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1.- INTRODUCCIÓN
La adsorción constituye uno de los procesos más utilizados dentro de los sistemas de
tratamiento terciario de las aguas residuales. Se emplea, fundamentalmente, para retener
contaminantes de naturaleza orgánica, presentes, en general, en concentraciones bajas, lo
que dificulta su eliminación por otros procedimientos. Cabe citar la eliminación dc
compuestos fenólicos, hidrocarburos aromáticos nitrados, derivados clorados, sustancias
coloreadas, así como otras que comunican olor y sabor a las aguas. La operación es menos
efectiva para sustancias de pequeño tamaño molecular y estructura sencilla, que suelen ser
fácilmente biodegradables y, por ello, susceptibles de tratamiento biológico
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2- OBJETIVO GENERAL
2.1-OBJETIVOS ESPECÍFICOS
3.-MARCO TEÓRICO
Las aplicaciones en las que se emplea éste proceso como separación son: purificar aguas
residuales, quitar olores, sabores o colores no deseados por ejemplo en aceites, jarabes de
azúcar, en la deshumidificación de gasolinas, o en el secado de aire. Dada la naturaleza de
la operación de manejar sólidos, es muy normal que se le empaque, generando un proceso
por lotes para el sólido, dado que se satura del soluto, y para volver a usarlo hay que
regenerarlo. Lo anterior implica trabajar varios sistemas empacados en paralelo para que
una de dichas unidades realice la función de adsorción mientras que las otras estén
regenerándose. Sistemas de flujo continuo, tanto para el sólido como para el fluido,
existen, pero para un análisis en el laboratorio, es completamente un proceso semicontinuo,
con excepción de las plantas a nivel piloto que buscan describir a un proceso continuo
industrial.
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Las fuerzas que intervienen en los fenómenos de adsorción son distintas de las que se
encuentran en las reacciones químicas y en los compuestos químicos ordinarios
A(g) + S ------- AS
K= X AS / XS P
θ = Κ P/ (1+KP)
Es generalmente más útil en la interpretación de los datos, si solo se forma una capa. A
presiones altas la superficie la superficie está casi totalmente cubierta con una capa
monomolecular; esto significa que los cambios en la presión producen poca variación en
la cantidad adsorbida.
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3.2.- ADSORCIÓN QUÍMICA Y FÍSICA.-
3.2.1- ADSORCIÓN FÍSICA
Estas características son muy importantes en las etapas de transferencia de masa por
adsorción:
• Difusión del soluto desde el seno de la fase fluida hasta superficie externa del
adsorbente.
• Difusión de las moléculas de adsorbato hasta el interior de los poros para alcanzar la
superficie libre de los mismos.
• Adsorción de las moléculas de soluto sobre la superficie del sólido, por fuerzas de
tipo físico o químico.
En general, la etapa de adsorción es muy rápida en relación con los procesos de difusión.
En sistemas hidrodinámicos bien agitados (elevada velocidad relativa entre fases) la
difusión externa es muy rápida y resulta cinéticamente controlante el proceso de difusión
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interna, siendo determinante al respecto, el tamaño de las partículas del adsorbente y el
diámetro de poro del mismo.
d. Afinidad respecto del adsorbato, que depende de los grupos funcionales existentes
en la superficie del adsorbente.
e. Presión parcial o concentración del adsorbato en la fase fluida.
Por ello, hay que conocer los aspectos cinéticos y termodinámicos del proceso, con los
mecanismos y las resistencias que los regulan, pues éstas determinan el tiempo de contacto
necesario y, así, el tamaño de las instalaciones.
Los materiales sólidos empleados como adsorbentes son productos naturales o sintéticos.
En cualquier caso, el proceso de fabricación ha de asegurar un gran desarrollo superficial
mediante una elevada porosidad. Los adsorbentes naturales (arcillas, zeolitas) tienen
pequeñas superficies. Los adsorbentes industriales y los carbones activados de buena
calidad pueden llegar a tener entre 1.000 y 1.500 m2/g.
Otras características importantes que debe reunir un buen adsorbente son las siguientes:
Como quiera que los mecanismos de unión son muy complejos y no se han determinado
con precisión aún, no se dispone de una norma satisfactoria mediante la cual puedan
preverse, a priori las afinidades relativas entre un material poroso y una sustancia.
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• Fácil regeneración; por desorción, especialmente en el caso de los procesos
continuos.
Paso 1.- En primer lugar el fluido debe entran en contacto con el adsorbente (donde se
establece un equilibrio entre el fluido adsorbido y el fluido que permanece en la fase fluida)
para que el compuesto para adsorber que adsorba en forma preferencial o selectiva sobre la
adsorbente.
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El término adsorción incluye la adsorción y la absorción conjuntamente, siendo una expresión
general para un proceso en el cual un componente se mueve desde una fase para acumularse en otra,
principalmente en los casos en que la segunda fase es sólida.
La principal distinción entre sorción (adsorción y absorción) y cambio iónico es que las ecuaciones
que describen la sorción consideran solamente una especie química, de manera que la distribución
del soluto entre la disolución y el sólido responde a una relación simple, lineal o no. Las ecuaciones
para el cambio iónico tienen en cuenta todos los iones que compiten por los lugares de intercambio.
En general, la adsorción desde una disolución a un sólido ocurre como consecuencia del carácter
liofóbico (no afinidad) del soluto respecto al disolvente particular, o debido a una afinidad elevada
del soluto por el sólido o por una acción combinada de estas dos fuerzas.
El grado de solubilidad de una sustancia disuelta es el factor más importante para determinar la
intensidad de la primera de las fuerzas impulsoras. Cuanto mayor atracción tiene una sustancia por
el disolvente menos posibilidad tiene de trasladarse a la interfase para ser adsorbida.
La sorción y el cambio iónico son procesos de gran interés en hidrogeoquímica ya que regulan de
manera notable el transporte de contaminantes químicos en acuíferos y suelos.
3.5.-TIPOS DE ADSORCIÓN
Cabe distinguir tres tipos de adsorción según que la atracción entre el soluto y el adsorbente sea de
tipo eléctrico, de Van der Waals o de naturaleza química.
La adsorción del primer tipo cae de lleno dentro del intercambio iónico y a menudo se le llama
adsorción por intercambio, que es un proceso mediante el cual los iones de una sustancia se
concentran en una superficie como resultado de la atracción electrostática en los lugares cargados
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de la superficie. Para dos absorbatos iónicos posibles, a igualdad de otros factores, la carga del ión
es el factor determinante en la adsorción de intercambio. Para iones de igual carga, el tamaño
molecular (radio de solvatación) determina el orden de preferencia para la adsorción. Este tipo de
adsorción se comenta con detalle más adelante.
La adsorción que tiene lugar debido a las fuerzas de Van del Waals se llama generalmente
adsorción física. En estos caso, la molécula adsorbida no está fija en un lugar específico de la
superficie, sino más bien está libre de trasladarse dentro de la interfase. Esta adsorción, en general,
predomina a temperaturas bajas. La adsorción de la mayoría de las sustancias orgánicas en el agua
con carbón activado se considera de naturaleza física.
Si el adsorbato sufre una interacción química con el adsorbente, el fenómeno se llama adsorción
química, adsorción activa o quimisorción. Las energías de adsorción son elevadas, del orden de las
de un enlace químico, debido a que el adsorbato forma unos enlaces fuertes localizados en los
centros activos del adsorbente. Esta adsorción suele estar favorecida a una temperatura elevada.
La mayor parte de los fenómenos de adsorción son combinaciones de las tres formas de adsorción
y, de hecho, no es fácil distinguir entre adsorción física y química.
La adsorción de una especie química presente en la solución del suelo (adsorbato) por los
constituyentes de la fase sólida del suelo (adsorbente) ocurre debido a la interacciones entre la
superficie activa de las partículas sólidas y el adsorbato. La cantidad adsorbida de una determinada
especie depende no sólo de la composición del suelo sino también de la especie química de la que
se trata y de su concentración en la solución.
Para estudiar la adsorción de un compuesto químico sobre un suelo pueden ser usadas dos técnicas
de laboratorio : experiencias en batch y experiencias con columnas.
Las experiencias en batch consisten en mezclar y agitar una cantidad determinada de suelo con
disoluciones de diferentes concentraciones del soluto estudiado, por ejemplo, un metal pesado.
Previamente, se tiene que determinar la concentración de este metal en el suelo.
Cs = Kd Cm
donde Kd se llama constante de adsorción, coeficiente de distribución o coeficiente de partición.
Cuando la isoterma no es lineal, hay otras aproximaciones para describir la distribución entre el
suelo y la disolución. Las más utilizadas son las de Freundlich y Langmuir.
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La ecuación general de la isoterma de Freundlich es :
La forma lineal es :
donde a y b son constantes que dependen del tipo de suelo y del tipo de especie
química.
La forma lineal es :
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La constante a es Km, que representa la máxima capacidad de adsorción. b/a es una
nueva constante, A, relacionada con la energía de adsorción.
La ecuación final es :
Las experiencias en batch no son totalmente representativas de las condiciones naturales, ya que
ofrecen una gran superficie específica y, por tanto, la máxima posibilidad de adsorción. Además, se
puede considerar que el flujo es nulo.
Las experiencias en columnas reflejan mejor las condiciones de campo, ya que permiten controlar la
velocidad de flujo y obtener de este modo coeficientes de distribución más realistas.
Muchos contaminantes orgánicos son hidrofóbicos, lo que significa que tienen baja afinidad para
solubilizarse en agua, que es un líquido polar, y mayor para hacerlo en líquidos apolares. Estos
contaminantes son fácilmente absorbidos en la materia orgánica de los sedimentos. El coeficiente de
distribución de estos compuestos químicos está relacionado con el coeficiente de distribución del
compuesto entre el agua y un líquido apolar, como el octanol. Este último es llamado también
constante de partición o coeficiente de extracción, que puede ser calculado en un embudo separador,
con agua y octanol, en el que introduce el compuesto; después de agitar se toman separadas las
fases y se analiza la concentración en cada una de ellas, Cw y Co, obteniéndose el coeficiente de
distribución Kow = Co / Cw. Este coeficiente está relacionado con el coeficiente de distribución
entre el carbono orgánico y el agua, Koc, según la ecuación (Karickhoff, 1981):
Tipo de sustancia a b
Dado que puede variar la naturaleza de la materia orgánica presente en el agua y en el sedimento, es
preferible utilizar el Kow como primera aproximación al Koc, excepto que se tenga datos
experimentales del Koc.
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El log Koc se refiere a la partición entre el agua y una fase 100% de carbono orgánico; el
coeficiente de distribución real para el sedimento se obtiene como
K'd = Koc foc donde foc es la fracción de carbono orgánico. Esta relación es válida para foc mayor de
0.001, ya que de lo contrario la adsorción sobre compuestos no orgánicos puede ser relativamente
importante.
Las moléculas a partir de la fase gas o del líquido serán unidas de una manera física a una
superficie, en este caso esa superficie es el carbón activado.
¾ Macro – transporte :El movimiento del material orgánico a través del sistema del macro-
poros del carbón activado( macro-poros > 50 nm)
¾ Micro-transporte: El movimiento del material orgánico a través del sistema del microporos
del carbón activado(microporo < 2nm; meso-poro los 2-50 nm)
¾ Adsorción: El accesorio físico del material orgánico en la superficie del carbón activado en
los meso-poros y micro-poros del carbón activo.
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Isotermas de adsorción a diferentes temperaturas. T1 es la temperatura
más baja, q representa el grado de adsorción.
Por lo general los adsorbente industriales pueden adsorber tanto gases como vapores
orgánicos e inorgánicos. Sin embargo, sus características de absorción preferencial y otras
propiedades físicas hacen que los adsorbentes sean más o menos específicos para una
aplicación particular.
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ejemplo la alumina activada y del de sílice, también se pueden utilizar para adsorber
materias orgánicas, como también vapor de agua con materias orgánicos.
Por lo general cuando mas grande el área superficial mayor será la capacidad de adsorción.
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4.5.- EL CARBÓN ACTIVADO Y SU APLICACIÓN.-
A continuación se estudia, tanto la naturaleza del carbón activado como las aplicaciones del
carbón granular y en polvo en el campo del tratamiento de las aguas residuales, así como la
regeneración del carbón.
Los adsorbentes más empleados son el gel de sílice, la alúmina y, sobre todo, el carbón
activo y determinadas resinas sintéticas. Estas últimas son particularmente interesantes para
la eliminación de compuestos polares. Además, son fácilmente regenerables, lo que las
hace competitivas frente al carbón activo en muchos casos. El adsorbente más ampliamente
utilizado para el tratamiento de aguas residuales es, no obstante, el carbón activo. Los
primeros estudios sobre la aplicación de este adsorbente al tratamiento de aguas residuales
se remontan a 1935; en la década de los años 50 ya se utilizaba para el tratamiento de
efluentes industriales procedentes de la fabricación de pesticidas y, hacia 1960, comienza a
considerarse de interés su posible aplicación al tratamiento de aguas residuales urbanas.
Entre los aspectos negativos hay que señalar que el coste de operación suele ser
comparativamente alto y, por esta razón, su empleo queda restringido, en general, a los
casos de necesidad o a otros en que convenga reutilizar las aguas tratadas o, como se ha
indicado, recuperar algún producto de las mismas.
4.5.1.1.-TIPOS DE CARBÓN.
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4.5.2.- LAS CONDICIONES DEL MEDIO
b) La temperatura, que influye sobre la velocidad del proceso y el estado final de equilibrio.
El carbón activado tiene una gran variedad de tamaños de poro los cuales pueden
clasificarse de acuerdo a su función, en poros de adsorción y poros de transporte.
Los primeros consisten en espacios entre placas grafíticas con una separación de entre una
y cinco veces el diámetro de la molécula que va a retenerse. En éstos ambas placas de
carbón están lo suficientemente cerca como para ejercer atracción sobre el adsorbato y
retenerlo con mayor fuerza.
Los poros mayores que los de adsorción son los de transporte, y tienen un rango muy
amplio de tamaños, que van hasta el de las grietas que están en el límite detectable por la
vista, y que corresponde a 0.1 mm. En esta clase de poros, sólo una placa ejerce atracción
sobre el adsorbato y entonces lo hace con una fuerza menor, o incluso insuficiente para
retenerlo. Actúan como caminos de difusión por los que circula la molécula hacia los poros
de adsorción en los que hay una atracción mayor. Por lo tanto, aunque tienen poca
influencia en la capacidad del carbón activado, afectan a la cinética o velocidad con la que
se lleva a cabo la adsorción.
Otra clasificación de los poros, es la de la IUPAC (International Union of Pure and Applied
Chemists), que se basa en el diámetro de los mismos, de acuerdo a lo siguiente:
• microporos: menores a 2 nm
• mesoporos: entre 2 y 50 nm
• macroporos: mayores de 50 nm (típicamente 200 a 2000 nm)
Los microporos tienen un tamaño adecuado para retener moléculas pequeñas, que
aproximadamente corresponden a compuestos más volátiles que el agua, tales como olores,
sabores y muchos solventes. Los macroporos atrapan moléculas grandes, tales como las que
son coloreadas o las substancias húmicas -ácidos húmicos y fúlvicos- que se generan al
descomponerse la materia orgánica. Los mesoporos son los apropiados para moléculas
intermedias entre las anteriores
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Por lo tanto, la capacidad de un carbón activado para retener una sustancia determinada, no
sólo está dada por su área superficial, sino por la proporción de poros cuyo tamaño es el
adecuado: una a cinco veces el diámetro de la molécula de dicha sustancia.
La adsorción en carbón activado se ve afectada por diversas propiedades tanto del carbón
como del adsorbato, así como por condiciones del gas o el líquido en el que se lleva a cabo
este fenómeno. Algunas de éstas ya se describieron en la sección anterior, pero a
continuación se listarán de una manera organizada, junto con otras que aún no se han
mencionado.
• La adsorción aumenta cuando el diámetro de los poros predominantes esta entre una
y cinco veces el diámetro del adsorbato.
• Diferencias en la química superficial y en los constituyentes de las cenizas pueden
afectar la adsorción, especialmente en fase líquida. Sin embargo, estas propiedades
tienen una influencia pequeña respecto a cualquier otra de las que se están listando.
Antes de listarlas, hay que mencionar que todo tipo de moléculas orgánicas se adsorben
bien en el carbón activado. No así la inorgánicas, excepto en algunos casos como los
molibdatos, los cianuros de oro, el dicianuro de cobre, el cloruro de mercurio, el yodo y las
sales de plata, entre otros.
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embargo, a mayor temperatura, aumenta la solubilidad del adsorbato , y se adsorbe en
menor proporción. Por otro lado, a mayor temperatura, también disminuye la viscosidad del
solvente, facilitando la movilidad del adsorbato y por lo tanto acelerando su velocidad de
difusión hacia los poros. Todo lo anterior generalmente resulta en un aumento de la
adsorción al aumentar la temperatura.
La adsorción constituye uno de los procesos más utilizados dentro de los sistemas de
tratamiento terciario de las aguas residuales. Se emplea, fundamentalmente, para retener
contaminantes de naturaleza orgánica, presentes, en general, en concentraciones bajas, lo
que dificulta su eliminación por otros procedimientos. Cabe citar la eliminación de
compuestos fenólicos, hidrocarburos aromáticos nitrados, derivados clorados, sustancias
coloreadas, así como otras que comunican olor y sabor a las aguas. La operación es menos
efectiva para sustancias de pequeño tamaño molecular y estructura sencilla, que suelen ser
fácilmente biodegradables y, por ello, susceptibles de tratamiento biológico.
Los adsorbentes más empleados son el gel de sílice, la alúmina y, sobre todo, el carbón
activo y determinadas resinas sintéticas. Estas últimas son particularmente interesantes para
la eliminación de compuestos polares. Además, son fácilmente regenerables, lo que las
hace competitivas frente al carbón activo en muchos casos. El adsorbente más ampliamente
utilizado para el tratamiento de aguas residuales es, no obstante, el carbón activo. Los
primeros estudios sobre la aplicación de este adsorbente al tratamiento de aguas residuales
se remontan a 1935; en la década de los años 50 ya se utilizaba para el tratamiento de
efluentes industriales procedentes de la fabricación de pesticidas y, hacia 1960, comienza a
considerarse de interés su posible aplicación al tratamiento de aguas residuales urbanas.
Entre los aspectos negativos hay que señalar que el coste de operación suele ser
comparativamente alto y, por esta razón, su empleo queda restringido, en general, a los
casos de necesidad o a otros en que convenga reutilizar las aguas tratadas o, como se ha
indicado, recuperar algún producto de las mismas.
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4.7.-LA ADSORCIÓN COMO TRATAMIENTO PARA LAS AGUAS
La adsorción en disoluciones fue observada por primera vez por Lowitz en 1785 y pronto
se aprovechó para la decoloración del azúcar en su etapa de refino. En la segunda mitad del
siglo XIX ya se utilizaban en América filtros de carbón vegetal en las plantas de
tratamiento de aguas.
El carbón activo en polvo (PAC) se utilizó por primera vez para aguas públicas en New
Milford (Nueva Jersey, EE.UU.), en 1930.
Durante las siguientes décadas, el interés de la adsorción como proceso para eliminar
compuestos orgánicos presentes en las aguas potables aumentó progresivamente junto a la
creciente preocupación sobre la contaminación de los recursos hídricos debida a los
residuos industriales, productos químicos usados en la agricultura y a las descargas de las
alcantarillas. Una preocupación observada desde los años 70 se refiere al hecho
comprobado de la formación de trihalometanos (THMs) y otros agentes sospechosos de ser
cancerígenos durante la cloración del agua que contenga sus precursores orgánicos.
Actualmente, en los Estados Unidos se aplica la adsorción en el tratamiento de aguas
potables, especialmente, con el objeto de controlar su color, sabor y olor. También se
considera este proceso para la eliminación de compuestos químicos orgánicos, compuestos
clorados, así como de los coproductos de la desinfección. Por otro lado, algunos
compuestos inorgánicos perjudiciales para la salud, como algunos metales pesados, se
pueden separar por adsorción.
En Europa hay larga experiencia con carbón activo granular para el tratamiento de aguas
procedentes de ríos contaminados. Se espera que en el futuro las aplicaciones de la
adsorción para el control de la contaminación de las aguas potables debida a compuestos
tóxicos o cancerígenos en pequeñas concentraciones, aumenten progresivamente.
El proceso del carbón activado se basa en de un carbón a partir de materiales tales como las
cortezas de almendros, nogales o palmeras, otras maderas, y carbón mineral.
Este carbón se obtiene calentando el material de que se trate al tojo vivo para expulsar los
hidrocarburos, pero sin aire suficiente para mantener la combustión. A continuación, para
activar el carbón, se expone la partícula a un gas oxidante a altas temperaturas. Este gas
desarrolla una estructura porosa en el carbón natural favoreciendo a la aparición de grandes
superficiales internas. El tipo de material base con el que se produce el carbón activado
también puede afectar al tamaño de los poros y a las características de regeneración del
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carbón activado. Los dos tipos de clasificación son: carbón activado en polvo, con diámetro
menor que el tamiz 200, y granular, con diámetro superior a los 0.10 mm.
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4.9.-LA ADSORCIÓN COMO TRATAMIENTO PARA LAS AGUAS
• Detergentes.
• Colorantes de síntesis solubles.
• Disolventes clorados.
• Fenoles y derivados hidroxilados.
• Derivados aromáticos, sustituidos o no, especialmente derivados clorados o
nitrados.
• Sabores y olores.
4.9.2.-CARBÓN EN POLVO
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Como se ha indicado, el carbón activo puede utilizarse igualmente para afino de aguas
industriales de elevada pureza (tratamiento de condensados, agua de aclarado en la
industria electrónica, etc.).
Ventajas:
• Los carbones activos en polvo son, aproximadamente, de dos a tres veces más
baratos que los carbones en grano.
• Pueden dosificarse en exceso, en caso de puntas de contaminación.
• Precisan inversiones reducidas. Cuando el tratamiento consiste sólo en una etapa de
floculación-decantación basta prever un simple equipo de dosificación de carbón
activo.
• Su cinética de adsorción es rápida, puesto que su superficie es fácilmente accesible.
• El carbón activo favorece la decantación, al espesar el flóculo.
Inconvenientes:
4.9.3.-CARBÓN EN GRANO
El carbón en grano se utiliza en forma de lecho filtrante atravesado por el agua a tratar,
cuyas impurezas se someten así a una extracción metódica. En efecto, el agua,
progresivamente liberada de sus contaminantes, encuentra fracciones de carbón activo cada
vez menos saturadas y, por lo tanto, cada vez más activas.
4.9.4.-ASOCIACIÓN POLVO-GRANO
La experiencia demuestra que rara vez pueden sobrepasarse tres volúmenes de agua por
volumen de carbón y por hora, en casos de contaminación elevada. En el caso de
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tratamiento de aguas para el consumo humano, en el que los contenidos de productos
adsorbibles son muy pequeños, deben preverse, en el estudio económico, unos elevados
gastos de inversión, por lo que generalmente debe aceptarse una menor saturación del
carbón, utilizando velocidades mayores: 5 a 10 vol. agua/(vol. carbón. h). Puesto que la
teoría da únicamente el sentido de variación de estas leyes, es indispensable recurrir a la
experiencia del especialista y realizar ensayos dinámicos a través de columnas de tamaño
suficiente para poder efectuar una extrapolación
1. Adsorción.
2. Retención de las partículas grandes.
3. Deposición de materia coloidal.
El grado de eliminación depende básicamente del tiempo de contacto entre el agua a tratar
y el carbón activo.
4.12.-FILTRACIÓN
Normalmente, esta función debe reducirse al mínimo, para evitar el atascamiento del filtro,
que se produce irremisiblemente en ausencia de sistemas de lavado eficaces, que provocan
en cada ciclo una importante perturbación de las capas. Por otra parte, el carbón tiende a
extraer de los flóculos con los que se ponen en contacto productos adsorbibles que
contribuyen a su prematura saturación. Frecuentemente se recomienda, por estos motivos,
efectuar una filtración previa del agua a través de arena.
4.13.-SOPORTE BACTERIANO
La superficie del carbón ofrece condiciones ideales para la colonización bacteriana. Este
fenómeno puede contribuir a la depuración, pero si no se realiza de forma perfecta, puede
resultar peligroso (fermentación anaerobia causante de olores, atascamiento del lecho, etc.).
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4.14.-ACCIÓN CATALÍTICA
Una propiedad muy utilizada de los carbones activos -de interés en no pocos casos- es su
acción catalítica y, más concretamente, la que ejercen sobre la reacción de oxidación del
agua con cloro libre:
Se produce una acción catalítica del mismo tipo frente a las cloraminas, que se
descomponen en nitrógeno y ácido clorhídrico. Sin embargo, su cinética es más lenta que
en el caso del cloro libre (longitud de semidecloración mucho más elevada); por lo tanto, si
se desea obtener resultados comparables, es preciso disminuir notablemente las cargas
volúmicas.
4.15.-ADSORCIÓN
Esta es la principal misión del carbón; por lo tanto, debe prestarse especial atención al
contacto agua-carbón y, en todos aquellos casos en que la capacidad del carbón desempeñe
un papel fundamental en la economía del proceso, se considerará un sistema de
contracorriente
El carbón activado (CA) es un sólido que tiene dos propiedades que lo han hecho muy útil
en el tratamiento de aguas. La primera consiste en que atrapa todo tipo de contaminantes
orgánicos en sus paredes, con una avidez tal que puede dejar un agua prácticamente libre de
estos compuestos. La segunda, en que destruye el cloro libre residual que no ha reaccionado
después de que dicho compuesto realizó una acción desinfectante.
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En estas funciones se ha considerado desde hace muchos años la tecnología más rentable.
Debido a ello, prácticamente todas las industrias que requieren agua potable utilizan CA
como uno de los procesos básicos de purificación.
En cuanto a las plantas potabilizadoras municipales, existen dos realidades: la de los países
desarrollados y las de países en desarrollo. En los primeros, el carbón activado se aplica en
casi todas las plantas. En los segundos, se aplica más bien cuando existen problemas de
olor y sabor.
Los primeros potabilizan el agua con carbón activado debido a que en los últimos años se
ha encontrado que prácticamente ya no existe río, lago ni pozo cuyo agua se encuentre libre
de contaminantes orgánicos sintéticos. Por otro lado, han surgido evidencias de que estos
compuestos, aunque están presentes en muy bajas concentraciones, a largo plazo, causan
graves trastornos a la salud -entre ellos algunos tipos de cáncer-.
De todo lo anterior puede decirse que, por un lado, la purificación de agua con carbón
activado es muy común desde hace tiempo, especialmente en el sector industrial. Por otro,
que también lo es, aunque de manera más reciente, en las plantas municipales de países
desarrollados. Y finalmente, que se utilizará cada vez más en el área municipal de países en
desarrollo.
El carbón activado tiene capacidad para lograr estados de equilibrio tales, que la
concentración de los compuestos adsorbibles en el agua llega a niveles indetectables por los
métodos de análisis comunes. Todo esto, aunado al hecho de que las fuentes de
abastecimiento de agua potable normalmente tienen cantidades relativamente pequeñas de
materia orgánica, hacen del carbón activado la mejor alternativa técnica y económica para
su control.
La mayoría de las industrias que producen bebidas o alimentos en general, obtienen el agua
de pozos, y la someten a un tratamiento igual o similar al que se muestra en la figura 1.
Por otro lado, los municipios en muchas ocasiones se abastecen de cuerpos de agua
superficiales. Las características más comunes de esta agua hacen necesario otro tipo de
tratamiento. Aunque muchas plantas municipales de potabilización aún no utilizan carbón
activado -la mayoría de las veces debido a razones económicas.
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5.1.-ADSORBATOS
La experiencia demuestra que los carbones activos son buenos adsorbatos, ya que son
adsorbentes de amplio espectro. La mayoría de las moléculas orgánicas se fijan en su
superficie, siendo las que peor se fijan las moléculas más cortas y las más polares
(alcoholes y ácidos de menos de tres átomos de carbono). Las moléculas más pesadas se
adsorben con mayor facilidad. Como los compuestos más fácilmente biodegradables son
los que peor se adsorben, el tratamiento de adsorción adquiere un carácter complementario
muy apreciado, en relación con el tratamiento biológico.
Compuestos orgánicos
Disolventes aromáticos:
Benceno, tolueno, nitrobencenos, etc.
Aromáticos clorados:
PCBs, clorobencenos, cloronaftaleno.
Fenol y Clorofenoles.
Aromáticos policíclicos: Benzopirenos, etc.
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Pesticidas y herbicidas:
DDT, aldrin, clordane, .BHCs, heptaclor, etc.
Clorados no aromáticos:
Tectracloruro de carbono, ésteres cloroalquílicos, hexaclorobutadieno, etc.
¾ Alcoholes
¾ Cetonas de bajo peso molecular
¾ ácidos, aldehidos
¾ Azúcares y almidones
¾ Coloides orgánicos de peso molecular muy alto
¾ Alifáticos de bajo peso molecular
Otros factores relacionados con la adsorción de compuestos orgánicos tienen que ver con
las afinidades químicas específicas entre los grupos funcionales de] adsorbente y el
adsorbato. La Tabla II presenta una relación de compuestos orgánicos según su mayor o
menor capacidad para ser adsorbidos por carbón activo. Los fenoles sustituidos, por
ejemplo, se adsorben mejor que los halometanos o el etileno. Estos compuestos orgánicos
volátiles son disolventes industriales, a menudo presentes en altas concentraciones. Su
eliminación es difícil o requiere frecuentes regeneraciones de los lechos. Los hidrocarburos
policíclicos aromáticos y las nitrosaminas se adsorben rápidamente. Como quiera que no
suele haber mucha información disponible sobre la adsorción de las especies orgánicas con
carbón activo granular, es con frecuencia necesario realizar ensayos en tanque o en
columna en laboratorio, antes de pasar a predecir la eficacia en la eliminación de tales
compuestos en un lecho a gran escala. La mayoría de los compuestos poco adsorbibles son
muy solubles y de peso molecular bajo; pero también hay otros de peso molecular muy
elevado. En el caso de los ácidos orgánicos y de las bases, la adsorción depende mucho del
pH, eliminándose preferentemente las moléculas de tipo neutro.
5.3.-COMPUESTOS INORGÁNICOS
Algunos compuestos inorgánicos pueden eliminarse por adsorción sobre carbón activo.
Metales a nivel de trazas, como el mercurio, el arsénico y el plomo pueden ser eliminados
con carbón activo granular. La Tabla III presenta una lista de metales según su grado de
adsorción. La mayoría de los cationes y aniones presente en las aguas naturales no se
adsorben, como es el caso del calcio, sodio, ortofosfatos, nitratos y haluros. Una excepción
es el fluoruro, que es eliminado, tanto por alúmina activada como con carbón.
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5.3.1.- METALES Y COMPUESTOS INORGÁNICOS CLASIFICADOS POR SU
POTENCIAL ADSORCIÓN SOBRE CARBÓN ACTIVADO
Los metales pueden reaccionar en los grupos funcionales oxigenados del carbón,
desplazando a los iones de hidrógeno por intercambio iónico. Las superficies del carbón
también pueden dar lugar a precipitados de sales metálicas por nucleación o coagulación.
Los metales reducidos en la estructura original del carbón también pueden reaccionar con
los metales en estado iónico en solución, para reducirlos hasta una forma depositable.
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5.4.-VIRUS
La adsorción de virus sobre carbón activo ha sido estudiada como un proceso para el
tratamiento avanzado de aguas residuales y su posible reutilización. Los grupos funcionales
específicos del carbón, como el carboxilo y el lactona, se cree que actúan como "sitios"
para la adsorción de virus. El grado de adsorción depende en gran medida del pH; por tanto,
la atracción electrostática entre los grupos cargados negativamente sobre el carbón y los
grupos cargados positivamente sobre los virus es importante. Los estudios en laboratorio y
planta piloto no son aún bastante consistentes y han demostrado que la eliminación de los
virus con carbón activo es difícil de controlar.
5.5.-OTROS ADSORBENTES
5.6.-GEL DE SÍLICE
5.7.-Alúmina activada
Es un adsorbente con buena resistencia mecánica y, por ello, muy adecuado para su
utilización en lechos móviles. Se fabrica calentando los distintos hidratos de alúmina a
velocidad controlada. La alúmina activada en la variedad de -y-alúmina se obtiene entre
500º y 800ºC, transformándose por encima de este punto en especies alotrópicas de menor
superficie. El producto, amorfo y muy poroso, se utiliza para el secado de gases y líquidos,
para eliminar el fluoruro y para la neutralización de aceites lubricantes.
5.8.-Tamices moleculares
Proceden de productos naturales como las zeolitas, en las que los poros originan al
formarse huecos en la red del cristal cuando se eliminan por calefacción las moléculas de
agua. Están formados por estructuras tetraédricas de aluminosilicatos (Si02- Al04). El
entramado es muy regular, de forma tal que sólo pueden adsorberse aquellas moléculas con
un tamaño suficientemente pequeño como para atravesar las "ventanas" de acceso al
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interior de la estructura. Aunque esta capacidad de adsorción no puede relacionarse de
forma significativa con un área, la comparación con otros adsorbentes puede establecerse
tomando un área equivalente del orden de 800 m2/g. La ventaja de los tamices moleculares
es que pueden fabricarse a la medida de las aplicaciones deseadas.
Desde hace unos años, determinados polímeros adsorbentes sintéticos se presentan como
una alternativa al carbón activo en el tratamiento de aguas residuales. Dichos adsorbentes
se producen por polimerización en suspensión entre uno o varios monómeros, en presencia
de un agente reticulante. La variedad de monómeros que pueden ser polimerizados y la
posibilidad de obtener las propiedades deseadas variando las condiciones de la
polimerización, da una idea de la multiplicidad de productos posibles.
En los polímeros adsorbentes sintéticos, cada partícula de resina está formada por un
aglomerado de microesferas, cuyos intersticios originan los poros interconectados. Por
consiguiente, presentan una superficie interior muy uniforme y actúan principalmente por
interacciones de] tipo de las fuerzas de dispersión y solvofóbicas.
Entre las aplicaciones industriales de estos adsorbentes cabe citar las de eliminación, con o
sin recuperación, de distintas sustancias orgánicas presentes en las aguas residuales, como
los fenoles o los pesticidas, o la eliminación del color de los efluentes de fábricas de pasta
al sulfato blanqueada. Son numerosos, asimismo, los trabajos desarrollados a escala de
laboratorio para el mejor conocimiento de estos procesos.
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proceso se destruye parte del carbón, entre 5 y un 10 por 100, y es necesario reemplazarlo
por el carbón nuevo o virgen.
El cloro libre puede adicionarse al agua en forma de cloro líquido, solución de hipoclorito
de sodio, o tabletas - gránulos - de hipoclorito de calcio. En cualquiera de estos casos, el
resultado es el mismo, quedando el cloro disuelto en forma de ácido hipocloroso (HOCI),
un ácido débil que tiende a disociarse parcialmente.
HOCl ↔ H+ + OCL-
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El cloro que interviene en esta etapa de desinfección, también se combina y deja de ser
libre. Una vez terminada esta etapa, es necesario eliminar el cloro libre residual, no sólo
porque es tóxico para el ser humano, sino porque imparte un mal olor y sabor al agua,
interfiere con procesos industriales, daña a la mayoría de las resinas de intercambio iónico
utilizadas en los suavizadores y en los desmineralizadores, y afecta a las membranas de
ósmosis inversa.
Aunque se han desarrollados varios procesos para disminuir los niveles de cloro libre en
agua, la decloración en un lecho fijo de carbón activo granular (carbón activado granular)
ha sido el más rentable, y por lo tanto el más común. Se trata de un tanque cilíndrico
vertical con una cama de carbón activado granular por la que se hace circular el agua.
Cuando el carbón se expone al cloro libre, se llevan a cabo reacciones en las que el ácido
HOCI o el OCl- se reducen a ión cloruro. Dicha reducción es el resultado de distintos
caminos de reacción posibles. En dos de los más comunes, el carbón activado granular
actúa como agente reductor, de acuerdo con las siguientes reacciones:
donde C* representa al carbón activo. C*O y C*O2 son óxidos superficiales, que poco a
poco van ocupando espacios, que al quedar bloqueados, ya no participan en la reacción
algunos de estos óxidos se liberan hacia la solución como CO y C02. Esto vuelve a dejar
espacios disponibles que por lo tanto aumentan la capacidad del carbón activado granular
para esta reacción de reducción. En cuanto al cloruro, también se acumula en la superficie
del carbón durante los primeros momentos de operación. Al seguir llegando HOCl o OCl- a
la superficie del carbón, la reacción se hace un poco más lenta, y entonces se empieza a
liberar el cloruro. Esta disminución de velocidad se debe al envenenamiento del carbón con
los óxidos superficiales. Dicho envenenamiento continúa de manera gradual, mientras
disminuye la capacidad, tanto de adsorción como de decloración del carbón activado.
En las reacciones anteriormente expuestas, puede intervenir el OCl-, en lugar del HOCl, con
la diferencia de que no se produce H+. Puede observarse que el carbón activo reacciona y
por lo tanto desaparece. Si no hubiera acumulación de óxidos superficiales, la reacción
continuaría hasta la desaparición completa del carbón.
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C*OH + OCl- → C*OO- +H+ +Cl-
Con todo lo anterior se observa que la decloración es una operación compleja, en la que el
carbón activado granular actúa como quimiadsorbente. Se han desarrollado varias
expresiones matemáticas que intentan describir la decloración en lechos de carbón, pero
ninguna de ellas ha sido suficientemente precisa.
Hay que aclarar que al mismo tiempo que el carbón activado granular actúa como
declorador, adsorbe la materia orgánica presente en el agua. Por lo tanto, a mayor
contaminación orgánica, disminuye su tiempo de vida como declorador, y viceversa.
También hay que mencionar que aún cuando el carbón siga eliminando todo el cloro libre,
puede ya no estar reteniendo materia orgánica. Es decir, termina antes su capacidad de
adsorción física -de moléculas orgánicas - que su capacidad de declorar. Muchas empresas
potabilizadoras cuya agua contiene algunos contaminantes orgánicos, erróneamente
deciden cambiar el carbón en el momento que encuentran trazas de cloro libre en el
efluente del declorador.
2. El pH del efluente controla la forma del cloro libre en el agua. Cuando su valor es de 7,6
la mitad del cloro libre está presente como HOCl y la otra mitad como OCl-. La reacción
del HOCl con el carbón activo es mucho más rápida que la del OCl-. A un pH de 4,0 casi
todo es HOCI y a un pH de 10,0 casi todo es OCl-. Por lo tanto, mientras menor es el pH, la
reacción es más rápida, y el resultado es un mayor tiempo de operación antes de detectar
cloro libre en el efluente.
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6.2.-MAS APLICACIONES DEL CARBÓN.- CONFIGURACIÓN DE
ADSORBEDORES DE CARBÓN ACTIVADO GRANULAR
De otro modo, debe diseñarse un sistema en serie de dos o más columnas. Además, existe
una situación particular en la que lo más probable es que se requiera el sistema en serie. Se
trata de aquella en la que la altura de una sola columna es mayor que la del lugar en el que
ésta se requiere instalar.
Los sistemas en paralelo se aplican en el caso de que el flujo que requiera tratarse sea muy
considerable, o en aquel en el que la caída de presión en un solo equipo, fuera a ser muy
grande. Con un sistema en paralelo, la potencia de bombeo, compresión o ventilación es
menor, y en el caso de líquidos, particularmente de los que son viscosos, los materiales de
las columnas y de las tuberías requieren de un menor espesor.
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Sistemas de múltiples columnas
Las columnas son iguales entre sí, se distribuyen con una separación uniforme, reciben la
misma alimentación y descargan en un cabezal común. Estos sistemas también se utilizan
cuando resulta más práctico o económico el uso de dos o más columnas de menor diámetro
que el de una sola.
En sistemas de una sola columna o en sistemas en paralelo, el carbón que se descarga para
su regeneración o disposición final, normalmente no está totalmente agotado. Ello se debe a
que la ZTM aún está dentro de la columna cuando se re-quiere la reposición.
Un sistema combinado en serie- paralelo tiene, tanto las ventajas de mayor eficiencia de los
sistemas en serie como las de baja caída de presión y practicidad de los sistemas en
paralelo.
Todo lo anterior se aplica a sistemas de lecho fijo, en los que el carbón permanece estático
y el fluido circula en sentido ascendente o descendente. Es decir, incluye los sistemas en
cama expandida. Sin embargo, no incluye a los sistemas de cama pulsante que se describen
a continuación.
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Cama pulsante
La cama pulsante es aquella en la que el carbón se mueve en sentido opuesto al del flujo. El
líquido fluye hacia arriba mientras una porción del carbón agotado se desaloja por el fondo
y un volumen igual de carbón virgen o regenerado se agrega por la parte superior. La cama
pulsante se comporta como los sistemas de cama fija en serie. La remoción de un volumen
de carbón por el fondo de la columna pulsante equivale a la remoción del carbón en la
primera columna del sistema en serie.
Contacto en columna
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se regenera, lo que puede hacerse dentro o fuera de la propia columna. Se requiere el
empleo de una o más columnas de funcionamiento intermitente para que el sistema opere
en continuo. Son posibles dos alternativas: lechos fijos y lechos móviles. Los tres sistemas
básicos de trabajo son los de flujo descendente en lecho fijo (en serie o en paralelo) (Figs. 3
y 4), flujo ascendente (Fig. 5) en lecho compacto o expandido y flujo a través de lecho
móvil expandido o fluidizado ( (Fig. 6) en contracorriente (agua ascendente- carbón
descendente). La elección de uno otro tipo d pende de factores de orden funcional y
técnico-económico pero, en general, la segunda de las formas de trabajo indicadas resulta la
preferida.
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Lechos fijos en serie. Flujo descendente
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Lechos compactos o expandidos en serie. Flujo ascendente
En la tecnología con lechos fijos se emplean normalmente dos o más columnas en serie o
en paralelo, lo que permite lavar bien la primera columna, y también regenerar únicamente
la fracción más saturada del carbón (primera columna). Se organiza así un sistema de
contracorriente por permutación cíclica 1,2,3→2,3,1 regenerada, etc.
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Lecho móvil (expandido). Flujo en contracorriente
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Columna de adsorción. Lecho fijo. Flujo descendente
8.0.-CONCLUSIONES.
El trabajo satisface los objetivos planteados, cuyo fin, fue describir ampliamente el
fenómeno de la adsorción, desde el punto de vista fisicoquímico y su aplicación en
diferentes campos: la industria, en tratamientos de diversos tipos de aguas y otros.
Se ha podido conocer la amplia gama de aplicación del carbón activado como uno de los
adsorbentes con mayor rendimiento y su importancia por el bajo costo con relación a otros
adsorbentes.
9.0.-BIBLIOGRAFIA
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4) Información extractada de la Internet.
5) Material proporcionado en Pre-grado.
6) Operaciones Unitarias ALAN FAUST
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