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María José Vargas A.

Este artículo pretende explorar la Educación costarricense actual. Más que buscar
un responsable, trata de generar un espacio de discusión sobre los males qué
pueden estar afectando la Educación, o mejor dicho ¿quiénes están fallando en el
proceso de enseñanza y aprendizaje?, debido a que hoy en día es muy común
señalar el problema o desviar el culpable, pero no se asume un verdadero
compromiso con el proceso educativo. Todo esto con el fin de proponer
soluciones viables que permitan mejorar dicho proceso.

En la sociedad costarricense es común escuchar que la educación no marcha


bien, que la deserción estudiantil creció, que la ola de violencia en las
Instituciones educativas se disparó, que la repitencia estudiantil sigue creciendo,
que las pruebas nacionales de bachillerato fueron un fracaso, y así un sin número
de problemáticas. Pero la situación más grave, es que de todos los actores
sociales inmersos en la Educación, cuesta mucho escuchar soluciones o por lo
menos que asuman la responsabilidad de lo que acontece. Al final terminan
buscando culpables y pocas propuestas.

Es por lo anterior importante mostrar un panorama general de la educación


costarricense. Primeramente se puede mencionar que el contexto social donde
está inmersa la educación gira en un mundo de sistema económico neoliberal,
donde se apuesta más a las ganancias que a la inversión, donde se camina por
las sendas del individualismo y no por las de convivencia humana. Un sistema
capitalista que cada vez es más fuerte de forma que ³los estados nacionales son
presionados por las grandes empresas multinacionales que buscan mayor
apertura y liberalización de los mercados, una eliminación de las aduanas para el
capital y sus rentas´ (Torres, 2001, p.17). Con esto se evidencia la desventaja de
países como Costa Rica que debe someterse a potencias desarrolladas
generándose así grandes desigualdades económicas, sociales, culturales,
políticas entre otras. Bajo este panorama la educación pública va verse también
presionada por este modelo capitalista, una de esas medidas es reducir los
presupuestos destinados a ella, así como crear toda una campaña de
desprestigio y de mediocridad a dicha educación.

Recordemos que una de las metas de la educación es ayudar a formar los


individuos que la sociedad requiere, y bajo este modelo neoliberal, se debería
educar para la inserción al mercado laboral, ³la educación incluso en sus etapas
obligatorias parece querer asumir planteamientos de capacitación profesional, es

c
decir habilitar solo para conseguir empleos y de ser posible bien pagados´ (Torres,
2001, p.31). esto es lo que impone este modelo. ³La mundialización de los
mercados («) invita a valorar todas las cosas en la medida que producen
beneficios económicos, no sociales, ni morales´ (Torres, 2001, p.31). Pero que
poco ético sería ir a los centros educativos a preparar individuos para ese fin,
dejando de lado la formación humana de seres que sienten, que piensan y que
sueñan con una vida mejor, en la práctica de valores y principios éticos que los
conducen a ser mejores personas.

No se puede ni siquiera tolerar la concepción de la educación como un proceso de


mercantilización, donde lo que impera es vender al precio que sea un servicio. ³La
educación y las creaciones culturales«se reducen a mercancías, pero
disimulando las redes económicas y los intereses políticos que se esconden
detrás´ (Torres, 2001, p.41). Es muy perjudicial seguir permitiendo este avance de
la mercantilización, que en ocasiones se va haciendo de una forma solapada, que
cuando sale a la luz, ya no se puede reaccionar. Por ello se debe estar atento, nos
recuerda Torres (2001) que por lo general la mercantilización de la educación
empieza con la descentralización de la misma, de forma que se puedan ir
haciendo ajustes estructurales, que sirven para disimular políticas de recortes
presupuestarios. Y que en muchas ocasiones la descentralización en lugar de
servir para la participación local de todos los interesados en el proceso educativo,
se convierte en una tarea muy pesada para los Centros Educativos y profesores,
que cada vez deben hacer frente a la situación con menos fondos económicos, sin
apoyo del Estado.

Se exige una educación pública de calidad, que sea competitiva, pero se recorta la
inversión. Ventaja que aprovechan los Centros Privados para afianzarse en el
mercado, dando énfasis en la mayoría de casos a lo estético y no a la educación
como tal. Existe un gran peligro al dejar la educación en manos privadas,
imagínense cuántas personas dejarían de estudiar porque no tienen dinero para
asistir.

Definitivamente la verdadera concepción de la Educación se ha ido perdiendo. No


olvidemos sus verdaderos principios, nos dice Freire (1999), la Educación debe
ser una práctica de libertad, que implica la negación del hombre aislado del mundo
y que por el contrario debe propiciar la integración de los seres humanos, implica
reflexión y acción. La educación va más allá de una memorización de un contenido
o de la preparación para un trabajo, ésta debe ser un instrumento de cambio que
permita a las personas conocer e interpretar el mundo en el que viven, que les
permita cuestionar, indagar, criticar y ofrecer soluciones a las problemáticas que
se presenten.

º
La educación es muy importante en estos tiempos de cambio en los que nos ha
tocado vivir, es un ³instrumento indispensable para que la humanidad pueda
progresar hacia los ideales de paz, libertad y justicia social («)al servicio de un
desarrollo humano más armonioso, más genuino para retroceder la pobreza, la
exclusión, las incomprensiones´ (Delor´s, 1996, p.13). De ninguna manera
podemos conformarnos con el tipo de educación que exhorta el neoliberalismo,
sino al contrario debemos apostar por seguir cultivando los buenos valores, por
educar para ser cada vez más humanos y sensibles frente a la otredad.

Precisamente Delor´s (1996) continúa diciendo:

La educación es también un clamor de amor por la infancia, por la juventud

que tenemos que integrar en nuestras sociedades en el lugar que les

corresponde, en el sistema educativo indudablemente, pero también en la

familia, en la comunidad de base, en la nación. (p. 13)

Partiendo que ésta es la educación que se debería fomentar en Costa Rica, es


importante dar un vistazo a lo que impera en este ámbito. Podemos decir que
nuestro sistema educativo opera bajo el Ministerio de Educación Pública (MEP)
con una estructura vieja, con un currículo obsoleto que le otorga prioridad a una
evaluación meramente sumativa y no formativa, que pone mayor énfasis a los
contenidos que a los logros personales y emocionales, o a la gama de habilidades
que puedan desarrollar los estudiantes. Definitivamente hace falta una
trasformación desde este ente, que se formule una política educativa pertinente
que pueda hacer frente a los cambios que se están viviendo.

Se pueden citar algunas características del proceso educativo costarricense,


según diversos rubros:

-Cobertura: Se puede señalar que se han dado avances, principalmente en


preescolar, en secundaria con la construcción de colegios en la década del
noventa se logró avanzar más, y en primaria aunque se ³exhibe una aparente
universalidad: para el 2004 la tasa bruta fue de 103,7%. A pesar de ello, no todos
los niños y niñas costarricenses logran finalizar la primaria´ (Informe del Estado de
la Educación, 2005, p.22). Los resultados arrojan que 12 de cada 100 niños en
edad de asistir al segundo ciclo no lo están haciendo.
Con el fin de ofrecer una mayor cobertura se han desarrollado diversas
modalidades de instrucción alternativas a la tradicional, que incluyen las escuelas
nocturnas y los programas: Educación Abierta, Aula Abierta, CINDEA, IPEC,
Nuevas Oportunidades y Educación Especial.
D
-Deserción: Es un problema que sigue afectando nuestro sistema educativo, por
ejemplo en primaria para el año 2004 alcanzó un 3,3% mientras que en
secundaria fue de 11,6%. ³En primaria la mayor deserción se presenta en primer
grado (4,1%). En secundaria, el problema es más serio en los años sétimo
(18,3%) y décimo (9,4%), que son los que marcan el inicio de los ciclos
educativos´ (Informe Estado de la Educación, 2005, p.25).

-Repitencia: Este sigue siendo un factor de cuidado, ya que si bien en primaria ha


bajado levemente sigue presente, según el Informe del Estado de la Educación del
año 2005, los estudiantes que se gradúan sin repetir ningún año para el 2002 en
primaria es de un 53,7% y en secundaria un 20%, un índice sumamente
preocupante.

-Pruebas nacionales de Bachillerato: Estas pruebas siguen siendo un freno para


muchos estudiantes, es cada vez menor el numero de ellos que las aprueban ³el
porcentaje en los últimos años, va pasando de un 66,7% en el 2002, a un 64,4%
en el 2003 y finalmente a un 62,1% en el 2004´ (Informe Estado de la Educación,
2005, p.30).

-Brechas:
 urbano-rurales: Todavía se siguen manteniendo las distancias entre una zona y
otra por muchos factores. Tanto en preescolar como en secundaria son más
notorias estas diferencias. Por ejemplo para el 2004, en preescolar ³el porcentaje
de asistencia en la zona urbana es del 74,2%, frente al 66,7% de la zona rural y en
secundaria el 83,3% de la zona urbana acuden al sistema educativo, en
comparación con el 68,4% de la zona rural´. (Informe Estado de la Educación,
2005, p.34).

 Género: Se dan distancias entre hombres y mujeres en el acceso y


permanencia en los centros educativos, existe un predominio de los varones sobre
las mujeres. ³A nivel nacional, los números absolutos de jóvenes de 13 a 17 años
que no trabajan y no estudian ascienden a 16.291 hombres y 38.160 mujeres, que
representan un contingente importante de adolescentes que al parecer se
encuentran estancados´(Informe Estado de la Educación, 2005, p.38).

 Público- Privado: Las instituciones privadas están ganando terreno, ya que al


financiarse con recursos propios, pueden ofrecer un mejor servicio en cuanto a
infraestructura, mejor equipo tecnológico, mayor énfasis en idiomas, psicología,
informática entre otras. Las diferencias entre los índices de reprobación y
deserción es mayor en las instituciones públicas que en las privadas. Es
importante anotar que pese a las limitaciones de la educación pública, sobresalen
‰
los buenos rendimientos académicos de los colegios científicos. Es por ello
importante seguir incentivando la educación estatal para ir cortando estas brechas
y ofrecer una mejor educación.

-Infraestructura: Por más esfuerzos que se hacen para mejorar los centros
educativos y dotar de infraestructura apropiada, no es suficiente. Hacen falta más
recursos económicos y una planificación para ayudar en las regiones más
afectadas y carentes de aulas, pupitres, sillas, laboratorios de computación,
comedores, bibliotecas, entre otros, que ayudarían a enriquecer la educación
costarricense.

El panorama anterior enfatiza algunos de los problemas que enfrenta la educación


pública. Claro está que son algunos puntos que ayudan a comprender de una
forma muy superficial la situación costarricense. Se debe de trabajar con cada uno
de los rubros para poco a poco seguir avanzando. Aunque, como vimos existen
mejoras, todavía falta mucho por hacer. Principalmente se ocupan estudios
investigativos cualitativos que permitan analizar estas diversas problemáticas y no
meramente estudios cuantitativos que solo arrojan números. Lo ideal sería contar
con un porcentaje mayor de inversión en el rubro educativo y que sea bien
distribuido en todas las regiones del país.

Cabe aquí preguntarse ¿por qué a pesar de los esfuerzos que hace el Ministerio
de Educación Pública, por mejorar la cobertura, la infraestructura, y acortar la
repitencia y deserción estudiantil, así como las brechas sociales anteriormente
señaladas, las cosas no caminan positivamente?, o será ¿qué el Ministerio de
Educación Pública está caminando por el sendero equivocado? En lugar por
preocuparse por la calidad esta priorizando la cantidad. ¿Quién está fallando en el
proceso de enseñanza? Será acaso que los docentes solo están sentados algunos
con indiferencia otros con tristeza, observando las cifras que aparecen en los
diarios, en las noticias, o en el discurso del Ministro Leonardo Garnier, como si el
problema no les concierne a ellos. Y los padres de familia ¿qué están haciendo
por promover una mejor educación a sus hijos? Sin duda hace falta un
involucramiento real de los padres de familia en su roll de formar seres humanos
con valores. Y la falta de compromiso docente con su labor, no de enseñar sino de
formar y hacer un cambio real en sus estudiantes, usando las palabras de Delor´s
de educar para la vida (1996).




 

Lo primero que se debe hacer usando las palabras de Fecha y Tortajada, ³para
superar la crisis de la escuela («) es pasar de la cultura de la queja a la cultura de
la transformación´ (p.20). En el momento que todos los individuos asumimos la

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responsabilidad que tenemos para revertir el proceso educativo y mejorarlo, las
cosas van a cambiar. La trasformación solo se logra con participación activa de
cada una de las partes involucradas en el proceso de enseñanza y aprendizaje.

  
  
     Debe de proclamar una educación más
humana, una formación para la vida, no solo como una vía para conseguir un
trabajo. Debe abrir más el diálogo a los docentes, padres de familia y estudiantes.
Que las políticas que se diseñen sean desde las áreas afectadas y
contextualizadas, no políticas de fuera que incluso no son las apropiadas, donde
se paga millones de dólares a investigadores que no saben nada del contexto
costarricense, o peor aún que nunca han estado involucrados en las aulas con
estudiantes.

También se debe replantear o eliminar las pruebas de bachillerato, que solo


obstaculizan el avance de los estudiantes, y no son muestra verdadera de que
haya un aprendizaje real. Así mismo, no dar prioridad a las pruebas ordinarias
que se efectúan en los Centros Educativos, que haya más libertad en esta parte
evaluativa, que los docentes puedan decidir de qué maneras sus estudiantes
pueden ser evaluados de acuerdo a sus necesidades y habilidades, y no en una
prueba que homogeniza a toda la población estudiantil.

Se podría reducir y actualizar los contenidos del currículo, si bien muchas cosas
son básicas existen otras que están desfasadas y no aportan muchos
conocimientos a los estudiantes que hoy día viven inmersos en una sociedad de la
información. Se debe contextualizar ésta era y visualizar el futuro, de manera que
la educación sea una herramienta que ayude a comprender y criticar la sociedad,
para así poder sobrevivir en ella y no dejarse arrastrar por las falsas concepciones
y la vida desechable que nos ofrece.


 
    

 Los docentes tenemos una gran tarea por realizar,
ante este panorama de crisis e incertidumbre, por así llamarle. Es indispensable
que los docentes propiciemos la transformación, que seamos esos entes de
cambio que favorezcamos en los estudiantes el espíritu crítico y de participación.
Hoy en día los docentes no se pueden conformar con un título universitario e
impartir contenidos, eso sería seguir caminando por las sendas de la mediocridad.
Debe existir un compromiso real, de trascender los límites que muchas veces nos
imponen las autoridades educativas. Se debe estar en constantes cambios, en
actualizaciones y capacitaciones, para poder brindar las herramientas que ocupan
los estudiantes no para pasar un examen, sino para resolver una situación que se
le presente a lo largo de su vida.


Como menciona Ugalde (2008)

La profesión docente exige tener claridad respecto de hacia dónde ir, y los

educadores debemos responsabilizarnos del éxito o fracaso de los

estudiantes del centro educativo en donde trabajamos. Todo esto hace

pensar que estamos urgidos de transformar, no un poquito, sino mucho, la

profesión docente. (s.n)

Los docentes no debemos olvidar que somos personas y que trabajamos con
seres humanos, que ante circunstancias debemos de sensibilizarnos y más que
etiquetar a un estudiante debemos descubrir qué es lo que está pasando
realmente y poder brindar ayuda.

Por lo anterior es urgente que los docentes trasformen la educación, son varias las
vías que se pueden seguir, aquí interesa hablar de dos: la pedagogía crítica y la
investigación acción.

La pedagogía crítica ³el objetivo es desarrollar una conciencia crítica en el


estudiante y promover la acción social para superar estructuras sociales
opresivas´ (Magendzo, 2002, s.n.) Por lo tanto los docentes deben servir de
puente para facilitar esa conciencia crítica en los educandos, donde ellos puedan
inmiscuirse en los asuntos del país, para dar sus opiniones y sus propuestas, para
exigir su participación como ciudadanos que son, y no para ser sujetos sumisos
que el Estado quiere, y que fomenta por medio de un sistema educativo obsoleto.
Siguiendo con la línea Magendzo (2002) nos comenta:

³Una pedagogía crítica considera la libertad de elegir, de expresarse, de

tomar decisiones dentro de los condicionantes generales del currículum, la

materia por cubrir, los textos que se usan, las preguntas de examen y los

temas de redacción como un importante componente de poder (...) Una

pedagogía crítica exige introducir métodos de enseñanza que le den al

estudiante más control sobre su aprendizaje. Cuando los estudiantes eligen

è
qué y cómo aprender, tienen más posibilidades de desarrollar perspectivas

críticas´. (s.n)

No debemos olvidar que el docente pese a las limitaciones que pueda tener en su
lugar de trabajo, o algunas políticas que estipula el MEP, es el agente de cambio
en el aula, el que comparte con sus estudiantes casi todos los días. Por ello tiene
la facilidad de dialogar con sus educandos, y de poder ver el cambio real que los
estudiantes están pidiendo a voces, que muchas veces son silenciadas, y brindar
un abanico de posibilidades a esos jóvenes que tanto las necesitan.

Otra herramienta no menos valiosa es la investigación-acción. Todos los docentes


debemos convertirnos en investigadores de nuestras aulas. Los problemas que se
presentan en el aula como: falta de interés, ausencias, malas palabras, notas
bajas, rebeldías, por citar algunos; no surgen de la nada, por lo general hay una
raíz que los está generando, y es responsabilidad de los docentes averiguar por
qué se están desarrollando. De eso trata la investigación-acción aplicada en
educación. En poder investigar lo que acontece en el Centro educativo, en el aula,
en los recreos. El docente se da a la tarea de investigar que está sucediendo y
además que se puede hacer para solucionarlo.

La investigación-acción es ³un proceso de investigación, orientado al cambio


social, caracterizado por una activa y democrática participación en la toma de
decisiones´ (Lewin, 1946) citado en (Lafourcade, 1992, s.n) Es una herramienta
que permite estudiar actividades donde se identifican estrategias y acciones
planeadas que son aplicadas y sometidas a observación, reflexión y cambio.

La investigación-acción, ojala fuese una práctica cotidiana en los Centros


Educativos, que permita reunir a los gremios mediante un trabajo conjunto a
valorar cuáles son esos cambios que se deben hacer a nivel de Institución. Pese a
que existen docentes que todavía se resisten al cambio, también hay otros que se
han involucrado en proyectos investigativos y que están haciendo la diferencia.


 
   
 Es importantísimo la función educadora que tienen los
padres, ya que son los que moldean a los hijos en un determinado contexto. Son
los que propician desde el hogar el comportamiento de los niños, los seres
humanos que desean proyectar a la sociedad.

En este contexto en que estamos viviendo donde predomina un mundo


consumista, individualista y superficial. Donde muchas familias están
fragmentadas y ya no predomina el núcleo familiar: padre, madre e hijos. Se debe
hacer un esfuerzo mayor para educar a los hijos con verdaderos valores y

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principios. Los padres tienen en sus propias casas que luchar contra programas
televisivos, publicidad, internet que fomentan ideas erróneas sobre la felicidad.
Donde por lo general felicidad va asociado a dinero, a ropa costosa, a carros de
último modelo, a celulares, a casas lujosas, entre otras.

Por eso los padres son determinantes en el proceso educativo, se debe trabajar
en conjunto con los docentes para mejorar. El problema está que hoy en día
muchos padres en lugar de formar están deformando a sus hijos. Viven inmersos
en un mundo consumista donde los valores son poco importantes y dan prioridad
a lo económico. Muchos hijos no tienen respeto por sus padres y estos no pueden
controlarlos, a veces la forma de mostrar cariño es con regalos materiales. Estos
hijos llegan a las Instituciones educativas con muy pocos valores, creyendo que
valen por lo que tienen y no por los seres humanos que son. Les cuesta tratar bien
a los docentes y a sus compañeros. Los padres se convierten demasiado
permisivos y ante alguna notificación del docente, no muestran ningún interés por
sus hijos, o defienden a capa y espada a su hijo, así esté cometiendo una falta
gravísima. En situaciones así definitivamente el diálogo entre padres y docentes
es casi inexistente.

Hace falta tomar conciencia de parte de los padres sobre cómo están educando a
sus hijos, y que los Centros Educativos no pueden por si solos llevar la tarea a
cabo. Es importante fortalecer la cooperación entre ambos, al final todos van a
resultar beneficiados.

  
 


Sin duda ellos son los actores principales del proceso educativo, y a los que
menos se les toma en cuenta. Hace falta que los estudiantes asuman también
responsabilidad desde pequeños de la importancia que tiene la educación, y que
poco a poco la vean como una herramienta que les permita comprender muchas
cosas desde contenidos hasta la sociedad en la que viven, para ir adquiriendo
conciencia crítica de lo que acontece a su alrededor.

Los estudiantes deben comprometerse con sus estudios, tratar de cumplir con
trabajos, tareas, exámenes, aunque no les resulte tan atractivo. Deben de
aprovechar el espacio de la escuela o colegio para hacer amigos, involucrasen en
actividades extracurriculares que les ayuden a fomentar sus habilidades. Que sea
un espacio de convivencia y disfrute también. Que se les pueda ofrecer en las
aulas un sitio atractivo al cuál quieran asistir, y no la apatía que muestran hoy día
por estos sitios.

Podemos concluir diciendo que la educación, es responsabilidad de todos, del


MEP, de los docentes, de padres y estudiantes. Y en el momento que cada uno

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iniciemos un cambio ya sea de forma individual o en conjunto, la educación se
enriquece. Pero que debemos de dejar esa cultura de quejarnos que todo está mal
y al final no proponer nada para que la situación mejore. La educación debe servir
para caminar por las sendas de la democracia, y buscar la paz mundial que tanto
hace falta. Debe servir para formar verdaderos seres humanos identificados con el
acontecer nacional e internacional, con las problemáticas que los rodea, con el
sentir de las personas que la están pasando mal y que ni siquiera conocemos, es
sensibilizar a los individuos y no mantenernos indiferentes ante las dificultades de
los demás. Solo en esta vía podremos construir una sociedad mejor, más justa e
inclusiva.

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- ! " 

D. Fourcade, P (1992) Investigación-Acción, 4 de noviembre de 2010.


En:http://ipes.anep.edu.uy/documentos/libre_asis/materiales/Investigacion%20acci
on.pdf
Delor´s, J. (1996) La educación encierra un tesoro. Madrid, España.
Ediciones. UNESCO.

Freire, P (1999) Pedagogía del Oprimido. México. Ed. Siglo Veintiuno.


Citado en www.educaciónidoneos.com

Flecha, R y Tortajada, L. Retos y salidas educativas en la entrada del siglo.

Informe del Estado de la Educación (2005) Cap. 1: Desempeño del


sistema educativo preuniversitario, 1 de noviembre de 2010. En:
http://www.estadonacion.or.cr/index.php/biblioteca-virtual/costa-rica/educacion
‘

Magenzo, A. (2002) Pedagogía crítica y derechos humanos, 7 de octubre


de 2010.En:http:/www.iidhed.cr/documentos/herped/pedagogicasteoricos/12.pdf

Torres, J (2001) Educación en tiempos de Neoliberalismo. Madrid, España.


Ed. Morata.

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