad microbiana por desnaturalización de los
enzimas, o se produce una rotación poblacional hacia especies más resistentes a las altas
temperaturas (Semple y col., 2001). Durante el cambio de poblaciones disminuye la actividad
microbiana (Young y Cerniglia, 1995; Nápoles, 2005).

20
5.4 Disponibilidad de Oxígeno

El fundamento bioquímico de la biodegradación son las reacciones de óxido – reducción de la


cadena respiratoria cuyo fin es la obtención de energía. La cadena la inicia el sustrato orgánico que
es externo a la célula y que actúa como donor de electrones. La vía más común de degradación es
aerobia, no obstante la anaerobia puede tener lugar (Häggblom y Valo, 1995). Los aceptores de
electrones comúnmente utilizados por los microorganismos son oxígeno, nitrato, el hierro (III), el
sulfato y el dióxido de carbono. Cuando el oxígeno es utilizado como aceptor final de electrones los
procesos de biodegradación son de tipo aerobio.

Sustrato + O2 biomasa + CO2 + H2O

Si se utiliza otro diferente del oxígeno los procesos de biodegradación son de tipo anaerobio
(Madigan y col., 2004).

Sustrato + (NO3-, SO42-, Fe3+, Mn4+, CO2) biomasa + CO2 + (N2, S2+, Fe2+, Mn2+, CH4)

Cuando se trata de la vía aerobia, es más común la oxidación a través de oxigenasas a intermediarios
que se incorporan fácilmente al ciclo de Krebs, tal es el caso del catecol, el protocatecuato y el
gentisato (anillos aromáticos) y ácidos grasos en el caso de cadenas lineales. La degradación
anaerobia de compuestos aromáticos implica la reducción de los dobles enlaces del núcleo
aromático. El proceso ocurre en tres etapas: activación del sustrato (carboxilaciones, hidroxilaciones
anaerobias o formación de tioésteres del correspondiente ácido aromático con el acetil – CoA);
ataque enzimático (mediante reductasas) de los intermediarios activados y conversión de los
compuestos no cíclicos (como resultado de la ruptura del anillo) en metabolitos centrales. Los
compuestos aromáticos pueden ser oxidados a CO2 por cultivos puros de bacterias que realicen
respiración anaerobia (Ejemplo: NO3- o SO42- para Pseudomonas) o por bacterias fototróficas. En
cambio las bacterias metanógenas degradan los compuestos aromáticos en cultivos mixtos (Leahy
y Colwell, 1990; Maier y col., 2000).

21
5.5 Concentración de nutrientes

El metabolismo exige fuente de carbono, nitrógeno y fósforo fundamentalmente. El carbono es el


elemento más importante por su peso en la nutrición; y representa aproximadamente el 50 % de la
masa seca de la célula. Los microorganismos son capaces de emplear desde las formas más oxidadas
(CO2) hasta complejos polímeros de alto peso molecular, incluidas sustancias tóxicas y
carcinógenas. Así, existen desde los organismos autótrofos que usan CO2 hasta los organismos
heterótrofos que emplean compuestos orgánicos como fuente de carbono. Algunos son muy diversos
en sus exigencias tanto en clase como número de compuestos que usan como fuente principal de
carbono, mientras otros son muy especializados (Madigan y col., 2004). Es importante destacar que
en la mayoría de los casos, los compuestos carbonados no sólo suministran el carbono para las
estructuras celulares, también ellos son la fuente de energía metabólica, de este modo muchos
organismos obtienen simultáneamente carbono y energía de la misma sustancia, otros necesitan una
fuente de energía adicional a la fuente de carbono.
Entre las fuentes de carbono más utilizadas se encuentra la glucosa, monosacárido que es utilizado
por los microorganismos para obtener energía mediante la glucólisis. También son utilizados
frecuentemente los disacáridos como la sacarosa y maltosa; para la asimilación de estos compuestos
se hace necesario en la célula microbiana la presencia de enzimas invertasa (glucosidasas y
fructosidasas) las cuales desdoblan la molécula de disacárido en los monosacáridos correspondientes
para así ser asimilado por los microorganismos y obtener la energía necesaria para llevar a cabo su
metabolismo (White, 1995).
La fuente de nitrógeno interviene en la síntesis de aminoácidos y enzimas. El nitrógeno se requiere
en grandes cantidades porque constituye cerca del 10 % de la masa seca de la célula (forma parte de
proteínas, ácidos nucleicos, polímeros de la pared celular de los microorganismos, etc.). Los
microorganismos lo obtienen en forma natural como amonios, nitratos, nitritos, compuestos
orgánicos que contienen nitrógeno molecular, además de estar presentes en la materia orgánica
como grupos aminos (Núñez, 2003).
La fuente preferente de nitrógeno es el amonio porque entra directamente al metabolismo y por tanto
puede ser usado prácticamente por todos los microorganismos. El nitrato también puede ser usado
por algunos microorganismos pero puede en ocasiones retardar el crecimiento antes que se
produzcan las enzimas necesarias para la reducción de los mismos (Moat y Foster, 1995). El nitrito
es el producto de la reducción del nitrato y de la actividad metabólica de Nitrosomonas y otras
22
especies. Algunos microorganismos reducen éste a amonio o nitrógeno molecular. Alternativamente
el nitrito puede ser oxidado a nitrato por especies de Nitrobacter (Gottschalk, 1986). Los
organismos fotosintéticos lo asimilan en forma de nitratos, o sea, en forma oxidada, siendo
reducidos mediante el metabolismo. Muchos otros organismos no fotosintéticos también lo pueden
asimilar en forma oxidada. Es común encontrar microorganismos incapaces de asimilar las formas
oxidadas del nitrógeno, siendo necesario suministrarlos en forma reducida (Parés y Juaréz, 1997).
Algunas bacterias, tales como Azotobacter, Bacillus, Mycobacterium, Azospirillum y Rhizobium,
poseen la capacidad de asimilar el nitrógeno molecular: proceso denominado fijación del nitrógeno,
que involucra una reducción preliminar del N2 a NH3. Esta capacidad es exclusiva de procariotas y
es un proceso lento y está muy difundido en la naturaleza (Madigan y col., 2004).
En la biorremediación de ecosistemas terrestres, se ha demostrado que la utilización de la fuente
nitrogenada es muy rápida. Los suelos no alcanzan a cubrir todas las necesidades metabólicas y
deben ser incorporados en fertilizantes agrícolas en forma de urea o sulfato de amonio y se ha
utilizado nitrato (Viñas y col., 2001; Nápoles, 2005).
La fuente de fósforo actúa en la formación de los compuestos energéticos celulares que se utilizan
en los procesos de síntesis y degradación. El fósforo está presente en los ácidos nucleicos,
fosfolípidos, ácido teicoico y en nucleótidos tales como ATP, GTP, NAD+ y FAD, éste es
suministrado generalmente, como fosfato. Las fuentes de fósforo más utilizadas en cultivos de
bacterias son K2HPO4, KH2PO4, Na2HPO4, NaH2PO4 o mezclas de ellas (Robert y col., 1991).
La adición de fuentes de nitrógeno y fósforo inorgánicas, suele tener un efecto positivo
incrementando las poblaciones microbianas y las tasas de biodegradación del contaminante. La
dosificación de nitrógeno y fósforo se realiza en función de la concentración de carbono con una
relación C:N:P 100:10:1 (Viñas y col., 2001; Juteau y col., 2003). Otros autores recomiendan
utilizar relaciones de C:N de 100:10 a 1000:10 para la biodegradación de suelos contaminados con
hidrocarburos, y dentro de este intervalo se han descrito relaciones de C:N de 600:10, 500:10 y
C:N:P de 300:10:1. En general la adición de fuentes inorgánicas de nitrógeno y fósforo es
beneficiosa para los procesos de biodegradación, existen estudios que han descrito efectos
inhibitorios en la adición de nutrientes inorgánicos. Morgan y Watkinson (citado en Viñas, 2005)
describieron una inhibición de la mineralización de fenantreno al añadir nitrógeno inorgánico.
Asimismo, el uso excesivo de nutrientes inorgánicos también puede inhibir los procesos de
biodegradación. Para evitar el exceso de nutrientes, así como la pérdida de los mismos por
lixiviación, también se han utilizado fertilizantes inorgánicos oleofílicos de liberación lenta (Inipol
23
EPA® 22) para la biorremediación de suelos contaminados. Además, para el caso de tratamiento de
suelos, es importante destacar que la acción de los nutrientes inorgánicos puede estar limitada
debido a la interacción química con los contaminantes del suelo (el amonio puede unir las arcillas
por intercambio catiónico y el fosfato puede unirse y precipitar con iones de calcio, hierro y
aluminio) (Viñas, 2005).

5.6 Población microbiana

La población microbiana es el factor determinante para que ocurra el proceso de biodegradación. Se


necesita una población microbiana adaptada, que posea los enzimas necesarios que catalicen las
reacciones de degradación. Los microorganismos pueden degradar los contaminantes en forma de
cultivos puros, mixtos o consorcios (Viñas, 1999; Fonseca, 1998) que siempre es más eficiente que
el cultivo puro. En los consorcios se establece una compleja interacción de las especies microbianas.
En una mezcla de poblaciones microbianas, los consumidores primarios inician el proceso de
degradación y los consumidores secundarios utilizan los productos metabólicos de los primeros para
degradarlos. Además pueden facilitar el crecimiento de los primarios, suministrándoles productos
metabólicos (como factores de crecimiento), eliminando tóxicos mediante cometabolismo y
produciendo intercambio de material genético (Alexander, 1999; LaGrega y col., 2001).
La adaptación o aclimatación de una comunidad microbiana a un contaminante dado, determina la
rapidez con la que el compuesto puede ser transformado y/o mineralizado. Esta adaptación puede
ocurrir por tres mecanismos:
a) inducción o depresión de enzimas específicos
b) cambios genéticos que deriven en nuevas capacidades metabólicas
c) enriquecimiento selectivo de microorganismos capaces de transformar un compuesto de interés.
Este mecanismo es ampliamente utilizado en la obtención de consorcios microbianos degradadores
de xenobióticos complejos (HPAr, PCBs, pesticidas, etc.). El tipo de contaminación influye
notablemente en las características de la comunidad microbiana.

5.7 Cometabolismo

El cometabolismo es el proceso a través del cual algunos componentes orgánicos, que los
microorganimos no pueden degradar si se hallan como única fuente de carbono, son transformados
en presencia de otro sustrato (co – sustrato) natural adicional, por ejemplo azúcares. En hábitats
24
naturales puede suceder la co – utilización simultánea por bacterias aerobias heterótrofas, de muchos
sustratos diversos (Bordons y Constantin, 1999; LaGrega y col., 2001). El solvente tricloroetano
(TCE), compuesto carcinogénico y resistente a la biodegradación, puede ser degradado
cometabólicamente por bacterias metanogénicas que crecen en metano (CH4) como única fuente de
carbono (Alexander, 1999). El tratamiento de suelos contaminados con hidrocarburos requiere una
concentración mínima de microorganismos hidrocarbonoclastas de 103 a 104 UFC/g suelo y de
microorganismos heterótrofos totales de 105 a 106 UFC/g de suelo. Si esta masa crítica no fuera
suficiente se pueden incorporar microorganismos al suelo mediante inoculación o bioaumentación.
También se puede lograr un incremento importante estimulando la población microbiana existente
por incorporación de nutrientes (Solanas, 2002).
Las causas del cometabolismo son las siguientes:
1. Que el enzima inicial conviertan el sustrato en otro producto que no es sustrato para otros
enzimas ni para la producción de energía.
2. Que el sustrato inicial se transforme en un producto que inhiba la actividad de los enzimas
que conducen a la mineralización o que inhiba el crecimiento del microorganismo.
3. Que el microorganismo necesite un segundo sustrato para llevar a término alguna reacción
determinada (por ejemplo: dador de electrones).
Entre las consecuencias ambientales del cometabolismo podemos citar:
1. Las poblaciones microbianas responsables de la transformación cometabólica no aumentan
la biomasa como resultado de la introducción del producto en el agua o suelo. Se refleja su
incapacidad de utilizarlo para fines biosintéticos (contrasta con la mineralización).
2. Como resultado de esta falta de crecimiento, la velocidad de transformación del xenobiótico
no aumenta con el tiempo sino que es bastante baja debido a la pobre población inicial
(contrasta con la mineralización).
3. Un producto o varios productos de la transformación pueden acumularse y pueden persistir
las características estructurales asociadas a la toxicidad del compuesto debido a que la
transformación conduzca a la formación de un producto similar al parental.

25
6 FITORREMEDIACIÓN DE ECOSISTEMAS ACUÁTICOS Y
TERRESTRES

La fitorremediación consiste en la utilización de plantas para eliminar contaminantes orgánicos o


inorgánicos aprovechando la capacidad de aquellas para metabolizar o concentrar todo tipo de
compuestos químicos y reducir así la contaminación del medio ambiente (Castillo y col., 2005).
Algunas plantas, tales como Thlaspi caeruslescens, Viola calaminaria, Arabidopsis thaliana,
Brassica juncea, Astragalus bisculatus y Shewanella putrefaciens, tienen la capacidad de concentrar
metales en sus tejidos, capturar y degradar plaguicidas, explosivos o hidrocarburos del suelo y aguas
subterráneas ya sea por sí mismas o a través de la acción de las bacterias que viven en sus raíces.
Como las plantas contribuyen a reducir la acción del viento y la lluvia sobre las zonas contaminadas
evitan que la contaminación se extienda a otras zonas (Alexander, 1999; Castillo y col., 2005).
La fitorremediación es eficaz solo cuando la concentración de contaminantes es reducida y requiere
que éstos se encuentren en la rizosfera, profundidad a la que pueden llegar los sistemas radiculares
de las plantas. Éstas extraen del subsuelo los contaminantes, que son introducidos en sus tejidos
junto con el agua y las sales minerales necesarias para el desarrollo de los vegetales. Los
contaminantes se transforman por la acción del metabolismo vegetal en otras moléculas de menor
toxicidad o son oxidadas en su totalidad y liberadas a la atmósfera en forma de gases de la
respiración. En la tabla 2 se muestran los diferentes tipos de fitorremediación.
La fitoextracción de metales pesados se puede llevar a cabo mediante complejos metálicos auxiliares
(fitoextracción inducida) o de forma contínua. La fitoextracción inducida tiene lugar una vez las
plantas han crecido, tras aplicar el agente quelante (EDTA), mientras que la fitoextracción contínua
es simultánea al crecimiento de la planta extractora.
Mediante la fitoextracción inducida, las plantas pueden extraer entre 0.2 y 0.5 ton/Ha de Pb al año,
lo que implica una duración de décadas para limpiar áreas fuertemente contaminadas. La
fitoextracción contínua utiliza plantas que acumulan más de un 1 % del peso seco del tallo en forma
de metales (Zn, Ni, Se). Esta capacidad se debe a factores fisiológicos, bioquímicos y genéticos
responsables de la acumulación, translocación y resistencia a altas concentraciones de metales
(Castillo y col., 2005).

26
Tabla 2: Tipos de fitorremediación

TIPO PROCESO INVOLUCRADO CONTAMINANTE


Concentración de metales pesados en Cadmio, cobalto, cromo, niquel,
Fitoextracción las partes aéreas y cosechables de la mercurio, plomo, selenio, zinc
planta (Figura 8 a)
Absorción, precipitación y Cadmio, cobalto, cromo, niquel,
concentración de los metales pesados mercurio, plomo, plomo selenio,
Rizofiltración en las raíces a partir de efluentes zinc isótopos radioactivos,
líquidos contaminados. Degradación compuestos fenólicos
compuestos orgánicos (Figura 8 b)
Las plantas tolerantes a metales se Lagunas de desecho de
usan para reducir la movilidad de los yacimientos mineros. Propuesto
Fitoestabilización
mismos y evitar el pasaje a aguas para fenólicos y compuestos
subterráneas o al aire. clorados.
Se usan los exudados radiculares Hidrocarburos derivados del
para promover el desarrollo de petróleo y poliaromáticos,
Fitoestimulación
microorganismos degradativos benceno, tolueno, atrazina, etc
(bacterias y hongos)
Las plantas captan y modifican Mercurio, selenio y solventes
metales pesados o compuestos clorados (tetraclorometano y
Fitovolatilización
orgánicos y los liberan a la atmósfera triclorometano)
con la transpiración.
Las plantas acuáticas y terrestres Municiones (TNT, DNT, RDX,
captan, almacenan y degradan nitrobenceno, nitrotolueno),
Fitodegradación compuestos orgánicos para dar atrazina, solventes clorados, DDT,
subproductos menos tóxicos o no pesticidas fosfatados, fenoles y
tóxicos. nitrilos, etc.

27
a) b)

Figura 8: Concentración de metales en las plantas mediante Fitoextracción (a) y Rizofiltración (b).

28
7 SISTEMAS DE BIORREMEDIACIÓN DE SUELOS

La biorremediación de suelos contaminados ya sea in situ o ex situ puede realizarse por varias vías.
(Figura 9).

BIORREMEDIACIÓN DE SUELOS

In situ Ex situ

Inyección de Biolabranza Compostaje


oxígeno y nutrientes

Zona vadosa Zona no vadosa Biorreactores Biopilas


(no saturada) (saturada)

Bioventilación Aire en Fase líquida Fase sólida


superficie

Figura 9: Sistemas de biorremediación de suelos según clasificación.

7.1 Biorremediación in situ de suelos contaminados

La biorremediación in situ implica la adición de oxígeno ya sea por aireación artificial o aceptores
de electrones tanto en la zona vadosa como en la no vadosa. En ocasiones se añade peróxido de
hidrógeno (H2O2) u ozono (O3) disuelto en agua. Si a la fase acuosa, además de oxígeno se le
añaden nutrientes, no suele ser necesaria la adición de bacterias.
En la zona vadosa la aireación se lleva a cabo por bioventilación (bioventing), inyectando el aire a
presión para estimular la degradación aerobia del contaminante; mientras que en la zona no vadosa
se lleva a cabo por aireación en superficie (air sparging), también inyectando el aire a presión para
estimular la biodegradación microbiana y eliminar los contaminantes volátiles. La aireación va a

29
favorecer la degradación de los compuestos capaces de volatilizarse, facilitando la migración de la
fase volátil de los contaminantes, y por la actividad microbiana (Bossert y Bartha, 1984; Trejo,
1997; Atlas y Bartha, 2002; Orozco y col., 2004).

7.2 Biorremediación ex situ de suelos contaminados

La biorremediación de suelos ex situ se lleva a cabo mediante biolabranza (landfarming), biopilas


(biopiles), compostaje (composting) y biorreactores de fase sólida (solid phase bioreactor) o líquida
(liquid phase bioreactor).

7.2.1 Biolabranza
La biolabranza (llamada también cultivo de la tierra) consiste en esparcir los suelos contaminados
excavados en una capa delgada sobre una superficie impermeable (Figura 10), estimulando la
actividad microbiana mediante aireación y adición de nutrientes y humedad. El sistema lleva
implícito un colector de lixiviados que escurran. Sobre la superficie impermeable suele depositarse
suelo tratado y se añade suelo contaminado para reiniciar el proceso. Periódicamente se voltea o
“labra” la tierra esparcida para estimular la actividad degradativa de las poblaciones indígenas
(Bossert y Bartha, 1984; Trejo, 1997; Orozco y col., 2004).
En este tratamiento, la humedad se controla por la adición periódica de agua. En algunos
casos los suelos contaminados son excavados y tratados en un sitio donde la migración de
contaminantes puede ser regulada por la construcción de barreras de lixiviación de arcilla
compacta o plástico de modo que los lixiviados no se escurran al manto freático (Solanas,
2002). El cultivo de la tierra posibilita combinar la bioaumentación y la bioestimulación. Los
procesos degradativos que ocurren durante la biolabranza son principalmente biológicos. La
oxidación fotoquímica y la volatilización están frecuentemente limitadas si el proceso tiene
lugar en zonas cerradas, lo cual evita la pérdida por evaporación y la emisión a su vez de
contaminantes volátiles a la atmósfera (Alexander, 1999).

30
Nutrientes

Suelo contaminado
Suelo tratado
Capa impermeable

Figura 10: Representación esquemática de biolabranza

El cultivo de la tierra o biolabranza es muy útil en la degradación de hidrocarburos pesados


del petróleo (diesel, fuel oil) y policíclicos aromáticos (HPAs), no siendo muy efectivo en el
tratamiento de sedimentos contaminados con pentaclorofenoles (PCP), creosota y carbón
(Mueller y col., 1991).
Las limitaciones que tiene la biolabranza en el tratamiento de suelos contaminados son:
ƒ Requiere de grandes emplazamientos para su aplicación
ƒ Algunas condiciones que afectan la degradación biológica de los contaminantes
(temperatura y lluvia) son incontrolables, incrementando el tiempo en que se efectúa la
biorremediación

7.2.2 Biopilas
La técnica de biopilas se basa en la formación de pilas no mayor de 2 metros de altura de material
biodegradable, formadas por suelo contaminado y materia orgánica en condiciones favorables para
el desarrollo de los procesos de biodegradación de los contaminantes. Estas pilas pueden ser
aireadas de forma activa (biopilas dinámicas), volteando la pila, o de forma pasiva (biopilas
estáticas), mediante tubos perforados de aireación. Se estimula la actividad microbiana por adición
de nutrientes y humedad (Bossert y Bartha, 1984; Trejo, 1997; Jorgensen y col., 2000).
31
Las biopilas se diferencian del compostaje en que la cantidad de materia orgánica añadida a la pila
es menor que en la pila de compostaje ya que el objetivo no es obtener compost sino acelerar la
degradación de contaminantes. La materia orgánica en la biopila (compost, virutas de madera, etc.)
mejora la estructura del suelo y favorece el proceso de biodegradación al actuar como co-sustrato.
El sistema de biopilas alargadas es más económico y sencillo. En éstas, el material se apila sobre
una plataforma en montones alargados (Figura 11) y la aireación se realiza mediante el mezclado
manual o mecánico, proceso que a su vez permite homogeneizar la temperatura. El mezclado de la
pila proporciona una mayor distribución y facilita la biodegradación de los contaminantes, ya que
permite la homogenización de los nutrientes, agua, aire, contaminantes y microorganismos.

cubierta

biopila

Figura 11: Representación esquemática de un sistema de biopilas alargadas

A diferencia de las anteriores, las biopilas estáticas no necesitan mezclarse mecánicamente, ya que
la aireación y homogeneización del calor se lleva a cabo por medio de un sistema de inyección
(compresor) o extracción (vacío) de aire, mediante tubos colocados en la base alineados
paralelamente a lo largo de la pila (Figura 12). En las biopilas estáticas, normalmente se emplea un
sistema de extracción de aire, ya que ello permite la eliminación de los vapores de cierta fracción de
compuestos orgánicos volátiles que llegan a ser removidos del suelo contaminado durante el proceso
de aireación. Estos vapores son enviados a un sistema de biofiltración u oxidación catalítica para su
tratamiento.
El uso de un sistema de inyección o extracción de aire en este tipo de biopila, permite el control
manual o automático de la velocidad del flujo de aire que provee de oxígeno al proceso, permitiendo
así establecer una relación entre el flujo de aire y la actividad microbiana en el tiempo.
32
Cubierta

Biopila
Filtro
Base Bomba
de vacío

Figura 12: Representación esquemática de un sistema de biopilas estáticas

Muchos contaminantes orgánicos son removidos satisfactoriamente utilizando biopilas, entre éstos
encontramos plaguicidas, hidrocarburos aromáticos halogenados e hidrocarburos del petróleo. Este
tratamiento se puede utilizar tanto a escala piloto como a escala de campo, especialmente para
hidrocarburos del petróleo (Samson y col., 1994; Koning y col., 1998), hidrocarburos poliaromáticos
(Porta y col., 1994) y clorofenoles (Laine y Jorgensen, 1998). Jorgensen y colaboradores aplicaron
la tecnología de compostaje en biopilas, es decir, combinaron los tratamientos de abono y biopila, a
escala de campo en la biorremediación de suelos contaminados con diesel y aceites lubricantes
(Jorgensen y col., 2000).
El tratamiento por biopilas presenta los siguientes incovenientes o limitaciones:
ƒ Requiere de la excavación del suelo contaminado
ƒ Las pruebas de tratabilidad deben ser aplicadas para determinar la biodegradabilidad de los
contaminantes, así como la oxigenación y nutrientes apropiados
ƒ En las biopilas estáticas podrían ocurrir una pérdida de uniformidad durante el tratamiento
respecto a aquellos con mezclado periódico

7.2.3 Compostaje
En el tratamiento por compostaje el material contaminado es mezclado con sustancias
orgánicas fácilmente degradables, tales como estiércol, paja fresca, astillas de madera, tusas
de maíz, entre otros, para formar pilas o montones (Figura 13). La materia orgánica añadida
contribuye a incrementar la porosidad de la pila para facilitar el flujo de aire. Es un proceso

33
estrictamente aerobio, con una etapa de autocalentamiento, lo cual estimula la proliferación de
microorganismos termófilos. Se añaden nutrientes, agua y se remueve mecánicamente a intervalos
regulares. Durante el crecimiento microbiano, en el material sólido orgánico, el calor
producido no se disipa adecuadamente; alcanzándose valores muy altos de temperatura entre
50 y 60 ºC que favorece la máxima degradación del contaminante (Viñas, 1999; Viñas y col.,
2001). El tratamiento por compostaje ha sido utilizado en el tratamiento de suelos
contaminados con clorofenoles y HPAs (Alexander, 1999).

Agua

Olores

Aire

Drenaje

Figura 13: Compostaje

Las limitaciones que presenta el tratamiento por compostaje son:


ƒ Requiere una superficie muy grande.
ƒ Implica la excavación de suelos contaminados lo que podría ocasionar el no control de
los contaminantes orgánicos volátiles.
ƒ Aunque los niveles de metales son reducidos por dilución, los metales pesados no son
tratados por este método.
El costo del tratamiento por compostaje varía con la cantidad de material a tratar, la fracción
de suelo en la pila y el tipo de contaminante.
34
7.2.4 Biorreactores
Los biorreactores vía suspensión se utilizan para la biorrecuperación de terrenos contaminados. Los
suelos o lodos contaminados se introducen en un reactor con suficiente agua para permitir la mezcla
contínua. El volumen de agua en la mezcla depende de la concentración del contaminante.
Normalmente se optimiza la biorrecuperación añadiendo nutrientes (orgánicos o inorgánicos),
controlando el pH, la temperatura y oxígeno disuelto. Dentro de los reactores, los microorganismos
están en contacto con el suelo contaminado. El tamaño de los biorreactores comerciales oscilan
desde 3 m de altura y 15 m de diámetro hasta 4.4 m de altura y 7.6 m de diámetro (Castillo y col.,
2005). Los reactores son muy costosos por el alto grado de ingenierización del proceso.
El principio del reactor de fase sólida es la descomposición mecánica del suelo por mezcla intensiva
de los componentes en un recipiente cerrado (reactor). Se opera con un contenido de agua menor del
60 %.
El reactor de fase líquida (Figura 14), también conocido por el término en inglés slurry phase, se
utiliza para partículas muy finas del suelo altamente contaminadas con un alto grado de
recirculación del agua, la cual debe ser filtrada después.
La aireación o suministro de oxígeno se consigue mediante diversos sistemas:
ƒ Aireación difusa: el oxígeno se suministra haciendo pasar aire a través de unos dispositivos
porosos (de cerámica) que suelen estar colocados en el fondo del tanque.
ƒ Turbina difusora: son sistemas combinados de aireación mecánica y difusa, en los que el
aire es introducido bajo una turbina de alambres planos situados en la parte baja del
reactor. En este caso el aire se fracciona en pequeñas burbujas lo que origina unas buenas
características de mezclado y transferencia.
ƒ Aireación superficial: está originado por una turbina situada en la parte superficial del
reactor. Cuando dicha turbina gira, el agua es arrastrada hacia arriba en pequeñas gotas.
Estas gotas proporcionan una buena superficie de transferencia de oxígeno y la turbulencia
general resultante proporciona un buen mezclado.
Algunos biorreactores son inoculados con cultivos mixtos o especies microbianas con alta actividad
degradativa (Solanas, 2002). Una vez concluido el tratamiento, son separados el agua y los sólidos,
sometiéndose estos a un posterior tratamiento si todavía contienen contaminantes (Langwaldt y
Puhakka, 2000). La biorremediación por biorreactores de fase líquida ha sido muy utilizada en la
restauración de suelos y sedimentos contaminados con explosivos, hidrocarburos del petróleo,
35
productos petroquímicos, solventes, plaguicidas, preservantes de madera y otros compuestos
químicos orgánicos (Mueller y col., 1991; Arostein y Alexander, 1992), no obstante presenta las
siguientes limitaciones:
ƒ Requiere la excavación de suelos medianamente contaminados
ƒ Los suelos no homogéneos y arcillosos son difíciles de manipular
ƒ No lleva implícito el reciclaje de las aguas residuales derivadas del proceso
ƒ La separación de las fases (sólida y líquida) después del tratamiento es muy costosa
(Solanas 2002)

Nutrientes, suelo Clarificador

efluente
Tratamiento
de aguas
residuales

aire

Lodo tratado

Figura 14: Biorreactor en fase líquida

36
8 SISTEMAS DE BIORREMEDIACIÓN DE AGUAS

La biorremediación in situ de aguas subterráneas se puede realizar por bioventilación, aire en


superficie y por bombeo. Las técnicas más utilizadas en la biorremediación de acuíferos
subterráneos y en la eliminación de desechos orgánicos biodegradables en zonas industriales
implican suministro de oxígeno y nutrientes por tiempo prolongado, por lo que el oxígeno es
considerado el factor limitante más importante para la biorremediación in situ para aguas de este
tipo. Existen compuestos como los halocarbonados cuya degradación se ve favorecida en
condiciones anóxicas (Sulfita y col,. 1982).
La ventilación de la zona no saturada o vadosa (bioventilación) es una técnica que suministra
oxígeno directamente al sitio de contaminación para estimular la degradación aerobia del
contaminante. La ventilación de la zona saturada o no vadosa (air sparging, en español aire en
superficie) consiste en transferir oxígeno hacia la zona saturada para estimular la biodegradación
microbiana y fomentar la eliminación de contaminantes orgánicos volátiles no hidrosolubles. El
método sencillo de este tratamiento sería la transferencia directa de los contaminantes volátiles a la
atmósfera, donde finalmente podrían fotodegradarse. Un método más avanzado sería eliminar los
contaminantes del aire efluente mediante biofiltración, carbón activado o por combustión. En estos
casos donde el contaminante es extraído en estado gaseoso, la ventilación se utiliza acoplada a un
sistema de extracción de vapor (Pérez, 2003).
En los lugares donde la solubilidad del oxígeno en agua es baja, como es el caso de aguas
subterráneas, se realiza un bombeo de una solución diluída de peróxido de hidrógeno (H2O2). El
suministro de oxígeno y nutrientes puede realizarse mediante la técnica de bombeo y depuración
(pump and treat) (Figura 15), que consiste en bombear el agua a la superficie, depurarla y
reinyectarla, con lo que se sustenta el metabolismo biodegradador de los microorganismos
autóctonos (Alexander, 1999; Nápoles, 2005).

37
Figura 15: Técnica de bombeo y depuración para el tratamiento de aguas subterráneas.

38
9 SISTEMAS DE BIORREMEDIACIÓN DE AIRE

Para combatir la contaminación atmosférica se han desarrollado tecnologías físicas, químicas y


biológicas de tratamiento de efluentes gaseosos, tales como la depuración biológica de gases, en la
cual se aprovecha la capacidad que tienen los microorganismos para degradar los contaminantes
obteniéndose principalmente agua y CO2 (Thalasso y Pineda, 2002).

9.1 Microorganismos más utilizados en el tratamiento de gases contaminados

La capacidad de degradación de los microorganismos involucrados en los procesos de depuración


biológica de gases depende de las características de los contaminantes. Para compuestos o mezclas
biogénicas es fácil encontrar microorganismos que degraden los contaminantes a partir de suelos
contaminados, lodos activados y compostas. La biodegradación de compuestos más recalcitrantes
requiere un proceso de selección para encontrar microorganismos eficientes para su oxidación. Para
compuestos altamente recalcitrantes, como algunos aromáticos y ciertos clorados de alto peso
molecular, se necesita la presencia de otros compuestos orgánicos para poder realizar la oxidación
(cometabolismo). Las fuentes más comunes para encontrar los microorganismos necesarios para el
proceso son generalmente las plantas de tratamiento de agua que reciben las descargas de las
industrias en donde se generan estos contaminantes (Thalasso y Pineda, 2002)..
Entre los microorganismos más frecuentes en la depuración de gases encontramos en el grupo de
bacterias: Bacillus cereus, Pseudomonas putida, Pseudomonas fluorescens, Micrococcus
Cephalosporium sp y entre los hongos: Penicillium sp, Circinella, Actinomycetes (Castillo y col.,
2005; http://www.ine.gob.mx/ueajei/publicaciones/libros/396/biofiltra.html, mayo 2007).

9.2 Tecnologías para el tratamiento de gases

Existen tres tecnologías principales de tratamiento biológico de gases: los biolavadores, las
columnas empacadas, también llamadas filtros percoladores, y los biofiltros. Estas tecnologías
difieren por la presencia o ausencia de un soporte, la naturaleza orgánica o sintética del soporte
utilizado, la presencia o ausencia de una fase líquida móvil y por la capacidad de tratar diferentes
contaminantes.

39
9.2.1 Biolavadores
El biolavado es una tecnología de tratamiento en dos etapas. En la primera etapa, el gas contaminado
entra en contacto con una fase líquida que absorbe los contaminantes, es decir, el compuesto a
degradar es absorbido en la fase líquida localizada en una torre de absorción llena de líquido. La
operación consiste en hacer fluir el gas a contracorriente a través del líquido, donde los
contaminantes y el O2 son absorbidos. Luego el líquido es tratado mediante un proceso biológico
tradicional (ejemplo: proceso de lodos activados). En esta etapa, el líquido es alimentado a un
reactor empacado de un material inerte cubierto de la película biológica encargada de degradar al
contaminante (Thalasso y Pineda, 2002, Ramírez y col., 2006;
http://www.ine.gob.mx/ueajei/publicaciones/libros/396/biofiltra.html, mayo 2007).
Los biolavadores son los sistemas más adecuados para el tratamiento de compuestos muy solubles
en agua. Las principales ventajas de los biolavadores son:
ƒ La recirculación del líquido permite que no se acumulen productos que pudieran tener
efectos nocivos para los microorganismos
ƒ La facilidad de control del proceso biológico a través de la composición del medio líquido
ƒ Es una tecnología sencilla
Sin embargo, el requerimiento de dos equipos, uno para la absorción y otro para la biodegradación
del contaminante, los hace poco convenientes con respecto a los biofiltros de lecho escurrido. Otras
desventajas que poseen los biolavadores son la baja superficie de contacto gas – líquido, genera lodo
residual y no soporta períodos de tiempo sin alimentación.

9.2.2 Filtros percoladores


Los filtros percoladores, tecnología bien conocida en el ámbito físico - químico, realizan la
absorción y degradación de los contaminantes en una sola etapa. Con este propósito, el gas
contaminado y un medio de cultivo líquido circulan (generalmente en contracorriente) a través de
una columna que contiene un soporte inorgánico (anillos Raschig). La presencia de los
contaminantes y del líquido nutritivo favorece el crecimiento de microorganismos, en forma de
biopelícula sobre el soporte, asegurando que el filtro sea biológicamente activo y por lo tanto, capaz
de depurar el gas contaminado. Esta tecnología se distingue por su capacidad para tratar
contaminantes medianamente solubles en agua pero también por su sensibilidad y relativamente
difícil control (Thalasso y Pineda, 2002).

40
9.2.3 Biofiltración
La biofiltración se define como todo proceso biológico utilizado para el control o tratamiento de
compuestos volátiles orgánicos e inorgánicos presentes en la fase gaseosa y es la tecnología de
tratamiento biológico de gas más utilizada. Los microorganismos son los responsables de la
degradación biológica de los contaminantes volátiles contenidos en corrientes de aire residual
(Thalasso y Pineda, 2002, http://www.ine.gob.mx/ueajei/publicaciones/libros/396/biofiltra.html,
mayo 2007).
Se caracteriza por el uso de un soporte orgánico (aserrín, turba, composta, etc.) que provee los
nutrientes necesarios para el crecimiento de los microorganismos, transformando el soporte orgánico
en un filtro biológicamente activo. Al pasar el aire contaminado a través del lecho, los
microorganismos presentes en la superficie del soporte degradan los contaminantes (Thalasso y
Pineda, 2002; http://www.epa.gov/ttn/catc/dir2/fbiorects.pdf, julio 2004).
El material filtrante debe tener una buena capacidad de retención de agua, ya que los
microorganismos requieren de una importante cantidad de agua para crecer. El rango óptimo de
humedad del material filtrante en sistemas de biofiltración se considera entre 40 y 60%. Un bajo
contenido en el lecho filtrante reduce el espesor de la biopelícula y disminuye la actividad
microbiológica y, por consiguiente, la actividad del biofiltro. Por otro lado, un elevado contenido de
humedad puede crear una saturación, provocando zonas anaerobias o incrementar la caída de
presión.
El soporte utilizado en los biofiltros debe ser reemplazado. Los soportes orgánicos sirven de fuente
de nutrientes para los microorganismos y por lo tanto se degradan o se agotan las reservas de
nutrientes disponibles. La frecuencia de reemplazo de los soportes es muy variable y depende del
tipo de gas tratado (http://www.epa.gov/ttn/catc/dir2/fbiorects.pdf, julio 2004).
El pH de estos sistemas debe ser regulado con compuestos tales como carbonatos de calcio ya que
numerosos procesos de oxidación generan productos ácidos, básicos o inhibitorios, como los
compuestos clorados, azufrados y amonio entre otros.
Según las condiciones en las que se encuentran los microorganismos en el sistema y del patrón de
flujo de la fase líquida, los biofiltros pueden ser de lecho fijo (BLF) y de lecho escurrido (BLE).

9.2.3.1 Biofiltros de lecho fijo (BLF)


Los biofiltros de lecho fijo (BLF) constan de un lecho empacado (material filtrante) que puede ser
sintético u orgánico y sirve de soporte a los microorganismos y en el caso de los orgánicos como
41
fuente de nutrientes para el crecimiento microbiano. Ejemplos de materiales filtrantes utilizados en
este tipo de filtros son rocas porosas, tierra de diatomeas, perlita, tierra, trozos de maderas,
diferentes tipos de compostas, residuos orgánicos tales como cáscaras de arroz o de coco, fibra de
caña de azúcar, entre otros. El principio de los biofiltros de lecho fijo consiste en hacer pasar la
corriente gaseosa saturada de humedad que contiene al contaminante a través del lecho en donde los
contaminantes son degradados por los microorganismos. Una característica importante de los BLF
es la ausencia de la fase acuosa móvil que los hace convenientes para tratar contaminantes muy poco
solubles en agua (http://www.ine.gob.mx/ueajei/publicaciones/libros/396/biofiltra.html, mayo
2007).

9.2.3.2 Biofiltros de lecho escurrido (BLE)


El biofiltro de lecho escurrido (BLE) consiste de una columna empacada con un soporte inerte
(usualmente de material cerámico o plástico) donde se desarrolla la biopelícula. A través del lecho
se alimenta una corriente gaseosa que contiene al sustrato a biodegradar y una corriente líquida que
es comúnmente reciclada a través del lecho y que tiene la función de aportar nutrientes esenciales a
la biopelícula, así como remover los productos de degradación de los microorganismos. Estos
sistemas se recomiendan para compuestos solubles en agua. Los BLE tienen ventajas similares que
los biolavadores, ya que la recirculación del líquido facilita la eliminación de los productos de
reacción además de un mayor control sobre el proceso biológico a través del control del pH y la
composición del medio líquido. La operación de absorción y biodegradación del contaminante en
los BLE se lleva a cabo en un solo reactor, lo cual los pone en ventaja sobre los biolavadores
respecto a la operación del mismo (Thalasso y Pineda, 2002,
http://www.ine.gob.mx/ueajei/publicaciones/libros/396/biofiltra.html, mayo 2007).
Se ha reportado que en ambos sistemas de biofiltración el principal problema de operación es la
solubilización del gas en la fase acuosa, aunque es menos crítico en los BLE.

42
9.2.3.3 Ventajas y desventajas de los sistemas de biofiltración
Tabla 3: Ventajas y desventajas de los sistemas de biofiltración

TIPO DE BIOFILTRO VENTAJAS DESVENTAJAS


Biofiltro de Lecho Fijo Altas superficies de contacto gas- Poco control sobre
líquido fenómenos de reacción
Fácil arranque y operación. Baja adaptación a altas
Bajos costos de inversión fluctuaciones de flujo de gas
Soporta periodos sin alimentación Grandes volúmenes de
Conveniente para operación reactor
intermitente No conveniente para
No produce agua de desecho tratamiento de contaminantes
cuyos subproductos son
compuestos ácidos.
Biofiltro de Lecho Control de concentración de Baja superficie de contacto
Escurrido sustratos gas-líquido
Posibilidad de evitar acumulación Generación de lodos
de subproductos No resiste periodos sin
Equipos compactos alimentación
Baja caída de presión Necesidad de suministrar
Alta transferencia de oxígeno y del nutrientes
contaminante Arranque complejo
Altos costos de inversión,
operación y mantenimiento
Taponamiento por biomasa
Producción de agua de
desecho
No conveniente para
tratamiento de contaminantes
cuyos subproductos son
compuestos ácidos.

43
10 MECANISMOS LEGALES PARA LA PROTECCIÓN DEL MEDIO
AMBIENTE

El hombre en su desarrollo como especie tuvo necesidad de relacionarse entre sí, surgiendo las
primeras sociedades que modificaron sustancialmente la relación hombre – naturaleza. Es a partir de
este momento que comienza a modificar su medio. En la segunda mitad del siglo XX se dan las
condiciones que marcan la necesidad del Derecho Ambiental, el cual se caracteriza por ser un saber
jurídico, fundamentado en sólidos conocimientos multidisciplinarios. Es una ciencia jurídica en
formación y por tanto enfrentada obligatoriamente a una elaboración teórica (Caraballo y col.,
2006).
Tanto en el ámbito nacional, regional como internacional existen instrumentos jurídicos establecidos
que recogen y defienden los intereses estatales y la sociedad en general, siendo el hombre el
principal ejecutor y al mismo tiempo destinatario de estas normas legales.
Entre los instrumentos jurídicos internacionales se pueden mencionar el Protocolo de Montreal, la
Convención de Basilea, el Convenio de Estocolmo, el Convenio de Rotterdan, la Carta Mundial de
la Naturaleza y el Convenio sobre Evaluación de Impacto Ambiental en el Medio Ambiente. El
Protocolo de Montreal compromete a las partes a adoptar medidas concretas para proteger la capa de
ozono, reduciendo o poniendo fin a la producción y consumo de sustancias controladas tales como
los CFCs. La Convención de Basilea recoge el control de los movimientos transfronterizos de
desechos peligrosos y su eliminación (http://www.sinia.cl/192/fo-article-34552.pdf, septiembre
2007; http://www.geocities.com/rap-al/convenio5.htm, septiembre 2007). Por otra parte, en el
Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs) se establecen medidas
para la eliminación de la producción y uso de sustancias químicas tóxicas, persistentes y
bioacumulables en los organismos, que causan diversos efectos negativos en la salud humana y en el
ambiente. Son mezclas y compuestos químicos a base de carbono, entre los que se incluyen
compuestos industriales como los PCBs, plaguicidas como el DDT y sustancias tóxicas como las
dioxinas. Los COPs son principalmente productos y subproductos de la actividad industrial, de
origen relativamente reciente (http://www.nip.gov.uy/docu/librillo.pdf , septiembre 2007;
http://www.conama.cl/portal/1301/printer-34824.html , septiembre 2007).
La entrada en vigor del Convenio de Estocolmo representa un avance en la lucha global contra la
contaminación del planeta y plantea una serie de retos y oportunidades para las organizaciones

44
ciudadanas que promueven la protección de la salud y el medio ambiente y la búsqueda de
alternativas al uso de plaguicidas químicos (Caraballo y col., 2006; Serrano y col., 2006).
El Convenio de Rotterdan trata sobre los procedimientos aplicables a ciertos plaguicidas y productos
químicos; la Carta Mundial de la Naturaleza y el Convenio sobre Evaluación de Impacto Ambiental
en el Medio Ambiente, aparecen como respuesta a la necesidad de asegurar un desarrollo
ecológicamente racional y sostenible. La Conferencia de Naciones Unidas sobre medio Ambiente y
Desarrollo, conocida como la Cumbre de Río, logró un mayor consenso y reconocimiento de las
prácticas de Evaluación de Impacto Ambiental entre las naciones (Serrano y col., 2006).
En el caso de Cuba, con la constitución del Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, en
1994, se establecieron instrumentos y leyes para la protección ambiental tales como la Resolución
No 168/1995 Reglamento para la Evaluación de Impacto Ambiental y el Otorgamiento de Licencias
Ambientales; y posteriormente en 1997, la Ley 81 del Medio Ambiente que establece los principios
y normas básicas de la gestión ambiental (Caraballo y col., 2006).

45
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