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Acerca de los Indicadores

Material de trabajo interno


Octubre de 1999

I El Indicador en General
1. Símbolos e Indicadores

El símbolo es un objeto perceptible que representa una realidad diferente a la del


objeto. Los símbolos tienen un significado, en cuanto al encontrarnos con ellos
evocamos un contenido diferente del propio contenido del símbolo.

Usando la semiótica diremos que el símbolo es el significante y el contenido


evocado es el significado. Fenomenológicamente el significante es el fenómeno y
el significado el noumeno, y que en el mundo de la comunicación sólo tenemos
acceso a fenómenos o símbolos, mas no a las esencias.

La comprensión de la realidad para las ciencias sociales parte de la comprensión


subjetiva del analista de los fenómenos de la realidad, los que son símbolos o
significantes de la realidad. La realidad social en si es compleja en un grado tal
que es imposible alcanzarla objetivamente de una manera directa. Por ello se
analizan los fenómenos sociales para entender mejor la realidad social.

Pero los mismos fenómenos sociales suelen ser también complejos y la tarea del
analista social es posibilitar la mejor comprensión de esa complejidad. El científico
social debe posibilitar la comprensión de esa complejidad en los fenómenos
sociales dotándoles de estructuras de relación de los diversos fenómenos,
agrupándola según factores de interés. Esta estructuración de la realidad en
categorías diversas permiten realizar afirmaciones de valor sobre la realidad social
misma. Niveles de riqueza, pobreza, salud, vivienda, etc. Son segmentaciones
calificativas de la realidad por las cuales caracterizamos o definimos la situación
social de un grupo humano.

Los indicadores entran en la categoría de símbolos, cuya característica es poder


decirnos algo sobre el comportamiento de un aspecto de la realidad social que se
quiere entender.

Un indicador de la salud de una persona es la temperatura corporal. Un


temperatura mayor de 39 grados indica generalmente un proceso infeccioso en el
enfermo. La esperanza de vida al nacer es un indicador social de la situación de la
salud y bienestar de una población.
2. El indicador como significante contenido en el significado

El indicador como signo de una realidad indicada tiene la característica de estar


incluida o implicada por la realidad indicada. El símbolo en sí es un signo
arbitrario, y su propia realidad es muchas veces independiente de la realidad
indicada.

Símbolo Realidad
Simbolizada

Indicador Realidad Indicada

En el primer gráfico encontramos el símbolo en sí, en el que el indicador es


independiente de la realidad simbolizada. En el caso del indicador nos
encontramos con algo parecido a la punta del iceberg, es decir que el indicador no
muestra toda la realidad indicada, sin embargo el tamaño de la punta del iceberg
nos remite inmediatamente al tamaño real del iceberg.

3. Sentido racional del indicador

Por ello afirmamos que el indicador es un signo en el que el significante forma


parte del significado de manera directa o implicada. Pero también es importante
destacar el factor utilitario del indicador. El indicador es producto de una
racionalización del ser humano con la finalidad de alcanzar un conocimiento de
una realidad mayor. Así los síntomas son signos de la enfermedad. La
enfermedad es la realidad mayor no manifiesta, los síntomas son los indicadores
de esta realidad.

Esto conlleva a dotar al indicador de una racionalidad en la relación entre


significante y significado. Por ser racional entendemos que ha sido interpretado y
asumido como tal por el ser humano, que ha alcanzado la relación entre el
significante y significado por medio de una serie de relaciones.

significante significado

Relaciones de inferencia hacia el significado.

El indicador infiere a la realidad indicada. No es de ninguna manera arbitrario. Si


no infiriera, no sería indicador. Esta inferencia mostrada en el gráfico como una
serie de relaciones que conducen del significante al significado son en conjunto la
racionalización del indicador. El indicador tiene un carácter racional
necesariamente. Los pasos que conducen del significante al significado están
identificados y guardan una relación de inferencia real.

4. La univocidad del indicador.

El significante nos permite llegar por inferencia a la realidad del significado. Del
indicador inferimos una información sobre la realidad a la que alude dicho
indicador.

Si el indicador corresponde exactamente a la realidad indicada inferida, podemos


afirmar que el indicador es unívoco. Si pueden hacerse otras inferencias en base
al mismo indicador, entonces hablamos de un indicador equívoco.

La univocidad de un indicador es prácticamente imposible, se trata de lograr que el


indicador tenga un grado de univocidad aceptable con la realidad indicada inferida,
y esto se logra en base a darle mayor contenido de elementos implícitos al
indicador. Por ejemplo tenemos el caso de la fiebre. La presencia de fiebre suele
interpretarse como indicador de infección, pero puede darse estados febriles que
no son debidos a procesos infecciosos. Por ello se toma en cuenta el indicador de
fiebre en circunstancias particulares, por ejemplo si se tiene un proceso gripal, la
presencia de fiebre es indicador de infección de las vías respiratorias.

Por ello es que no basta un indicador normalmente, sino un conjunto de


indicadores que permiten acercarnos a la univocidad.

5. Indicadores diferentes para una misma realidad indicada.


Una realidad puede tener más de un indicador, y es probable que muchos
indicadores puedan racionalizarse de un tipo de fenómeno. Así la presencia de luz
encendida por medio de una bombilla puede estar perfectamente indicado por la
presencia de luminosidad, pero también es indicador la presencia de calor.

Cada indicador poseerá una relación de inferencia diferente con respecto al


fenómeno. Mientras más directa sea la inferencia, el indicador tendrá mayor grado
de univocidad. Pero debemos resaltar que el indicador es una racionalización, por
tanto existen en cuanto se sistematiza la realidad, de alguna manera, y se
identifican los indicadores del fenómeno.

indicador

indicador
Fenómeno

indicador
Realidad Indicada

indicador

indicador

indicador

La racionalización implica elegir los indicadores que nos permitan acercarnos más
a la realidad indicada. Esa misma racionalización implica descartar aquellos
indicadores que son menos eficientes, o a aquellos en los cuales la comprensión
de la realidad está incorporada ya en otro indicador, esto es por razones de ahorro
de recursos.

Pueden darse casos en los que el indicador sea único, lo que no necesariamente
implique ser unívoco. Por ello sigue siendo importante considerar el aspecto
contextual que le dará univocidad al indicador.
II Indicadores Sociales

La necesidad de encontrar puntos de referencia objetivos sobre la realidad que


permitan conocerla, comprenderla y transformarla ha dado origen a la necesidad
de construir indicadores sociales. El uso de la estadística como ciencia para esta
elaboración impone algunos parámetros de construcción, en especial la
preparación para el procesamiento de la información de dichos indicadores.

El conocimiento de la realidad indicada es el objetivo principal del uso de


indicadores, como consecuencia puede comprenderse y transformarse. Pero
también puede compararse. Esto ha llevado a una tendencia de utilizar
indicadores homogéneos para diversas realidades. Lo que resulta sumamente
importante para el trabajo comparativo y de integración con otros análisis. Esto ha
conducido a tratar de utilizar indicadores homogéneos, como Ingreso per cápita,
esperanza de vida al nacer, u otros indicadores que permiten comparar la
información obtenida. Sin embargo hay que considerar la posibilidad de alcanzar
la información para obtener dicho indicador, y verificar que dicho indicador será
consistente.

Además la metodología del marco lógico ha resaltado la importancia de los


indicadores para la verificación del desarrollo de los proyectos sociales. La
necesidad de encontrar estos indicadores ha llevado muchas veces a determinar
un indicador sin verificar su factibilidad y consistencia. En base a esto
consideramos necesario tener una metodología de construcción de indicadores
que nos permitan cumplir con sus objetivos.

1. Considerar todos los indicadores posibles de la realidad indicada


Decíamos que puede no existir un solo indicador posible, entonces es
necesario tener en cuenta todos los indicadores que podrían considerarse.
Esto se puede hacer a partir de preguntas como: ¿Qué efectos tendrá en la
población la realización de esta actividad o el cumplimiento de este
objetivo?.

2. Identificar los indicadores necesarios para poder alcanzar el objetivo.


Descartar aquellos implicados en otros indicadores, y seleccionar los que
nos permitan dar univocidad a la información de los indicadores. Puede ser
uno o varios indicadores en conjunto los necesarios.

3. Formular cada uno de los indicadores


Es una tarea difícil, pues se trata de darle una forma procesable: esto es
cuantificable y comparable. Para esto hay que seguir un paso previo de
normalización, el cual implica reconocer lo que se va a medir y la unidad de
medida, y que esta medida sea normal (estandarizada). La tarea parece
más sencilla cuando los indicadores refieren inmediatamente a datos
cuantitativos, sin embargo en la realidad social la información no suele ser
dada con datos cuantitativos sino cualitativos. Esto conduce a preocuparse
por otras variables como la forma de la toma de datos, la estandarización
de procesos de la misma toma de datos.

4. Considerar en los supuestos el contexto que valide la univocidad de


los indicadores.
Los supuestos no sólo permiten verificar las circunstancias de cumplimiento
de los componentes de un proyecto, deben también ayudar a verificar que
los indicadores seleccionados sean validados. Muchas veces se presentan
indicadores aparentemente válidos y sostenibles como el incremento de la
producción. Pero este indicador sólo es válido si es producto de la
estrategia del proyecto, si esto no es verificable nos encontraríamos ante un
indicador insuficiente. Requeriría de mayor información, o estar
acompañado de otros indicadores, y de los supuestos pertinentes.

III Formulación de Indicadores

1. Fuente
Primero tenemos que definir las fuentes de datos de las que obtendremos la
información. Estas fuentes pueden ser directas o indirectas
a. Fuentes Directas
Son obtenidas por el proceso de desarrollo del proyecto y pueden ser:
- Registros del Proyecto
Realizados en el mismo proyecto según el manual de
procedimientos. Son los documentos en que se registran los datos de
avance del proyecto, sus actividades y la información pertinente.
- Trabajo de encuestas
Entrevistas, cuestionarios, censos que se aplican para obtener la
información necesaria.
b. Fuentes Indirectas
Fuentes de datos elaboradas por otras instituciones pueden ser
utilizadas para la confección de los indicadores. Si la fuente es confiable,
suelen ser datos que validan efectivamente los indicadores, la dificultad
suele ser que las fuentes posibles, como los censos u otras
informaciones de las oficinas de estadísticas nacionales o regionales no
son presentadas muchas veces con la periodicidad con la que sería
necesario para la evaluación del proyecto, pero sería necesario
considerarlas en plazo mediano de ejecución del proyecto, en especial
cuando se consideran los índices estándares como esperanza de vida al
nacer, tasas de nutrición, etc.

2. Definición y Cálculo
Definir es describir qué es lo que muestra el indicador y bajo qué
condiciones.
También es necesario definir los datos que sirven para la construcción del
indicador, enumerándolos y describiéndolos. Estos datos han de ser
obtenidos de las fuentes antes señaladas. Cuando se trata de datos
temporales hay que indicar el tiempo en la que se toman los datos y cual es
su periodicidad.
En tercer lugar hay que mostrar cómo se calcula el indicador. Si es un
porcentaje: cuál es la base sobre la cual se calcula.
En cuarto lugar mostrar qué representa el índica obtenido. Si se obtienen
índices numéricos, qué representa el número índice. En los casos de
porcentajes, qué indica un porcentaje de 100 %, o de 0%. Cuando se
presentan índices de tipo cualitativo como apreciaciones, hay que mostrar
en qué casos se logra un índice cualitativo como aprobado o desaprobado.
En todos los casos hay que tener presente el índice que se pretende lograr
para cumplir con las expectativas del proyecto.

Generalmente el proceso de construcción de índices debería seguir un


orden del siguiente modo:

DATOS CUANTITATIVOS

RESULTADOS NUMÉRICOS

RESULTADOS
CUALITATIVOS

En el caso de los datos cualitativos, estos han de transformarse en datos


cuantitativos, y son muy diferentes los resultados cualitativos de los datos
cuantitativos. El resultado deviene de un proceso de sistematización
alcanzable por la rigurosa relación de inferencia de los diferentes pasos.

También hay que notar que la información cualitativa o cuantitativa es


independiente del indicador y la tarea de construcción de indicadores no es
reflejar en sus resultados los que la fuente de información nos presenta,
sino la información pertinente de esta fuente para el referido indicador. La
fuente tiene elementos que no se reflejan en el indicador, y que suele ser
muy importante. El hecho de no considerarla no significa descartarla, sería
necesario que esta información se procese, pero en otra dirección, no en la
de los indicadores.

3. Comentarios y Observaciones
Los comentarios y observaciones al indicador permitirá aclarar el uso
mismo del indicador, con qué criterios se ha utilizado, cuáles son sus
semejanzas y diferencias con indicadores similares utilizados para otros
casos, del propio proyecto o de otros contextos. También se pueden incluir
notas sobre los alcances del mismo indicador, lo que ayudará a la
comprensión de su validez.

Cvr.

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