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Rol del Docente Investigador

Y su Impacto en la Educación del Siglo XXI

La era actual del conocimiento requiere el manejo de herramientas específicas que permitan la
acción en las instituciones educativas. En este sentido la actividad de conocer, no es sólo un
proceso intelectual, va más allá, es un proceso interactivo. Todo docente es un investigador por
excelencia, por ello siempre es parte de una acción, es parte de una realidad, es parte de una
vivencia, en conclusión marca los pasos del desarrollo social de todos los seres humanos que
acuden a las aulas, para que les impartan aprendizaje y con los cuales vive nuevas experiencias y
trasmite las propias.

Sin embargo, la labor docente en los últimos tiempos ha venido perdiendo consistencia dentro y
fuera de las aulas, en gran medida debido a que un gran porcentaje de los docentes, desarrollan
una práctica pedagógica aplicando teorías y metodologías escritas por otros, las cuales no
necesariamente son aplicables a la realidad de sus aulas.

Cada salón de clases tiene su particularidad, de la misma manera los estudiantes, la escuela y la
comunidad en la cual se encuentra inmersa. Y es, a estas particularidades, que el docente debe
adaptarse, procurando transformar aquellas situaciones propias del ámbito educativo, que de
alguna manera afecten el proceso de enseñanza aprendizaje y por ende la labor educativa. Es
entonces donde el rol del docente-investigador, toma un gran importancia, pues la mejor vía que
tiene el maestro para conocer, indagar, diagnosticar y resolver distintas problemáticas educativas,
es mediante el proceso de investigación.

Vielle, J. (1989) sostiene que: “la investigación es todo proceso de búsqueda sistemática de
algo nuevo, con el propósito de dar solución a diferentes problemáticas”. Tomando en cuenta lo
anterior, la investigación permite al docente aproximarse a distintas realidades de su ámbito
educativo, pero de una manera sistemática, mediante la cual puede diagnosticar y analizar las
características de un problema o situación determinada, con el fin de darle solución o generar
cambios, lo que sin duda permitirá mejorar la calidad de la práctica docente.

El maestro investigador, debe enfocarse en las necesidades, intereses e iniciativas de sus


estudiantes, pues de estos aspectos surgen por lo general, datos relevantes que pudieran
convertirse en objeto de estudio.

Es en estos momentos que los docentes debemos ser impulsadores de la investigación educativa,
pues esto nos permitirá romper paradigmas que nos encasillan en el solo uso de formulas, por el
contrario nuestra práctica debe enfocarse fundamentalmente, en crear e innovar para así resolver
y transformar.

Debemos asumir el compromiso de aprender como se investiga e investigar como se aprende; y


transformar nuestras aulas en centros de investigación. Esto minimiza la labor docente de una
desgastada base científica, descontextualizada, en cuanto a lo que se refiere a la investigación
educativa, para lograr una educación transformadora, más no repetitiva.

Los avances tecnológicos se producen a una gran velocidad y requiere por parte de los
profesionales un esfuerzo de adaptación, actualización y perfeccionamiento permanente. Las
redes tecnológicas pueden llegar a sustituir al profesor si éste continúa su ejercicio como un
simple trasmisor de información.

El docente con dominio de las nuevas tecnologías y de la investigación educativa, desplazará al


docente que no tenga dichas capacidades. Se requiere de una actitud crítica, constructiva y
positiva hacia los cambios que sufre de manera acelerada nuestra sociedad, ya que esto le
permitirá al docente adaptarse positivamente a las trasformaciones cotidianas, dar mayor
respuesta a las distintas exigencias que se le presenten y mejorar la calidad de su quehacer
educativo.

El siglo XXI depara grandes retos para el profesional de la docencia. En nuestras manos está
cumplir a cabalidad con nuestro rol de investigadores, en donde seamos capaces de transformar
realidades y así convertirnos en profesionales competitivos, con principios sólidos y garantes de la
calidad educativa. Todo esto puede llegar a ser posible a través del estudio, la experiencia y la
investigación constante.

Por todas estas razones es importante que el docente se convierta en una investigador
habitual, esto le es posible pues está inmerso en un espacio que le proyecta a cada instante
información dispuesta a analizarse, como la forma de aprender de los alumnos, sus actitudes, los
contenidos, la importancia de los ambientes de aprendizajes, la importancia de la planificación,
métodos de enseñanza, comunicación educativa, en fin, un sin número de temas que le permitirán
abordar de manera exitosa su labor docente y contribuir a la calidad educativa que todos
anhelamos y por la cual nos formamos día a día.

ROL DEL DOCENTE INVESTIGADOR

En el presente ensayo tratare de presentar una breve información acerca del rol del docente como
investigador, ya que es un punto importante dentro de las necesidades del mismo como un medio
para mejorar de la práctica educativa y del desarrollo del rol profesional del docente.

García Inza (1991) concibe al docente investigador como "aquel que posee la base del
conocimiento del método científico, lo aplica en su labor pedagógica cotidiana y logra que el
alumno se apropie de ella al instrumentar el proceso de enseñanza aprendizaje sobre bases más
científicas" (López Balboa y Pérez Moya, 1999)

López L. y C. Pérez Moya (1997) consideran al docente investigador a aquel que sus conocimientos
de la práctica educativa le permiten resolver los problemas de su escuela por la vía de la
investigación.
Para Danny Mejias, esta segunda definición, a diferencia de la primera, hace significado en la
experiencia del maestro. Ambas tienen en común la solución de los problemas por la vía de la
investigación. Para el autor de este ensayo la correlación de lo práctico y lo teórico en el docente
investigador es fundamental ya que él debe convertir la situación de aprendizaje en una situación
auto-consciente a través de una constante crítica de los contenidos de su materia y autocrítica de
los métodos con que esos conocimientos son transmitidos.

El docente, se forman en la escuela y desde la escuela, lo que implica la actividad investigativa. Las
instituciones de educación en su constante reto por la innovación y producción de conocimientos
socialmente válidos para el avance nacional, requieren de una especial atención y un dominio real
de la problemática educacional en el contexto de la escuela y de la comunidad donde esta está
enclavada debido al carácter estratégico de desarrollo que representan los centros de
investigación y la productividad científica de los docentes que se dedican a esta misión.

El componente investigativo incluido en todas las formas de superación del personal docente en
ejercicio, propicia el desarrollo de habilidades para el trabajo científico dentro del marco de la
actividad profesional, vinculándose a los problemas reales existentes en las respectivas escuelas, la
familia y la comunidad.

Según Danny, es de suma importancia la necesidad de formación de profesores como


investigadores para la elaboración de estrategias que le permitan adquirir las habilidades y
destrezas necesarias de los procesos de enseñanza-aprendizajes y el perfeccionamiento de la
formación permanente en la práctica del mismo como investigador y de su propia acción.

Para el autor Danny Mejias todo docente debe "saber investigar", el investigador debe poseer
conocimientos y habilidades investigativas como:

• Exponer hipótesis para definir el problema y señalar la finalidad de la investigación (qué se


va a buscar).

• Analizar el problema para determinar la naturaleza de los datos que se requieren, así
como elaborar los métodos y técnicas para solucionarlo.

• Crear instrumentos para recoger la información; organizarla y procesarla.

• Recoger la información y analizar los datos obtenidos.

• Clasificar y tabular los datos recogidos.

• Interpretar los datos en término de la hipótesis inicial.

Finalmente, se puede decir que el docente es un activo investigador, se forma investigando, lo que
va a trascender en su práctica profesional todo esto requiere de una adecuada preparación para
que pueda tomar partido ante los problemas que se manifiestan en el proceso educativo y
plantear soluciones desde el punto de vista de sus intereses de clase.

Investigar es una habilidad que debe poseer todo docente y profesional de la educación porque la
actividad investigativa es una vía estratégica para resolver los problemas de la calidad de la
educación y así proyectarla hacia el futuro.

Asimismo el docente investigador, correctamente preparado y con dominio de las habilidades


propias de la actividad investigativa, se diferencia de los otros docentes por los métodos que
utilizan al dirigir el proceso docente educativo, haciendo más eficiente su labor profesional.

De igual forma las alternativas didácticas para la preparación inicial de los maestros investigadores
son un conjunto de técnicas relacionadas con métodos activos de enseñanza que le permiten a los
profesores organizar y dirigir situaciones de aprendizaje donde el estudiante tiene la posibilidad de
apropiarse de los conocimientos y habilidades en las interacciones que establece con el profesor y
otros alumnos al buscar soluciones a los problemas planteados.

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