Professional Documents
Culture Documents
SENTENCIA EN APELACION
Visto por la Sala constituida por los Sres. Magistrados relacionados al margen el Recurso de
Apelación interpuesto por la
entidad VIGOR SEGURIDAD, S. Lrepresentada por la Procuradora Dª Myriam del Valle Lavesque,
contra la sentencia de fecha
28 de julio de 2010, dictada por el Juzgado Central de lo Contencioso Administrativo nº 10, habiendo
sido parte, además, la
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Deducido recurso de apelación por el recurrente, formulando las alegaciones de hecho y
de derecho que estimó oportunas, se tuvo por interpuesto por el Juzgado Central de lo Contencioso
Administrativo y se dio traslado del mismo a las demás partes para que pudieran formalizar su oposición.
VISTOS los preceptos que se citan por las partes y los de general aplicación.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
1
Centro de Documentación Judicial
En primer lugar, como determina el arto. 1.2 de la Ley 23/1992, de 30 de julio, de Seguridad Privada ,
"únicamente pueden realizar actividades de seguridad privada y prestar servicios de esta naturaleza las
empresas de seguridad y el personal de seguridad privada, que estará integrado por los vigilantes de
seguridad, los jefes de seguridad y los escoltas privados, que trabajen en aquellas, los guardas particulares
del campo y los detectives privados".
El art. 7.1 de la Ley 23/1992 , por su parte, establece que "Para la prestación privada de servicios o
actividades de seguridad, las empresas de seguridad habrán de obtener la oportuna autorización
administrativa mediante su inscripción en un registro que se llevará en el Ministerio del interior".
El art. 22.1.e) de la misma Ley tipifica como infracción muy grave "El incumplimiento de las
previsiones normativas sobre adquisición y uso de armas... ".
El art. 4.1 de la propia Ley establece que "solamente se podrán utilizar las medidas reglamentarias y
los medios materiales técnicos homologados, de manera que se garantice su eficacia y se evite que
produzcan daños o molestias a terceros"
El art. 26.1 del Reglamento de Seguridad Privada establece que "las armas reglamentarias que han
de portar y utilizar los vigilantes de seguridad, escoltas privados y guardas particulares del campo, en el
ejercicio de sus funciones, se adquirirán por las empresas y serán de su propiedad".
El art. 148.5.a) del Reglamento de Seguridad Privada , igualmente tipifica como muy grave, "Poseer
armas que no sean las reglamentariamente establecidas para el servicio".
Por su parte, el art. 5.1 del reglamento de Armas , aprobado por Real Decreto 137/1993, de 29 de
enero , dispone que "queda prohibida la publicidad, compraventa, y uso, salvo por funcionarios
especialmente habilitados, y de acuerdo con lo que dispongan las respectivas normas reglamentarias de:
Los sprays de defensa personal y todas aquellas armas que despidan gases o aerosoles, así como
cualquier dispositivo que comprenda mecanismos capaces de proyectar sustancialmente estupefacientes,
tóxicas o corrosivas".
QUINTO.- Está suficientemente acreditado que el día 21 de abril de 2008, Policías pertenecientes al
Grupo Operativo de Seguridad Privada de la Comisaría Local de Maspalomas, inspeccionaron el servicio de
seguridad dispuesto en la Urbanización Bahía Feliz, sito en Bahía Feliz, término municipal de San
Bartolomé de Tirajana, (Acta de Inspección: Folio 3 del expediente), en el que prestaba servicio el vigilante
de la empresa de seguridad, VISOR SEGURIDAD, D. Juan . Dicho vigilante portaba como medios de
defensa un spray de la marca "SAS" ESPECIAL POLlCE.
Hechos que además son reconocidos por la actora que no discute. Si bien, con el matiz del
desconocimiento que su empleado portara un spray y que el mismo no era de su propiedad, sino que lo
había adquirido el propio vigilante, y que estaba vacío, tal y como este ha declarado.
Circunstancias, que aún admitiéndolas como ciertas, no pueden servir para enervar la falta de
culpabilidad del sujeto infractor, porque el sujeto responsable en la prestación de esta modalidad de
servicios, a los efectos de la Ley de Seguridad Privada, no es la persona del vigilante, sino la empresa
misma, que es la prestataria del servicio y a la que se encomienda la propia Ley una especie de delegación
del Estado en el monopolio del uso de la fuerza. De ahí dimana la exigencia recíproca de una serie de
2
Centro de Documentación Judicial
obligaciones, y en lo que aquí interesa, que los medios de defensa sea un material debidamente
homologado.
El hecho de portar un spray por el vigilante privado contratado por la entidad recurrente, que es un
material prohibido, conforme art. 5.1 del reglamento de Armas , como hemos visto, sea propiedad o no de la
empresa, o se porte con o sin su conocimiento, o esté lleno o vacío, constituye una conducta sancionable
para dicha empresa, sin perjuicio, que también lo pueda ser para el propio trabajador. Y los es, porque el
cumplimento de tales obligaciones se imponen a las empresas de seguridad, que son las directamente
destinatarias de las mismas, y su vulneración es a ellas imputable.
La conducta de la entidad apelante se incardina en dicho precepto legal como infracción muy grave
imponiéndose la sanción en su grado mínimo, por lo que estimamos ponderada y proporcionada, sin que
tampoco se haya vulnerado el principio de proporcionalidad.
FALLAMOS
Así por esta nuestra sentencia, que es firme, lo pronunciamos, mandamos y firmamos.