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LA NARRATIVA HISPANOAMERICANA: EL REALISMO MÁGICO.

El término realismo mágico nació primero para referirse al arte europeo de


entreguerras de la mano del crítico alemán Fran Roh en 1925. Pero pronto
empezó a usarse para definir una nueva narrativa hispanoamericana. Ya en los
años 30 Borges había hablado de realismo fantástico y más tarde Arturo Uslar
Pietri usará el término de realismo mágico para referirse a la narrativa
hispanoamericana.

Ésta había tenido una etapa realista a principio de siglo que, aunque interesada
por la peculiaridad americana.A partir de la década de los cuarenta se produce
una renovación en la prosa de la misma manera que antes se había producido
en la poesía,caracteriza precisamente por la atención a la peculiaridad
americana desde una estética que aúna el realismo y lo fantástico como forma
única de expresar las características del mundo americano.

Como Alejo Carpentier, que creía que el realismo puro es incapaz de recoger la
asombrosa realidad del mundo americano. Por tanto el realismo mágico es un
intento de renovación literaria muy unido a las renovaciones estéticas de las
vanguardias europeas, pues aunque se caracteriza por el intento de reflejar la
realidad americana, la mayoría de sus autores tienen un gran contacto con el
mundo europeo, tanto con las vanguardias poéticas, como con la novela
europea más renovadora. En cierta medida la irrupción de la imaginación y de
lo fantástico en la prosa hispanoamericana tiene que ver también con la
presencia del mundo onírico en la literatura europea de vanguardia y con lo que
se ha denominado fantástico moderno cuyo máximo representante sería Franz
Kafka, y sus principales herederos en Hispanoamérica Julio Cortázar y Jorge
Luis Borges.

En el realismo mágico encontramos precisamente lo real presentado como


maravilloso, o bien lo maravilloso presentado como real. Los sucesos más
fantásticos se presentan como parte de la realidad cotidiana.

La nueva narrativa Hispanoamérica se caracteriza por la innovación estilística y


el deseo de desentrañar la peculiaridad americana desde la síntesis de la
realidad y la fantasía.

Sin abandonar temas propios de la novela realista anterior, como la naturaleza,


el mundo indígena, o los problemas políticos, se da cabida al mundo urbano
con mayor amplitud que antes, y se da también paso a la reflexión sobre
problemas humanos y existenciales. El mundo de las vanguardias europeas, y
especialmente el psicoanálisis y el mundo de los sueños influyen también en
esta narrativa.

Esta renovación narrativa emprendida en los años cuarenta no tendrá su


consolidación hasta los años 60 cuando una nueva generación de escritores dé
lugar al llamado boom hispanoamericano. Se trata de autores como Mario
Vargas Llosa o Gabriel García Márquez, que con el éxito editorial alcanzado en
Europa hacen volver la vista a los narradores de décadas anteriores que ya
habían iniciado esa renovación que los nuevos autores consagran.
El realismo mágico del siglo XX es en cierta medida el regreso a aquel
momento (el descubrimiento de América), sólo que ahora se devuelve a los
europeos el mundo americano en forma de realidad desde lo fantástico. Los
autores americanos mezclan lo mágico y lo cotidiano y dan cuenta de la
peculiaridad americana desde una ficción depurada estilísticamente, manejada
con técnicas renovadoras como los juegos temporales, la combinación de
personas narrativas, el contrapunto, etc. El mismo lenguaje es también
enriquecido con los términos de uso americano y el mundo europeo se ve
invadido por americanismos. El mundo americano vuelve a hacerse mágico
para el hombre europeo, como había sucedido con el descubrimiento.

Los sucesos de obras como las de Márquez responden precisamente a la


corporeización de los mitos americanos. Se busca ahora la identidad
americana precisamente a través de la mitología propia, del folclore, y la
mezcla de esa otra realidad que es el subconsciente colectivo con la realidad
cotidiana o histórica de los habitantes de América es lo que da lugar a lo real
maravilloso, al realismo mágico, al reflejo literario de la peculiaridad americana
tanto en sus gentes como en su naturaleza, en su pensamiento, en su pasado
y en sus relaciones sociales y políticas. En este sentido el realismo mágico
viene a ser como una nueva mitología griega, un intento de plasmar el
pensamiento americano a través de sus mitos, de sus leyendas.

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