Professional Documents
Culture Documents
experimental
nerivela de arte
contemporáneo
Editor
Javier Toscano
Consejo Nerivela
Eusebio Bañuelos
Paola De Anda
Daniel G. Toca
Verónica Gerber Bicecci
Diana María González
Ana R. Lacorte
María José Ramírez
Javier Toscano
Colaboradores invitados
Alejandro Albarrán
Tania Candiani
Mauricio Marcín
Daniel Saldaña
Diseño
Ana R. Lacorte
Corrección de estilo
Javier Toscano
Verónica Gerber
Bukspeis 2010
Nerivela no tiene fines de lucro y busca sobre todo la difusión de los materiales que incluye.
La revista en formato pdf puede descargarse de manera gratuita en el sitio: www.nerivela.net
• Al reutilizar o distribuir la obra, tienes que dejar bien claro los términos de la
licencia de esta obra.
• Alguna de estas condiciones puede no aplicarse si se obtiene el permiso del
titular de los derechos de autor
• Nada en esta licencia menoscaba o restringe los derechos morales del autor.
nerivela
PRESENTACIÓN
Este número de nerivela ve la luz con tiempo de sobra para haberle echado
una ojeada al mundo. Después de distinguir la crisis de nuestra realidad
inmediata, algunas preguntas se antojan imprescindibles. ¿Cómo aspirar a
hacer arte cuando lo que urge es cambiarlo casi todo, cuando lo imprescindible
es salvarse, huir de una triste patria que se cae a pedazos?
Hace unos 50 años un grupo de desolados recorrió Europa como
un fantasma. Después de un momento de vagabundeos sin destino se
asentaron en la Francia de la posguerra. Desde ahí concibieron todo tipo de
operaciones para una época que quizá no era la suya. Entre metodologías y
estratagemas, recordaron el valor político de la acción estética, nombraron
poéticamente sus tácticas urbanas, probaron los deslices dadaístas del
sinsentido y se organizaron en células dispersas a la manera de guerrillas
de insomnes cuyo principal cometido era mostrar la insostenibilidad, pero
sobre todo la injusticia, del sistema de producción. Aunque les hubiera
parecido escandaloso nombrarse mártires, su principal arma de lucha era
su propia vida, la cual antepusieron, más que como ejemplo, como un
pretexto y como una huella palpable de que el disenso no era una pretensión
meramente especulativa.
Que un grupo de jóvenes se rebele contra la generación que los precedió
es habitual. De hecho, sin esos roces que denotan la energía de cambio
que se necesita para sobrevivir, cualquier sociedad se situaría al borde de
la inanición. Pero que ese grupo, pidiendo lo absurdo, lo más improbable e
intangible, haya contribuido a cimbrar todo un sistema, se antoja del orden
de lo portentoso.
3
En una especie de homenaje que no coincide con ninguna fecha en
particular (el sistema decimal se niega a estar de nuestra parte), este número
de nerivela hace eco de las prácticas de la Internacional Situacionista que vió
la luz hace aproximadamente medio siglo. Pero como las cosas no se repiten
sino como comedia, no se trata aquí de una mera reproducción de los hechos.
De lo que se trata esta vez es de reunir un conjunto de intentos conurbados
por reinventar lo cotidiano, de búsquedas por escapar del eufemismo oficial
a toda costa, de tentativas por regenerar la estructura de signos a nuestro
alcance o de experimentos concretos que actualizan estrategias probadas
para otras circunstancias. En última instancia, este homenaje se da más bien
como una transfusión sanguínea en el que se revive el espíritu político (en
el sentido de lo público y lo común) de la acción estética, al tiempo que se
investigan las posibilidades de afectación de los sucesos que se acumulan
día con día. En otras palabras, lo que se halla aquí son un conjunto de pistas
con las que hemos buscado atenuar y combatir la desesperanza que no
hace sino crecer exponencial y apocalípticamente. Lo que se halla aquí son
entonces inscripciones de resistencias posibles. Ya vendrán otros detectives a
interpretar esas pistas como recorridos de la supervivencia, ya vendrán otros
que sabrán leer en cada una de estas páginas la traza de una voluntad que
quiso ver otras formas de habitar la ciudad, de transitarla, de reírse de ella,
de formar nuevos mundos…
Nuestra tarea termina en el límite de estas páginas. La del lector
comienza al prestar su imaginación para que lo que es sólo probable,
sea posible.
Javier Toscano
4
Duelo de flashes
por Mauricio Marcín
5
Si hay que decir un nombre, decimos uno: Juan José Gurrola Iturriaga. Si para
que haya historia hay que decir un año, entonces 1964. Un lugar: Bar “Los
Lobos”, Acapulco, Guerrero, México.
Juan José y Enrique (Guzmán) se están tomando unas cubas en el bar
“Los Lobos” de Acapulco. En Acapulco hace calor. Las cubas están frías. Los
hielos. En fin. Toman sus cubas y se refrescan. En algún punto de la noche
una señorita de falda roja y pliegues los encuadra con una cámara réflex y
tremendo flash. Dispara. Medias negras con encaje.
Juan José, entonces, desviste la cámara portátil seguramente Kodak
y también dispara. Flash.
La fotógrafa lo mira. El bebedor la busca. Los dos con senda
cámaras disparan.
Un instante los flashes coincidieron. Las miradas ciegas.
Existe una imagen para los fanáticos de la memoria.
6
7
Ciudad en construcción
por Diana María González
9
¡Estas son ciudades!1 Ritmos y desplazamiento en transportes, con pláticas
ajenas que construyen historias inconclusas durante el imaginario del viaje:
campanas, cantos desentonados que anuncian a la comunidad vecinal los
servicios hogareños, lugares habituales, olores hediondos junto a fritangas
y jugos, nuevas construcciones, conjuntos de espectaculares, rascacielos
y chozas, entradas, escaleras y salidas a banquetas a medias, semáforos,
motores, cláxones, calles, señales que día a día transforman la ciudad que
moldea y construye la noción del espacio habitable, noción inconsciente
que implanta un nudo entre la cálida protección de lo conocido. Desde la
sensación de sentirse parte de, y la rival, temerosa, de echar raíces a las
costumbres que se desarrollan dentro de esta específica ciudad de México,
hasta la manera toscamente sublime del poeta que describe: Ciudad negra
o colérica o mansa o cruel, // o fastidiosa nada más: sencillamente tibia. //
Pero valiente y vigorosa porque en sus calles viven los días rojos y azules.”2
Todas estas minutas desviaciones de mi recuerdo, desentonan cuando
intento acercarme a ella como nómada que transita sin rumbo buscando algo
súbito que me desconcierte. Al mismo tiempo, me canso de no empalmar las
pláticas familiares de la Gonzaliza que se regodea en anécdotas de lo limpia,
tranquila y afable que era la ciudad que habito.
Paro de golpe y regreso a casa; prefiero hacer de esta investigación-
paseo-deriva una práctica sedentaria desde el cine y la literatura. Una búsqueda
aventurera entre frases, imágenes, diálogos y secuencias en las cuales la ciudad
de México esté presentada desde diversos puntos de vista. Punteando etapas
que colman la memoria colectiva, imágenes o frases que presentan en los
1 Rimbaud, Arthur, “Ciudades” Iluminaciones, México, La nave de los locos, 2ª ed. 1981, p. 62
2 Huerta, Efraín, Declaración de odio, 1937.
10
recorridos citadinos rasgos que exhiben reformas históricas de lo que fue y en
lo que se ha convertido.
Me motiva la idea de inventar una manera de callejear por la ciudad.
Proponer un recorrido que conecte desde la ficción épocas, historias y estilos
de vida transfigurados en una psicogeografía. Ver, leer, recortar y pegar.
Mezclar una cosa con la otra, juntar dos textos con una imagen o una frase
con una secuencia. Entrar en la deriva desde el sinsentido del injerto. No
obedeciendo las rutas de lectura, porque no hay una sola ruta. Considerando
que la experiencia física se da a muchos niveles, no necesariamente a través
de uno, es decir, no sólo caminando y perdiéndose entre las calles, sino
también perdiéndose en los otros. Rodear la intención subjetiva no implica
anularme sino resaltar la identidad propia desde ese otro objeto o discurso
que me hacer ver a distancia lo que desde mí es difícil ver. Es algo así como
querer conocer la ciudad que me vio nacer con ojos distintos de los de mi
cotidianidad. Recorrer el espacio geográfico y cultural de otra manera que la
que acostumbro.
La gran diferencia que existe entre la imagen o el texto de otros y
la experiencia activa de transitar la ciudad puede confundirse en los
recuerdos como una misma compilación de sensaciones. El disfrute que da
el cotejar la imagen con la realidad desenmascara la fraudulenta actividad
de la evocación. Pero, al final del recorrido, te das cuenta que lo hecho por
otros provoca un nuevo registro, una nueva mirada. Adquiere un nivel de
realidad que plantea un retorno al recuerdo subjetivo de lo vivido desde una
experiencia nueva que sólo la distancia puede dar.
11
Deriva
Ciudad creada
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
23
24
26
27
29
30
31
32
35
36
38
39
Fin del camino
Índice // Bibliografía
40
12 Es pura condición de imposibilidad: Amores perros (Dir. Alejandro
González Iñárritu, 2000), El ropavejero (Dir. Emilio Gómez Muriel, 1947)
y Trotacalles (Dir. Matilde Landeta, 1951), espacios perdidos, suburbios,
barrios de los que no sales.
13 Rojo amanecer (Dir. Jorge Fons, 1989) revela la represión política más
sangrienta del México moderno. El paneo por Tlatelolco podríamos
verlo como la llegada de <la profecía cumplida> <la ciudad que
ardió en llamas> pero algo en la secuencia me hace pensar que la
posmodernidad tal vez nunca llegó.
14 La posmodernidad explicada a las putas. (Guillermo J. Fadanelli, El día
que la vea la voy a matar, editorial Grijalbo, México,1992).
41
Recuerdos del film noir, bajos mundos, mafias…
42
El sadismo de la revolución y otros absurdos
tácticos para perder el rumbo
Cuatro trayectos de intersección de camino a la revuelta
43
I. Primer trayecto: andares público-privados
44
himno nacional es un acto subversivo, a veces sólo resulta en el colmo del
tedio de un agónico domingo. En todo caso, la revolución parece ser muchas
veces un reacomodo audaz en el que se inscribe la magnitud libidinal de un
orden ajeno, un orden otro.
La revolución es más incisiva cuando desenvaina el absurdo para
anteponerse al fastidio de lo dado por hecho. Por eso cualquier programa
revolucionario huele a cálculo aburrido e ideologema de mártir, a plan de
contra-ataque tomemos-el-poder-seamos-ahora-nosotros-los-dominadores.
Pocas, sin embargo, son las luchas que toman cuerpo en el contrasentido.
Quien haya buscado una lógica programática en el mayo de 68 en París
tuvo que renunciar a sus expectativas muy pronto. Aquella explosión súbita
fue, si acaso, una oda a la ensoñación de lo civil, a la náusea comunitaria
por la indigestión consecutiva de todo lo callado. Fue un elogio de amor a la
ciudad, a la que se dedicaron los pliegos petitorios más arduos de cumplir.
Sólo un movimiento así, sinrazonado, podía pedir lo que los amantes se
piden entre sí: fidelidad perpetua y desenfreno del goce; una contención
momentánea del aliento para ser testigos del tiempo que se escurre en la
ucronía que invoca la mirada del otro. No era falso eso que podía leerse en
el muro de una callejuela, como tampoco es falso lo que leemos en la carta
recuperada del amante: siempre ha sido tan solo y simplemente imposible.
Esa es quizá su radicalidad. Quizá también por eso a veces nos parece que,
por momentos, el amor entre dos se da como revolución, y una revolución
se vive como una orgía en la que no queda sino convidarse de lleno a
todo camarada.
45
Prohibido prohibir*1
2
**El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional
**Dicen que el amor lo cura todo, entonces ¿por qué el tuyo me mata?
No trabajen nunca*
Seamos crueles*
46
Si encuentras un poli, rómpele la jeta*
Tomo mis deseos por la realidad porque creo en la realidad de mis deseos*
47
que la gente de mi casa se imagina que hay goteras.
Consuma más, vivirá menos*
48
II. Segundo trayecto: andares místicos
Es sabido que hay personas, pueblos enteros, que afirman que al tomar
un retrato se roba el alma del sujeto fotografiado. Tan seguros estamos de
nuestras respuestas, de que una foto implica tan sólo un proceso físico-
químico o digital, que evidentemente prestamos poca atención a aquellas
suposiciones, al punto de calificarlas de ingenuas. Sin embargo, ¿por qué
coleccionamos fotos de la persona amada, de aquellos que han desaparecido
de nuestras vidas, de los que han muerto o de aquellos que en su expresión,
en su vestimenta, nos transfieren noticias de otra época? Si un hombre es
temporalidad, su retrato es una pausa, y por tanto una pequeña muerte. ¿No
se puede desprender de ello una disposición psicológica particular? Quizá
no pruebe nada –un caso aislado es estadísticamente irrelevante– pero
sabemos que Roland Barthes escribió todo un libro bajo el influjo de una foto
de su madre recién fallecida, una imagen tan importante como para haber
originado su análisis sobre la imagen y que sin embargo nunca muestra a sus
lectores. Al menos en un sentido, el embrujo de la memoria y el dolor no son
patrimonio del “buen salvaje”.
Hay tres casos recogidos por James Frazer en su libro La rama dorada
que llaman poderosamente mi atención. Según el autor, hasta el último
reinado de Siam no se estampó ninguna moneda con la imagen del rey
porque había un fuerte prejuicio contra toda clase de retratos; sólo el
soberano que fuese bendecido con los años de un Matusalén podría permitir
que su vida fuese distribuida en pequeños pedazos junto con las monedas
del reino. En otro recuento nos dice que hay personas en el oeste de Escocia
que rehúsan hacerse fotografías, temerosas de que sea de mala suerte para
ellas, y dan como ejemplos los casos de varias de sus amistades que nunca
tuvieron un día bueno después de ser fotografiadas. La historia que atentó
contra todas mis certezas fue la de los aldeanos de Sikhim, quienes hacia el
49
inicio del siglo XX aseguraban que si se hacía una fotografía del paisaje, éste
quedaría marchito. ¿Podemos realmente dudar de su aseveración? ¿Cuándo
hemos vuelto a ver un paisaje virgen después de verlo en la fotografía del
primer explorador que abrió el camino a los demás?
La serie de imágenes que conforman este trayecto llevan a una
colisión este tipo de convicciones y la racionalidad urbana de nuestros días.
La cámara fue operada por brujos, yerberos, santeros y lectores de Tarot,
pues es sabido que son ellos los especialistas en los saberes ocultos. Un
payaso es el sujeto fotografiado. Su intromisión no es casual: siempre me
ha fascinado la fragilidad del humor, su fugacidad; también me sorprende
la mayor sensibilidad del humorista ante la melancolía humana, por la que
trata de compensar con sus mejores argucias. Las fotografías se tomaron en
un sólo día, en un recorrido exhaustivo por la ciudad bajo el sol de mayo. No
sé si las imágenes comprueban con toda certeza el robo del alma de este
personaje, pero por lo menos funcionan como un testimonio, pues hay algo
que se hace evidente en la expresión de su rostro: el desgaste del recorrido.
No creo haber escuchado ninguna queja del payaso; era demasiado cortés.
Pero de haberlo hecho, creo que me habría confiado que no fue un día bueno
después de la primera fotografía, y que cada vez lo fue menos conforme
avanzaron las horas. Yo mismo lo sentí, como lo sentimos todos, ¿o acaso
no es innegable que el barullo de la ciudad algo nos quita, que dejamos un
poco de vida en el asfalto, o que al regresar por la noche a nuestras casas, al
esperar otro día, algo en nosotros se marchita?
9.30 a.m.
Lourdes Medina
Lectora de cartas de Tarot
50
10.30 a.m.
Carlos César
Lector de cartas de Tarot
12.00 p.m.
Juana Bautista
Yerbera
12.40 p.m.
Jonathan López
Yerbero y santero
51
1.30 p.m.
Profesor Córdoba
Brujo
4.30 p.m.
María Eugenia Villalobos
Lectora de cartas de Tarot
7.30 p.m.
Juana Abarca
Lectora de cartas de Tarot
52
Trayecto aproximado con el payasito en la ciudad
III. Tercer trayecto: el lenguaje de los vencidos
54
55
IV. Cuarto trayecto: andares masivos o la ocupación revolucionaria como
teleología del azar
El 2006 fue el año más reciente de la revuelta en México. Quizá por primera
vez en la historia de vida independiente de la nación, los grupos civiles
lograron levantar barricadas en la ocupación defensiva de una ciudad entera:
Oaxaca. Las crónicas del desasosiego colectivo se multiplicaron junto con
las voces que exigían la destitución del mandatario estatal, Ulises Ruiz. Las
historias que se iban apilando en el archivo de lo efímero daban cuenta de
estrategias intangibles y refugios temerosos, de anécdotas épicas y leyendas
instantáneas listas-para-inspirar. En su bitácora virtual, Juan Pablornz y
Lucas Rojo, por ejemplo, recuerdan la espesura de la noche quebrada por
las antorchas amotinadas en cada esquina: “Regresar a casa más allá de las
once se torna laberíntico. No podría calcular cuántas barricadas surgen cada
noche, pero salvamos por lo menos quince para recorrer cinco kilómetros
(del centro al norte de la ciudad). Tenemos que circular en contrasentido
sobre una de las avenidas principales. Y esto en un cuadrante reducido
de la ciudad. Si estimamos las decenas de colonias, no resultaría una
cantidad menor.”
En ese escenario de esperanza por entregas, un acontecimiento logró
arrancar más de un suspiro a los enamorados de lo heroico. Un grupo de
mujeres que hasta entonces no había tenido una participación protagónica
decidió formar un nuevo grupo de choque, la Coordinadora de Mujeres
Oaxaqueñas (COMO). El grupo comenzó con el discurso habitual de oposición,
pero aderezado de un toque feminista un tanto provinciano. Su primera
acción, sin embargo, se dejó sentir casi como un cataclismo. El 1 de agosto
de 2006 convocaron a una primera marcha con su respectivo mitin a manera
de epílogo. Para sorpresa de las propias organizadoras, 14,000 mujeres se
dieron cita en la Fuente de las Siete Regiones, esperando el grito de guerra que
las proyectaría al Zócalo de aquella ciudad. Al ritmo de cacerolas y sartenes, y
guiadas por un clamor eufórico e ingenioso (“Cuando una mujer avanza, no
hay hombre que retroceda”), una tropa femenina, insospechada e incrédula
de sí misma, recorrió calles y avenidas hasta llegar a su destino hipotético. El
57
ritual siguió el orden de la minuta del día. Al llegar a la plaza, distintas oradoras
esperaron su turno para tomar el micrófono. Las voces reiterativas de unas
y otras resonaban como mantras para la muchedumbre, encantamientos
hipnóticos de reafirmación solidaria. El conjuro involuntario tuvo un efecto
sorpresivo: la indignación se transformó en consigna de acción: había que
protestar frente a las instalaciones del Canal 9 estatal, porque lo único a
lo que se había dedicado ese dichoso medio era a difamar al movimiento
popular. Así que la concurrencia recargó sus fuerzas y reinventó su cometido.
La masa majestuosa subió por las faldas del cerro que llevaba a la
teledifusora y llegando a sus puertas exigió dar un mensaje utilizando su
señal. Ante la negativa, decidieron tomar el control del establecimiento y
operar la maquinaria por su cuenta. Nadie sabía bien a bien las palanquillas
que había que mover con toda precisión, pero el enardecimiento colectivo
era un narcótico que agilizaba el aprendizaje. Pensaron que todo se trataba
de reivindicar las demandas callejeras frente a las cámaras, de componer
cuadros de un realismo socialista que les venía de una memoria común,
de amenizar la transmisión con canciones de protesta en la tradición de la
trova. Muy pronto se dieron cuenta de que las formas tenían que cambiar,
que la tecnología no era a estas alturas un mero dispositivo inerte y pasivo,
un gran armatoste que pudiera hacerse transparente en la intermediación.
Las tácticas cambiaron. Trataron de aludir a un público, y de competir contra
la televisión privada que plaga el espectro concesionado sobre el valle.
Entonces produjeron experiencias visuales con la complejidad de quien
conoce la exigencia melodramática pero también la sensatez y la astucia de
los destinatarios. Se hicieron tergiversaciones sobre los logos pre-existentes,
animaciones breves que funcionaban a manera de cortinillas entre los cortes,
y programas documentales de estructuras arduas y considerable profundidad.
Poco a poco –dicen los que de eso saben– se apoderaron de la joya de la
corona en la industria televisiva: el rating. Por tres semanas aquello fue un
búnker de experimentación multimedial en el que el slogan de “El canal de
los oaxaqueños” se hizo por primera vez verosímil.
Pero como todo lo bueno, el ensayo duró poco. El gobierno de
Ulises Ruiz no podía dejar pasar tal afrenta, y envió a un contingente
de militares, no a recobrar las instalaciones, sino a hacerlas inservibles
58
para las mujeres. El sadismo del poder es ciego y cruel, y es el signo
más claro de la obsolescencia de esa búsqueda infame del poder por
el poder mismo. Con la fuerza de un programa tenaz, los enviados
destruyeron el equipo indispensable para las transmisiones. Ya sin
mayor quehacer, pero sabiéndose poseedoras de una fuerza secreta,
las mujeres del COMO se reintegraron al movimiento en la calle. Después
de tantos días en aquella misión, tan improrrogable como fortuita, sus
compañeros de lucha las recibieron como amazonas, y seguramente se
portaron como afanosos amantes queriendo ser meritorios.
59
No hubo muchos registros de todas esas acciones que se mimetizaron
al calor de la lucha. No era esa su necesidad. En todo caso, la memoria
colectiva se convirtió en un hervidero de anécdotas reforzadas por algunos
pasajes que ciertos televidentes inquietos lograron recuperar. Así, la imagen
fue medio pero no testigo. Y, sin embargo, si se piensa que todo lo material
es vulnerable al transcurso inhóspito del tiempo, la memoria común parece
hacerse más fuerte conforme escasean las pruebas de lo sucedido. ¿O será
que lo sucedido no necesita de tantas pruebas cuando las tramas narrativas
que lo explican se entreveran con la epidermis de quien hace el recuento?
¿Será que el testigo mismo se convierte justo en el cuerpo del relato?
60
Construcción
por Verónica Gerber Bicecci
61
62
Nos mudamos al tercer piso del número 26 de la calle Chilpancingo cuando
yo tenía 10 años; el único condominio vertical en toda la cuadra. En el
departamento había tres recámaras. Mis padres tomaron la que tenía baño
y vestidor, dispusieron que mi hermano se quedara con la grande y yo con
la mediana. La decisión tenía cierta lógica en relación con nuestras edades,
pero me pareció injusta. Y aunque luché por quedarme con la recámara
grande, no tuve éxito. Álvaro, un arquitecto amigo de mis padres a quien le
habían pedido una opinión profesional del inmueble antes de comprarlo, me
convenció. Dijo que mi cuarto era el más chico pero el único con una ventana
ubicada hacia el Oriente, por tanto, el más iluminado y cálido en toda la casa.
Terminé por ceder. El único problema fue que su análisis no tomó en cuenta
el paso del tiempo y la tendencia −cada vez mayor en la ciudad− a demoler
casas viejas para construir paisajes de cemento.
63
64
65
66
67
68
Método Universal de Poesía Derivada
por Daniel Saldaña París
69
Qué ganas a veces de agarrar un poema como se agarra un zapato, y como
a éste, pisarlo durante días de infatigable paseo. Si hace falta, untarlo con
las materias inmundas del trajín cotidiano y, tras haberlo mojado en un
charco de lluvia, frotar con furia sus versos contra un cachito de hierba.
Qué disfrute: meter una piedra, un tornillo, entre sus cambios de estrofa,
y guardar junto al último verso un clavo encontrado en la calle. Dejar de
leer las prístinas palabras del espíritu desde el confín lujoso de una torre
de mármol y comenzar a leer sobre los puentes peatonales, desde las
trágicas glorietas y en las esquinas lúgubres de una ciudad real, a medias
conocida. Hacer dialogar el poema con el entorno inmediato: sacarlo de su
red significante de alturas invisibles y dejar que discuta con el mercado de
enfrente, con el vocerío de las señoras que instruyen a sus hijos en el parque
oxidado. Ensuciar una rima perfecta con el pregón atonal de los afiladores.
Subvertir la sintaxis con la ayuda del semáforo y forzar el ritmo de la dicción
más prudente atravesando la calle a lo que dan mis piernas.
Pasear los poemas, derivarlos; usarlos como mapas para descubrir la
colonia. Y después, quizás, abandonar el texto: elegir el trayecto, las propias
imágenes que fueron cosechadas durante el recorrido: apropiarse de todo.
Con estas ideas en mente, diseñé el Método Universal de Poesía Derivada,
un sencillo instructivo para convertir un poema en un paseo, y ese paseo en
otra cosa.
70
Segundo. Provéase de una cámara fotográfica de sencilla manipulación.
Sitúese con ésta y con una copia del poema impreso en la intersección de
dos calles.1
Quinto. Al final de cada estrofa o párrafo del poema, así como al final del
poema completo, deténgase en la esquina correspondiente y tome una
fotografía. Procure fotografiar aquello de le llame más la atención de esa
esquina o aquello de sugiera una posible narrativa (v.g. un zapato huérfano).
Séptimo. Una vez escrito el “poema derivado”, puede repetir usted mismo
todo el proceso tomando este segundo poema como punto de partida, o
bien dárselo a alguien para que aplique el instructivo a partir de su texto.3
1 Se invita también a probar el Método con otras formas de registro. Aquí, por cuestiones de espacio, se
utilizará tan sólo el modelo fotográfico. Otras posibilidades son: registro de audio, de video, de “objetos
encontrados”,etc.
2 Otras posibles reelaboraciones, más afines a los intereses de cada paseante, pueden ponerse en
práctica: desde consignas insurgentes hasta etiquetas para vinos, pasando por breves documentales
y divertimentos de música, cualquier reelaboración a partir del paseo y su registro es válida para
este inciso.
3 En el caso de que la reelaboración o creación derivada no sea un poema, el método puede adaptarse
a las necesidades del usuario para cumplir su carácter circular, recurrente.
71
El Método puede aplicarse cuantas veces se quiera, hasta que considere usted
que su entorno resulta menos aburrido.
A continuación, dos ejemplos de poemas derivados.
Y la península párase
por la espalda, abozaleada, impertérrita
en la línea mortal del equilibrio.
72
II. Mapa de la deriva del primer poema de Trilce
73
III. Fotografías tomadas al final de cada estrofa
1 2
3 4
74
IV. Poema escrito por el paseante a partir de la deriva
75
I. Segundo ejemplo de poema derivado: Trilce, VII, de César Vallejo
76
II. Mapa de la deriva del poema VII de Trilce
77
III. Fotografías del final de cada estrofa
1 2
78
IV. Segundo poema escrito por el paseante a partir de la deriva
79
Sí, pero no, dicen unos
No, pero sí, dicen otros
por Tania Candiani
81
Dos semanas de retraso en el deadline para el texto. Caray. Cuando era
adolescente creí que sería escritora. Escribí sin parar durante tres años. Tengo
un archivo de cuadernos todos escritos. Textos de diez páginas manuscritos,
sin pausa, dos o tres tachones y luego cuartillas y cuartillas mecanografiadas
y corregidas. Incluso asistí a la Sogem, la escuela de escritores en Coyoacán.
Fue cuando le dije a mi papá que ya no podía vivir más en Querétaro y que
tenía que regresar al D.F. “Yo soy escritora papá, no tengo nada que hacer
aquí”. Conseguí mi lugar en la Sogem y me vine al D.F.
En ese entonces no entendía aquello de “quedarse seco”, el temor
de la página en blanco y todas esas cosas a las que le temen los escritores.
Disfrutaba y padecía al mismo tiempo de mi cháchara mental, vertiéndola
siempre en mis cuadernos. Pero las palabras se fueron. Me quedó un libro
inédito que de vez en cuando leo para sorprenderme de la persona que
era entonces.
Yo no era una escritora gozosa. Era una escritora sufriente. Me iba el
masoquismo emocional. Así que cuando fui feliz no pude escribir más. Pues
eso… hace mucho que no escribo. Tengo una carpeta en la compu que se
llama “devaneos” y tiene un solo texto, pura incongruencia.
Sentada frente a la compu y no pasa nada. Lo que pasó es que recibí otro
mail de Javier diciéndome que sólo están esperando mi texto. Auch. Ya casi
Javier, lo prometo –le contesté– ya está casi listo, dame un día más.
Y en ese predicamento me encontraba el viernes pasado, con el texto
pendiente y ni una palabra para comenzarlo. Sentada frente a la compu,
…… …… ……., y nada.
Fue cuando me llegó el sms de Bonet: comida con Fadas cantina montejo 3:30.
82
Vámonos. A lo mejor en el camino se me ilumina el asunto y escribo algo. Pero
antes de salir se me ocurrió otra cosa. Voy a usar a mis amigos escritores, que
me ayuden a hacer mi tarea, faltaba más. Así que llegué a la cantina con mi
bonche de hojas y lo puse de este modo: “Tengo un texto atorado hace dos
semanas. Es para platicar sobre mi proyecto de Refranes, pero sin platicar
de él. Es un texto literario y estoy seca”.
83
84
85
86
87
88
89
90
91
Apuntes sobre la isla
por María José Ramírez
93
Provisional Theory of Non-Sites
* Non-Site #1. Smithson changed the title for this text which was initially “Some Notes on Non-Sites.” It
has been partially excerpted by Lawrence Alloway in “Introduction 1: Options”, Milwaukee Art Center,
1979, p. 6
95
III.- AMBAS PARTES DECLARAN
96
En virtud de las declaraciones antes expuestas, La Delegación y La
Ciudadana acuerdan colaborar de manera recíproca de conformidad con
las siguientes:
BASES
97
La vida del barrio
98
Evidentemente podríamos fundar una orquesta o hacer teatro en la
calle. Animar el barrio, como se suele decir. Juntar a la gente de una calle o a
un grupo de calles por una causa o un combate y no por la simple convivencia.
Georges Perec
99
Adoptando la isla
BASE PRIMERA: DEL OBJETO
1.
La isla y yo
1.1
¿Cómo flota la isla? ¿Quién va sobre ella? ¿Cómo me le acerco? Llego a
ella. Nado. Floto. Algunas veces camino. Doy vueltas a su alrededor. Otras me
siento sobre ella. La veo. Nos vemos, nada pasa. No pasa nada.
1.2
Pienso en la posibilidad de apropiarme de ella, hacer un nuevo espacio, una
extensión del espacio ya existente.
Una prolongación del espacio privado al público. Entender las relaciones
específicas que se dan en la colonia en torno a esa marca urbana.
2.
28-09-08
Trabajar en la isla este fin de semana me hizo pensar en lo desacostumbrada
que me ha vuelto la ciudad a cualquier tipo de actividad física que involucre los
músculos del cuerpo que se desarrollan cuando se trabaja el campo [es lejana
esta idea, porque nunca he trabajado realmente el campo. Nostalgia citadina,
por el verde y por lo que no se ha hecho]. Me muevo en la ciudad, no hay campo,
sin embargo, lo siento/noto aún más cuando el dolor físico muscular se
presenta y hasta me paraliza-limita por un par de días posteriores al trabajo
rítmico (rural).
2.1
Yo barría y barría.
100
2.2
Mis movimientos pendulares de cintura en coordinación con los de los brazos
eran cada vez más pronunciados.
Contrarrestaban la fuerza del viento.
Todo lo que barría se volvía a dispersar.
2.3
Al final no pasaba nada, barrer es ayudar al viento a que las hojas secas lleguen
a otra parte. Subir el polvo y la tierra, para que pasado el movimiento, vuelvan
a bajar.
2.4
Me agrada pensar que el proceso de limpiar la superficie barriéndola espacial
y corporalmente es un movimiento similar al de remar: romper o mover la
materia que tenemos alrededor, surcándola, haciendo un camino que el
viento desvanece casi como si fuera una línea sobre agua; con ese empuje
avanzo, me deslizo sobre la superficie.
2.5
remar.
1. Intr. Trabajar con el remo para impeler la embarcación en el agua.
2. Intr. Trabajar con continua fatiga y gran afán en algo.
Diccionario de la Real Academia Española
101
BASE TERCERA: RECONOCIMIENTO
3.
Primer encuentro.
Hoy conocí a Álvaro, el otro náufrago de la isla.
El Rocker, el Güero.
Vi desde temprano que Don Toño y él estaban en la parada de autobús a
punto de desayunar.
Don Toño traía encima una cobija de cuadros de fleece y Álvaro estaba
vestido de traje.
Todavía abajo traía su chaleco de cuero rockero.
Yo empecé a recoger la basura, sacar las malas hierbas y plantas muertas.
Luego me senté en el banco y leí en la isla.
Al rato, me di cuenta que Álvaro barría en frente del local de La Divina.
Barría con una hoja de palma, y su esfuerzo involucraba todo el cuerpo.
El también remaba. Sólo que ahora desde el otro lado, en la acera de enfrente.
Yo remaba en la isla.
3.1
Álvaro: ¿Qué haces?
María: Nada, limpio ¿y tú?
Álvaro: Pos también. ¿Qué quieres mi’ja? ¿Qué te traigo? ¿Un café? ¿Un
jugo? ¿Una Coca? ¿Un llegue?.
Pausa.
Álvaro: ¿No te drogas?
Pausa.
María: [No, con la cabeza]
Álvaro: Bendito sea Dios.
María: No, estoy fresca, me estoy tomando un jugo de naranja.
Álvaro: ¿Por qué limpias?
María: Pos nomás, así porque sí, porque la isla está sucia y porque me gusta,
me gusta limpiar…
Pausa.
103
Salió el sol, y nos iluminó tantito.
Álvaro: ¿Viste? Salió el güero, ¿sentiste eso? Ese es el poder…
María: Sí, sí lo sentí…
Álvaro: No te vayas, si te vas, te despides ¿ehh?!
María: ¿Cómo te llamas?
Álvaro: Álvaro
María: Yo soy María
Álvaro: -Cantando- María bonita, Marííía de mi vííída…
3.2
-Al rato-
Álvaro:
Se fue, regresó, se fue, regresó, se fue, regresó, yo seguía limpiando y él
platicándome de Acapulco, de Cancún, de su mamá, de un negocio de pozole
que quería poner en la isla apenas dejara el vicio: “Pozole Doña Emilita”, de
LSD, de Tepito, de cómo controla a las patrullas de la zona: ya me conocen,
y les aplico el 6-47: si tienen algo, ¡que se mochen!, de sus aventuras en el
Oxxo con cocainómanos a los que se les voltea el calcetín enfrente, del señor
que vende elotes, de los robos de sus cobijas, de cómo bajar la luz del poste,
de cómo hacer una escoba de palma para mover las cacas, del robo de su
colchón, de su tía enferma, de su madrina enferma, del señor de pantalón
verde que vende mota en la Narvarte.
Al final chocamos los cinco muchas veces, el se disculpó por su mal
olor, me hablaba y se acercaba, yo no tenía miedo y él no olía mal. Me gustó
hablar con él, ver cómo se perdía y recuperaba en una frase, entender sus
pausas como espacios en los que yo también me podía perder. Para él todo
nuestro encuentro fue púrpura. Lo sé porque me lo dijo aún de viaje.
104
BASE CUARTA: DE LOS PERMISOS
4.
Esta acción es necesaria para poder llevar a cabo los trámites correspondientes
a la adopción de esta área verde.
Atentamente,
105
106
BASE QUINTA: PROHIBICIÓN DE VARIAR EL ÁREA ADOPTADA
5.
¿Qué pasa si no hay nada?
¡Qué extraño es que percibamos el “no hay nada nuevo” como falta de
actividad!
5.1
La distribución de la isla −similar a la de un apartamento.
5.2
Prolongación del hogar. Otra idea de hogar.
Tu allá, yo aquí. La isla no tiene paredes, pero sí líneas divisorias de los
espacios contenidos, una, dos, tres jardineras, un poste de luz amarillenta
que sólo ilumina la orilla/borde sur de la isla.
107
5.3
Sobre la isla hay una recámara, un baño y una sala. Tienes tu cama: cobijas,
colchón, cartones, material aislante. Yo tengo el sofá: escombro (bloque
rectangular de cemento) de metro y medio de largo que sirve como asiento.
¿Cómo se lee-aplica el protocolo de visitas a una casa? La persona
ajena es la que se queda en la sala. Tu forma de habitar la isla habla de tu
“comodidad espacial”, desapegada de lo territorial. Mi posición en el sofá/
banco se lee rígida, no me relajo, sé que tú estás ahí y eso no me lo me
permite. Mi sentimiento de rigidez se compara con las propiedades nada
esponjadas del sofá.
El sol te da en la cara.
108
BASE SEXTA: RELACIÓN LABORAL
6.
Recuperación de la isla.
6.1
Contratación de los servicios de Don Tomás para que retire las malas
hierbas y corte el pasto de la isla una vez por mes. Abrir zanjas para riego y
aprovechamiento del agua.
109
BASE SÉPTIMA: RESCICIÓN
7.
Desde la isla el espacio reitera sus no-funciones, y sobra como producto
generado a partir de las líneas rectas intersectadas. Reúne sobre su superficie
aquello que
voluntaria o involuntariamente llega, se deposita, estaciona, duerme allí.
7.1
Rescindir.
(Del lat. rescindere; de re y scindere, rasgar).
1. tr. Dejar sin efecto un contrato, una obligación, etc.
Anular.
Invalidar.
Cancelar.
Abolir.
Revocar
7.2
Espacio huérfano.
Espacio náufrago.
7.3
“Belonging to a society involves a paradoxical point at which each of us
is ordered to embrace freely, as the result of our choice, what is anyway
imposed on us (we all must love our country or our parents). This paradox
of willing (choosing freely) what is in any case necessary, of pretending
(maintaining the appearance) that there is a free choice although effectively
there isn’t one, is strictly codependent with the notion of an empty symbolic
gesture, a gesture – an offer – which is meant to be rejected.” Slavoj Žižek
110
BASE OCTAVA.- PROPIEDAD DEL ÁREA ADOPTADA
8.
¡!
8.1
Jardín secreto, jardín público, jardín mío, jardín con muchos dueños, sin
dueño. Jardín gris, jardín seco.
8.2
La isla es el jardín que no tengo. Es la extensión de la maceta departamental.
Es también un espacio incontrolable. El árbol de mi ventana, extendido,
frondoso y algunos días devorado por una plaga, me lleva hasta la isla.
Raíz que agrieta la banqueta, línea que indica el camino.
8.3
También es una pila de residuos soltados desde la velocidad de quien los
avienta por la ventanilla vehicular. El lugar donde se asientan depende de las
reglas de arranque y/o frenado que dan los semáforos esquinados.
8.4
La isla es una marca, es una propiedad, es una responsabilidad, es punto de
quiebre entre el irme y el quedarme. Es hacerse de algo como excusa para
poder cubrir la cuota de pertenencia a un lugar específico.
111
BASE NOVENA.- PROHIBICIÓN DE OBRAS DIVERSAS
9.
Construcción de obra a partir de lo que hay sobre la isla.
9.1
La isla tiene:
5 árboles
2 cactáceas
1 poste de luz
1 toma eléctrica del poste
1 control del semáforo de enfrente
1 letrero de señalización “Torres Adalid”
2 náufragos
9.2
Embarcaciones para combatir, post-poner y sobrevivir a un naufragio:
112
113
BASE DÉCIMA: COMPETENCIA DEL GOBIERNO DEL DISTRITO
FEDERAL
10.
Competencia del/al GDF
114
BASE DÉCIMA PRIMERA.- RESPONSABILIDAD DE LAS PARTES
11.
Vecinos
115
BASE DÉCIMA SEGUNDA.- VIGENCIA Y PRÓRROGA
12.
12.1
Al recorrer repetidamente las dos rectas conectadas por curvas de la isla, me
doy cuenta que, al detenerme, al suspender todo movimiento y observar a
mi alrededor, la circulación desaparece. ¿Cuánto tiempo se puede pasar en
la isla?
12.2
Al quedarme me vuelvo invisible.
Cada movimiento se lee como una posibilidad nueva de salir de sus límites.
12.3
¿Hasta cuándo es pertinente quedarse, sostenerse de/en ella?
12.4
Sobre las formas de comunicarse y el tiempo de espera de la apropiación
del mensaje.
12.5
Mensajes diferentes colocados dentro de envases PET reciclados.
116
Mensaje 1: ¿Cómo leer las huellas? ¿Cómo ir más allá, ir detrás, no
detenernos ante lo que nos fue dado, ver, no ver solamente aquello que
sabíamos de antemano que veríamos? ¿Cómo captar lo que no es mostrado,
lo que no fue fotografiado, archivado, restaurado, puesto en escena? ¿Cómo
reencontrar lo que era chato, banal, cotidiano, lo que era ordinario, lo que
ocurría todos los días? (Georges Perec, Ellis Island)
117
ahogándose hasta salir de si mismo, había conseguido ejercer un pequeño
grado de control sobre sus ataques de desesperación. Vagar, por lo tanto,
era una especie de anulación de la mente (Paul Auster, La ciudad de cristal)
Mensaje 6: Sus galeras son muy malas y se van a menudo a pique porque
no están clavadas con puntas de hierro, sino cosidas con hilo que fabrican
de la corteza de Indias, que hacen macerar y se vuelven fuertes como crines
de caballo. De estos hilos o cordeles hacen una red, con la cual cubren la
carena; pero aunque dure bastante, al cabo del tiempo el hilo se deshace en
el agua del mar. Las naves tienen un árbol, una vela y un timón; carecen de
puente; cuando las cargan cubren las mercancías con cueros. No conocen el
acero, y por esta razón hacen el espolón de madera y de cuerdas entretejidas.
La navegación es muy agradable en estas galeras, pero como lo he dicho,
son inseguras y naufragan con frecuencia, tanto más que hay grandes
tempestades en el mar de la India (Marco Polo, Viajes)
119
BASE DÉCIMA TERCERA.- DERECHO DE PREFERENCIA
13
El barrio
1.
El barrio. ¿Qué es eso de un barrio? ¿Tu vives en el barrio? ¿Has cambiado
de barrio? ¿En qué barrio estás?
El barrio tiene algo de amorfo realmente: una especie de parroquia o de
un modo más estricto, la cuarta parte de un distrito, el trocito de ciudad que
depende de una comisaría...
De un modo más general: la porción de ciudad en la que uno se
desplaza fácilmente a pie o, por decirlo en forma perogrullada, la parte de
ciudad a la que no hay que trasladarse, puesto que precisamente ya estamos
en ella.
Georges Perec
Don Toño: es uno de los náufragos que visita la isla con cierta frecuencia, con la cabeza hacia el norte,
haciendo tierra siempre se ubica al pie de uno de los árboles que no da sombra. En un principio hubo un
conflicto de interés, yo sembré plantas en el lugar en el que tomaba la siesta. Él las arrancó una a una en
cada uno de sus descansos.
120
BASE DÉCIMA CUARTA.- DEL CONSENTIMIENTO
121
BASE DÉCIMA QUINTA.-
SOLUCIÓN DE CONTROVERSIAS
15.
122
123
124
“Ante todo, se trata de dejar una marca de
mi existencia: estuve aquí. Tuve hambre.
Me vencieron. Fui feliz. Estuve triste. Me enamoré.
Tuve miedo. Tuve esperanza. Tuve una idea y un
buen propósito y por eso hice obras de arte.”
−Félix González-Torres
A Sabu.
1. Untitled
125
Untitled (For Stockholm) 1992, 504 bombillas de 15 watts, cable y
sockets de porcelana, dimensiones variables, siendo 12 tiras de focos, cada
una de 12.8 mts y 6 mts extras de cable / Untitled (Ischia) 1993 / Untitled
(Petit Palais) 1992, bombillas, cable, sockets de porcelana, longitud 2 mts /
Untitled (America) 1994, bombillas de 15 watts, cable, sockets de plástico
a prueba de agua, dimensiones variables, 12 partes: 20 mts de longitud,
y 7.5 mts. de cable extra cada una / Untitled (for New York) 1992, 42
bombillas de 15 watts, sockets de porcelana y cable, dimensiones variables,
12.8 mts de largo con 6 mts de cable extra / Untitled (Last Light) 1993.
126
2. Félix
127
que Ross encontró en Toronto vinieron a vivir conmigo 1991 el mundo que
conocía desapareció, mudanza de los cuatro gatos, libros y algunas cosas a
un nuevo departamento 1991 regresamos a Los Ángeles, hospitalizado por
10 días 1990 primera exposición con Andrea Rosen 1993 mudanza a la
calle 24 1987 unión al Group Material 1991 Julie se mudó de Brooklyn
a Manhattan 1992 las fuerzas del odio y la ignorancia están vivas y viven
en Oregón, Colorado, además de en otros lugares 1993 Sam Nunn es un
maricón, la paz es posible en el Medio Oriente 1992 empecé a coleccionar
relojes y muebles de George Nelson 1993 tres años desde que Ross murió,
pinté el piso de la cocina de naranja brillante, este libro”.
3. Félix Navidad
128
1. Calle Félix Uresti Gómez, Colonia Cove
Origen: Calle Félix Uresti Gómez, Colonia Cove
Destino: Calle Félix Azara, Colonia Lomas de Capula
Kilómetros recorridos: 5.4 Km.
Tiempo estimado: 9 min.
Empecé en la calle Félix Uresti Gómez en la colonia Cove. Conduje 70 metros en dirección a Poniente 83 y
giré a la izquierda, seguí el transcurso de la calle durante 340 metros, salí de Poniente 83 y giré a la derecha
en la calle Sur 122, seguí el transcurso de la calle durante 80 metros y giré a la izquierda en la calle General
Sostenes Rocha, seguí el transcurso de la calle durante 90 metros y giré a la izquierda en la calle Sur 124,
seguí el transcurso de la calle durante 40 metros y giré a la izquierda en la calle Poniente 83, seguí el
transcurso de la calle durante 40 metros y giré en diagonal a la derecha en la calle Sur 122, seguí el transcurso
de la calle durante 200 metros y continué recto en la calle Curva, seguí el transcurso de la calle durante 1.1
kilómetros y giré en diagonal a la izquierda en la calle Escuadrón 201, seguí el transcurso de la calle durante
800 metros y giré en diagonal a la derecha en Avenida Central, seguí el transcurso de la avenida durante 180
metros y giré a la derecha en la calle Nicanor Arvide, seguí el transcurso de la calle durante 70 metros y giré
a la derecha en la Avenida Minas, seguí el transcurso de la avenida durante 490 metros y giré a la derecha
en la calle Cerrada 3 de Minas, seguí el transcurso de la calle durante 480 metros y continué recto en la calle
Rosarinos, seguí el transcurso de la calle durante 310 metros y giré a la izquierda en Avenida Chicago, seguí
el transcurso de la avenida durante 420 metros y giré a la derecha en Avenida Minas, seguí el transcurso de
la avenida durante 90 metros y giré a la izquierda en la Calle Principal, seguí el transcurso de la calle durante
170 metros y continué recto en la Avenida Lomas de Capula, seguí el transcurso de la avenida durante 380
metros y giré a la derecha en la calle Félix Azara. Después de 5.4 kilómetros y 9 minutos, llegué.
129
2. Calle Félix Azara, Colonia Lomas de Capula
Origen: Calle Félix Azara, Colonia Lomas de Capula
Destino: Félix Cuevas, Eje 7 Sur, Colonia Tlacoquemécatl
Kilómetros recorridos: 7.8 Km.
Tiempo estimado: 12 min.
Empecé en la calle Félix Azara en la colonia Lomas de Capula, conduje 110 metros en dirección a la Avenida
Lomas de Capula y giré a la izquierda, seguí el transcurso de la avenida durante 380 metros y continué
recto en la Calle Principal, seguí el transcurso de la calle durante 170 metros y giré a la derecha en la
Avenida Minas, seguí el transcurso de la avenida durante 900 metros y giré en diagonal a la derecha en la
calle Prolongación Rosa Blanca, seguí el transcurso de la calle durante 80 metros y giré a la izquierda en
Río Becerra, seguí el transcurso de la calle durante 40 metros y giré a la izquierda en la Avenida Central,
seguí el transcurso de la avenida durante 80 metros y giré a la derecha en el Eje 5 Sur, San Antonio, seguí
el transcurso del eje durante 900 metros y continué recto durante 3.480 kilómetros en el Eje 6 Sur (el Eje 6
Sur va cambiando de nombre, primero Viaducto Río Becerra, después Tintoretto, Holbein, Juan Holbein y por
último Ángel Urraza). Salí del Eje 6 Sur y giré a la derecha en División del Norte, seguí el transcurso de División
durante 190 metros y continué recto en Avenida Universidad, seguí por Universidad durante 1.2 kilómetros y
giré a la derecha en el Eje 7 Sur, Félix Cuevas. Después de 7.8 kilómetros y 12 minutos, llegué.
130
3. Félix Cuevas, Eje 7 Sur, Colonia Tlacoquemécatl
Origen: Félix Cuevas, Eje 7 Sur, Colonia Tlacoquemécatl
Destino: Calle Félix Parra, Colonia San José Insurgentes
Kilómetros recorridos: 2.0 Km.
Tiempo Estimado: 2 min.
Empecé en Félix Cuevas, Eje 7 Sur en la colonia Tlacoquemécatl, conduje durante 620 metros y giré a la
izquierda en Insurgentes, seguí por Insurgentes durante 620 metros y di vuelta a la derecha en Río Mixcoac,
seguí el transcurso de la calle durante 670 metros y giré a la izquierda en la Calle Félix Parra. Después de 2
kilómetros y 2 minutos, llegué.
131
4. Calle Félix Parra, Colonia San José Insurgentes
Origen: Calle Félix Parra, Colonia San José Insurgentes
Destino: Félix Romero, Colonia Constitución de la República
Kilómetros recorridos: 18.1 Km.
Tiempo Estimado: 27 min.
Empecé en Félix Parra en la colonia San José Insurgentes, conduje 230 en dirección a Río Mixcoac y giré a la
izquierda, seguí el transcurso de la avenida durante 190 metros, salí de Río Mixcoac y giré a la derecha en
Patriotismo, seguí el transcurso de Patriotismo durante 1.3 kilómetros y giré a la derecha en el Eje 6 Sur, seguí
el transcurso del eje durante 900 metros (como dije antes, el Eje 6 Sur va cambiando de nombre, primero
Tintoretto, Holbein, Juan Holbein y por último Ángel Urraza). Giré a la izquierda en Insurgentes y seguí por
Insurgentes durante 3.5 kilómetros, pasé la Glorieta de los Insurgentes y continué por Insurgentes durante
800 metros más, giré en diagonal a la derecha en Paseo de la Reforma, seguí el transcurso de la carretera
durante 4 kilómetros y continué recto en Calzada de Guadalupe, seguí el transcurso de la calzada durante 1
kilómetro y giré a la derecha en Río Consulado, seguí por Consulado durante 480 metros y giré a la izquierda
en el Eje 1 Oriente, Ferrocarril Hidalgo, seguí el transcurso del eje durante 1.28 kilómetros y giré a la derecha
en la Avenida Henry Ford, seguí el transcurso de la avenida durante 900 metros y giré a la izquierda en la
calle Norte 70, seguí el transcurso de la calle durante 710 metros, salí de la calle Norte 70 y continué recto
en Calzada San Juan, en la que permanecí durante 1 kilómetro y giré a la izquierda en el Eje 5 Norte, Calzada
San Juan de Aragón, seguí por el Eje 5 Norte durante 30 metros y giré a la derecha en la calle José de la Luz
Rosas, seguí el transcurso de la calle durante 250 metros y giré a la izquierda en la calle León Guzmán, seguí
el transcurso de la calle durante 150 metros y giré a la derecha en la calle Manuel Fernando Soto, seguí el
transcurso de la calle durante 70 metros y giré a la izquierda en la Calle Ignacio Sierra, seguí el transcurso
de la calle durante 60 metros y giré a la izquierda en la calle
Félix Romero. Después de 18.1 kilómetros y 27 minutos, llegué.
132
5. Félix Romero, Colonia Constitución de la República
Origen: Félix Romero, Colonia Constitución de la República
Destino: Ing. Félix E. Palavicini, Colonia Constitución de 1917
Kilómetros recorridos: 18.8 Km.
Tiempo Estimado: 26 min.
Empecé en Félix Romero en la colonia Constitución de la República, conduje 70 metros en dirección de Blas
Balcarcel y giré a la derecha, seguí el transcurso de la calle durante 220 metros y giré en diagonal a la derecha
en la calle José Justo Álvarez, seguí el transcurso de la calle durante 40 metros y giré a la izquierda en la
calle Ancha, seguí el transcurso de la calle durante 110 metros y giré a la derecha en la Avenida Ingeniero
Eduardo Molina, Eje 3 Oriente, seguí por Eduardo Molina durante 5.1 kilómetros y giré a la izquierda en la
Calle Albañiles, Eje 1 Norte, seguí por el Eje durante 930 metros y continué recto en la calle Iztaccihuatl,
seguí el transcurso de la calle durante 1.6 kilómetros y continué recto en la calle Jesús Galindo y Villa, seguí
el transcurso de la calle durante 40 metros y giré a la izquierda en la Calzada Ignacio Zaragoza, seguí por
Zaragoza durante 5.1 kilómetros y giré en diagonal a la derecha en Canal de San Juan, seguí el transcurso de
la calle durante 370 metros y continué recto en el Anillo Periférico durante 4.1 kilómetros, giré en diagonal a
la derecha en la Calle Gral. Francisco J. Múgica, seguí el transcurso de la calle durante 190 metros y giré a la
izquierda en la calle ing. Félix E. Palavicini. Después de 18.8 kilómetros y 26 minutos, llegué.
133
6. Ing. Félix E. Palavicini, Colonia Constitución de 1917
Origen: Ing. Félix E. Palavicini, Colonia Constitución de 1917
Destino: Félix Berenguer, Colonia Lomas de Virreyes
Kilómetros recorridos: 20.7 Km.
Tiempo Estimado: 31 min.
Empecé en la calle Ing. Félix E. Palavicini en la colonia Constitución de 1917, conduje 10 metros en dirección a
la calle Gral. Francisco J. Múgica, giré a la izquierda seguí el transcurso de la calle durante 190 metros y giré en
diagonal a la derecha en la Avenida Luis Manuel Rojas, seguí por Luis Manuel Rojas durante 520 metros y giré en
diagonal a la derecha en la Calzada Ermita Iztapalapa, Eje 8 Sur, seguí el transcurso del Eje durante 3 kilómetros
y giré a la derecha en la calle Estrella, seguí el transcurso de la calle durante 190 metros y giré a la izquierda en
la Calle Lerdo, seguí el transcurso de la calle durante 360 metros y giré en diagonal a la izquierda en la Avenida
5 de Mayo, seguí el transcurso de la avenida durante 1.3 kilómetros y giré a la derecha en la Calle Culturas
Prehispánicas, seguí el transcurso de la calle durante 650 metros y giré en diagonal a la izquierda en la Calle
Paraje Hualquila, seguí el transcurso de la calle durante 140 metros y giré a la derecha en Río Churubusco, seguí
por Churubusco 700 metros y giré en diagonal a la izquierda en la calle Eje 5 Sur, seguí por Eje 5 durante 6.44
kilómetros (el Eje 5 Sur va cambiando de nombre primero es Santa María la Purísima, luego Playa Villa del Mar, 1°
de Mayo, Ramos Millán, y por último Eugenia). Salí del Eje y giré a la derecha en Div. del Norte, seguí el transcurso
de la avenida durante 1.8 kilómetros hasta que se convierte en Nuevo León, continué recto durante 690 por
Nuevo León, y di vuelta en diagonal en Alfonso Reyes, seguí recto durante 1.3 kilómetros hasta que la calle cambia
de nombre a General Francisco Fagoaga, continué recto durante 680 metros y giré en diagonal a la izquierda
en Constituyentes, seguí por Constituyentes durante 300 metros y giré en diagonal a la derecha en la Calzada
Chivatito, seguí el transcurso de la calle durante 800 metros y giré en diagonal a la derecha en la calle Alencastre,
seguí el transcurso de Alencastre durante 1.2 kilómetros y giré en
diagonal a la derecha en la calle Alicama, seguí el transcurso de
la calle durante 160 metros y giré en diagonal a la izquierda en
la calle Aguilar y Seijas, seguí el transcurso de la calle durante 140
metros y giré a la izquierda en la calle Acueducto Río Hondo, seguí
el transcurso de la calle durante 30 metros la cual se convierte en
Félix Berenguer. Después de 20.7 kilómetros y 31 minutos, llegué.
134
7. Félix Berenguer, Colonia Lomas de Virreyes
Origen: Félix Berenguer, Colonia Lomas de Virreyes
Destino: General Félix Uresti Gómez, Colonia 1ero de Mayo
Kilómetros recorridos: 13.3 Km.
Tiempo Estimado: 20 min.
Empecé en Félix Berenguer en la colonia Lomas de Virreyes, conduje 50 metros en dirección de Acueducto Río
Hondo, avancé recto 30 metros más y giré a la izquierda en la calle Aguilar y Seijas, seguí el transcurso de la
calle durante 150 metros y giré a la derecha en la calle Iturrigaray, seguí el transcurso de la calle durante 140
metros y giré en diagonal a la derecha en el Boulevard de Los Virreyes, seguí por Virreyes durante 30 metros
y giré en diagonal a la derecha en Prado Sur, seguí el transcurso de la calle durante 580 metros y giré a la
derecha en Paseo de la Reforma, seguí por Reforma durante 7.8 kilómetros y giré en diagonal a la derecha en
la calle Eje 1 Norte, Rayón, seguí el transcurso del Eje 1 durante 2 kilómetros (éste va cambiando de nombre
de Rayón a Héroe de Granaditas a Avenida del Trabajo). Giré en diagonal a la izquierda en la calle Herreros,
seguí el transcurso de la calle durante 1.2 kilómetros y giré en diagonal a la derecha en la Calle Estampado,
seguí el transcurso de la calle durante 40 metros y giré a la izquierda en Avenida Peñón. Seguí por Peñón
durante 900 metros y giré a la izquierda en la Calle Cairo, seguí el transcurso de la calle durante 250 metros
y giré a la izquierda en la calle General Gertrudis Sánchez, seguí el transcurso de la calle durante 60 metros y
giré a la derecha en la calle General Félix Urresti Gómez. Después de 86.1 kilómetros y 127 minutos, finalicé
el recorrido.
135
8. General Félix Uresti Gómez, Colonia 1ero de Mayo
136
4. Navidad en Julio
137
Cinco pasos para emprender una deriva
por Eusebio Bañuelos
139
1º Empezar a moverse.
2º Continuar m o v i é n d o s e .
3 º Man t e n e r s e e n m
o v i m i e n t o .
4 º S e g u i r m
o v i é n d o s e .
5 º
N u
n c a
d e j a r
d e
m o v
e r s
140
1.
Durante mucho tiempo de mi vida rechacé con toda mi alma el mundo exterior,
pero ahora que creo estar abierto a él, el mundo exterior ataca mi cuerpo.
Regina número 10, colonia Centro. Hoy desperté y, como siempre, empiezo
dibujando la unión entre dos puntos; sigo más o menos la misma ruta. La
misma rutina. Nunca es igual. El paisaje cambia, las personas cambian, los
objetos cambian; yo mismo cambio, mis ideas también cambian, nada es igual.
Hay accidentes. Hoy es un día como cualquier otro. Mañana será un día como
cualquier otro. Ayer fue un día como cualquier otro. Y, sin embargo... Ese día
el 16 de junio de 1904 el señor Bloom entró y se sentó en el sitio vacío. Tiró
de la portezuela tras de sí y dando con ella un portazo la cerró bien apretada.
Pasó un brazo por la correa de apoyo y se puso a mirar con seriedad por la
ventanilla abierta del coche hacia las persianas bajadas de la avenida. Alguien
se echó a un lado: una vieja atisbando. Nariz blanca de aplastarse contra el
cristal. Dando gracias a su destino porque la habían pasado por alto. 65 años
y 136 días más tarde nací yo: el sin sentido por las calles de la ciudad de
México 105 años después. Un cuerpo en medio. En el tiempo se alternan una
voz interna y otra externa, un sonido, una idea. ¡Un instante! ¡La eternidad!
Algunos se quedan, otros se van. ¿Los otros? También se quedan, también se
van. Permanecen ocultos flotando sin un testigo, sin un vocero; no hay dialogo,
a veces se confunden. Escucho música. Una canción. Un sonido. Siempre hay
una voz. ¡Crimen capitalista! Crimen capitalista, crimen capitalista ¡YAAAAA!
A veces hay dos voces. A veces hay más. Sí, escuche: Und hört er Frieden, sieht
er rot. Er sagt als Präsident von USA, Atomkrieg? –Ja, bitte, dort und da y me
gustó. No puedo decir lo que sucede. Es fácil repetir lo que se escucha. Y si él
escucha la paz, él ve rojo. Él, como presidente de los EE.UU., dice: ¿la guerra
nuclear? –¡Sí!, por favor, acá y allá. Dos voces, una traduce. Unidad, todo es
una traducción. Una línea. El tiempo. Un recuerdo. Agrupémonos todos en la
lucha final. El género humano es la Internacional. La escuché, ahora la escucho;
una y otra y otra más. Voces. Unas se quedan las otras ya no están se fueron.
Lo entendí. Lo quiero a morir y es un cuchillo que me corta las venas ¡Haaay!
No, no entiendo nada. Veo. Todos están aquí. Estoy solo. No hay certeza. El
silencio. Es la otra voz, la que no puede nombrar. Nada esta aquí. Es otra cosa.
Campanudio lalalí Auriciento auronida Lalalí Io ia iiio Ai a i a a i i i i o ia.
142
2.
Sobre el sendero hay un adentro y un afuera, también individual. En la mitad
de un puente peatonal no hay una dirección exacta, sólo referencias. Veo
personas, categorías, clasificaciones. Un chaparro, un flaco, una gordita, un
alto, un punk. Una señora, un señor, un niño, un anciano; ése tiene cara de
inteligente, ése de idiota. Un hipster, un emo, un darki, otro punk, un travesti,
otra señora, un gringo. Una chica muy bonita, un hippie, un anciano, un hippie
anciano, una niña. ¡Pinche mamón!… Algo se fue, ya no está aquí; lo demás
permanece inmóvil. No, no tengo historia. Soy anarquista, soy neonazista, soy
un skinhead, soy ecologista, soy peronista, soy terrorista, capitalista y también
soy pacifista. Todos. ¡María del pueblito! Estar en medio es como no estar en
ninguna parte. Gente. Lugares. Personas. Una ventana y una mujer que canta
hacia la calle. Todos estamos inmersos. El pasado. Había un hombre y una
mujer. La historia. Ese día fue demasiado. Hoy también. Mientras tanto pienso.
Soy activista, sindicalista, soy agresivo y muy alternativo. Ahí va otro niño, allá
va otro anciano. Pobre tonto, ingenuo charlatán. Un recuerdo suspendido.
Un deseo detrás. La eternidad. La música es eterna, a-histórica. Así se indica
políticamente. La música en el tiempo es Muzak: cepas flotantes, la papilla
sin sentido que nos ofrece una banda sonora, el telón de fondo para la vida
de otras personas. Se encuentra detrás de los que tienen historia, de los
que son viejos. Al igual que la música embarazosa de las caricaturas este
ruido de fondo muestra su edad en una forma divertida; provoca disgusto en
los débiles oyentes que están familiarizados con ella, que creen que fueron
impermeables a la cooptación. Sentí algo pero no es suficiente. Otra canción.
En una sociedad que ha abolido toda aventura, la única aventura que resta
es abolir la sociedad. Es un deseo individual; un deseo colectivo simplemente
es un deseo. El deseo es nómada, no tiene nombre. Un huracán feliz que
avanza. Yo también. Eso creo. Ayer emprendí otra ruta. Hoy la repito, no sé si
mañana pueda emprender una nueva. El tiempo pasa. Continúa. ¡Libertad!
Se detiene. Me ahogo. Me hundo. Necesito respirar. Así es la naturaleza de
los peces…
143
3.
El tiempo no cesa. Vivir el tiempo. En medio de la urbe el cansancio, la
confusión. El rencor. Entre Sol y Luna en Aldama. Oigo voces, pienso, creo
que pienso, me multiplico: soy uno pero también soy otros. Construyo una
trayectoria física y mental. Sí. Lo importante es lo que está pasando. Eso
es importante. Ver las cosas siempre por el medio, por donde transitan,
porque lo que transita es la vida, algo más fuerte que cualquiera de
nosotros, más fuerte que los sujetos que somos… El viaje, incluso a las
islas o a los espacios inmensos, no acarrea una auténtica ruptura si uno se
lleva consigo su Biblia, sus recuerdos infantiles y su discurso ordinario. …
El viaje persigue un ideal nómada, pero a modo de un deseo ridículo, ya
que el nómada es, bien al contrario, el que no se mueve, el que no quiere
irse y se aferra a su tierra desheredada o región central. No viajamos por
el mero placer de viajar. El verdadero soñador es el que va a verificar algo.
Pasó tan rápido que no pude ver. Es una mujer. Es un hombre. Ya no esta
aquí. El tiempo es eterno, el hombre no. La memoria es eterna. ¡El tiempo
vivido! El hombre deviene hierba. Es un sueño. Un viaje. Es personal. Es
público. Hay un deseo sin nombre pero también hay un deseo con nombre. El
espectáculo no es un conjunto de imágenes sino una relación social entre las
personas mediatizadas por las imágenes. En el mundo realmente invertido,
lo verdadero es un momento de lo falso. El hombre deviene hierba. Ya lo sé,
él no está solo. Cuando lo espectacular era concentrado se le escapaba la
mayor parte de la sociedad periférica; cuando era difuso se le escapaba una
mínima parte; hoy no se le escapa nada, así, la experiencia práctica de la
realización sin freno de la voluntad de la razón mercantil habrá demostrado
de forma rápida y sin excepciones, que el devenir-mundo de la falsificación
era también el devenir-falsificación del mundo. Él está solo. A mí me gusta
viajar. Todo cesa. Testifico. Dicen que la nieve es punzocortante.
146
4.
El camino está marcado. Es por la izquierda. Es a la derecha. No, es de
frente. Se quedó atrás y ahora es diferente: no lo reconozco. Es mejor dar
una vuelta. Es mejor seguir. Construir una línea. Crear un punto. Unir dos
puntos. Tres, cuatro, cinco. Ya no hay retorno y creo que me pierdo, viajo y me
diluyo. Se ha ido. El Eje Central con Independencia. Ayer estuve aquí. Derivas
en las estructuras sociales. Una marca temporal. Derivas en las estructuras
mentales. Derivaciones de lo mismo. Ya lo dije, no soy el mismo, soy el otro.
Un eslogan. Identidad. Esto no es más que el principio, continuemos el
combate. Michael Doumit. El Che. Pornografía. Cultura. La Latino. Madonna.
Política. El Borceguí. Otra marca. Deportes. Un perfume. Entretenimiento.
Otro cuerpo. Sociales. Un local. Una plaza. ¡TAN TAN, dijeron las campanas!
En el metro. En la calle. En el museo. En la casa. Soy un recuerdo. Ahora en un
tianguis. Nancy, Carlos y yo. Mañana. Caras, objetos, voces, un recuerdo, un
payaso, Ronald. Un accidente. Es posible. Un payaso. El otro yo del mexicano.
Un mentiroso. Los ovnis en México. Los empresarios alemanes, el tercer
Reich y la oposición de derecha a Cárdenas. Una metáfora. Socialismo para
principiantes. Otro recuerdo. La memoria es como un barquito de papel que
cruza el umbral del tiempo. Toma 15 −A veces todo es tan falso que lo que
el ojo ve se transforma en un sentimiento y deja de ser lo que realmente
es. Toma 18 −A veces todo es tan falso que lo que el ojo ve es la realidad
aparente y deja de ser un sentimiento. México. El temblor del 85. La muerte
de un cantante. Otra rola. Me encanta. Fue en la estación del metro Balderas.
McDonald’s-México inició en 1985; en 2007 llevaba 367 locales y 12,500
empleados, su eslogan ME ENCANTA. Otro payaso. Es una mierda. Soy un
payaso. Una alternativa. Una sentencia. Un pájaro. Un gato. Otra canción.
Una jaula. Un hombre, una anécdota. No, no puedo. No era un hombre
doblegado sobre sí mismo, sino proyectado hacia afuera. Las diferencias de
un lugar, de un recuerdo, de la memoria, no las veo. Hay individuos. Un
individuo. No pensamos que un ratón, un humano, un murciélago y una vaca
tengan, necesariamente, la misma inteligencia, porque no creemos que todos
seamos solamente mamíferos. Pero sí tendemos a pensar de ese modo de los
pájaros: pensamos que todos son pájaros. Esta idea de los pájaros no es más
que una idea errónea, tanto como decir “mamífero”. Es una clasificación que
147
nos hace extraviarnos y que no nos ayuda en absoluto. Ahora quiero hablar
sobre algo más que no va a ningún lado y que no viene de ninguna parte
y sólo porque estaba hablando de México. Yo viví un tiempo en México, a
un lado de un cañón pequeño pero profundo y desde mi terraza se veía el
cañón. Al fondo del cañón había un riachuelo y una cascada y detrás de la
cascada una colonia de golondrinas que siempre había vivido ahí. El grupo,
que no migraba, se componía de alrededor de quinientos pájaros que vivían
detrás de la cascada. De día salían y volaban por ahí como golondrinas y
por la noche regresaban y vivían detrás de la cascada. Mientras trataban de
dormir, el agua las mojaba. En ese mismo lugar, yo tenía un pequeño colibrí
que vivía en mi terraza, y tampoco él migraba. Vivía en mi terraza. Además
de alimentarse con el néctar de las flores, comía crías de araña que sacaba
de las telarañas. Había también una bandada de unos veinticinco o treinta
loros que volaban cerca del cañón y hacían algo así como una conferencia;
se burlaban de todos los otros pájaros y uno podía escucharlos hablar de los
otros pájaros. En el cañón había un pájaro llamado el “reyezuelo del cañón”,
que cantaba muy bonito y todos los días yo veía al reyezuelo del cañón.
Entonces, un día, un gato llego a nuestra casa y quiso vivir con nosotros, así
que, para mostrar que quería ser nuestro amigo, nos trajo al reyezuelo del
cañón. Esto es todo lo que quiero decir sobre México…. ¡Socorro!
148
5.
Alguien llora, gritos, autos, ladridos; alguien ríe, alguien canta. Sirenas. Un
producto, una mercancía, información, saturación. El ruido, el caos se detuvo,
ahora el silencio. Se detiene el tiempo. No. Detengo el tiempo. Una fantasía.
El anarquismo es una doctrina y movimiento radical que promueve la acracia,
es decir, la autonomía de cada individuo. Sigue, continúa, no te detengas.
¡Los pelos no me los voy a quitar! Pero para seguir con lo que casi estaba
diciendo, siempre hay dos extremos. Un trayecto siempre es entre dos puntos,
pero el entre-dos ha tomado toda la consistencia y goza de una autonomía
como de una dirección propia. Hubo una vez un país maravilloso. Fantasía.
Es una mentira. Hay que terminar de una vez con el juicio de Dios. Es una
trampa. Es real. Espectacular. Es material. La expresión de Bergson respecto
de la “sinceridad puramente material” encaja plenamente en la noción
althusseriana de los aparatos ideológicos del Estado, es decir, en el ritual
externo que materializa a la ideología: el individuo que mantiene su distancia
con relación al ritual no está consiente de que éste lo domina ya desde dentro.
Como dijo Pascal: si no crees arrodíllate, actúa como si creyeras, y la creencia
llegará por sí sola. A esto también se refiere el “fetichismo de la mercancía”
de Marx: en su auto-conciencia explícita, un capitalista es un nominalista
sensato, pero la “sinceridad puramente material” de sus actos muestra las
“debilidades teológicas” del universo de las mercancías. Es esta “sinceridad
puramente material” del ritual ideológico externo, y no la profundidad de las
convicciones y los deseos del individuo, lo que constituye el verdadero locus
de la fantasía que sostiene la construcción ideológica. Un día no hubo Punk,
al día siguiente la ciudad fue arrasada con ropas desgarradas, perforaciones
seguras y espigas en la cabeza. Ahora soy hacktivista. Ahora el viento toca
mi cuerpo, cierro los ojos y ya no estoy aquí. Mentiras. Sigo. Sigo viendo,
sigo escuchando, sigo pensando. La naturaleza en medio de la urbe. Ya no
tengo esperanza, los ciegos hablan de una salida. Yo veo. Desobediencia
civil. Me veo en una esquina. Me veo en línea recta. Me acomodé con mucha
dificultad en la cama, el cuerpo me pesaba, pasé con mucha dificultad por el
pasillo. Desperté, era un sueño, el sonido de la llave en la cerradura me hizo
caminar nuevamente por el pasillo y ahí estaba todo igual que en mi sueño,
los ganchos, los cuadros, la luz, todo era igual; entonces un movimiento
151
en mi cuerpo, lento y pesado me recordó que aún seguía dormido. Intento
despertar y no puedo. Donceles 101-23, colonia Centro, México D.F. Me veo
de vuelta. El olvido. Ya no me veo, me diluyo. Más personas. Una mujer, un
hombre. ¡Salieron los luceros! Me adelanto. Otra mujer en la ventana, igual
que hace 105 años, con la nariz pegada al vidrio pero ahora es una niña, del
otro lado un accidente. A ella le gusta que la vean, a la otra no. Extraordinario
el interés que se toman por un cadáver. ¡Aquí hay pan! ¿Aquí hay pan? Es de
noche. Sigo. Sigo. Sigo. Hay dos voces. Es un deseo. Hay dos deseos −Dicen
que es muy inteligente. −¡Claro! ¡Está estudiando en Harvard!
152
No es preciso decir que uno no está constreñido a corregir un trabajo o a
integrar diversos fragmentos de obras caducas en una nueva; puede
también alterar el significado de aquellos fragmentos en un sentido
adecuado, abandonando a los imbéciles la preservación esclavizadora
de la ¡cita! Lo que presento es, de alguna manera, la bitácora de una
experiencia dibujada por el recorrido de trayectorias aleatorias en la
ciudad de México. Es un texto que describe un flujo de conciencia,
una apreciación temporal y espacial del acto de viajar. Es un dialogo
interno con el exterior. Es, de alguna manera, una recapitulación sobre
las sensaciones y recuerdos acumulados en la memoria del paseante.
155
Forma mentis
o Psicogeografía de un edificio
por Ana R. Lacorte
157
Entre las diferentes acepciones que podemos imaginar para la palabra
edificio, me remito a la más primigenia: æde y facere1, el lugar en el que
se genera el calor. Aunque hoy en día la imagen que un edificio nos evoca
es más bien la de un conglomerado de torres de cristal, un pequeño
bloque de tres pisos con o sin ventanas, con o sin balcones, hundidos o
al ras del suelo, recién remodelados, completamente despellejados, de
obra reciente y de múltiples funciones: edificios inteligentes, edificios
multifuncionales, edificios-vecindad, edificios-rascacielos, edificios-Santa
Fé, edificios-Polanco, edificios de la Escandón, edificios de la Narvarte...
158
Todo el universo, en sus diversos estratos,
se asienta en el poder de las relaciones.
A. López Quintás
159
FIRMITAS
Siguiendo con una antigua tradición, los departamentos de este edificio son
multifuncionales. Más de la mitad de los vecinos viven y trabajan ahí mismo
y a veces requieren de la colaboración entre ellos. Los nexos entre vecinos de
un edificio tan pequeño ventilan varias situaciones. Por ello, la frecuencia y
cercanía de estos intercambios se complejiza e intensifica.
Tipos de relación:
- Laboral
- Amable
- Entrañable
- Cortesía / hipocresía básica
- Desprecio
- Omisión
160
Esquema de relación laboral interno:
Si bien el edificio X es de vivienda, se hilvanan diversos servicios de un
departamento a otro. Las relaciones laborales que se han dado, surgen de
una red social íntima que permite la colaboración entre sus miembros gracias
a su cercanía. Esta cadena de relaciones teje un nivel adicional de correlación
que promueve y refuerza las estructuras sociales internas y fomenta la solidez
de la estructura relacional del edificio X. Por ello, los vecinos que colaboran
unos con otros son solidarios con el edificio. Saben que los alberga y que
promueve los lazos entre ellos.
Entre las actividades que se dan están los servicios “establecidos”,
como el de odontología y el consultorio de psicología. Por lo demás, los
servicios de maquila, secretariado, costura y favores remunerados, en general
son resultado de la proximidad y la intimidad del espacio mismo.
Estas redes de trabajo se extienden a su vez en ramificaciones externas.
Entre las más significativas y eficientes se encuentran las del sistema de
limpieza. Servicios como los del señor factotum (hombre de toda la confianza
del casero y por ende del edificio y de sus habitantes) ajusta y repara
averías en general, el de las hermanas que se dividen el aseo haciendo un
departamento cada una y el de la tintorería-lavandería que recoje y entrega a
la puerta, son parte fundamental del buen funcionamiento de un edificio de
clase –digamos– “media”. El edificio es permeable a estos distintos agentes
Esquemaque
externos de relaciones
promueven dela salud física y el mantenimiento básico al exportar
TRABAJO
las excresiones y secreciones.
01Vecina
02 Vecina
03 Vecina
04 Vecino
05 Vecinos (2)
06 Vecinas (3)
07 Yo
08 Vecina
09 Vecina/Vecino (2)
10 Vecina/Vecino (2)
161
Esquema de desprecio: bilateral y unilateral:
En este caso, el esquema de desprecio es quizá el lugar común en cualquier
espacio de convivencia diaria. A diferencia de un ente con vida para el que
algún remedio puede restituir cualquier mal funcionamiento de sus órganos,
en el edificio X no es así. En todo caso, los problemas se acentúan. Sin
Esquema de relaciones de
embargo,
DESPRECIOel desprecio no pasa a mayores. Se queda en el plano hipócrita de
un saludo semi-amable.
01Vecina
02 Vecina
03 Vecina
04 Vecino
05 Vecinos (2)
06 Vecinas (3)
07 Yo
08 Vecina
09 Vecina/Vecino (2)
10 Vecina/Vecino (2)
Esquema de omisión:
ElEsquema
edificio Xdetiene
relaciones
sólo 9dedepartamentos y una portería, todos conectados por
OMISIÓN
un solo acceso y una sola escalera. Aún así, más de la mitad de los vecinos
se desconocen entre sí.
01Vecina
02 Vecina
03 Vecina
04 Vecino
05 Vecinos (2)
06 Vecinas (3)
07 Yo
08 Vecina
09 Vecina/Vecino (2)
10 Vecina/Vecino (2)
162
Así se amasan continuamente las relaciones de los habitantes del edificio X.
El día a día se da en un ambiente por demás tranquilo, promedio, sin
sobresaltos, quizá igual que el de todos sus habitantes: promedio,
sin sobresaltos.
VENUSTAS
163
Sin embargo, siguiendo sus mismas leyes, al entrar a los departamentos 03,
06 y 09, el “amor” del edificio está “mochado”. La vecina del 01, consternada
por ello, regala a sus vecinas del 03 una perla de cristal facetado que refleja la
luz de la ventana para duplicar el espacio y completar la “esquina faltante”.
A pesar del gesto por restaurar el amor en el edificio, el departamento
10 sufrió una separación inminente. El marido se fue con una más joven y,
según la última estadística, ya sólo quedan solteros en el edificio.
Para redoblar los esfuerzos y completar simbólicamente la esquina,
invité al vecino del 09 a dibujarla con rojo. El trazo tiene una intensión
muy clara: restaurar el amor en el edificio. Coincidentemente, la recién
abandonada vecina del 10 cruzó la calle cuando comenzamos. Al terminarlo,
venía de regreso.
164
UTILITAS
Bitácora de eventos:
En septiembre de 2007, una fiesta del departamento 09 despierta el
descontento de la entonces vecina del 07. Una nota de severa amenaza
queda como condena en la puerta, junto con los restos de la fiesta. Los
voceros del edificio (debo decir voceras), indignadas, corrieron la voz de lo
sucedido (me refiero a la carta, de la fiesta todo el mundo se enteró). La
mitad de los vecinos se indignó y a la otra mitad le fue indiferente. Aún así,
permeaba una tensión y depresión general en el edificio, generada por la
amarga nota.
En noviembre de 2008 llegó un nuevo perrito que ladra como todo perrito
chiquito: mucho y agudo. Vive, como buen perro de ciudad, en la azotea, junto
con el de la administradora. La del 08 tiene dos más muy viejitos y pequeñitos,
165
pero curiosamente silenciosos. En total hay cuatro perros. En marzo de 2009
fallece el mayor de los perritos. El edificio da un pésame general en cada
saludo a la vecina del 08. La vecina del 09 decide que ella quiere también un
perro y pide permiso al dueño para traer uno nuevo. Extrañamente, pide
permiso. Extrañamente, le es negado.
Evento del 06 de abril del 2009. Los vecinos del edificio contiguo gritaban
desde sus ventanas. Al parecer, había llamas en el departamento 06. Los del
09 salieron corriendo a ver a los bomberos: tres ambulancias y un camión
bloquearon el acceso al edificio. De abajo no se veía nada, sin embargo,
los vecinos de enfrente insistían en las llamaradas del departamento 06.
Con el alboroto, se encendió la luz del supuesto departamento en llamas y
todo desapareció, no se veía más que una habitación. Había una extrañeza
general. La explicación a los bomberos, a quienes no se les permitió
la entrada, fue que un microondas hizo cortocircuito.
La explicación
a los vecinos preguntones fue que eran unas velas en la habitación.
La
explicación de la vecina del 01 es que estaban haciendo brujería.
Poco se sabe de las vecinas del 06: dos hermanas, una de ellas con
una hija de aproximadamente 11 años. Se les ve poco, salen en horarios
indistintos, bastante arregladas, y nunca juntas.
Parte importante de la dinámica del edificio se generaba con los vecinos del
departamento 09. Para septiembre, la conjunción negativa de los astros y
quizá el edificio, cansado de demasiadas visitas y azotones de puerta, decide
separarlos. Una pelea irreparable los aleja y ambos deciden mudarse. Hay
una tristeza general en algunos vecinos pero el edificio parece tranquilo
hasta que llegó el nuevo inquilino. Un amigo de los del 09. La primera fiesta
provocó el descontento general entre los vecinos. Esta vez no hubo carta.
166
Nuevamente aparecen las vecinas del 06 que alegan que entraron a robarles.
Los hechos:
-La cerradura de su puerta no estaba forzada.
-Recurren al casero en primera instancia.
-Reportan el robo de una pantalla de plasma, una computadora
y algunas joyas a plena luz del día. Nadie vio.
-La casa no estaba revuelta.
-Todos los vecinos dudan del robo. Al parecer, la policía también.
-Deben 3 meses de renta.
167
LADO B
2 Para bien o para mal, 42 días posteriores a la esquina roja, la moto negra y el marido regresaron al
edificio. Al terminar este texto, ya se había vuelto a ir.
168
Rastreando memoria
por Amanda Gutiérrez
169
Inmigrar.
(Del lat. immigrare).
1. intr. Dicho del natural de un país: Llegar a otro para establecerse en él,
especialmente con idea de formar nuevas colonias o domiciliarse en las ya formadas.
2. intr. Dicho de un animal: Instalarse en un territorio distinto del suyo originario.
Diccionario de la Real Academía Española
170
del cine Diana. Y al despertar invariablemente observo mapas, imagino su
conexión física y su conexión simbólica finamente atada por mi historia.
Dos espacios infinitamente disímiles, relacionados con las metáforas que mi
memoria establece. Así la narrativa comienza y mi anécdota se constituye.
Estos son algunos fragmentos de los textos que los participantes escribieron.
También se muestra un boceto de los dibujos que realizaron durante el proceso,
y una imagen fija de la animación construida a partir de estos materiales.
1 A partir de este planteamiento se creó una base de datos con la digitalización y captura de imágenes
que luego se llevó a formato impreso, pues las cinco animaciones en stop motion fueron enteramente
realizados con recortes de papel.
171
Nombre: Jill Anderson
Pais: Estados Unidos
Idioma de la narración: inglés
I grew up in Texas and it took me four different moves to get to Mexico City.
I always felt like I was heading south, but I had to move north in order to get
back down. Leaving home for me is exhilarating. That is the best word for
it. I am, perhaps, all too ready to leave home. Like many of my peers, in
1997 I left my childhood home in Houston, Texas, thrilled to be moving as far
away as possible–off to college in Vermont. But I counted on always being able
to come home, so it surprised me when my childhood home no longer felt like
home. I suppose I feel like that home really walked out on me. The dining room
table that I loved to sit around over meals, and late at night to eat a solitary
bowl of ice cream, has been sold. An elderly couple and their ailing mother
live in our house on 3658 Chapel Square, where all four of us grew up. When
my parents, on the verge of divorce, and my youngest sister moved out of that
house, our dog ate some rat poison dislodged from the shelf during the move.
She died. The streets and stores and trees and wilderness areas have changed
and I return to my parents’ houses to find almost everything I remember buried
under pavement and new, indistinguishable strip malls. I don’t know yet if
I keep leaving home in search of that first one, or if I am urged forward in the
hopes of finding a new one, or if I am learning to carry home wrapped around
my shoulders like my rebozo heavy with a child.
I moved to Mexico, finally, after going to college in Middlebury, Vermont,
living in New York City for nine months, and then going to graduate school for
five years in Austin, Texas. I had traveled and visited many different parts of
Mexico when I decided to move to Mexico City in 2006.
Making the transition was a scheme to get out of the smallish world of
the graduate student scene, a dream-fulfilled to live and struggle beyond the
border of the United States, and a challenge to myself to leave it all behind
and find out what parts of my self surfaced and what parts sunk in such new
and different waters. Looking back, I see a pattern: intense years of education
in an idyllic, safe place, followed by my willful launch into the unknown
adventures of a mega-city. Looking back, I can also see the ever-present
172
tug of my soul towards Mexico and the life I imagined awaiting me there.
When I boarded the plane to Mexico City on June 1st, 2006, with a
one-way ticket, I was six months pregnant. The big city that had captured my
dreams, and my future, had shrunk to one beating heart and one pair of shining
blue eyes and his words ringing in my ears, “This is our city.” As the plane
landed and the houses of Mexico City curled around hills and spread towards
the horizon below, I had only one thought. He is waiting for me in the airport
and this is our city. The weight of my belly before me left me little time to look
back on the similar pollution-smeared sunsets of Houston, Texas, or the rolling
hills spotted with perfect, hidden swimming holes in Austin. I was rushing to
find the home I knew we needed in order to welcome this new life. I should
have known better. If I would have paid better attention to all those black and
white Mexican films of young, innocent, indigenous girls ravaged by the hard
luck of urban circumstance, I might have been better prepared for the shock of
Mexico City.
As a visitor, a visitor falling in love, I was charmed by the Distrito Federal.
I loved the old neighborhoods, the sprawling Zócalo, the broken sidewalks, the
possibility around the corner, the used bookstores overflowing with yellowed
pages, the new people to meet and to learn from, the women who flatten
tortillas and grease the quesadillas over their humble corner comal, and the
men who puff out their chests below their taco aprons while chopping large
piles of meat into fine threads. I still love those things. But when I first moved
to Mexico City, I felt the altitude slow my forward momentum as I began to
sympathize with the thousands and thousands of men and women who move
to this place with hope, and instead find hardship. And it is not as if my life was
that hard–I was just getting more and more large with child and feeling more
and more awash in the challenges of navigating unknown, dirty city streets. The
heat of the metro was oppressive, the exhaust of the cars was nauseating, and
the endless numbers of people speaking a foreign language was lonely. I often
felt like I could not make myself understood, even with my fairly useful level
of Spanish. I was lumbering around and only my silent whispers addressed to
my unborn baby felt intelligible. I cannot separate the challenges of moving to
Mexico City, or even what Mexico City is to me, from the experience of being
pregnant and giving birth here.
173
Traducción
Crecí en Texas y me tomó cuatro movimientos llegar a la ciudad de México.
Siempre me sentí atraída por el sur, pero tuve que moverme hacia el norte
para bajar después.
Irme de casa, para mí, es excitante. Esa es la mejor palabra, tal vez porque
estoy más que lista para partir de casa. Como todos mis amigos en 1997,
dejé la casa de mi niñez en Houston, Texas, muy emocionada por moverme
lo más lejos posible para ingresar a la universidad en Vermont. Sin embargo,
siempre pensé que podría regresar a casa, así que me sorprendí cuando mi
casa ya no se sentía más como un hogar. Supongo que sentí como si esa casa
se saliera de mi. La mesa del comedor en la que me encantaba sentarme a
almorzar, o a comer un tazón de helado, solitariamente a altas horas de la
noche, se vendió. Ahora son una pareja de ancianos enfermos y su madre los
que viven en nuestra casa en 3658 Chapel Square, donde nosotros cuatro
crecimos. Cuando mis padres -al borde del divorcio- y mi hermana menor se
mudaron de la casa, nuestra perra se comió algunos despedicios con raticida,
que se vaciaron del bote durante la mudanza. Se murió. Las calles, las tiendas,
los árboles y las áreas silvestres han cambiado. Cuando regreso a la casa de
mis padres encuentro casi todo lo que recuerdo enterrado bajo el pavimento,
y los nuevos y nada familiares centros comerciales. No sé si todavía sigo
saliendo en busca del primer hogar, o si insisto en avanzar con la esperanza
de encontrar uno nuevo o si estoy aprendiendo a llevar mi casa envuelta
alrededor de mis hombros, así como cargo mi pesado rebozo con mi niño.
Por último, me trasladé a México después de ir a la universidad en
Middlebury, Vermont, vivir en la ciudad de Nueva York durante nueve meses
haber ido a la escuela de postgrado durante cinco años en Austin, Texas.
Cuando decidí mudarme en 2006 ya había viajado y visitado muchas partes
de México.
Hacer la transición fue un plan para salir del pequeño mundo de la
escena estudiantil, un sueño hecho realidad para luego luchar y vivir más allá
de la frontera de los Estados Unidos. Un desafío a mí misma, para dejarlo
todo atrás y descubrir qué partes de mi misma salían a flote y qué otras se
hundían en diferentes aguas. Mirando hacia atrás veo un patrón: los intensos
años de educación en un idílico lugar seguro, seguido por mi voluntad de
174
impulso hacia lo desconocido y aventuras de una megaciudad. Mirando
hacia atrás puedo ver también el siempre presente impulso de mi alma hacia
México y la vida que imaginé me aguardaría.
Cuando abordé el avión para la ciudad de México el 1 de junio de 2006,
con un boleto sólo de ida, tenía seis meses de embarazo. La gran ciudad
que había capturado mis sueños y mi futuro se había reducido a un corazón
latente, a un par de brillantes ojos azules y a unas palabras en mis oídos:
“Esta es nuestra ciudad.” Sólo tuve un pensamiento a medida que el avión
aterrizaba y las casas de la ciudad de México se convertían en curvas sobre
las colinas, propagándose en el horizonte: él me espera en el aeropuerto y
esta es nuestra ciudad. El peso de mi vientre me dio poco tiempo para mirar
y comparar las contaminadas puestas de sol con las de Houston, en Texas, o
las colinas redondas que esconden perfectos agujeros flotantes como los de
Austin. Corrí para encontrar la casa que sabía que necesitábamos para dar
la bienvenida a esta nueva vida. Si hubiera sabido lo que me esperaba. Si
hubiera prestado más atención a las películas mexicanas en blanco y negro,
con las jóvenes e inocentes niñas indígenas devastadas por la mala suerte
de las circunstancias urbanas, hubiera podido estar mejor preparada para
el choque de la ciudad de México.
Como visitante, una visitante enamorada, yo estaba encantada por el
Distrito Federal. Me encantaron los barrios antiguos, el Zócalo extendido,
la aceras rotas, la posibilidad a la vuelta de la esquina, las librerías de
libros viejos con desbordantes páginas amarillentas, la gente nueva para
conocer y aprender, las mujeres que aplanan tortillas y hacen quesadillas
con aceite sobre sus humildes comales en la esquina y los hombres que
sacan su pecho por debajo de los delantales de taquero mientras cortan
grandes pilas de carne en finos hilos. Sigo amando esas cosas. Pero cuando
me trasladé por primera vez a la ciudad de México sentí cómo la altitud
aletargaba mi movimiento hacia el frente mientras comenzaba a simpatizar
con los miles y miles de hombres y mujeres que se trasladan a este lugar
con la misma esperanza y en su lugar encuentran dificultades. Y no es que
mi vida fuera tan difícil, es sólo que el vientre me iba creciendo más y
más con la niña y cada vez me sentía más abrumada con los desafíos de
navegar en las calles sucias y desconocidas de la ciudad. El calor del metro
175
era opresivo, los gases de escape
de los coches nauseabundos, y el
interminable número de personas
que hablaban una lengua extranjera
me representaban la soledad. A
menudo me sentía incapaz de
hacerme entender incluso con
mi buen nivel de español. Estaba
vagando de un lado a otro y sólo
me parecían inteligibles los susurros
silenciosos que le dirigía a mi bebé
en mi vientre. No puedo separar
los problemas de mudarme a la
176
Idioma de la narración: alemán
Von dem Haus in dem ich mit meinen Eltern aufgewachsen bin (bis zu meinem 11
Lebensjahr) sind nur einige Bilder übrig – andere vielleicht vorhanden, aber gut
vergraben und in keiner zeitlichen Ordnung. Die schönsten Momente waren wohl
die in der Spielecke (wir hatten eine eigenes Spielzimmer!) mit LEGO Bausteinen
und das Sitzen in der Küche am Küchentisch während meine Mutter das
Essen zubereitete.
Das Haus welches meine Eltern dann gebaut haben war groß und ich
erinnere mich dann gleichzeitig an das Modell welches mein Vater gebastelt
hatte, um dem Architekten seine Vorstellung zu präsentieren. Und es
entwickelte sich mit der Zeit zu einem Monster um schließlich von mir als
„komisches Haus“ betitelt zu werden. Die Scheidung meiner Eltern hat wohl
mit dem Bau dieses Hauses angefangen und hat fast 12 Jahre gedauert. Ein
Schrecken ohne Ende. Es wäre natürlich vermessen die Schuld dafür auf ein
Gebäude zu schieben aber als Anlass hat es mit Sicherheit gut hergehalten.
Um das unerträgliche erträglich zu machen habe ich dann mehr auf
der Straße und im Haus meiner ersten richtigen Freundin gewohnt, wo es
dann so etwas wie einen normalen Alltag gab. Seltsamerweise habe ich es
immer geschafft regelmäßig in die Schule zu gehen, wo sich die Lehrer zwar
ernsthafte Sorgen gemacht haben, es aber irgendwie akzeptierten das ich
mich nur einmal die Woche beim Schwimmunterricht duschte und ansonsten
Angebote vorm Unterricht dies zu tun ausschlug. (Das Blau war nicht die
beste Qualität und wusch sich sehr schnell aus den Haaren wieder heraus.) Ich
denke aus dieser Zeit kommt meine Erfahrung, wie man sich eine geeignete
Infrastruktur schafft die genauso wichtig ist, wie die Base, von der man losgeht.
Die folgenden Wohnungen in Deutschland waren mit Freunden und
einmal mit einer Freundin und wenn ich so darüber nachdenke, immer mit
diesem Konzept.
Die Wohnung zum schlafen und kochen und eine geeignete Infrastruktur im
Viertel um meine musikalischen und sonstigen künstlerischen Unfähigkeiten
mit Enthusiasmus zu betreiben. Immer wieder haben wir in alten Fabriken
und Bars Proberäume und Ateliers eingerichtet und ausgiebig benutzt.
177
Zu Hause ist Schlafen und Kochen und der verkehrstechnische Anschluss (ein
Hauptbahnhof) musste immer in der Nähe sein.
Im Studium habe ich dann fast in der Akademie gewohnt und nur ab
und zu Zuhause vorbeigeschaut. Nach einer heftigen Depression habe ich
mir dann einen Kindertraum erfüllt und mir einen Caravan gekauft um darin
zu wohnen. Das Auto habe ich hinter meiner Wohnung geparkt und durch
das Fenster alles sortiert was notwendig war und den Rest weggeworfen. So
ungefähr das Geld was ich vorher an Miete ausgegeben habe, habe ich dann
für Reparaturen und Benzin ausgegeben, konnte dafür aber Reisen, Konzerte
und Ausstellungen machen. Das feste Haus in der Zeit war die Akademie mit
Ihren Werkstätten und Waschräumen.
Wir habe uns ein Aufnahmestudio eingerichtet und dann mit der Zeit dort
gewohnt. Mit dem Caravan konnte ich weiter Projekte realisieren und bis ich
nach Barcelona gezogen bin war ich eigentlich immer in dem Caravan Zuhause.
In der Historischen Altstadt von Barcelona zu wohnen ist nicht nur Luxus,
sondern auch sehr anstrengend. Die Roommates wechseln fast monatlich
und immer wieder muss man die einfachsten Dinge erklären. Und nach zwei
Jahren will man einfach ein festeres Umfeld haben. Freunde hatten mich nach
Mexiko eingeladen. Sachen gepackt und ab.
Zwei Kisten sind 6 Wochen später angekommen. Es hat nichts gefehlt.
Viele haben mir geholfen, meine Papiere zu regeln und Arbeit zu finden.
Mexico bietet viel Lebensqualität. Wahrscheinlich hat man als Ausländer
einige Vorteile, sicherlich Aufgrund der guten Bildung, die in Deutschland
relativ leicht zuteil wird. Mit einigen Dingen muss man sich aber erstmal
zurecht finden, besonders, was offizielle Papiere angeht (Migration).
Alle fragen einen wie man bloß in so ein Chaos auswandern kann.
Deutschland sei doch so schön. Vielleicht kann man sein eigenes Land
erst schätzen, wenn man eine Zeit als Ausländer / Migrant verbracht hat.
Zurückkehren möchte ich aber nicht.
Als ich mein neues Zimmer eingerichtet habe, bemerkte mein
Mitbewohner, das ihn das sehr an die Einrichtung eines Caravans erinnerte.
178
Traducción
Sólo me quedan algunas imágenes de la casa donde crecí con mí papás hasta
que cumplí los 11 años. Tal vez todavía haya otras imágenes, pero están bien
enterradas y sin orden cronológico. Los mejores momentos probablemente
los pasé en el rincón de juegos (¡tuvimos nuestro propio cuarto de juegos!),
con las piezas de LEGO, o el tiempo en la cocina, sentado en la mesa mientras
mi madre preparaba la comida.
La casa que mis papás construyeron fue grande y siempre recuerdo
la maqueta que mi padre había construido para presentarle sus ideas al
arquitecto. Con el tiempo el proyecto de la casa se volvió una monstruosidad
y finalmente lo nombré “la casa loca”. Quizá el divorció de mis papás
empezó con la construcción de esta casa, y duró casi 12 años. Fue un terror
sin fin. Claro, sería algo exagerado culpar a un edificio por todo eso, pero
seguramente fue uno de los motivos.
Para hacer lo insoportable más soportable empecé a vivir más tiempo
en la calle y en la casa de mi primera novia, donde había una especie de vida
cotidiana, normal. Extrañamente, logré asistir de forma regular a la escuela,
donde los maestros se preocuparon de manera seria. Al final aceptaron que
sólo nadara una vez por semana en la clase de natación, pues rechazaba
toda posibilidad de hacerlo antes de clases. (Es que el tiente azul para el
cabello no era de la mejor calidad, y se despintaba muy rápido con jabón).
Supongo que de esta época me viene la experiencia de creer que una
estructura adecuada es tan importante como la base de donde uno parte.
En los siguientes departamentos en Alemania compartía con amigos y
una vez con una novia. Y si lo pienso un poco, siempre fue bajo este concepto.
El departamento fue un lugar para dormir y cocinar, un espacio base en
el barrio para seguir desarrollando mis incapacidades musicales y artísticas
con entusiasmo. Una y otra vez instalamos y habilitamos estudios y talleres
en viejas fábricas y bares. El hogar fue para dormir y cocinar, la central de
trenes era una conexión técnica para transportarse y siempre tenía que haber
una cerca.
Más adelante, durante mis estudios, habitaba más en la academia y sólo
de vez en cuando llegaba a casa. Después de unas depresiones muy fuertes
logré realizar mi sueño de infancia: comprar una camioneta combi para vivir. La
179
estacioné atrás de mi departamento
y escogí todo lo necesario, sólo llevé
aquello que cabía por la ventana y
lo demás lo tiré. El mismo dinero
que había gastado antes en la
renta, me lo gastaba ahora en
reparaciones y gasolina. Durante
este tiempo realice viajes, conciertos
y exposiciones. En esa época mi
casa base fue la academia, con sus
talleres y regaderas. Equipamos un
estudio de grabación y con el tiempo
terminamos viviendo allí. Con el
remolque seguí realizando proyectos
hasta que me fui a vivir a Barcelona.
En realidad mi casa siempre fue el
remolque. Vivir en el centro histórico
de Barcelona no solo es un lujo
sino también una experiencia muy
desgastante. Los compañeros de
habitación cambiaban casi cada
mes, así que una y otra vez tuve que
explicar las cosas más elementales.
Y después de dos años, simplemente
quieres tener un entorno estable.
Algunos amigos me habían invitado
a venir a México, así que saqué mis
cosas y me fui.
180
cosas, sobre todo en lo que tiene que ver con los papeles oficiales de migración.
Todos me preguntan cómo es posible que uno pueda exiliarse en tal caos.
Alemania es tan bonito, dicen. Tal vez uno sólo puede valorar su propio país
después de haber sido un inmigrante por un tiempo. Pero yo no quiero regresar.
Cuando estaba arreglando mi nuevo cuarto, mi compañero de piso me
hizo notar que el espacio le recordaba mucho, la decoración de un remolque.
181
Nombre: Paola C
País: Perú
Idioma original del texto: español
182
en Barranco. Luego murió mi mamá de cáncer y nos tuvimos que mudar
porque estábamos en la ruina y muy tristes. Era como si la casa se hubiera
quedado a oscuras. Entonces nos fuimos a una casa rentada en Chorrillos,
que irónicamente se llamaba La Dolce Vita, una callecita cerca de un
parque, pero alejada del mar, y en el centro del distrito. No tenía mucha
luz y compartía el cuarto con mi hermano Caroso, que aunque lo quiero
mucho me sentía con el espacio invadido. Un amigo, Isaac, me decía “la
putana” de La Dolce vita. De esa casa tengo pocos recuerdos, la mayoría
son de la universidad. No tuve amigos de barrio como antes y no conocía
a nadie. Luego me mudé sola a una casa también estilo colonial. Esto
lo recuerdo como un sueño, vivía ahí desde los 26 hasta los 32 años. La
calle se llama Colina. Esta casa estaba totalmente abandonada cuando
la encontré. Pero me contacté con Claudia, la dueña, y quedamos que yo
iba por un precio bajo, y que yo iba a hacer los arreglos. Me tardé como
dos años en ir arreglando la casa poco a poco. Ahí viví seis años que eran
como muy iguales. Cada uno de esos años me fui a un país diferente.
Un poco viendo posibilidades de estudiar fuera de Perú. Hice viajes por
todo sudamérica con la idea de que en un futuro me iría a estudiar algo.
183
Estuve en Uruguay, Argentina, Colombia, Venezuela. En ese momento
estaba como desesperada y me quería ir. Me quería ir de esta situación de
isla que tiene este país, siempre ajeno a todo lo que ocurre en el mundo.
184
Nombre: Jairus
País: Nigeria
Idioma original del texto: inglés
My name is Okpayi Jairus Ishegbe. I was born on the 2nd of February 1979
in the Benue State of Nigeria.
I got a scholarship from the state to study abroad for five years in Mexico
City. I left Nigeria the 1st of September, 2005. Coming to Mexico as a student
I took my flight from Abuja International Airport at 8pm, then I arrived in the
Amsterdam airport at 10am. In the Netherlands I got the Mexican visa so I
could go down to Mexico City. Then I flew from the Netherlands to Mexico,
which made me arrive at midnight.
About Nigeria’s background: the land is located East of Cameroon
and West of Benin. Most of Nigeria is flat and unexciting. One part of the
mountains runs along the Cameroon border with a lush tropical rainforest in
the interior, which opens out onto the central grassland of the Jos plateau.
The mosquito lives in the soggy east, they bite in the swamplands, which hold
Nigeria’s most precious commodity–oil.
Like everything else about Nigeria the climate is varied and substantially
different from region to region. The North is hot and dry with one long rainy
season from April to September. The South is hot and wet with a rainy season
lasting from March to November. Temperatures are slightly lower in the
tropical region of the South, but humidity is the real killer. Relief from this
humidity doesn’t come until December and January during the warm season,
when cool dry wind blows off the desert.
Nigeria is the second largest economy in sub-Saharan Africa, because
it accounts for 41 percent of the population. Nigeria is the world’s sixth-
largest oil producer but most of the population still relies on wood as fuel.
Is a shame that Nigeria still depends on wood fire when we have abundant
oil and gas. That’s because our so-called leaders are very corrupt; they are
careless about the welfare of citizens, allowing the forest to be cut down.
We have no reason for using wood fire, since we have the money and
human resources to pipe gas into homes for domestic use. We are deforesting
the North wholly through harvesting wood for fire, and now we are shifting
185
to the savannah on the south. The fire act, passed by the British colonial
authorities in 1987, established that exploiting certain areas could prevent
their proper usage.
When I was in Nigeria the family gas wouldn’t last very long, and even
when we had two gas cylinders stored we hoped for the day when gas would
be cheaper. There is no law against fuelling wood for fire, except in protected
oil tree areas. In these places, chopping down cola nut tress is controlled by
law because of the value of such trees.
When I came to México I saw a big difference in the economy. I saw
cooking gas everywhere and the technology was advanced, even though in
Nigeria we have the privilege of Western education and Christianity. They
have made a remarkable contribution to education and the modernization
of Nigeria. On the map my country is located in the West of Africa, bordering
the gulf of Guinea, between Benin and Cameroon, an area just over twice
the size of Mexico City and Cuernavaca. The border countries of Nigeria are
Benin –which has a total area of 773 sq. km–, Cameroon –with 1,497 sq.
km–, Chad –with 87 sq. km–, and Niger with 1,497 sq. km. Niger has many
natural ressources such as petroleum, tin, iron, coal, limestone, lead, zinc and
natural gas.
Traducción
Nací el 2 de febrero de 1979 en el Estado de Benue, en Nigeria.
Obtuve una beca a través del estado para estudiar en la ciudad de
México por cinco años. Dejé Nigeria el 1 de septiembre de 2005. Vine a
México como estudiante, y tuve que viajar desde el aeropuerto internacional
de Abuja a las 8pm, para posteriormente llegar al aeropuerto de Ámsterdam
a las 10:00am. En Holanda adquirí la visa para poder trasladarme a la ciudad
de México. Viajé desde Holanda a la ciudad de México, lo que me hizo
aterrizar a la media noche.
Algunos datos importantes de Nigeria son: que está localizado al este
de Camerún y de Benin. La mayoría del territorio Nigeria no es plano y poco
emocionante. Una parte de las montañas corre a lo largo de la frontera de
Camerún, tiene una selva exuberante que se abre camino sobre los pastizales
centrales de la meseta Jos. Al este se puede encontrar el mosquito que vive
186
sobre los pantanos de la ensenada, un lugar que contiene la mercancía más
preciada de Nigeria: el petróleo.
Como todo en Nigeria, el clima es variado y substancialmente diferente
de región a región. El norte es seco y caliente, con una larga temporada de
lluvias que va de abril a septiembre. El sur es caliente y mojado, con una
temporada de lluvias que va de marzo a noviembre. Las temperaturas son
ligeramente bajas en la región tropical del sur, pero en realidad la humedad
es el verdadero problema. Sólo hasta diciembre y enero se alivia esta
humedad durante la temporada cálida, cuando un aire fresco y seco sopla en
el desierto.
187
No hay ninguna razón para usar fuego de leña, ya que tenemos el
dinero y los recursos humanos para entubar gas para uso doméstico. Ahora
se está deforestando el norte en su totalidad, pues se recolecta la madera
para hacer fuego, y estamos dirigiéndonos hacia el sur de la sabana. Una
ley aprobada por las autoridades británicas en 1987 establecía que la
explotación de ciertas áreas podía impedir su uso adecuado.
Cuando llegué a México vi una gran diferencia en la economía. He visto
que todo el mundo utiliza gas para cocinar y la tecnología tiene un gran
avance, sin embargo, en Nigeria tenemos el privilegio de la educación y el
cristianismo occidental. Éstos hacen una notable contribución a la educación
y la modernización.
En el mapa mi país está situado al oeste de África, bordeando el golfo
de Guinea entre Benin y Camerún, una zona que puede ser dos veces el
tamaño de la ciudad de México y Cuernavaca. Nigeria tiene como países
fronterizos a Benin, con una superficie total de 773 km, Camerún, con 1497
km, Chad con 87 km, y Níger con 1497 kilómetros.
Níger tiene muchos recursos naturales como petróleo, estaño, hierro,
carbón, piedra caliza, plomo, zinc y gas natural.
Nombre: Escarlet
188
País: Nicaragua
Idioma original del texto: español
189
No había pensado en migrar porque yo decía que estaba bien
con mi familia, pero cuando se empezaron a dar los problemas
de drogadicción de mi esposo, con los golpes, con las ofensas, lo
primero que decidí fue dejar mi casa e irme con mi mamá. Cuando
decidí moverme a otro país fue un año después, porque sentía que
no tenia respaldo de las autoridades. Tenía tantas denuncias en
contra de mi esposo, y cuando lo detenían las cosas nunca quedaban
en nada.
Sabía que México, D.F. era la segunda ciudad más grande del mundo.
Ahora que estoy aquí, los ojos no me han alcanzado a ver su fin, no
he tenido la capacidad, siempre me estoy sorprendiendo. Cuando yo
estaba allá decía, bueno es tan grande que voy a ser como una agujita en
un pajar.
Salí por la mañana como a las diez, lo hice cuando ellos estaban en
la escuela y llegué a la ciudad fronteriza de Nicaragua. Entonces viajé
toda la tarde y a la ciudad Guatemala llegué a las cuatro de la mañana.
El viaje lo hice como en un mes, cuando entré a Guatemala fui a
una casa de inmigrantes a pasar la noche. El tren lo cogí de Arreaga a
Juchitán, que eran doce horas, fueron doce horas interminables porque
eso es un monstruo de grande.
Los trenes son vagones de carga, van cerrados y llevan miles de
personas que suben en Arriaga. Son miles, vas a ver que salen como
hormiguitas de todos lados cuando el tren se estaciona. Unos hombres
van acostados arriba del tren, y otros viajan en vagones que se llaman
góndolas. Esos tienen unas planchas, ahí es donde viajan las mujeres
porque van sentadas. El tren llevaba muchísima gente y donde yo bajé
únicamente bajaron diez personas. De ahí el tren se sigue, se va hasta la
frontera con Estados Unidos.
Ya en mi viaje de Acapulco al D.F. tenía muy poco dinero. Llegué por
la mañana a la estación de camiones que ahora sé que es Taxqueña. En la
estación no sabía qué hacer porque en mi bolsa sólo traía $25 pesos. No tuve
mucho miedo durante el viaje, solo hasta ese momento porque no sabia
qué iba a hacer, ni para donde iba a ir, fue como un despertar ya estando en
la ciudad.
190
Salí de la estación, no sé... mis ideas eran de buscar un trabajo,
eran ideas vagas las que tenía. Me la pasé caminando hasta que llegó
la noche y decidí regresar a la estación porque sentí que ahí iba a estar
segura. Ya llevaba dos noches durmiendo en la estación, y al día siguiente
una señora de un negocio lo abrió y me llamó y me dijo que qué estaba
haciendo ahí, que me había visto dos noches durmiendo ahí. Me sinceré
con ella y le dije que no sabía qué hacer, que estaba en México y que
estaba sola. Me dio una dirección de Sin Fronteras, me regaló $50 pesos,
y me dio un mapa para llegar al lugar.
191
Intervenciones
por Alejandro Albarrán
193
194
195
196
197
198
199
Monumento en deriva
por Paola de Anda
201
202
La cosa más sorprendente de los monumentos es que nunca los vemos,
nada en el mundo es tan invisible.
Robert Musil
¿Cómo logra ser invisible aquello que existe intencionalmente para servisto?
¿Cómo algo puede ser visible e invisible al mismo tiempo?
¿Permanecer es desaparecer?
Cuando repites muchas veces una palabra dejas de reconocerla: se
vacía su contenido dejándola hueca. De igual forma, la permanencia de
un elemento determinado en un paisaje es una especie de repetición que
anula su presencia. Como si cada parpadeo fuera una instantánea de lo
que vemos, una imagen repetida de la que no percibimos sus partes sino su
todo y los elementos que configuran dicho paisaje se mimetizan. ¿Por qué la
convivencia cotidiana con un lugar puede volver invisible su configuración?
¿Por qué dejamos de ver en vez de ver más en el lugar?
El Des-cubrimiento
203
permanecer como las piedras lo hacen en el tiempo. La memoria es un ancla
en las coordenadas del espacio mental, nos ubica en un punto “preciso” en
el mapa de nuestro recuerdo.
Recién re-descubierto en mí, intento desempolvarlo de la memoria, así
como de la circunstancia que lo rodea. Des-cubrir el dibujo que sus derivas
han trazado, de esta manera, hacer visible, los desplazamientos espaciales
y simbólicos de su trayectoria. Saber la forma en que paso de ser un
monumento abandonado a uno sobre el abandono.
Derivar desde el punto de vista situacionista plantea experimentar
el entorno urbano lejos de una mirada estereotipada en la que los
acontecimientos urbanos puedan ser percibidos de formas distintas. No es
leer el espacio urbano al recorrerlo, es significarlo, construir en él cartografías
personales así como nuevas situaciones. Recordar es una especie de deriva
mental, un recuerdo nos lleva a otro y a otro dentro de una geografía
“inventada” por la memoria. Es un trabajo detectivesco en reversa. Las
pistas al revés.
204
Breve psicogeografía en reversa
205
Pista #4 : Permanecer es desaparecer
206
En los años cincuenta, mis bisabuelos llegaron a la colonia Plutarco Elías
Calles, cada uno por su cuenta, arrastrando entre sus maletas las historias
de sus lugares de origen. Mis abuelos se conocieron ahí, unas cuantas casas
los separon para después unirlos tomados cada uno de los extremos de
una línea que procrearon juntos en una sucesión de diez puntos, es decir,
de sus hijos y entre ellos mi madre, y de ahí mi relación con la colonia. El
monumento la conmemora, su existencia comenzó a partir de ella, es decir,
con su nacimiento.
207
Pista #3 : Movimiento es visibilidad
208
Vivía con mis padres en Naucalpan, estado de México. Nuestra casa fue un
hogar de los llamados casa-dormitorio. Salíamos muy temprano para llegar
a tiempo a nuestras actividades y muy tarde, ya de noche, regresábamos en
medio de un sueño pegajoso que amenazaba con cubrirnos por completo.
El frío de la mañana fue siempre intenso, había neblina y los vidrios
del carro estaban escarchados. Recorríamos buena parte del Periférico,
cruzábamos Echegaray, las Armas y Avenida Camarones, hasta llegar a la
Nueva Santa María donde se encontraba la escuela. Muy cerca de la colonia
por la que aún vive mi abuela. La mayoría de las tardes acostumbrábamos
pasarla en casa de los abuelos, en Plutarco Elías Calles; ahora recuerdo
vagamente que el monumento nos quedaba de paso. En ese entonces no
estaba cubierto, lo cual paradójicamente hacía que fuera invisible. Un día
decidieron moverlo, fue un desplazamiento pequeño unos cuantos metros
le dieron sus primeros rasgos de visibilidad.
209
que adquirió en mí la generó su desplazamiento a la ciudad de México.
Su movimiento.
Cuando la lluvia cae se podría decir que adquiere una forma horizontal,
se convierte en una acumulación de materia que genera un cuerpo que
recorre superficies. Cuando Tláloc el horizontal pasó a ser vertical en
su nueva ubicación, me pregunté ¿cómo sería si lloviera horizontal? Si
llovía vertical cuando Tláloc era horizontal, quizá ahora que su posición es
vertical podría llover en horizontal.
210
Pista #2 : Permanencia no es igual a Presencia
211
Hace tiempo que dejamos Naucalpan. Nunca vivimos del todo ahí, así que
mis padres decidieron mudarse al lugar en el que ocurrían nuestras vidas.
Nos establecimos en la Avenida Camarones, en ella pasan las rutas 3 y 5 de
microbuses, ambas recorren la avenida y cruzan obligadamente la “ruta del
monumento”. Es posible, desde la ventanilla, observar todas las ubicaciones
en las que ha estado. “Descubrí” el monumento cuando se encontraba en el
punto “C” de su recorrido. Es decir, en su tercera ubicación. Estaba cubierto
de cartón, lo cual lo hacía tener presencia, su imagen quedaba casi intacta
en la mente horas después.
Cubrir algo es un gesto que acentúa. Lo que se “oculta” queda al
descubierto, paradoja que potencia su presencia. Es un gesto simple: al cubrir
deja ver. ¿Cómo se des-cubre algo? ¿Qué des-cubro en el gesto de cubrir?
¿Qué des-cubro ahora en esta piedra enmarañada envuelta de cartón?
Empalideciendo, cambiando de forma, volviéndose más frágil, el
cartón evidenció el paso del tiempo e hizo irónica la función original del
monumento al conmemorar una situación de abandono. Dicha imagen
generó un desplazamiento simbólico. Era como ver a un homeless sobre
un pedestal.
212
Pista #1 : Un monumento de piedra es una piedra invisible
213
Recuerdo el lugar como una pequeña montaña sagrada. No por grandiosa
sino porque se encontraba ubicada justo afuera de la iglesia a la que,
obligadamente, asistí por un tiempo a clases de catecismo. Grandiosa fue (al
menos en mi recuerdo) la pelea que tuve ahí con un niño. Nos zarandeamos
y revolcamos en la cima de está montaña, nuestras camisas del uniforme
se desgarraron en medio de tanto jaloneo y nuestras cabelleras formaron
en segundos un nido de cuervos, que parecía haber sido sacudido por
algún viento enfurecido. La maestra del catecismo salió de la iglesia para
intentar separarnos. Ella era una “seño” que tenía los ojos rebeldes, cada
uno tomaba su propia dirección a capricho, era bizca. Cuando se dirigía a mí,
me provocaba una gran confusión, era como si me mirara a mí y a mi doble,
había algo de tenebroso en eso. Dejamos de pelear en el intento inútil de
ubicarnos frente a la mirada extraviada de la maestra.
214
Nerivela 2
This second issue was composed with the International Situationist on mind.
A mere homage would have been a cliché these days. The production-as-
an-excuse around the 50th anniversary of their foundation would have been
a common place. We preferred to act according to the old-fashioned way
instead: an immersion into their radical thinking, an appropriation of tactics
and a development of a characteristic way of thought-provoking processes.
The result was a set of projects that try to advance further some Situationist
strategies in a different context, within unspecified limits, among the debris
of the latest sociopolitical catastrophes of this century, which barely begins
to show its deeds.
Duelo de flashes
(Battle with Flashes)
by Mauricio Marcín
A chronicle about a probable encounter between Juan José Gurrola (artist
and writer 1935-2007) and an anonymous waitress, with Enrique Guzmán
(a Mexican pop-music singer) as an improbable witness.
Ciudad en construcción
(City on the making)
by Diana María González
A potpourri of appropriated texts, with highlights and highlighted sequences
that give life to a collage of images from different films. The continuous
relation between image and text skews a representation and at the same
time makes up a city: Mexico City.
216
El sadismo de la revolución y otros absurdos tácticos para perder
el rumbo
(The sadism of revolution and other tactical absurdities to get lost in the way)
by Javier Toscano
A group of four trajectories in different cities, with different investigations
on mind, but with a single objective: to find out the quality of a different
degree of revolt.
Construcción
(Construction)
by Verónica Gerber Bicecci
The memory of a construction site that changed the childhood experience of
the author.
Sí, pero no, dicen unos. No, pero sí, dicen otros
(Yes, but no, say some. No, but yes, say others)
by Tania Candiani
The author produced a project with popular sayings that suddenly appeared
in the public space. The phrases were so alluring that they were included as a
news-article on a urban magazine. The supplementary text recounts the spirit
behind its own making.
217
terms of the contract with the authority, María José tells about the processes,
the incidents, the encounters and the main events of that miniature piece of
land in a poetic but enigmatic tone.
Sin título
(Untitled)
by Daniel Toca
An ironic homage to a beloved artist: Félix García-Torres. The author compares
his installations to home-made artifacts found across the city during a
certain season.
Rastreando memoria
(Tracking memory)
by Amanda Gutiérrez
The irregular traces left by the “continuous” displacement of individuals
from place to place acquires in this piece a relevant status. Immigrants are
not only travelers, but also living reminders of intimate encounters between
different cultures. Their stories are personal, but also representative of a
social environment within a given epoch.
218
Intervenciones
(Interventions)
by Alejandro Albarrán
A series of interventions in public documents, whether newspapers or posters
on the street, make the resulting texts appear as poetry; concrete poetry as
the result of urban meanderings.
Monumento en deriva
(Derived monument)
by Paola de Anda
The project follows the displacement of a monument, which, as the author
puts it, changed from being a forgotten monument to being a monument
about forgetfulness.
219
ÍNDICE
3 Presentación
Javier Toscano
5 Duelo de flashes
Mauricio Marcín
9 Ciudad en construcción
Diana María González
61 Construcción
Verónica Gerber Bicecci
193 Intervenciones
ALejandro Albarrán
2
nerivela 2
nerivela
Publicación experimental de arte contemporáneo
nista
old-fashioned way instead: an immersion into their radical thinking, an
appropriation of tactics and a development of a characteristic way of
cio
thought-provoking processes. The result was a set of projects that try
ional Situa
to advance further some Situationist strategies in a different context,
within unspecified limits, among the debris of the latest sociopolitical
catastrophes of our country, in a nascent millennium that barely
begins to show its deeds.
Alejandro Albarrán
la Internac
Paola de Anda
Eusebio Bañuelos
Tania Candiani
Verónica Gerber Bicecci
En torno a
Diana María González
Ana Lacorte
Mauricio Marcín
María José Ramírez
Daniel Saldaña
Daniel Toca
Javier Toscano