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Mandamás de Telefónica de España:

Villalonga nunca entenderá lo que es Internet


por Gema Castellano, Abril de 1999
“Ni siquiera sabe cómo usar una computadora”

Juan Villalonga, -presidente de Telefónica de España y parte de Latinoamérica-, ha concedido


esta semana una extensa entrevista a un medio, -no podía ser de otra manera-, de su
propiedad, Actualidad Económica.

En las fotos que ilustran el reportaje, -realizado en la novena planta de la sede central de
Telefónica, sita en Gran vía de Madrid ( España)-, se le ve seguro de sí mismo. ¿O no tanto? En
su despacho, -antigua reliquia victoriana donde las haya-, pueden verse la típica estantería
repleta de libros a medida y una enorme mesa con escasos papeles ordenados
estratégicamente. Sobre ella, un marco de madera que sobrecoge por su tamaño, -demasiado
grande-, y que nos plantea una de las incógnitas más suculentas, ya que su ubicación no nos
permite vislumbrar el rostro de la persona que le mira, mientras firma los nuevos aumentos de
tarifas, los talones para vete tu a saber qué mandatario corrupto o los acuerdos de
especulación con no sabemos que gobierno transatlántico.

En cualquier caso, -y eso nos parece muy grave-, ni un computador, ni un disquette, ni un CD; y
ni siquiera un enchufe que nos demuestre que lo han apartado para que no estorbe la foto,
por lo que debemos abandonar la esperanza, -si a alguien le quedaba alguna-, de que este alto
mandatario de las finanzas, puede alguna vez comprender al usuario de Internet.

En un sillón colocado para el evento en el centro de la estancia, Villalonga se acomoda al estilo


Rainiero de Mónaco, con esa pose que más que sentado parezca que flota y más que
acomodarse de la sensación de que se levanta, como queriendo embestir a la cámara. ¡En fin!.
¡Sensación de provisionalidad!

La entrevista comienza y orgulloso da ciertos datos. Según él, Telefónica ha consolidado el


liderazgo en el mundo de habla hispana y portuguesa y terminará 1999 gestionando casi trece
millones de clientes de móviles, de los que 7,6 millones serán en España y 5,4 millones fuera
de nuestras fronteras.

Esto no resulta extraño, ya que de dominio público es la carencia


de inversión en infraestructuras de telefonía fija, obligando a los
clientes de países donde pone sus miras, a utilizar el celular, que
además de ahorrarle divisas en líneas y mantenimiento, le ofrece
mayores ganancias, ya que el coste de la llamada es más elevado.

Villalonga hace una afirmación de interés. Como si no supiéramos


nada sobre la investigación que se abrirá en Brasil contra
Telefónica el próximo mes de mayo, de la multa de 3,2 millones de
dólares que ANATEL ha impuesto a su filial Teleps, o sobre sus
sobrefacturaciones, irregularidades y abusos, el magnate nos
anuncia textualmente que “con la operación que hemos hecho en Brasil, por ejemplo,
aseguramos el crecimiento de la compañía para los próximos cinco años”.
Evidentemente su gestión el Latinoamérica es pésima, y no dudamos que Villalonga deba
utilizar un medio afín, para convencer a sus inversores de que el crecimiento, -aún a costa del
presunto fraude-, está garantizado y que los 700.000 millones que invirtió en este país, Brasil,
están bien utilizados.

Insiste mucho Villalonga en el mercado brasileño. Anuncia la instalación de dos millones de


líneas en Sao Paulo para 1999, y en lo que se refiere a la telefonía celular, Telefónica tiene
más de un millón de clientes en lista de espera.

No cabe duda de que con este potencial, Telefónica podrá hacer frente a cuantas multas
millonarias se le impongan, al fin y al cabo, será el cliente quien finalmente se hará cargo de
esos desembolsos y el Estado brasileño quien recaude algún que otro millón, para sus
maltrechas arcas. Todo está previsto y controlado, incluso cual será el coste de una infracción,
que triplicaría los beneficios.

Centroamérica es el nuevo objetivo de Villalonga. Asegura estar desarrollando un proyecto de


entrada en cada uno de estos países como segundo operador. “Ya se ha hecho en El Salvador, -
dice el magnate-, tras unos meses de actuación tenemos más del 50% de cuota de larga
distancia”. No le preocupa el cliente, no le preocupan las sanciones mientras pueda pagarlas y
no le preocupa la calidad del servicio. Sus objetivos son la especulación y el poder.

“Estamos dedicando el tiempo a capturar oportunidades de crecimiento”. “La mentalidad del


equipo gestor de Telefónica no es defensiva, sino que es muy ambiciosa y atacante”, -afirma
Villalonga-. Se dice que en Argentina el banco emisor ha intervenido los dos bancos de Raúl
Moneta, -socio de Telefónica en gran parte de sus inversiones allí-. Tampoco ponemos en duda
que todos, tanto Villalonga como incluso Menem, -amigo personal de Moneta-, harán todo lo
posible para que la sangre no llegue al río.

Al fin y al cabo todo deberá quedar en familia y no sería la primera vez esto ocurriera. Ya el
año pasado, tanto Telefónica como TCI, no tuvieron inconveniente en echar un “cable” al
empresario y desembolsar la bonita cantidad de 56 millardos de pesetas para salvar a
Cablevisión.

Según un refrán de Villalonga: la amistad por la amistad y la burra por lo que vale, y en este
caso seguro que es así.

El presidente de Telefónica no conoce Internet, pero tiene muy claro cual es su valor
estratégico y los dividendos que este invento le puede proporcionar. Es más, Telefónica está
dispuesta a exprimir el mercado de Internet sin hacer ninguna inversión extra. Según
Villalonga, la infraestructura actual cumple todos los requisitos para ofrecer un servicio de red
de calidad. Se jacta de los 9.000 millones que las RDSI le proporcionan mensualmente y
asegura no interesarle el cable o cualquier otro invento en el que tenga que invertir. Sus
expectativas son las meramente especulativas, por lo que los beneficios deben ser del 100%.
Desde la terraza de su despacho, impecablemente vestido y con aire de triunfador, lanza la
mirada hacia el infinito como ignorando a España, -esto es terreno ya conquistado y arrasado.
Sus ojos se dirigen al otro lado del Atlántico. Nuevos territorios para conquistar, nuevos
clientes que expoliar. ¡Su futuro!

Bonita fotografía. La foto de un explotador. El retrato del dictador de las telecomunicaciones.

http://ailatin.tripod.com/dictador.htm

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