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Unos 400 años antes de Cristo, el filósofo griego Demócrito consideró que la materia estaba
constituida por pequeñísimas partículas que no podían ser divididas en otras más pequeñas. Por ello,
llamó a estas partículas átomos, que en griego quiere decir "indivisible". Demócrito atribuyó a los
átomos las cualidades de ser eternos, inmutables e indivisibles.
Sin embargo las ideas de Demócrito sobre la materia no fueron aceptadas por los filósofos de su
época y hubieron de transcurrir cerca de 2200 años para que la idea de los átomos fuera tomada de
nuevo en consideración.
Demostró que los átomos no eran Dedujo que el átomo debía estar
macizos, como se creía, sino que formado por una corteza con los
están vacíos en su mayor parte y en electrones girando alrededor de un
191 su centro hay un diminuto núcleo. núcleo central cargado positivamente.
1
(Modelo atómico de
Rutherford.)
E. Rutherford
Espectros atómicos discontinuos Propuso un nuevo modelo atómico,
originados por la radiación emitida según el cual los electrones giran
por los átomos excitados de los alrededor del núcleo en unos niveles
191 elementos en estado gaseoso. bien definidos.
3
(Modelo atómico
de Bohr.)
Niels Bohr
Introducción
Bohr se basó en el átomo de hidrógeno para realizar el modelo que lleva su nombre. Bohr
intentaba realizar un modelo atómico capaz de explicar la estabilidad de la materia y los espectros
de emisión y absorción discretos que se observan en los gases. Describió el átomo de hidrógeno
con un protón en el núcleo, y girando a su alrededor un electrón. El modelo atómico de Bohr
partía conceptualmente del modelo atómico de Rutherford y de las incipientes ideas sobre
cuantización que habían surgido unos años antes con las investigaciones de Max Planck y Albert
Einstein. Debido a su simplicidad el modelo de Bohr es todavía utilizado frecuentemente como una
simplificación de la estructura de la materia.
En este modelo los electrones giran en órbitas circulares alrededor del núcleo, ocupando la órbita
de menor energía posible, o la órbita más cercana posible al núcleo. El electromagnetismo clásico
predecía que una partícula cargada moviéndose de forma circular emitiría energía por lo que los
electrones deberían colapsar sobre el núcleo en breves instantes de tiempo. Para superar este
problema Bohr supuso que los electrones solamente se podían mover en órbitas específicas, cada
una de las cuales caracterizada por su nivel energético. Cada órbita puede entonces identificarse
mediante un número entero n que toma valores desde 1 en adelante. Este número "n" recibe el
nombre de Número Cuántico Principal.
Bohr supuso además que el momento angular de cada electrón estaba cuantizado y sólo podía
variar en fracciones enteras de la constante de Planck. De acuerdo al número cuántico principal
calculó las distancias a las cuales se hallaba del núcleo cada una de las órbitas permitidas en el
átomo de hidrógeno.
Estos niveles en un principio estaban clasificados por letras que empezaban en la "K" y terminaban
en la "Q". Posteriormente los niveles electrónicos se ordenaron por números. Cada órbita tiene
electrones con distintos niveles de energía obtenida que después se tiene que liberar y por esa
razón el electrón va saltando de una órbita a otra hasta llegar a una que tenga el espacio y nivel
adecuado, dependiendo de la energía que posea, para liberarse sin problema y de nuevo volver a
su órbita de origen.
Sin embargo no explicaba el espectro de estructura fina que podría ser explicado algunos años
más tarde gracias al modelo atómico de Sommerfeld. Históricamente el desarrollo del modelo
atómico de Bohr junto con la dualidad onda-corpúsculo permitiría a Erwin Schrödinger descubrir la
ecuación fundamental de la mecánica cuántica.
Biografía
En 1943 Bohr escapó a Suecia para evitar su arresto, viajando posteriormente a Londres. Una vez a
salvo, apoyó los intentos anglo-americanos para desarrollar armas atómicas, en la creencia
errónea de que la bomba alemana era inminente, y trabajó en Los Álamos, Nuevo México (EE.
UU.) en el Proyecto Manhattan.
Después de la guerra, abogando por los usos pacíficos de la energía nuclear, retornó a
Copenhague, ciudad en la que residió hasta su fallecimiento en 1962.
estructura
Para explicar la estructura del átomo, el físico danés Niels Bohr desarrolló en 1913 una hipótesis
conocida como teoría atómica de Bohr. Bohr supuso que los electrones están dispuestos en capas
definidas, o niveles cuánticos, a una distancia considerable del núcleo. La disposición de los
electrones se denomina configuración electrónica. El número de electrones es igual al número
atómico del átomo: el hidrógeno tiene un único electrón orbital, el helio dos y el uranio 92. Las
capas electrónicas se superponen de forma regular hasta un máximo de siete, y cada una de ellas
puede albergar un determinado número de electrones. La primera capa está completa cuando
contiene dos electrones, en la segunda caben un máximo de ocho, y las capas sucesivas pueden
contener cantidades cada vez mayores. Ningún átomo existente en la naturaleza tiene la séptima
capa llena. Los “últimos” electrones, los más externos o los últimos en añadirse a la estructura del
átomo, determinan el comportamiento químico del átomo.
Todos los gases inertes o nobles (helio, neón, argón, criptón, xenón y radón) tienen llena su capa
electrónica externa. No se combinan químicamente en la naturaleza, aunque los tres gases nobles
más pesados (criptón, xenón y radón) pueden formar compuestos químicos en el laboratorio. Por
otra parte, las capas exteriores de los elementos como litio, sodio o potasio sólo contienen un
electrón. Estos elementos se combinan con facilidad con otros elementos (transfiriéndoles su
electrón más externo) para formar numerosos compuestos químicos. De forma equivalente, a los
elementos como el flúor, el cloro o el bromo sólo les falta un electrón para que su capa exterior
esté completa. También se combinan con facilidad con otros elementos de los que obtienen
electrones.
Resulta cómodo visualizar los electrones que se desplazan alrededor del núcleo como si fueran
planetas que giran en torno al Sol. No obstante, esta visión es mucho más sencilla que la que se
mantiene actualmente. Ahora se sabe que es imposible determinar exactamente la posición de un
electrón en el átomo sin perturbar su posición. Esta incertidumbre se expresa atribuyendo al
átomo una forma de nube en la que la posición de un electrón se define según la probabilidad de
encontrarlo a una distancia determinada del núcleo. Esta visión del átomo como “nube de
probabilidad” ha sustituido al modelo de sistema solar.
Entre 1911 y 1913 existió gran incertidumbre acerca de la estructura atomica. Se había descartado
el modelo de J.J.Thomson porque no pudo explicar la desviación de los rayos alfa; el modelo de
Rutherford estaba de acuerdo con los experimentos de desviación de partículas alfa, pero éste,
además de ser inestable (porque el electrón perdía energía en forma de radiación
electromagnética), no podía explicar la naturaleza de los espectros de emisión y absorción
atómica.
En 1913, Bohr desarrolló un modelo atómico abandonando las consideraciones de la física clásica
y tomando en cuenta la Teoría cuántica de Max Planck.
Niels Bohr no desechó totalmente el modelo planetario de Rutherford, sino que incluyo en las
restricciones adicionales. Para empezar, consideró no aplicable el concepto de la física clásica de
que una carga acelerada emite radiación continuamente.
Según la teoría cuántica de Planck, la absorción y emisión de energía tiene lugar en forma de
fotones o cuantos. Bohr usó esta misma idea para aplicarla al átomo; es decir, el proceso de
emisión o absorción de radiación por un átomo solo puede realizarse en forma discontinua,
mediante los fotones o cuantos que se generen por saltos electrónicos de un estado cuantizado de
energía a otro.
El modelo de Bohr está basado en los siguientes postulados, que son válidos para átomos con un
solo electrón como el hidrógeno y permitió explicar sus espectros de emisión y absorción.
Postulados
Las únicas fuerzas que actúan sobre el electrón son las fuerzas
de atracción eléctrica (Fa) y la fuerza centrípeta (Fc), que es
exactamente igual a la fuerza centrífuga.
En lugar de la infinidad de órbitas posibles en la mecánica clásica, para un electrón solo es posible
moverse en una órbita para la cual el momento angular L es un múltiplo entero de la constante de
Planck h.
Un electrón que se mueva en una de esas órbitas permitidas no irradia energía electromagnética,
aunque está siendo acelerado constantemente por las fuerzas atractivas al núcleo. Por ello, su
energía total E permanece constante.
Niels Bohr basa sus estudios en el átomo de hidrógeno. Obtuvo las siguientes conclusiones:
donde a0 se denomina radio de Bohr. a0 es el radio de la órbita del electrón del átomo de
Hidrógeno Z=1 en su estado fundamental n=1.
La energía total es:
El Átomo de Hidrógeno contiene un electrón y un núcleo que consiste de un sólo protón. · El
electrón del átomo de Hidrógeno puede existir solamente en ciertas órbitas esféricas las cuales
se llaman niveles o capas de energía.
Estos niveles de energía se hallan dispuestos concentricamente alrededor del núcleo. Cada
nivel se designa con una letra (K, L, M, N,...) o un valor de n (1, 2, 3, 4,...).
El electrón posee una energía definida y característica de la órbita en la cual se mueve.
Un electrón de la capa K (más cercana al núcleo) posee la energía más baja posible. Con el
aumento de la distancia del núcleo, el radio del nivel y la energía del electrón en el nivel
aumentan. El electrón no puede tener una energía que lo coloque entre los niveles
permitidos.
Un electrón en la capa más cercana al núcleo (Capa K) tiene la energía más baja o se
encuentra en estado basal. Cuando los átomos se calientan, absorben energía y pasan a
niveles exteriores, los cuales son estados energéticos superiores. Se dice entonces que los
átomos están excitados.
Cuando un electrón regresa a un Nivel inferior emite una cantidad definida de energía a
la forma de un cuanto de luz. El cuanto de luz tiene una longitud de onda y una frecuencia
características y produce una línea espectral característica.
La longitud de onda y la frecuencia de un fotón producido por el paso de un electrón de
un nivel de energía mayor a uno menor en el átomo de Hidrógeno esta dada por:
Para Bohr el átomo sólo puede existir en un cierto número de estados estacionarios,
cada uno con una energía determinada.
La energía sólo puede variar por saltos sucesivos, correspondiendo cada salto a una
transición de un estado a otro. En cada salto el átomo emite luz de frecuencia bien definida
dada por:
hv = | Ei - Ei |
De esta manera se explican los espectros atómicos, que en el caso del Hidrógeno los niveles de
energía posibles están dados por la fórmula:
El modelo de Niels Bohr, coincide con el propuesto por Rutherford, admite la presencia de un
núcleo positivo que contiene, prácticamente, toda la masa del átomo, donde se encuentran
presentes los protones y los neutrones.
Los electrones con carga negativa, se mueven alrededor del núcleo en determinados niveles de
energía, a los que determinó estados estacionarios, y les asignó un número entero positivo. El
nivel más cercano tiene el número 1, le sigue el 2, como se citó en párrafo de éste mismo
enunciado (Modelo atómico de Bohr).
Siempre que el electrón se mantenga en la órbita que le corresponde, ni gana ni pierde energía.
CONCLUSIÓN
La evolución de los modelos físicos del átomo se vio impulsada por los datos experimentales. El
modelo de Rutherford, en el que los electrones se mueven alrededor de un núcleo positivo muy
denso, explicaba los resultados de experimentos de dispersión, pero no el motivo de que los
átomos sólo emitan luz de determinadas longitudes de onda (emisión discreta).
Bohr partió del modelo de Rutherford pero postuló además que los electrones sólo pueden
moverse en determinadas órbitas; su modelo explicaba ciertas características de la emisión
discreta del átomo de hidrógeno, pero fallaba en otros elementos.