ha sido un gran problema. Sí lo llamas un 28 de febrero, corres el riesgo que te diga: “gracias, pero mañana es el día” y si lo llamas un primero de marzo, te puedes encontrar con la respuesta: “gracias, pero fue ayer”. Es que Cristian Santiago Gómez Zapata, nació un 29 de febrero y a muy pocos les da por nacer en estas fechas, sólo a él y nada más que a él. De ahí la particularidad de los bisiestos, la sola fecha ya los hace especiales. Quienes conocemos a Cristian Santiago, decimos sin vacilaciones que es un hombre carismático, untado de pueblo. Saluda a todos y en todo lugar sin ningún cálculo político, pero bien podríamos afirmar, que su vida misma ha sido una campaña permanente, pues saluda desde su infancia con el mismo entusiasmo al embolador, al ingeniero, al médico y al barrendero. Alza sus manos, las extiende, palmotea, expresando siempre un saludo. “La vida no es fácil”, parece una frase de su autoría, tanto así que al mencionarla, es mejor entrecomillarla, para no correr el riesgo de ser demandado.
Amante del tinto en extremas cantidades, y
sin azúcar. Se puede tomar sin sonrojarse hasta 20 tazas al día de nuestra bebida nacional. Divorciado del trago desde hace más de 10 años. A esta tortuosa relación le debe sus más jocosas anécdotas.
Al tiempo descubrió que el maridaje con el
alcohol nada bueno le traería y cortó de un tajo y sin despedirse, su relación con la bebida.
Esa es su personalidad: franco, alegre y
espontáneo. Amante de las aventuras, de descubrir nuevos paraísos y senderos, actividades en las que ha invertido tiempo y dinero para recorrer sin desgano nuestra geografía. Se desvive por su tierra natal: Rionegro. No se concibe viviendo en otro municipio que no sea el suyo. Aún así ama al departamento del Chocó, tanto a su costa pacífica como a la atlántica y no descarta la idea de pasar sus últimos días allí, una vez haya prestado sus buenos oficios al progreso de su tierra.
Este comunicador social de la Universidad
de Antioquia y especialista en gerencia del mercadeo del Ceipa, ha trasegado por innumerables entidades tanto públicas como privadas entre las que se destacan: Cornare y la alcaldía de Rionegro durante la administración de Hernán Ospina Sepúlveda. En la primera tuvo contacto con todos los municipios de la subregión y en la segunda se desempeñó como director de la oficina de comunicaciones, consolidando al gobierno de Rionegro con Futuro como uno de los más populares de Antioquia y de Colombia. En su recorrido profesional se cuentan también las incursiones en el periodismo con el programa radial: “oriente, región con marca propia”, espacio semanal por donde desfilaban las voces de los protagonistas de la transformación de la región. Este programa lo realizó con el también comunicador, Carlos Pachón, con quien ha emprendido múltiples empresas, desde conciertos hasta documentales en distintas regiones del país, como Córdoba y Sucre. También, ha asesorado la producción de material impreso, que ha sido de mucha utilidad para las Juntas de Acción Comunal de Rionegro y del oriente. Así mismo, en una de las épocas más difíciles del Bajo Cauca, Cristian Santiago, trabajó como Coordinador de Comunicaciones en el programa de prevención de la malaria convenio Gobernación de Antioquia - Ces. Allí descubrió y entendió que la violencia que nos azota no ha sido superada, tal y como no la han querido vender con la llamada seguridad democrática. Él cita que “ha sido una de las experiencias profesionales más duras, pero a la vez de las más gratificantes y recordadas por el tipo de actividad realizada allí”. También fue periodista de CNC noticias al lado de Oscar Noguera y reconocidos periodistas de la región, ventana de denuncia desde donde ha asumido la defensa de causas sociales. Integrante de la Academia Colombiana de Relaciones Públicas durante más de 3 años, tiempo que le sirvió para ahondar en la profesión del relacionismo y de paso publicar el diccionario de las relaciones públicas, único en su género hasta ese momento. Socio copropietario con su amigo Arturo Ramírez de Comunicaciones y Publicidad, oficina ya desaparecida, pero que dejó múltiples enseñanzas y gratos recuerdos. Desde este negocio y en compañía de un grupo de amigos en las elecciones pasadas decidió apoyar la candidatura de Arturo al concejo, hoy, aunque un poco distanciados en lo político, reitera que la amistad está por encima de todo.
Socio copropietario con su amigo del alma
Willer Ayala de “Barrabas Games”, negocio de videojuegos que sí bien no dio ganancias económicas, sí dejó satisfacciones incuantificables afianzando lazos de amistad y fortaleciendo su círculo de amigos cercanos.
Cristian Santiago tiene una relación estable
con su pareja, Claudia Milena García, la hija de don Noé, el de la tienda de la Quebrada Arriba. Ella tiene una hija, María Camila, que Santiago quiere como propia. Producto de esta unión, una linda bebé (Julieta) ilumina su vida desde abril del año 2011 y es el aliciente para luchar por el futuro de su familia y un futuro mejor para su natal Rionegro, aprovechando el auge y desarrollo que vive la subregión del oriente.
Cristian Santiago es un hombre familiar y
recuerda siempre sus orígenes. Con un profundo respeto evoca a su abuelo paterno, Laureano Gómez, homónimo del caudillo conservador. Don Laureano, un experto arriero, aserrador, carpintero albañil y oficial, que recorrió innumerables tejados de Rionegro y del oriente cogiendo goteras. Él le enseñó los más notables valores de un líder. Su abuela, Julia Margarita Ramírez, una consagrada y dedicada ama de casa, que hasta sus últimos días padeció una artritis crónica. De esa rama familiar hoy le sobreviven sus tíos: Gabriela, Elena, Isabel, Edilma, Antonio, Darío, Diego, Angela, Arturo, y su padre Libardo. Fallecidos Alejandro, Jairo y Gloria Cecilia.
Son sus abuelos maternos: José María “Don
pepe” Zapata y Emma Lara. Él, farmaceuta de profesión fueron muchas las consultas y los cólicos que quitó a muchos desde su trabajo en la Farmacia Popular. Ella, ama de casa, recordada aún por muchas señoritas de la localidad, porque fue quien perforó sus orejas o las de sus hijas para adornarlas con el accesorio de la areta. Sus recetas culinarias, aún tienen fama en el Alto del Medio. De esta rama familiar sobreviven: Lourdes, Eduardo, Alcides, Leopoldo, Estela, Flor, Emma y su madre Ismenia.
Libardo Gómez e Ismenia Zapata, sus
padres, su mayor tesoro y orgullo y a quienes Cristian Santiago les debe todo lo que es hoy. Es hijo único, por lo que era mirado en aquellos días de escuela en la Institución Julio Sanín Sanín, como un ser extraño, sus amiguitos le decían una y otra vez, como así que no tenés hermanos. Hoy en día esta condición es muy común. En la Julio Sanín, aprendió sus primeras letras, pero no las últimas, porque siempre se interesó por ellas, hasta el punto que se inclinó por la comunicación social. Su padre trabajó por muchos años en Medellín con Jhon Restrepo y Cia, posteriormente pasó a fundar y Administrar el estadero parador la Florida hoy desaparecido, y en donde Cristian Santiago trabajó como mesero bajo la tutoría de su padre. Fue éste, su primer contacto con el público y la atención al cliente. Posteriormente su padre laboró en Cultivos del Caribe y en arepas Vilar. Su madre Ismenia estuvo muy ligada toda su vida a la profesión de su padre, “Don Pepe” y desde muy joven trabajó en la farmacia Popular, posteriormente en la droguería Nueva, tuvo un paso por la papelería Simfama y alcanzó su jubilación en la droguería Multidrogas hoy desaparecida. Precisamente allí en Multidrogas ubicada en la plaza de mercado de Rionegro, fue que Cristian Santiago dio el paso de la adolescencia a la adultez y donde en compañía de sus tíos Eduardo, Alcides, y su madre comprendió el verdadero significado de servir.
Hoy sus padres disfrutan de su merecida
jubilación en algún paraje en el municipio de El Santuario.
Volviendo al personaje en cuestión hay que
decir que su voz ronca y recia hace pensar que está bravo, pero él advierte que no lo está y que es difícil verlo de mal genio. Algo que si lo pone de mal genio es el incumplimiento y las personas malas pagas.
Una gran fortaleza es su amplio círculo
social que va del estrato 1 al 6, con relaciones en la política, en el comercio, etc, pero con mayor valor en la base en el principal activo de la sociedad: su gente.
Aficionado a la lectura y la tertulia. Es muy
común encontrarlo en cualquier parte de este oriente hasta altas horas de la noche acompañado por su entrañable e inseparable ruana a cuadros, departiendo con la gente sobre algún tema cultural, ambiental, de actualidad o política. Paradójicamente no es común verlo realizando algún ejercicio o deporte, sin embargo es amante de las caminatas ecológias.
Emprendedor de grandes y pequeñas
causas. En sus barrios de influencia es fácil verlo participar o apoyar algún convite y muchas veces se ríe diciendo: yo ayudé en la construcción (plancha) de tal casa, de igual forma son muchas las actividades emprendidas con niños y jóvenes, como los ciclopaseos nocturnos, motopaseos por el oriente, algunos concursos de juegos callejeros, caminatas ecológicas o simplemente un recorrido a pie por las veredas de Rionegro.
Este es Cristian Santiago, nuestro
candidato al concejo de Rionegro 2012 – 2015, en el cual están puestas nuestras esperanzas, juntos lucharemos por el desarrollo y bienestar de nuestros sectores.