Professional Documents
Culture Documents
Te has preguntado alguna vez :¿Quién ve por nosotros?, ¿nuestros ojos? o ¿nuestro
cerebro?, ¿quien determina la realidad de las cosas?Tu cerebro no reconoce entre lo que
ve en su medio ambiente y lo que recuerda...porque son exactamente las mismas redes
neuronales, la misma neurofísica cerebral, la que está disparando ¡como podemos
continuar viviendo en un mundo como real si el ser que determina que es real es
intangible!!
Constantemente recreamos las mismas realidades pero, ¿Cómo es esto posible?, acaso
no es increíble que existiendo un infinito de posibilidades...somo inconcientes de
¿Es posible que estemos tan condicionados a nuestras vidas diarias que creemos que no
tenemos ningún control sobre ellas?entonces..el mundo extreno es mas real que el
interno ¿en serio?¿quien lo dice?
Una experiencia casi espiritual que dentro de un bio-traje cuasi perfecto experiementa
su relación con el entorno, observando, aprendiendo y recordando. Nuestra percepción
propia de nuestro entorno, nuestros conceptos mas sagrados....¿Estamos realmente
concientes como para comprender lo que significa por ejemplo la idea o principio de
Dios y lo que este concepto significa?, ¿Cómo la religión elimina ese concepto?,
¿Porque las principales religiones o grupos separan ese principio de nosotros?, debemos
dar oración, complacer, y a la muerte esperar recompenza! Dios debería trascender
nuestra propia naturaleza para imitar a través de nosotros la naturaleza de su esplendor
absoluto.¿Te has preguntado cómo es tu Dios y si se parece al de tu vecino?
acaso¿ tiene barba y viste de blanco...?
Y a este nivel estamos todos conectados y conectados al Universo mismo, inclusive con
Dios mismo, este es el principio fundamental de la espiritualidad no lo olvides, todos
nos afectamos, y todos somos una pequeña parte de Dios, creo que nuestro propósito
aquí es desarrollar nuestros dones de intencionalidad y aprender a ser creadores de
realidades eficaces y aprender a ser libres y terminar de conocernos responsablemente.
Nuestro cerebro crea estos neuropéptidos y nuestras células son las que se
acostumbran a “recibir” cada una de las emociones: ira, angustia, alegría,
envidia, generosidad, pesimismo, optimismo… Al acostumbrarse a ellas, se
crean hábitos de pensamiento. A través de los millones de terminaciones
sinápticas, nuestro cerebro está continuamente recreándose; un pensamiento o
emoción crea una nueva conexión, que se refuerza cuando pensamos o
sentimos “algo” en repetidas ocasiones. Así es como una persona asocia una
determinada situación con una emoción: una mala experiencia en un ascensor,
como quedarse encerrado, puede hacer que el objeto “ascensor” se asocie al
temor a quedarse encerrado. Si no se interrumpe esa asociación, nuestro
cerebro podría relacionar ese pensamiento-objeto con esa emoción y reforzar
esa conexión, conocida en el ámbito de la psicología como “fobia” o “miedo”.
Mente creadora
Traducido al ámbito de la vida diaria, esto nos llevaría a que nuestra Realidad
es, hasta cierto punto, producto de nuestras propias expectativas. Si una
partícula (la mínima parte de materia que nos compone) puede comportarse
como materia o como onda… Nosotros podemos hacer lo mismo.
La realidad molecular
Los sorprendentes experimentos del científico japonés Masaru Emoto con las
moléculas de agua han abierto una increíble puerta a la posibilidad de que
nuestra mente sea capaz de crear la Realidad. “Armado” de un potente
microscopio electrónico con una diminuta cámara, Emoto fotografió las
moléculas procedentes de aguas contaminadas y de manantial. Las metió en
una cámara frigorífica para que se helaran y así, consiguió fotografiarlas. Lo
que encontró fue que las aguas puras creaban cristales de una belleza
inconmensurable, mientras que las sucias, sólo provocaban caos. Más tarde,
procedió a colocar palabras como “Amor” o “Te odio”, encontrando un efecto
similar: el amor provocaba formas moleculares bellas mientras que el odio,
generaba caos.
Por último, probó a colocar música relajante, música folk y música thrash
metal, con el resultado del caos que se pudieron ver en las fotografías.
La explicación biológica a este fenómeno es que los átomos que componen las
moléculas (en este caso, los dos pequeños de Hidrógeno y uno grande de
Oxígeno) se pueden ordenar de diferentes maneras: armoniosa o caóticamente.
Si tenemos en cuenta que el 80% de nuestro cuerpo es agua, entenderemos
cómo nuestras emociones, nuestras palabras y hasta la música que
escuchamos, influyen en que nuestra realidad sea más o menos armoniosa.
Nuestra estructura interna está reaccionando a todos los estímulos exteriores,
reorganizando los átomos de las moléculas.
En otras palabras, que el átomo no es una realidad terminada sino mucho más
maleable de lo que pensábamos. El físico Amit Goswani es rotundo:
“Heinsenberg, el codescubridor de la mecánica cuántica, fue muy claro al
respecto; los átomos no son cosas, son TENDENCIAS. Así que, en lugar de
pensar en átomos como cosas, tienes que pensar en posibilidades,
posibilidades de la consciencia. La física cuántica solo calcula posibilidades,
así que la pregunta viene rápidamente a nuestras mentes, ¿quién elige de entre
esas posibilidades para que se produzca mi experiencia actual? La respuesta
de la física cuántica es rotunda: La conciencia está envuelta, el observador no
puede ser ignorado”.
—————————————————————————————
http://www.rafapal.com/?page_id=663
Introducción
El problema esencial de lo paranormal, es que su aparición viola uno de los principios
limitativos básicos de las creencias sobre el universo más caras a nuestra sociedad: la que
arma que no existe acción a distancia. La ciencia como un todo, tomó la postura de afirmar
que, a pesar de los datos recogidos, no hay sucesos paranormales. Enfrentada a una
contradicción entre una teoría (que es posible y que es imposible ) y un conjunto de hechos
(la información de la investigación psíquica y la parapsicología). La ciencia prefirió aferrarse a
la teoría e ignorar los hechos. Este procedimiento puede ser bueno para la tranquilidad y alivio
de los científicos, pero, por cierto, no es bueno para la búsqueda de la verdad. Si bien los
parapsicólogos sabían que sus datos eran reales; tuvieron que adoptar una estrategia
diferente:
(a) Metodología cuantitativa (test de cartas, dados, etc)
(b) análisis de variables y efectos de significación
Pero ya en 1960 Orne señalaba los sujetos actúan en el laboratorio diferente a como lo hacen
fuera de él.
Puede no ser antojadizo postular una cadena psi-informacional conectando organismos con
todas esas partes del material y el medio ambiente del espacio temporal que es relevante o
significativo para la conducta organicista. Cuanto mayor es el recorrido de la conducta, más
amplio es el potencial para abarcar el sistema psi-informacional. Sabemos que existen tres
tipos de información:
(a) Genética: carente de retroinformación individual. Transmisión de generación a
generación.
(b) Información del medio ambiente.
(c) A nivel humano transmisión de datos con retroinformación. Se transmite a la próxima
generación.
Wigner, basándose en la teoría cuántica de hoy dice: "la posibilidad de la existencia de una
unidad autoreproductora es cero".
Eigen dice que en el terreno de la matriz simétrica del azar de Wigner, no suministra una
biología molecular con un punto de comienzo. Una buena descripción del problema de la
conciencia en relación con la información, la presenta Carlos A. Tinaco (1996). El plantea
que algunos psicólogos, sobretodo aquellos pertenecientes a la escuela denominada
Psicología Cognitiva, pretenden explicar la conciencia en términos de la teoría de la
información. En 1976, E. R. John postuló la existencia de siete niveles de información
procesados en el cerebro: sensación, percepción, conciencia, contenido de la conciencia,
experiencia subjetiva, el ser y la auto-conciencia. Cada uno de esos niveles es dependiente
de los inferiores e influenciado por los niveles superiores. John presenta extensos datos
electrofisiológicos como soporte a su clasificación.
Cuando dichas ondas asociadas entran en fase concordante, se acumula energía vibratoria,
la propia del móvil, cuya velocidad cinemática concuerda con la progresión sucesivas de los
puntos (nodos) en los cuales se ha acumulado la energía. Dichos ''nodos'' son en realidad
reconocidos como acciones por la cual se les da el término de partículas; pero a veces,
suelen ser indistinguibles de su onda asociada. Estamos ante un fenómeno físico donde la
observación y la medición son indeterminadas. Citando el "principio de incertidumbre de
Heisenberg'', no es posible fijar la posición de un electrón en un instante dado, sino que hay
una ''probabilidad de que ocupe tal o cual punto''.
En la teoría de Walker, resulta esencial que la conciencia sea capaz de operar en forma no
local y que pueda entrar en interrelación con un sistema físico que este siendo observado
en vez de quedar confinado en el propio cerebro. Esta es la naturaleza básica del modelo
de Walker; que la conciencia puede influir en acontecimientos al azar de modo directo,
tanto dentro de él mediante el colapso de la función ondulatoria de esos acontecimientos en el
acto de la observación.
Al medir la posición, el efecto mismo de la medición actúa sobre el momento de una forma
indeterminable y toda medición del momento destruye cualquier información previa acerca de
la posición.
Esencialmente lo que Einstein, Podolsky y Rosen (EM) pretendían era lo siguiente: Puesto
que es imposible determinar directamente la posición y el momento de una partícula al mismo
tiempo lo que necesitamos es una segunda partícula cómplice. Con dos partículas podemos
medir más cantidades a la vez. Si logramos relacionar de algún modo el movimiento de las
dos partículas, las mediciones realizadas simultáneamente en cada una de ellas, nos
permitirán echar una ojeada por debajo del velo de incertidumbre cuántica que, según Bohr,
nunca podría ser levantado.
Una importante razón para este rechazo era la creencia de Einstein de que ninguna señal o
influencia puede viajar más rápidamente que la luz. Este es un resultado clave de la teoría de
la relatividad y no debe ser abandonado ala ligera. Entre otras cosas la ausencia de señales
más rápidas que la luz es un elemento vital en el establecimiento de una misma definición de
pasado y futuro para todo el universo. Romper la barrera de la luz, es equivalente a enviar
señales al pasado. Esta ausencia de señales más rápidas que la luz, descarta una explicación
física o energética para la premonición y la transmisión de información a distancia por algún
medio físico, ya que la interacción cuántica de las partículas, tienden a disminuir con el
cuadrado de la distancia, violando la ley de entropía de sistemas cerrados .
En los años 60, John Bell partió de las dos suposiciones básicas de ERP, ausencia de
señales más rápidas que la luz y existencia de realidad objetiva, y con su ayuda determinó
las relaciones más generales que deben darse entre las mediciones de las partículas 1 y 2,
no solo en el momento y la posición, sino en la dirección y spin. Descubrió que había ciertos
tipos de mediciones capaces de distinguir entre las posiciones de Einstein y las de Bohr
(recordemos que Bohr se contraponía ala teoría EPR, argumentando que no se pueden
adscribir atributos como posición y momento a una partícula a menos que se efectúe una
observación de la partícula, las mediciones hechas por delegación no son aceptables ).
La mecánica cuántica, en cambio, predice un grado mayor de correlación, como si las dos
partículas cooperaran telepáticamente de un modo innatural. Los resultados mostraron una
correlación por encima del máximo permitido por la desigualdad de Bell, confirmando así
que la incertidumbre es intrínseca en la física cuántica. Podemos comparar la situación con
dos individuos que sentados espalda contra espalda, echen simultáneamente monedas al
aire. Si lo hacen completamente al azar, no cabe esperar correlaciones entre las caídas de las
dos monedas. La probabilidad de que al caer una moneda muestre cara, es la misma tanto si
la otra moneda muestra cara corno muestra cruz. Supongamos sin embargo, que las
monedas no se echen totalmente al azar, de modo que si sale cara en una moneda, sea más
probable que salga también cara en la otra, y lo mismo para las cruces. Las observaciones
mostrarán una definida correlación positiva entre los resultados de las dos monedas. En los
experimentos con las dos partículas, éstas no actúan independientemente al azar, ya que
ambas poseen un origen común. En consecuencia, es de esperar alguna correlación. El grado
preciso de esta correlación proporciona la prueba crucial.
A primera vista, puede parecer que el experimento de Aspect, nos da un medio de mandar
sondas más rápido que la luz. En término de monedas, diríamos que la mayor probabilidad de
que al sacar yo cara, también saques cara se debe a que se envió un mensaje secreto
mediante un simple código, por ejemplo: cara igual apunto, cruz igual a coma. Si la
correlación no alcanza el 100% habrá ruido en el mensaje; pero practicando lo suficiente,
podremos transmitirlo con exactitud.
Ahora bien, si pensamos más detenidamente, nos daremos cuenta de que esta posibilidad es
ilusoria. El resultado de cada una de mis operaciones de echar mi moneda aunque
correlacionado con sus operaciones de echar la tuya, sigue siendo completamente
impredecible, puesto que yo no puedo hacer que mi moneda caiga mostrando cara o cruz,
según mi voluntad. Si cae mostrando cara sabré que es muy probable que la tuya muestre
también cara; pero esto no me sirve de nada.
No poseo ningún control sobre la secuencia de puntos y comas que se establece y el mensaje
degenera en ruido blanco.
Pribram dio con lo que le faltaba a Lashley y dedujo que la memoria es almacenada en el
cerebro como un holograma. Nacía así el modelo holográfico del cerebro. Bohm (imagen
derecha), con su "variables ocultas'', plantea un orden implícito oculto tras la apariencia
ordenada de la realidad. Terence McKenna (1993) - imagen izquierda -, etnobotánico e
investigador de los estados alterados de la conciencia, plantea que el ADN y las partículas
subatómicas operan de acuerdo con principios holográficos. Eugene Dolgoff, parapsicólogo e
investigador, plantea que sus experiencias de finales de la década de los 60, que demuestran
que no hay transferencia de energía en los fenómenos psíquicos, confirman la naturaleza
holográfica de la realidad pues nada se mueve de un lado a otro, simplemente porque en el
estarte holográfico de la materia no existe el otro lado.
Un holograma es una imagen tridimensional que se crea empleando un rayo de luz coherente
(láser) para hacer que surja, la imagen nítida del objeto que se fotografió. Además tiene la
notable característica de que si se parte la imagen por la mitad en cada una de las dos
mitades aparecer la imagen tridimensional entera; no importa cuantas veces la particionemos,
cada fragmento revelar la imagen completa y tridimensional del original. En el trabajo de
Pribram de 1991, "cerebro y percepción: holonomía y estructura en el procesamiento de
imágenes'', se analiza la contribución de cada estructura cerebral al proceso perceptivo,
desde la retina hasta la corteza frontal, en el marco de nuevos procesos matemáticos.
También usa modelos cuánticos para dar cuenta de los niveles de procesamientos dendríticos
y nanoneurológicos de la función perceptual. Pribram con esto afirma que el cerebro es una
entidad holográfica que interpreta un universo holográfico. Los conductores de la conciencia,
cita Pribram, serían unas estructuras microtubulares de proteínas, (los microtúbulos), alojados
en el citoplasma por todo el cuerpo y, en particular en el cerebro, en las neuronas. Según
Stuart Hameroff anestesiólogo e investigador en esta rea, la red de microtúbulos dentro de la
red neuronal, sería el escenario donde se desarrollada el drama cuántico de la conciencia.
Stephen Hawking, especialista en relatividad global y cosmología, postula que la conciencia
es el producto de un fenómeno de coherencia cuántica en el cerebro.
G. G. Globus, neurocientífico, plantea que todos los mundos posibles, en el sentido de los
universos paralelos de Wheeler, Everett, y otros, están dentro del cerebro, en un estado de
latencia conocido como superposición cuántica. Con respecto a la dualidad cuántica entre
observador y observado, se adapta ala condición de aislamiento, de soledad, esto sugiere
precisamente una subjetividad inaccesible a la observación externa, característica propia de la
conciencia.
Conclusiones
Considerando el modelo de Walker (1974) en su totalidad podremos llegar a una conclusión
definitiva en el estado actual de la física del cuanto: Examinaremos los puntos álgidos de la
teoría de Walker.
1 - El primer punto, estriba en que a diferencia de la afirmación de Walker, basada
aparentemente en trabajos del Dr Eccles, no hay una base sólida para afirmar
verdaderamente que el sistema mente/cerebro como él lo llama, puede actuar como un
auténtico generador aleatorio, provocando el colapso de la función ondulatoria y afectando a
un sistema exterior a él, mediante P. K.
2 - El afirma que dos partículas después del colapso y ambas pertenecientes al mismo
sistema, pueden salvar la indeterminación cuántica y transferir información a distancia, lo cual
es falso. Ya que en el colapso de ambas partículas el momento cinético no se mantiene
constante, y el impulso no sería igual en toda la trayectoria, afectando a ambas partículas,
estas estarían perdiendo gradualmente energía cinética, degenerándose en radiación
electromagnética y dispersando la señal provocando el llamado "ruido blanco''. Conclusión la
información no podría ser llevada (y menos colocada) a grandes distancias, siendo probable
que el radio de acción sea reducido y la poca probabilidad de transmisión por interrelación de
sistemas cuánticos (PK y ESP).
3 - Según la paradoja experimental EPR, una medición realizada en un lugar no puede afectar
instantáneamente a otra partícula en otro lugar muy distante (telepatía) ESP. Entre otras
cosas la ausencia de señales más rápidas que la luz, es un elemento vital en el
establecimiento de una misma definición de pasado y futuro para todo el universo. Lo que
descuenta la explicación científica de una transmisión física para la precognición o la
retrocognición.
Debemos adoptar una posición de estudio global del contexto en donde se desarrollan estos
fenómenos, su naturaleza profundamente humana, su significado de trascendencia, y sobre
todo, la crisis global planetaria, para encontrar el significado de la función PSI, en la
naturaleza humana. Estudios de este tipo están aún por hacerse, con valor, profundidad y el
deseo honesto de aplicar, tanto el método científico, como el filosófico humanista, para llegar
a una comprensión holística del universo, su destino final, y la función del hombre en el
contexto evolutivo de la conciencia en el universo.
Referencias
• CHARI, CT.K. (1974). Parapsychology, quantum logic, and information theory.
En Quantum Physics and Parapsychology (pp.74-84). Proceedings of an International.
Conference held in Geneva, Switzerland. Parapsychology Foundation (Ed. ): New
York, NY.
• DAVIS, Paul (1985). Superfuerzas. Salvat: Barcelona.
• EYSENCK, HANS & SARGENT (1993). Explicando lo Inexplicado: Los
misterios de lo paranormal. Debate: Madrid
• GURNEY, Edmund; PODMORE, Frarnk; MYERS, Frederick (1905). Les
Allutinations Telepathiques Alcan. París
• MCKENNA, Therence (1993), La Nueva Consciencia Psicodélica. Planeta:
Buenos Aires
• NOVILLO PAULI, Enrique (1984). Los Fenómenos Parapsicológicos: Psi en
laboratorio: Kapelusz. Buenos Aires
• RESNICK-HALLIDAY, S. (1982), Física II (pp,557, 583-587). Continental:
México
• PERSINGER, Michael & KRIPPNER, Stanley (1989), Dream ESP experiments
and geomagnetic activity. Journal of the American Society for Psychical Research 83,
pp. L01-l06. POPPER, Karl (1985). Teoría Cuántica y el Cisma en Física (Post
Scriptum a la Lógica de Investigación Cientifica). Vol. III. Tecnos: Barcelona.
• PRIGOGINE, 1. (1981). Entre el Tiempo y la Eternidad. Alianza: Madrid.
• SARTI, G. (1989). Tópicos Avancados en Parapsicología. Uniao: Gov.
Valadares.
• TINOCO, Carlos A. (1996). Orientaciones para el Estudio de la Consciencia.
Revista Argentina de Psicología Paranormal 7, pp. 85-96.
• WALKER, Evan Harris (1974). Foundations of paraphysical and
parapsychological phenomena. En L. Oteri (Ed.). Quamtum Physics and
Parapsychology (pp.1-53). Parapsychology Foundation: New York, NY.
http://www.bibliotecapleyades.net/esp_paradigmaholo02.htm
¿Podría ser psi una interacción entre procesos mentales y procesos cuánticos
externos?... Así lo cree el físico Evan Harris Walker, llegando a desarrollar incluso una
estructurada "Teoría Cuántica de Psi".
En principio, la función psi desafía las leyes mecanicistas planteadas por la física
clásica. Pero no lo hace con las leyes indeterministas de la teoría cuántica, que no se
rigen por la causalidad sino por la probabilidad, y que rompen con la imagen que
teníamos hasta ahora del tiempo, el espacio y la masa. "Si se permite a la física cuántica
violar las 'leyes de la naturaleza' tal como fueron concebidas por los físicos clásicos, la
PES puede reclamar también el mismo derecho", escribe Arthur Koestler en 'Las Raíces
del Azar'.
Algunos de ellos, como Eugene Wigner, han pensado que quizás haya que buscarlas en
la propia conciencia humana: "Los físicos descubrimos que es imposible dar una
definición satisfactoria de los fenómenos atómicos sin hacer referencia a la conciencia".
Si el principio cuántico implica a la mente de una manera esencial, encontramos
nuevamente en ello un nexo con lo paranormal... "Al fin y al cabo, un conjunto de ideas
que otorgue un papel importante al observador que realiza las mediciones y un posible
papel a la conciencia de dicho observador parece abrir las puertas a los fenómenos
psíquicos", apuntan los psicólogos Hans J. Eysenck y Carl Sargent. Es más, los axiomas
esenciales de la mecánica cuántica, según el físico Costa de Beauregard, exigen que se
produzcan fenómenos psíquicos...
El 'Principio de Incertidumbre' de Heisenberg, por ejemplo, determina que cuando
observamos el mundo subatómico ya estamos alterándolo, por el mero hecho de su
observación. El observador se convierte así en participante. En base a este postulado,
¿resulta descabellada la acción de la mente sobre la materia estudiada por la
Parapsicología?... En absoluto. Es más, los numerosos experimentos psicocinéticos
llevados a cabo por el físico alemán Helmut Schmidt, empleando "Generadores de
Sucesos Aleatorios" (basados en la desintegración radioactiva del estroncio-90), han
permitido detectar esta aparente vinculación entre lo psi y lo cuántico.
"La idea de que la Psicokinesis actúa solamente sobre procesos aleatorios parece
intelectualmente atractiva y coherente con los experimentos que estamos realizando.
Quizás apunta a una profunda relación entre la PK y la teoría cuántica", sostiene
Schmidt. Otro modelo teórico perteneciente a la Mecánica Cuántica, y que ya ha sido
confirmado experimentalmente, es la "Paradoja E.P.R." (iniciales de Einstein, Podolsky
y Rosen), según la cual, dos partículas elementales que han estado alguna vez
correlacionadas formando un único sistema, aunque sean separadas una de otra miles de
kilómetros mantendrán una conexión no causal y seguirán transfiriéndose información
de forma instantánea.
Como vemos, es tal la conexión entre el mundo cuántico y las facultades psi que, en
algunos círculos especializados, ya se ha comenzado a hablar de "Parapsicología
Cuántica". Pero es posible que la respuesta final a los fenómenos psi se encuentre más
allá del universo del quantum... Mente holográfica ¿Y si hemos de buscar el origen de
los fenómenos psi en una realidad transpsíquica, como sugería Carl G. Jung?.
Según este novedoso enfoque teórico, ya no podemos entender el universo como una
máquina, sino como un gigantesco holograma multidimensional, donde pasado,
presente y futuro existen simultáneamente. Es más, el físico Michael Talbot señala que
"según Bohm ve la cuestión, si cada partícula de la materia se interconecta con todas las
demás, el cerebro mismo puede ser visto como infinitamente interconectado con el resto
del universo".
Puede incluso que la conciencia esté también estructurada de forma holográfica, como
afirma el destacado neurofisiólogo Karl Pribam. Este "paradigma holográfico" —según
el cual el cerebro es un holograma que interpreta un universo holográfico— nos podría
aclarar muchas dudas sobre la naturaleza de los fenómenos psi. "Si existe lo paranormal
—dice el propio Bohm— sólo puede entenderse mediante su referencia al orden
implicado, puesto que en ese orden todo está en contacto con todo lo demás y, en
consecuencia, no hay ninguna razón intrínseca para que lo paranormal sea imposible".
El filósofo Sam Keen, otro explorador de la conciencia holográfica, aclara por su parte
que "lo que llamamos PES (Percepción Extra Sensorial) y experiencia paranormal cabe
que no sean más que nuestra inmersión en las dimensiones atemporales que constituyen
la estructura holográfica de nuestras mentes". En un universo en el que todo está
íntimamente interconectado, ya no hace falta que la información viaje de un punto a
otro. La información sería, por tanto, la sustancia última de la realidad, de acuerdo al
"modelo holográfico".
Estas pruebas son muy discutidas, principalmente porque desde el punto de vista
científico convencional, la telepatía, como los otros presuntos fenómenos
parapsicológicos, es teóricamente imposible. En cambio, en el contexto de la resonancia
mórfica, es teóricamente posible".
A la Parapsicología todavía le queda mucho camino por recorrer para hallar la
verdadera naturaleza de los fenómenos psi. Sin embargo, el objetivo no parece estar
demasiado lejano, gracias al apoyo multidisciplinario que está recibiendo en las últimas
décadas, sobre todo desde el campo de la Física moderna, que con sus innovadores y
excitantes postulados, da sentido a la existencia de hechos que hasta hace bien poco
parecían transgredir las leyes de la naturaleza. Como aseguraba el físico Michael Talbot,
"siempre habrá en ciencia nuevas perspectivas que descubrir". Los fenómenos
paranormales, sin lugar a dudas, son una de ellas..
Las partículas subatómicas, poseen una naturaleza similar a la de las ondas, lo cual
significa que no es posible a veces hablar de ellas como si existieran en alguna
localización única y precisa. Este hecho fue expuesto por Heisenberg, uno de los
fundadores de la teoría cuántica, en su famoso principio de incertidumbre. Este
principio se ve mas claramente cuando se refiere específicamente a la idea de la
trayectoria, es decir la combinación de la posición y la velocidad. Heisenberg señaló
que mediante un procedimiento experimental se puede determinar la velocidad o el
momento (en su acepción física) de la partícula, y mediante otro procedimiento, la
posición; pero nunca simultáneamente ambas mediciones. Como consecuencia de este
principio, podemos saber por ejemplo que en cierto instante un electrón partió de una
fuente, y podemos también saber que muy poco después incide en una placa fotográfica
dejando una marca. Pero lo que nunca podemos saber es como llegó desde la fuente a la
placa, por eso carece de sentido decir que la partícula siguió una trayectoria o recorrido
hecho de puntos continuamente conectados entre sí en el espacio. El principio de
incertidumbre no significa que no podamos medir la posición y la velocidad por no
contar con instrumentos de una precisión adecuada, es decir no significa una
incapacidad de medición externa; sino que es una cualidad intrínseca del mundo
subatómico. Un electrón no tiene una posición y una velocidad definida y precisa en el
mismo momento. Si el electrón fuera consciente, no podría conocer en cada instante y
simultáneamente donde está y hacia donde se dirige. Matemáticamente esto se expresa
como Dx.Dp>h/2p; lo que significa que el error en la medición de la posición “x”
multiplicado por el error en la medición del momento “p” siempre deberá ser mayor a
una constante “h/2p”, es decir que por mas que minimicemos uno de los errores, es
decir seamos más precisos en dicha medición, necesariamente aumentaremos el error en
la otra medición para mantener el valor del producto limitado a la inecuación anterior.
El hecho de que una partícula parezca poseer cierto grado de incertidumbre acerca del
lugar donde se encuentra es solo parte del problema. La partícula parecería estar
insegura de qué es ella misma (una crisis de identidad diría yo en el plano psicológico,
salvo que las partículas no tienen psicología ¿o si?), porque en ciertas ocasiones
presenta las características de una partícula y en otras las características de una onda.
Cómo explica la física cuántica esa aparente paradoja nos lleva a un debate que ha
durado los últimos 300 años comenzando con Newton y terminando en París con el
experimento de Alain Aspect, algo del mismo vimos en el punto anterior. Agreguemos
ahora algo más. En 1690 Huygens propuso que la luz se transmite en ondas esféricas
que se propagan a partir de una fuente luminosa. Newton rechazó la teoría ondulatoria y
en 1704 propuso que la luz estaba compuesta por partículas diminutas. Un siglo después
otro físico, Thomas Young, inclinó la balanza a favor de Huygens probando que la luz
poseía ciertas propiedades que sólo era posible asociar con una onda. Esto era así
debido a que la luz en un famoso experimento conocido como el experimento de las dos
ranuras, producía interferencia, y para los físicos, cuando dos fenómenos interfieren
entre sí se dice que se propagan en el espacio como una onda. ¿Cómo fue esto?, Young
colocó una pequeña fuente luminosa que proyectaba su luz a través de dos delgadas
ranuras practicadas en un trozo de material opaco. Esta luz luego de pasar por las
ranuras, se proyectaba en una pantalla. Young comprobó que en lugar de haber dos
franjas de luz en la pantalla, como debería ocurrir si la luz fueran partículas que viajan
en línea recta, había una serie de franjas brillantes y oscuras de diferentes intensidades.
Su conclusión fue que este era un patrón de interferencia que solo se explica por el
supuesto de que la luz que pasa por las ranuras tiene características ondulatorias. Esta
versión se aceptó y duró otros cien años, hasta que aparecieron dos fenómenos que no
se podían explicar con los conceptos de la física clásica, el primero consistió en el
problema de la radiación del cuerpo negro, fenómeno estudiado por Planck, mientras
que el segundo era el llamado efecto fotoeléctrico, fenómeno estudiado por Einstein,
donde este propone nuevamente el concepto de la luz como compuesta por partículas.
Mas delante otro físico, Louis de Broglie planteó el enigma siguiente: si así como las
ondas podían comportarse como partículas (la luz), ¿podría ser que las partículas (los
electrones) se comportaran como ondas?. Hizo un bosquejo matemático de este
fenómeno que más tarde fue comprobado experimentalmente. Se comprobó entonces
que el universo estaba compuesto por entidades cuánticas que a veces podían
comportarse como ondas y a veces como partículas. Esto era realmente asombroso al
menos para los físicos. Uno de ellos, Heisenberg, solía preguntarse después de discutir
largamente con Bohr:
“¿Puede la naturaleza ser tan absurda como nos parece en estos experimentos
atómicos?”.
Para resolver la aparente paradoja de la dualidad onda / partícula del universo, algunos
físicos (nótese el ingenio y la audacia para proponer algo tirado de los pelos) sugirieron
que tal vez no deba pensarse que la materia está formada por ondas de materia, sino más
exactamente, como ondas de probabilidad (ver el capítulo de ondas). Esto de las ondas
cuánticas como ondas de probabilidad es realmente un concepto tortuoso y que el
entendimiento a mi entender sólo lo acepta por acostumbramiento cuando ha escuchado
y leído mucho al respecto. Este concepto significa que lo que pasa a través de las
ranuras en el experimento de las dos ranuras es una onda de probabilidades. La ecuación
que describe como una onda cuántica se mueve- la ecuación de Schrödinger- no
describe una onda material, sino que lo que realmente describe matemáticamente es la
probabilidad de encontrar el fotón o el electrón (la entidad cuántica) en un lugar
definido. Sobre este cuadro pintado a partir de los estudios del físico Max Born,
cualquiera de estas entidades cuánticas mientras no sean observadas, literalmente no
existen con la forma o identidad de una partícula. Hay una cierta probabilidad de
encontrarla aquí u otra probabilidad de encontrarla mas allá, y en principio podría estar
en cualquier parte del universo, por supuesto con diferente probabilidad de que esto así
ocurra. Algunas ubicaciones son mucho más probables que otras de allí como veremos
que cuando marcan la placa fotográfica, existirán líneas de mayor impacto, lo que indica
mayor probabilidad y otras de menor impacto o probabilidad. Esta característica permite
explicarnos el efecto túnel; una “partícula” parece pasar a través de una barrera de
potencial simplemente porqué su función de onda le asigna una cierta probabilidad de
que exista del otro lado de dicha barrera, por eso se da esa percepción de que la
“partícula” se desvanece desde el lado de la barrera donde fue lanzada y aparece del
otro lado de la barrera “como si” hubiera un túnel en la misma.
Esto que llegó a ser una de las interpretaciones más aceptables de la física cuántica,
trajo consigo consecuencias perturbadoras para nuestra comprensión de la realidad.
El efecto túnel.
Este se trata de la capacidad que tienen las partículas subatómicas como los electrones
para pasar, en ciertas circunstancias, a través de barreras aparentemente impenetrables.
Imaginemos que estamos en una pista de skateboard, esas que son abovedadas, donde
los skaters se deslizan desde un lado hacia el otro alcanzando según sea la velocidad que
llevan, la parte superior de la pista. Supongamos que colocamos dos de esas pistas
unidas por la parte superior, de forma tal que se asemeja a dos U pegadas. Si nos
colocamos en el fondo, debajo de todo de la pista, y hacemos rodar una bola pesada
como una bala de cañón o una bocha de crocket hacia arriba, nuestro sentido común nos
indica que debemos darle una determinada fuerza para que alcance la parte superior, y
caiga rodando por la otra pista que está pegada, de lo contrario volverá siempre por el
mismo camino que subió. Ahora imaginemos que estamos en este proceso y que cuando
la bola llega a la mitad de la pista, desaparece y cae por la otra pista contigua. Esto que
está en contra de nuestro sentido común es exactamente lo que ocurre en el mundo de
las partículas subatómicas y que se denomina efecto túnel. ¿Cómo es que se logra, este
experimento? En vez de la bala de cañón lo que tenemos es un electrón, y en vez de la
doble pista, tenemos una barrera de energía que para el electrón es un obstáculo
efectivo. Si la barrera de energía es lo suficientemente fuerte, un electrón disparado a
ella se limitará a rebotar. Sin embargo, a diferencia de una bala de cañón, un electrón
parece saber de antemano las limitaciones que supone el obstáculo al cual se acerca y
antes de llegar a la misma desaparece para volver a materializarse del otro lado de la
barrera, es como si se abriera un túnel en la barrera energética. Este efecto tiene
consecuencias mensurables en el plano de la vida diaria, por ejemplo puede ser utilizado
para amplificar ciertas señales electrónicas. También es causante de la radioactividad
nuclear. Aquí, el núcleo actúa como barrera que aprisiona a las partículas en su interior,
pero que estas logran superar mediante el efecto túnel produciendo así el fenómeno de
la radioactividad nuclear. La denominada fusión nuclear que se produce en los núcleos
de los átomos de hidrógeno generando la energía en el interior del sol es explicada a
través del efecto túnel
El efecto túnel.
De modo que la luz es a la vez una partícula y una onda. Bien, es algo
inesperado, pero quizás no totalmente extraño. Pero el experimento de la
doble ranura guarda otro truco bajo la manga. Se podía enviar un fotón (o
“cuanto” de energía) a través de una sola ranura a la vez, con un intervalo
suficientemente largo en el medio, y eventualmente surgiría un punto que
luciría como el producido cuando una luz muy intensa (muchos fotones)
pasara a través de la ranura. Pero ocurrió algo muy extraño. Cuando se
envía un único fotón a la vez (esperando entre cada pulso láser, por ejemplo)
hacia la pantalla cuando las dos ranuras están abiertas, lo que eventualmente
se forma es un patrón de líneas oscuras y brillantes alternadas. Hmmm...
¿cómo puede suceder ésto, si solamente un fotón a la vez era enviado a través
del aparato?.
¿Por qué es un enigma la vida? La sensación de enigma, de sorpresa ante la vida, surge
del contraste entre el mundo inorgánico, sometido a un dinamismo ciego, y la vida
representada en la autoexperiencia humana. El hombre se ve como un agente que se
siente a sí mismo de una forma holística, en su propio cuerpo y en el mundo objetivo
externo, de tal manera que dirige su vida en libertad, con indeterminación. Lo
inorgánico ni es agente, ni se siente, y está determinado por las fuerzas dinámicas ciegas
del universo. No es libre.
Pero, además, ser agente es sentir la propia indeterminación que permite la elección
libre. Es evidente que la autoexperiencia psíquica humana no es de absoluta libertad e
indeterminación (ya que está también sometido a altas dosis de determinación): pero, en
su grado, ambas cosas son reales en el hombre y, sin embargo, no están dadas en el
mundo inorgánico.
El hombre, pues, proyecta sobre la vida el enigma de su propia forma de ser. En la vida,
en sus múltiples manifestaciones, es donde comienza a constituirse el enigma que estará
plenamente formado en el hombre. Por ello, la vida es un enigma global: el enigma que
comienza en la vida hasta hacerse humano.
Esta experiencia dual (lo inorgánico y la vida) le llevó a explicar la realidad por dos
principios causales: la “forma” como principio del ser y de la unidad que explica el
orden y la vida; la materia como principio del devenir y de la multiplicidad, del caos,
desorden y del movimiento caótico ciego. Es la teoría “hilemórfica” de Aristóteles (todo
se produce por la interacción entre forma y materia). Estas ideas quedaron anticuadas
una vez que la ciencia moderna fue construyendo su descripción del universo, de la vida
y del hombre.
Sin embargo, algunas circunstancias (el tipo de matemática, el maquinismo de los siglos
XVII-XVIII, la influencia del cartesianismo, los comienzos de la ciencia como pura
“física”, etc.) hicieron que la ciencia moderna derivara pronto a la filosofía del
mecanicismo determinista.
El universo aparecía en ella como un inmenso clockwork en que todo suceso está
absolutamente determinado por una cadena de causas y afectos cerrados: es la época de
Newton, de Laplace, del sistema gravitatorio universal que culmina con la filosofía
científica de Einstein. Este determinismo todavía se mantiene en ciertos sectores de la
ciencia actual: el modelo de la “máquina” ha sido sustituido por el “ordenador” y las
teorías computacionales presentan una imagen robótica del hombre.
¿Cómo explicar entonces la vida y el hombre dentro de una visión monista y unitaria del
universo? Unos forzaron las cosas hasta “reducir” la vida y el hombre a las
explicaciones mecánico-deterministas de la ciencia física: así nació el concepto de
“reduccionismo”. Incluso nació una epistemología objetivista (conductista) en su apoyo,
al decir que la ciencia ni siquiera debía explicar la experiencia psíquica interna.
Para ello era necesario un tipo de física que hiciera comprensible por qué el mundo
físico es un “soporte” que hace comprensible la emergencia de la vida. Es el problema
del soporte físico en que se asienta el psiquismo animal y humano (y que no era
comprensible desde el puro mecanicismo-determinista vigente).
Por último, es difícil entender la forma de causalidad que rige en ese mundo en el que se
ha constatado una acción a distancia o causación no local que permitiría la interacción
entre sistemas de materia cuántica sin conexión inmediata en el espacio (los llamados
efectos EPR, Einstein, Podolsky y Rosen).
Si fuera así, si esta hipótesis heurística (de búsqueda) se cumpliera, sería entonces más
fácil entender que las propiedades de campo de la materia fueran el soporte de las
propiedades holísticas del psiquismo y, al mismo tiempo, su indeterminación fuera
igualmente un soporte apropiado para la indeterminación, apertura, libertad de la vida y
del hombre.
Se trataría así de un nueva visión de la física más apropiada para la explicación del
psiquismo; probablemente la única alternativa hoy visible en el horizonte a una física
preferentemente corpuscular, discontinua, en un espacio métrico (incapaz de explicar el
holismo psíquico) y determinista (incapaz de explicar la indeterminación y flexibilidad
de la vida).
No cabe duda de que los seres vivos tienen un cuerpo macroscópico que se ha formado
evolutivamente con materia fermiónica, menos apta para fundar campos unitarios e
indeterminación. Habría que hallar de qué manera la vida posee también materia
cuántica primigenia, bosónica, y formas de coherencia cuántica que “soportaran
físicamente” la sensación, el holismo, la indeterminación y la agencialidad de la vida.
Esta actividad cuántica estaría relacionada con las redes neuronales macroscópicas, y la
bioquímica interior a la neurona, ascendentemente (vg. cuando la imagen exterior
impone una imagen) y descendentemente (vg. cuando el pensamiento dirige el
movimiento). Estas cuestiones están siendo investigadas en la actualidad.
Más allá de los puros hechos experimentales se podría especular, y muchos lo hacen,
que estos fenómenos de coherencia cuántica podrían también estar relacionados con la
sensación. Entonces se entendería que la materia biológica es ya “viviente” en sus
tejidos básicos.
Artículo elaborado por Juan Antonio Roldán, de la Cátedra CTR, con ocasión de la
sesión del Seminario de la Cátedra sobre “Evolución y neurología cuántica”, el 16 de
noviembre de 2006.