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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

INDICE CAPITULO II

EL DERECHO Y LA EFICIENCIA ECONOMICA

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1.- EL PRINCIPIO DE ESCASEZ……………………………………………………………. 4


1.1 Concepto y Fontera de Producción………………………… 4
1.2 Los Precio Sociales como Señales de Escasez…………. 5
a) Concepto de Precio “Social”…………………………………………… 5
b) Desnaturalización del Precio: Distorsiones……………………. 5
1.- Impuestos……………………………………………………………… 5
2.- Imperfecciones y Precios “Sombra”……………………… 6
c) Precios “Sociales y Prescio “Sombra”…………………………….. 6

1.3 El Principio de Escasez como Desafío del Derecho…….. 6

2.- LA EFICIENCIA ECONOMICA……………………………………………………………. 7

2.1 Concepto…………………………………………………………………………….. 7
2.2 Mensura de Eficiencia……………………………………………………… 7
a) Maximización de Utilidades……………………………………………. 8
b) Minimización de Costos…………………………………………………... 8
2.3 Eficiencia Económica y Bienestar Social……………………… 8

3.- La EFICIENCIA ECONOMICA Y LAS DECISIONES SOCIALES……… 9

3.1 Planteamiento……………………………………………………………………. 9
3.2 El Criterio de Pareto: Unanimidad…………………………………. 10
3.2.2 El Optimo de Pareto………………………………………………….. 10
a) Enunciado General………………………………………………. 10
b) Optimo de Producción…………………………………………. 10
c) Optimo de Consumo……………………………………………. 11
d) Optimo de Estructura Productiva………………………. 11
3.3 El criterio de Kaldor-Hicks: Compensación…………………. 12
a) Principio de Maximización de Riqueza Social………………… 12
b) Evaluación de Proyectos Sociales…………………………………. 13
c) Consideración de Persona Unica Ideal…………………………… 13

4.- IMPERFECCIONES DE LOS CRITERIOS DE EFICIENCIA............. 14

4.1 Descripción del Problema……………………………………………….. 14


4.2 El Efecto Diferencia del Ingreso…………………………………….. 14
a) La asignación de los recursos…………………………………………. 14
b) La distribución en el consumo……………………………………….. 14
4.3 Teorema de la Imposibilidad de Arrow………………………… 15
4.4 Teorema de la Justicia de Rawls…………………………………… 15
a) Principio de la libertad…………………………………………………… 16
b) Principio de la Diferencia……………………………………………….. 16

5.- LA EFICIENCIA ECONOMICO-SOCIAL EN LA COMP. PERFECTA.... 16

5.1 Descripción de la Competencia Perfecta……………………….. 16


5.2 Teorema de la Eficiencia en la Competencia…………………… 16
5.3 Demostración del Teorema de Eficiencia..………………………. 17
5.3.1 La Curva de Oferta………………………………………………….. 17
a) Costo Marginal Social…………………………………………….. 17
b) Costo Mariginal Mínimo………………………………………….. 17
El Excedente del Productor………………………………………….. 18
5.3.2 La Curva de Demanda……………………………………………. 18

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Beneficio Marginal Social…………………………………………….. 18


Excedente del Consumidor………………………………………….. 18
5.3.3 Equilibrio de Oferta y Demanda: Características.. 19
5.3.4 Demostración de Eficiencia u Optimo de Pareto... 20

6.- LA EFICIENCIA ECON-SOCIAL FUERA DE LA COM. IMPERFECTA… 20

6.1 La Competencia Perfecta en el Mundo de Hoy………………. 20


6.2 El mercado Actual: Características…………………………………… 21
a) Grandes Empresas……………………………………………………………. 22
b) Costo de Producir……………………………………………………………… 22
c) Utilidades Anormales o Monopólicas……………………………….. 22
6.3 ¿Puede ser eficiente la Competencia Imperfecta?........ 22
a) Grandes Empresas: Paradigma Estructura-Conducta……… 22
b) El Costo de Producir: La Variedad y Calidad……………………. 23
c) Utilidades Monopólicas: Progreso Tecnológico…………………. 24
6.4 Limitaciones al Desempeño Monopólico………………………… 25
a) Efecto “Desafiabilidad”……………………………………………………… 25
b) Efecto Compensación……………………………………………………….. 25
Teoría de Segundo Optimo (Second Best)…………………………….. 26

7.- CONCLUSIONES SOBRE LA EFICIENCIA ECONOMICO-SOCIAL……. 26

7.1 Condiciones Suficiente de Eficiencia Microeconómica…… 26


a) Agentes Maximizadores………………………………………………………. 27
b) No existan Barreras a la Entrada o Salida………………………….. 27
c) Perfecta Información…………………………………………………………… 27
d) Ausencia de Externalidades o “Bienes Públicos”………………… 27
7.2 La Eficiencia Económica y El Orden Público Económico… 28
7.3 La Eficiencia Econ. y la Estabilidad Macroeconómica……… 28

8. LA TEORIA DE FRACASO DEL MERCADO……………………………………………… 29

8.1 Enunciado…………………………………………………………………………………. 30
8.2 Los “Fallos” de Mercado o “Imperf. de Mercado”…………… 30
a) Problema de Agencia…………………………………………………………. 30
b) Barreras a la Entrada…………………………………………………………. 31
c) Asimetría de Información………………………………………………….. 31
d) Presencia de Externalidades……………………………………………… 32

9.0 TEORIA DE FRACASO DEL ESTADO…………………………………………………… 33

9.1 La Tradición de Pigou……………………………………………………………… 33


9.2 Criticas a la Tradición de Pigou………………………………………………. 34
9.2.1. Estado Carente de Costos…………………………………………… 34
9.2.2. Omisión de Anál. del Origen de la “falla de Mercado”.. 34
9.2.3. Crítica de R. Coase: El Problema del Costo Social…….. 35
9.3 Planteamiento de la “Teoría de Fracaso del Estado”….. 36
9.4 Principales imperfecciones del Estado…………………………… 37
9.4.1 Problema de Agencia………………………………………………….. 37
a) Gasto Excesivo………………………………………………………. 38
b) Incremento del “Tamaño de la Oficina”……………….. 38
9.4.2 Permeabilidad a los Grupos de Presión……………………… 38
1.- Racionalidad de Conducta del Grupo de Presión….. 39
2.- Racionalidad de Conducta del Estado……………………. 39
3.- Racionalidad de Conducta Resto de Sociedad……….. 40
a) Relación costo=Beneficio de Oponerse…………….. 40
b) El Sufragio y la Información…………………………….. 40
El caso de las Bandas de Precio del Trigo……………. 41
Los Grupos de Presión y el Corporativismo………….. 41
9.4.3 Preferencia por Corto Plazo………………………………………….. 42

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10.- ROL DEL DERECHO EN LA EFICIENCIA ECONOMICA................... 44

10.1 Planteamiento……………………………………………………………………… 44
10.2 Orden Público Económico………………………………………………….. 44
10.3 Corrección de Imperfecciones de Mercado …………………... 45
10.4 Estabilidad Macroeconómica o de Precios………………………. 46

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CAPITULO II

EL DERECHO Y LA EFICIENCIA ECONOMICA

1.- EL PRINCIPIO DE “ESCASEZ”

1.1. Escasez: Concepto y frontera de producción.

El concepto del principio de “escasez”, que es el que da sentido a la


ciencia económica, se asocia al designio o imperativo insoslayable, dado por el
hecho de que las naciones y las sociedades en general están dotadas de recursos
productivos limitados y que están predeterminados por la naturaleza.
No existe abundancia infinita de recursos para producir bienes y
servicios. Chile por ejemplo, está dotado de una determinada superficie de tierras
cultivables o aprovechables (que no son más de cien mil km2); una dotación de
minerales; recursos pesqueros dados y una cantidad de población o capacidad de
fuerza de trabajo.
Los factores de la producción más importantes son los recursos
naturales; el capital; la tecnología y, especialmente la población, vista ésta tanto
como número de habitantes como también de capital humano.
En la medida que existen más factores de producción, es mayor la
capacidad de producir, lo que también vale para la población, como factor de la
producción, ya que en la medida que existan más personas, mayor será la cantidad de
bienes económicos que pueden ser producidos. (Ahora bien, desde el punto de vista
del bienestar social, lo relevante es la cantidad de bienes que pueden ser producidos
per-cápita).
El hecho que nosotros, como sociedad, dispongamos de recursos
productivos limitados determina que exista una Frontera de Posibilidades de
Producción, lo que equivale a decir que existe una capacidad potencial máxima de
bienes y servicios que podemos producir, atendida la disponibilidad de recursos o
factores de la producción de que disponemos.

Grafico

La frontera de posibilidades de producción supone que una sociedad


puede producir una cantidad máxima de un determinado bien (por ej. cobre ) es decir,
si esta sociedad compromete todos sus recursos a sólo producir cobre (toda la fuerza
laboral; todas las máquinas incluyendo las trilladoras y los arados y todas la
tecnología), habrá un límite o cantidades máximas de cobre que pueda producirse
atendido los recursos productivos de que se dispone.
Ahora bien, (obviamente que producir sólo cobre existiendo recursos
productivos más adecuados a otros fines, como las trilladoras) resulta irracional,
también esta sociedad puede optar por restar recursos a la producción de cobre y así
por ejemplo, destinar las trilladoras y los arados (que contribuían muy poco en la
producción de cobre) a la producción de trigo. En este caso, la cantidad de cobre
producida disminuirá, aunque muy mínimamente (porque se han restado los arados y
las trilladoras de la producción de cobre), pero ahora se producirá trigo y en bastante
cantidad, ya que se han destinado a su producción recursos muy idóneos a ello, como
son las trilladoras y los arados.
La Frontera de Posibilidades de Producción, en definitiva supone, que la
producción de cualquier bien involucra la disminución de la producción de otros bienes
y que cualquiera sea la combinación de bienes que una sociedad opte por producir,
siempre existirá un límite o frontera determinado por la dotación de recursos con que
cuenta la sociedad.

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1.2.- Los Precios “Sociales” como señales de Escasez Relativa

a) Concepto de Precio “Social”

En la medida que no existan distorsiones (como impuestos o


imperfecciones de mercado), los precios de mercado representarán exactamente el
costo social de producir y la escasez relativa de los factores productivos
comprometidos en la producción de dicho bien o servicio.
De esta manera, será “Precio Social”, el precio representativo
del costo social de producir un bien y, los precios corrientes de mercado serán siempre
“precios sociales”, en la medida que estos precios de mercado no estén afectos a
distorsiones, las cuales se originan ya sea en impuestos específicos o ya sea por la
existencia de imperfecciones de mercado.
El precio “social” o lo que es lo mismo, precio de mercado no
distorsionado, es un referente que ilustra exactamente sobre la escasez social relativa
de los factores comprometidos en la producción de ese bien y así, en la medida que
los factores comprometidos en un bien son socialmente más escasos, entonces el
precio de ese bien será más alto y vice-versa, si los factores de producción
comprometidos son relativamente más abundantes.
Como los precios constituyen la señalética que induce a los
consumidores (éstos optan por el bien más barato y rehuyen al más caro), entonces
las decisiones de los consumidores se orientarán hacia aquello que involucra menos
costo social y rehuirán el consumo de bienes de mayor costo social.
Que los precios de mercado, no distorsionados representan el
exacto costo social de producir se explica fácilmente así:
Si el precio de mercado de un bien es mayor que su costo de
producir, entonces la actividad de producirlo devengará “utilidades” y entonces otros
agentes se verán atraídos de producir este bien para obtener esas “utilidades” (se
denominan utilidades anormales). De esta manera, si no existen barreras a la
entrada, los agentes ingresarán a la producción de ese bien que produce utilidades y
este proceso hará que el precio baje hasta que éste se iguale exactamente al costo de
producir, dentro de lo que se denomina el teorema de cero utilidad.
Técnicamente, diremos que el precio social representa
exactamente el costo marginal social de producir un bien o servicio.

b) Desnaturalización del precio de mercado: Distorsiones

Los precios de mercado dejarán de constituirse en precios


“sociales” y no representarán exactamente el costo social marginal de producir y
dejarán de ser señales válidas de la escasez relativa de recursos sociales, cuando la
conformación y formación de estos precios ha sido distorsionada.
Las distorsiones pueden derivarse de dos fuentes; a saber:

1.- Impuestos: Los impuestos son distorsionantes y


desnaturalizan la calidad de “sociales” de los precios de mercado, cuando ellos afectan
en forma específica a una actividad o bien determinado.
Así por ejemplo, el impuesto específico a los combustibles
alterará el precio relativo del petróleo respecto del precio alternativo de otra fuente de
energía, como puede ser la leña. El impuesto al petróleo lo hará “más caro” que la
leña, lo que hará que los consumidores prefieran la leña y así se explotará más leña
en relación a petróleo, que lo que la escasez social relativa de estos recursos
aconsejaría.
El caso más importante de distorsión de precios, por efecto
tributario específico, es tal vez el que afecta al precio de la divisa cuando se aplican
aranceles de importación. En efecto, al aplicarse un arancel, se reduce la demanda
de bienes importados y con ello el precio del dólar cae a un nivel más bajo que su
verdadero precio social, lo que afectará a la actividad exportadora.
Existen impuestos “disuasivos”, como son los que se aplican al
tabaco o al alcohol, en los que por convención social se acuerda elevar su precio de
mercado y social con el propósito de disuadir su consumo. (Esta es una cuestión
valórica respecto de la cual no cabe pronunciarnos).

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Los impuestos generales de tasa pareja, como por ejemplo el


IVA, afectan el precio absoluto de los precios de mercado pero no alteran los precios
relativos entre ellos, razón por la cual no distorsionan la señal sobre la escasez
relativa, por lo cual los precios de mercado, afectos a estos impuestos generales, son
precios sociales ya que señalan válidamente la escasez relativa entre los bienes.

2.- Imperfecciones de Mercado: Esta es la otra fuente de


distorsiones que hace que, los precios de mercado, no representen exactamente el
costo social de producir y, por ende, los precios así afectados dejan de ser precios
sociales.
Las imperfecciones de mercado son cuatro. Ellas son: los Costos
de Transacción que derivan en Problema de Agencia; las Barreras a la entrada
que determinan Poder Monopólico; las Externalidades que conforman Bienes
Públicos y por último la Información Imperfecta.
Así por ejemplo, si existe poder monopólico, el precio de mercado
del bien será superior a su costo de producción y por ende ese precio de mercado no
será un “precio social”.
De la misma manera, si existe una externalidad, el precio de
mercado será distinto al verdadero costo social de producir, ya que ese precio de
mercado no reflejará los costos “externos” o bien, en su caso, los beneficios
“externos”.
Concurriendo imperfecciones de mercado, los precios formados
en el seno de actividades sujetas a estos “fallos” no reflejarán exactamente el costo
social de producir y no serán señales exactas que nos ilustren acerca de la escasez
relativa de los recursos sociales comprometidos en la producción de estos bienes.

c) Precios “Sociales” y Precios “Sombra”

Existen ciertos bienes en el mercado respecto de los cuales no


existe un precio explícito, lo que no supone que estos bienes carezcan de valor y que
ese valor no se lo atribuya indirectamente el mercado.
Así por ejemplo, un parque público no se transa en el mercado y
no existe un precio explícito de él. Sin embargo, se puede observar un valor mayor
de las casas situadas en los aledaños de ese parque, valor que refleja la preferencia
de las personas por disfrutar de los beneficios de esa arboleda, ya sea en términos de
paisaje o en términos de pureza ambiental. Pues bien, si consideramos el agregado
del mayor valor que ganan las construcciones aledañas, a ese mayor valor le
reconoceremos la calidad de “precio social” del parque y ese precio social será el
Precio Sombra o mayor valor ganado por otros bienes. (En este caso, las
construcciones aledañas).
De la misma manera, las propiedades situadas cerca de un
basural, tendrán un precio menor que otras construcciones similares ubicadas en
lugares limpios y así, ese menor valor será el “Precio Sombra”, que es el precio
social del basural

1.3.- El Principio de Escasez como Desafío del Derecho.

La limitación de recursos sociales, que define y que es la esencia del


Principio de Escasez, obliga a la sociedad a realizar un aprovechamiento racional de
estos recursos escasos, para de ellos, obtener la máxima utilidad social posible.
En otros términos, es el Principio de Escasez, el que no sólo justifica sino
que obliga, a este aprovechamiento racional, es decir, a la Eficiencia Económico-
Social, en la asignación y aprovechamiento de los recursos.
Tradicionalmente se soslayaba el hecho fundamental que, esta eficiencia
económica que la escasez de recursos obliga, es función y depende muy directamente
de la conformación y diseño que la sociedad haga de su ordenamiento jurídico.
Usualmente y, específicamente, en el ámbito de la ciencia jurídica, se
participaba de la idea que el Derecho estaba asociado a una función distributiva de la
riqueza y tenía por función dirimir conflictos en esta actividad distributiva, pero
paralelamente, se suponía implícitamente que la eficiencia económica y en general el
tamaño de la riqueza, eran cuestiones ajenas a las Instituciones Jurídicas.

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Como veremos a propósito del Orden Público Económico y del


tratamiento legal de las imperfecciones de mercado, la institucionalidad jurídica y la
norma legal en particular, tiene fundamental incidencia en la eficiencia económica,
esto es, en la forma en que la sociedad asigna y aprovecha los recursos productivos
de que limitadamente dispone.
De esta manera, en la medida que la Eficiencia Económica depende
fundamentalmente de la institucionalidad jurídica y del diseño de la norma legal, la
sociedad recibe el reto y es contestataria del desafío que le presenta el Principio de
Escasez, en orden a diseñar un ordenamiento jurídico conducente a la Eficiencia
Económica

2.- LA EFICIENCIA ECONOMICA.-

2.1. Concepto: El concepto de eficiencia económica se asocia a la cantidad de


bienes y servicios producidos por una sociedad, a partir de los recursos o factores de
la producción de que esa sociedad está dotada.
Ahora bien, la eficiencia no está determinada por el tamaño de la
producción física que resulte obtenible a partir de los recursos sino que, en términos
económicos, la eficiencia supone la maximización del valor de la producción y el
valor de la producción está dado por el agregado de los precios sociales de los bienes
y servicios obtenidos a partir de los recursos disponibles.
Entonces, la eficiencia es la optimización o maximización de la relación
de los beneficios sociales o Riqueza Económico-Social, frente a los costos
sociales, costos que a su vez están dados por el agregado de los precios sociales de
los factores comprometidos en la producción.
Así, la eficiencia social está representada por la razón o división, entre
un numerador que está constituido por el valor de mercado de los bienes y servicios
producidos y un denominador constituido por el valor de los factores de producción
que son los costos.
Podemos ilustrar la eficiencia así:

Eficiencia Económico-Social = Valor de Bienes y Servicios_(Bienestar Social)


Capital, Trabajo, Tierra, Tecnología, etc.

De esta manera, la eficiencia económico-social será mayor, en la medida


que el valor de los bienes y servicios producidos por la sociedad sean mayores, a
partir de recursos productivos dados.
Nótese que incrementar al máximo la producción o su valor, no
necesariamente implica que estemos en una situación más eficiente. En efecto,
podemos incrementar la producción haciendo trabajar a todo el mundo 18 horas
diarias. Sin embargo, aunque aumentará la riqueza producida, ellos será a costa de
un sacrificio o costo enorme dada la extenuante extensión del horario de trabajo y por
ende no será una solución eficiente. Ahora bien, en la fórmula expuesta (razón de
beneficio dividido por costo) se reflejará la ineficiencia de este trabajo esclavizante,
porque el precio marginal del factor trabajo, que sería el precio social de mercado,
sería muy alto, (las personas cobrarían mucho por trabajar horas adicionales a una
jornada razonable) y este incremento del precio del trabajo supondría que el costo del
factor trabajo sería muy alto y muy probablemente ese costo será mayor al valor de
los bienes y servicios que adicionalmente se obtengan.
Es muy importante tener claro que el concepto de eficiencia económica,
que tendremos a la vista, está referida a la Maximización de la Riqueza Social,
entendiendo por Riqueza Social el agregado o suma de los precios sociales o valor
económico de los bienes y servicios disponibles para la sociedad.

2.3.-La Mensura de la Eficiencia.

La Eficiencia es una cualidad o fenómeno de valor relativo al tiempo o


al espacio, lo que significa que un hecho o situación es sólo más o menos eficiente que
otro, pero en si mismo no es un valor absoluto y no puede sostenerse que,
definitivamente, un procedimiento es eficiente siempre y en todo lugar.
Una situación es eficiente en cuanto no exista otra que lo sea más. De
lo anterior se desprende que la determinación de eficiencia demanda del uso de un

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criterio, que permita comparar válidamente situaciones distintas, para con ello
determinar cual es la situación “más eficiente”, entre distintas alternativas.
La técnica de medición comparativa de la eficiencia y que denominamos
mensura de la eficiencia, puede hacerse a través de dos vías; a saber:

a) Maximización de Utilidades

Este Método consiste en tomar, por una parte los recursos o


ingreso, como fijos o constantes (sin posibilidad de variarse) y, por otra parte, tomar
como variables o alternativos, los beneficios o resultados de esos recursos ingresos
tomados como dados e invariables.
Este es el método de medición de eficiencia, que por ejemplo se
aplica en fórmula Uno, por el cual se limita como fijo el peso del auto y tamaño del
motor, que serían los recursos fijos e invariables y, por otra parte, se toman como
variables o alternativos los beneficios o resultados, en este caso la velocidad. Así
será más eficiente aquel auto que alcance mayor velocidad a partir de un peso y
tamaño de motor dado.
En materia económica será mas eficiente aquella decisión que
alcance un mayor nivel de bienestar a partir de un recurso o ingreso dado y así por
ejemplo, si se dispone de $ 1.000, será más eficiente comprar un hot-dog de $ 900 y
gastar el remanente de $ 100 en otra cosa, que comprar el mismo Sándwich que en
otro lugar cercano vale $ 1.000, ya que en esta última alternativa se carece del
bienestar que procura el otro bien de $ 100.

b) Minimización de Costos

A diferencia de la maximización de utilidades, por este método de


minimización, se toman como fijos e invariables los beneficios que se pretende
alcanzar y, como variables o susceptibles de alternativas, los costos o recursos a
comprometer.
Por este método se concluirá que es más eficiente aquella
solución o procedimiento que comprometa la menor cantidad de recursos o costos,
para obtener el beneficio o finalidad preestablecido o tomado como dado.
Así por ejemplo, puede tomarse como finalidad dada, el dar
educación escolar a los niños de una comunidad rural. Pueden existir dos
alternativas: Una, sería el instalar una escuela central con un servicio de buses para
trasladar a los niños y, otra alternativa podría consistir en instalar distintas escuelas
en los suburbios rurales sin necesidad de buses. Si el beneficio final de ambas
soluciones, (calidad educacional) es el mismo en ambas alternativas, será mas
eficiente, aquella solución que involucre menos costo.
En efecto, si se obtiene el mismo resultado a menor costo, ello
significa que quedarán recursos disponibles para otras finalidades y así en el caso del
ejemplo, de optarse por aquella solución que minimiza costos, quedarán recursos
disponibles que pueden ser aplicados a la alimentación de los niños o al fomento del
deporte etc.

2.3.- Eficiencia Económica y Bienestar Social.

Cuando hemos referido el concepto de eficiencia económica, señalamos


que ella consistía en la Maximización de la Riqueza Social, es decir a la obtención del
máximo valor posible en la producción de bienes y servicios a partir de una dotación
de recursos o factores de la producción ya dados.
Ahora bien, Maximización de Riqueza Social no es algo exactamente
equivalente a maximización de Bienestar Social, aunque, muy probablemente exista
un fuerte grado de correlación entre el nivel de riqueza de una sociedad con el grado
de bienestar de esa misma sociedad.
El bienestar se refiere a esa especie “felicidad” o lo que en economía
se denomina “utilidad”, que a las personas procura el disfrute o consumo de lo
bienes y servicios.
Es posible que, en términos individuales, eso tan intangible como la
“felicidad” o “utilidad” que presta un bien a quien lo disfruta, puede ser valorado en
términos monetarios atendiendo a la “disposición a pagar” que una persona revele por

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un determinado bien (o lo que exige a cambio de deshacerse de él) y que será el


precio que esta persona le atribuye al bien. En este caso, y desde un punto de vista
individual podemos afirmar que si una persona está dispuesta a pagar $ 1.000 por un
sándwich, el grado de felicidad que ese bien le da es de al menos $ 1.000.
Sin embargo, observamos que los precios de mercado no son una
indicación consistente que nos permita comparar el grado de felicidad que un bien
procura a una persona en relación a la felicidad o utilidad que ese mismo bien da a
otra persona, es decir, las magnitudes de utilidad individual no son comparables entre
una persona y otra, lo que nos impedirá a construir con algún grado de certeza una
producción de bienes que maximice la utilidad o bienestar social.-
Jeremy Bentham, inspirador de A. Smith, propuso que el Bienestar
social debería consistir en la suma o agregado de la “utilidad” o “felicidad” de los
individuos derivados de la dotación de bienes de que cada persona disponía. En la
medida que esa suma de utilidad individual fuera mayor, la utilidad o bienestar social
sería mayor. Esto es lo que se denomina el utilitarismo de Bentham.
Desgraciadamente, aunque conceptualmente esta idea de Bienestar
Social es atendible, dada la naturaleza intangible de lo que es la “utilidad”, esta
proposición utilitaria del bienestar resulta impracticable y, especialmente, porque los
precios y la disposición de pagar de cada individuo no nos permite comparar o
establecer el grado de felicidad o utilidad de cada individuo de la sociedad.
Richard Posner en un intento pro superar la dificultad de otorgar a la
“utilidad" un valor monetario o precio, propone lo que se denomina Regla de la
Subasta, según la cual podría precisarse la utilidad de un bien, según la “disposición a
pagar” que las personas tuvieran en una especie de subasta imaginaria, a la cual
concurrirían con ingresos iguales. Sin embargo Hans-Bend Schäfer, se encarga de
demostrar la inconsistencia de esta regla.
Un ejemplo dado por el mismo Richard Posner, nos ilustra de la
dificultad, para valorar a través del precio, la utilidad de un bien: Imaginemos que
producir un extracto de glándula pituitaria, que estimula el crecimiento, es muy caro.
Probablemente un rico adquirirá a un precio muy alto, ese extracto para incrementar
en algunos centímetros la estatura de su hijo, lo que le dará algún grado de “felicidad”
a ese rico. A su vez, existe un pobre con un hijo que padece de enanismo que se
remediaría con el extracto. Pero, dado el alto precio, este pobre no puede comprarlo.
Aquí podemos ver que no obstante el rico ha obtenido un grado de felicidad, la
“utilidad” o “felicidad” que hubiera obtenido el pobre por superar el enanismo de su
hijo, sería mucha más mayor.
El ejemplo nos ilustra que la disposición a pagar o precio de un bien, no
necesariamente nos permite determinar el grado de felicidad o utilidad que los bienes
procuran y por ende, la maximización de la Riqueza Social, si bien es un parámetro
importante, no es necesariamente equivalente a la maximización del Bienestar
Social.
En efecto, el bienestar social, como agregado de las felicidades
individuales, sería mayor si el hijo del pobre consumiera el extracto de pituitaria en
vez del hijo del rico, ya que la felicidad que pierde el rico por no tener un hijo tal alto,
es menor a la felicidad que gana el pobre por evitar el enanismo de su hijo. (Nótese
que el pobre, dada su escasez de recursos, tendrá una disposición a pagar por el
extracto menor que la disposición a pagar del rico y, si medimos la eficiencia como
maximización de riqueza social, como lo que va a pagar el pobre es menos, el extracto
valdría menos y así el valor de la riqueza social sería menor, no obstante que, como
está dicho, el bienestar social sería mayor).

3.- LA EFICIENCIA Y LAS DECISIONES SOCIALES.

3.1.- Planteamiento: Tal vez, el problema más desafiante y debatido, tanto


en la Economía del Bienestar como en el Análisis Económico del Derecho, es encontrar
un criterio o parámetro que permita en forma objetiva, indiscutida y consistente,
determinar como las preferencias y decisiones individuales pueden ser consideradas
como conducentes o no al bienestar social.
La sociedad está compuesta por individuos con preferencias y valores muy
distintos y las decisiones sociales y las normas jurídicas pueden satisfacer a unos
pero perjudicar los valores de otros, cuestión que plantea el desafío de encontrar un

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criterio sólido, aceptables por todos, que permita analizar y discriminar si una decisión
social o concretamente una ley, es conducente o no al bienestar social.
Debe tenerse presente que nuestro método analítico respeta el individualismo
metodológico y así no existirá un bienestar social ajeno o diferente a la suma de los
bienestares individuales.
La cuestión en comento plantea lo que se denomina Teoría de la Elección
Social, que es un análisis de fuerte ingrediente normativo o prescriptivo, que propone
criterios de evaluación de las decisiones sociales o en su caso de la ley.
Los criterios más importantes son el denominado Criterio de Pareto y
el denominado Criterio de Kaldor-Hicks, los cuales describiremos a continuación.
3.2.1-. El Criterio de “Pareto”: Principio de Unanimidad-

Wilfredo Pareto es un economista suizo de la Escuela de Lausana


de fines del siglo XIX, quien elabora y enuncia lo que se denomina el “Criterio de
Pareto” o “Juicio Superior de Pareto”, de Unanimidad, que enunciamos así:
Una situación social que llamaremos X, es preferible o
“superior” a otra situación social Y, si existe un solo individuo que prefiera la
situación social X y siendo el resto de los individuos, indiferentes entre X e Y.
De esta manera, constituirá una Mejora de Pareto, un cambio
de una situación dada X a unas situación social Y, si un solo individuo sale
beneficiado, siendo los demás indiferentes o no perjudicados.
Este es el juicio superior de Pareto o Criterio de
Unanimidad. Para evaluar si una decisión es positiva desde el punto de vista social.
basta que un individuo salga favorecido sin que se perjudique nadie, para que esa
decisión social sea considerada una Mejora de Pareto. Es decir, se exige el
requisito de unanimidad, lo que significa que ningún individuo se perjudique o se
oponga a esa decisión social. Bastaría que un solo individuo se perjudicara, para que
no se cumpliera la el parámetro de Pareto.
Ahora bien, se reconoce también lo que se denomina el Juicio
“Débil de Pareto” que sostiene que una situación social es mejor que otra o más
eficiente, cuando de haber podido optar por una o por otra situación, la casi totalidad
de los individuos la hubiesen preferido.
El Criterio de Pareto ha sido objeto de fuerte crítica,
especialmente porque se le atribuye carencia de aplicabilidad por el hecho que exige
absoluta unanimidad, lo que en el mundo real sería poco factible.
No obstante, el Criterio de Parero es un referente y parámetro
importantísimo tanto en la economía del bienestar como en el Análisis Económico del
Derecho, especialmente como parámetro determinante de la Optima Asignación de los
Recursos, que es un tópico equivalente a Eficiencia Económica. Incluso Buchanan y
Tullock, rescatan la Unanimidad como elemento muy posible o viable en las
actuaciones de un Estado sin opresión.

3.2.2.- El Optimo de Pareto.

a) Enunciado General: Podemos enunciar o simplificar el


significado de “Optimo de Pareto” u Optimo Paretiano, que es una situación
social tal, en que ya no resulta posible mejorar el bienestar de un individuo,
sin afectar o perjudicar el bienestar de otro individuo.
En la proposición de Pareto para que se de una situación de
Eficiencia Económica o, lo que es lo mismo, Optima Asignación de los
Recursos, deben concurrir tres condiciones; a saber:
1.- Optimo de Producción.
2.- Optimo de Consumo.
3.- Optimo de Estructura Productiva.

b) Optimo de Producción: Existe Optimo de Producción,


cuando ya no es posible incrementar la producción del bien A, sin disminuir la
producción del bien B.
Como ya se explicó, la dotación de factores de un país determina
una Frontera de Posibilidades de Producción y, constituirá un Optimo de Producción
en el sentido de Pareto, cualquier combinación de producción de bienes que se
encuentre sobre la línea indicatoria de la Frontera de Posibilidades de Producción.

10
Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

Cualquier combinación de producción de bienes que se encuentre


al interior de la frontera referida, será ineficiente y ello por lo siguiente: Si se está
produciendo al interior de la frontera, significa que puede incrementarse la producción
del bien hasta tocar el límite o la línea de la frontera, sin disminuir la producción del
otro bien
Una situación de Poder Monopólico, afecta al Optimo de
Producción y hace que él no se alcance, ya que al existir monopolio habrá menor
producción que la que es posible, atendiendo a los recursos que detenta la empresa
monopólica y así, en ese caso, destruir el monopolio será una mejora de Pareto y
permitirá incrementar la producción de ese bien, sin disminuir la producción de los
otros bienes (en el monopolio existían recursos ociosos sin utilizar) y podrá superarse
la ineficiencia en la producción y conseguirse el Optimo de Producción

GRAFICO

c) Optimo de Consumo

Una situación está en Optimo de Consumo, cuando ya no es


posible que los individuos realicen intercambios o contratos que mejoren a un
individuo sin perjudicar a otro.
Como lo demuestra el economista León Walras de la Escuela de
Lausana, a través del ejemplo de un campamento de prisioneros de guerra en que
cada prisionero recibe tabaco y chocolates, el bienestar de cada prisionero puede
incrementarse a través del intercambio que entre ellos se haga de tabaco por
chocolate, según las preferencias de cada uno. Nótese que el bienestar o utilidad de
los prisioneros aumenta por el intercambio, sin que la dotación total de recursos de
que disponen (dosis de tabaco y chocolate) aumente.
Es decir, una situación está en Optimo de Consumo cuando ya se
han realizado todos los intercambios de bienes o recursos entre los individuos que
mejoran el bienestar de unos y otros y así, en situación de óptimo, ya están agotadas
las posibilidades de intercambio.
Una situación es ineficiente, en términos de Optimo de
Consumo, cuando siendo posible realizar intercambios que benefician aunque sea a
una parte contratante, ello no se realiza por alguna razón.
El ejemplo de ineficiencia por carencia de intercambio es el que
se observa en materia de suelos urbanos y no urbanos. La ley prohíbe la destinación
a vivienda de los suelos no urbanos, lo que impide que los propietarios de suelos no
urbanos que valoran muy poco el uso agrícola de ellos, los vendan a personas que
valoran mucho ese suelo para fines de vivienda.
Si la ley no prohibiera el intercambio, ambas partes o, al menos
una, saldría favorecida de la compra de un suelo no urbano para destinarlo a vivienda
y, con ello, se incrementaría el bienestar y la eficiencia económica.

d) Optimo de Estructura Productiva

La producción de bienes tiene un costo relativo en la producción


del resto de los bienes. Esto significa que, por ejemplo, producir trigo tiene un costo
en términos de menor producción de maíz, ya que en la medida que produzco trigo,
resto factores de la producción (como tierra, capital, trabajo, etc) a la producción de
maíz.
Lo anterior determina un costo de sustitución en términos de
cuanto cuesta producir trigo en términos de cuanto maíz se sacrifica por cada unidad
adicional de trigo que se produce. En otros términos, existirá una relación de costos
relativos en la producción de trigo, en términos de producción de maíz sacrificada.
Por otra parte, el consumo de trigo da un beneficio o utilidad que
puede medirse en términos del beneficio o utilidad que da el consumo de maíz y así,
una persona comprará trigo hasta la medida que el beneficio que le da el consumo de
trigo sea equivalente a la utilidad que sacrifica por dejar de consumir maíz. Esto nos
dará una razón o relación de sustitución, entre la utilidad o beneficio que da el trigo en
relación a la que da el maíz.

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

El optimo Estructura Productiva, es una situación tal, en que


la razón o relación del costo de sustitución de dos bienes, es igual a la razón o
relación de sustitución del beneficio o utilidad que da un bien en relación a otro.
Así por ejemplo si el beneficio o utilidad que da el maíz en
relación al trigo es dos a uno (eso se refleja en los precios), entonces el Optimo de
Estructura Productiva exige que se produzca la cantidad de maíz en relación al trigo,
en el punto donde el costo de producir maíz sea exactamente el doble de la
producción de trigo.
Una situación es ineficiente, desde el punto de vista de la
estructura productiva, cuando existen externalidades que distorsionan la verdadera
relación en el costo de producir un bien en relación a otro. Así por ejemplo, la planta
de ENAMI que expele ácido sulfúrico, provoca fuertes costos en los predios agrícolas
aledaños, pero esos costos no se reflejan en los precios del producto de ENAMI,
porque son costos externos que esa empresa no paga. Ocurre entonces que la
relación de sustitución de costos, entre el cobre que produce ENAMI y el costo de
producir otros bienes, está distorsionado y así se equilibrará la producción en un punto
distinto de aquél en que se daría el Optimo de Estructura Productiva.

3.3.- Criterio de Karldor-Hicks: Criterio de la Compensación

Este parámetro, es en el fondo, una corrección o perfeccionamiento del


Criterio de Pareto y fue elaborado por el economista inglés John Hicks, en colaboración
del economista húngaro Nicholas Kaldor.
El criterio denominado de Kaldor-Hicks es el criterio de eficiencia
relevante en el Análisis Económico del Derecho y de él se deriva como consecuencia,
la equivalencia del concepto de Eficiencia Económica con Maximización de Riqueza
Social o Maximización del P.G.B.
El Criterio Kaldor-Hicks puede enunciarse así: Una decisión social, en
virtud de la cual, al menos, un miembro de la sociedad resulta favorecido y,
como mínimo, otro resulta perjudicado es eficiente si, resulta posible indemnizar al
perjudicado con el beneficio del favorecido, hecho lo cual, este último sigue teniendo
alguna ventaja.
En el Criterio de Pareto, el solo hecho que ante una decisión hubiere un
perjudicado, eso desvirtuaba la eficiencia. A diferencia de ello, según el criterio de
Kaldor-Hicks, una decisión puede ser eficiente, aún cuando exista alguien perjudicado,
siempre y cuando el beneficio o ventaja, del que o de los que ganan por esa decisión,
sea suficiente para compensar o indemnizar la pérdida sufrida por otros y, hecha esta
compensación, aún los ganadores obtienen alguna ventaja.
En definitiva, la eficiencia de una decisión social, debe ponderar las
ventajas de los ganadores menos las pérdidas de los perjudicados y, si aún los
beneficiados que han indemnizado a los perjudicados, tienen ventajas, entonces la
decisión será eficiente y constituirá una mejora.
Es importante señalar que el Criterio de Kaldor-Hicks no exige que
efectivamente o en la práctica, los beneficiados de la decisión social indemnicen o
compensen a los perjudicados, sino que lo relevante a considerar en la calificación de
la eficiencia de la decisión social, es la posibilidad o potencialidad de que la
magnitud de la ventaja obtenida por algunos, resulta suficiente para indemnizar la
magnitud del menoscabo de los perjudicados.
Como se observa, la regla de decisión social de Kaldor-Hicks, no
requiere de la unanimidad que exigía el criterio de Pareto y, a diferencia de aquel, la
existencia de un perjudicado que se opone a la decisión social, no afecta a la eficiencia
de esa decisión, si atendido el monto de la ventaja obtenida por los beneficiados, ella
permite una compensación íntegra del menoscabo de los perjudicados.
El Criterio de Kaldor-Hicks tiene cuatro importantes implicancias o
consecuencias; a saber:

a) Principio de Maximización de Riqueza Social

La riqueza social será la suma o agregado de la riqueza


individual de quienes componen la sociedad y, la maximización de esa riqueza
admitirá que una decisión social, como una ley o una medida gubernamental,
supongan pérdidas, para algunos, en la medida que esas pérdidas sean menores que

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

el agregado de los beneficios ganados por otros, ya que con ello, la suma total del
agregado social, será mayor.

Este es el principio de Eficiencia Económica que tiene a


la vista el Análisis Económico del Derecho, para quien una ley es eficiente en la
medida que sea conducente a la Maximización de la Riqueza social, conclusión a la que
se llega siguiendo el criterio de eficiencia de Kaldor_Hicks.

b) Principio de Costo-Beneficio en Evaluación de Proyectos


Sociales

Los Proyectos de gasto o inversión del Estado, en la medida que


pretendan la Eficiencia Económica, deben ser evaluados en una relación de beneficios
menos costos, todo ello según los precios de los bienes o servicios que constituyen los
beneficios y, según los precios de los factores o recursos comprometidos en ese
proyecto y que constituyen sus costos.
Ahora bien, existen bienes constitutivos de los beneficios del
proyecto social que no tienen un precio de mercado o, cuyo precio de mercado está
distorsionado.
Por esta razón, la evaluación social de los proyectos debe
realizarse considerando el valor, tanto de los costos como de los beneficios, en
términos de precios sociales, es decir los precios de los bienes que deben
considerarse, son aquellos que realmente reflejan el valor de los bienes.
Como ya se explicó en el punto 1.3, generalmente los precios de
mercado son representativos de los precios sociales, salvo el caso de existir
distorsiones.
Existen bienes, como los bienes ecológicos (por ejemplo la
belleza de un parque) que no tienen precios de mercado. Ante ésto los precios
sociales de ellos esta representados por los “precios sombra”, que pueden deducirse
del sobrevalor o en su caso, depreciación, que observan los precios de otros bienes
influenciados por el efecto de estos intangibles. (Por ej. mayor valor de las viviendas
aledañas a un parque).
Hay casos, como los bienes valorados en dólares, respecto de los
cuales debe considerarse el valor de mercado de la divisa, corregido por el efecto
distorsionante que provoca los aranceles y así, el precio social de la divisa será el que
resulte defe ectuar esta corrección. Ver E. Fontaine, Evaluación Social de Proyectos.
Esta forma de evaluar los proyectos sociales, en una relación de
costo beneficio, expresando la valoración de los costos y beneficios en términos de
precios y, puntualmente en términos de precios sociales, no es otra cosa que la
aplicación del criterio de optimización social de Kaldor-Hicks, por el que se asocia la
eficiencia económica a la maximización de la riqueza social.
Toda decisión de Gasto Público y especialmente las inversiones
públicas (por ej. caminos, hospitales, etc) son evaluados o deberían ser evaluados,
según este criterio.

c) Consideración a una persona única e ideal.

Otra implicancia o derivación del criterio Kaldor-Hicks, es que las


decisiones sociales, para ser tomadas eficientemente, deberían considerar
imaginariamente que, los costos y beneficios del proyecto recayeran en una sola
persona y, en este escenario, tomar la decisión con los mismo parámetros que esa
persona imaginaria única tomaría la decisión.
Obviamente que si todos los costos y beneficios de un proyecto
estuvieran radicados exclusivamente en una persona, este individuo tomaría aquella
decisión que maximizaría su riqueza y optaría por la solución más óptima y eficiente.
Este principio derivado del criterio Kaldor-Hicks, se manifiesta en
la herramienta denominada Unificación de Derechos de Propiedad, como una
fórmula de optimizar una solución cuando existen intereses contrapuestos entre los
individuos.
Así por ejemplo, supongamos que existe una industria río arriba
que contamina y una pesquería río abajo que sufre esa contaminación. Si se unifica o

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

reúne el derecho de propiedad de la industria y la pesquería en una sola mano,


entonces el interés maximizador de ese propietario lo inducirá a la solución optima
que maximice la riqueza de esos dos recursos (industria química y pesquería) para lo
cual alternativamente instalará depuradores hasta donde el costo marginal de ello
iguales al beneficio marginal que obtenga de la pesquería.
De la misma manera, al evaluar un proyecto puede evaluarse la
eficiencia, tomando a toda la colectividad, es decir, a toda la sociedad, imaginando
que es un solo individuo, y así se optará por aquello que, en definitiva, suponga un
buen beneficio neto para él y en este caso, será la sociedad como un todo.

4.- IMPERFECCIONES DE LOS CRITERIOS DE EFICIENCIA.

4.1.-Descripción del Problema.-

Tanto el Criterio de Pareto como el Criterio de Kaldor-Hicks, que son los


grandes referentes de la eficiencia económica que invoca el AED, presentan
imperfecciones, cuestión que motiva que estos criterios de eficiencia sean objetos de
fuerte crítica y que el tema sea motivo de intensos y fecundos debates en torno a la
cuestión del Bienestar Social y la relación de este Bienestar Social con los bienestares
individuales de las personas que componen la sociedad.
Haremos una suscinta relación de las principales objeciones que han
merecido estos criterios de eficiencia; ellas son:

4.2.- El Efecto de Diferencia de Ingreso

Estos criterios de eficiencia económica giran siempre en torno al


mecanismo de los precios y son los precios de los bienes los que, para los efectos de
la valoración social del bienestar, se toman como indicativos del monto del valor y de
la utilidad que los distintos bienes procuran a la sociedad.
El mecanismo de precios determina. dos cuestiones fundamentales; a
saber:
a) La asignación de los recursos; Esto es la determinación qué
bienes y en qué cantidad se van a producir a partir de los recursos existentes,
produciéndose aquello en función a su precio y

b) La Distribución en el Consumo de esos Bienes; Los cuales serán


apropiados por quienes mayor disposición a pagar tengan.
A su vez, los precios se determinan en función a la demanda y la
demanda está influida por el factor ingreso y, de esta manera, las distintas
alternativas o posibilidades de distribución del ingreso entre las personas,
determinarán distintas demandas, por lo que diremos que la distribución del ingreso
es un factor importante en la demanda.
Así, los precios darán señales no definitivas ni contundentes sobre la
verdadera utilidad o contribución que al bienestar social hacen los bienes y esto, por el
factor distribución del ingreso.
Así por ejemplo, si en una sociedad esquimal, Ivalú descubre una mina
debajo de su iglú, entonces él tendrá disposición a pagar por palacios y calefaccionará
la casa de su perro, destinando a estos bienes una disposición a pagar muy alta por
bienes que incrementan muy poco su utilidad, como la calefacción del perro. En
contraste, se observará que las externalidades pecuniarias de Ivalú, harán que el
resto de los esquimales incrementen algo la calidad de sus viviendas y un observador
externo vería que la sociedad esquimal destinó muchos recursos a la construcción de
un palacio y proporcionalmente muy pocos a las mejoras del resto de las viviendas.
Por el contrario, en el ejemplo anterior, si la mina de oro es descubierta
en un espacio común, probablemente estos recursos nuevos se asignarán y revertirán
en que todos los esquimales vivan en casas calefaccionadas, aunque todas de un
tamaño más moderado.
La riqueza social, medida en términos de precios, es equivalente en
ambas situaciones, pero es obvio que, el bienestar social como agregado de las
utilidades individuales de cada uno, seguramente es mucho mayor en el segundo
caso.

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

Así se observa que, existiendo la misma disponibilidad de recursos


sociales, la decisión de qué bienes producir y como se distribuyen, depende también
de la distribución de la riqueza.
Tanto el Criterio de Pareto como de Kaldor-Hicks, son
herramientas o criterios de decisión social y parámetros de eficiencia muy
consistentes, pero ex-post o después de que se encuentran asignados o ya existe una
distribución de la riqueza dada, pero no resuelven ni abordan el problema de discernir
en favor de quien deben darse, la primera vez, las dotaciones de riquezas o recursos.

4.3.- Teorema de la Imposibilidad de Arrow

Se conoce como “Teorema de la Imposibilidad”, el planteamiento


que hace J. K. Arrow, quien en sus esfuerzos por encontrar una función social de
bienestar, es decir una fórmula que asegurara la maximización del bienestar social a
partir de las preferencias reveladas por los individuos, llegó a la conclusión que no
puede existir ningún procedimiento de ponderación de las decisiones individuales, que
conduzca, con certeza absoluta, al Bienestar Social.
Para llegar a esta conclusión, plantea que cualquier
procedimiento de ponderación de las preferencias individuales debía cumplir al menos
con cuatro condiciones mínimas de racionalidad y, demuestra que siempre, ya sea el
criterio de Pareto o el de Kaldon-Hicks, violará alguna de esas cuatro condiciones.
Esto es lo que se denomina el “Teorema de la Imposibilidad de Arrow”,
Así por ejemplo, en el caso del criterio de Kaldor-Hicks, se
produce lo que se denomina la “Inconsistencia Scitovsky”, que demuestra que en un
caso dado y bajo determinadas preferencias de los individuos, dos situaciones sociales
distintas y contradictorias, cumplen ambas, con la eficiencia de Kaldor-Hicks.
El caso más conocido es el de la Paradoja del Voto: Existiendo
tres situaciones sociales alternativas, en una sociedad de tres individuos, los cuales
tienen un orden de prelación de preferencias distintas uno de otro, llevadas estas
alternativas a una votación entre ellas, los resultados se harán distintos y
contradictorios, según como se plantee la votación

4.4.- La Teoría de la Justicia de Rawls

John Rawls es un filósofo norteamericano que desarrolla lo que se


conoce como “Teoría de la Justicia de Rawls”.
Rawls cuestiona sustancialmente el criterio del utilitarismo y sostiene
que el bienestar social no es la suma de los bienestares individuales y que, una
sociedad en que la casi totalidad de los individuos tenga un gran bienestar, pero uno
solo de ellos esté en mala situación, no sería deseable por esos mismo, individuos, si
antes de llegar a esa situación y, sin conocer el resultado, se les hubiera preguntado si
estarían de acuerdo en ser parte de una sociedad en que uno de ellos estuviere muy
mal.
Rawls desarrolla su teoría a partir de un experimento imaginario y
siguiendo a Rousseau, sostiene que una sociedad será justa y maximizará su bienestar
y el bien común, en la medida que esté, esa sociedad, sujeta a reglas y esté en una
situación diseñada según las preferencias de los individuos, reveladas por ellos, sin
conocer sus propios talentos y, sin conocer de antemano la posición
particular en que se encontrarán en esa sociedad futura
Para que la sociedad sea justa, los individuos elegirán entre distintas
alternativas de dispersión de los bienestares de cada uno, sin conocer de antemano la
posición particular que disfrutará cada uno y esto es lo que Rawls denomina el “Velo
de la Ignorancia”.
Así por ejemplo, en una imaginaria votación entre 10 individuos que
harían respecto de la sociedad que desean, podría presentarse una alternativa A, en
que 9 de ellos tendrán una felicidad de 100, pero uno de ellos sólo tendrá un
beneficio de 10 y, otra alternativa B en que 9 de ellos tendrán una felicidad de 50,
pero el peor de ellos tendrá una felicidad de 20.
Según Rawls, si a los individuos se les consultara sobre cual de las dos
alternativas sociales preferiría, los individuos con “Velo de Ignorancia”, es decir, sin
saber cual de ellos estaría en la situación del individuo peor, optarían por la alternativa

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

social B, porque así se evitarían la posibilidad de encontrarse en la mala situación en


que se encuentra el individuo peor de la alternativa A.
A partir de este postulado y, respetando las preferencias de los
individuos, pero tomadas estas preferencias antes que cada individuo conozca su
particular posición en la sociedad, Rawls propone construir Justicia Social a partir de
dos principios que son:
a) Principio de la Libertad: Por él, la sociedad debe reconocer a los
individuos la libertad para desarrollar sin restricciones toda clase de actividades y dar
satisfacción a sus propias preferencias.
b) Principio de la Diferenciación: Este es un parámetro que la
sociedad tiene, con el objeto de proteger y mejorar la situación de los perdedores o de
aquellos que se encuentran en la peor posición social y, el cumplimiento de este
principio de diferenciación obligaría a la sociedad a la implementación de reglas y
decisiones, que discriminando positivamente, beneficien a los que están en peores
situación.
Este principio obliga como un deber de Justicia del Estado, el favorecer y
discriminar positivamente a los más pobres.
El planteamiento de Rawls, en cuanto a lo que debe entenderse por
Bienestar Social o, más exactamente a Justicia Social, cuestiona fundamentalmente,
tanto al utilitarismo como a la idea de asociar la riqueza social a la suma o agregado
de las riquezas individuales.
En el con concepto de Justicia de Rawls, el, Bienestar Social es mayor
aún cuando la riqueza total sea menor o bien, la suma de los bienestares o utilidades
individuales sean menores si, en esta sociedad, el individuo que está peor está en
mejor situación que aquél que está peor en la sociedad más rica.

5.-LA EFICIENCIA ECONOMICA-SOCIAL ES LA COMPETENCIA PERFECTA.

5.1.- Descripción de la Competencia Perfecta y del Mercado Perfecto.

Competencia Perfecta es aquella que se desenvuelve en el denominado


Mercado Perfecto, cuyas condiciones o características más importantes son:

a) Es un mercado atomizado, en que existen multiplicidad de


oferentes y demandantes, sin que ninguno de ellos tenga poder decisorio sobre el
precio;

b) Existe Libre Entrada y Salida, tanto de vendedores como de


compradores. No existen Barreras a la Entrada;

c) Todos los partícipes son precio-aceptantes, sin poder


decisorio sobre el precio.

d) Los productos que se transan son homogéneos o sustitutos


idénticos. (Por ej. el trigo del productor A es idéntico al trigo del productor B) y

e) Existe Perfecta Información, y así todos los actores


participan de la misma información.

5.2. Teorema de la Eficiencia Económica-Social es la Competencia


Perfecta

El Equilibrio Competitivo (que es, como se denomina la situación estable


a la que se llega en Competencia Perfecta) sin externalidades, cumple con la
condición de Eficiencia Económico Social, en el sentido de Pareto y supone la Optima
Asignación de los Recursos Sociales y la Maximización de la Riqueza Social.
La Eficiencia Social en la asignación de los recursos y la maximización de
la Riqueza social, no existiendo externalidades, se cumple en el equilibrio competitivo,
debido a que este equilibrio se caracteriza por lo siguiente:

a) El precio de equilibrio de mercado, es un precio social que refleja


exactamente el costo marginal social de producir y es ilustrativo de la escasez relativa

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

del bien. Siendo igual el precio al costo marginal, los productores se desenvuelven
dentro del Teorema de Cero Utilidad sin que existan utilidades “monopólicas” o
“anormales”

b) El precio de equilibrio representa el costo mínimo social al que es


posible producir ese bien, en la cantidad socialmente óptima.

c) La cantidad producida en equilibrio competitivo, es la cantidad


socialmente óptima y que corresponde a aquella donde se iguala el Costo Marginal
Social de Producir con el Beneficio Marginal de Producir.

d) Produciéndose esa cantidad socialmente óptima se maximiza la


Utilidad Social, en tanto en ese punto se maximiza la suma de la Renta o Excedente
del Productor y la Renta o Excedente del Consumidor.

5.3.- Demostración o Explicación del Teorema de Eficiencia.

El equilibrio competitivo es el resultante o reflejo de la interacción de la


función de Oferta en el mercado, que se representa con la Curva de Oferta, y la
función de Demanda que se representa a través de la Curva de Demanda.
El mercado perfecto solo estará en equilibrio en lo que se denomina
Equilibrio Competitivo y es aquel donde se reúne la Curva de Oferta con la Curva de
Demanda, punto de intersección que determinan las dos variables fundamentales que
son, el precio, que en este caso se denominará precio óptimo y la cantidad que, en
este caso, se denominará cantidad socialmente óptima.
Lo anterior se deduce del análisis de la formación de este equilibrio
competitivo, para lo cual nos detendremos a examinar el significado social, tanto de
la Curva de Oferta como de la Curva de Demanda y, como de cumplirse las
condiciones de mercado perfecto y sin externalidades, el equilibrio resultante cumplirá
con las características de eficiencia planteadas en el teorema.

5.3.1. La Curva de Oferta

Ella representa como la producción de bienes varía en relación al


precio de mercado de esos bienes.
La Curva de Oferta se caracteriza por ser positiva y
marginalmente creciente.
Que sea positiva significa que, a medida que aumenta el precio
del bien, la cantidad ofrecida va aumentando y que sea decreciente significa que por
cada aumento en el precio del bien, la cantidad en que se incrementa la oferta es cada
vez menor y ésto, dado la Ley de Rendimientos crecientes.
Si no existen externalidades, es decir, si los productores
internalizan todos los costos (sin que trasladen parte de sus costos a otros), la Curva
de Oferta, en términos sociales tendrá dos significados muy importantes; a saber:

a) Representa el Costo Marginal Social de producir un bien en


cada escala de producción, es decir, el costo de producir la última unidad del bien.
Así por ejemplo si en Chile se producen un millón de toneladas de
trigo y el precio del mercado competitivo del trigo es de $ 100.000 la tonelada, ello
significa que a la sociedad chilena le costó socialmente producir la última tonelada de
trigo $ 100.000 y

b) El precio de equilibrio del mercado competitivo representa el


mínimo costo, al que puede ser producida la última unidad del bien, es decir,
representa el costo marginal mínimo social de producir
Esto se explica porque hemos supuesto que en el mercado
perfecto hay libre entrada de productores. Si es así, los productores ingresarán a
ofrecer un bien en la medida que el precio de ese bien sea mayor al costo.
En esta competencia, por obtener utilidades, los agentes
económicos ofrecerán el bien hasta el punto en que los costos igualan al precio y no
podrá subsistir una empresa productora, si produce a un costo mayor al mínimo que
sea posible producir, ya que sería desplazada por el afán competitivo de los otros

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

productores y así, el productor ineficiente, saldría de la industria y sólo permanecerán


aquellos que son capaces de producir al costo mínimo que técnicamente sea posible
producir.

Excedente del Productor: Es el beneficio o cuasi-rentas que


obtienen los productores por la diferencia entre el precio de mercado y el costo
particular de cada uno y, gráficamente se ilustra por toda aquella superficie encerrada
por sobre la Curva de Oferta y por debajo del Precio.
Un ejemplo nos ayudará a entender el sentido del excedente del
productor:
Examinemos la industria del cobre: Existen distintas minas de
cobre con distinta “ley” (proporción de mineral puro en la naturaleza) y así las de “alta
ley” tendrán un costo de producción de cobre mucho menor que aquellas minas de
“baja ley”. Si el precio del cobre es de un dólar la libra, sólo funcionarán las minas de
alta ley, que puedan producir a un costo no mayor a un dólar la libra.
Ahora bien, supongamos que el precio del cobre sube a dos
dólares; entonces entrarán a producir aquellas minas de baja ley, cuyo costo de
producción es más alto y producirán hasta que el costo no supere los dos dólares.
Si el precio de mercado se equilibra en dos dólares, entonces las
minas de cobre de “alta ley” que pueden producir a un costo de un dólar, obtendrán
un “excedente” o “renta” de un dólar por cada unidad de cobre que produzcan. Este
excedente o renta es el que se denomina excedente o Renta del Productor.

5.3.2.- La Curva de Demanda.

Ella representa como varia la cantidad demandada de un bien a medida


que el precio de ese bien varía.
La Curva de Demanda es negativa.
Que sea negativa significa que a medida que el precio aumenta, la
cantidad demandada de ese bien disminuye.
Desde el punto de vista de la eficiencia social, lo más importante es que
la Curva de Demanda, ilustra y, es representativa del Beneficio Marginal Social que
el bien procura a los individuos que manifiestan su preferencia por ese bien y así,
representa la Curva de Demanda, la valoración que marginalmente da la sociedad a
un bien, a medida que la cantidad de éste aumenta.
Para entender esto ilustremos un ejemplo:
Si la cantidad de aspirinas que existe en la sociedad es pequeña,
entonces su precio será muy alto y sólo comprarán aspirinas aquellos que valoren
mucho una aspirina (aquellos que sufren un fuerte dolor de cabeza), pero no
comprarán aspirinas aquellos que las valoran menos (aquellos que las usan para fines
preventivos).
Así, a medida que el precio de la aspirina baja, los consumidores estarán
dispuestos a comprarlas en tanto la valoración o utilidad que le supone la aspirina sea
equivalente a la “infelicidad” que al consumidor le procura desprenderse del precio.
Es decir, la Curva de Demanda representará en cada punto de ella, el
beneficio o utilidad que procura para las personas, las cantidades adicionales de
aspirina.

Excedente del Consumidor: Es la diferencia que gana el consumidor,


entre la utilidad o la “felicidad” que el brinda un bien y el disvalor o sacrificio que le
reporta el precio.
Gráficamente se ilustra el Excedente del Consumidor, como toda aquella
superficie que se encierra por debajo de la Curva de Demanda y por encima del
Precio.
Un ejemplo nos ayudará a entender el significado de este excedente:
Supongamos que usted transita de turista, con toda su familia, por la
carretera austral y, sufre un percance en el radiador de su auto, por la rotura de un
pequeño perno.
Este percance le supone quedar varado y enturbiar las vacaciones suyas
y de su familia.
Probablemente usted estaría dispuesto a pagar, por ejemplo $ 100.000,
por el repuesto que le solucione el caso, es decir, su utilidad o “felicidad” se

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

incrementaría en al menos $ 100.000 si obtuviera el repuesto. Pues bien, va a una


ferretería del lugar donde el perno vale $ 1.500, precio en el cual muy gustosamente
se lo vende un ferretero. Como se observa, usted ha obtenido un beneficio o
excedente de $98.500, ya que su utilidad se incrementó en $ 100.000 (que era su
disposición a pagar) y el precio de mercado de ese bien, que es el que usted
desembolsa, es de $ 1.500.
Si se hiciera un gráfico por la demanda de pernos, observaríamos que
cuando el precio de los pernos es de $ 100.000, la Curva de Demanda nos mostraría
que sólo hay una persona dispuesta a comprar un perno en ese precio y, esa persona
es usted, que había quedado varado en la carretera.

5.3.3.- Equilibrio de Oferta y Demanda: Características.-

El mercado sólo podrá mantenerse en equilibrio produciendo aquella


cantidad donde se igualan la Oferta y la Demanda.
En efecto, no puede ser de otra manera, porque si se produjera más que
ese punto, entonces los costos de producir serían mayores al precio que la gente está
dispuesta a pagar por esa cantidad y, entonces, los oferentes que tienen un costo
mayor no podrán sobrevivir en el mercado y deberán salir de él.
A su vez, si se produjere menos que esa cantidad, el precio de mercado
sería más alto y sería superior a los costos de producir en esa cantidad, lo que
significaría la posibilidad de obtener utilidades. Estas utilidades atraerán a nuevos
productores y así aumentará la cantidad producida hasta donde el costo de producir
iguale al precio de mercado.
Por lo tanto, el equilibrio de la oferta u la demanda que se denomina
Equilibrio Competitivo se caracteriza por:

a) El Precio de Equilibrio de Mercado será exactamente igual al Costo


Marginal Social de Producir.

b) El Precio de Equilibrio de Mercado, es igual al Costo Mínimo Social


al que, técnicamente, es posible producir ese bien.
Por esta razón, el precio de equilibrio del mercado competitivo
representa el Precio Social, según el concepto ya visto de Precio
Social en este mismo capítulo.

c) El Precio de Equilibrio de Mercado es igual al Beneficio Marginal


Social o Utilidad que la sociedad obtiene por el consumo de ese
bien.

d) En Equilibrio se produce la Cantidad Socialmente Optima porque


se produce en el punto en que el costo marginal social de producir se
iguala con el Beneficio Marginal Social que ese bien procura y

e) En el Equilibrio Competitivo se maximiza la Renta Social, es decir,


la suma de la Renta o Excedente del Consumidor más la Renta o
Excedente del Productor.
En cualquier otro rango de producción, la Renta o Excedente
Social resulta menor o disminuye.
En Efecto, si se produce más que la cantidad de equilibrio,
entonces los costos sociales de producir resultan ser mayores que los
beneficios sociales y, con ello, se produce una pérdida social.
Por el contrario, si se produce menos que la cantidad de
equilibrio, que es la socialmente óptima, se deja de producir en un
rango en que los beneficios sociales de producir, son mayores que
los costos y así, se perdería la oportunidad de obtener una ganancia
social.

f) Las empresas que compiten en este mercado se desenvuelven


dentro de lo que se denomina el Teorema de Cero Utilidad, lo que
significa que perciben ingresos por un monto estrictamente necesario

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

para pagar los factores involucrados en la producción, como son por


ej. el trabajo, el capital, la tecnología y el riesgo empresarial.
En el equilibrio competitivo de largo plazo las empresas no
perciben utilidades anormales

5.3.4.- Demostración de Eficiencia u Optimo de Pareto

De esta manera queda demostrado que, el equilibrio competitivo si


concurrían las condiciones del Mercado Perfecto, mostrará las características
planteadas en el Teorema de Eficiencia, esto es:

a) Que, se produciría la cantidad socialmente óptima que


supone la Optima Asignación de los Recursos,

b) Los precios de mercado serán constitutivos de precios


(sociales);

c) Se producirá al costo mínimo social al que técnicamente es


posible producir y;

d) Se maximizará a la Utilidad Social, al maximizarse la Renta


del Consumidor más la Renta del Productor.

De esta manera, el equilibrio competitivo a que conduce la Competencia


Perfecta que se da en el Mercado Perfecto, cumplirá con el Optimo de Pareto, tanto
en lo que es Optimo de Producción, Optimo de Consumo y Optimo de Intercambio, por
lo cual señalaremos que las condiciones de Mercado Perfecto, sin existir
externalidades, son Condición Suficiente de Eficiencia Económica en el sentido de
Pareto.

6.- LA EFICIENCIA ECONÓMICA SOCIAL FUERA DE LA COMPETENCIA


PERFECTA.

6.1.- La Competencia Perfecta en el Mundo de Hoy.

De observarse el ámbito en que actualmente se desenvuelve gran parte


de la actividad económica, puede constatarse que el mercado real actual y la conducta
que siguen las empresas, dista mucho de las condiciones teóricas exigidas al Mercado
Perfecto o a la Competencia Perfecta.
Esta observación, en cuanto a que el mercado real es distinto a la
competencia perfecta, se hace fuera del contexto común y generalizado (muchas
veces injustamente) en cuanto a que el Mercado Perfecto y las condiciones de
competencia perfecta sean una Utopía, de escasa aplicabilidad en el mundo real.
Constituye una especie de “lugar común” el sostener que las condiciones
planteadas por la teoría económica a la Competencia Perfecta, son ideales casi
imposibles.
Efectivamente, en el mundo de hoy, un modelo de competencia perfecta
con bienes homogéneos y actores atomizados, sin poder alguno, no resulta, en
absoluto práctico, para explicar con algún viso de realidad, el mundo económico
actual.
Sin embargo, hasta muy entrado del siglo XX, gran parte de la riqueza
económica estaba constituida por bienes homogéneos, o “comodities”, como el trigo,
el cobre, la cebada, el azúcar, el acero, etc. y los bienes y servicios diferenciados,
potenciados por una marca, que configuran gran parte de la riqueza actual, en esa
época, carecían de la importancia relevante que en la actualidad tiene.
De esta manera, el modelo de competencia perfecta, el cual
demostramos que era condición suficiente de eficiencia económica, tenía en su
época más importancia práctica de la que normalmente se le atribuye pero, dada la
evolución que ha tenido la estructura productiva, hacia bienes y servicios diferenciados
y potenciados por una marca, ese modelo de competencia perfecta, al menos para
explicar el mercado más relevante de hoy, pierde definitivamente importancia.

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

6.2.- EL Mercado Actual: Características.

En el mundo de hoy, la actividad económica que se desenvuelve de


acuerdo al modelo descriptivo de la competencia perfecta, ha perdido importancia en
el contexto de la actividad económica global y está reducida principalmente a materias
primas como puede ser el hierro, el maíz o el trigo, etc.
La mayor parte de la riqueza productiva y de la actividad económica en
el mundo de hoy, es protagonizada por empresas que muchas veces son muy grandes
y que producen bienes o servicios que, aunque muy parecidos entre sí, están
diferenciados y potenciados por una marca, que es un signo muy importante, signo
que además de identificar el origen de un producto, se asocia a un prestigio contra el
cual se hace difícil competir.
Además, esta diferenciación de productos o la gran variedad de diseños
y especializaciones de cada bien, hace que cada uno de ellos no se produzca en la
escala máxima que minimizaría sus costos de producir.
Además, en el mercado actual, las grandes empresas o líderes del
mercado, obtienen utilidades anormales, es decir, venden a un precio superior al costo
promedio de producir, de manera tal que el precio de mercado no refleja exactamente
el costo social de producir.
Las condiciones descritas suponen que en esta realidad, las empresas
tienen algún grado de poder decisorio sobre el precio y ya no son meros “precio-
aceptantes”, lo que hace que esta clase de mercado se denominen Mercados
Imperfectos o de Competencia Imperfecta

De lo anterior enunciaremos tres características del mercado real actual,


de Competencia Imperfecta, que lo diferencian fundamentalmente de las condiciones
prescritas como requisitos o características de la competencia perfecta; estas son:

a) Grandes Empresas: La Competencia Perfecta, que es


condición suficiente de eficiencia, exige que exista una estructura atomizada, de
múltiples empresas, cada una de pequeño tamaño relativo, sin capacidad alguna de
influir por si sola en el mercado.
En el mercado real actual, aunque existe una muy importante
actividad que se desarrolla en estructuras atomizadas, con participación de muchas
pequeñas empresas en lo que se llama competencia monopolística, (muchas
pequeñas empresas con muy poco poder decisorio), también existen estructuras de
industria muy concentrada, con empresas “dominantes” o “líderes”, las cuales
tienen gran poder de mercado y poder decisorio sobre el precio.

b) Costo de Producir: La competencia perfecta que, insistimos,


es condición suficiente de eficiencia en el sentido de Pareto, desemboca
necesariamente en un equilibrio de largo plazo en el cual, el costo promedio de
producir un bien o servicio será el mínimo al que ese bien sea técnicamente posible
producir.
Así por ejemplo, en equilibrio, el trigo sólo se producirá al costo
mínimo al que es posible producirlo (el productor ineficiente será expulsado del
mercado, porque el precio de mercado reflejará ese costo mínimo).
En el mercado perfecto, las empresas sólo pueden producir en la
Escala Eficiente, es decir, el tamaño de producción de una empresa será aquel que
minimice el costo promedio de producir (así por ejemplo, si en el caso del trigo, el
costo promedio por quintal se minimiza sembrando cien hectáreas en una unidad,
cada siembra será de cien hectáreas, ya que si es, por ejemplo, menor a esa escala, el
costo promedio por quintal será más alto y entonces será mayor al costo mínimo que
es posible producir y, el productor perderá dinero si siembras esa escala menor, ya
que el precio del mercado del trigo será equivalente al costo mínimo al que es posible
producir el trigo).
Sin embargo, en la competencia imperfecta en que se
desenvuelve la generalidad de la actividad económica, las empresas producen a una
escala menor a aquella en la que minimizarían sus costos de producir y así, el costo
promedio de producir es mayor al costo promedio, que técnicamente sería posible, si
se produjera en mayor escala.

21
Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

Así por ejemplo, un fabricante de zapatos de una marca


determinada, rebajaría sus costos de producir si produjeran o vendiera mayor
cantidad de zapatos de su marca, ya que tiene instalaciones para hacerlo, no obstante
lo cual, no puede aumentara la producción hasta la Escala Eficiente, porque para
vender más, tendría que bajar el precio en una magnitud mayor que aquella en que
rebaja sus costos.
Este hecho, que impide en la competencia imperfecta alcanzar la
Escala Eficiente y que impide minimizar el costo promedio de producir, es
consecuencia de la variedad o diferenciación de los productos.
Al ser más variados o distintos los productos, la escala en que es
posible producir estos bienes tan particulares o diferenciados, es muy pequeña.
En definitiva, en competencia imperfecta, no se alcanza aquella
característica, socialmente tan importante, de la competencia imperfecta que hacía
que se produjera siempre al costo mínimo al que era posible producir un producto, lo
que implicaba que la producción de cada bien comprometía la menor cantidad posible
de recursos productivos sociales escasos (factores de la producción como capital,
trabajo, tecnología, recursos naturales, etc.).

c) Utilidades Anormales o Monopólicas.

Aunque, en principio, en competencia monopolística (muchas


pequeñas empresas con escaso poder decisorio) no se producen utilidades anormales
o monopólicas (ingresos mayores al costo total de todos los factores), sí, en el
mercado actual de competencia imperfecta, existen muchas empresas, sobre todo las
grandes o dominantes, que perciben utilidades anormales o monopólicas, esto es, que
los ingresos totales (precio X cantidad producida) exceden o son mayores a los costos
de reproducir, incluido el costo del capital.
Esto contradice aquella condición de la competencia perfecta, en
la cual el precio de equilibrio sería exactamente igual al costo promedio de producir y
así, el precio de mercado en competencia perfecta era precio social, esto es reflejaba
exactamente el costo social de producir y los precios de mercado se constituían en la
señal que aseguraba la eficiencia social en la asignación de los recursos.
En la medida que existan utilidades anormales o monopólicas,
ello significa que los precios de mercado, son superiores a los costos sociales de
producir y, entonces, los precios ya no serían “sociales” y, la asignación de recursos
hecha en virtud de esos precios que no reflejan los verdaderos costos sociales, ya no
aseguraría la eficiencia social

6.3.- ¿Puede ser “eficiente” la Competencia Imperfecta?: Análisis de


las características diferenciadoras.

En el acápite anterior hemos señalado las características más


significativas de la Competencia Imperfecta que han hecho inducir, muchas veces con
fundamentos no tan consistentes, que la competencia imperfecta, con grandes
empresas, con costos de producción que no son los mínimos y, con utilidades
anormales demostrativas de precios superiores a los costos, constituiría un mercado
alejado del tópico de Eficiencia económico Social, idea que entre otras conclusiones,
haría recomendar la regulación de estos mercados, para acercarlos al objetivo de la
eficiencia económica en la asignación de los recursos.
Sin embargo, esta impugnación a la eficiencia social a que puede
conducir el mercado imperfecto, no es tan clara ni mucho menos concluyente si nos
detenemos a analizar la relación entre la eficiencia económica-social y cada una de las
características diferenciadoras del Mercado Imperfecto ya indicadas.
Analizaremos así, estas tres características:

a) Grandes Empresas; Paradigma Estructura-conducta.

Hasta mediados del siglo XX, primaba la idea que, el grado de


concentración de una industria, es decir el número de empresas partícipes de una
industria y con ello, el tamaño de las empresas, era una cuestión estructural, que se
derivaba de las economías de escala, características o propias de la producción de

22
Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

determinados bienes (por ejemplo la producción de acero demandaría grandes altos


hornos par aprovechar economías de escala).
Esta estructura concentrada, en la que en la industria existen
pocas industrias de gran tamaño, facilitaría las colusiones de precios y el ejercicio
abusivo del poder monopólico, lo que a su vez explicaría el desempeño de estas
grandes empresas caracterizados por la obtención de grandes utilidades anormales.
(El término desempeño se refiere a la rentabilidad).
Sin embargo, el fenómeno de la gran empresa puede verse desde
un punto de vista muy diferente y que ha desarrollado una especie de “nueva
disciplina” de la Teoría Económica que estudia el comportamiento de las empresas en
competencia imperfecta, disciplina que se denomina Organización Industrial.
El tamaño de las empresas no es algo estructural en si mismo y
que venga ya dado. Las empresas no nacen grandes. La Coca-Cola nació en la
trastienda de una botica y Mc-Donads se inicia en una Sangucheria de San Bernardino.
El tamaño de las empresas es resultado o consecuencia de la
conducta de la empresa que, cuando es eficiente y satisface mejor que las demás las
necesidades de los clientes, crece y, el buen desempeño, es decir la obtención de
utilidades anormales es a su vez consecuencia de todo lo anterior.
De esta manera, lo que en principio se veía en un orden así:
Estructura (concentración y tamaño de la empresa), seguido de
conducta y por último desempeño (obtención de utilidades anormales), desde el
punto de vista de la organización industrial, el orden puede verse así:
Conducta (buena perfomance), seguido de desempeño
obtención de utilidades anormales) y como resultado último estructura (tamaño de la
empresa y grado de concentración de la industria).
Desde este punto de vista, las utilidades anormales que percibe
la empresa “grande” son resultado de su buena conducta y desempeño y, el tamaño
grande que le permite obtener estos beneficios, son una especie de “premio” o
“galardón” que la sociedad le da a esa empresa en reconocimiento a su buena
conducta y desempeño.
Si la ley restringiera el tamaño de la empresa y estableciera
restricciones a crecer (para evitar sufrir el costo social derivado del poder monopólico
que procura el tamaño), entonces las empresas carecerían de incentivo para tener
una perfomance mejor o esforzarse en la competencia, lo que afectaría seriamente el
comportamiento de las empresas que, con esa regulación, percibirían que no vale la
pena mejorar la perfomance para crecer.
La gran empresa, en la medida que su tamaño no se explique por
privilegios de exclusividad o a Barreras a la Entrada que la protejan, parte de una
situación de competencia perfecta y su crecimiento solo puede ser explicado por
mejoras de eficiencia, es decir, las decisiones que han determinado el crecimiento de
esa empresa pueden perfectamente ser calificadas como Mejoras en el Sentido de
Pareto.
En efecto, si el tamaño no es consecuencia de colusiones o de
Barreras a la Entrada que supongas perjuicios o menoscabo a otras empresas,
entonces el crecimiento es una Mejora Peretiana ya que al menos una persona ha
resultado favorecida, sin que nadie pueda sentirse perjudicado.
De esta manera, si una empresa grande subsiste como tal en el
mercado, sin estar protegida por Barreras a la Entrada que impidan el ingreso de
otros competidores, es porque es más Eficiente (probablemente aprovecha mejor
economías de escala o innova más) y por ende, desde el punto de vista del bienestar
social, constituye una mejora o solución más eficiente que una estructura industrial de
pequeñas empresas atomizadas.
Lo fundamental, para llegar a este juicio, es la consideración a la
no existencia de Barreras a la Entrada. (Las Barreras a la Entrada son tratadas en
el capítulo V).

b) El costo de producir: La Variedad y Calidad.

Otra fuente de ineficiencia, que se imputa a la competencia


imperfecta, es que ésta produce cada bien o servicio, en una escala menor a aquella
en la cual minimizaría el costo de producir, lo que implicaría un uso inadecuado de los

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

escasos recursos sociales y no se cumpliría, con aquella condición de eficiencia social,


de producir cada bien, al costo mínimo al que técnicamente sea posible producirlo.
Ahora bien, esta “ineficiencia” es la contrapartida de la variedad,
que supone ofrecer bienes diferenciados, unos de otros, para cumplir más
exactamente las preferencias o las necesidades de cada productor.
Sería más “barato”, socialmente, producir vestuario de un solo
tipo e incluso de un solo color, es decir exactamente homogéneo, porque ello
conllevaría fabricar prendas, todas homogéneas, en la escala exacta en que se
minimiza el costo promedio de cada prenda (solución de la china de Mao, en que todos
vestían un buzo azul).
En la competencia imperfecta, las empresas tienden a segmentar
el mercado y a producir gran variedad de bienes. Esta variedad tan segmentada,
hace que cada bien, diferenciado por atributos muy pequeños unos de otros, enfrentan
una demanda de mercado relativamente pequeña, (como por ejemplo tintura de pelo
de color trigo pálido) y por ende el segmento de mercado, para ese bien tan especial,
(distinto a la tintura de pelo de color trigo brillante) es muy pequeño y por ello la
escala en que se produce, es menor a aquella en que se minimizaría el costo promedio
de producir cada unidad (por ej. de tintura de pelo de color trigo pálido).
Sin embargo, los consumidores prefieren pagar más por ese
producto variado y ello, debido a que en esta variedad, perciben un atributo de
calidad, que lo hace superior a un bien homogéneo aunque sea a precio menor.
En definitiva, la variedad, que es condición de calidad, implica
necesariamente la producción en una escala menor, pero, en la medida que no existan
Barreras a la Entrada, la competencia real o potencial, determinará que cada
producto variado sea procesado al mínimo costo que es posible producir en esa escala
de producción, escala limitada por la demanda reducida por la segmentación o
variedad.
En la medida que esta preferencia por la variedad y calidad es
reflejo de decisiones libres e informadas de los consumidores, puede ser vista como
Mejora en el Sentido de Pareto, de una situación inicial de competencia perfecta
con bienes homogéneos, que incrementan el Bienestar Social y que por ende son
compatibles con la eficiencia Económica.

c) Utilidades Monopólicas: Progreso Tecnológico

El modelo de Competencia Perfecta supone que las empresas se


equilibran en el Teorema de Cero Utilidad, lo que significa que sólo perciben utilidades
“normales”, donde los ingresos totales son los estrictamente necesarios para cubrir los
costos totales.
En Competencia Imperfecta, especialmente en estructuras
industriales muy concentradas como oligopolios o duopolios, los agentes perciben
utilidades “anormales” o monopólicas”, esto es, sus ingresos totales exceden a los
costos totales de producir.
Las utilidades monopólicas, (que en si mismas no son
cuestionables como costo social) o son reflejo de que el precio de mercado es mayor
al costo promedio y así no representaría, ese precio mercado, el verdadero “precio
social”, lo que afectaría la Optima Asignación de los Recursos. (Entre otros costos
sociales, se produciría menos que la cantidad socialmente óptima y se alterarían las
decisiones óptimas de consumo).
Sin embargo, la existencia de Utilidades Anormales o
Monopólicas, es lo que posibilita la Innovación y el Progreso Tecnológico, que son
factores fundamentales, tanto de mejora de la eficiencia productiva como de la
calidad, es decir, son determinantes del Bienestar Social.
La Teoría Clásica presagiaba que en Competencia Perfecta, en
donde la única fuente de utilidades del productor podía encontrarse en la
minimización de los costos de producir, se desarrollarían las innovaciones técnicas
o inventos que hicieran posible reducir los costos y ello como resultado del afán de
lucro de los productores de competencia perfecta.
Este presagio, de la Teoría Clásica, es contradicho totalmente por
la realidad. En efecto, los grandes progresos tecnológicos, e incluso concernientes a
industrias propias de la Competencia Perfecta, (como por ejemplo la agricultura), se

24
Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

desarrollan por empresas que se desenvuelven en competencia imperfecta y de


carácter monopolístico.
El desarrollo de pesticidas en agricultura o de máquinas más
eficientes, son hechos por empresas no agrícolas y generalmente oligopólicas, como la
Bayer o la Caterpillar y, en el seno de la industria agrícola propiamente tal, que se
desenvuelve en competencia perfecta, no se observa producción de innovación,
investigación o inventos.
Lo anterior, obviamente, se debe a que en competencia perfecta
no es posible obtener utilidades o excedentes que permitan financiar la investigación.
De esta manera, las utilidades anormales o monopólicas, que
en principio parecen ser demostrativas de asignación social ineficiente, se constituyen
en la única fuente que posibilita el Progreso Tecnológico, el cual no es posible en
competencia perfecta y, siendo el progreso tecnológico la gran fuente de incremento
del bienestar social, esta utilidades monopólicas pueden ser vistas como una mejora
en el sentido de Pareto, a la alternativa de la Competencia Perfecta.
La definitiva importancia de las utilidades monopólicas y su
insustituible aporte al bienestar es el un planteamiento brillantemente expuesto por
Joseph Schumpeter. Este economista de la Escuela Austriaca desarrolla la teoría
de la “competencia destructora-creadora”, según la cual, el poder monopólico es
el incentivo de la empresa para innovar y esa innovación implica cambios tecnológicos
y cambios en la estructura de la industria, que “destruyen” lo existente para sustituirlo
por algo mejor, produciéndose así el crecimiento económico y el incremento en el
bienestar social.
Según Schumpeter, la detentación de este poder monopólico es
siempre transitorio y está expuesto a ser amagado por otro competidor innovador que
lo destruya.

6.4.- Limitaciones del Desempeño Monopólico.

Con todo, podría sostenerse que no obstante que la estructura


concentrada, propio de la competencia imperfecta, con grandes empresas
detentadoras de importante poder monopólico, si bien es fuente de beneficios sociales
como la variedad, la calidad y el progreso tecnológico; estos aportes a la sociedad
podrían no justificar el costo a que la sociedad se ve expuesta, en términos de un
comportamiento o desempeño de la empresa “grande”.
En otras palabras, ¿no pagará muy “caro” la sociedad por los aportes
que a ella entrega la empresa monopólica?.
Los presagios teóricos, en términos de comportamiento abusivo de la
empresa poderosa, (precios demasiado “altos” con producción restringida) no se
observan en el mundo real y ello puede explicarse por dos fenómenos que limitarían la
discrecionalidad en el comportamiento y desempeño de la empresa monopolística.
Estos factores limitativos son:
a) El Efecto de Desafiabilidad y

b) El Efecto de Compensación.

a) Este efecto Desafiabilidad o concepto de mercados “desafiables”,


consiste en que, aunque la empresa sea grande y tenga poder decisorio sobre el
precio, ella se comporta como si efectivamente hubiera competencia efectiva de otras
empresas, en la medida en que no existiendo Barreras a la Entrada, existe la amenaza
permanente de que otros competidores potenciales entren a competir, si es que la
empresa “grande” lleva a cabo una política de precios “altos”.
Como lo explican Tarzijan y Paredes, la desafiabilidad o amenaza de
competencia a una empresa, determina un desempeño cauteloso y no abusivo, y ello
depende fundamentalmente de las Barreras a la Entrada y de las Barreras a la Salida
(ver capítulo V).
Por ej. si una empresa aérea es hegemónica en el mercado, pese a su
poder monopólico, llevará a cabo una política de precios moderada para neutralizar la
amenaza del ingreso de otra compañía.

b) Efecto de Compensación: Este es un fenómeno que explicaría la


razón por la cual, en los mercados “imperfectos”, con “empresas grandes” en

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

industrias con alto grado de concentración, se observa un comportamiento y un


desempeño muy acorde al interés económico-social, pese a que el poder monopólico
que detentan, podría hacer suponer que el interés social se postergue en aras del
beneficio de esa “empresa grande”.
John K. Galbraith propone la teoría del Poder Compensatorio.
Según Galbraith, ocurre que las necesidades de eficiencia y de
aprovechamiento de economías de escala o de ámbito, recomiendan y posibilitan
empresas “grandes”, pero este fenómeno se da en todas las industrias, como por
ejemplo en la industria automovilística, en la industria de la alimentación o la industria
textil etc.
Se observa entonces que, el poder monopólico de una empresa se
“compensa” con el poder monopólico de otra empresa, llegándose así a un equilibrio
muy cercano al que se llegaría en competencia perfecta.

Así por ejemplo, Coca-cola es muy poderosa, pero debe pactar precios
con Mc-Donalds que también tiene mucho poder y así, el precio de la Coca-cola será
muy cercano al precio que tendría ese producto en competencia perfecta. Lo mismo
vale para Nestle en relación a Wal-Mart y en general en todas las relaciones de
mercado, en los cuales el poder de una empresa se compensa con el poder de la otra
con la que se relaciona.

Teoría del Segundo Optimo: “Second Best”.

Esta es una teoría de Eficiencia Económica denominada la Teoría del Segundo Optimo
(en inglés “Second Best”) la que ha sido desarrollada por K. Lancaster y R. Lipsey, según la cual debe puede
calificarse y llegar a entenderse como eficiente una situación, a pesar de no cumplir con las condiciones del
Optimo de Pareto, si estas condiciones, por alguna razón resultan imposibles.
Existiendo imposibilidad de cumplirse con el Optimo de Pareto en forma rigurosa, es
admisible calificar como socialmente eficiente aquella alternativa que, dentro de las posibles, sea la mejor
de acuerdo al teorema desarrollado por esta teoría
Si la imposibilidad de óptimo afecta a alguna de las tres condiciones de Pareto (por ej. el
Optimo de Producción) no significa ello que la solución eficiente sea aquella en que se cumplan los otros dos
óptimos posibles (por ej. de consumo y de sustitución técnica).
La condición de Óptimo de Pareto implica que copulativamente se cumplan las tres
condiciones de óptimo que ya vimos (ver. Optimo de Pareto) y así, si uno de ellos se hace imposible, la
maximización del bienestar social y la eficiencia económica deberá evaluarse prescindiendo de los óptimos
posibles considerados en forma aislada.
Así por ej., si la variedad afecta a la producción eficiente a un costo mínimo y así no se
cumple el óptimo de producción de Pareto, ello no significa que la solución socialmente eficiente sea aquella
más cercana al cumplimiento de los otros dos Optimos de Pareto.
La alternativa socialmente más eficiente o Segundo Optimo, será aquella que maximice
el bienestar social o en su caso la riqueza social, dentro de las alternativas posibles, determinadas por este
nuevo escenario.
En este sentido, el equilibrio de competencia imperfecta, con las características ya
indicadas en los acápites anteriores, sería una alternativa socialmente eficiente según el criterio del
Segundo Optimo, por ser la mejor forma de satisfacer las necesidades sociales de variedad, calidad e
innovación tecnológica.

7.0.- CONCLUSIONES SOBRE LA EFICIENCIA ECONÓMICA SOCIAL.

7.1.- Condiciones Suficientes de Eficiencia Microeconómica.

De acuerdo a lo explicado anteriormente, dándose las condiciones


de Competencia Perfecta, se producía automáticamente la Eficiencia Económica y la
Optima asignación de los recursos, en el sentido de Pareto.
Ahora bien, como hemos visto también la eficiencia económica
podía cumplirse fuera de al Competencia Perfecta y, en condiciones de
Competencia Imperfecta, en la medida que en esta estructura de mercado
(Competencia Imperfecta) no intervinieren Barreras a la Entrada.
Así, la Competencia Perfecta no es Condición Necesaria de
eficiencia, aunque si es condición suficiente y, en este acápite enunciaremos cuales

26
Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

son los requisitos de mercado que se constituyen en Condición Suficiente de


Eficiencia Económica, que aseguran la Optima Asignación de los Recursos.
Dándose los hechos constitutivos de condición suficiente, se
producirá la Eficiencia Económica, aunque no se cumplan todas las demás
características de la Competencia Perfecta y así, concurriendo los cuatro supuestos
que enunciaremos y que son Condición Suficiente de eficiencia, esta eficiencia de
producirá con prescindencia de que el mercado de que se trate, sea característico de
la Competencia Perfecta o Imperfecta.
Los cuatro supuestos que enunciaremos y que se constituyen en
Condición Suficiente de eficiencia, se desprenden del razonamiento que puede
exponerse así: “Si todos los Agentes Económicos procuran maximizar sus
utilidades, sin que existan Barreras a la Entrada (o la Salida), están perfectamente
informados e internalizan todos los costos y beneficios sociales de sus actos,
entonces el agregado de maximizaciones individuales será equivalente a la
Maximización de Utilidades Sociales.
De lo anterior se desprende que los cuatro Supuestos de Mercado
que se constituyen en Condición Suficiente de Eficiencia Económica, son los
siguientes:

a) Todos los Agentes Procuren Maximizar Utilidades

Este supuesto podría parecer en principio, como una obviedad.


Sin embargo, como veremos después, en el caso de las empresas (que
son agentes económicos) puede ocurrir que en la realidad persigan maximizar
las utilidades de los administradores o “Agente”, por sobre la finalidad de
maximizar las utilidades de los dueños de ellas o “Principal”

b) No existan Barreras a la Entrada o a la Salida

Este supuesto nos permite compatibilizar la eficiencia económica con


estructuras de mercado imperfecto o de competencia imperfecta, sin perjuicio
de que este supuesto es también una de las condiciones de competencia
perfecta.

c) Perfecta Información

Este supuesto no implica el “saberlo todo” (Propiedad Privativa de Dios).


La perfecta información, cuestión que se trata en el capítulo VII, está
asociada a la simetría o igualdad de la información de la que disponen los
agentes cuando interactúan entre sí.

d) Ausencia de Externalidades o “Bienes Públicos”.

Para que se cumpla la maximización de utilidades sociales, es menester


que los agentes internalicen la totalidad de los costos y beneficios sociales
derivados de sus decisiones libres.
En la medida que existan Externalidades (Positivas o Negativas) o
Bienes Públicos, (que como se verá en el capitulo VI, son sinónimos de
externalidades positivas) entonces no se cumplirá con este supuesto que
exige la completa internalización de costos y beneficios sociales.

En definitiva, concurriendo los 4 cuatro supuestos citados, se


producirá la Eficiencia Económica, debido a que estos 4 supuestos, copulativamente
considerados, son Condición Suficiente de Eficiencia Económica.
Después aclararemos que la Eficiencia Global en el
funcionamiento de la actividad económica, requiere también de la existencia de un
Orden Público Económico eficiente y de Estabilidad Macroeconómica.
Debido a ello y para los efectos de precisar conceptos, a estos 4
supuestos de mercado que son condición suficiente de eficiencia, los denominamos
Condiciones Suficientes de Eficiencia Microeconómica, para precisar así que la
eficiencia definitiva o global, también requiere de un Orden Público Económico y de
estabilidad macroeconómica (estabilidad monetaria y fiscal).

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

7.2-. La Eficiencia Económica y el Orden Público Económico.

A propósito del análisis que hicimos de los criterios de eficiencia, como


el criterio de Pareto y el Criterio de Kaldor Hicks, señalábamos que a través de esos
procedimientos podíamos asegurar o calificar la eficiencia de las decisiones que los
individuos tomaban a partir de situaciones ya dadas.
Así explicábamos que, según el Criterio de Pareto, toda decisión que
procurara beneficios a un individuo, sin perjudicar a nadie, era una mejora de Pareto
y ella contribuía al bienestar social, hasta llegar a una situación de Optimo, en que ya
no resultaba posible obtener mejorar a una persona sin perjudicar a otro.
Por el criterio de Kaldor Hicks podía considerarse eficiente una decisión,
en la medida que los beneficios obtenidos por unos, alcanzaren para “compensar” a
los perjudicados.
Puede observarse que ambos criterios son fuertes y consistentes;
resultan impecables pero su lógica es válida y consistente, sólo a partir de una
situación dada y estos criterios de eficiencia no nos resultan útiles para la
determinación o configuración de la situación original.
Los individuos pueden actuar y tomar decisiones eficientes, dependiendo
del bagaje o “Derechos de Actuación” de que el ordenamiento jurídico los haya dotado
y, más precisamente, del grado de profundidad y extensión del Derecho de
Propiedad y del Derecho a la Autonomía de la Voluntad.
Lo anterior concierne a lo que en Derecho Económico se denomina
“Orden Público Económico” que es en principio, el conjunto de disposiciones
jurídicas fundamentales que configuran el ámbito de Derechos de actuación de las
personas y que principalmente se derivan del derecho de propiedad y del
reconocimiento de la Autonomía de la Voluntad o Libre Contratación.
La Teoría Económica Moderna ha desarrollado fuertemente la Teoría de
los Derechos de Actuación, (Property Rights) por la que se le atribuye al Derecho, una
importancia fundamental en su Rol de asignador del Haz de Derechos, que se
entrega a las personas y que configuran el ámbito dentro del cual pueden tomar sus
decisiones.
En nuestro lenguaje jurídico, este rol del Derecho como asignador del
Haz de Derechos, estudiado por la Teoría Económica como “Derechos de Actuación”
(Property Rights), es el que conocemos y denominamos como Orden Público
Económico.
La Eficiencia Económica y la Optima Asignación de los Recursos que en
definitiva la sociedad consiga, dependerá muy directamente del grado de exclusividad,
tranferibilidad, extensión, profundidad y garantía de la propiedad y del derecho a los
intercambios (Libertad Contractual) es decir, del Haz de Derechos, con que el
ordenamiento jurídico dote a las personas a través del Orden Público Económico.
El Orden Público Económico marca como la “Partida” o la situación inicial
o, lo que se conoce como “Sistema Económico”.
Para relacionar la Eficiencia Económica con el Orden Público Económico,
basta con observar que el Orden Público Económico, al fijar el Haz de Derechos, está
determinando el sistema económico y, resulta evidente que cada sistema económico
particular (por ej. uno de mercado o uno socialista) implica muy distintas asignaciones
de recursos y muy distintos grados de Eficiencia Económica.
El Sistema Económico, que es resultante el Orden Público Económico, es
determinante de la Eficiencia Económica y, por ende, el Orden Público Económico o
Haz de Derechos, reconocido inicialmente por la Ley, es a su vez, el que influye en la
Eficiencia Económica.

Este tema se desarrolla en el capítulo IV

7.3. Eficiencia Económica y Estabilidad Macroeconómica.

La obtención definitiva de ese objetivo social de Eficiencia


Económica, que consiste en lograr que los recursos sociales que por definición son
escasos, se asignen óptimamente y que la sociedad maximice su riqueza, exige,
además de todo lo anterior, que se cumpla con los llamados “equilibrios
macroeconómicos” o “estabilidad macroeconómica”.

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

Para entender la pertinencia e importancia de esta cuestión en la


eficiencia económica, traeremos a colación un ejemplo histórico, en el cual, dándose
(al menos en principio) el resto de las condiciones de eficiencia que ya hemos
señalado, no obstante ello, la producción de riqueza se encontraba en claros niveles
de sub-óptimo.
El ejemplo histórico que referimos es la Gran Depresión iniciada a
aquel “Jueves negro” del 24 de Octubre de 1929, que mantuvo a gran parte de la
economía occidental, durante toda la década del 30, en situación de recesión, con
industrias paradas y gente desempleada.
Aquella crisis y en general, las crisis o depresiones asociadas a los
ciclos económicos, implican una Ineficiencia Económica, ya que existiendo los
recursos para producir, éstos no se aprovechan (hay desempleo y las industrias están
paradas), lo que supone una situación de sub-óptimo, en el sentido de Pareto.
Se presenta así una situación en la cual, pese a darse las Condiciones
Suficientes de Eficiencia Microeconómica (los 4 supuestos ya mencionados) y, sin
que pueda atribuirse este paro al Orden Público Económico o Sistema Económico,
la actividad económica se desenvuelve sin que exista una Optima Asignación de los
Recursos ni se produzca la eficiencia económica.
Las crisis o depresiones están relacionadas o son efecto de los ciclos
económicos (períodos de auge seguidos de depresión) que, con alguna periodicidad,
se dan en la Economía.
Estos ciclos económicos son consecuencia de variaciones indeseadas de
la Demanda Agregada, la cual, a su vez, depende directamente de la Política
Monetaria y de la Política Fiscal.
En la medida que la Demanda Agregada que es reflejo de la Política
Monetaria y de la Política Fiscal, sea estable, se minimizarán los ciclos
económicos y con ello se evitará los efectos adversos, en términos de Eficiencia
Económica, que producen las recesiones.
De lo anterior deducimos que, el tercer elemento que la Eficiencia
Económico-Social exige, es que se cumpla con la estabilidad de los denominados
“equilibrios macroeconómicos”, esto es, una Política Monetaria no inflacionista
y una Política Fiscal Equilibrada.

8.0.- LA TEORIA DEL FRACASO DEL MERCADO.

8.1.- Enunciado

De lo dicho anteriormente podemos inferir que este desafío social que


consiste en lograr la eficiencia económica y la Optima Asignación de los Recursos,
maximizándose así la riqueza social, es algo perfectamente alcanzable.
En efecto, para lograr el cumplimiento de ese gran objetivo económico-
social, que es la eficiencia, bastará que se cumplan o concurran los supuestos de
eficiencia económica que hemos referido en los acápites anteriores.
Así, basta con que se den las 4 condiciones suficientes de eficiencia
microeconómica (Agentes Maximizadores de Utilidades; no Barreras a la Entrada;
Perfecta información y Ausencia de Externalidades); ello con un adecuado Orden
Publico Económico y dándose, por último, la estabilidad macroeconómica, para que se
obtenga la anhelada Eficiencia Económica.
Como los supuestos señalados constituyen Condición Suficiente de
Eficiencia, bastará la concurrencia de esas condiciones para que, el Mercado en forma
automática y sin mayor intervención, ni necesidad de planificación alguna, obtenga,
como resultado incuestionable la Eficiencia Económica, la Optima Asignación de los
Recursos y la Maximización de la Riqueza Social.
SIN EMBARGO, TODO PUEDE FALLAR
Esta es la frase que mejor refleja el sentido de la denominada “Teoría de
Fracaso del Mercado”.
En efecto, esa anhelada Eficiencia Económica, que en principio puede
parecer tan próxima a ser lograda a través del mercado, puede constituirse en una
quimera y ello, porque EL MERCADO PUEDE FALLAR.
En efecto, es factible que los supuestos de mercado que son Condición
suficiente de eficiencia, no concurran en la realidad o sólo concurran imperfectamente,

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

por estar afectados estos supuestos por las denominadas “Fallas de Mercado” o
“Imperfecciones de Mercado”.

8.2.- Los “Fallos” de Mercado o “Imperfecciones de Mercado”

Al referirnos a las supuestos de mercado que se constituían en Condición


Suficiente de Eficiencia Microeconómica, señalábamos que ellos eran sólo 4: a) Que
los agentes procuraran maximizar utilidades; b) Que no existieran Barreras a la
Entrada; c) Perfecta información y d) Ausencia de externalidades.
Pues bien, cada uno de estos supuestos puede estar afecto a lo que se
denomina “Falla” o Imperfección de Mercado, que son hechos o circunstancias que
excluyen o afectan la plena vigencia practica de un determinado supuesto de mercado.
Cada uno de los 4 supuestos de mercado eficiente, es vulnerable a la
presencia de un fallo o imperfección. Dicho de otra forma, cada supuesto de mercado
eficiente, tiene como contrapartida, una falla o imperfección de mercado.

Descripción de los Fallos de Mercado

a) El Problema de Agencia: Denomínase así a los casos en que


prevalece el interés del administrador (agente) por sobre el interés del propietario
(principal).
Esta imperfección de mercado, llamada problema de agencia, afecta al
primer supuesto de mercado eficiente, cual era aquél que exigía que todos los agentes
económicos procuraran maximizar utilidades.
Ocurre que en el mercado, los agentes económicos no solo son
personas naturales, sino que también existen empresas que toman decisiones de
producción, de compra de bienes, de inversión, etc.
Las empresas, sobre todo aquellas más grandes constituidas en
sociedades anónimas, están administradas por personas distintas de sus dueños.
Es decir, las decisiones de las empresas son tomadas por individuos que
no son sus propietarios y que pueden así ser proclives a tomar decisiones pertinentes
más a sus intereses propios personales, que a los verdaderos intereses de la empresa.
En la medida que prevalezca el interés personal del administrador o
“agente” por sobre el interés del propietario o “principal” (que es el interés de la
empresa), entonces las decisiones de la empresa como tal, ya no tendrán como
objetivo central la Maximización de Utilidades y, no se cumplirá el primer supuesto
de mercado eficiente que era Condición Suficiente de Eficiencia Microeconómica.
Nota Aclaratoria: El problema de agencia pertenece a un contexto de
mayor dimensión que es lo que se conoce en la teoría económica como “Riesgo
Moral”.
La Teoría Económica, tradicionalmente, entiende el Riesgo Moral en
general y el Problema de Agencia en particular, como algo relacionado con otros
supuestos de mercado eficiente, que es la Perfecta Información. (Entiende que los
actos abusivos de un administrador se explican por la desinformación del propietario).
Este planteamiento tradicional de la teoría clásica, no es consistente.
En efecto, es perfectamente compatible una conducta indeseada del
administrador, con el hecho de que el principal conozca y esté informado de esas
conductas, pese a lo cual no está dispuesto a incurrir en los costos que implica el
lograr corregir esa conducta indeseada.
El lograr o conseguir que el administrador o agente cumpla cabalmente
con los términos de su contrato (por ej. de Gerente) tiene costos, no solo de
información, si no que también costos asociados a hacer cumplir lo pactado, que
forman parte muy importante de lo que la teoría económica denomina costos de
transacción.
De esta manera, analizando a fondo la imperfección de mercado que
hemos catalogado como “Problema de Agencia”, más rigurosa y propiamente
debiéramos enunciar que la verdadera falla de mercado que afecta al supuesto de
maximización de utilidades, es la existencia de Costos de Transacción, que son
aquellas erogaciones, tanto tangibles como intangibles, que implica hacer cumplir, ya
sea la ley o el contrato.
La existencia de estos costos de transacción explica mucho más
consistentemente que la “desinformación”, la ocurrencia de conductas, por parte del

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

“Agente”, que se alejan de lo estipulado en su contrato. (En el contrato que se firma


con un Gerente, se incluye una cláusula que lo obliga a velar, en sus decisiones, por el
interés de la empresa, pero hacer cumplir esa estipulación no resulta gratuito y
muchas veces, el costo de hacer cumplir es mayor al beneficio que obtiene el
propietario fiscalizador, sobre todo, si este propietario es accionista minoritario.
Este tema se trata en el capítulo V.

b) Barreras a la Entrada o a la Salida

Las Barreras a la Entrada consisten en cualquier hecho, circunstancia o


disposición jurídica que impida o dificulte el ingreso de un agente económico a una
industria, (entiéndase por industria, el conjunto de empresas que compiten con
productos sustitutos, como por ej. la industria del automóvil, la industria farmacéutica,
etc.).
El segundo supuesto de Eficiencia Económica nos exige que, para llegar
automáticamente a la solución eficiente, no deben existir Barreras a la Entrada. (Se
dice también Barreras a la Salida, porque los impedimentos a salir de una industria,
desincentivan el ingreso a ella).
Sin embargo en el mundo real este supuesto de mercado, en forma muy
frecuente no se cumple y, es común que existan (Barreras a la Entrada) que se
constituyen en “fallos” o imperfecciones de mercado que desvirtuarán la eficiencia
económico-social.
Paradojalmente, gran parte de las Barreras a la Entrada que afectan la
Eficiencia económica, provienen o se derivan de la institucionalidad legal y, es el
propio ordenamiento jurídico el que, más frecuentemente de lo que parece, es el
responsable de estas imperfecciones.
En general, la “regulación” de actividades económicas, a la que la ley
es muy proclive (muchas veces injustificadamente), no consiste en otra cosa que
prohibir o condicionar al cumplimiento de requisitos burocráticos, el ingreso de un
competidor a una industria y, estas regulaciones legales se constituyen en Barreras a
la Entrada que, en muchos casos, son muy importantes.
Así por ej. regulaciones como la exigencia de orden médica para requerir
un examen de laboratorio o la exigencia de receta médica, son claros ejemplos en que
la regulación crea Barreras a la Entrada. (En los casos del ejemplo, se impide que la
automedicación compita en la industria médica).
Otros ejemplos de regulación creadora de Barreras a la Entrada es el
que se observa en la industria del transporte, en la cual la ley es muy dada a dificultar
la libre entrada, ya sea de buses o aviones, en líneas o recorridos que ya son servidos
por empresas que han obtenido cierta exclusividad en servicios de transportes.
En todo caso, existen Barreras a la Entrada (o la Salida) de distinta
naturaleza y ese tema lo abordamos en el capítulo VI.

c) Asimetría de la Información.

La Información Asimétrica se da cuando el bagaje de información de que


disponen las partes contratantes o que realizan cualquier intercambio, es distinta,
disponiendo una parte o agente económico, de una información de la cual carece el
otro agente, con quien realiza el intercambio.
La Asimetría de información es la “falla” o imperfección de mercado,
que afecta al tercer supuesto de eficiencia económica, que era la Perfecta
Información.
El supuesto Perfecta Información, no significa que se requiera saberlo
todo, sino que está referido a que, las decisiones económicamente eficientes, serán
aquellas que resulten del intercambio entre agentes que disponen de la misma
información.
Así por ejemplo, el consumidor de cecinas, que valora mucho la carne
de cerdo y muy poco la carne de caballo, en principio no dispone de la información
(sobre los ingredientes de la cecina) de que dispone el fabricante y, de no existir
rotulación, existiría un “fallo” de información asimétrica que podría distorsionar la
Optima Asignación de los Recursos.
En efecto, siguiendo el ejemplo anterior, si las preferencias sociales se
orientan a la carne de cerdo y, los consumidores carecen de información sobre los

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

ingredientes de las cecinas, podrían orientar su demanda a cecinas con carne de


caballo y, la sociedad en su conjunto, asignaría menos recursos que los óptimos, a la
producción de carne de cerdo.
La Perfecta información o información simétrica debe versar:
a) Sobre los verdaderos costos de una decisión.

b) Sobre los verdaderos beneficios y

c) Sobre los riesgos o probabilidades.


El tema referido a este fallo de mercado, la Asimetría de información, lo
tratamos en el capítulo VIII.

d) Presencia de Externalidades

Para que exista coincidencia entre la maximización de utilidades que


realiza cada individuo independientemente y la maximización de utilidades sociales o
bienestar social, es necesario que en cada decisión maximizadora que los individuos
realicen, internalicen siempre, tanto los costos sociales como los beneficios sociales
involucrados en los actos de las personas.
En efecto, en la medida que en cada decisión privada, las personas
hayan considerado la totalidad de los costos y beneficios involucrados, sin que existan
costos y beneficios externos a ellos, es decir, Externalidades, entonces la búsqueda
maximizadora de utilidades de los individuos será correspondiente y exactamente
igual a la función maximizadora de la sociedad.-
Así, la inexistencia de costos o beneficios sociales externos, que
denominamos, Ausencia de Externalidades, se constituye en Condición
Suficiente de maximización de bienestar social, siempre y cuando concurran también
los otros tres supuestos de eficiencia que ya hemos mencionado.
Sin embargo, este supuesto de ausencia de externalidades puede fallar
porque puede ocurrir y de hecho suele ocurrir frecuentemente que, existen casos en
los cuales los agentes no internalizan la totalidad de los costos sociales, por existir
Externalidades Negativas o bien, puede ocurrir que, los agentes no estén en
situación de internalizar todos los beneficios sociales, por existir Externalidades
Positivas.
En general, las externalidades se originan en que existen bienes
económicos, (aquellos que cumplen con el requisito de exigir costos para producirse y
dar beneficios) cuyos Derechos de Propiedad no están definidos, es decir, no
tienen dueños.
Existen bienes económicos como el aire puro, el agua limpia o los peces
del mar, respecto de los cuales la ley no establece o “define” un derecho de
propiedad.
Son bienes económicos porque son escasos y su producción exige
costos, pero no obstante tener la calidad de bienes, respecto de ellos la ley no prevee
la existencia de títulos de dominio que den a personas determinadas el derecho
exclusivo, perpetuo y transferible sobre ellos.
No existiendo propietario, estos bienes se perciben como gratuitos y los
individuos tienden a usar o disponer de ellos sin internalizar el verdadero costo que la
disposición de esos bienes socialmente implica y ello afectará la Optima Asignación de
recursos sociales, ya que no habrá una aprovechamiento prudente de estos recursos
carentes de propietarios. Al no tener dueño, carecen de precio.
Lo mismo ocurre respecto de los denominados Bienes Públicos.
Es común que, en la teoría económica del bienestar se señalen como
Imperfecciones de Mercado a las Externalidades y a los Bienes Públicos, como dos
cuestiones diferentes.
Sin embargo, como lo veremos al tratar la Teoría de las Externalidades,
el fenómeno de las externalidades y los Bienes Públicos, pertenecen a la misma
naturaleza y son conceptualmente sinónimos y esta nomenclatura distinta (Bienes
Públicos o Externalidades) se explica por dos perspectivas o puntos de vista para
analizar un mismo hecho, de la misma manera que una moneda puede verse desde la
cara o el sello.
En definitiva, la imperfección de mercado que puede afectar al cuarto
supuesto de eficiencia económico-social, que es la ausencia de externalidades, puede

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

fallar por presentarse la Imperfección de Mercado que es la Indefinición de


Derechos de Propiedad sobre algunas cosas que son Bienes Económicos por ser
escasos ( requieren costos) e idóneos para producir utilidad pero, respecto de los
cuales, no existen títulos jurídicos que den derechos de uso o aprovechamiento
exclusivo, perpetuo y transferible. La indefinición de Derecho de Propiedad, dará
lugar a la presencia de externalidades, que se constituirán en un “fallo” o
imperfección que harán fracasar al mercado.
La Teoría de las Externalidades y de los Bienes Públicos la trataremos en
el capítulo VII.

9.0 LA TEORIA DEL FRACASO DEL ESTADO

9.1.- La Tradición de Pigou.-

La Teoría de Fracaso de Mercado nos enseñaba, como lo hemos visto,


que el mercado como mecanismo de eficiencia económica está expuesto a “fallos” o
imperfecciones de mercado que alejarían el objetivo de eficiencia económica que sería
el “deseado” por la sociedad.
La evidencia de estas fallas de mercado y el objetivo de eficiencia
económica que persigue la Economía Normativa o la Política Económica, hicieron
prevalecer por mucho tiempo (incluso hasta el día de hoy), la idea que, al Estado le
correspondía una labor insustituible y determinante para el cumplimiento del objetivo
de la eficiencia, en un especie de rol de “reparador” de las imperfecciones de las que
podía adolecer el mercado.
La Economía del Bienestar, que es aquella rama de la teoría económica
de carácter normativo, que se encarga de dar recomendaciones o prescripciones
normativas de Política Económica, ha estado y en gran medida sigue estando,
dominada por la llamada “Tradición de Pigou” que es una escuela o doctrina de
pensamiento, según la cual la Eficiencia Económica y el Bienestar Social es un objetivo
cuya obtención demanda la intervención del Estado, en una función correctiva de los
fallos de mercado.
Por esta escuela de pensamiento, tan arraigada en las prácticas de
política económica, al Estado se le atribuye un especie de rol de “albañil” que afina los
defectos de la construcción económica que realiza el mercado.
Se denomina “Tradición de Pigou” en referencia a Arthur Pigou, que es
un economista de la Escuela de Cambridge, que en 1920 publica “La Economía del
Bienestar”.
Pigou, a través de su obra, denuncia principalmente las distorsiones a la
eficiencia social provocadas por las externalidades y, como solución a ese fallo de
mercado, propone la intervención del Estado a través de políticas de impuestos o de
subsidios, según el caso, para lograr resultados socialmente eficientes en el caso de
las externalidades.
Aunque Pigou se circunscribe fundamentalmente al problema de las
externalidades, la “Tradición de Pigou”, como escuela de pensamiento que hereda
de él la fórmula interventora del Estado como mecanismo de eficiencia, se asocia a
esa especie de actitud o predisposición a ver en el Estado, y en su intervención
correctora, el gran instrumento de reparación de las ineficiencias a que el mercado
puede conducir.
Así, por “Tradición de Pigou” o por políticas “Pigouvianas”, se entiende a
todas aquellas tendencias de política económica que recomiendan o en su caso
implementan efectivamente, distintas formas regulatorias de las actividades
económicas, con intervención del Estado, hechas o justificadas bajo la idea de que
estas políticas regulatorias intervencionistas son necesarias y útiles, para mejorar la
eficiencia y el bienestar social ante las fallas que el mercado presenta.
Gran parte del incremento del tamaño del Estado se explica por el afán
regulatorio por parte de éste de las actividades económicas y a su vez, esta regulación
se pretende justificar en un propósito de “subsanar” las ineficiencias indeseables del
mercado en esas actividades.
La actitud proclive a recomendar la intervención del Estado, mediante
regulaciones o a través de la creación de organismos públicos interventores, es una
disposición tremendamente generalizada en la sociedad y, especialmente en muchos

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

sectores políticos. Es común que, sin mayor análisis, se abogue fuertemente por una
regulación o intervención estatal.
La Tradición de Pigou, en gran medida escapa del estricto ámbito de la
teoría económica y podría catalogarse incluso como “instintiva”, en el sentido de
constituirse como una fórmula de enfrentar un problema.

9.2. Críticas a la Tradición de Pigou.

9.2.1. Estado Carente de Costos

La actitud intervencionista, propia de la “Tradición de Pigou” toma o


concibe al Estado como un ente “idealizado”, perfectamente informado, de actuar
perfecto y por ende, carente de costos.
Normalmente en las proposiciones Pigouvianas, (recomendaciones
intervencionistas) no se repara ni se detiene analíticamente, en el costo social o los
efectos que la intervención del estado puede hacer recaer en otras actividades.
Se supone a la intervención estatal, solo como fuente de un beneficio en
la medida que pueda reparar un fallo de mercado, pero se tiende a omitir o no
considerar que, esa intervención estatal o la regulación, también exige costos y no es
gratuita.
Desde ya, la intervención estatal demanda un costo directo en
términos de asignación de recursos para la mantención y funcionamiento de un
organismo público (sueldo de funcionarios, instalaciones, etc).
Además, las regulaciones, muchas veces importan fuertes costos
indirectos en la medida que afectan el desarrollo y comportamiento eficiente en otras
variables económica o en otras actividades económicas.
Así por ejemplo, si para evitar que no se deprede el ambiente, la ley
establece fuertes exigencias para la creación de empresas; puede esperarse que
efectivamente baje el número de actividades depredatorias, pero esa regulación
supondrá costos indirectos, en cuanto dificulta y entraba la creación de empresas y
la inversión, con costosas consecuencias sociales, entre otras, en el crecimiento
económico.
Un ejemplo ilustrativo de esta falta de consideración a los costos
sociales involucrados en la intervención del Estado, se observa en el caso del
Transantiago.
En este caso, al observarse problemas de congestión y contaminación
causados por el transporte colectivo, se optó por una intervención del Estado para
eliminar los efectos no deseados de congestión y contaminación, sin reparar en los
costos indirectos asociados a esa intervención planificacionista del transporte urbano.
El costo indirecto fundamental ha consistido en la eliminación de los
incentivos a competir entre dueños de buses, con los consecuentes efectos en mala
atención y mal servicio, costos que en el caso en comento, seguramente son
superiores a los beneficios sociales en términos de eliminar congestión y
contaminación (sin perjuicio que es discutible si el sistema planificado supondrá
progresos en congestión y contaminación).
Puede ocurrir que, la intervención del estado irrogue más costos que
beneficios y, se critica a la Tradición de Pigou, el que en las proposiciones
intervencionistas, se omita la consideración de la relación costo social versus
beneficio social de las regulaciones e intervenciones estatales.

9.2.2 Omisión del Análisis del Origen de la “Falla de Mercado”

Es muy característico de las actitudes o políticas intervencionistas,


propias de la Tradición de Pigou, que se recomiende la intervención del Estado para
reparar o subsanar una falla de mercado sin que preceda a esa recomendación un
análisis acerca del origen, causa o naturaleza de la imperfección que se trata de
reparar.
La falla de mercado se vislumbra, desde el punto de vista Pigouviano,
como un hecho exógeno y dado; es decir, como si fuera un fenómeno de la naturaleza
de carácter inevitable.
Así por ejemplo, se toma el problema del monopolio como si éste
existiera per-se, sin reparar o detenerse a analizar que gran parte de la falla de

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

mercado, asociada al poder monopólico, se origina en la existencia de barreras a la


entrada que muchas veces están establecidas en el propio ordenamiento jurídico.
De esta manera, siguiendo con el ejemplo del poder monopólico, la
tradición Pigouviana recomendará toda clase de regulaciones (por ejemplo regulación
de tarifas, etc) sin reparar en que el origen o causa de la imperfección de mercado
estriba en Barreras a la Entrada creadas por la Ley y que, por ende, la corrección de la
falla y la obtención de la eficiencia se puede aproximar mejor, derogando las
regulaciones que crean poderes monopólicos, antes que creando mayores regulaciones
intervencionistas.
Un caso actual muy representativo de esta paradoja se presenta a raíz
de la regulación del transporte de pasajeros urbano (Transantiago).
En efecto, al regularse ese transporte y así prohibirse el libre ingreso de
transportistas, se crea un poder monopólico de parte de los detentores del privilegio
del transporte. Ante la “falla de mercado” que se presenta, (Poder Monopólico) se
opta por una mayor regulación en términos de tarifas fijadas y frecuencias de
recorrido controlada.
Probablemente se subsanaría, con menor costo social, los efectos
indeseados de esa situación, derogándose las disposiciones que posibilitan el poder
monopólico de la empresa de transportes (libertad de entrada, con mínimas
regulaciones sobre las calles a utilizar o en su caso, fijación de un número máximo de
autorizaciones de circulación).
La imperfecciones o fallos de mercado tienen origen o causa muy
definida y su naturaleza es perfectamente identificable y, en muchos casos, resulta
menos costoso y más práctico, combatir o enfrentar la causa de la imperfección, antes
que regular sus efectos a través de la intervención del estado que, como está dicho,
no siempre se justifica, atendido su costo.
En el caso de las externalidades, éstas tienen su origen en la indefinición
de los derechos de propiedad (bienes económicos carentes de propietarios).
En muchos casos es socialmente más rentable combatir los efectos
nocivos de las externalidades, definiendo derechos de propiedad donde no los hay,
que recurrir a la costosa intervención del Estado.
Por ejemplo, la Sobrepesca, es el efecto no deseado, en términos de
eficiencia económica, derivado de la ausencia de derechos de propiedad sobre los
recursos pesqueros. Hoy en día se postula, como mecanismo de solución socialmente
más rentable, el definir derechos de propiedad exclusivos, individuales y transferibles
sobre las especies del mar, (Cuotas de Captura Individuales Transferibles), antes que
implementar costosos sistemas de fiscalización de la actividad pesquera.

9.2.3. Crítica de R. Coase: El Problema del Costo Social

La crítica que en este acápite comentaremos, constituye uno de los


puntos centrales del trabajo, que se ha constituido en un clásico de la economía,
publicado por Ronald Coase en 1960, titulado “El Problema del Costo Social”
Esta crítica refuta la denominada “Solución de Pigou”, por la que A.
Pigou proponía, como solución a las externalidades, aplicar impuestos a los
causantes de externalidades negativas y, conceder subsidios a los agentes
involucrados en actividades causantes de externalidades positivas.
La propuesta de Pigou o “Solución de Pigou”, razonaba sobre la base
que, al aplicar impuestos a las externalidades negativas, los agentes internalizarian
(vía pago de impuestos) aquellos costos sociales externos y, en el caso de las
externalidades positivas, los subsidios concedidos, harían que los beneficios externos
los internalizara el agente que desarrollare actividades de esa naturaleza.
En la Solución de Pigou, la aplicación de impuestos y subsidios corregiría
las ineficiencias provocadas por las externalidades y provocaría una correcta
asignación de los recursos.
Coase critica la esencia de este planteamiento. A través de su trabajo,
“El Problema del Costo Social”, demuestra que en el caso de las externalidades,
normalmente denominadas negativas, (aquellas en que los agentes provocan costos
sociales que no internalizan ni pagan) no resulta posible identificar ni precisar quien
es el que provoca el costo social y, por ende, si se pretende obtener eficiencia, no
puede ser consistente aplicar un impuesto a un agente económico determinado.

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

Según explica Coase, el verdadero problema en las externalidades


negativas, es que existen dos o más agentes económicos que disputan o requieren de
un recurso escaso, carente de precio y de propiedad, sin que pueda establecerse a
cual de esos agentes corresponde cobrar el impuesto Pigouviano, ya que todos los
agentes involucrados reclaman y necesitan ese recurso.
Supongamos: Existe un pastelero que en sus labores hace mucho ruido
y, colindante a la pastelería, existe una consulta de un médico siquiatra.
Desde el punto de vista de Pigou, el pastelero con sus ruidos, provoca
costos sociales externos, es decir, una externalidad negativa y, para subsanar ello,
propone aplicar impuestos, al pastelero, equivalentes a los perjuicios que su ruido
provoca al médico. Los impuestos harán que el pastelero internalice los costos de
ruido y, muy probablemente, asignará recursos para aislar el ruido (gastará en
aislamientos para evitar el pago del impuesto).
Sin embargo, si se analiza a fondo esa situación, se puede observar que
ambos, tanto el pastelero como el médico, pugnan y reclaman un recurso social
escaso que es el ambiente, visto como una especie de recipiente del ruido.
El médico, para desempeñar su labor reclama silencio y, el silencio es
un recurso socialmente costoso (las personas deben esforzarse para no hacer ruido,
especialmente los niños) por ende, la labor del médico, al exigir silencio, está
incurriendo en un costo social, de la misma manera que lo hace el pastelero.
Otro ejemplo puede ilustrarnos más directamente sobre el costo social
en que incurren dos actividades:
Una planta de celulosa expele residuos que perjudican a los cisnes. La
tradición pigouviana propondrá aplicar impuestos a la planta de celulosa o, en su caso
hacerla incurrir en gastos para evitar el “costo social” que en el habitat de los cisnes
producen sus residuos.
Sin embargo, se puede observar que, la subsistencia y mantención de
los cisnes, es un bien económico que irroga un costo social y, cual es, agua limpia
libre de residuos, recurso que es escaso y que, requiere de la asignación de recursos
sociales para su obtención. (La conservación de cisne resta recursos a otra actividad).
¿Hasta que punto.
La protección de los cisnes no importa un costo social?, desde el punto
de vista social, la protección de cisnes exigirá la construcción de costosos sistemas de
depuración, costos en que la sociedad incurre a objeto de preservar los cisnes.
De esta manera, la preservación de cisnes importa un costo social, de
la misma forma en que la producción de celulosa también importa un costo social.
La asignación óptima de los recursos y la producción de la cantidad
socialmente óptima de cualquier bien, sea ese bien celulosa o cisnes, requiere que se
produzca hasta donde el costo marginal social iguala al beneficio marginal social.
Si la sociedad valora mucho los cisnes, deberá entonces intenalizar el
costo de su protección, asumiendo que ese bien económico no es gratuito.
En la medida en que la población de cisnes aumente mucho, su beneficio
marginal social (beneficio que da un cisne adicional) es cada vez menor y,
seguramente, los costos marginales, (costo por un cisne adicional) será cada vez
mayor. La misma relación ocurrirá en el caso de la celulosa.
La solución de Pigou no considera esta dualidad del costo social y, al
proponer impuestos o trasladar el costo únicamente a la celulosa, distorsionará la
óptima asignación de los recursos, ya que se tenderá a una producción excesiva de
cisnes, sin que esa actividad ecológica, internalice los verdaderos y reales costos
sociales.

9.3. Planteamiento de la “Teoría del Fracaso del Estado”.

El Estado es el órgano superior que tiene por función fundamental el


proveer a la sociedad de los denominados “bienes públicos”, es decir, todos aquellos
bienes y servicios que no es posible producir, al menos en forma eficiente, en las
relaciones naturales del mercado.
Corresponden a la categoría de bienes públicos, la creación de leyes; la
administración de justicia; la defensa; la redistribución de la riqueza; la promoción de
la salud, educación, vivienda; subsanar imperfecciones de mercado, etc.
Los grandes instrumentos del Estado para el cumplimiento de sus fines,
especialmente de los económicos, están constituidos por la Política Fiscal, que es la

36
Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

que determina a qué actividades públicas se van a destinar los recursos obtenidos de
los impuestos y, las regulaciones, que son el conjunto de normas jurídicas que fijan
reglas de conducta.
Se supone en el Estado y se le atribuye en sus actuaciones que, el
desempeño del Estado tiene a la vista y está auspiciado por la cautela del interés
colectivo o social y que, las acciones del Estado procurarán y tendrán como único
objetivo el incremento del bienestar social.
Ahora bien, este supuesto atribuido al Estado, en cuanto a que sus
acciones tienen siempre por objeto velar por el interés colectivo o social, no siempre
ocurre en la realidad y, desgraciadamente, muy comúnmente se observa que las
decisiones públicas no contribuyen precisamente a la maximización del bienestar
social ni a la eficiencia económica.
Así, se puede enunciar la Teoría del Fracaso del Estado, con la frase “El
Estado también puede fallar” y ello porque su funcionamiento está afecto a
diversas imperfecciones que desviarán el objetivo de maximización de bienestar social.
La teoría económica moderna ha desarrollado (Buchanan y Tullock, “The
Calculus of Consent”, 1962, U de Virginia) la denominada Teoría de la Elección Pública,
en la que se trata de explicar las acciones del Estado, usando de las herramientas
metodológicas propias de la economía (individualismo metodológico).
También la “Escuela de Economía Política de Chicago” (Stigler, Posner,
Peltzman, Becker, etc.) paralelamente y, siguiendo la misma metodología de la Teoría
de la Elección Pública de Buchanan y Tullock, se ha dedicado muy fuertemente ha
analizar el comportamiento de los gobiernos desde el punto de vista de la metodología
económica y, a diferencia de la Escuela de Virginia, enfatiza muy fuertemente, el
contraste empírico de la vida real, con las proposiciones y explicaciones propuestas
por la teoría.
La Teoría de la Elección Pública y, su pariente cercana la Escuela de
Chicago, demuestran que muchos comportamientos propios de los gobiernos y de los
estados, no están inspirados ni contribuyen al bienestar social y existen muchas
decisiones afectadas por las Imperfecciones del Estado que son hechos y
circunstancias, consistentes en incentivos no sociales, que afectan las decisiones de
los funcionarios públicos y que hacen desvirtuar el objetivo primordial del Estado, que
es la maximización de la riqueza o bienestar social.

De esta manera, por la Teoría del Fracaso del Estado se reconoce que
éste puede fallar y que, sus decisiones, tanto en lo que respecta a las regulaciones
legales, como a las decisiones sobre asignación del Gasto Público, pueden no estar
orientadas al cumplimiento de objetivos sociales, sino que a intereses u objetivos
individuales.
Los intereses individuales, no colectivos, que en muchos casos
satisfacen las decisiones del Estado, pueden consistir en objetivos o intereses de los
gobernantes o de la burocracia o bien intereses u objetivos de los grupos de
presión.
Esta desviación en la función social, que al Estado le empece, se
produce por la ingerencia de las denominadas Imperfecciones del Estado y que son
las que explican la Teoría del Fracaso del Estado.

9.4.- Principales Imperfecciones del Estado

9.4.1.-Problema de “Agencia” o Internalización de Beneficios.

El Estado es administrado y gestionado por funcionarios.


Los funcionarios que conforman la burocracia administrativa, son
individuos racionales que tienen como objetivo, como cualquier persona, maximizar
beneficios o utilidades.
En la medida que prevalezca el interés individual maximizador del
funcionario o “agente”, por sobre la función maximizadora del Estado, “el principal”,
nos encontraremos ante lo que se llama un Problema de “Agencia”.
Al producirse este Problema de Agencia, los beneficios que el Estado en
principio debe externalizar hacia la sociedad, son “internalizados” por los agentes o
funcionarios administradores de la cosa pública.

37
Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

Las manifestaciones más comunes del Problema de Agencia en la


administración pública son los siguientes:

a) Gasto Excesivo:

Resulta característico, en la generalidad de las actividades que el


Estado desarrolla, la tendencia a incurrir en costos y presupuestos demasiado altos.
Esto es especialmente observable en el caso de las empresas
públicas y también en toda clase de servicios u organismos del Estado.
En el capitulo V se tratará el Problema de Agencia.

b) Incremento del “tamaño de la oficina”.

En la medida que una repartición pública sea de mayor tamaño,


se incrementa el poder o importancia de los funcionarios correspondientes.
Esto también se denomina “Ilusión Presupuestaria”, para
designar al fenómeno comúnmente observable en todas las administraciones, por el
que se trata de incrementar el presupuesto de la oficina, ya que en la medida que ese
presupuesto sea mayor y la oficina de mayor tamaño, entonces se sostendrá que esa
repartición cumple labores muy importantes.
Por ejemplo, en el caso de la DEA (Policía Antidrogas Americana),
se ha demostrado que tiende a exagerar fuertemente el comercio ilegal para justificar
incrementos presupuestarios.

9.4.2. Permeabilidad a los Grupos de Presión.

Se entiende por grupos de presión, los sectores de la sociedad


organizados, generalmente consistentes en gremios, que se caracterizan por un
espíritu corporativo de defensa de los intereses de ese gremio o sector.
Estas organizaciones generalmente existen de larga data y gozan de
alguna tradición y prestigio, lo cual las dota de algún grado de poder.
Está demás señalar que estos grupos u organizaciones no incurren, para
actuar, en “Costos de Organización” por cuanto ya se encuentran organizados con
anterioridad y para llevar a cabo cualquier campaña o “lobby” no es necesario que se
organicen especialmente, ya que en como esta dicho, ya están organizados desde
hace mucho tiempo.
Así los grupos de presión se caracterizan por:

a) Detentar Poder: Derivado de la tradición, prestigio y número de


representantes.

b) Carecer de Costos de Transacción o de Organización: Esto


significa que se encuentran organizadas desde antes.
Estos grupos de presión tienen costos de organización,
pero estos costos ya están asumidos y, técnicamente son “costos
hundidos”.
Que sean “costos hundidos” significa que para realizar
acciones de “lobby” o campañas de presión, no deben incurrir en costos
especiales de organización, por cuanto estan organizados desde antes y
ya han incurrido en los costos de organización con anterioridad.

Para entender como los grupos de presión pueden hacer fracasar al


Estado (se entiende fracasar el Estado cuando toma decisiones contrarias a la
maximización de utilidades sociales), analizaremos la conducta o comportamiento
racional de los tres estamentos que son protagonistas o partícipes en las acciones de
los grupos de presión.
Es así como los intervinientes y partícipes son:

1.- Los Grupos de Presión


2.- El Estado.
3.- El Resto de la Sociedad Perjudicada.

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

A continuación examinaremos los incentivos que explican el


comportamiento de cada uno de los tres estamentos involucrados ya señalados y
demostraremos cómo cada uno de ellos, actuando racionalmente, es decir,
maximizando cada uno de los estamentos sus propias utilidades, en definitiva se
implementarán medidas gubernamentales, como regulaciones o asignaciones de gasto
público, contrarias al interés general y social, perjudicando el bienestar colectivo y
haciendo fracasar al Estado en su objetivo de procurar el incremento del Bienestar
Social.

1.- Racionalidad de la Conducta del Grupo de Presión

Ya está dicho que éstos son colectivos sociales que ya están


organizados, como por ejemplo los gremios y sindicatos, razón por la cual no
requieren de incurrir en costos adicionales de organización ni tienen dificultades para
“ponerse de acuerdo”. (Costos de transacción).
Los Costos de organización y de ponerse de acuerdo son “costos
hundidos” porque ya se incurrió en ellos motivo de la fundación de esa organización.
Siempre el Grupo de Presión tendrá fuertes incentivos para demandar y
reclamar medidas o regulaciones que le devenguen rentas o utilidades anormales a
sus integrantes.
Así por ejemplo el Colegio Médico tendrá fuentes incentivos para exigir
regulaciones que prohíban la renta de medicamentos sin receta y, los sindicatos
tendrán incentivos para exigir regulaciones que prohíban contratar suplentes en caso
de huelga o los microbuseros tendrán incentivos para exigir regulaciones que impidan
el ingreso de otros buses.
Toda regulación importa privilegios y trabas a la competencia, por lo que
las regulaciones se constituyen en fuentes de rentas o utilidades anormales.
De esta manera el Grupo de Presión que ya está organizado, tendrá
incentivos para incurrir en los costos de un “lobby” y de campañas que favorezcan
esas regulaciones, hasta el punto en que el beneficio derivado de la regulación sea
más alto que el costo en que se incurre.
Así, el Grupo de Presión se comporta racionalmente demandando
regulaciones o decisiones del gobierno que, pese a ser negativas desde el punto de
vista de la rentabilidad social, son fuentes de rentas para los integrantes de ese grupo.

2.- Racionalidad del Comportamiento del Estado.

Como explicamos antes, el Grupo de Presión demanda regulaciones y,


el Estado es quien oferta esas regulaciones o medidas gubernamentales.
En un régimen democrático el poder político es función del número de
votos obtenidos en elecciones.
Asumimos que las decisiones de gobierno no son corruptas y que los
Grupos de Presión no sobornan las decisiones de Gobierno, pero, el Grupo de Presión
si “paga”, indirectamente al Gobierno de Turno, un precio a través de los votos que el
Grupo de Presión ofrece a los políticos a cambio de la regulación.
Estos Grupos de Presión normalmente desarrollan fuertes campañas
abogando por la bondad de las medidas o regulaciones que reclaman, lo que hace que
estas regulaciones sean muy populares, popularidad que se traduce en votos.
Así por ejemplo la generalidad de las regulaciones laborales son muy
populares y convocan mucha votación y ello, a pesar que generalmente perjudican a
la mayoría de los trabajadores. Lo mismo ocurre con medidas arancelarias de
“protección a la industria nacional” o regulaciones en el campo de la medicina para
“proteger la salubridad pública” o bien, impedir el acceso de buses al transporte
urbano para “racionalizar esa industria, causante de externalidades”.
Esto explica que el Estado y sus dirigentes políticos, actuando
racionalmente y, contrastando el costo y beneficio ante una regulación, accederá a
regulaciones y decisiones gubernamentales que, aunque no sean convenientes a
interés colectivo, sin cumplen con la función maximizadora del poder político en
cuanto al número de votos que está en juego ante una regulación.

39
Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

Si el grupo de presión es grande; entonces hay muchos votos


involucrados y, si es pequeño, los beneficios para cada miembro serán altos entonces
ellos realizarán campañas muy fuertes que recabarán muchos votos.

3.- Racionalidad del comportamiento del resto de la sociedad.

Lo que a primera vista aparece como paradójico en toda esta trama de


los Grupos de Presión, es que el resto de la sociedad, no favorecida por el Grupo de
Presión y, por el contrato perjudicado, no realiza acto alguno de oposición a la medida.
Las razones que explican la pasividad del resto de la sociedad
perjudicada por las regulaciones propuestas implementadas por el Estado, como
consecuencia de la acción de los Grupos de Presión, las englobaremos en dos grupos
de motivaciones; a saber:

a) Relación Costo-Beneficio de oponerse

Las personas que conforman la gran mayoría de la sociedad, perjudicada


por la regulación, individualmente cada uno de ellas soporta sólo un pequeño
perjuicio, razón por la cual tendrá, cada individuo, muy pocos incentivos para incurrir
en los costos que supone oponerse a la medida que lo perjudica.
Así por ejemplo, si los industriales textiles promueven una campaña
para prohibir la importación de ropa usada (alegando un perjuicio a la industria
nacional) cada miembro de la sociedad y potencial comprador de ropa, sufrirá un
perjuicio muy pequeño (pagará un precio algo mayor por la ropa que compre) y, ese
pequeño daño que sufre no justificará que incurra en costos, como participar en
desfiles de protesta o quemar neumáticos en las calles.
Por otra parte y, en este mismo contexto de la relación costo-beneficio,
tal vez lo más determinante es que la mayoría perjudicada no está organizada y por
ende, para realizar actos de oposición, se enfrenta al problema insoluble que serían los
inalcanzables costos de transacción que supondría el organizarse y formar un
organismo representativo de todos los perjudicados para que ese organismo se
encargara de realizar “lobby” o campañas que contrarestaran las acciones del Grupo
de Presión.
Lo referido a los costos de transacción es la gran ventaja que permite
imponerse a los Grupos de Presión por sobre el interés social.
En efecto, los Grupos de Presión ya están organizados y por ende su
acción no demanda costos de organización o costos de transacción, a diferencia
de la mayoría perjudicada que no estando organizada, enfrenta costos de transacción
o de organización inalcanzables.
Un caso típico es el que se observa a propósito de las fijaciones de
salario mínimo: El salario mínimo legal beneficia a muy pocas personas (ver capítulo
III) pero esta fijación de salario mínimo implica que muchísimos jóvenes y personas
de escasa productividad, queden marginados del mercado del trabajo, sin posibilidad
de aprender una profesión. Esta gran porción de la sociedad que permanece cesante,
no está organizada y de acuerdo a lo explicado, no realiza actos de oposición alguno a
las propuestas de regulaciones presionadas por los sindicatos.

b) El Sufragio y la Información

El gran instrumento de control de la acción del Estado y el Gobierno y


también, la gran fuente de expresión de preferencias sociales, está dado por el voto o
sufragio, que en las sociedades democráticas tienen derecho a emitir todos los
individuos en un concursos igualitario es decir, en el que la decisión de cada votante
tiene el mismo o igual poder decisorio.
El votante o elector se comporta de la misma manera que un Juez o
Magistrado, que debe resolver un litigio después de oír las argumentaciones de las
partes.
Tal como ocurre en la magistratura judicial, en la medida que un
tribunal esté integrado por pocos jueces, el poder decisorio del voto de cada uno será
mayor y, este poder decisorio mayor, inducirá a cada Juez a estudiar más
exhaustivamente los antecedentes del litigio. En el caso de un Tribunal unipersonal,

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

se observa que el Juez, para dirimir el juicio, estudia acabadamente el asunto


sometido a su conocimiento.
Por lo anterior se trata de explicar cómo, la información que el votante
o Juez está dispuesto a obtener, está correlacionado con el grado de poder decisorio
de su voto.
La información tiene costos, no es gratuita y requiere tiempo y esfuerzo
el estudiar y obtener una información consistente sobre una materia y, los votantes,
sólo estarán dispuestos a incurrir en esos costos, en la medida que el beneficio del
esfuerzo se compense por un poder decisorio.
En las elecciones populares, la decisión de cada votante tiene un poder
decisorio casi nulo, su voto particular no decide nada y, frente a este escaso poder
decisorio el votante no está dispuesto a realizar sacrificios y esfuerzos para obtener
una información acabada. (Para informarse sobre los efectos en el bienestar de los
pobres que de las leyes laborales, producen se hace necesario estudiar y comprender
complicados razonamientos y tener a la vista gran información estadística).
Así, se produce una Imperfecta Información o información
Asimétrica en las decisiones de los votantes, lo que facilita y posibilita la
implementación de medidas gubernamentales y de regulaciones, auspiciadas por los
Grupos de Presión, que son aprobadas a través de las votaciones, por la mayoría
perjudicada por ellas.
Esto posibilita la implementación de Medidas Demagógicas.

El Caso de las Bandas de Precios del Trigo.

Supongamos que en Chile, la Sociedad Nacional de Agricultores (SNA reúne a 10.000 miembros,
cada uno de los cuales gana U$ 10.000 si se establecen “Bandas de Precios” al trigo, arroz y remolacha,
Bandas de Precios por las cuales se obliga al quien importe estos productos desde el extranjero, a pagar un
arancel más alto de importaciones, con lo que se evita la competencia externa del trigo, arroz y remolacha.
Con esta medida se encarece el pan, el arroz y el azúcar, en más o menos en un 3 o 5 % del precio
final del producto, lo que supone que cada chileno pierde U $ 20 al año por concepto del mayor precio del
pan, del arroz y del azúcar.
De esta manera, implementar este sistema de “Banda de Precios” es socialmente inconveniente por
la siguiente razón:

Beneficio Social: (10.000.000 agricultores a U$ 10.0000)= U$ 100.000.000


Costo Social: (15 millones de chilenos a US $ 20 cada uno)= U$ 300.000.000
Pérdida Social: U$ - 200.000.000

No obstante la pérdida de eficiencia que esta medida supone y los efectos redistributivos
regresivos, (subsidio de pobres a ricos) la medida se mantiene por el constante lobby de los agricultores y
su campaña de defensa del trabajo, ya que sostienen que esta medida promueve la agricultura y el empleo,
lo que obviamente es absurdo, ya que por esta medida se restringen las importaciones agrícolas y siempre
en el largo plazo, en cualquier país, las importaciones y exportaciones deben ser iguales, y así, si bajan las
importaciones, bajan también las exportaciones, y por ende, al bajar las exportaciones cae el empleo del
sector exportador que siempre es más intensivo en mano de obra.
Al revés, cuando aumentan las importaciones aumentan las exportaciones, y como las
exportaciones requieren mano de obra y son generalmente más intensivas en mano de obra, el empleo
aumenta incluso más de que pueda caer el empleo por la sustitución de los productos que se dejan de
producir por las importaciones.

Los Grupos de Presión y el Corporativismo.

Los grupos de presión resultan ser connaturales al funcionamiento de las


instituciones creadas por el hombre. Han coexistido en todos los tiempos de la
historia y su persistente influencia da origen a una forma de enfoque colectivo e
incluso, de filosofía de riqueza colectiva y de funcionamiento social, que es el
Corporativismo, que consiste en sostener que el bienestar social y colectivo puede
obtenerse, o se obtiene derechamente, maximizando la utilidad y abogando por el
bienestar de cada uno de los gremios y/o profesionales en que se divide la actividad
económica.
Este sistema corporativo inspiró muy fuertemente la actividad
económica en las ciudades o Burgos de la Edad Media, en que distintas formas
artesanales estaban organizadas en Gremios, con derechos a fijar precios y con
estrictas barreras a la entrada a ingreso de esos gremios, sin que cualquier persona

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

libremente pudiera entrar a una asociación, lo cual favorecía grandemente a los


integrantes del gremio, pero era muy perjudicial para el resto de la sociedad.
El corporativismo, como visión económica de la sociedad, tiene
presencia en los sindicalistas y gremialistas.
Hasta el día de hoy, esta preeminencia se explica por los grupos de
presión, los cuales propugnan medidas proteccionistas para su actividad, entendiendo
que ello es un beneficio para la sociedad ya que, en esta visión no se perciben los
costos, tanto de eficiencia y redistributivos, que esas protecciones suponen para los
demás.
Resulta casi curioso que, en esta visión corporativista, un gremio en
particular no se opone e incluso muchas veces apoya, las regulaciones proteccionistas
de otros gremios.
Así por ejemplo, el Colegio Médico no se opone a medidas
proteccionistas que favorezcan a los Abogados y, viceversa, tampoco los Abogados se
oponen a aquellas que protegen a los Médicos, a pesar que esas protecciones causan
perjuicios “intergremios”
Dado todo lo anterior, el Estado es permeable a la acción de los grupos
de presión y concientemente toma medidas contrarias al bienestar social, lo que
supone un fracaso en la función del Estado en orden a contribuir con la eficiencia
económica.

9.4.3.-Preferencia por el Corto Plazo.

Los Estados se gobiernan por funcionarios elegidos por votaciones, por


períodos relativamente cortos (4 años en Chile, EEUU., España; y 6 años en Francia).
Los gobernantes dependen de los resultados de las votaciones y los
electores darán su preferencia en favor del Gobierno o coalición política de la que
perciben la obtención de más beneficios.
Lo anterior hace que los Gobiernos tengan fuertes incentivos para
implementar medidas que rindan beneficios en un período corto; es decir, medidas de
corto plazo, ya que si llevan a cabo medidas socialmente positivas, pero de beneficio
a largo plazo ello desestructuraría la secuela de alternancia del poder político.
Toda decisión política implica un costo y un beneficio.
Así por ejemplo, construir un puente da beneficios, pero también irroga
costos a las personas, en la medida que el dinero empleado en el puente deja de
poder ser utilizado en otro bien y con ello se priva a los ciudadanos de otros
beneficios.
Una decisión es de largo plazo cuando importa costos actuales o
presentes a cambio de beneficios diferidos en el futuro.
Los Gobiernos, sobretodo en los casos de períodos cortos, tienen fuertes
incentivos para preferir decisiones que supongan beneficios que los electores perciban
dentro de su período de Gobierno y, despreciarán tomar decisiones que importen
costos presentes y beneficios en el largo plazo, aún cuando, desde un punto de vista
social, esta medida de largo plazo sea preferible a aquella de corto plazo.
En efecto, si se implementa una medida de largo plazo, los votantes
percibirán privaciones y sacrificio y ello los inducirá a elegir en la próxima elección, a
los candidatos a opositores.
A su vez, durante el Gobierno de este opositor elegido, se percibirán los
beneficios de la medida implementada por el Gobierno anterior, pero los electores al
percibir que ahora han obtenido beneficios, reeligirán a este gobierno por el cual
votaron ante las privaciones que les impuso aquél Gobierno que originalmente
implementó esta medida.
Como se observa, la implementación de una medida que importe
beneficios en el largo plazo, sobretodo si esos beneficios son muy altos, amenazará la
permanencia de la coalición política que implemente esa medida y posibilitará que, la
colación opositora, no sólo obtenga el Gobierno por una vez, sino que esa coalición
opositora sea reelegida y se perciba como muy popular ante la ciudadanía.
La situación descrita hace, en muchos casos, fracasar al Estado en su
función de promoción y búsqueda del bienestar social, ya que se preferirá tomar
decisiones de corto plazo que excluyen a otras decisiones gubernamentales, de
largo plazo, más positivas al bienestar social

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

Las manifestaciones más recurrentes del fracaso del Estado, por preferir
el corto plazo, se dan en materia Tributaria e históricamente también, especialmente
en Latinoamérica, en materia de tratamiento de la propiedad y del capital extranjero,
con la común tendencia a las nacionalizaciones y expropiaciones.
En Materia Tributaria, todos los Estados tienden a la maximización
del Ingreso Tributario o Recaudación; es decir, que la recaudación sea la mayor
posible para cumplir con los fines del Estado.
La Recaudación Fiscal o Tributaria, es función o depende
fundamentalmente, de dos cuestiones o variables, a saber:

a) La Tasa Impositiva: Es decir, la proporción con que los impuestos


gravan a la actividad económica (“A mayor tasa, mayor
recaudación”).

b) Del Tamaño de la Economía: En la medida que el PGB sea mayor,


la recaudación será más alta, ya que la recaudación es un porcentaje
determinado por la tasa impositiva. (Si la tasa impositiva es del
20%, la recaudación tributaria será de 20 mil millones si el PGB es
de 100 mil millones).

Ahora bien, el tamaño del PGB. o de la economía, en el mediano o largo


plazo, depende de la Tasa de Crecimiento Económico y para esto, por ejemplo: se
puede aplicar la Fórmula de Lucas, la cual sostiene que el PGB. se duplica según la
fórmula de dividir el número 70 por la tasa de crecimiento anual. (70/% crecimiento
anual)
Así por ejemplo: Si la tasa de crecimiento económico anual es de un
7%; el PGB. se duplica en 10 años, porque 70/7=10.
A su vez, la tasa de crecimiento económico, en gran medida, depende
de la tasa impositiva y por cada punto que aumenta la tasa impositiva se desacelera el
crecimiento económico.
Puede sostenerse que esto ocurre en un rango del 0,8% anual, que baja
la tasa de crecimiento, por cada 1% que aumenta la tasa tributaria o impositiva.
(Esto, cuando la tasa impositiva está entre un 16% y un 20%)
Planteamiento: Si tenemos una tasa impositiva del 16% y el PGB. es de
U$ 100 mil millones, la recaudación fiscal será de U$ 16 mil millones.
Con esta tasa impositiva del 16% que es relativamente baja, la
economía estará creciendo un 7% anual y según la formula de Lucas (70/7) el tamaño
de la economía o PGB. se duplicará en 10 años y así en 10 años el PGB será de U$
200 mil millones y como la tasa impositiva es del 16% la recaudación fiscal será de U$
32 mil millones.
Ahora bien, el gobierno para incrementar la Recaudación Fiscal o
Tributaria en la actualidad, opta por subir la tasa impositiva del 16 al 20% y como el
PGB. es de U$ 100 mil millones la Recaudación Fiscal será de U$ 20 mil millones.
Es decir, en el corto plazo se incrementa la Recaudación Fiscal de 16 a
20 mil millones.
Sin embargo, como subió la tasa impositiva ahora cae la tasa de
crecimiento, porque las personas ya no invierten como antes, porque hay menos
incentivos para invertir y la tasa de crecimiento cae del 7% al 3,5% anual.
Aplicando la fórmula de Lucas, a esta nueva tasa de crecimiento del
3,5% anual, el PGB. se duplicará en 20 años, lo que significa que de aquí a 10 años el
PGB será de solo U$ 150 mil millones y como la tasa impositiva es del 20 % la
recaudación fiscal, de aquí a 10 años, será de U$ 30 mil millones.
Es decir, la recaudación total será menor, con esta tasa impositiva
mayor, (del 20%) sin perjuicio que la riqueza disponible para cada ciudadano o
ingreso per. Cápita será mucho menor.
En efecto, a la tasa impositiva original del 16%, a los 10 años la
recaudación fiscal sería de 32 mil millones y, en cambio, a una tasa impositiva del
20%, a los 10 años la recaudación fiscal será sólo de 30 mil millones.

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

Lo anterior demuestra que subir los impuestos resulta ser, en el largo,


plazo inconveniente para la Recaudación Fiscal misma y para el interés fiscal, sin
perjuicio de ser, también, inconveniente para el desarrollo económico y, pese a ello,
los gobiernos tienden permanentemente a subir la tasa impositiva por esta preferencia
por el corto plazo y que hace fracasar al Estado, no sólo en su función de procurar la
maximización de la riqueza social sino que, paradójicamente, también en su
propósito de maximizar su propia recaudación fiscal.

10.- ROL DEL DERECHO EN LA EFICIENCIA ECONOMICA

10.1.- Planteamiento

La Eficiencia Económica en una aproximación general, (sin perjuicio de la


rigurosidad conceptual con la que hemos descrito la eficiencia) se asocia al tamaño o
magnitud de la riqueza producida, es decir, a la cantidad de bienes y servicios que es
posible poner a disposición de los integrantes o miembros de la sociedad.
Es común constatar que, desde la perspectiva del pensamiento jurídico, al
Derecho y al ordenamiento jurídico en general no se le reconoce la fuerte incidencia
que la Ley tiene en la eficiencia económica, es decir, en el tamaño de la riqueza
producida.
En efecto, desde esta perspectiva jurídica, a la Ley se le asocia a una función
productora de justicia, en un rol distributivo de bienes o riqueza que se entienden ya
producidos.
Sin embargo, la institucionalidad jurídica y, en definitiva la Ley, tiene una
función determinante en la eficiencia económica y, el contenido, carácter y forma de
las instituciones jurídicas serán fundamentales en la correcta asignación de los
recursos productivos y, con ello, en el valor y tamaño de la riqueza producida.
El Derecho incide en la eficiencia económica desde tres ámbitos; a saber:

a) El Orden Público Económico.


b) La Corrección de las Imperfecciones de Mercado.
c) La estabilidad Macroeconómica o de Precios.

10.2 El Orden Público Económico

La Eficiencia Económica Social exige que los recursos productivos, de que la


sociedad está dotada, sean correctamente asignados, es decir, que sean aplicados a
los usos y aprovechamientos que optimicen su potencialidad productiva.
Esta asignación de recursos es llevada a cabo como resultado de los múltiples
intercambios e interacciones que las personas realizan entre sí, motivadas cada una
de ellas por el ánimo de maximizar beneficios.
Estas decisiones que las personas toman, auspiciadas por sus propios
objetivos, conducirán a la eficiencia económica y a la Optima Asignación de los
Recursos, en la medida en que el ordenamiento jurídico establezca, defina y asegure
Derechos de Actuación, a los individuos, sobre todos los recursos productivos, de
manera tal que todos esos factores de los cuales depende la riqueza social, sean
transados hasta optimizar su uso, asignación o aprovechamiento.
Los Derechos de Actuación son las facultades o prerrogativas que la ley
reconoce a los individuos respecto de las cosas.
Los Derechos de Actuación más importantes consisten en las facultades que la
ley reconoce al propietario del Derecho de Propiedad (uso, goce, transformación y
disposición de un bien) y las facultades de realizar contratos que definen y crean
obligaciones a través de las instituciones jurídicas de la Libertad Contractual o
Autonomía de la Voluntad. (realizar contratos de cualquier naturaleza, fijar sus
condiciones, formalidades y acordar su forma de extinción).
Los Derechos de Actuación derivados del Derecho de Propiedad, sobre las
capacidades productivas o los recursos, deberán tener el carácter de excluyentes,
perpetuos y trasferibles.
Que sean excluyentes, significa que el Derecho de Propiedad o de
aprovechamiento de un recurso, debe ser de naturaleza tal que excluya a otro, del uso
o aprovechamiento del mismo bien o recurso. Solo así, el titular del Derecho

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

optimizará el uso de la cosa, sin comportamientos oportunistas destinados a evitar


que otro se aproveche, antes que él, del bien.
Que sean perpetuos, se refiere a que los Derechos de Propiedad o de
Actuación de deben estar limitados por el tiempo, lo que permitirá la optimización en
la destinación intertemporal de un recurso permanente o renovable.
Que sean transferibles, permitirá que los Derechos de Propiedad sean
ejercidos en definitiva, por las personas que mejor aprovechamiento pueden hacer de
ellos.
En efecto, la transferibilidad hará que los recursos queden en manos de
quienes están dispuestos a pagar más por ellos y, pagarán más, aquellos que más
rentabilidad pueden obtener de esos bienes.
Así, frente a la eficiencia económica, nace la primera gran función del Derecho
y que consiste en reconocer y asegurar el Derecho de Propiedad, entendido éste en
un concepto general y amplio, como una institución jurídica que formaliza Derechos de
uso, aprovechamiento y disposición sobre los bienes.
Paralelamente, dentro de este mismo contexto de determinación de Derechos
que a la Ley empece frente a la eficiencia económica y también como un tipo de
derecho de actuación, es función de la ley el formalizar la Libertad de Contratación
o Autonomía de la Voluntad.
El Derecho de Propiedad y la libre contratación son derechos que conjugan o
son condicionantes de otro derecho fundamental a la eficiencia económica y, cual es,
la Libertad de Empresa, que posibilite a los agentes sociales el realizar contratos de
asociación para fines productivos, para el aprovechamiento de los derechos de
propiedad ya establecidos.
Todo lo anterior podemos resumirlo en que al Derecho le cumple la función de
fijar el Haz de Derechos que asegura el marco institucional y los derechos de
actuación de cada uno de los miembros de la sociedad que, desde este punto de vista,
son agentes económicos.
Esta función la cumple el Derecho a través de la institucionalidad,
principalmente contenida en la Constitución Política y que es el ORDEN PÚBLICO
ECONÓMICO.
La definición de Orden Público Económico determinará lo que entiende por
Sistema Económico.

10.3 Corrección o Reparación de Imperfecciones de Mercado.

Al describir la Teoría de Fracaso del Mercado, señalábamos que la eficiencia


económica podía ser desvirtuada por la concurrencia de las denominadas “Fallas de
Mercado” o “Imperfecciones de Mercado”
Las decisiones, libremente tomadas por los individuos, conducen a la eficiencia
económica y a la Optima Asignación de los Recursos, pero ello puede “fallar” si se
presentan imperfecciones de mercado.
En principio, la Tradición de Pigou planteaba que esta imperfecciones podían
ser resueltas y subsanadas por la intervención reparadora del Estado.
Sin embargo, como se explica a propósito de las críticas a la Tradición de
Pigou, esta intervención reparadora no siempre resulta útil ni conducente a la
eficiencia, aunque si puede serlo en muchos casos.
De esta manera, al Derecho o al ordenamiento jurídico en general, le cumple
una función activa y fecunda frente a las imperfecciones de mercado.
Esta labor correctora de las imperfecciones puede ser cumplida por la ley a
través de muy variadas fórmulas, que pueden ir desde la intervención directa del
Estado, a regulaciones de las más diversa índole.
Así por ejemplo, en materia de Problemas de Agencia, la ley podrá diseñar
regulaciones de los gobiernos corporativos; estimular las compras hostiles de
empresas mal administradas o facilitar el control y sancionar a los malos
administradores, etc.
En materia de monopolios, la ley podrá derogar Barreras a la Entrada
institucionales o, en otros casos, fijar tarifas. También le competerá a la ley
sancionar actos que atenten a la libre competencia y organizar tribunales especiales al
efecto, etc.

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Capitulo II: El Derecho y la Eficiencia Económica Pedro Arraztoa Ancizar

En materia de información, la ley podrá asegurar la simetría de la información,


obligando a publicar balances y estados financieros o bien obligar a roturar los
alimentos, como también sancionar la publicidad engañosa, etc.
En lo que se refiere a externalidades, en esta función correctora de las
imperfecciones de mercado, la ley podrá definir derechos de propiedad sobre el
derecho a emitir contaminación o definir derechos de propiedad sobre recursos
pesqueros. En otra opción y cumpliendo la misma finalidad correctora, la ley podrá
establecer regulaciones sobre emisiones o sobre uso de recursos forestales, etc.

10.4.- Estabilidad Macroeconómicas o de Precios

En su oportunidad señalábamos que los ciclos económicos, (situaciones de


auge seguidos de depresión en la actividad económica) atentaban a la eficiencia, por
cuanto en los períodos de recesión existía un paro de la actividad económica que
implicaba un desaprovechamiento de los recursos productivos.
Existe generalizada aceptación que los ciclos económicos se derivan o
son consecuencia, de fluctuaciones en la demanda agregada.
A su vez, la demanda agregada es función, es decir depende, de la
política Monetaria y de la Política Fiscal.
Una Política Monetaria expansiva o, una Política Fiscal expansiva o
deficitaria, provocará inflación (aumento general y sostenido de los precios).
Como la inflación es insostenible en el tiempo (de seguir
indefinidamente se termina el dinero), ella debe ser detenida y, la forma de detenerla,
es a través de políticas monetarias y fiscales restrictivas, las cuales contraerán la
demanda agregada con lo que se producirá recesión económica.
Para evitar lo anterior, es decir que se produzcan recesiones, el marco
institucional debe procurar minimizar los ciclos económicos, evitando que se
produzcan fluctuaciones en la demanda agregada a través de políticas monetarias
expansionistas o políticas fiscales (Presupuesto del Estado) deficitarias.
Así a la ley le corresponderá organizar una institucionalidad jurídica que
asegure que, la creación y oferta de dinero, se realice con un criterio técnico, ajeno a
contingencias oportunistas, que eviten la emisión inorgánica y la Inflación.
En el mismo sentido, la ley a través de la Constitución Política, tendrá
un importante rol que cumplir en el diseño de una normativa que asegure el
Equilibrio Presupuestario, que limite la tendencia al déficit fiscal a la que son
vulnerables todos los gobiernos.
El tratamiento jurídico de estas materias, es decir, de la Política
Monetaria y de la Política Fiscal, atendido que en estas materias intervienen los
organismos del Estado, se contiene en la Constitución Política.
En efecto, la Política Monetaria está a cargo de un Banco Central
establecido en la Constitución y a su vez, la Política Fiscal y el Equilibrio
presupuestario, también son materias constitucionales.
Atendido el carácter constitucional de estas materias y, la trascendencia
de las mismas en lo que respecta a la eficiencia económica, hace legítimo reconocer a
ellas como integrantes de la normativa del Orden Público Económico.
Es consistente sostener así que a la ley, en materia de eficiencia
económica le empece diseñar el Orden Público Económico y que éste está
conformado por las normas que fijan el Haz de Derechos o Derechos de Actuación
(Derecho de Propiedad, Derecho a la Contratación y Derecho a la Libre Empresa) y
también por aquellas que determinan la Política Monetaria y la Política Fiscal.

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