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La naturaleza de los conflictos locales

Si algo se puede decir que es inherente al desarrollo del hombre, son los conflictos bélicos. Por eso,
no se encuentra periodo histórico sin alguna guerra y, no es de extrañar que no se de entre dos
naciones o pueblos; muchas veces entre una misma sociedad, dividida en grupos y facciones,
llegan a enfrentarse en batallas sangrientas y devastadores. Varias hipótesis y teorías han surgido
para poder explicar los motivos claros por los que suceden estos conflictos, siendo problemas muy
complejos y por esto ninguna nación ajena interviene en ellos, para no empeorar más esta situación,
pero no sólo por esto, sino porque al no ser un asunto que involucre directamente a su pueblo, es
mejor ser indiferente ante la situación.

Sin embargo, esto no es más que un sofisma que ellos mismos quieren imponerse, porque si bien
una guerra civil es entre un mismo pueblo, sus efectos trascienden las fronteras territoriales. Es así
como cobran relevancia los círculos de daño de la guerra: el primero se limita a la población que se
auto-destruye; el segundo a los países vecinos y finalmente a naciones alrededor del globo. Se
puede apreciar que cada nivel es consecuencia del anterior, tal como un avalancha; cuando un país
entra en una conflicto armado de esta categoría, la institucionalidad desaparece, la criminalidad
aumenta de una forma u otra, los indicadores económicos de desploman como piezas de domino,
porque muchas de las actividades que alimentan el crecimiento financiero (si es que no son todas)
se ven detenidas parcial o totalmente. De esta manera, si una nación producía mil kilos de carbón al
mes, con el estallido de estas confrontaciones, probablemente ni se produzca un kilo.

Ahora, si ese país no produce nada para sí mismo, mucho menos podrá exportar algo a las naciones
con las que tiene acuerdos comerciales, afectando sus economías, ya que no podrán comprar al
mismo precio ese producto vital. A su vez, al tener que recurrir a otras alternativas para equilibrar
ese descompensación monetaria, puede que dejen de adquirir cierto producto, ofrecido por un país
lejano a aquél que está envuelto en el conflicto. Dando como resultado un impacto negativo en las
finanzas y por lo tanto, exhibiendo las implicaciones reales que tiene un guerra civil hoy día con la
globalización a su lado, es decir, con la interconexión comunicativa y comercial entre los pueblos,
vivida desde hace más de 60 años.

En este mismo sentido hay otras consecuencias externas a la nación originadas por el conflicto, que
no son sólo de tipo económico, también existen de índole social. La más clara en este ámbito, es la
migración de pobladores que por esos estragos, deciden aventurarse a buscar refugio en los
pacíficos países hermanos. Por lo cual, ese pueblo se ve obligado a albergarlos, es su deber
humanitario y esto, no sólo genera gasto en alimentación o en manutención, sino que puede llegar a
producir diferencias y hasta conflictos étnicos, sociales y culturales; debido a que estas personas
pueden provenir de una ideología demasiado opuesta y literalmente chocarían.Y si a eso sumamos
el hecho de que exista alguna problemática menor dentro de esa nación, la llegada de los forasteros
(por más que sea en calidad de refugiados y no tuvieran otra salida), sería un catalizador perfecto
para que estallara y causar daños considerables. Es más, si se quiere ser catastrofista, se puede decir
que sería el génesis para una guerra civil propia o entre esas dos naciones.

De los muchos efectos colaterales que pueden derivarse de los conflictos locales estas son las
principales y, claramente muchos países pueden usarlas como cortinas de humo, para así evadir la
responsabilidad que tienen de ayudar a la culminación de esta problemática, porque como ya se
planteo previamente, un conflicto local hoy por hoy, tiene claras implicaciones globales. Por lo cual,
es sumamente extraño encontrar una nación que así sea indirectamente, no sienta las consecuencias
de esa guerra.
Efectos dentro del pueblo enfrentado

Al conocer los efectos que estas guerras tienen en las naciones del globo, es necesario hacer una
revisión de cuáles son las que experimenta la nación que vive ese enfrentamiento. Pero antes de
ello, es pertinente mencionar con son demasiados y por ese motivo, sólo se mencionaran los
principales, más comunes e igualmente significativos.

Para empezar, el PIB (producto interno bruto) se ve seriamente afectado por los daños generados a
las actividades los tres sectores de la economía (extractivo, industrial y comercial) y no es nada más
en el lapso que dure ese conflicto, mucho menos al corto plazo de haber concluido; las
consecuencias con respecto a este indicador, pueden durar incluso una década. Al haberse
incrementado el gasto militar una forma salvaje, no se destinaron recursos para otras partes de la
nación y mucho menos a estos sectores, descuidando increíblemente el desarrollo de la nación;
inclusive puede ser una causa para el atraso de ese país.

De acuerdo con esto, tanto las personas como el capital que ellos produzcan, terminan en otras
naciones, debido a que quieren escapar de esa realidad y aunque el conflicto finalice, es raro que
regresen por las experiencias vividas. Aunque encontrar unas condiciones de vida mucho mejores
en ese otro pueblo, son capaces de convencer a sus amigos y familiares, para que sigan su ejemplo.
Con esto se pierde una capacidad productiva considerable dentro de la nación, más si se llega a dar
este fenómeno de manera masiva; y siendo así es casi imposible que el país se recupere
rápidamente, se requeriría de una gran cooperación internacional para ello y si algo nos han
enseñado las guerras de Libia, Iraq e inclusive Vietnam, es que esto es una utopía.

Ahora, otro problema vital para toda la población y el estado, es el control de las enfermedades. En
muchos conflictos, los soldados y el otro bando armado, entran en un estado de frenesí, donde las
violaciones (y demás excesos sexuales), falta de higiene corporal y el descuido con el medio
ambiente, generan una o más epidemias. Afectando así considerablemente a la nación y desviando
el fluyo de capital debilitado, hacia la atención a estas situaciones, porque no se puede permitir que
los ciudadanos mueran de esta forma. Claros casos han pasado en diversas guerras y la enfermedad
que usualmente se propaga con mayor efectiva, es precisamente el VIH/SIDA, cuyos efectos son
devastadores para las personas y al ser un virus hereditario, las futuras generaciones pueden
contraerlo, siendo entonces una cadena infecciosa.

Por otro lado, se encuentran las minas anti personales, armas usadas en todo conflicto armado por
su practicidad y capacidad destructiva, son las predilectas, ya que la manera de usarlas es cavando
agujeros en el suelo para ocultarlas y así, cuando venga el enemigo, toque el terreno donde esta,
estallando frente a sus ojos. Pero, no todas son usadas antes del fin de la guerra y quedan enterradas
en estado activo, siendo así cuestión de tiempo para que los ciudadanos se topen con ellas, saliendo
gravemente heridos e inclusive muertos. Por esto es uno de los mayores peligros para la población
civil y entre más heridos o fallecidos se den por estas circunstancias, mayores problemas enfrentara
la nación en su tasa de mortalidad y en su contexto social, debido a que los habitantes no estarán
para nada contentos con ese asunto.

Cómo efecto colateral de las minas y otros aspectos de los conflictos, se encuentran los traumas
psicológicos. Las guerras son devastadoras, sangrientas y nunca dejan un ganador real, se cometen
todo tipo de excesos de fuerza, sexuales y sociales, dejando a la mayoría de las victimas con
secuelas no sólo físicas, sino mentales. Muchos de los civiles después de vivir esos horrores, no son
capaces de escuchar una explosión sin que sienta un temor patológico; muchas mujeres que fueron
violadas (hasta por soldados de su propio estado), terminan por lo general con una paranoia casi con
el contacto intimo, hasta de su propia pareja. Ahora, al proyectar esto a nivel nacional, se aprecia
una gran problemática social y el estado, tendrá que asumir responsabilidades, puesto que las
heridas mentales son tan graves como las físicas y por consiguiente hay que reparar a quienes
padecen esto. No sólo económicamente, sino también con terapias y rehabilitación (dependiendo del
caso).

Con esto se puede observar un panorama general sobre los efectos que trae la guerra civil, al pueblo
que la experimenta y lo graves que pueden llegar a ser.

Mitos sobre el origen de las guerras civiles

Dependiendo de la inclinación ideológica, se conciben 3 tipos de origines para las guerras civiles,
pero que son inválidos y contradictorios con la realidad que se da en estos conflictos. El primero de
ellos, más de la ala derechista de pensamiento, es el odio entre la misma población, sea por
cuestiones raciales o culturales. Efectivamente este es un motivo considerable para iniciar un
conflicto, no obstante se han visto decenas de casos en los cuales, quienes mandan en cada bando
dentro de ese conflicto social, terminan vendiendo esos ideales, haciendo alianzas con otras fuerzas
opuestas, obteniendo así más dinero o armamento. De igual manera, cuando ya se ha resuelto la
guerra, muchas veces los comandantes del bando perdedor terminan trabajando en el gobierno de su
antiguo enemigo, con tal de obtener una buena posición económica y claro beneficio. Hasta ahí
llegan los ideales sobre la defensa de su raza y sus imaginarios.

Por otro lado, en el centro plantean que la inestabilidad estatal, es el principal factor. Tomando
como base que si un país, no cuenta con instituciones públicas solidas y con la capacidad suficiente
para tener un sistema político estable, dará como resultado un gran descontento social y la
sublevación del pueblo contra “esos gobernantes incapaces”. Pero lo que realmente incide en eso, es
el grado de desarrollo económico que posee la nación; de ser alto podrá fortalecer sus divisiones e
invertir mucho más en las necesidades de la ciudadanía, sin embargo, de ser bajo no podrá hacer
ninguna de estas cosas y mucho menos evitar la corrupción. Así que la causa queda invalida, al ser
sólo un efecto del verdadero meollo del asunto.

En otras instancias, la izquierda plantea que la inequidad socio-económica y la desigualdad en la


distribución de la riqueza, son los factores determinantes para el descontento social (entre muchos
efectos secundarios) y la consecuente guerra que estallara. No se niega que esto sea relevante, pero
es un aliciente nada más, no es la causa madre del conflicto; hay muchos países donde la
distribución de finanzas es extremadamente desigual y no presentan enfrentamientos a esta escala
(tal como se ve en China). Muy similar a la hipotética causa previa, esta es sólo una parte de la
telaraña que corresponde al conjunto de causas principales de las guerras civiles.

Circunstancias reales de los conflictos locales

Primero que todo hay que dejar claro que para que se de una guerra civil, es necesario el
surgimiento de una fuerza rebelde o revolucionaria, en contra del estado o de la hegemonía regente.
Por ello cuando se habla de las causas de los conflictos locales, se hace para hacer referencia lo que
influye en el nacimiento de estos movimientos.
Considerando esto, es necesario ahora ver qué condiciones dentro de un país son propensas para
esto. Entre más atraso económico tenga, así como mayor inestabilidad institucional, menos
capacidad para cumplir con las obligaciones financieras internacionales y claro, altos índices de
corrupción, dejara el camino labrado para el descontento social sin importar la clase, etnia o
religión. De esta manera, las fuerzas insurgentes tendrán recursos humanos suficientes para poder
engrosar sus filas.

Ahora, por estas mismas razones, es que las fuerzas rebeldes son capaces de subsistir. Si un
gobierno es ampliamente corrupto y tiene muchas filtraciones por la debilidad de sus políticas
fronterizas, les es más sencillo obtener armamento para sus operaciones. De igual forma, les
permitirá tener una mayor libertada para comprar y vender bienes de todo tipo, obteniendo el dinero
vital para la alimentación, vestimenta y dotación de la tropa; justamente uno de los negocios más
comunes, es el tráfico de drogas, al poder hacerse casi al margen total de la ley. En este mismo
sentido, muchos organismos no gubernamentales, e inclusive hasta los gobiernos de otros países,
que simpatizan con la causa les envían dinero para que puedan continuar; en concordancia, los
nacionales que residan en otras naciones pueden hacer esto mismo, para ver un futuro diferente
dentro de su tierra.

No obstante, un elemento indispensable para que cualquier subversión pueda salir adelante, es el
espacio geográfico; que se preste para ser usado en su beneficio. Siempre y cuando sea un espacio
con montañas, selvas o bosques donde se puedan ocultar y replegar, planeando estrategias, así como
ataques para poder avanzar en la consecución de su propósito. Esto también les brinda la posibilidad
de lucrarse, si en esos terrenos encuentran recursos naturales explotables y llegan a vender los
productos que surjan de esa operación, ganando lo suficiente para la compra de armas u otros
insumos necesarios.

Ahora, si nada de esto está a su favor, siempre un grupo rebelde puede valerse de las vías de hecho
para conseguir lo que necesite. La violencia requiere un sacrificio de vidas, pero es el método más
práctico y maquiavélico para alcanzar sus ideales.

Ese también es un claro ejemplo sobre como la guerra resulta ser un suicidio lento y progresivo para
el país, a medida que los combate avanzan, mayor cantidad de infraestructura es destruida, las
bajas civiles se disparan; mientras que los pocos que han podido sobrevivir y están espantados,
optan por emigrar a otro país y huir así del horror. Así mismo, los flujos de capitales se desintegran
como la confianza de los chilenos en Augusto Pinochet, frenando y colocando en un gran hueco el
desarrollo económico, cultural y social. Puesto que, otro efecto que produce esto es la amargura y
resentimiento social, fragmentando así todavía más esa sociedad (lo cual puede ser usado a favor de
los subversivos) y más al ver la continua inversión en gasto militar, mas no en el público; eso es
una constante en la mayoría de conflictos locales.

Estrategias para prevenir conflictos locales

Considerando que cada pueblo y sus respectivos conflictos son únicos, así como diferentes a los
demás, no se pueden establecer estrategias generales. No obstante, si se pueden agrupar a los países
en diversos grupos y con base en ello, dar unos lineamientos generales sobre lo que se puede hacer
para anticiparse a estas problemáticas. El primer conjunto es de países en desarrollo económico,
que aparentemente tienen unas equilibradas condiciones de vida y precisamente la guerra puede
surgir de alguna, crisis o incidente socio económico. Por ello, se deben tomar varias medidas:
Políticas económicas fuertes y que fortalezcan tanto el sector privado como el público, evadiendo
así la falta de condiciones adecuadas para la prosperidad financiera, siendo menos propensos a las
crisis. En este sentido, estas políticas deben tener la capacidad de generar condiciones para la
igualdad social, la participación ciudadana de todos los civiles, el respeto a las minorías étnicas,
para no generar así frustración o resentimiento social, catalizador y combustible de los conflictos.

El siguiente grupo, son los países de escasos recursos. Acá hay cierta tendencia al estallido de
guerras civiles, por lo cual urgen reformas tributarias, políticas, sociales y culturales que permitan la
disminución sistemática del déficit y cualquier indicador de atraso económico, aumentando
proporcionalmente la calidad de vida. De esta manera se consigue frenar las cifras negativas y sus
respectivas aplicaciones prácticas, se cogería por los cuernos al toro del resentimiento social. Ahora,
con esto no se puede cantar victoria (de funcionar adecuadamente), los fantasmas de la corrupción,
la rivalidad étnico-social y la desconfianza por parte de la ciudadanía, acechan como si tratase de
una casa embrujada, por lo cual se deben dar garantías y una Total información al pueblo sobre qué
se hace con los dineros público, así como el resultado final de estos. Con este garante de
transferencia, se le puede dar un exorcismo adecuado a estos poltertgeist.

Sin embargo, por atender estas prioridades, no se debe descuidar a la industria, ya que ella es el
motor de la economía. Y tampoco se deben dejar de considerar los flujos de capital extranjero,
porque si bien no deben tener mayor concentración estos, que a los locales. Pero eso sí, la inversión
extranjera puede ser un neumático de reemplazo salvador, si las tachuelas de la inestabilidad
monetaria desinflan las llantas de esa nación.

Países en guerra y posguerra

Ahora se pasa a los países que de hecho están viviendo ese flagelo y no tienen que prevenir, sino
acabar con ese conflicto antes de que consuma su nación. Cómo se explico apartados atrás, la base
de este conflicto son los rebeldes, por ello si el estado quiere frenar el enfrentamiento debe dejarlos
sin recursos. Así que cómo primera medida, es vital evitar que los subversivos puedan llegar a
comercializar dentro de la nación y fuera de esta, con controles más estrictos y medidas legales
fuertes para cohibirlos; en caso de ser internacional, es imperativo tener el apoyo de los gobiernos
vecinos, organismos internacionales, para dejarlos sin salidas reales. En ese mismo sentido, se
deben diseñar políticas fronterizas y económicas, para no dejar que el tráfico de drogas se convierta
en uno de los cimientos de estas fuerzas armadas, tal como se ve en el conflicto interno colombiano,
donde las Farc y demás fuerzas al margen de la ley, se sostienen (entre otras cosas) del tráfico de
estupefacientes.

Por este mismo camino, es meritorio hacer un control estricto de las remezas provenientes del
exterior, debido a que muchos nacionales simpatizantes de la causa, tratan de apoyarla con ver un
cambio en su patria; por ello, son una manera de financiación demasiado eficaz como para que el
gobierno la permita. Ahora, existe un peligro que puede repercutir en la proliferación de los
anteriormente mencionados, la infiltración de rebeldes dentro del gobierno. No existe una forma de
prevenir esto, pero si es una manera para que el estado este pendiente de quienes son sus integrantes
y estén comprometidos con la causa.

Por otro lado, los países que viven el pos conflicto, quizás son los más devastados y su reto más
grande, es el de reinsertar a la vida a civil a los alzados en armas (sin contar la reconstrucción de su
sociedad). Este proceso es muy complejo, por las implicaciones que tienen en todos los ámbitos de
la sociedad. Para evitar nuevos brotes de problemas que arruinen los intentos por restablecer la
cohesión social, es necesario tener en cuenta que los criterios para su reincorporación, hay que
divulgarlos publicas y ese procesos, debe ser visto de cerca por la ciudadanía, así como por la
comunidad internacional. Igualmente, hay que darles funciones (sólo a aquellos con actitudes y que
no hayan cometidos crímenes de lesa humanida) o puestos en el estado, sin embargo muy bien
vigilados y con la posibilidad de que el pueblo, pueda servir de veedor, denotando si están haciendo
bien las cosas.

Ahora, otro punto con el que se debe tener cuidado, es con el cambio en el gasto militar. Cuando
este se incremento durante la guerra, muchas personas de todas las profesiones y sectores de la
economía, se acostumbraron a esto y hasta se lucraron mucho más por el mismo motivo; eso genero
un status quo que ellos no desean perder y juntos, ejercerán un contra peso para que no se
disminuya el gasto de guerra y por tanto su beneficio. Es aquí cuando el estado debe ser firme en
defender las prioridades de su pueblo, las cuales ya no tienen que ver con hierro y pólvora, sino con
comida y cemento. En concordancia, el estado de comenzar a invertir para reactivar la economía y
generar empleo, es un camino bueno para iniciar, por lo cual si se invierte en exceso en más
material bélico, no quedara mucho para esto.

Justamente, en esta etapa los representantes del pueblo en el poder deben ver la necesidad de
construir viviendas e infraestructura urbana, para que así la ciudadanía pueda volver a su clásica
calidad de vida. Pero si hay un detalle en el cual el gobierno debe invertir de sagazmente, es en la
educación; probablemente el sistema quedo hecho trizas con la guerra y es el momento perfecto, no
sólo para reconstruirlo, sino para darle un giro total corrigiendo sus fallos, ensanchando
certeramente el desarrollo económico de la nación. Si se mira un momento en ejemplo de los
japoneses después de la segunda guerra mundial, se observa que es un plan excelente invertir en la
educación para reponerse de ese golpe, porque ahora (antes del Tsunami) son potencia mundial en
todo sentido. Se concluye que es una opción demasiado provechosa para dejarla pasar.

Papel de la comunidad internacional después del conflicto

Históricamente han existido muchas quejas sobre el papel de la comunidad internacional, cuando
debe responder ante un país que ha sufrido un enfrentamiento interno de semejante envergadura,
pero en lugar de volver a criticar lo mismo de siempre, se hará una revisión sobre cuales aspectos se
deben mejorar.

Para empezar, es imperativo que entreguen más ayuda monetaria y humanitaria a los damnificados
por el conflicto, debido a que no dan la suficiente para saciar la necesidad de estos pueblos, además
se concentran más cuando el conflicto está sucediendo, siendo transmitido por los medios y se
olvidan olímpicamente de la gente apenas termina; y ahí es cuando más ayuda necesitan. Eso sin
meter, que es inversamente proporcional la cantidad de ayuda, al daño recibido por el país gracias a
la guerra, cuando debería ser todo lo opuesto.

En segundo lugar, muchos países como los Estados Unidos, deberían dejar el juego geopolítico para
otros escenarios y diferenciar cuestiones de poder, de cuestiones humanitarias. Porque muchas
veces este y otros estados, se abstienen de colaborar entregando ayudas, porque pierden poder o
imagen referente a esta, si el país afectado se trata de alguno con diferencias ideológicas o si se trata
de una locación estratégica para sus propósitos y no la pudieron obtener. Lo más prudente, para
esos casos, es recordar que primero son humanos y después mercaderes del poder territorial.

De igual manera, con la indiscriminada lucha de supervivencia sucedida en esa nación, los recursos
naturales seguramente quedaron bastante deteriorados y para prevenir que vuelva a darse esto, allá o
en cualquier otro país que se envuelto en estos fenómenos, es vital crear una legislación y política
de conservación ambiental a nivel internacional. Principalmente, porque se perderían no sólo las
riquezas naturales de la nación, sino también por la cantidad de recursos que se convirtieren en
materia prima, fundamental para las actividades económicas de esa tierra y siendo así, la
destrucción de estos, dejaría en una peor condición económica al país.

¿Qué hacer en el mundo actual con los conflictos locales?

Para concluir, se tiene claro que las guerras locales son bastante complejas entre unas y otras, por
todos los componentes sociales, políticos, económicos y culturales, así como que sus soluciones,
causas y medidas preventivas son igualmente complicadas, por lo cual se deja claro ahora cuales
son las prospectivas de estos fenómenos. Para empezar, cada vez serán más cortos, porque hay más
facilidades para adquirir armas, pero el dinero se va más rápido y así mismo, gracias a la
interconexión mundial brindada por la globalización, la intervención militar extranjera (definitiva
en estos enfrentamientos), es más sencilla y frecuente. En consecuencia, una vez que acabe un
conflicto, será casi imposible que se reactive, por las limitaciones impuestas.

En este orden de ideas, con la tendencia a hacer más incluyentes las políticas de estado dentro de
cada nación, dando menos pie para que se levanten rebeliones o descontento social. Así mismo, si
estas políticas, como deben ser, impulsan el crecimiento económico del país, a la par del equilibrio,
por lo cual tampoco se darían las condiciones propicias para una búsqueda ambiciosa del poder o
una emancipación para vivir decentemente.

Sin embargo, no se debe concluir por ello que las guerras civiles se pueden acabar definitivamente,
sería como decir que es posible alcanzar la Utopía del sistema político perfecto, pero sis se puede
conseguir sociedades más unidas, con gobiernos más responsables, donde la solución de conflictos
se base en el dialogo y no en las balas.

Bibliografía: Collier Paul, Desafio global de los conflictos locales, Banco Mundial. 2004.
Resumen Desafió global de los Conflictos locales

Presentado por el alumno:


Javier Eduardo Rosero Molina

Trabajo presentado como requisito al curso de Geopolítica


Grupo A-D

Presentado a la docente:
Fabiola Torres

UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DEL CARIBE


FACULTA DE CIENCIAS SOCIALES Y HUMANAS
PROGRAMA DE COMUNCACION SOCIAL Y PERIODISMO
BARRANQUILLA
JUEVES 28 DE ABRIL DE 2011

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