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1.-CONCEPTO ANTIGUO DE MEDIACIÓN.

 De mediaciones en los medios, como concepto y término, se venía hablando,


aunque esporádicamente, de hace varias décadas, concretamente en la tradición de
los estudios críticos culturales de Inglaterra y EE.UU. (Morley, 1980b: 163-73;
Hobson, 1980b: 105-114; Id., 1982; Masterman, 1985: 24-25).

 ‘Mediación’ puede significar cómo los medios tradicionales (prensa, cine, radio y
TV) se hallan en la mitad entre la realidad y la audiencia, y ejercen diferentes roles.

 Estos han sido descritos por diversos autores como: ventanas, espejos, filtros,
guías, intérpretes, foros, plataformas, interlocutores… Los diversos términos
coinciden en señalar que algo se ha interpuesto entre la audiencia y un
acontecimiento (Keltner, 1987).

2.-CONCEPTO ACTUAL DE MEDIACIÓN.

 Estas metáforas descritas ,no se aplican a las posibilidades de interactividad de los


nuevos medios, donde el emisor se convierte en receptor (McQuail 2000: 66;
Martín Serrano, 1986: 146).

 La tradición de las mediaciones sociales añade algo más. Martín-Barbero (1987:
203) dice que el eje del debate debe desplazarse de los medios a las mediaciones.

 La mediación ha sido conceptualizada por él como aquella instancia cultural desde
la cual los significados y sentidos son producidos y apropiados por la audiencia.

 Las mediaciones son "ese lugar desde donde es posible comprender la interacción
entre el espacio de la producción y el de la recepción” (Martín-Barbero y Muñoz,
1992: 20)..

 También Orozco (1992) complementa la idea de Martín-Barbero y entiende la


mediación como el proceso de recepción donde se crean y recrean significados y
sentidos desde la interacción de la audiencia con el medio y con las otras instancias
sociales (Colina, 2001).

 Las mediaciones son una "zona franca", donde cualquier significado es posible y
donde no manda ninguna lógica cultural. El concepto de mediación se entiende
aquí como el conjunto de influencias, que provienen de la mente de la persona y del
contexto socio-cultural en que se encuentra.

 Ellas estructuran el proceso de aprendizaje e incluyen intervenciones de los


agentes sociales e instituciones en el proceso de recepción (Orozco Gómez, 1991:
54-63).
 Las mediaciones sociales aumentan el nivel de actividad de la audiencia y su
recreación de los significados.

 El receptor selecciona de ella lo que le es relevante, pero esta selección suele esta
influenciada por las mediaciones sociales.

 Ningún actor de las mediaciones puede controlar la construcción de significados.


El centro de gravedad cambia continuamente. Y las interpretaciones pueden
cambiar de ser alienantes a liberadoras y viceversa.

 El aspecto problemático no es ya tanto el medio o el mensaje (como en teorías


anteriores), aunque siguen siendo importantes, sino el proceso mismo de
recepción.

 “Una buena mitad de lo que uno ve es visto a través de los ojos de los otros” (Marc
Bloch, The Historian’s Craft; cfr. Comunicar 2005: 187)

3.-¿POR QUÉ EXISTEN LAS MEDIACIONES?.

La concepción de hegemonía según Gramsci explica la formación de las


mediaciones.

La hegemonía no está hecha por una sola clase dominante, sino por quienes
definen los símbolos culturales dominantes de la sociedad. Y estos pueden ser entes
muy diversos.

4.-MODELOS Y TENDENCIAS DE INVESTIGACIÓN SOBRE LAS


MEDIACIONES SOCIALES.

 Dentro de la tradición de las mediaciones sociales coexisten varios modelos y


tendencias de investigación: Etnografía de la recepción (James Lull, 1980: 197-209;
1981; 1990), Mediación Múltiple y Usos Sociales (Jesús Martín-Barbero, 1987,
Colombia;Guillermo Orozco Gómez, 1998b; 1881, México), Frentes Culturales
(Jorge González, 1991, México), Consumo Cultural (Néstor García-Canclini, 1991,
México) y las Comunidades de Interpretación (Bruhn Klaus Jensen, 1995).

5.-¿DÓNDE SE DAN LAS MEDIACIONES?.

 Martín Barbero propone tres lugares de mediación: la cotidianidad familiar, la


temporalidad social y la competencia cultural.

 En cuanto al tema de la mediación parental, Martín Barbero afirma que no se


puede entender el modo especifico en que. la TV interpela a la familia, sin
interrogar la cotidianidad familiar.

OROZCO SUGIERE CUATRO GRUPOS DE MEDIACIONES SOCIALES:


(1) - Mediación Cultural.

 El proceso cognitivo o de conocimiento está influenciado por la cultura. “Barbero


dice que la cultura es la gran mediadora de todo proceso de producción
comunicativa. Uno de los grandes méritos de este autor es haber desencasillado la
comunicación de los medios para recrearla, explorarla y profundizarla no sólo a
través de los medios, sino de la cultura" (Orozco Gómez, 1996a:114.)

(2) - Mediación Individual.

 Tiene que ver con lo que sucede dentro de la mente de cada sujeto receptor. Para
Orozco la mediación "cognitiva" es quizá la principal mediación individual.

 Las mediaciones "cognitivas" son todos esos temas que inspiran nuestras
prioridades de acción y pensamiento. El proceso cognitivo no es meramente
racional, como tradicionalmente se ha considerado sino también emotivo y
valorativo.

 Según Orozco Gómez, el sujeto conoce a través de las siguientes estructuras


mentales:

- “esquemas mentales” (según los estudios psicológicos: Bem, 1988);- “repertorios


o textos” (según los estudios culturales y los estudios literarios: Morley, 1986;
Fiske, 1987); - “guiones” (scripts) que influyen en nuestros procesos de percepción,
procesamiento y apropiación de los mensajes propuestos (Buckingham, 1986).

 Orozco Gómez (1996: 37) resume a Durkin (1985), que estudió cómo los guiones
generaban estereotipos en los niños televidentes: “Durkin define al ‘guión’ como
una representación mental ordenada de una secuencia de eventos dirigida a la
obtención de una o varias metas.

(3) - Mediaciones situacionales e institucionales.

 Este tipo de mediación se multiplica de acuerdo con los diferentes escenarios en


los cuales se desarrolla la interacción televisión-receptores.

 Cada escenario incluye posibilidades y limitaciones que no se circunscriben a lo


meramente espacial. Generalmente los escenarios corresponden a instituciones.

 Las mediaciones institucionales actúan como "comunidades de


interpretación",pues desde ellas se interpretan muchos de los mensajes percibidos.
"Comunidad interpretativa" es el conjunto de sujetos sociales unidos por un
'ámbito de significación', del cual emerge una significación especial para su
actuación social. Un sujeto puede participar simultáneamente en varias
comunidades.
 Se distinguen al menos dos tipos de "comunidades de significación": la inmediata y
la de referencia.

- La comunidad interpretativa inmediata es la familia (o aquellos con los cuales se


ve TV). Las mediaciones de los niños y adolescentes vienen sobre todo de la familia
(Barrios, 1989) y la escuela.

(4) La familia como mediación.

 El hogar es el lugar privilegiado en donde se producen primero las negociaciones y


las apropiaciones. Es importante determinar el patrón de comunicación familiar
mientras se observa la televisión, la denominada “politics of the living room”, "la
política del hogar" .

 (Morley, 1986) que define los hábitos televisivos y el tipo de comunicación


familiar, por la que la familia se apropia de la programación de TV (Orozco Gómez,
1996b: 87).

 Otros autores importantes en esta tradición son: la psicólogo social Sonia


Livingstone (1990), y Silverstone y Hirsh, eds. (1992), quienes explican que la
familia/ hogar es el contexto de la interpretación de los medios.

6.-COMUNIDAD INTERPRETATIVA DE REFERENCIA.

  La comunidad interpretativa de referencia es el escenario, donde la audiencia


interactúa de ordinario, como la escuela, la calle, las reuniones con los amigos, el
lugar del trabajo, la iglesia, las juntas de barrio, los grupos sociales, los
movimientos sociales, los fans, etc.
7.-INTERACCIÓN TV-AUDIENCIA.

 La interacción TV-audiencia es diferente dependiendo de las variables


demográficas: sexo, edad, clase social, etnia, ingreso, etc. Por ejemplo, en una
investigación se vio que las mujeres de situación económica alta de Chile se
identifican con la telenovela nacional, mientras que las mujeres de situación
económica baja con las telenovelas mexicana o venezolana (Mackenzie, 1994: 82).

 Según confirman los estudios de Charles (1987) y Sánchez (1989), no se puede


noconsiderar el estrato social que “delimita desde la cantidad de televisores en el
hogar y las posibilidades de acceso a otras actividades culturales de la audiencia,
hasta los gustos sobre la programación.

 Asimismo, el lugar de residencia, el ‘territorio’, facilita o impide la interacción


variada de la audiencia con diversas actividades culturales y medios de información
(García-Canclini y Piccini, 1990)” (Orozco Gómez, 1996: 42-43; cfr. Podgórska,
2006).
 En la práctica la comunidad interpretativa de referencia es la comunidad a la que
el sujeto receptor pertenece socioculturalmente. La investigación de Mary Ellen
Brown (1994) indica que el sexo, las amistades, las vecinas, las compañeras de
trabajo, etc. son determinantes, por ejemplo, en la interpretación de las soap
operas.

 Muchos jóvenes tienen como 'lugares' de mediaciones las "discotecas", "la noche"
('los jóvenes de la noche'), las avenidas concurridas, los centros comerciales, las
fotografías de 'Madona' (Martín-Barbero, 1992).

 Todas estas comunidades pueden asignar algún significado a la interacción TV


audiencia.

 Pero sólo la comunidad interpretativa, como definida anteriormente por una


particular combinación de significados, es la que otorga la estructuración final de la
mediación.

8.-OTRAS MEDIACIONES.

 También están las mediaciones, que vienen de la política, de la economía, etc. Cada
una de estas fuentes puede ser un objeto de mediación y puede también mediar
otras fuentes (Charles y Orozco, 1990: 33-48).

 
9.-BIBLIOGRAFÍA.

 
1.-Charles, M y Orozco Gómez, G. (1990). Del sujeto individual al sujeto colectivo
enla educación para la recepción. Cuadernos de Diá-logos, 8. Bogotá: FELAFACS.

2.-Charles, M y Orozco Gómez, G. (1990). Introducción: Del sujeto individual al


sujeto colectivo en la educación para la recepción. En M. Charles y G. Orozco
(Eds.), Educación para la recepción (pp. 21-32). México: Trillas.

3.-Charles, M y Orozco Gómez, G. (Eds.) (1990). Educación para la recepción.


México: Trillas.

4.-Charles, M. (1989). La televisión y los niños. El reto de vencer al Capitán


América. En E. Sánchez Ruiz (Comp.), Teleadicción infantil: ¿Mito o realidad?
Guadalajara: Universidad de Guadalajara.

5.-Martín-Barbero, Jesús (1987). De los medios a las mediaciones. México: Gustavo


Gili.

6.-Orozco Gómez, G. (1990). El niño como televidente no nace, se hace. En M.


Charles y G. Orozco (Eds.), Educación para la recepción. México: Trillas.
7.-Orozco Gómez, G. (1990/91). La mediación en juego: televisión, cultura y
audiencia. Comunicación y Sociedad (10/11), 107-128.

8.-Orozco Gómez, G. (1991). La audiencia frente a la pantalla. Diá-logos de la


Comunicación (30), 54-63.

9.-Orozco Gómez, G. (1991). Mediaciones familiares y escolares en la recepción


televisiva de los niños (Algunos hallazgos recientes). Comunicación y Sociedad (13),
113-130.

10.-Orozco Gómez, G. (1991). Mediaciones familiares y escolares en la recepción


televisiva de los niños (Algunos hallazgos recientes). Revista de INTERCOM, 64, 8-
19.

11.-Orozco Gómez, G. (1991). Recepción televisiva: Tres aproximaciones y una


razón para su estudio. México: Universidad Iberoamericana.

12.-Orozco Gómez, G. (1991, octubre). La investigación de la recepción y la


educación para los medios: Hacia una articulación pedagógica de las mediaciones
en el proceso comunicativo. Ponencia en el seminario "La educación para los
medios de cara al 2000", CENECA/UNESCO, Santiago de Chile.

13.-Orozco Gómez, G. (1992). El niño como aprendiz y televidente en los estudios


de audiencia en México (1968-1990). En Cuadernos de Comunicación y Prácticas
Sociales 3, PROIICOM. México: Universidad Iberoamericana.

14.-Orozco Gómez, G. (1992). Familia, televisión y educación en México. La 'teoría


educativa' de la madre como mediación en la recepción televisiva de los niños. En
Hablan los televidentes: Estudios de recepción en varios países. Cuadernos de
Comunicación y Prácticas Sociales, 4 (pp.11-32). México: PROIICOM Universidad
Iberoamericana.

15-Orozco Gómez, G. (1994). La autonomía relativa de la audiencia. Implicaciones


metodológicas para el análisis de la recepción. En C. Cervantes y E. Sánchez Ruiz
(Coords.), Investigar la comunicación: Propuestas iberoamericanas (pp.183-196).
Guadalajara: CEIC UdeG/ALAIC.

16.-Orozco Gómez, G. (1994). La recepción televisiva desde el modelo de efectos de


los medios. Un análisis epistemológico de sus premisas. En G. Orozco (Coord.),
Televidencia: Perspectivas para el análisis de los procesos de recepción televisiva.
Cuadernos de Comunicación y Prácticas Sociales, 6 (pp. 9-28). México:
PROIICOM/Universidad Iberoamericana.

17.-Orozco Gómez, G. (1994). Recepción televisiva y mediaciones. La construcción


de estrategias por la audiencia. En G. Orozco (Coord.), Televidencia: Perspectivas
para el análisis de los procesos de recepción televisiva. Cuadernos de Comunicación
y Prácticas Sociales, 6 (pp. 69-88). México: PROIICOM/Universidad
Iberoamericana.

18.-Orozco Gómez, G. (1994). Televisión y producción de significados (Tres


ensayos). México: Universidad de Guadalajara.

19.-Orozco Gómez, G. (1995). Chiapas: La otra guerra, sus protagonistas y la


teleaudiencia. Anuario de Investigación de la Comunicación CONEICC, 2,199-216.

20.-Orozco Gómez, G. (1996). Televisión y audiencias. Un enfoque cualitativo.


Madrid: Ediciones de la Torre/Universidad Iberoamericana.

21.-Orozco Gómez, G. (Comp).(1992). Hablan los televidentes: Estudios de


recepción en varios países. Cuadernos de Comunicación y Prácticas Sociales, 4.
México: PROIICOM Universidad Iberoamericana.

22.-Orozco Gómez, G. (Coord.) (1994). Televidencia: Perspectivas para el análisis


de los procesos de recepción televisiva. Cuadernos de Comunicación y Prácticas
Sociales, 6. México: PROIICOM/Universidad Iberoamericana.

23.-Orozco Gómez, G. (Coord.) (1996). Miradas latinoamericanas a la televisión.


Ensayos del PROIICOM, 2. México: Universidad Iberoamericana.

24.-Orozco Gómez, G. y Viveros, F. (1996). La oferta de televisión y su percepción


por jóvenes de la Ciudad de México. Anuario de Investigación de la Comunicación
CONEICC, 3.

Los aportes teóricos de la teoría que propone y que denomina “Teoría Social de la Comunicación”,
sustentada en la categoría central de mediación, son de amplio impacto e influencia para los
estudiosos de la comunicación iberoamericana y abren perspectivas aun por explorar. La
categorización de los medios masivos como instituciones mediadoras con un rol social
determinado en las sociedades burguesas capitalista, su papel de producción-reproducción social,
continúa teniendo pertinencia para las investigaciones contemporáneas sobre los medios masivos.

La mediación social (1977), porque consideramos que con su concepto de mediación centró la
atención en la función desarrollada por los medios no solo como instancias de reproducción social
sino como instituciones de producción social. El autor concibe, que los medios desarrollan una
fun-ción de producción social porque como encargados de la información des-tinada al conjunto
de la sociedad, ellos se han institucionalizado en el tra-tamiento y uso de la comunicación pública,
mediante una organización más o menos compleja especializada en esa tarea, a la cual se le
asignan recur-sos materiales y humanos.

Su enfoque sociológico de la comunicación lo ha llevado a confron-tar el papel de los medios con


sus contextos históricos y cómo la media-ción ejercida por estas instituciones se estatuye como un
modo de control social al presentar una formas determinadas y no otras de interpretar la realidad,
gracias a que producen, distribuyen y ofrecen flujos de informa-ción pública (mediación
estructural ejercida a través de los modos de hacer o producir la comunicación), los cuales se
imponen sutilmente pero no por ello con menos efectividad, ya que lo hacen sobre las estructuras
cogniti-vas de los individuos al proponer representaciones del tiempo, del espacio y de lo que
acontece (mediación cognitiva a través de los modelos de re-presentación del mundo),
conformando un conocimiento encuadrado en un modelo cultural e histórico determinado.

Con estos originales aportes, Martín Serrano inició una corriente de estudio teórico de la
comunicación que lo llevó por múltiples recorridos. Su preocupación permanente le ha motivado
para continuar profundizando en el concepto de mediación hasta el punto de proponer en una obra
más reciente (2004), una Teoría Social de la Comunicación, donde aborda el tema de la
interdependencia entre la comunicación pública y la sociedad, y propone como paradigma el
concepto de mediación que permitiría abordar los intercambios entre sociedad-comunicación,
específicamente en el con-texto de las sociedades burguesas, para a través de una metodología
dialéc-tica estudiar la producción social de la comunicación mediante los produc-tos comunicativos
y poder elaborar una Teoría Social de las Comunicacio-nes como un nuevo campo en las Ciencias
Sociales.
Mediaciones

No cabe duda que el concepto de mediación, asomado por Martín Serrano en la década de
los 70, se ha constituido en un enfoque teórico-metodológico fundamental para comprender el papel
de los medios masi-vos en nuestras sociedades, especialmente iberoamericanas.
Sin embargo, queremos destacar aquí cómo el pensamiento de este autor, se enriquece con
los aportes posteriores, desde el contexto latinoa-mericano, de Jesús Martín-Barbero (1987), quien
concibe el concepto de mediación más que desde la perspectiva de las instituciones mediáticas,
desde los procesos significativos de mediación ejercidos por los receptores de la cultura masiva, es
decir, desde los sujetos comunicantes, con lo cual se ha introducido cambios importantes en la
forma de comprender lo que ocurre hoy con la cultura de masas.
Y con los planteamientos del brasileño Muñiz Sodré (2001), quien considerando las grandes
transformaciones ocurridas en los últimos años en el mundo de las comunicaciones, amplía ese
concepto para entenderlo desde los nuevos procesos de mediación o las tecno- interacciones, hoy
posibles mediante las tecnologías telemáticas y digitales, donde se dibujan rasgos diferentes a los
presentes en los medios tradicionales. Al respecto, Sodré (2001) para explicar esta mutación indica
que es necesario distinguir dos conceptos fundamentales: el de mediación (el cual fue desarrollado
con anterioridad por Martín Serrano y Jesús Martín-Barbero) y el de mi-diación (propuesto por él).
Según el autor, el primero, remite a un proceso presente en toda cultura y no es una especificidad
del medio como tal sino de lo simbólico que tiene lugar a través del lenguaje (escrito, hablado),
centrado en las significaciones sociales como mediaciones o ligamiento de las partes. De modo que
no hay conocimiento sin mediaciones.
Mientras que el segundo, responde a un fenómeno nuevo, ya que es un tipo particular de
interacción que se sustenta en artefactos tecnoló-gicos que no actúan sólo como extensiones o
prótesis separadas del sujeto, técnicamente manipulables, sino como medios que reflejan el mundo
de forma manipulada, condicionada y mejorada. Es decir, la midiación viene a ser un proceso donde
“los medios actúan como formas tecnomediadoras que resultan de una extensión especular (tipo
espejo), de una extensión espectral y de una extensión que se habita” (Muñiz Sodré, 2001: 163).
Mediaciones Sociales, NÀ 1, II semestre de 2007, pp. 293-303. ISSN electrónico: 1989-0494. Migdalia Pineda de Alcázar
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Los medios en las sociedades actuales han adquirido mucha impor-tancia en la vida de las
personas, han creado un código propio, un ambien-te propio y nos hacen que habitemos otro mundo
y al hacerlo, actúan como instancias de reproducción social, pero han exacerbado tanto el proceso
de mediación social, que lo han convertido en midiación -en términos de Mu-ñiz Sodré-, es decir,
en una exageración de su papel reflexivo de reproduc-ción, al adquirir un espacio propio,
relativamente autónomo y distante de otras formas interactivas de mediación simbólica y cultural
tradicionales.
Como podemos observar, los tres autores representan tres épocas de desarrollo del concepto
de mediación que deberán ser comprendidas a partir el contexto y del momento histórico en el cual
tuvieron lugar y que juntas amalgaman un conocimiento teórico de relevancia. Sin embargo no se
puede desconocer el papel pionero de Martín Serrano en la definición de un proceso sobre el cual se
asienta gran parte de una teoría social de la comunicación y el papel central jugado por los medios
masivos como me-diadores entre emisores y receptores.
3. LOS APORTES DEL CONCEPTO ORIGINAL A LA INVESTIGACIÓN DE LA LÍNEA CEINT
No nos queda más que explicar aquí las aportaciones de los plan-teamientos del autor
español en la investigación emprendida por la línea “Comunicación, Educación, Información y
Nuevas Tecnologías” (CEINT), del Doctorado en Ciencias Humanas de LUZ, en Maracaibo-
Venezuela.
Los primeros encuentros con la obra La mediación social (1977) se remontan a la época de
estudiante de comunicación social de la autora de este escrito, donde era utilizado como bibliografía
básica en la cátedra de Teoría de la Comunicación y desde donde se tomó conciencia de los origi-
nales e importantes aportes de este texto que nos hacia comprender que los medios no son meros
instrumentos técnicos neutros sino que constitu-yen instancias legitimadas en nuestras sociedades
para la elaboración de contenidos simbólicos que presentan una visión de la realidad y no otra, y
para lo cual despliegan un conjunto de actividades de producción, distribu-ción y circulación que se
insertan en un esquema de producción de una sociedad específica, la sociedades capitalistas
industriales. A partir de allí, este autor trabajó el concepto de mediación para caracterizar la función
ejercida por los medios de mediar entre los hechos y los receptores me-
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diante sus versiones elaboradas bajo ciertas condiciones técnicas, sociales y culturales.
Con el tiempo y el avance de la madurez investigativa y académica, fuimos comprendiendo
el carácter de obra clásica del texto de Martín Se-rrano, no solo en el contexto español sino en
América Latina, pero tam-bién comprendimos que el concepto de mediación a pesar de no perder
vigencia necesitaba una actualización porque si bien es cierto que el autor lo consideraba en su
vinculación con un contexto histórico, hasta el punto de pensar que para entender el funcionamiento
de los medios había que aborda la historia; los cambios políticos, sociales, culturales y tecnológicos
que están afectando actualmente a los medios y a la comunicación social obliga a realizar una
revisión del concepto a modo de poder aplicarlo a las nuevas realidades de los medios interactivos y
digitales.
En correspondencia con esa necesidad, el grupo de investigación de Maracaibo, aglutinado
en torno a la línea CEINT, ha trabajado el con-cepto de mediación desde perspectivas diversas:
- En primer lugar, a través de la investigación La comunicación-mediación en organizaciones de
conocimiento de la cibersociedad (2004), desarrollada por Johann Pirela como tesis doctoral en
Ciencias Humanas, bajo la tutoría de Migdalia Pineda, donde a partir de las tres dimensiones del
concepto de mediación propuesto por Martín Serrano (1997), a saber: la social, la cog-nitiva y la
estructural, éste fue definido, explicado y comprendido como un proceso comunicativo cognitivo y
aplicado para analizar los cambios que se requieren introducir en la concepción de los especialistas
responsables de la comunicación del conocimiento (bibliotecólogos, archivólogos y es-pecialistas
en ciencias de la información) a partir de la aparición de las tecnologías telemáticas actuales.
Este estudio considera la comunicación del conocimiento como un proceso complejo de
intercambios recíprocos de mensajes informativos y conocimientos, los cuales son posibles a partir
de la realización de tres tipos de mediaciones: la primera, que hace el sujeto investigador-
productor del conocimiento, que se basa en su arsenal cognitivo y de re-presentación, y se apoya en
medios electrónicos de comunicación, median-te los cuales se utilizan modelos de escritura digital e
interactiva, que hacen surgir nuevas lógicas mucho más holísticas e integradoras en el proceso de
producción de las informaciones y los conocimientos. La se-
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gunda, que realiza el profesional de la información en el contexto de la organización de
conocimiento, quien aplica a la información generada pro-cesos de organización y representación,
los cuales deben estar centrados más que en el análisis documental formal, esto es en procesos
informati-vos-descriptivos, en procedimientos de análisis documental de contenido, lo cual implica
incorporar la perspectiva cognitiva y semántica a los conte-nidos que expresan el conocimiento.
Estos procedimientos buscan produ-cir información con valor agregado y constituyen la base de la
construc-ción de sistemas digitales de comunicación del conocimiento. Estos son procesos previos a
la mediación posterior que hace el sujeto receptor acti-vo, quien realiza la tercera mediación, a
partir de la cual expande su es-tructura y arquitectura cognitiva, al incorporar nuevos
conocimientos, que necesitan para utilizarlos en la acción, específicamente en la resolución de
problemas, la toma de decisiones y el emprender retos.
A partir de la explicación de las tres mediaciones, la investigación plantea que es posible
hablar entonces de comunicación-mediación del conocimiento y no de transferencia de
información, de prestación de servi-cios de información, gestión de información o de gerencia del
conocimien-to, categorías conceptuales utilizadas con frecuencia en la literatura espe-cializada en
bibliotecología, archivología y documentación para referirse al proceso medular que deben realizar
las organizaciones de conocimiento.
- En segundo lugar, en el trabajo de Pineda (2003) sobre las transforma-ciones introducidas por las
TIC en los procesos de comunicación mediados por computadoras, donde se plantean
conceptualizaciones de los medios digitales, diferentes a las de los medios clásicos y nuevas
modalidades de comunicación a distancia, distintas a los de la comunicación masiva o in-
terpersonal cara a cara. Con lo cual se amplía el panorama a mediaciones comunicativas de otra
índole (no presenciales, en tiempo infinito, en un espacio sin límites geográficos).
- Y más recientemente, en la investigación realizada por Esther Durante, sobre La vida cotidiana de
la radio y su interrelación con las TIC’s en un con-texto posmoderno (2007), que constituyó su
tesis doctoral en Ciencias Socia-les, bajo la tutoría de Migdalia Pineda, en la cual se partió de la
clasifica-ción hecha por Martín Serrano (mediación social, cognitiva y estructural), para trabajar el
concepto de mediación en su acepción de comunicación mediatizada, es decir, considerando que en
el contexto de la cibersociedad, las tecnologías de la información y la comunicación en su
imbricación con
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los viejos medios, en este caso la radio, hacen posible la potenciación de la cercanía, el diálogo, la
emotividad del discurso oral pero no a través de la comunicación cara a cara sino por un proceso
tecno-mediático.
Aunque las aportaciones anteriormente reseñadas solo dan cuenta de una pequeña parte de
las reformulaciones o refrescamiento que haya podido tener el concepto de mediación aportado por
Martín Serrano en América Latina, son una muestra de la vigencia y pertinencia de la obra de este
conocido e influyente autor ibérico. No obstante pensamos que el al-cance de su teoría no se queda
aquí, lo cual nos obliga a hacernos una últi-ma pregunta:
4. ¿HACIA DONDE VAMOS CON LAS MEDIACIONES?
No cabe duda que el concepto tiene amplias posibilidades de am-pliar sus acepciones por
cuanto consideramos que las sociedades contem-poráneas están atravesadas por mediaciones
tecnológicas y simbólicas cada vez más complejas, en las cuales siempre estará presente el carácter
rela-cional y comunicativo. Lo que ocurre es que las denominadas sociedades de la información,
están agotando la categoría información a favor de la de comunicación, ya que lo importante ahora
no son tanto los procesos de mediación para procesar institucionalmente informaciones con
versiones determinadas de los hechos, sino cómo aprovechar los recursos tecnológi-cos disponibles
y las tecno-mediaciones que hacen posible, para fomentar las relaciones comunicativas de los
individuos o grupos sociales; y en este punto la mediación se potencia en cuanto a su dimensión
simbólica y signi-ficativa más que mediática.
Sin embargo, a la larga, la comunicación tendrá que ayudar a la mediación del
conocimiento entendido como un saber que otorgue a las personas recursos para tomar decisiones
en su vida diaria, para ejecutar acciones que le permitan cambiar su realidad social y cultural, y para
des-arrollar su proyecto de vida. Cuando hablamos de mediación del conoci-miento estamos
involucrando no solo a los medios masivos sino especial-mente a las tecnologías digitales y a sus
redes, donde la conformación en flujos multiplicará las mediaciones ejercidas no solo por las
organizaciones que manejan estas tecnologías sino por la diversidad de personas que con-forman las
ciberciudadanías que se mueven en el ciberespacio.
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De modo que el concepto de mediación adquiere otras dimensiones donde los factores
afectivos y las emociones pasarán a definir en buena parte las relaciones sociales a través de las
redes, con lo cual el proceso se vuelve una actividad no solo ejercida por las instituciones
legitimadas para ello, como los medios, sino por los sujetos con sus intereses, miedos y de-seos. En
esa medida, el conocimiento mediado también se transformará de conocimiento/saber para eruditos
en un conocimiento útil para la vida, un conocimiento que expandirá la inteligencia humana. Y
aunque en la actua-lidad lo que prevalece en las redes y los bancos de datos es el conocimiento
mediado por instituciones y organizaciones del saber institucionalizadas, predominantemente de
países desarrollados, lo ideal es que busquemos consolidar una mediación del conocimiento a través
de las tecnologías de la información y la comunicación que se abra a los flujos de los ciudadanos
organizados.
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ÿAportaciones del concepto de mediación social a la investigación de la comunicación⁄Ÿ Mediaciones Sociales, NÀ 1, II
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Disponible en: http://www.ucm.es/info/mediars

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