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CIELORRASOS:

Algunas definiciones:
Es la parte inferior del techo que queda expuesta a la vista.
Dispositivo de recubrimiento superior que da respuesta funcional y estética a un problema de terminación.
Terminación superior de los ambientes habitables cubiertos, el cual constituye el revestimiento de la losa. No es una
cubierta.
Falso techo compuesto de diversos materiales (madera, metal, cañas, etc.) sin misión resistente, que funciona como
revestimiento superior de un local, construido en pos de satisfacer varios fines como ser bajar la altura aparente de un local,
ocultar instalaciones de electricidad, modificar la acústica o con meros fines decorativos entre otros.

Clasificación según su terminación superficial:


Revoques comunes a la cal
Revoques acústicos (vermiculita perlita)
Morteros aplicados
CIELORRASOS
Extendido sintético
CONTINUOS
Yesos

Hechos con pastas, mezclas o morteros en forma continua y siempre monolíticas y rígidas.

Machimbrada
Paneles aglomerados varios *
Paneles terciados * * con posibilidad de ser
MADERA Paneles harboard (chapadur) * desmontables
Paneles de madera maciza *
Paneles de madera terciada *
Enrejillado de listones

Paneles de chapa estampada *


CIELORRASOS Paneles de chapa perforada *
DE PLACAS O METAL
Duelas de aluminio modular *
APLACADOS Duelas de acero modular *

Paneles de yeso cartón (gipsomboard)


Placas de yeso puro autoportantes
YESO
Placas de yeso con fibras vegetales (Durlock)
Placas de yeso con fibras sintéticas *

Espumas rígidas preconformadas *


SINTÉTICOS Paneles de poliéster con fibra de vidrio *
Paneles de tela vinílica con lana de vidrio *

También denominadas flexibles o articulados, están constituidos por estructuras con piezas
suspendidas o apoyadas pero no unidas o vinculadas entre sí. Son piezas sueltas (de poco
tamaño) a modo de caparazón de tortuga, encastradas de tal modo que posibiliten un leve
movimiento de las mismas, evitando así su fractura.

Funciones del cielorraso:


• Fin estético: darle terminación al techo.
• Fin funcional: ocultamiento de instalaciones e imperfecciones en el techo. Se encarga de ocultar vigas, desniveles,
cañerías sanitarias (caños de 4” a 6” y arañas: sistema de conexión de varias cañerías), cañerías de aire
acondicionado: las que son de dimensiones significativas (1m x 1m) y sus bifurcaciones (bocas de inyección y
retorno) cañerías eléctricas, etc. Todo este conjunto debe ser ocultado por el cielorraso.
• Fin espacial: también es usado para mejorar las relaciones espaciales, en caso de contarse con un salón demasiado
alto, en el cual se debe reducir visualmente la altura del techo del local en cuestión.
• Fin acústico: en obras como teatros y cines es usado para mejorar la acústica (sonido funcional), es decir que
adecuan el sonido pero de manera natural, absorbiendo o reflejando ondas sonoras (según los materiales que los
compongan) sean estas producidas dentro del local o en el exterior.
• Fin térmico: se encargan de preservar la temperatura del local.
Clasificación según su estructura: estructuralmente existen dos tipos de cielorrasos:

1) APLICADOS: pastas o mezclas (revoques) que se adhieren a estructuras de sostén preexistentes (losas, entrepisos
o techos). Se hacen como un revoque común, revistiendo el techo de losa del local mediante mezclas de cal o de
yeso, constituyendo así un revestimiento continuo y monolítico.
2) ARMADOS: tienen su propia armadura o estructura de sustentación, la cual en algunos casos puede ayudarse
estructuralmente colgándose del techo o ser totalmente autónomos en su sujeción y no hacer uso de la estructura
de la cubierta. De lo dicho se desprende que los cielorrasos armados se subdividen en independiente y
suspendido:
• independientes: se apoya lateralmente sobre muros o paramentos. Son los mas costosos y complejos, ya
que sus armaduras necesitan mas material y mano de obra. Se los aplica cuando el techo presenta riesgo
de vibraciones, las cuales al ser transmitidas al cielorraso pueden provocar fisuras. Cabe aclarar que es un
sistema apto solo para locales medianos o pequeños.
• Suspendidos: se cuelgan de una estructura superior, por medio de elementos que permiten su sostén
(alambres, tensores, etc). Aplicados a locales amplios, con el fin de alivianar el armazón.

estructura
estructura

tensor

tirantillo Metal
alfajía desplegado listones
Metal
desplegado Cielorraso Viga metálica Cielorraso
de yeso reticulada de yeso

Esquema de un cielorraso suspendido. Esquema de cielorraso con estructuras independiente

Características constructivas:

Cielorraso aplicado:
Como primera medida en la construcción de un cielorraso
aplicado, se debe proceder a marcar la línea en base a la
cual se construirá y nivelará el cielorraso. Para ello nos
valemos de la cota de referencia marcada a 1 metro en toda
la obra mediante nivel de manguera. No es recomendable
determinar el nivel del cielorraso en base al piso, pues éste
puede estar desnivelado (inclinaciones, pendientes etc.). 1
Valiéndose del nivel de manguera, el operario comienza
marcando puntos sobre las paredes del local (figura 1) los 2
cuales serán unidos posteriormente mediante una línea, la
cual se traza con lápiz y regla (figura 2).
Una vez concretada la línea de nivel, se procede de igual manera que al hacer el revoque de una pared, con algunas
pequeñas salvedades que a continuación se detallarán:
En la mezcla del grueso, se agregará una cucharada de yeso, con el fin de acelerar el fragüe y poder trabajar mas rápido.
Dado que el espesor del cielorraso no superará 1 ½ cm, se debe procurar una losa lo mas pareja y nivelada posible, para lo
cual se picarán salientes, se sacarán clavos y alambres, y se rellenarán los huecos con concreto o; en caso de tener cierta
profundidad; con plaquitas de ladrillo mas concreto.
A las partes de hormigón si las hubiere, se las mojará y salpicará con concreto (esperando hasta su secado para revocar) a
fin de procurar un buen agarre. Lo mismo se hace con el resto de la superficie: este salpicado de concreto, funcionará como
puente de adherencia entre la losa y el grueso.
En base a la línea de nivel, se colocarán los hilos (a unos 1,5 mas abajo que la losa) que definirán el nivel de los bulines, y
mediante ellos el nivel del cielorraso. Los hilos se sujetarán mediante clavos insertos sobre las paredes (no sobre el techo)
de manera enfrentada.
A partir de allí se trabaja de manera similar que en el caso de revoques comunes: se colocan los bulines (fig. 1) se hacen las
guías (fig. 2) se hace el revoque grueso (fig. 3) y finalmente el revoque fino.
Si estuviéramos trabajando sobre losa de viguetas de mas de 3 m de largo, se las deberá cubrir con metal desplegado atado
con pelos de alambre y pegados con concreto, esto en razón de la tendencia marcar el cielorraso, que presentan las viguetas
que superan la luz indicada anteriormente (fig. 4).

2
1 3 4

A los cielorrasos aplicados conviene hacerlos antes que a los revoques y los pisos, para no salpicarlos con mezclas y
estropear así, los trabajos ya realizados, con la pérdida de tiempo que ello implicaría.
En resumidas cuentas, el cielorraso aplicado es una pasta adherida a una superficie horizontal, la que debe tener un puente
de adherencia (azotado de cemento o capa fina de mezcla chirle de concreto) luego un engrosado de cemento a la cal y
como terminación un enlucido a la cal (símil revoque) o de yeso.
Un cielorraso rígido monolítico no puede apoyarse o suspenderse en estructuras que puedan llegar a tener movimiento
(estructuras elásticas) como ser cielorrasos suspendidos sobre estructuras no rígidas (estructuras metálicas o de madera) ya
que se quebrarían, por lo que es conveniente que formen parte de estructuras en las que se tenga la certeza de que no
tendrán actividad dinámica (movimientos) como ser un techo de losa.
Sabido es que estos cielorrasos se constituyen de igual modo que un revoque común, por consiguiente, sufren los mismos
problemas y son válidas en ellos, las mismas consideraciones que se hacen en los revestimientos de paredes.

Cielorrasos armados:
Como ya es sabido, dentro de este grupo tenemos a los suspendidos y a los independiente. En cuanto a la economía, se
prefieren los cielorrasos suspendidos antes que los armados, ya que ahorran material y mano de obra.
En ambos casos su armadura puede ser metálica o de madera, las cuales son posibles de ejecutarse debajo de cualquier tipo
de techo (chapas, losas, tejas, etc.).
Estos cielorrasos se componen básicamente en tres partes:
1. La estructura: la cual puede ser de madera o metal, existiendo en los dos casos una infinidad de variantes
constructivas.
En las estructuras de madera, hay que tener en cuenta las deformaciones que la misma experimenta ante la
presencia de humedad, lo que también la hace proclive a pudrirse con el paso del tiempo.
Por su parte las estructuras metálicas no presentan problemas de deformación, aunque si de corrosión, lo que se
soluciona con la debida protección.
2. El cerramiento o terminación superficial: las que pueden ser aplacadas o continuas y (como se vio en la
clasificación al principio) en donde también nos encontramos con una gran cantidad de variantes.
3. Dispositivos auxiliares: los cuales complementan funcionalmente a los anteriores y cuya presencia no es
imprescindible, pudiendo o no estar presentes. Se trata de aislaciones, desagües de condensación, barreras de
vapor, bandejas para instalaciones, soportes para tuberías, etc.

• Cielorraso suspendido:
La terminación de estos cielorrasos podrá ser aplacada o rígida-monolítica-continua, dependiendo del tipo de techo o
estructura a la que estén vinculadas:
En caso de que la estructura principal de la cual esté colgando el cielorraso sea rígida (techo de losa), el mismo podrá tener
como terminación a un revestimiento duro-rígido-monolítico, constituyendo así un “cielorraso armado a la cal”.
Si en cambio la estructura de la
cual pende el armazón del
cielorraso es flexible o elástica
(cabreadas, etc.) el mismo deberá
estar compuesto superficialmente
por elementos yuxtapuestos como
ser placas o paneles (sin importar
su material) que puedan
Arriba: cielorraso suspendido a la cal, acompañar los movimientos de la
colgado a una losa. A la derecha: cielorraso estructura sin quebrarse.
aplacado suspendido, colgado a una cabreada
Cielorraso armado a la cal: cielorraso suspendido con estructura de madera:
El armazón se sostiene con vigas maestras (A) ubicadas a
60 u 80 cm entre sí y amuradas (con mezcla reforzada) a
una profundidad de 5 cm, y cuya sección dependerá de la
luz a cubrir.
Las mismas estarán colgadas a la estructura soporte cada 2
m mediante alambre negro doblemente dispuesto (B), los
cuales se enroscarán a fin de nivelar el armazón.
En caso de que la madera este curvada, se la nivelará
mediante puntales de madera (C) colocados a presión entre
la madera y la losa.
Bajo las vigas maestras, van clavados los listones de 1” x
1” (D) a una separación de 24,5 cm entre sí, procurando su
coincidencia con los bordes de la pared.
Sobre la trama de listones, se clava (cada 6 a 10 cm) el
metal desplegado (de 2 m de largo) en forma transversal al
sentido de los listones, procurando que quede bien estirado
y firme. El solape entre las distintas planchas de metal
desplegado será de 4 cm. En los bordes perimetrales hay
que amurarlos por lo menos 1 cm, a fin de evitar fisuras.
Sobre la maya de metal desplegado se producen los sucesivos extendidos que conforman las capas de terminación
superficial. Para preservar al acero (metal desplegado) de la corrosión, se aplica un primera capa de concreto (cemento y
arena) presionando fuertemente con la cuchara, a fin de provocar una buena penetración.
Hoy por hoy se dispone comercialmente de un metal
desplegado galvanizado, que le escapa al riesgo de la
corrosión; cuyo costo es obviamente mayor.
En el caso de la imagen de la derecha, vemos que
tanto los listones que sostienen a las planchas de
metal desplegado así como las alfajías de sostén del
armazón, se amuran a la pared.
Los listones de 1” x 2” pulgadas se disponen
aplanadamente ( para brindar mayor superficie de
clavado) cada 30 cm.
Sobre ellos se ubican alfajías de 1” x 3” dispuestas
cada 60 cm las cuales se amuran y se cuelgan al
techo mediante un pelo o chicote de ∅4,2 cada
metro. Al igual que en el caso anterior, las maderas
curvadas, son enderezadas mediante puntales o tacos
separadores de madera.
El metal desplegado cumple las mismas
consideraciones de aplicación que en el caso
anterior: azotado de MC puro sin cal (para que no
oxide el metal) jaharro y enlucido, estos dos últimos
igual que en un cielorraso aplicado. Se puede
reemplazar el jaharro y enlucido por yeso en una
sola pasada, pero debe quedar el MC para que no se
oxide el metal.

Cielorraso armado a la cal, suspendido con estructura metálica:


Aquí la madera es reemplazada por el hierro, conservándose el mismo
principio estructural. Como elemento principal de sustentación, se colocan
barras de hierro ∅8 separadas entre 60 y 80 cm y colgadas con alambre negro
Nº 8 o 9.
Debajo de éstas se disponen transversalmente cada 24,5 cm, varillas del 6. a 3
cm de las paredes, se colocan sobre las varillas ∅6, hierros ∅4,2 para
ataduras. Los extremos de los hierros se amuran 1 cm. los hierros se atan
entre sí con alambre dulce Nº 18.
Debajo de esta “parrilla” se coloca el metal desplegado, disponiéndosela igual
que en la madera, se cocen las planchas entre sí (en sus extremos) con
alambre galvanizado Nº20, pasándolo en forma continua cada 6 a 10 cm a
manera de resorte. Utilizando el mismo sistema de ataduras; las planchas se
afirman al emparrillado de hierro. El revoque se da de igual manera que para el caso de la madera.
En la siguiente página, vemos el mismo caso, solo que la barra principal de sustentación tiene un diámetro mayor (∅10) y
se ubica a una separación de 60 cm. Mientras que las barras secundarias son ∅6 cada 25 cm.
A manera de consideración, es importante saber
que la estructura maestra si o si va empotrada,
pero no es aconsejable empotrar la segunda
estructura por que pueden existir diferentes sentido
de dilatación entre ambas.
Tanto el hierro como la madera pueden ser
reemplazados por vigas (perfiles) o tubos
estructurales rectangulares de chapa,
constituyendo estos últimos (entre las dos últimas
alternativas) una solución mucho mas económica
que la primera.
No hay que olvidar que siempre que un cielorraso
suspendido contenga como terminación superficial
un revestimiento rígido-continuo, no irá bajo
ninguna circunstancia, agarrado a una estructura
que presente posibilidad de movimiento
(estructura elástica). De ser así, dicho
revestimiento presentará fisuras en razón del
movimiento térmico del sustento.
Los revestimientos rígidos continuos, solo son
aplicables a superficies que no presenten riesgo de
movimiento, como ser losas o estructuras
agarradas a ellas.
En caso de requerirse un cielorraso
fonoabsorbente, el revoque común o de yeso,
podrá ser reemplazado por uno de vermiculita o
perlita expandida. Este tipo de revestimiento tiene condiciones de absorción acústica (no aislación) dada por la
incorporación a la mezcla de mica o la perlita (como inerte fino, es decir en reemplazo de la arena) que son minerales que
han sufrido transformaciones físicas a partir de la expansión térmica. Además de otorgarle propiedades fonoabsorbentes,
estos minerales le infieren otras cualidades a la mezcla como ser la fragilidad, la terneza y la debilidad, es decir que es muy
proclive a romperse ante el mas mínimo contacto físico. Por ello es conveniente que su aplicación se restrinja en a aquellas
zonas en donde no estará expuesto a golpes o a algún tipo de contacto con muebles, manos, etc.
De lo dicho se deduce que su mantenimiento es bastante complicado y generalmente son difíciles de pintar sin que pierdan
su condición acústica.
Otros materiales medianamente buenos en lo que a fonoabsorbencia se refiere, son la lana de vidrio y el poliestireno
expandido entre otros, los cuales vienen dispuestos en placas, las que son ubicadas sobre el revestimiento del cielorraso con
el fin de absorber parte del sonido interno de un local.
Veo oportuno mencionar, que en contrapartida con la propiedad fonoabsorbente de los elementos anteriormente expuestos,
encontramos a los materiales reflectantes del sonido, los cuales tienen la cualidad de ser elementos duros, compactos y lisos
(sin poros) en donde el sonido rebota sin penetrar en el material, por lo que queda confinado dentro del local,
produciéndose así una aislación acústica. Tales materiales pueden ser: madera muy compacta, revoques rígidos, etc.

Cielorraso aplacado suspendido:


Sin importar el material, podemos decir que los
paneles en general constituyen el revestimiento
ideal para los cielorrasos suspendidos, ya que al
componerse en piezas separadas a modo de
caparazón de tortuga, tienen las articulaciones
suficientes como para absorber el movimiento por
dilatación o vibración que pueda llegar a presentar
el techo del cual penden estos cielorrasos, haciendo
nula la posibilidad de fisurarlos o rajarlos.
Otro aspecto favorable de estas terminaciones, es
que la mayoría de los cielorrasos aplacados permite
su desmonte, lo que constituye una gran ventaja a
la hora de limpiarlos o en el recambio de lámparas,
arrancadores, etc., o tener que trabajar en los
conductos que pasan por encima de ellos (eléctrico,
cloacal, pluvial, etc.)
Cuando se trata de placas o paneles muy livianos,
nos encontramos con el problema de “inflamiento”
que experimentan los mismos, ante una ráfaga de aire, sea ésta provocada por el viento proveniente desde el exterior o al
cerrarse una puerta en un local bastante hermético (sin escape de aire), en donde la presión del aire; al no encontrar otra
salida; tiende a levantar las piezas desacomodándolas e inclusive, provocando su caída. Para evitarlo debemos recurrir a
dispositivos especiales (clavijas-ver figura) que las contenga.

• Cielorraso independiente:
La estructura propia de este cielorraso, no se
relaciona con el techo, sino que se agarra
perimetralmente a las paredes.
En cuanto a terminación superficial, son válidas
las mismas consideraciones que en los
cielorrasos suspendidos. Solo puedo recalcar
que en caso de trabajar con revestimientos no
continuos, es decir con placas, es conveniente siempre hacerlo sobre un cielorraso suspendido, ya que es mas económico
tanto en economía como en mano de obra. Por consiguiente conviene aplicar cielorrasos independientes, siempre que
optemos por realizar un acabado rígido-continuo y que además haya riesgo de transmisión de vibraciones desde el techo,
que puedan llegar a fisurarlo.

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