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de marzo de 2010 (sentencia n° 69/2010) y de 16 de julio de 2010
(sentencia n° 184/2010). Y aqui ya no estamos hablando de
sentencias dictadas en un orden jurisdiccional diferente, sino en el
mismo orden jurisdiccional, y nada menos que por el Tribunal
Jerarquicamente superior al juzgado al que tenemos e! honor de
dirigimos.
Todo Io cual significa que la tesis defendida por el Juzgado al que
tenemos el honor de dirigirnos no es compartida, nada mas y nada
menos, que por el Tribunal Supremo (Sala de lo Contencioso-
Administrativo) y por la reputada Seccién 28° de la Audiencia
Provincial de Madrid. Lo cual deberla ser tenido en cuenta por el
Juzgado en e! marco de! presente concurso.
SEXTO
De lo hasta aqui dicho resulta que en el punto concreto de la
naturaleza juridica de los contratos concluidos entre AFINSA y sus
clientes, los tribun que se han pronunciado al respecto
mantienen posturas divergentes. El juzgado al que tenemos el
honor de diriginos sostiene que los contratos tienen naturaleza
financiera, que son depésitos irregulares y que los sellos son de
propiedad de AFINSA. Lo cual conduce al injusto resultado de que
con los sellos de los afectados se estan pagando los crécitos de la
masa y los consursales, ademés de todos los gastos del concurso,
Por el contrario, tanto la Sala de lo Contencioso Administrativo del
Tribunal Supremo como la Seccién 28" de ta Audiencia Provincial
de Madrid consideran que estamos ante contratos de naturaleza