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Introducción

Los movimientos sociales han sido uno de los protagonistas que ejercen los
procesos sociales y a través del pluralismo jurídico y el derecho consuetudinario,
el derecho positivo , el derecho de los grupos, el derecho alternativo, y su
caracterización desarrollaremos con amplitud lo expuesto en esta materia
Pluralismo jurídico
Se admite la existencia de pluralismo legal donde conviven normas que
reclaman obediencia en un mismo territorio y que pertenecen a sistemas distintos.

Dentro de este pluralismo puede reconocerse en América Latina la


existencia de dos formas, una que busca derrotar la hegemonía del derecho oficial
y otro que aparece como derecho alternativo sin esa pretensión tales como:

El derecho consuetudinario de los pueblos indígenas, andinos y nativos.

El derecho y la informalidad

El derecho y los grupos subversivos

Consecuencias jurídicas de la aceptación de la diversidad

Los movimientos sociales han sido uno de los protagonistas de los


procesos sociales. El Estado no ha concedido nada que no fuera el fruto del
reclamo permanente que, desde distintos sectores, han presionado para que sus
demandas sean escuchadas. Desde esta perspectiva, es posible afirmar que los
procesos de renovación se han originado en la misma realidad para dar cauce a
una renovación normativa, y obviamente teórica.

En este sentido, un derecho indígena en permanente vigencia, no escrito,


absolutamente dinámico y en cambio constante, con un sistema de autoridades
que goza de una profunda legitimidad en las comunidades, ha promovido la
necesidad de una regulación que encuentre niveles de coordinación entre dos
modos distintos de administrar justicia.

El pluralismo jurídico encuentra su raíz no en distinciones teóricas, sino por


el contrario, en la imperiosa necesidad de dar respuestas. De este modo, se deja
de lado la concepción monista del Estado, en donde se identifica al Estado con
la nación, para admitir que puede existir un Estado con multiplicidad de naciones.
También se produce una ruptura con la concepción clásica de que sólo
el Poder Legislativo está legitimado para la producción de normas, y también se
considera como legítimo la producción normativa ubicada en el seno de los
pueblos indígenas, lo que sin lugar a dudas produce un cambio radical en la
conformación de los Estados modernos.

En este sentido, el orden jurídico nacional no sólo se conforma ahora con


las normas (generales o concretas) emitidas por las instancias mencionadas, sino
también por las comunales. Se presenta, a nivel orgánico-estructural, la
coexistencia de la jurisdicción oficial y la jurisdicción indígena, constituyendo esta
última un fuero más dentro de los órganos de administración de justicia.

Es entonces que en el nivel incuestionable se reconoce la existencia de


diversidad, lo que implica la coexistencia de cosmovisiones distintas, de prácticas
diversas, de culturas diferentes y lo que es crucial en el análisis de una justicia
diferenciada: la existencia de intereses en conflicto. Es la propia realidad la que
impulsa la necesidad de regulación de una convivencia que en muchos aspectos
es forzada y no exenta de tensiones. Sólo con un tratamiento despojado de
dobleces será factible alcanzar una unidad fundada en el respeto y la tolerancia de
otros modos de vida.

En el nivel normativo es en donde se recepta la pluralidad. No se crea nada


nuevo, sólo se reconoce lo ya existente. En la búsqueda del respeto a la
diversidad, es que se integra el Estado con la Nación, encontrando vías
de comunicación entre el derecho indígena y el derecho oficial, que no signifique
la subordinación de uno a otro, sino por el contrario, la coexistencia armónica de
múltiples sistemas jurídicos en un mismo ámbito, en donde uno de los pilares de
legítimas democracias deliberativas sea el diálogo comprometido de los
distintos actores que la componen.

Tomar en serio la protección de las minorías étnicas, entonces, es admitir la


concepción de un Estado pluralista. Y construir un Estado pluralista es también
aceptar el desafío que representa la existencia de pluralismo jurídico y las
consecuencias que se derivan de él
Justicia y liberación

Al hablar de liberación es apostar por una determinada concepción de


Justicia cuya opción son los pobres y que, en el contexto actual, se manifiesta con
las víctimas del sistema social capitalista mundial. Esto explica la razón del
concepto de Justicia y cómo pasa a ser tan importante en América Latina donde la
Justicia reclamada por los colectivos marginalizados y por los pobres excluidos de
sus derechos se revela la fuente más auténtica de toda lucha contra situaciones
de explotación. El Derecho a la vida y el Derecho a la libertad, entendidos en un
sentido tanto individual como colectivo, forman el espacio mínimo a partir del cual
la dignidad humana se desarrolla en los contextos de adversidad, miseria y
dominación extrema de los pueblos del sur

Derecho Alternativo
El derecho alternativo es un acto, un modelo de construcción del derecho
que tiene su fundamento en el desarrollo desde cierto punto de vista, que
implique los valores asociados a la reafirmación de la libertad humana frente a los
abusos del Estado, del derecho a la vida, de la lucha por la repartición del
producto social, por la reducción de la desigualdad y por la defensa del futuro del
hombre, preservando para él y para las generaciones futuras el medio ambiente y
la naturaleza.

Caracterización del derecho alternativo

Posee un carácter clasista, porque usa al derecho en interés de las clases


populares, revaloriza el derecho alternativo, que es producido por ellas mismas, al
margen del derecho estatal, hasta llegar a que se conviertan en hegemónicas, y
que sean incorporadas al derecho positivo.

El derecho alternativo defiende los derechos humanos, como punto de


arranque de un orden jurídico, que defiende una concepción integral del hombre, y
la satisfacción de las necesidades que tiene éste y el conjunto de la comunidad. El
discurso de los ‘derechos humanos’, se presenta como una idea de fuerza
alternativa al propio discurso jurídico y político dominante. Estos son usados por el
derecho alternativo en el campo estratégico de la lucha social.

  Para el Estado y para los grupos dominantes de la sociedad, los ‘derechos


humanos’ son sólo ciertos derechos civiles y políticos, que garantizan las
libertades clásicas como el derecho a la ‘seguridad’ y  la ‘propiedad’, tan comunes
en el pensamiento liberal. En cambio, para los sectores populares, los ‘derechos
humanos’ tienen un alcance mayor al mencionado, incluyen la satisfacción de
derechos sociales, económicos y culturales, que impliquen una mejoría en la
calidad de vida de los hombres.

Conclusión

Justicia y liberación podemos entender lo relacionado al hombre cuando, es


tomado en cuenta el derecho otorgado a la colectividad por medio del derecho a la
vida y al derecho a la libertad es donde se relaciona todo los derechos, antes
mencionados caracterizando diferentes métodos de justicia de igualdad o
desigualdad es donde se admite la existencia del pluralismo legal donde conviven
normas que reclaman obediencia es reconocido en la América Latina

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