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FENOMENOS NATURALES

Frecuentemente, tras seguir por un tiempo diversos informativos, nos da la sensación


de que continuamente están pasando catástrofes. Siempre hay algún grado de alarma
que nos sobresalta. Sin embargo, lo normal es vivir al margen de esas catástrofes.
Ocurre, frecuentemente, que los medios de comunicación presentan los fenómenos
naturales como espectáculo, hasta la exageración.

Sin embargo, sí que es cierto que en la actualidad las catástrofes provocadas por la
naturaleza son más frecuentes y más devastadoras, y es que el concepto de catástrofe
natural tiene tanto que ver con la violencia de los fenómenos naturales como con lo
afectada que se vea una sociedad por ellos. Esta combinación entre fuerza de la
naturaleza e impacto en las sociedades humanas es lo que caracteriza las actuales
catástrofes naturales.

No hay que olvidar, no obstante, que ante la liberación espontánea y brusca de energía
que implica una catástrofe natural todos los seres vivos que se encuentren en el área
se hallan en peligro. Las catástrofes naturales son capaces de destruir ecosistemas de
manera irreversible. Excepcionalmente, las transformaciones radicales que implica una
catástrofe natural tienen un cierto punto de inevitables; y a lo largo de la historia del
planeta estas han sido muchas.

En el pasado las sociedades tendían a acomodarse al medio en el que se asentaban, de


tal manera que las fuerzas de la naturaleza sólo les afectaban cuando eran
extraordinarias, pero en la actualidad prevalece la voluntad de estas sociedades, que
trata de controlar los fenómenos de la naturaleza por medios técnicos, a través de la
ingeniería. Pero estas soluciones, con frecuencia, son insuficientes, o no han previsto
todos los componentes que actúan en una catástrofe natural. Así, fenómenos
naturales de energía media provocan grandes destrozos y pérdidas económicas, tanto
más cuanto más desarrollado es el país, puesto que el capital invertido por unidad de
superficie es mucho mayor.

Aunque la pérdida económica sea siempre mayor en un país desarrollado, las


catástrofes naturales afectan más a los países y personas pobres que a las ricas, y es
que las regiones desarrolladas están mejor preparadas ante tales contingencias,
mientras que los pobres se ven enfrentados «a cuerpo» ante los fenómenos naturales.
Estas son la regiones del mundo en el que las catástrofes naturales tienen peores
consecuencias.

A veces el desconocimiento o la imprudencia hace que se construyan viviendas,


infraestructuras y vías de comunicación en lugares con alto riesgo de catástrofe:
inundaciones, avalanchas, corrimientos de tierra, etc. Es llamativo la querencia de
ciertas sociedades por asentarse cerca de volcanes, con el riesgo que ello conlleva,
pero es que las cenizas volcánicas son suelos muy feraces. No obstante, en todos los
países existen mapas de riesgos, que permiten conocer de antemano las posibilidades
de sufrir una catástrofe. Lamentablemente estos mapas no son tan consultados como
se debería.
En su afán constructivo las sociedades actuales generan riesgos naturales donde antes
no los había. La construcción de grandes presas tiene riesgo de ruptura. La canalización
de cauces de ríos, tiene riesgo de quedarse pequeña, y terminar desbordada. La
construcción de una carretera puede dificultar la evacuación de las aguas torrenciales
represándolas detrás de ella. Los grandes edificios son más vulnerables a los
terremotos, las infraestructuras aéreas, como puentes y viaductos, a los vientos, etc.

Los principales tipos de catástrofes naturales tienen que ver con dos agentes: la
atmósfera y los movimientos de la litosfera. A ellos cabe unir la caída de grandes
meteoritos, pero esta es muy esporádica y no ha afectado a la humanidad en toda su
historia, aunque en tiempos pasados pudo provocar la desaparición de los dinosaurios
y la gran extinción del Cámbrico.

Asociados a la atmósfera están las inundaciones, sequías, olas de calor y de frío,


grandes tormentas eléctricas, lluvias persistentes, granizo, ventiscas, grandes nevadas,
huracanes, mangas de agua y tornados.

Asociados al clima, pero con efectos sobre la superficie de la tierra están las
avalanchas, los corrimientos de tierra y las coladas de lodo.

Asociados a los movimientos de la litosfera están los terremotos, los volcanes y los
tsunamis.

A esto hay que añadir las grandes pandemias, tanto si la enfermedad afecta a los seres
humanos como si lo hace a los animales o a las plantas; las erupciones límnicas, o
repentina liberación de gases asfixiantes; los hundimientos de tierra producidos por la
erosión; los incendios, las tormentas solares y la caída de grandes meteorítos.

Las inundaciones son, probablemente, las que más vidas se cobran en todo el mundo.
Su carácter repentino y esporádico hace que las sociedades bajen la guardia y se
interpongan en el camino de las aguas.

Tras una catástrofe natural las consecuencias pueden ser mayores o menores
dependiendo de la gestión que se haga de ella. Siempre se ha de poner en marcha un
plan de emergencia, y los habitantes de las regiones con riesgo deben tener unas
nociones básicas de qué hacer. Las autoridades deben de tener un plan para
evacuaciones rápidas, y determinar qué hacer en cada caso. Una de las principales
cuestiones que debe de estar clara, y de manera inequívoca, es cuál es la cadena de
mando.

La Geografía puede hacer mucho por minimizar los efectos de las catástrofes
naturales. El buen conocimiento del territorio nos permitirá construir en las zonas con
menos riesgo, y plantear un plan contra las contingencias excepcionales que garantice
la seguridad de la población.
Catástrofe en Japón

Un terremoto submarino de magnitud 8,9 en la escala de Richter, el peor en la historia


de Japón, y el consiguiente tsunami con olas de diez metros de altura han dejado más
de 1.700 muertos, al menos 10.000 desaparecidos y cientos de miles de desplazados
en la costa nordeste del archipiélago, así como daños incalculables en las
infraestructuras, viviendas e industrias de la tercera economía mundial. Los
desperfectos causados en una central nuclear que liberó en una hora el límite de
radiación que puede soportar una persona en un año obligó a evacuar la zona en 20
kilómetros a la redonda.

El tsunami, que devastó buena parte de la ribera japonesa y avanzó hasta cinco
kilómetros hacia el interior, se hizo sentir incluso en la Costa Oeste estadounidense,
8.000 kilómetros allende el Pacífico. Fábricas como las de Honda, Toyota y Nissan, la
base automovilística del país, han tenido que parar su producción. La economía
japonesa, fuertemente endeudada, deberá esforzarse para recuperar el terreno ahora
perdido.

El hecho de que Japón sea un país habituado a los terremotos, que tenga mecanismos
de previsión, protocolos de actuación ciudadana en caso de catástrofe y rápidos
servicios de socorro, ha minimizado las consecuencias del seísmo. Para nadie es un
secreto que este mismo terremoto hubiera supuesto en otros países una enorme
tragedia, tanto en el ámbito de los daños materiales como en el relativo a las vidas
humanas.

 
Huracán Katrina

El huracán Katrina fue uno de los ciclones tropicales más mortíferos, destructivos y
costosos que haya impactado a Estados Unidos en décadas. Katrina formó parte de la
Temporada de huracanes en el Atlántico de 2005. Fue la tercera tormenta más
poderosa de la temporada.

Fue un gran ciclón tropical que azotó el sur y el centro de los Estados Unidos en agosto
de 2005. Produjo grandes destrozos en Florida, Bahamas, Luisiana y Misisipi,
incluyendo cuantiosos daños materiales y graves inundaciones. Tocó tierra en la costa
de Luisiana el 29 de agosto convertido en un huracán categoría 3, y a pesar de que en
el último momento se desvió ligeramente de su ruta, que atravesaba directamente la
ciudad de Nueva Orleans, se produjo una gran devastación en la misma y en zonas
cercanas. Por los daños producidos, se convirtió en uno de los huracanes más
devastadores en Estados Unidos en la historia reciente, y quizás sea el mayor desastre
natural en la historia de ese país.

Se estima que el Katrina causó daños materiales por 75 mil millones de dólares
estadounidenses, convirtiéndose en el huracán más costoso en la historia de los
Estados Unidos; la tormenta causó la muerte a 1.836 personas, convirtiéndose en el
huracán más mortífero de Estados Unidos desde el Huracán San Felipe II de 1928.
CLONACION DE LOS SERES HUMANOS

La clonación es la acción de reproducir a un ser de manera perfecta en el aspecto fisiológico y


bioquímico de una célula originaria, esta definición de diccionario quiere decir que a partir de
una célula de un individuo se crea otro exactamente igual al anterior, ya que los caracteres que
puede mostrar un ser humano se deben a los genes que ha heredado de los progenitores,
mediante la clonación se obtiene que el individuo tenga los mismos genes que el padre o la
madre, la reproducción sexual se sustituye por la reproducción artificial, pero los genes los
aporta una única persona, el individuo tendrá los mismos genes, pero está demostrado
científicamente, que es posible que sus rasgos puedan oscilar.

Clonación de seres humanos para finalidad reproductiva, terapéutica y de investigación


científica

En relación con la posibilidad de clonar seres humanos, existe en la sociedad una tendencia a
rechazar tales prácticas. Muchas personas perciben de modo casi intuitivo que esta práctica
representa un hecho muy cuestionable desde el punto de vista moral. Sin embargo, no
siempre encuentran argumentos adecuados para dar razón de esta intuición. Sin duda que
existe una serie de artículos de orden científico, filosófico y teológico que tratan esta materia,
pero no siempre se encuentran al alcance de la mayoría de las personas, ya sea por su
complejidad, ya sea por la dificultad de encontrarlos. Por otra parte, el tema de la clonación
humana se ha visto nuevamente en el centro del debate a raíz de la aceptación que tiene para
un público no despreciable la llamada “clonación terapéutica”, debido a a la aparente noble
finalidad de curar a personas enfermas5.

La enseñanza de la Iglesia se fundamenta en una concepción del hombre, en una antropología


de la que surge un horizonte para comprender la acción del hombre en el mundo, el sentido
último de su existencia, así como el valor que cada ser humano posee desde el momento en
que despunta a la vida hasta su muerte. Así, las consideraciones éticas que surgen en torno a
la posibilidad de clonar seres humanos no es un mero capricho, sino la genuina respuesta a la
pregunta acerca de qué hacer de forma que el hombre vea respetada su particular dignidad y
el mundo del cual está llamado a hacerse cargo sea digno de él.

1.Aspectos científicos

La clonación es un método de reproducción que no requiere el concurso de dos gametos. Se


trata de un método de reproducción artificial asexuada y agámica.
El método consiste en fusionar el núcleo de una célula somática con un ovocito desnucleado,
es decir, que no tiene el genoma materno. El nuevo individuo tiene la característica de poseer
el mismo patrimonio genético que el donante del núcleo. Otra forma de clonación es la
llamada técnica splitting, que consiste en la escisión gemelar de embriones humanos de 2,4,8
embrioblastos, es decir células totipotentes que se obtienen de un embrión destruyéndolo,
capaz de desarrollarse por sí misma generando una vida humana con las mismas
características que el embrión original 6 .

La llamada clonación terapéutica tiene como fin la obtención de células estaminales -también
reciben el nombre de células madres o troncales- que tienen dos características muy
importantes para el fin que persiguen. La primera es que poseen una capacidad ilimitada de
reproducirse sin diferenciarse, y la segunda es que dan origen a las llamadas células madres de
transición, con capacidad ilimitada de proliferar, de las cuales derivan una variedad de gamas
de células altamente diferenciadas (nerviosas, musculares, hepáticas, etc). Existen tres
modalidades para obtener estas células; solo nos detendremos en una, por ser la que tiene
más probabilidades de éxito, de acuerdo con lo planteado por los investigadores 7. Para
obtener estas células con características bien definidas se ha de recurrir a la clonación de una
persona adulta, para luego, en el estadio de desarrollo de blastocito del clon, extraer células
estaminales de las células de la masa interna, lo que implica su destrucción.

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